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El collar de mi hermana

Nunca somos más resilientes que en la infancia

la bella imaginación nos protege

y hace de esa etapa nuestra patria.

Fui yo, por el hecho de ser primer hijo, quien

primero le dio lecciones a mi padre de paternidad

y a mi madre de amor absoluto.

En unas de esas lecciones me encomendaron recolectar

mullos de la huerta abandonada de la abuela muerta hace 7 años:

un lugar fresco, de plantas asalvajadas, neblinoso, azul…

- Son para hacer los collares de tu hermana- seguía pintando mi mamá


- Anda a la huerta de mamá Rosha ahí hay un montón- me ordenó lejano y seguro de mi
conocimiento, mi padre.

Mullos me sonaba a muchas cosas, no pregunté más.

En ese tiempo, por precaución, no había más preguntas.

Tenía en la mente collares hechos por mullos

Cuando partí por la tarde a la huerta de mi abuela;

Eso le comuniqué a mi amigo cuando al pasar por su casa le pedí que me acompañe.

Tal vez él sepa y me ayude: muy dado a las aventuras y seguro de cumplir con la misión me dijo

- Voy a ponerme mis sandalias y nos vamos.

Hermanados cruzamos dos barrios para llegar,

Perros, nombres desconocidos, quechuas: cascayunga y amaringo.

Nos pusimos a buscar en la huerta algo que sonase a mullos para hacer collares.

Terminamos sentados mirando a la calle rayando el piso de tierra

con unas ramitas desperdigadas cuando divisamos aquello


que por la imaginación y el deseo latente de aventura tenía colgado el letrero de mullo.

-Eso lo sirven en las cevicherías.

-Sí. Pero lo sacan del río. En el río hay varios…en el fondo.

No sé en qué momento de la tarde al no encontrar ni uno

nos olvidamos de los mullos,

Pero debió de ser al poco rato de estar buzando

Atrapados ya por la magia del agua y su resplandor.

Cuando llegué a la casa todavía chorreando me pidieron lo recolectado,

Apenado les dije que solo conseguí un mullo y les di la mitad

del bivalvo Donax obesulus que habita playas arenosas de la zona litoral

y que comúnmente la llamamos palabritas…

Mi madre sonriendo en su lección miraba de reojo a mi padre.

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