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Contenidos

Cómo utilizar este libro 4

Enseñando la Biblia a tus hijos 6

Niños pequeños 9

Ideas para ayudar a tus hijos a memorizar versículos 12

Actividades para ayudar a tus hijos a memorizar versículos 13

Semana 1 17

Semana 2 23

Semana 3 29

Semana 4 35

Cómo presentar a tus hijos el plan de salvación 41


Cómo utilizar este libro

Cada semana tendrás:

1. Lectura/Devocional diarios –

Es la misma que puedes encontrar en tu Guía de Estudio. Cada día tienes un


espacio para escribir los comentarios y reacciones de tus niños al texto (si son
suficientemente grandes puedes escribir unas cuantas palabras por sí mismos).
No tiene que ser largo, solo una o dos palabras para recordar la impresión del
texto en tus hijos.

2. Versículo para memorizar –

Tú y tus hijos pueden memorizar los versículos semanales juntos usando nuestras
adorables tarjetas en versión NVI. Puedes imprimir el versículo y usarlo como
una actividad extra haciendo que tus niños lo decoren. Puedes también hacer
varias copias y colocarlo en diferentes lugares de tu hogar para darte a ti y a
tus hijos más oportunidades de memorizarlo.

3. Conceptos básicos –

Usa los conceptos básicos para explicarles en pocas palabras de qué trata la
Escritura que estamos leyendo. Puedes hacerlo antes de leer o después para
hacer un resumen de lo leído.

4. Actividad –
Actividades divertidas y manualidades para cada día de la semana, te darán
un tiempo especial con tus hijos y la Palabra de Dios, y les ayudará a recordar
lo que han aprendido.

No te tomará más de 30 minutos tener este tiempo con tus hijos. Puedes hacer
tu devocional antes y planear un tiempo en el día cuando puedas sumergirte
en la Escritura con tus niños más tarde.

Este también es un material que puedes utilizar en tu clase de escuela


dominical o club de niños, tan solo divídelo por semanas en lugar de por días a
la hora de hacer tu planificación.

En GMG Español - Buen Día Chicas queremos proporcionarte herramientas


para que puedas crecer en la Palabra y aplicarla a tu vida diaria. Te ofrecemos
este manual de niños para que también puedas involucrar a tus hijos en ese
proceso y ayudarles a tener fundamentos firmes en la Palabra desde
pequeños. Sin darse cuenta, están creando el hábito de tener un devocional
diario, lo cual les será de mucha utilidad en el futuro.
Enseñando la Biblia a tus hijos

Proverbios 22:6

”Instruye al niño en su camino, y aun cuando fuere viejo no se apartará de él.”

Las mamás tenemos la gozosa (y complicada) responsabilidad de transmitir


nuestra fe a nuestros hijos. Dios dice que la fe es por el oír y el oír, por la Palabra
de Dios (Romanos 10:17). Nuestros hijos no van a tenernos siempre a su
alrededor para guiarlos y debemos inculcar en ellos el entendimiento y el
hábito de hacer lo correcto, de forma que puedan glorificar a Dios y tomar sus
propias decisiones. ¿Cómo podemos ayudarlos a hacer esto? Enseñándoles la
Palabra de Dios.

Echa un vistazo a algunas de las cosas que Dios nos manda a las madres
cristianas:

1. Estar disponibles – mañana, tarde y noche (Deuteronomio 6:6-7)

2. Involucrarnos – interactuar, discutir, pensar y procesar la vida juntos (Efesios


6:4)

3. Disciplinar a nuestros hijos – enseñar el temor al Señor, marcando la línea


consistente, amorosa, firmemente (Efesios 6:4; Hebreos 12:5-11; Proverbios 13:24;
19:18; 22:15; 23:13-14; 29:15-17)

4. Entrenar a nuestros hijos – ayudando al niño a desarrollar destrezas y a


descubrir sus fortalezas (Proverbios 22:6) y dones espirituales (Romanos 12:3-8 y 1
Corintios 12)
5. Enseñarles la Biblia – las Escrituras y la manera bíblica de ver el mundo (Salmo
78:5-6; Deuteronomio 4:10; Efesios 6:4)

Entonces, como mamás, ¿De qué forma comenzamos a enseñarles la Biblia a


nuestros niños?

1. Vive la Biblia tú misma – Es imposible dar algo que tú no tienes. Comienza


con cosas sencillas, como mostrarles amor, bondad y generosidad. Si tus hijos te
ven encontrando maneras de “ser de bendición”, eso se convertirá en la
forma de vida natural y normal para ellos.

2. Sé de ejemplo – deja que te vean leyendo y estudiando la Palabra de Dios.


Ten algunas Biblias para niños y libros de historias bíblicas ilustradas cerca de tu
propia Biblia, así podrán leer juntos. Memoriza las Escrituras con ellos, háblales
sobre tus meditaciones en la Palabra y anímales a que ellos te hablen sobre
algo que han aprendido o que les ha llamado la atención.

3. Sé intencional – busca tiempos para estar en la Palabra. Cuando hagas tu


horario, añade significando a tu tiempo bíblico. Busca ocasiones para poner la
Biblia en acción también.

4. Diseña una rutina de tiempo bíblico familiar – es tan sencillo como compartir
tu tiempo devocional con tus hijos. ¡Te sorprenderán! Tener un horario lo hace
predecible para ellos y podrán estar esperando el momento de estudiar con su
mami.
5. Relájate y sé natural – no tienes que ser una maestra sabelotodo. Sólo eres
una mamá normal y corriente hablando con sus hijos sobre el Señor.

6. Sé una buena relatadora de historias – Ten confianza en los eventos de la


Biblia porque ellos realmente sucedieron, pero recuerda también hacerlos
divertidos para los niños: actúa las historias para ellos, has voces, usa títeres,
visuales, disfraces...

7. Abre y cierra el tiempo en la Biblia con una oración. Esto también te da la


oportunidad de enseñarles cómo orar. Déjales tomar turnos para que ellos oren
también.

8. Sé creativa – personaliza este tiempo especial para que cuadre con las
individualidades de tu familia. ¿Tus hijos tienen una comida o un restaurante
favorito? ¿Les gustan los helados o los batidos de frutas? Vayan a uno de esos
lugares alguna vez y hablen allí sobre lo que han aprendido juntos. Conviertan
su tiempo bíblico en una fiesta de pijamas o en una acampada dentro de
casa.

9. Repite, repite, repite – esta es una buena manera de hacer que aprendan
algo, especialmente con niños pequeños.
10. Usa (bien) los medios – busca buenos sitios en Internet que te ayuden a
crecer como mamá que quiere enseñar la Palabra de Dios a su hijos. Haz una
investigación para encontrar videos, películas, canciones... que sean
apropiados para la edad de tus hijos, que estén llenos de las Escrituras y hábitos
piadosos. Te proveemos algunos recursos al final de este libro electrónico

11. Hazlo corto y conciso – recuerda la regla de un minuto de atención total


por cada año de edad: si tu hijo tiene 7 años el te dará 7 minutos de completa
atención, 2 minutos si tiene 2 años, 12 minutos sil tiene 12 años... Enfócate en el
punto principal que deseas compartir con ellos y comienza con eso.

12. Usa manualidades y actividades – esto realmente les ayuda a fijar en sus
mentes lo que han aprendido. Algunas veces es tan fácil como hacer un
dibujo que represente la lectura. ¿No eres una mamá especialmente habilidosa
o creativa con las manualidades? No te preocupes, te ayudaremos con eso.
Niños pequeños

Los niños pequeños pueden aprender las mismas verdades bíblicas que les
enseñamos a los mayores, sólo que en porciones más pequeñas y a un ritmo
más suave. Los niños pequeños aprenden por repetición y por partes (Isaías
28:9-10). Repite una sola verdad bíblica en cada actividad durante una
lección. La vía hacia el corazón de un peke es a través de los cinco sentidos.
La meta es introducir la Biblia desde el exterior de la persona hacia su corazón.
Las imágenes visuales dominan la atención de los niños. El tacto expresa amor
y consuelo. Algo con buen sabor satisface su hambre y sed. Usa una esencia
placentera como una manera inusual y efectiva de demostrar un mensaje
verbal.

La parte más maravillosa de enseñar la Biblia a los niños pequeños es que


tenemos un gran y poderoso Ayudante, el Espíritu Santo. Él dará testimonio de
las verdades de la Biblia que enseña. Suavemente le hablará a los corazones
de tus hijos. Por lo tanto, haz de la oración una parte crucial de tus habilidades
de enseñanza.

¡Enseñar preescolares es un reto y es divertido! Hay que darse cuenta de que


cada niño es diferente, y no esperar que estén sentados durante una hora sin
moverse. Eso no va a suceder. El amor es el ingrediente número uno en la
enseñanza de los más pequeños.

Al contar una historia sé entusiasta, nada de monotonía con los niños. Usa tu
imaginación y haz que la historia cobre vida a medida que la cuentas. NO LA
LEAS DIRECTAMENTE DE UN LIBRO. ¡Es aburrido! Al contar una historia, mira a tus
hijos. Verás si has captado su atención. Ellos quieren saber que tú te preocupas.
Las manualidades son una manera maravillosa de enseñar a los niños. Les da
una oportunidad de hacer algo con lo que les acaban de enseñar. Si se trata
de un collar de cuentas, o de colorear una imagen, eso reforzará lo que les has
dicho.

Consejos:

1. Varía las actividades – Muchas actividades cortas son mejor que una larga.
Varía el tipo de actividades, tales como historias, versículo y manualidades.
Además, varía la ubicación: comienza leyendo en el suelo, haz la manualidad
en la mesa, sillas, en el patio... Tendrás el resto del día para hablar con tus hijos
acerca de lo que han estado aprendiendo y enseñarles el(los) versículo(s) de la
semana. Ayúdalos a recordar en tan pocas palabras como sea posible cómo
se puede aplicar la verdad bíblica a sus vidas.

2. Concéntrate en los personajes, más que en hechos – Los niños de esta edad
pueden recordar nombres y personas mejor que meros hechos. Por lo tanto,
haz el centro de la historia en los personajes, quién dijo qué, cómo se sentían,
cómo respondió: ¿por qué se sentía feliz / triste / molesto / emocionado…?

3. Usa Biblias con imágenes y libros que cuenten las historias bíblicas cuando
estén disponibles- siempre necesitan algo que ver mientras están escuchando.
Utiliza tantos recursos visuales como puedas: dibujos, franelógrafo, tarjetas...
4. Juega – a los niños pequeños les encanta jugar, así que incorporar
imaginación y emoción a tu tiempo con la Biblia ayuda a los más pequeños a
desarrollar un deseo de aprender. Utiliza las figuras de acción para recrear la
historia de David y Goliat, e instrumentos musicales hechos en casa cuando
estudian los Salmos. Hagan juegos simples y fáciles que dirijan su atención a la
verdad de la Biblia que estás tratando de comunicarles.

5. Ilustra el versículo para memorizar - Hacer una simple tarjeta del versículo y
ponerla a la vista en un lugar donde tus hijos puedan verla todo el tiempo: en la
sala de estar, junto a la cama / cuna, en la sala de juegos... Pueden alternar
texto y dibujos. Lee los versículos en voz alta y hazles repetir las palabras.

6. ¡No presiones! – ¡Son muy jóvenes! Está bien si hay un día (o dos, ¡o tres!) que
no tiene ganas de leer, hacer manualidades o memorizar el versículo. Tienes
que encontrar y respetar su ritmo. Si tienes niños de varias edades, no tengas
dudas en darles actividades diferentes o incluso dejar que el más pequeño
deje un rato el devocional y regrese con la manualidad.

7. Escucha la Escritura que está en la música – Hay un montón de canciones


cristianas y recursos para niños pequeños. ¡Sólo tienes que buscar las que a tus
niños les guste más!
Ideas para ayudar a tus hijos a memorizar versículos

1. Comienza dividiendo el versículo en porciones más pequeñas. Ir de lo


pequeño a lo grande ayuda al niño a memorizar y le da confianza.

2. Es importante mantener la actividad divertida. Si tu hijo se desanima o se


siente abrumado, no lo fuerces. Detente e inténtalo más tarde.

3. Si lo estás haciendo con más de un niño, recuerda no compararlos entre


ellos. Cada niño aprende a ritmos diferentes.

4. Recompensa con elogios el progreso individual de cada niño

5. Muéstrales los pasajes en la Biblia. Pueden usar colores o resaltadores para


señalar cada versículo memorizado y escribir la fecha en la que lo hicieron.

6. Di el versículo durante el día delante de tu hijo: esperando al autobús, en el


carro, en la fila del supermercado...Ten algunas copias en el refrigerador, en la
mesa, en su cuarto...

7. Ayuda a tu hijo a aprender el versículo de forma literal, tal y como aparece


en la Biblia, sin poner ni quitar nada.

8. Di la cita antes y después de recitar el versículo

9. Compra unas tarjetas y deja que los niños las decoren a su gusto. Escribe en
ellas los versículos para memorizar y ve dándoselas a medida que van
memorizando. Dales una pequeña recompensa (un helado o algo simbólico)
cuando junten, por ejemplo, 5 tarjetas.
Actividades para ayudar a tus hijos a memorizar versículos

1. Representa el versículo

Haz que tus hijos te ayuden a llegar a los movimientos para representar las
palabras del versículo de la Biblia, mientras que ellos las dicen.

2. Escribe una canción usando el versículo

Puede ser tan fácil o tan complicada como tú lo desees, utilice una melodía
que tus hijos sepan.

3. Quita palabras

Escribe una palabra del versículo en cada tarjeta. Muéstrales todas las cartas
en orden. Retira una tarjeta y haz que tus hijos digan el versículo por turnos. A
continuación, quitar dos, tres... hasta que puedan decirlo sin las tarjetas.

4. Palabra perdida

Escribe cada palabra del versículo en fichas separadas. Para hacer más difícil
puedes incluir algunas palabras que no tienen cabida en el versículo. Pega con
cinta adhesiva las tarjetas con las palabras a una pared o una puerta en orden
aleatorio para que las palabras puedan ser vistas por los niños. Escribe el
versículo de la Biblia en letras grandes con algunas palabras que falten. Dibuja
líneas en los espacios que pertenecen a las palabras que faltan.
Haz que tus niños se turnen escogiendo una palabra de la pizarra y
colocándola donde piensan que la palabra puede pertenecer. Una vez que el
versículo entero ha sido revelado, se puede empezar de nuevo, pero dejando
de lado otras palabras.

5. ¿Cuál es el versículo?

Escribe cada palabra del versículo en una tarjeta. Asegúrate de que la


escritura no se vea a través de la otra parte. Mezcla las tarjetas y divídelas entre
tus hijos. Que se turnen para correr hasta el frente de la habitación, pegando
sus tarjetas con el fin de explicar el verso. Si sólo hay un niño puedes hacer 3
pilas de cartas y dejar que él / ella elija una cada vez.

6. "Palabras en orden" (para niños pequeños)

Corta las tarjetas en diferentes tamaños cada una un poco más grande que la
otra. Escribe el versículo de la Biblia en las tarjetas en orden, o bien de menor a
mayor o del más grande al más pequeño. Dependiendo de la edad de tus hijos
puede utilizar las tarjetas del mismo tamaño y un número para cada tarjeta en
el orden de las palabras en el versículo. Pídeles que coloquen las tarjetas
ordenadas con la finalidad de averiguar el versículo.

7. El escondite

Escribe todas las palabras del versículo de la Biblia en fichas separadas y


escóndelas por toda la habitación. (Pégalas debajo de las sillas y las mesas,
cuélgalas del techo con hilo, etc.) Cuando digas la palabra "adelante" que tus
niños busquen las tarjetas. Ayúdalos a colocarlas en el orden correcto y a decir
el versículo.

8. Juego Pajillas de beber y Tarjetas con el Versículo de la Palabra

Escribe todas las palabras del versículo de la Biblia en fichas separadas. Da a


cada niño una pajita y haz que extiendan las cartas en frente de ellos a fin de
que todas las cartas se muestren. Los niños tienen que poner la pajilla en la
boca y tratar de poner todas las cartas en orden con la finalidad de hacer el
versículo sin usar las manos.
Semana 1

Plan de lectura de la semana 1:

Semana 1 Lectura Devocional


Domingo Juan 1:9-12 -
Lunes Éxodo 12:1-14 Éxodo 12:13
Martes Juan 13:3-5, 14-15 Juan 13:14-15
Miércoles Mateo 26:21-25 Mateo 26:24
Jueves Lucas 22:17-20 Lucas 22:19-20
Viernes 1 Corintios 10:14, 21-22 1 Co 10:14, 21

Versículo para memorizar:


Semana 1 / Lunes – Éxodo 12:13

En aquella primera Pascua, la sangre en la puerta de los judíos era la señal de que
eran parte del pueblo de Dios. Sólo por medio de la sangre del cordero se librarían de
la plaga de la muerte de los primogénitos. De la misma forma, nosotros somos librados
de la muerte eterna por medio de la sangre de Jesucristo. Su sangre derramada en la
cruz es el “detergente” que limpia nuestro pecado. Para que la sangre de Jesús pueda
limpiarte debes arrepentirte de tus pecados (pedir perdón a Dios) y creer que Jesús
murió en la cruz por ti ¿Lo crees?

Actividad –

Hagan una cruz de cualquier material: un dibujo para colorear, foami, cartulina… y
pongan, con un marcador rojo, las marcas de los clavos en el lugar en el que estarían
las manos y los pies de Jesús. Con el mismo marcador, hagan unas marcas rojas en las
palmas de sus manos mientras hablan de lo que la sangre representaba en aquella
primera Pascua relatada en Éxodo y lo que representa para nosotros hoy en día.

Pide a cada miembro de la familia que piense en una actitud en la semana que no ha
hecho muy feliz a Jesús. Que cada miembro de la familia lo escriba en una hoja de
papel (ayuda a los más pequeños) y péguenlos en la cruz. Hablen sobre cómo Jesús
sufrió el castigo por nuestros pecados para que nosotros no tuviéramos que hacerlo.
Semana 1 / Martes – Juan 13:14-15

Durante la última cena, Jesús cumple con Su enseñanza de que Él había


venido para servir, no para ser servido (Marcos 10:45). En nuestro mundo
moderno olvidamos muchas veces que la verdadera grandeza no está en la
riqueza, el poder o el dominio sobre otros, sino en nuestro servicio a los demás.
Seguir los pasos de Jesús significa dedicarnos a nuestro servicio a otros.

Actividad – Lavando los pies

Hagan una representación de la Santa Cena. Preparen juntos como familia una
cena especial (no tiene por qué ser nada complicado) y tomen turnos para
lavarse los pies unos a otros. Mientras lo hacen, expliquen que Jesús, aunque
era el Hijo de Dios, escogió humillarse para servir a todos aquellos que lo
rodeaban.

Pueden hacer también un servicio comunitario juntos como familia – en un


comedor popular, haciendo una venta de garaje para beneficencia, cortando
el pasto o recogiendo el patio de una señora mayor, llevando a su casa la
compra de un enfermo…. Busquen un proyecto especial de servicio a otros y
pónganlo en marcha.
Semana 1 / Miércoles – Mateo 26:24

Cuando Jesús dijo que uno de sus discípulos le iba a entregar, no estaba
hablando de ninguno en concreto, sino que estaba identificándolo como uno
de sus amigos, alguien que estaba junto a él. Judas le preguntó, lleno de
hipocresía si iba a ser él quien lo entregara y Jesús le respondió “tú lo has
dicho”. Jesús no estaba condenando a Judas, sino llamándolo al
arrepentimiento. Le mostró que lo amaba a pesar de su traición.

Actividad – Ama a tus enemigos

Habla con tu hijo sobre una ocasión en la que un amigo hiriera sus sentimientos
¿dejaron de ser amigos? ¿Cómo se puede perdonar a otras personas?

Dale un billete y pregúntale si lo cambiaría por una moneda de menor valor.


Hablen sobre cómo Judas traicionó a Jesús por 30 monedas de plata y el mal
negocio que estas eran. ¿Cómo se sentiría Jesús?
Semana 1 / Jueves – Lucas 22:19-20

Durante la última cena, Jesús partió el pan y tomó la copa con los discípulos
diciéndoles que, una vez que El se hubiera ido, debían seguir recordándole por
medio del pan y del vino. El pan representa el cuerpo de Jesús y el vino
representa Su sangre ¡Probablemente habrás visto hacer esto en tu iglesia
muchas veces! Debemos recordar siempre que Jesús vino a morir por nosotros,
que resucitó de entre los muertos al tercer día, que está en el cielo junto a Dios
y que vendrá a buscar a Su iglesia en un momento que no conocemos.

Actividad – recordatorio Maranatha = “Jesús viene” (1 Corintios 16:22)

Hagan un colgante para la manilla de la puerta o para ponerlo en algún lugar


especial. Haz con foami, cartulina o papel unas uvas y unas espigas de trigo, o
una copa y un pan. Pueden buscar fotos también y recortarlas. Escribe o
imprime las palabras Maranatha para pegarlas en el colgante. Explícale al niño
que el significado de “maranatha” es que Jesús viene pronto a buscarnos y
que, hasta que lo haga, recordaremos que vendrá por nosotros por medio de
la Santa cena, del partimiento del pan y de la toma del vino.
Semana 1 / Viernes – 1 Corintios 10:14, 21

La idolatría es la adoración de los ídolos, es decir, adorar otras cosas que no


sean Dios. El versículo 14 nos dice que debemos de huir de la idolatría, no
debemos permitir que haya nada más importante que Dios para nosotros. El
versículo 21 dice por qué debemos huir: los corintios participaban de la cena
del Señor, pero también comían en los banquetes de los templos de dioses
paganos. Los creyentes no podemos hacer las dos cosas. O somos luz o somos
oscuridad. No podemos tener participación en cosas que sabemos que a Dios
no le agradan.

Actividad - Alabanza

¡Vamos a adorar y a alabar a Dios! ¿Qué canciones o himnos conoces que


hablen sobre alabar a Dios? ¡Canten a todo pulmón! Si tienen algún
instrumento en casa, utilícenlo o pueden construir algunos de cartón o
improvisar con lo que tengan por casa. Después de cantar durante un rato,
descansen mientras escuchan la letra con atención. Piensen en lo que la
canción está diciendo y cántenla de nuevo, ahora con todo su significado en
mente.
Semana 2

Plan de lectura de la semana 2:

Semana 2 Lectura Devocional


Domingo Lucas 23:26-49 -
Lunes Isaías 53 Isaías 53:4-6
Martes Romanos 5:6-9 Romanos 5:7-8
Miércoles Marcos 15:37-39 Marcos 15:37-39
Jueves Colosenses 1:21-23 Col 1:21-22
Viernes Hebreos 10:11-14 Heb 10:11-12

Versículo para memorizar:


Semana 2 / Lunes – Isaías 53:4-6

Isaías era un profeta de Dios. Un profeta era un hombre que compartía con
otros un mensaje especial que Dios le daba. El profeta Isaías, muchos, muchos
años antes de que naciera Jesús, ya había dicho que iba a venir un Salvador al
mundo. Dijo que sería menospreciado y desechado por todos, que sufriría
nuestros dolores, llevaría nuestros pecados y que nosotros seríamos curados del
pecado por su sacrificio ¡Estaba hablando de Jesús! ¿No es emocionante ver
cómo se cumplió esta profecía en su totalidad?

Actividad – Símbolos

Isaías hablaba de Jesús con símbolos. También Jesús los utilizó para hablar
sobre sí mismo. Dibujen un árbol en un papel o cartulina (pueden hacer uno
grande común o uno pequeño por cada niño) y píntenlo. Busquen fotos sobre
algunos de los símbolos con los que se describe a Jesús: una lámpara o vela
porque es la luz del mundo, una oveja porque es el Cordero de Dios, una barra
de pan o unas tostadas porque es el Pan de Vida, un puente o un mapa
porque es el camino… pega cada símbolo en el árbol y hablen sobre su
significado.
Semana 2 / Martes – Romanos 5:7-8

¡Dios te ama! ¿Lo sabías? Dios te ama muchísimo más de lo que puedes
imaginar. Te ama incluso cuando haces algo que no le agrada, cuando pecas.
A Dios no le gusta nuestro pecado, pero no por eso deja de amarnos. Al
contrario, envió a Su Hijo Jesús a morir en la cruz para salvarnos de nuestro
propio pecado ¡por puro amor! ¿No es maravilloso saber que hay alguien que
nos ama de esa manera?

Actividad – Búsqueda de amor

Hagan una búsqueda del tesoro en el jardín o en un parque cercano. Dales a


los niños una lista con objetos que tienen que encontrar y que simbolizan este
tiempo de Semana Santa: una roca (por la tumba), 2 palitos o ramas (cruz),
algo negro (el pecado), algo rojo (sangre), algo blanco (un corazón limpio)…
Cuando hayan encontrado todos los objetos de la lista pónganlos juntos para
que puedan tener a la vista el gran amor de Dios por ellos.
Semana 2 / Miércoles – Marcos 15:37-39

En el mismo momento en el que Jesús murió en la cruz, el velo del templo se


rasgó en dos, de arriba abajo. Hasta ese momento, el velo dividía el templo del
lugar Santísimo, la parte en la que estaba la presencia de Dios. Hasta ese
momento, tan solo el Sumo Sacerdote podía entrar en el lugar Santísimo. La
ruptura del velo significa que ahora, con la muerte de Jesús, todos tenemos
libre acceso al trono de la gracia de Dios. Tenemos acceso directo a Dios a
través de Jesucristo.

Actividad – El velo del templo

Hagan una “cortina” pegando tiras de papel de colores, papel de seda o papel
crepé. Una vez que tengan la cortina o el velo del templo hecho, lean de nuevo el
pasaje de hoy y que cada niño rompa su cortina para escenificar el texto bíblico.
Semana 2 / Jueves – Colosenses 1:21-22

A través de la muerte de Jesús podemos presentarnos a Dios como santos


(separados para Dios), sin mancha (sin pecado, con nuestros pecados
confesados) e irreprensibles (significa que no merecemos reprensión, que no
hay que llamarnos la atención por una falta que hayamos cometido). La
muerte de Jesús nos reconcilió con Dios, quitó la barrera del pecado que nos
separaba del Padre. Ya no le pertenecemos a Satanás, sino a Dios, lo que
debe transformar nuestra mente y nuestro comportamiento.

Actividad – Sin mancha

Dibuja un corazón en una cartulina o en una hoja de papel. Escribe dentro del
corazón JESUS me limpia de pecado. Ponle cinta de papel (la que se utiliza
para enmascarar superficies antes de pintar) sobre el corazón. Pinten la hoja (y
la cinta) con acuarelas, pintura al frío, marcadores… de color rojo. Una vez que
lo que hayan pintado esté seco, retira con cuidado la cinta y revela el corazón
limpio, sin mancha de pintura ni tinta. Habla con el niño sobre cómo la sangre
de Jesús derramada en la cruz es lo único que puede limpiarnos de pecado.
Semana 2 / Viernes – Hebreos 10:11-12

Los sacerdotes cumplían con su ministerio diariamente. Su trabajo se realizaba


cada día y los sacrificios tenían que ser ofrecidos una y otra vez ¡Los sacerdotes
no se sentaban ni cesaban de trabajar! Pero Jesús realizó Su sacrificio por
nuestros pecados una sola vez y para siempre y, después de resucitar, se sentó
a la diestra de Dios. Su obra está completa, lo que tenía que hacer, ya lo hizo.
Jesús tiene Su ministerio de intercesión por nosotros en el cielo, pero la obra
redentora que llevó a cabo mientras estuvo en la tierra, ya está
completamente terminada.

Actividad – El pectoral del sumo sacerdote.

El Sumo Sacerdote, el único que podía atravesar el velo


y llegar al lugar santísimo del templo, llevaba un
pectoral hecho con 12 piedras preciosas diferentes
puestas en 3 filas de 4 columnas. Haz un pectoral con
cartón para que el niño se lo pueda poner o haz uno en
una hoja de papel. Sea como sea, pégale las “joyas”, que pueden ser de
foami, papel de color o pintadas por ustedes mismos. Las 12 piedras del
pectoral eran:

Rubí – rojo Jacinto – rojo oscuro, grana

Topacio – amarillo Ágata – azul claro

Esmeralda – verde Amatista – morada

Turquesa – azul turquesa Berilio – verde

Zafiro – azul Ónice – negro

Diamante – transparente/blanco Jaspe – amarillo/naranja


Semana 3

Plan de lectura de la semana 3:

Semana 3 Lectura Devocional


Domingo Mateo 21:1-11 -
Lunes 1 Corintios 15:1-8, 14 1 Co 15:3-4, 14
Martes 1 Corintios 15:55-58 1 Co 15:57,58
Miércoles Romanos 6:8-14 Romanos 6.8, 14
Jueves 1Pedro 1:3-5 1 Pedro 1:3-4
Viernes Lucas 24:45-48 Lucas 24:45-48

Versículo para memorizar:


Semana 3 / Lunes – 1 Corintios 15:3-4, 14

La Biblia dice que Jesús murió, fue enterrado y que resucitó al tercer día.
Resucitar significa volver a la vida. Es maravilloso saber que Jesús no se quedó
en la tumba, sino que está ahora mismo en el cielo, a la diestra de Dios Padre
ayudándonos y alentándonos cada día. Jesús fue juzgado en nuestro lugar y
llevó en sí mismo el castigo que nosotros merecemos por nuestros pecados. Su
resurrección es la prueba de que Jesús conquistó la muerte y venció el pecado
por nosotros.

Actividad – Pancito dulce de resurrección

Hagan esta receta juntos para escenificar la resurrección de Jesús y cómo su


cuerpo desapareció dejando una tumba vacía.

Ingredientes: masa para hojaldre congelada (puedes hacer una masa de


pancito dulce si lo prefieres http://www.guiainfantil.com/recetas/postres-y-
dulces-para-ninos/tartas-y-pasteles/cinnamon-rolls-o-rollos-de-canela-receta-
facil-para-ninos/), Mantequilla derretida, Malvaviscos/Marshmallows, Canela y
Azúcar.

Dale al niño una porción de hojaldre o de masa y explícale que esa es la ropa
en la que fue envuelto el cuerpo de Jesús. Dale un malvavisco, que representa
a Jesús. Que sumerja el malvavisco en la mantequilla, representando los aceites
de unción. Después, que lo pase por azúcar y canela, que representan las
especias aromáticas que ponían en el cuerpo. Envuelve el malvavisco con la
masa y séllalo. Hornéalo 10-12 minutos o hasta que esté listo. Lee Mateo 27:62-
66 mientras esperan. Saca el pancito del horno y deja que se enfríe un poco.
Haz que el niño abra el pancito al medio… ¡Jesús no está! El malvavisco se ha
derretido, dejando un espacio vacío en el interior del pan. Terminen leyendo
Mateo 28:1-10 mientras disfrutan de sus pancitos de resurrección.
Semana 3 / Martes – 1 Corintios 15:57, 58

¡Tenemos victoria en Cristo! Su victoria sobre la muerte nos da a nosotros la


posibilidad de vencer en nuestra vida, de resistir el pecado, de vivir de triunfo
en triunfo. Esa victoria es la que nos debe llevar a tener una vida de servicio, a
estar firmes y constantes en el servicio a Dios. Nada de lo que hagamos para
Dios es en vano, ninguna de las obras que hagamos en Su nombre pasará
desapercibida a los ojos del Padre. A veces pensamos que los demás no
aprecian nuestro esfuerzo, sobre todo en las cosas que hacemos bien. Pero
Dios sabe. La resurrección significa que tu esfuerzo no es en vano para el Señor
y que, un día, tendrás recompensa para cada uno de tus actos. Esas
recompensas se llaman en la Biblia “coronas”. Todas las coronas que ganemos
en la tierra, podremos ponerlas a los pies de Jesús cuando estemos en el cielo.

Actividad – Coronas

Utiliza el material que tengas más a mano para hacer una corona para tu hijo y
decórenla como deseen. Hablen sobre qué cosas pueden hacer para ganar
coronas para Dios: ayudar en casa, servir a otros, amar a Jesús y esperar su
venida…
Semana 3 / Miércoles – Romanos 6:8, 14

La resurrección abre la puerta a todos los que creemos en Jesús para compartir
la vida eterna con Él una vez que termine nuestra vida terrenal. A través de la
resurrección de Jesús tenemos libertad y vivimos en la gracia. Por eso no
debemos dejar que nuestros cuerpos estén al servicio del pecado, sino al
servicio de Dios. Nuestros oídos, labios, ojos, manos, mente… ¡todo debe estar al
servicio de Dios! Debemos honrarle con cada parte de nuestro cuerpo.

Actividad – ¡Cuidadito con nuestro cuerpo!

Utiliza papel bond o un papel de estraza lo suficientemente grande como para


trazar la silueta de tu hijo. Acuéstalo en el suelo sobre el papel y utiliza un
marcador para trazar su contorno. Pinten el interior, haciendo los zapatos, la
cara, el cuerpo…. Cada vez que hagan una parte del cuerpo, hablen sobre
cómo glorificamos a Dios con esa parte y como no. Por ejemplo nuestra
lengua: glorificamos a Dios con nuestra lengua cuando decimos palabras
agradables a otros o cantamos alabanzas; pero no glorificamos a Dios con ella
cuando decimos una mentira o damos una mala contestación. Otro ejemplo:
los pies. Glorificamos a Dios con nuestros pies cuando vamos a la iglesia, a la
escuela o hacemos un mandado de mamá. No glorificamos a Dios con
nuestros pies cuando damos una patada a nuestro hermano o nos negamos a
caminar para ir a acostarnos.
Semana 3 / Jueves – 1 Pedro 1:3-4

La resurrección de Jesús nos permite tener una esperanza viva, la esperanza de


que pasaremos la eternidad junto a él si creemos que murió y resucitó por
nosotros y pedimos perdón a Dios por nuestros pecados. Tenemos una herencia
de salvación y vida eterna que no puede ser quitada ni desaparecer, porque
no está guardada en la tierra, sino en el cielo. No podemos disfrutar de esta
herencia a no ser que hayamos nacido de nuevo: que aceptemos a Jesús
como nuestro Salvador.

Actividad – Hogar celestial

Hagan o coloreen un dibujo que represente el hogar que Jesús tiene


preparado para nosotros en el cielo. Pueden pintar una linda casa y hacer las
calles de oro. Una vez que hayan terminado el dibujo, que el niño pegue
algodón en la parte inferior de la hoja simulando las nubes de nuestro hogar
celestial.
Semana 3 / Viernes – Lucas 24:45-48

Todo había sucedido tal y como Jesús les dijo a Sus discípulos que iba a
suceder: morir en la cruz, ser detenido y resucitar al tercer día. Jesús quería que
ellos comprendieran que había sido necesario que El sufriera en la cruz y que
resucitara ¡Todo era parte del plan redentor de Dios para la humanidad! Jesús
les estaba diciendo que ellos habían sido testigos de lo que había sucedido y
que, a partir de ese momento, tendrían que contárselo a otros ¿Sabes qué es
eso? Eso es predicar el Evangelio, contarles a otros quién es Jesús y cómo tener
vida eterna.

Actividad – Hablar a otros de Jesús

¿Sabes lo que hace un misionero? Un misionero es una persona que se dedica


a predicar el evangelio y a enseñar a otros sobre Jesús. A veces los misioneros
salen de su hogar y se van a otros lugares, lejos de su familia y amigos. Escribe
una carta a un misionero que conozcas o, si ese misionero tiene hijos, escríbeles
una carta o haz una tarjeta para sus hijos agradeciéndole por el servicio que
hacen para Dios. Saca una foto tuya con la carta o la tarjeta y envíasela en un
email. Conserva la tarjeta para que puedas acordarte de orar por ese
misionero y su familia de forma regular.
Semana 4

Plan de lectura de la semana 4:

Semana 4 Lectura Devocional


Domingo Mateo 28:1-10 -
Lunes Lucas 23:32-43
Martes Juan 5:36-40
Miércoles Juan 6:30-35
Jueves Romanos 3:21-24
Viernes 1 Co 5.11, 14-15, 20-21

Versículo para memorizar:


Semana 4 / Lunes – Lucas 23:42-43

Uno de los criminales junto a los que Jesús fue crucificado, se unió a las burlas
que los demás hacían sobre Jesús. Pero el otro vio las cosas desde otra
perspectiva. El otro ladrón respetaba a Dios y creyó que Jesús era el Hijo de
Dios, el Mesías que podía salvar su alma. El creyó en la promesa de vida eterna.
Y Jesús le aseguró a este hombre que, por haber creído en Él, estaría en el cielo
para siempre. Hay personas que se van a reír de Jesús, de la Biblia, incluso de
nosotros los creyentes. Pero no podemos dejar que eso nos afecte, al contrario,
al igual que Jesús, debemos tener compasión por esas personas y seguir
compartiéndoles lo que Jesús hace en nuestra vida.

Actividad – 3 cruces

Dibuja el monte Gólgota en una hoja de papel y píntalo. Utiliza paletas de


helado o ramitas para hacer tres cruces. La cruz del centro es la de Jesús.
Dibuja o pega una corona dorada sobre esa cruz. Pinta la cruz de la derecha
de blanco, para representar al ladrón que creyó en Jesús y al de la izquierda
de negro, representando al que no creyó. Habla con tu hijo sobre el destino de
cada uno después de morir: el que creyó en Jesús fue al cielo y el que no, al
infierno****

****a veces tenemos reparo de hablar con nuestros hijos sobre el infierno, pero
debemos recordar que, no solo es un lugar real, sino que es el lugar destinado
para todos aquellos que mueren sin Cristo. La idea no es asustarlos, sino darles
el panorama completo.
Semana 4 / Martes – Juan 5:39-40

Podemos saber mucha Biblia y tener mucho conocimiento de ella. Podemos


saber todas las historias o conocer de memoria infinidad de versículos, pero, si
bien conocer la Biblia es importante, no lo es tanto como vivirla. Para poder
poner en práctica la Escritura en nuestra vida diaria tenemos que ir a Jesús,
amar a Jesús, recibir a Jesús, pasar tiempo con El, conocerle… De esa forma,
podremos ser cada día más como El y vivir de la manera que a Dios le agrada
que vivamos.

Actividad – Mi Devocional

Vamos a aprender a hacer un devocional. Empezando hoy, cada día lee con
tu hijo (si es pequeño) o dile que lea un versículo. Para hacer un devocional
enséñale que primero tiene que orar y leer muy bien el versículo y, después,
intentar ver cómo aplicar ese versículo a su vida (busca versículos fáciles que
hablen sobre carácter cristiano para comenzar). También puede hacer un
dibujo relativo al versículo que se ha leído. Utilicen un cuaderno cuyas tapas el
niño pueda decorar para que sea su cuaderno devocional.
Semana 4 / Miércoles – Juan 6:35

Jesús es el pan de vida. Cuando tenemos hambre, comemos ¿verdad?


Buscamos algo de comida con la que saciar nuestros estómagos. De la misma
forma, debemos buscar a Jesús para que nuestra alma no tenga hambre ni
sed. Hemos sido creados para tener una relación con Dios y, cuando esto no
sucede, es como si nos faltara algo, como si tuviéramos hambre. Jesús nos
sacia ese hambre cuando vamos a El y cuando nos llena de El y de Su Palabra,
nuestra alma nunca más vuelve a tener hambre.

Actividad – Pan de vida

Horneen un pan como familia (o compren uno si no se animan) y pónganlo en


una cesta justo a algunas otras cosas ricas como un tarrito de mermelada, una
mantequilla, un poquito de queso… cualquier cosa servirá. Pon también un
versículo que hable sobre la resurrección de Jesús (pueden decorar el versículo
o hacer una tarjeta). Lleven la cesta a alguien que creas que necesite una
dosis extra de cariño esta semana.
Semana 4 / Jueves – Romanos 3:23-24

Todos hemos pecado, y por ese pecado, todos hemos estado separados de
Dios. El único puente que nos permite acercarnos a Dios es Jesús. El nos dio el
regalo de la salvación y, por medio de Él, Dios nos mira y no ve nuestro pecado.
Esto es así cuando hemos pedido perdón a Dios por nuestros pecados y
creemos que Jesús murió en la cruz por nosotros, resucitando al tercer día. ¿Lo
crees? Entonces puedes cruzar el puente que te lleva hasta Dios.

Actividad – Jesús, el puente

Agarra una hoja de papel y pega en uno de los extremos una foto del niño. En
el otro extremo de la hoja, escribe la palabra “DIOS”. Construyan un puente
entre el niño y Dios pegando paletas de helado, ramitas, lana… Una vez que el
puente esté hecho, pega sobre él un papel en el que pueda leerse “JESUS”.
Habla con el niño sobre cómo Jesús es nuestro único camino, la única forma
que tenemos de llegar a Dios.
Semana 4 / Viernes – 2 Corintios 5:20-21

Un embajador es una persona que representa a su país en otra nación.


Nosotros los creyentes, somos embajadores de Jesús, somos sus representantes.
Es decir, que tenemos que decir y hacer lo que Jesús quiere, sólo somos
mensajeros de Su Palabra para la humanidad. El mensaje más importante que
debemos dar a las personas que no conocen a Jesús es que Dios quiere tener
una relación personal con ellos, que deben reconciliarse con Dios a través de
Jesús. A través del sacrificio de Jesús en la cruz, nosotros podemos tener esa
relación íntima y personal con Dios y tener la seguridad de que, cuando
nuestros cuerpos mueran, nuestras almas vivirán para toda la eternidad en el
cielo.

Actividad – Embajadores

Recopila con tu hijo datos de algún país de su interés para que él actúe como
el “embajador” de ese país. Averigüen cómo es su bandera, alguna comida
típica o alguna característica especial de ese país ¡disfrácense si pueden!
Jueguen a que tu hijo te “presenta” ese país con lo que han aprendido. Habla
con él sobre las cosas que tenemos que aprender de la biblia y poner en
práctica para poder ser embajadores de Jesús: carácter, forma de hablar,
forma de comportarnos, obediencia…
Cómo presentar a tus hijos el Plan de Salvación

A la hora de hablar con un niño sobre la salvación:

Ora con el niño y por el niño. Pide al Espíritu Santo que abra su entendimiento y
que te dé sabiduría para hablar con él.

No lo presiones, no le obligues a hacer una oración ni pongas palabras en su


boca.

Haz preguntas para comprobar si te está siguiendo y entendiendo con


claridad. No le des la respuesta, ni hagas preguntas de sí o no. Pídele que te
explique con sus palabras lo que tú estás diciendo o pregúntale si tiene alguna
duda.

No des más información que la que el niño necesita. Ten en cuenta siempre la
edad del niño y no le llenes con palabras y metáforas que para nosotros son
claras pero que él no va a captar. Por ejemplo, cuando a un niño se le dice
que para ir al cielo tiene que “abrirle la puerta de su corazón a Jesús”, va a
estar pensando en una puerta de verdad. Cuanto más pequeño sea el niño
menos va a comprender el lenguaje figurado.

Utiliza palabras simples y sencillas y explica brevemente aquellas que puedan


presentar algún problema para el niño.
Los 3 pasos básicos para la salvación –

- Admitir que todos hemos pecado


- Creer que Dios es el Hijo de Dios y que murió para salvarnos
- Confesar, decir en voz alta que Jesús es nuestro Salvador

El Plan de Salvación –

1. Dios te ama y tiene un plan para ti

Salmo 139:13-16

Dios creó el mundo, creó a las personas, te creó a ti y quiere tener una relación
contigo.

2. Todos hemos pecado

Romanos 3:23

Recuérdale qué es el pecado y pregúntale qué cosas cree que son pecado.
No se queden en las cosas “grandes”. Hablen sobre cosas que ellos hacen para
que puedan darse cuenta de que también ellos, aunque sean niños, están
separados de Dios por su pecado.
3. Jesús murió por nosotros

Romanos 5:8; Juan 3:16

Como Dios nos ama, no quiere que estemos separados de El y envió a Su Hijo
Jesús a morir en la cruz para cargar con nuestros pecados. Jesús es el Salvador
de la humanidad, porque nos salvó del castigo que debíamos tener por nuestro
pecado.

4. Somos salvos cuando pedimos perdón por nuestros pecados y aceptamos a


Jesús como Salvador.

Cuando creemos que Jesús murió por nosotros y entendemos que


necesitábamos ser salvador por nuestro pecado, Jesús se convierte en nuestro
Salvador personal. Eso quiere decir que ahora nuestro pecado ha sido borrado
y ya no estamos separados de Dios.

5. Anima al niño a que te diga con sus propias palabras lo que ha entendido de
esta conversación. Pídele que haga una oración o que la repita después de ti.
Después de la oración, lee Romanos 10:13 y recuérdale que ese versículo es
una promesa. Jesús será su salvador para siempre y nada lo separará de Él.

Puedes orar algo parecido a esto: “Padre: Te pido perdón por mis pecados. Creo
que Jesús murió por mis pecados y resucitó para que yo fuera justificado delante de ti.
Gracias por darme la Vida Eterna. En el nombre de Jesucristo, Amen.”
El libro sin Palabras – un plan de Salvación con colores

El libro sin palabras o la pulsera sin palabras es una de muchas maneras de


compartir el Plan de Salvación.

Cada color representa una verdad Bíblica y es útil para enseñar a los niños el
plan de Dios de una forma simple y divertida, presentándolo en forma de un
libro sin palabras, o como una pulsera en una actividad manual.

1. El color Dorado o amarillo representa las calles de oro en el cielo. Ap. 21:18

2. El color Negro representa el pecado. Romanos 3:23

3. El color Rojo representa la sangre de Cristo derramada en la cruz. Romanos 6:23

4. El color Blanco representa la limpieza de nuestro corazón a través de la salvación.


Romanos 10:9

5. El color Verde representa la nueva vida en Cristo y el crecimiento espiritual. Juan


5:24
Analogías que pueden ayudarte a la hora de explicar el
plan de salvación a un niño:

Pecado – dile al niño que vas a hacer un revuelto o una tortilla y que estás
cascando los huevos para batirlos. Dile que abriste un huevo que estaba
dañado y que se cayó en la taza con todos nuestros huevos. Pregúntale si aún
se pueden comer los otros huevos y si quisiera hacerlo. Explícale que así es
nuestro pecado. Incluso un solo pecado, afecta toda nuestra relación con Dios.

El amor de Dios – pregúntale cómo se sentiría si su hermano, su hermana o un


amigo aceptara el castigo por algo malo que él hiciera. Explícale que esta
persona estaba dispuesta a soportar ese castigo porque lo ama y que, de la
misma forma, Dios le ama tanto que estuvo dispuesto a sacrificarse por nosotros
a través de la muerte de Jesús.

Jesús – Pregúntale qué hace un jugador de fútbol cuando está demasiado


cansado para jugar: tiene un sustituto que juega por él y hace lo que el jugador
cansado no puede hacer. Eso es lo que Jesús hizo en la cruz. Nosotros no
podíamos salvarnos por nosotros mismos, así que El tomó el castigo que
merecíamos para que pudiéramos ser salvos y tener la vida eterna que no
merecíamos a causa de nuestro pecado.

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