es un país ubicado en el extremo norte de América del Sur, en consecuencia entre
el sistema ecogeográfico de la selva amazónica y el mar de las Antillas además de ser cruzado por los llanos centrales y el sistema montañoso de cordilleras andino-costero, dichas circunstancias proporcionan al país la posesión de límites naturales y políticos. Su soberanía es ejercida dentro del territorio comprendido entre sus fronteras, excepto en el área en litigio de la Guayana Esequiba.1
Actualmente, Venezuela comparte junto con su frontera colombiana una gran cantidad de
problemas sociales y políticos, como por ejemplo, la presencia de fuerzas guerrilleras en la línea fronteriza y la alta cantidad de contrabando ilícito que entra al territorio nacional.
La superficie territorial venezolana se ha ido reduciendo paulatinamente en
beneficio de los países vecinos. De acuerdo con el principio de Uti Possidetis Juris, aceptado como norma por los países hispanoamericanos, el territorio actual de Venezuela debería ser el que le correspondió a la Capitanía General de Venezuela antes de la transformación política de 1810. Sin embargo, no es así. Actualmente, no existen diferencias limítrofes con el Brasil, aunque sí una situación bastante especial en las zonas fronterizas con ese país. Con Guyana está pendiente la reclamación del extenso territorio situado en la margen izquierda del río Esequibo, y en cuanto a Colombia, existe ya el largo problema acerca de la delimitación de las áreas marinas y submarinas en el Golfo de Venezuela. Estas diferencias fronterizas vienen del siglo pasado, desde el mismo momento en que se decide la disolución de la Gran Colombia y Venezuela se constituye en República independiente. Desde entonces, el país ha perdido la quinta parte de su territorio, como bien lo señalara en 1941 el escritor Andrés Eloy Blanco Todavía subsisten en América disputas territoriales. Venezuela reclama la región de Esequibo, rica en minerales, en el oeste de Guyana; Venezuela y Colombia no han concretado los límites en áreas marinas y submarinas del golfo de Venezuela, ricas en petróleo y de importancia estratégica, ya que constituyen el paso obligado de los buques petroleros venezolanos de exportación. Por su parte, en el mar Caribe aún se está en conversaciones para la definición de las fronteras marítimas; así, Honduras y El Salvador deben completar el trazado de sus límites en áreas terrestres y marítimas del golfo de Fonseca, en tanto que el primero de ellos mantiene un litigio con Nicaragua desde finales de 1999 toda vez que el gobierno hondureño ratificó un tratado de delimitación con Colombia, que Nicaragua denunció por cercenar 130.000 km2 de su territorio marítimo en el Caribe. Guatemala, por su parte, reclama territorio de Belice.El permanente estado de conflicto en las áreas fronterizas hizo que éstas se mantuvieran poco pobladas y escasas de infraestructura de transporte. No obstante, el proceso de integración iniciado con la creación de organizaciones regionales, como el Mercosur o la Comunidad Andina, las convirtió en regiones receptoras de inversiones con la finalidad de mejorar su integración y cooperación.