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El pueblo tiene el poder para derrotar a Ortega

Desde el momento que dije Sí a Nicaragua, me comprometí a no dividir el voto y servir a


los nicaragüenses en la posición que el pueblo decida para derrotar a Ortega y lograr la
democracia, las libertades y un futuro de progreso para todos.

En estos momentos confusos mi decisión es seguir al lado de todos los nicaragüenses,


empujando, primero condiciones para unas elecciones libres, justas y transparentes que
honren el derecho sagrado del pueblo a elegir en libertad. Segundo, mantengo mi
compromiso de respetar los principios que suscribí, junto con otros precandidatos, en el
documento “Unidad, Nicaragua Primero”.

Se venció el plazo impuesto por la dictadura para inscribir alianzas ante el Consejo
Supremo Electoral. No sigamos cayendo en las trampas del calendario de Ortega.
Establezcamos nuestros propios plazos para ejercer el poder ciudadano que tenemos y
derrotarlo. Los tiempos del dictador no tienen ningún valor, lo que vale son los nuestros
en unidad del pueblo.

Estamos a tiempo de poner a Nicaragua primero y lograr la unidad alrededor de un


candidato único, seleccionado por toda la oposición, inscrita y no inscrita, eso no tiene
importancia, sino la legitimidad que nos da el consenso popular. Ortega no tiene
legitimidad, la legitimidad es del pueblo. Que se escuche su voz. Utilicemos las
encuestas nacionales para eso y seleccionemos al candidato con mayor respaldo
popular para ganar por mayoría representativa y absoluta.

Si actuamos con ese criterio, el espíritu de abril habrá renacido en la unidad electoral de
la oposición, conducida siempre con la voluntad del pueblo. Aquí nadie ha perdido las
esperanzas. Tiempos extraordinarios exigen medidas extraordinarias. Creo firmemente
que, con la fuerza de todos, es posible una Nicaragua en libertad.

¡Unida, Nicaragua volverá a ser República!

Viernes, 14 de mayo, 2021

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