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VIOLENCIA Y ESTIGMATIZACION EN EL TRABAJO SEXUAL

La violencia de género se refiere a dañar física y psicológicamente a una persona por


el simple hecho de pertenecer a un género distinto al nuestro, independientemente de
la ideología que dicha persona tenga e independientemente de sus actitudes hacia la
sociedad en general. Violentar a otro evade los derechos e identidades de su persona
por lo que afectar a otros resulta ser desde un punto de vista emocional “malévolo”,
muchas veces se pretende proyectar en otros la necesidad de cambiarlo con base a
experiencias propias o traumas del pasado por el simple hecho de no poder
autoestudiarse y evolucionar la mentalidad retrógrada . Podría pensarse incluso que
algunos de las actitudes y ofensas que se proyectan hacia otros son de alguna manera
arcaicos e infiere el retroceso en pensamientos casi podríamos hablar de que se tratan
de pensamientos de épocas pasadas en donde la mujer era socialmente y
políticamente considerada fuera de lugar sin participación en decisiones y actividades
de política.

Haciendo una retrospectiva, la mujer se veía aplastada y aparentemente sumisa ante


situaciones que sugerían contar con valor, toma de decisiones, riesgos, adquisición de
conocimientos, libre albedrío, seguridad, etc. En el hogar implicaba quedarse callada, a
expensas de las directrices del varón, concentrada solo en un conjunto de actividades
que tenían que ver con limpieza del hogar, preparación de platillos, remendar ropa,
alistar lo necesario para la comodidad o desarrollo de las actividades cotidianas del
hombre, porque la ideología machista también se basaba en el control social a través
de la religión, pues el cuidar la imagen marital era primordial en épocas pasadas, en
donde la desobediencia de la mujer implicaba castigo, señalamiento social, incluso
agresión física por parte del esposo, lo cual es considerablemente una exageración en
métodos y formas de establecer nuevos acuerdos o establecer comunicación con otra
persona. Aunque no es tan descabellada la idea de plantearse que al menos un
porcentaje considerable de la sociedad actualmente aplica métodos agresivos contra la
mujer y no solo los hombres adultos sino hombres jóvenes cuya mentalidad es pobre y
aún arcaica para dar lugar al género femenino, en la actualidad siguen existiendo casos
de violencia de género tanto en hombres como en mujeres. La violencia contra las
mujeres se evidencia no sólo en los asesinatos intencionales sino también en la
agresión que puede poner en riesgo su vida: casi 60 por ciento de las denuncias
levantadas ante el ministerio público en perjuicio de mujeres son por lesiones dolosas,
básicamente golpizas. Definitivamente la afectación es de suma importancia hacia la
mujer, tan solo de enero a marzo del año en curso 964 mujeres fueron asesinadas en el
país: 720 de los casos están clasificados como homicidios dolosos y 244 como
feminicidio, según cifras de las fiscalías estatales, compiladas por el Sistema Nacional
de Seguridad Pública. En el mismo periodo, pero de 2019, el acumulado era de 232
feminicidios y 650 asesinatos intencionales. Asimismo, en 2018, en el mismo lapso en
consideración, fue de 210 feminicidios y 644 homicidios dolosos. La mayor cantidad de
episodios registrados se ubicó en el Estado de México, con 34 delitos de ese tipo; le
sigue Veracruz, con 25, y Puebla con 22. Más abajo están Nuevo León, Ciudad de
México y Jalisco.

Como nos damos cuenta las cifras anteriormente mencionadas son sorprendentes
como para hacerlas a un lado, y es que es un tema recurrente en la vida cotidiana. La
situación de violencia contra la mujer no solo puede determinarse con base en
agresiones físicas, sino también al llevar a cabo provocaciones de acoso sexual, tráfico
de mujeres, intercambio de servicios sexuales, violaciones provocadas por militares
durante guerras políticas, aislamiento y represión en una casa hogar, imposición de
reglas específicas solo para género femenino, incluso la imposición de vestimenta.

Se puede considerar entonces a las trabajadoras sexuales como víctimas de una forma
de violencia con grave riesgo de salud, lo cual puede reflejar mala calidad de vida.
Definitivamente el hecho de formar todo un negocio de servicios sexuales es
meramente ideología impuesta por los hombres a través de violencia física y
psicológica, no exime el hecho de que pudiera llegar a ser un servicio consensuado,
pues se ha demostrado que son hombres los que llevan la batuta en este tipo de
negocio. Por esto es que debemos ser mas considerados a la hora de señalar y juzgar
a las mujeres que se encuentran sometidas en dicho negocio controlado a base de
violencia.

Y es que no es tan fácil poder ofrecer tantas opciones para eliminar por completo el
hecho de que la mujer continúe siendo objeto sexual, si desde niveles superiores de
servidores públicos viene la toma de decisiones y estrategias en contra de la libertar de
expresión y protección contra las mujeres que actualmente son sometidas en el negocio
sucio de la prostitución. Se han desarrollado artículos que divulgan todas las fechorías
machistas en contra de las mujeres controladas para servir como esclavas sexuales,
para satisfacer fetiches y extremas prácticas sexuales machistas solo por el simple
hecho de contar con poder político y social.

Ante tanta violencia, muchas prostitutas desarrollan el llamado proceso de disociación,


que consiste en que pierden conexión con su propio cuerpo para poder soportar el
maltrato. Sin embargo todo esto deja secuelas y traumas que ningún ser humano
podría soportar por mucho tiempo, lo cual convierte a la mujer como un objeto
desechable. Y aun así existen personas que destacan su ira contra las mujeres que son
utilizadas como negocio sexual, pero más bien deben darse cuenta de que los hombres
usan a la prostitución como un medio de poder y sumisión en contra de las mujeres, es
preciso demostrarle a toda la gente que aún no es consciente de estas prácticas ocultas
de los hombres, quienes están dispuestos a invertir demasiado dinero para satisfacer
placeres sexuales, convirtiéndolo en una forma de consumo para hombres.

Se puede considerar la necesidad de aplastar a la mujer como una forma de


experimentar el miedo a la pérdida de poder y masculinidad, lo cual lleva al hombre a
un estado inconsciente de implementar negocios sucios improvisados y nefastos para
utilizar a personas de su género opuesto como medio de satisfacción propia con el afán
de demostrarse a sí mismos que pueden tener el control de su entorno, destruirlo y
adaptarlo a su dominio. La mayoría de estos hombres no son más que pequeños
monstruos de la sociedad con problemas graves en su sexualidad y la forma de
relacionarse con los demás. Pues otra visión si es que en ellos cabría otra opción, sería
poder establecer relaciones de respeto y reciprocidad con cualquier mujer.

No podemos dejar de recordar una y otra vez que hay prostitución porque hay tráfico de
mujeres. Sólo quienes tienen intereses en mantener y lucrarse del tráfico, justifican la
prostitución como un trabajo consensuado. Por lo que se puede concluir que la mujer
debe ser considerada como un ser libre y socialmente respetado por sus cualidades y
habilidades en sus relaciones interpersonales. La mujer nunca verá a un hombre como
indispensable para su bienestar, ella puede lograr por sí misma muchas cosas y solo
utilizar al hombre como una vía para conocerse a sí mismas, pues ha sabido conjugar
el placer y responsabilidad desde un punto de vista consciente y realista, caso contrario
a lo que sucede con los hombres.

 REFERENCIAS:

 FABIOLA MARTÍNEZ. (2020). EL AÑO MÁS VIOLENTO CONTRA LAS


MUJERES. NOV 2020, de LA JORNADA, Sitio web:
https://www.jornada.com.mx/ultimas/politica/2020/04/25/primer-trimestre-de-
2020-el-mas-violento-contra-las-mujeres-2332.html

 SOLEDAD MURUAGA. (2019). PROSTITUCION Y SALUD. NOV. 2020, de AMS


MUJERES PARA LA SALUD Sitio web:
https://www.mujeresparalasalud.org/prostitucion-y-salud/

 DAVID MOCTEZUMA NAVARRO, JOSÉ NARRO ROBLES, LOURDES


OROZCO HERNÁNDEZ. (2014). LA MUJER EN MÉXICO: INEQUIDAD,
POBREZA Y VIOLENCIA . NOV 2020, de REVISTA MEXICANA DE CIENCIAS
POLÍTICAS Y SOCIALES Sitio web:
http://www.scielo.org.mx/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0185-
19182014000100005

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