EL SECRETO DEL ÉXITO

Se encontraba Ignacio con sus amigos en la plaza de Tarapoto, de pronto vio a un hombre
salir del banco Continental, por lo cual estos decidieron robarle, pero por coincidencias de
la vida era el tío de Ignacio, entonces este le dijo:
-Ayuda!!!!!... Hijo que estás haciendo? Tu padre estará decepcionado de ti.
-Y eso a ti que te importa – Respondió Ignacio alterado y empezó a correr.
Ramón quien es el tío de Ignacio, perdió el rastro de su sobrino, este se encontraba en un
grave peligro, pues dos Pit Pulls los perseguían, Ignacio se tropezó en una piedra y luego
los perros lo empezaron a morder uno de ellos en la pierna, el otro se fue directo al cuello,
por lo cual él se desmayó y los vecinos de esa cuadra salieron a ayudarlo, llamarón a
emergencias.
Cuando se encontraba en la clínica llamaron a su padre, pues su madre había fallecido
hace cuatro años atrás y él estaba a cargo de su hijo, pero no le prestaba la debida
atención, después de esta noticia el padre se preocupó demasiado y se echaba la culpa de
lo sucedido.
Ignacio entro en un estado crítico, los doctores ya no le daban más esperanzas de vida,
pues las mordidas eran muy profundas, pero el padre se negaba a desconectarlo, pues
como todo padre a pesar de todo lo quería, lo amaba, y no soportaría ver a su hijo, a su
único hijo fallecer.
El padre ya no sabía que hacer todos los días era un problema más y su hijo no mejoraba,
el padre empezó a asistir a misa y rezar todos los días para que la salud de su hijo mejore.
Después de unas semanas Ignacio empezó a dar pequeños reflejos, primero movió los
dedos de las manos, luego las piernas y un viernes a las 6:30 pm justo cuando su padre
estaba junto a él este se despertó, el padre se emocionó bastante pero su hijo parecía no
reconocerlo.
-Hijo me reconoces? Soy tu padre!
-Ignacio se quejó pero no contesto
El padre llamo al doctor para que lo viera este le dijo que la actitud de su hijo era algo
normal que le pasará y así fue después de una semana su hijo volvió a ser el de antes,
pero su papá tenía miedo, creía que al salir de la clínica Ignacio volvería a robar, a las
drogas y entre otras cosas. Pero Ignacio el día en que lo iban a dar de alta le dijo a su
padre:
Padre discúlpame por haberte dado tantos problemas, por haber hecho que tu vida sea
tan difícil, por haberte dado más peso en la espalda, por no haber sido el hijo que tú y mi
madre hubieran querido tener, pero le prometo que cambiare, que estudiare y me alejare
de los amigos con los que cometí tales cosas de las cuales ahora me arrepiento, tratare de
ser el mejor hijo, ya sé que no podremos recuperar todo el tiempo perdido pero cada
momento que pasaremos juntos lo disfrutare como si fuera el ultimo, yo a usted lo amo
con todo el alma y discúlpeme por favor discúlpeme, seré y hare lo que tú me digas desde
ahora no juzgaré tus reglas ni normas, te amo papá y lo siento mucho.
El padre no podía parar de llorar pues las palabras del hijo le habían tocado el corazón, el
no tuvo palabras para responder lo único que hizo fue darle un fuerte abrazo, un beso y
decirle tu siempre serás mi hijo. Al salir de aquella clínica fue como si hubieran vuelto a
nacer ambos, como si estuvieran en otro mundo, como si nada hubiera pasado, como si
en aquel momento no existiera nadie más que ellos, fue el mejor momento para ambos.
Después de unos años Ignacio fue un gran Arquitecto, sus antiguos amigos siempre lo
molestaban decían que él no lo lograría pero él le había hecho una promesa a su padre,
por lo cual él nunca se rindió, quien diría que aquel muchacho del que ya nadie tenía
esperanzas excepto su padre ahora sería un gran Arquitecto, y todo esto se lo debía a su
difunto padre el que nunca dudo de él , el que siempre estuvo para ayudarlo, el que a
pesar de todo siempre estuvo con él, el que cometió errores como cualquiera pero para el
será y seguirá siendo el mejor padre que pueda existir en el mundo entero, al que le debe
más que su vida al que solo pudo decir gracias papá.