Está en la página 1de 2

El 

aburrimiento es la puerta  impulsora para desarrollar la creatividad (crear, a


imaginar situaciones de juego) y adentrarse en una situación donde sea posible inventar
juegos o situaciones. Los niños son capaces de dar vida como juguete a cualquier
elemento: un palo puede ser una espada, un árbol un castillo y un par de almohadones una
montaña que los muñecos deben escalar.

“El aburrimiento significa que no hay algo concreto que hacer en un momento
determinado. Es la oportunidad para potenciar cualidades como la curiosidad, la
alegría y la confianza. Sin normas de por medio, el niño va desarrollando sus reglas,
explora, crea.

El punto de partida, es quitar la carga negativa del término. “El


aburrimiento puede ser incómodo pero no es malo. Es inherente al ser humano, porque
somos curiosos por naturaleza. A los niños les permite ser creativos, ir más allá de las
pantallas, descubrir el mundo y buscar su entretenimiento de forma activa”.

Por lo tanto como padres deberían enseñarles a divertirse y entretenerse, no de


darles el entretenimiento servido.

Motivaciones

Incentivo para que el niño busque qué es lo que le motiva, que encuentre su
espacio en un momento en que se encuentra hiperconectado y que en muchos casos- gran
parte del tiempo libre se ocupa con actividades regladas extraescolares. “No es lo
mismo decir que ‘ahora tengo ganas de jugar al fútbol’ que recordar ‘me toca jugar
porque es miércoles por la tarde”

Compartir actividades

Los profesionales consultados coinciden en que los padres tienen


que acompañar el proceso de buscar un entretenimiento, pero manteniendo una cierta
distancia.

 Contarle a que jugaban ustedes cuando eran pequeños


 compartir actividades plásticas (un gran motor de
creatividad), paseos por la naturaleza o por el barrio, salidas en bicicleta,
preparar postres o comidas, y de paso, instruirlos en tareas con responsabilidad,
como ayudar en la casa.
 Los juegos de mesa son una alternativa de pasatiempo donde se
mezcla la didáctica con el impulso sensorial, como los rompecabezas o los
problemas de ingenio donde hay que usar la capacidad de deducción.

El aburrimiento puede convertirse en una gran idea en la cocina, caminar


de las manos, y charlar. En todo caso, creo que el 'me aburro' es una forma de
llamar la atención, ya que en realidad los niños no tienen razones convincentes
para aburrirse de verdad o quizás ahí está el error, ¡los niños de hoy en día están
hiperestimulados! Como padres hay que darle espacio y permitirles que se aburran
porque son tantas las cosas que los hijos pueden aprender cuando no tienen nada
que hacer. Estas son las seis razones por las que es bueno que los niños
experimenten esta emoción que, aunque pueda parecer desagradable (tranquilos,
es pasajera, igual que viene se va) es muy beneficiosa para todos, incluida los
mayores:

1. El aburrimiento fuera de la sala despierta el interés del niño por


buscar cosas nuevas y por innovar.

2. A través de esta emoción el niño es capaz de aprender a reflexionar


y a analizar qué le pasa.

3. Si el niño no se aburre y está sobrecargado de actividades, lo único


que puede pasar es que se estrese.

4. Si vienen esta emoción, el niño puede aprender a esperar y a tener


paciencia.

5. El aburrimiento hará también que el niño tenga que esforzarse por


llenar un tiempo.

6. Cuando el niño no tiene nada qué hacer, desarrolla aún más su


creatividad.

También podría gustarte