GIOVANNIZAMBONI ROMANO, SONATED'INTAVOLATURA
DI LEUTO (LUCCA, 1718).
MIGUEL DE OLASO, LAUD ATTIORBATO DE 13 ORDENES.
MIGOLASO 2014.
“El latid es un tipo de lenguaje: debe imitarse a los oradores, que
por momentos elevan su voz y por momentos la aplacan. A veces
adormecen al oyente, a veces lo despiertan; a veces lo encantan,
a veces lo sorprenden. Y asi, con un mismo 6rgano, expresan dos
tipos de sonidos. De modo similar, al tocar el laid, a veces debe
pulsarse con fuerza y otras veces tan duleemente que resulte ape-
nas audible”. Las palabras son de Mary Burwell, que en la segunda
mitad del siglo XVII, en Londres, tom6 lecciones de laid con John
Rogers, a su ver discipulo de Ennemond Gaultier, “el Viejo”, figura
patriareal del laid en Europa. Los apuntes de esas lecciones, en lo
que hoy se conoce como The Burwell Lute Tutor (escrito entre 1660
¥ 1672), ofrecen informacion de primerisima mano acerca de las
técnicas de ejecucién del instrumento, los principales laudistas de
la época y sus estilos, a veces incurriendo en criticas despiadadas
hacia cierto tipo de intérpretes ("X deberia dedicarse a acompaitar
a los osos que bailan en el mercado”, "Z deberia tocar tinicamente
enlos funerales”).
El pasaje citado, en el que se destacan las posibilidades retéricas del
atid, concluye con una sentencia contundente: “Sélo a él le es posible
ser interpretado de modo tal que, si quien escucha no pudiera ver al
intérprete, se creyese que se estén tocando dos instrumentos”. Y algo
asi sucede con el nuevo disco de Miguel de Olaso, consagrado a Gio-
vanni Zamboni (Roma, ca. 1674-Pisa, ca. 1731): eomo en todo registro
discogréfico, la visién nos esta vedada, y es gracias a las notas del CD
que sabemos que los sonidos provienen de un tnico instrumento, un
lavid de 13 érdenes, réplica de un modelo veneciano del siglo XVII.
Miguel de Olaso (Buenos Aires, 1964). discipulo de Hopkinson Smith
ena Schola Cantorum de Basilea, es uno de los referentes de la misi-
ca paralatid en la Argentina, no s6lo gracias a sus interpretaciones del
variadisimo repertorio solista para instrumentos de cuerda pulsada
(eu disco La guitarra en Esparia y el Nuevo Mundo estuvo nominado en
laedicién 2008 de los premios Gardel), sino también como director 0
integrante de numerosos ensambles de miisica antigua, como laCom-
paiiia del Tempranillo, que fundé en 1998.
Es poco lo que se conoce de Giovanni Zamboni, si bien su apodode “Romano” permite pensar que, si no fue oriundo de esa ciudad, al
menos comenzé alli una carrera que culminaria en Pisa, donde mo-
riria en la primera mitad del siglo XVIII, dejando apenas un puiiado
de composiciones. A pesar de su nombre, estas Sonate d'intavolatura
di leuto, publicadas como Op. 1 en Lucca en 1718, son en realidad una
coleccién de once suites (mas una chacona), que solian comenzar con
un preludio, generalmente improvisado. Aqui, Miguel de Olaso recu-
rre, en un par de oportunidades, a preludios de Sylvius Leopold Weiss,
contemporaneo de Zamboni y acaso el laudista mAs reconocido de su
tiempo. La eleccion de Weiss no es caprichosa, si se tiene en cuenta
que la tradicion a la que parece pertenecer Zamboni es mas la de cier-
to estilo de ejecucién introspectiva, en la tradicion del Vieux Gaultier,
que la del stylus phantasticus que pretendia asombrar al oyente, no slo
mediante ornamentaciones y otros recursos de la composicién, sino
también mediante la construccién de instrumentos de proporciones
monstruosas, capaces de todo tipo de efectos.
La obra de Zamboni, en cambio, es casi espartana en su ornamenta-
cion, y cuando aparecen trinos o disminuciones, como en las zaraban-
das de las Sonatas | 0 X, se trata mas de un recurso expresivo que de una
ocasion para el virtuosismo. Aparentemente, la fama de Zamboni se
debia mas a sus habilidades con el contrapunto, de lo cual pueden dar
cuenta algunas de estas danzas. La alemanda de la Sonata V, por ejem-
plo, parece escrita siguiendo las recomendaciones de Mary Burwell
para la mano derecha: “El pulgar debe permanecer la mayor parte del
tiempo en las cuerdas graves, marchando delante del resto de amano
como si fuera el capitan de los dedos”.
El disco fue grabado en 2011, en la pequefia y hermosa Iglesia Dina-
marquesa de Buenos Aires, en San Telmo. Sélo estaban presentes Mi-
gucl de Olaso y los responsables de los aspectos técnicos y artisticos de
lagrabacién, tal como recomendaban las anotaciones de Mary Burwell:
“Ellatid deberia tocarse en una habitacion sin muebles, de ser posible;
y la compariia no deberia exceder el ntamero de tres 0 cuatro, pues el
ruido de un ratén es ya un obstéculo”.
GUSTAVO FERNANDEZ WALKER