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ARTE Y MUSICA. MARIO DE MICHELL ENSAYO LAS VANGUARDIAS ARTISTICAS DEL SIGLO XX Versién de Angel Sénchez Gijon ‘Traduccién de ios nucvos textos de la vigésima edicién italiana: Pepa Linares Alianza Editorial EL LIBRO UNIVERSITARIO “Tho original: Le avanguardie anttiche del Novecenso Publicado por acuerdo con Giangiacoma Petrneli Editor, de Milan Pritasra aici en «Alianca Forsear: 1979 Primera edicién en wEnaayen: 1999 Segunda reimpresion: 2000 INDICE, NOTAALA VIGESIMA EDICION ITALIANA... PRIMERA PARTE: ENSAYO :Qué exe dadatomno y qué ‘REALISM BXPRESIONISTA. Maniflesto del Grupo Rojo. OUST : ae sobre el arte aprobadas durante La reuni6n del presidiaen ‘Manifesto Il de De Sti, 1920. ‘Manifesto UIE hacia b foemacién de un mar “TABLA CRONOLOGICA..- BIBLIOGRABIA oe (DICE DE AUTORES... NOTA A LA VIGESIMA EDICION ITALIANA La presents nota sustitaye a la que eseribi en junio de 1966 con motive dela primera edicidn de esta obra en la coleccién Unive i, Ya antes, en 1959, Lat vanguatrdias arthnics dos ediciones a cargo de Schwarz. La acuual ampliada, es la viggsima, Como puede apreciarse, scogida, teniendo en events sobre todo las mumerosas traducciones que se han hecho en Europa y América (en fa actualidad est4 apereciendo en drabe, en ‘una revista sitia). En fa nota de 1966 destacaba algunos aspectes que tambiéa ahora me gus- tatia evidenciar, Estas paginas, dije entonces, han nacido de la necesidad de captar las motivaclones profundas de las vanguardias, con el obj yar su valides histria y su herencia independicntemente de | ‘cambios del gusto, Se trata de una consideracién que, a tantos afas de distan- ia, no me parece acioso reafirmar teniendo en cen muy distintas de las que existan cuando esc Desde este punto de vista, me parece que el general del en- sayo y su petsonal tono eritio, en el que no falta a voces la provocacién, con- servan si actualidad, razén por la cual no he considerado oporiuno modifi- carlos, Si he inetoducido algiin cambio ha sido de deralle, en casos taros y muy especiaies. Sin embargo, le obra se ha enriquecido en la parte correspon- dente a los manifiesos y las poéticas, donde he aadido an imporcante geu- ‘po de documentos alemanes y soviéticas, En estas paginas, historia, crénica, politica y sencimientos se vinculan toti- f° mameate a fos problemas de la cultura, porque en mis investigaciones cxlticas ‘nunca he conseguido separa, divi o reducir a fragmentos aislados una «ma- terian de cal riqueza y complejidad, en cuyos contrastes nacen y viven también las imdgenes del arte y los arvstas que las conciben y las realizan, Esta obta, ‘raelvo a repetielo, es precisamente al fruto de esa convieeisn, Manto De MICKELL Mills, 27 de febrero de 1988. 10 H faut deve absolument madetne Rimbaud PRIMERA PARTE ENSAYO [Note el texto crftico de este vlumen ne provede sepia tn orden cstrictamemte crono- tos hechosactistiens, sno mds bien seg el ritmo de las iden y de les robie- CAPITULO 1 UNIDAD DEL SIGLO XIX le este tipo se le escapa- on al ferémeno del ant. Elsiglo x7 europeo conocié una rendenc eolucionaia de fondo, en tor- 0 ala cual se organizaron cl pensamiearo filoséfico, el ‘mente en los tres decenios precedentes al afio de las reve tier, justamente, puso en evidencia este e momento» unite del siglo XIX: El continente europeo —escribe—reaccioné a los impuisos y ai fata dinasnismo del tevolucién con una norable uniformidad, a pesar de de raza asi como ef ai en esa dpoca ef den: entos que habfan legal 2snmadu- brero de 1848, cuen- fue visto entre los iasur- en aquellos diss, dio Ee Sabut Pabli, y en 1852 esceibla dl ped- logo a las poesias de Pietre Dupont, Chant des ousrier, en el que, entre otras ‘cosas, definis come spueril» la teorfa del arte por el arte. Las paginas préloge son un documento bastante significstivo de su sctitad cuarentsinches- cz, Hablando de los versos de Dupont, de repent, exelama: Desapareced, sombrat faces de René, d bla de Ja cada, monstruosas creaciones mann y de Werther, Huid a ke nie ; os bosques encancados de donde 0 sacaron Las hadas encraigas,ovejasanascraas por el rurbidn romvintico. El genio de fa acca os ha dejado.sin ugar entre nasotras... El haber sido el primero en nibar la puerisseré eterno ono: para Pierre Dupont. seks ei mano, cons cadenas del puente fevadizo de le fortaleza. Ahora, fa poceta popular puede ‘Ve, pues, cantando hacia el porvenisjoh poeta providenciall Tus cantos san el mok- __ delumainoso de ls esperanasy de ls conviesiones populares>. En el curso del movimicnto’revolucionario burgués, la presién de las fuerzas ae, que en todo ext pelodo se fe haciendo as ei WT REG B. Namie, La rolesion dg nile Einaudi, Tut 1957s p 1 ths Caeaneiies, Somonis dian deer des Bry st Mate ds Louve fHurope Dac ners mare de 1948p 2, : > Baudelaie,Aifesion sl miei cxtemparane, Esse, Mili, 1945, eb poe A. Donat, pp. 92:97. ‘aptada por los intelectuales como un elemento decisivo dela histocia modeena. ean 7 lieratire son vistos como espejo de eit realidad, las lasés qiié daba en cl Callégé de jus de 1848, Jules Michele: destacaba insistemte- ‘mente Ja necesidad de la presencia del pueblo en la cultura: cid fue una generacién de oradores; que la actual sea de aut directa del gobierno, En esa ret la inmensidad de las profundidad. ‘ofa inspirarse. Al final de su vida, ),gacase el mismo Hegel no habla insistide en sus leccio- nies de estétca en el mismo problema’: «El artista pertenece a su tiempo, vive de sus costumnbres y sus hdbitos, comparte sus concepciones y representacio- nies.. Ademés, hay que decir que e! poeta ccea pars el puiblico y, en primer li gat para su pueblo y su épocs, los cuales rienen derecho © CEA Alesandee, #2 Denney, carta de Michelet a Dau, Lass, Pes 1588, ENSAYO dad provocaba en Belinski una sensacion de embciaguer: «En la fragua de mi ‘pitas se ha venido forjando un signifleado particular de la gran palabra real dad: miro fa realided, antes por mf ran despreciadi,y tiemablo.. Realidad digo al Ievantzcsae y al acostarme, de dla y de noche--, y la realidad me ciscimnday {a siento por doquier y en cada cosa, hasta en zai formacisn que, dia a dia, se hace en ani més evidentes?. Pero esta realidad, que en la década de 1830 ain era para Belincki algo que habta que aceptar incon dicionalmente, incluso en sus aspectos negatives iucluctebles, después de 1840 se volvig materia de transformacién por paste del hombre. El poeta debe vivir en el edesarrolo del espizitu del tiempos, escibié el mismo Belinski. ¥ ese cx lritu era, precisamente, e! de 1848. oBl poew —continda Belinski— no pus. de vivir en cl mundo de los suetios; ya es ciudadano del reino de la realidad contemporinea: todo el pasada debe vivir en dl. La sociedad quiere ver en él, ‘no ya un consolador, sino un intérprece de su propia vila espitiaale deolégi- 3; un oréculo que responda e las preguntas més arduas... Flcontenida y la forma idn son subjerivds, mientfas que .dirgccién,objertie, Ahora bicn, en los afios que nos interesan, de hecho, esca abjervided se manifesta ea las obcas ‘mds signifcatvas,y ello por la rzz6n profunda de que en Ia realidad, en e! cho- ismas contradicciones, se manifestaba objesiuamente el miovimien- (co tendencial revolucionario de las Fuerzas burguesas-populares. Eiasta un es- critor como Beleae, que ex supremos principios: Dios y la Monarquiay, revelaba luego en Jes piginas de sus novelas la verdad hasta el punco de ser el escricor preferido por Marx. ld sin que una lente deforma- dora se interpusieca es hhechos en su desarrollo, Balzac se-veia obligado, 2 petar suyo, a contradecir sus propias convicciones politicas. la ido de a obra a través de la facroa reads aicionar sis cafacteristicas, ponia en evidencia sug valores. En otras palal realided-contenido, al:acuar con ‘su prepotente empuje dentro del attista, determinaba también Ja fisonomfa de 949, p. 231, ble de eto nll exevien di Blin Tee philuaphigos ch, -Lidés de UNIDAD Ds siGL0 He 4a obra y su forma. Bite es otro punto fitme de la estética madurada particu lstmente ei aquellos afios del siglo xrx. Cinemas una ver més a Hegel: Lo que decide, tanto en el arte como en todas las obras humanas, es el con- tenidos. too he sual de Beto sex separa. el contenido bid para él es buscar ante todo la idea y hiego Joy an aie yu 1 5 tuna idea, sino una coca, y.n0 ideas ‘pensamientos de De Sanctis corresponden a 1858, pero hacia tiempo ‘que su conviccidn se apoyaba en cales presupuestos, por lo menos desde que comenzé ta ensefianza en Ja escuela napolitana, poco antes de attincherarse on todos sus alumnos en las barticadas de 1848 y de ser hecho prisionero. De su libro de memorias, La giovinesea, resulta claramente este hecho: ‘Yo dock: «El estilo s la cosan y yo entendfa como cnsa-lo que més tarde fe Hama- do el apurnento el conienide, Sic) estilo es ln-expresin, date toma su sustaicia y su carter de la cosa que se quiere expresar: ésaes su santa de ser ..J Bevo a cota no debe considerarse de ura manera ailada, La ena vive en el espacio y en ltiem- po, que forman su armésfera, doprando el modio'y color de este o de aquel siglo, dde es o de aquella sociedad. Estos elementos tenias una gran importancia en [a ddeerminaciGn del estilo, Expresar la cosa es su verdad: esta ers elt De Sanctis entiquiecend este niicleo de pensamicnto estético, que ve en el con- ‘enido una realidad viva y deretminante, con na serie de ulteriotes formmula- iones segda las cuales el arte 20 tiva wna expresign mo defor nicer tambidn fa consenso hacia el naturalism’ ‘concepcién del arte ya estaba difundids y habla conquistado definitivamente a esctitoses y artistas. En diciembre de 1861, cuando un grupo de jévenes le pidi6é que abricra una cescuela realista», Court minos divetsos. Bn efecto, también para él slo bello, como fa verdad, esti do al tiempo en que se vive y al individuo que <: capar de petcibitlon, y et 2, De Sans, Oper comple, Conese, igeles, 1940, pp. 259-244. # De Sane, «La govinetn ois p15. 19 Pero, volviendo a los afios ah el motivo por el que el subj mente 0 rechszado con di iéadose @ los poetas del sigh 1X escr as euerdas de la libra. / ina gran obra persiga / quien ahora tafa estas cuerdas. / ‘que cantar / tu gloria 0 €1 anhelo / no eres dtil al mundo. / Ag facto instrumenton. O como al de Heine en la Canciém de fs Iesia; 0 como el de Victor Hugo, el poeta que desde 1835, en el préloga a Fl Angel, habla esc siglo en que vivimos el horizonte del arte se hha ampliado, Hubo un tiempo en que ch poeta decias el publico. Hoy el poera dice: ! pueblo». Rechaso del arte por el arte La doctrina del arte por ef arte habla encqntrado. ¢n.¥ mit fivotables on ef periodo de la Restauraciém, pero hbfa supuesto un aiiro golpe a tal teorla. Las etre glor hhablan ‘exaltado a artistas y pootas. Daumier se descubrié como di Delacroix habla pintado a Liberrad en las barricades. Sin embargo, ol gobier- ino de Luis Felipe descubrirfa muy pronto eu verdadera esencia. Con Luis Feli- pe, como escribié Stendhal en Lacien Leuven, al gobierno leg ela Banca, esta ‘nueva nobleva acufiada al aplastar lx cabeza a la revolucida de julio». Alexandre Decamps en el, Nevianaldel 18 de marzo de 1838 describfa bastante bien los gustos estécions de fa nueva burguesfa financiera que dominabe Francia: alas Shuia de arte de une originalidad semasiada inslpendiente o de cecucién de- masiado audar ofenden la vista.de. nuestra sociedad burgusse, cuyo timitado ssspfcitt. no pues genersos de hut ado To que sea demasiado vast, todo Jo aite 6 eleve por encima'de ella se le apis: Bo clea, el conformismo se habia ido ecendiendo rpidamente; los TERE celebrtivos de Lais Felipe se mukiplicaban al mismo ritmo que cuadsos ‘eligioses. En 1833, Thiers afirmaba en nombre del gobierno: «Por lo de abrazat ni lag vast concepciones del genio ni los arebatos pp. 95.36. ala huinanidad, Bl vuclo de la opinién es de cone aleances DRIDAD DEL GLO HK ‘que respecte a los cuadros de iglesia, el gobierno ya no los encarge. Los artistas han perdido el gusto por ellos y casi todos fos rechazane ®, Al cabo de pocos afios las cosas habfan cambiado. 2 clero habla recuperado su influencia y los ‘encargos oficiales de cuadros de tema religioso se habfin teanudado. En el Sa- én de 1837 el ntimero de los cuadros religiosos superaba al de cusdios de ba- calles, . Pero las fuerzas pollticas y culeurales ms abiertas reaccionaban com eficacia, preparlids el ima de 1848. La conciencia de la esrechiseelacisn exit arty puicblo, Gite arte y sociedad, era més viva qué riunca: Bastarta hojear et pocta- vores tepublicanes demotrsticos, Ea Refarmé,’6'el pecidico de los repu- contrar en cada niimero articclos que En los escritos de Courbet esta conciencia se manifiest ebiertamente. Sin Ja revolucién de febrero —confiesa a Castagnary dl 8 de octubre de 1868— tal ‘vez no se hubiera visto nunca mi pintura Y elgunos altos ans tarde, volvien~ inmediatos y cotidianos: fuera In micologia, fuera el cusdro de recvocacion histo bellexa convencional de los cdnones clésioos. Y a esta tegla y calidad fueron files, siguiendo cada uno sus propias incli- Daumier y Milles, «At paVtar (W Caiipesios y bulgiSey a tanians Wanita, ¥ (CEL: Resenthah De Romine eu Rls, Levens, Pr 1914, p. 53. -Cousbet op, pp. 71-72. Macey Boge, Sef lindane Fart, ed pot Pelle, Edtons Sociol, Pas, 1936, p. 132. La ex: Moxy Eo 1936, p. 132.14 — ENSATO or y ef cardcter que hasta entonces habtan estado réxervados a dioses y héroes —encribe Castagnary—, Cousbet llevd a cabo. una revoli cid artistican de as nuevas ideas polit cil ls poetas y lieeratos revolucionaries, allfconflufan desde tod {3s democriticos que querian renovany crear un arte nuevo. Pero el proceso te- volitciciaito también legaba a aquellos pales de Europa que x una autéatica culeura nacional, como Hungrie, Rumania o Bi ‘mente en esios aiios s¢ desarrolla en estos paises a hecho, Los artistas nuevos, desde oles hasta Florencia pasando por Milén y Turin, son, precisamente, los ‘nds vinculados a las vivencias y a los sentimicntos del Resurgimiento, «Yo era cl viajante de la revolucidns, le gustabs Y «avoa en, toras parses, Primera las formulas del neaclascisino imperante en favor de_un,gomanti- i6n histética, hasta que toma impulso un arte fresco y vital, regionales se'ven animadas por este impulso y, sobre todd, los us famosas euniones de 1850 an el ‘Café Michelangelo’ de Flo- nes. que llevaron més tarde a le formacién del grupo, acogfan a los pintores que habfan hecho Ia campafia de Lombardfa en 1848 y icipado en la defensa de Venecia, de Bolonia y dz Roma en 1849, Las disew. -siones que se mantenfan en esas rertulias de entre artistas, un cardcter técnico. Precis ub, Sa orn, Vie Clr, inc, 198, p. 101. Fete ei matic, na, Tarn, 1953, p93, abi paras cas anterior. 2 [UNIDAD DEL GLO sax Las palabras verisme y realismo eran muy frecuentes en estos debates. Precisa- sobre todo.esta:,sinccridad, de Eptloge endgica es posible reconocer el significado que irin adquit dos elementos desencedenantes de la misma: se definizin ps intervengan cn la crisis. Lo que, sin embargo, se puede di ‘que tal ctsis no estallé ciertamente por cats mas, 9 fue generads -;mengua y apagamiento de un espititu de trascendencia, a ier hacer eee. Las rasones allan en listers y ‘une iniportancia ie representa una de Ine kine ocationes ih qut an Riplio etter de eciicores,“ poses y altisias patticipd en und acc cuencias dorninarin los problemas de la cultura y del arte. ° Cannio dl 5 de ail Couber bio we laenaeento las anti de la capital asedinds por los psa ome gr anitesto de La fcltad de Medicina se Ilnd de pinene:y cantor ene os nombres {ke los que eoudtaron legis on el Comité de Ia Federici de es Actas figueban os dees ic ‘Sarto polémce sobre ler males hbiner de Verales. La Comna nin Goa es mats pepe dis por ka ope dT eins eal parents foeroa lade. meta francs Coro Courhct, Duley Manet. La adhesion dels artes fa Coma CAPITULO 2 LOS SIGNOS DE LA CRISIS El drama histbrico de Van Gogh estudio me doy de bruces con el socialism 2, Los libros de Zola “Van Gogh slos mejores tratados sobre Ia época actual. Aa, el yal enc des esa sacs dl vlumen Letres de Ve Va Gagh 3 ru fide Tht, Grey he Lesres Van Reppand, Gras, Pat, 193 rrupondene,Paeene Fasgulle, Pac, 1508, in Formalisea, de tantos de sus her- elas cosas cspiriniales —afirmaba con dspero leniguaje— desde el punto de vista lpico de los borrachos», y wetan incapaces de emocién humanas. Fl, en cxmbio, tenfa de la seligién una idea viva, incorporada a la realidad de aquellos hombres entre los cuales le habria guscado pasar su vida. Para él, en suma, Pablo de Tatso ers evn ebrero oon las © Signos del dolor, del sufrimiento y de fa fatiga, sin ninguna aperiencia de belle. ‘2 pevo con un alma inmortal> y, viceversa, ol minero que salla de los pozos Mlevaba cn sila imagen de Dios. Las cartas que Van Gogh escribié en esos afios son ricas en indicaciones en | tse sentido, Todo lo que ve, observa y lo canmueve ce sitia ya en tina perspec- tiva podtica y figurativa. Advierte eso con elatidad, En noviembre de 1878 es- stiber «Si durante dos o tres meses pudiese tabsjar en silencio en una region como éstz, y aprender y observar consrantemente, no voiveria sin tener algo que decir que realmente valiera fa.pena de ser entendido, y digo esto con toda dhumildad y feanquezae, En Amsterdam, Laeken, Wasraes, Eten, Drenthe, Nuenen y Amberes, en todos fos lugares en que vivid antes de su viaje a Parl, Ja realidad que cons- de los hombres que trbajaban en. 0 cuando le suspenden en su ue interesdndole: ‘Me levamtétemprano y vi alas oberos legara la obra com un sol magoifico. Te hu- biera gustado vere axpecto partic: ctlo de personajes negro, graces y ‘pequefios, primeto en Ja estccha calle donde habla poco sel y liege en el taj Lagosto de 1877) [..] Los obrezos de esta mina, normalaence, esin desmedsados y palidos de fiebr; tienen wn aspecto Bxtigndo y consatnidos son oscuos de piel y avcjentidos: las mujeres son débiles y marchitas. Ea torno a lamina, miterables co. ss de mineros, con agin dcbol muerro ennegsecido y setos de de estircol y cle ceniass y montafas de carbéin inscrvible [abril ‘breros dc fas minas de carbén y los tejedores todavia son tes y artesanos y siento por: smo, de profs, el ‘comme de sofiador y sondabulo, el tejedor. Hace elles y he aprendido a conocer bastante su eardctc: orignal, sobre todo el de las micros Y eaxda di hallo algo conmevedor y enterneceslor hista en estos pobres y oscurae como s dijéramag, los mis desprecisdos qus, et genersl, com ime ‘Nunca oyes lamentarre a los cejedores, si tejedor que tabaja duro haga una pie- sesents aurcs en una semana. Mienueas dl tee es neceserio que tna mujer 4 los cartes, eto es, que enrol el ilo en les husos; asi pues. som dor lo 26 10s s1g¥0s OFLA CRISS ne tebajany debe vivir de ese trabajo. Con esa piera el eeedor tiene ima ganas Gist deco levine y mek, por empl, y cuando le fabcicance dre Je dice normalmente que le encargart otra pieza dentro dle acho o quince dia. Ast uct, na sl el salrio es bajo, sino que el abajo es escaso. Por exo esta gente sue- Je cxar nervosse inquiet. Se trata de otro estado de iim distinto al que conoct centie ios mineros del carbén, un ao en el que hubo ua huelga y beswntes acci- dent 2] Me mezeé ran fntimamente en a vida de ls campesinos a fuee- 23 de verls constancemente a tedat las horas del dia, que ya no me siento atraldo otra idea |. [1885]. » pues, cl mundo cn que madurzron los ql «sentlax. De Daumier amaba, sobre todo, sy modo amplio y sencilfo y su ‘apacidad de capuar sin vacilaciones el ceatro del propio argumento. A propé- sito de un dibujo suyo, afirmaba: «Debe ser una buena cosa sentir y pensar de este modo y pesar por encima de un montén de otros detalles pata concentrar- seen Jo que hace pensar y en lo que concierne de mada més directo al hombre: como hombre, en ver. de en predas y aubes». Daumicr le ensefaba ef modo de acentuar la expresién mediante la deformacién reali grandeza expresiva de Daumier se le aparecié con clara consciencia.en ‘Te pregunto si toda- vla quedan ca el mercado hojas de Daumier cuales, Si me guscé mucho, pero sélo en exts limos tiempos he empezado a creer que ‘ne mayor importancia de lo que siempre a fe cami ke. Jnueresa Mi cata particular capacidad de «carga fa expresin. Bl pensaiento de Mi Tce que mis le gustaba cee que dice os mejor elar que expres db mentes, Desde estos afios querfa hacer cuadros y dibujos que tuvieran como primera cualidad la de «asombrar>. Hasta en Courbet ve, sobre rédo, el valor del color no usado en senrido naturalista, sino expresivo: «Un retrato de Cour- end pintado con codas tas garnas de bee Hos tonos profundos, de rojo-oscuro, dorados, violetas, mnds frfos en la sombra, ccon ef negro [...] es rads bello que el recearo de quien ta quieras, el cual habrfa 7

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