Está en la página 1de 1

A la vez Jesús nos invita y exhorta a ser sagaces, mas no astutos.

Esta
cualidad debe ser expresión de la caridad cristiana.

En la lectura evangélica de hoy, el Señor nos exhorta a trabajar por los bienes del Reino con
la misma astucia, sagacidad y eficacia con que lo hacen los hombres para conseguir los
bienes de la tierra.

MONICIÓN DE ENTRADA Al llegar a la iglesia hemos saludado a Jesús, nuestro Señor y amigo.
Hoy es fiesta por ser domingo. Como decíamos el domingo pasado: LOS NIÑOS DEBEMOS SER
MISIONEROS DE ESPERANZA. Jesús nos invita a recorrer el mundo para que todas las personas
le conozcan y crean en Él como nuestro amigo y Salvador. Nos ponemos en pie para recibir el
sacerdote.

ÉL quiere que seamos amigos suyos, y nos ofrece esta fiesta que es la EUCARISTIA. Estemos
atentos, y abramos nuestro corazón al Señor, respondamos a su amistad, y digámosle de
verdad que también nosotros queremos ser amigos suyos.

EL PAN Y EL VINO, son fruto de la tierra y del trabajo de nuestras familias, que también
nosotros aprendamos a trabajar y a ser responsables en nuestras tareas, estudiando lo mejor
posible, para el día de mañana hacer un mundo justo donde todos vivamos como hermanos.

EL PAN Y EL VINO, son fruto de la tierra y del trabajo de los hombres. Te harás presente en
ellos por la consagración, y te pedimos que también te hagas presente en nosotros, en el
corazón de cada uno, ayudándonos y dándonos animo siempre.

Te pedimos, Señor, por toda la Iglesia: por el papa, los obispos y sacerdotes, por los
misioneros,… y por todos nosotros. Ayúdanos a vivir como nos enseña el Evangelio. Roguemos
al Señor.

También te pedimos por nuestras familias y amigos para que nos vaya bien a todos en
nuestros trabajos, en nuestros estudios y en todas las cosas que hacemos. Que todos vivamos
felices y haciendo el bien. Roguemos al Señor.

Para que experimentemos en nuestro corazón tu presencia en la Eucaristía. Que nos demos
cuenta, Señor, que estás realmente presente en el Pan consagrado y quieres que te recibamos
en nuestros corazones para ser nuestro amigo. Para que te abramos de par en par las puertas
de nuestros corazones. Roguemos al Señor

También podría gustarte