Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
7600428
SISTEMAS ELECTORALES
2021
Introducción y planteamiento del problema:
La democracia como sistema político se encuentra en un momento difícil, según datos del The
Economist Intelligence Unit[CITATION The20 \n \t \l 3082 ] sólo la mitad (49,4%) de la población
mundial vive en una democracia de algún tipo, y de este porcentaje, basándose en cinco medidas
-proceso electoral y pluralismo, funcionamiento del gobierno, participación política, cultura
política democrática y libertades civiles- sólo el 8,4% de la población mundial vive en una
democracia plena, mientras que más de un tercio vive bajo un régimen autoritario. De acuerdo
con un reporte de la BBC[CITATION Sea20 \n \t \l 3082 ] la insatisfacción con la democracia en
los países desarrollados está en su nivel más alto en casi 25 años; según datos del Centro para el
Futuro de la Democracia de la Universidad de Cambridge -quien ha seguido las opiniones sobre
la democracia desde 1995- en el 2019 la proporción de insatisfechos aumentó del 48% al 58%, el
nivel más a8lto registrado. En el caso de Latinoamérica el panorama no es más alentador, “en
2018, solo uno de cada cuatro latinoamericanos decía estar satisfecho con la democracia, el
número más bajo desde que el Latinobarómetro, una encuestadora regional, comenzó a hacer
esa pregunta hace 25 años”[ CITATION Ana20 \l 3082 ]. Una situación que abre nuevos
interrogantes frente a las consecuencias que pueden tener estas perspectivas para el correcto
funcionamiento de las democracias. Nos hace preguntarnos cuánta desconfianza por parte de los
votantes hacia los representantes es necesaria para que la democracia representativa se vea
desnaturalizada a través de la desconexión entre ambos actores o, incluso, que deje de ser una
alternativa viable para los primeros[ CITATION Mil19 \l 3082 ].
Democracia:
La palabra "democracia" es un término que proviene del griego y se compone de dos palabras
demos = pueblo y kratein= gobernar, mandar. "Democracia" puede entonces ser literalmente
traducido por los siguientes términos: Gobierno del Pueblo o Gobierno de la Mayoría.
Epistocracia:
El voto censitario o restringido es aquel que limita la composición del cuerpo electoral en su
voto pasivo o activo, de acuerdo a grupos o categorías de personas. Estas restricciones solían ser
generalmente económicas (como la posesión de un determinado nivel de rentas u oficio) o
relacionados con el nivel de educación (leer y escribir) o social (pertenencia a determinado grupo
social) o estado civil (casado). Lo contrario es el sufragio universal que no establece condiciones
salvo mayoría de edad y ciudadanía. El sexo masculino fue la única restricción hasta después de
la Segunda Guerra Mundial en Europa, si bien en países de amplia tradición democrática, como
Suiza, el derecho universal de voto para ambos sexos no se obtuvo hasta el año 1970[CITATION
Sen \l 3082 ].
Ciudadano
Ciudadano es un viejo concepto del mundo europeo, que debido a su historia se puede datar
desde la Grecia clásica, lo que nos permite deducir que no es un concepto necesariamente
vinculado a los conceptos de monarquía o república; habría que ciudadano ha sido un
componente conceptual de las diferentes formas políticas que se han constituido en Europa. Es
un término que ha funcionado tanto en sociedades con nociones jurídicas jerárquicas-
estamentales como en sociedades igualitarias-democráticas[CITATION Cri09 \p 179 \l 3082 ].
Objetivo general:
En este capítulo del libro Modernidad e independencias ensayos sobre las revoluciones
hispánicas [CITATION Jos09 \n \t \l 3082 ] el autor hace un análisis de la evolución del término
pueblo a través del tiempo y de sus efectos sobre las relaciones entre los hombres que
constituyen la sociedad y sus códigos culturales, dado que toda relación social posee un
contenido cultural fundamental. Abarcando en su análisis los efectos de las coyunturas
económicas para comprender fenómenos importantes como la revolución Francesca, la cual
marcó profundamente sobre la manera de entender el concepto de pueblo, ciudadano y
democracia durante la época ilustrada. De esta forma, nos explica las razones por las que en un
principio los únicos ciudadanos en el sentido moderno de la palabra eran los miembros de las
élites y la manera en la que esta concepción tan restringida fue víctima de una crisis de
legitimidad que obligo a redefinir la noción de pueblo y ciudadanía.
Objetivo general:
En este artículo se hace un análisis de la definición que se utilizaba para establecer el sistema
electoral y en consecuencia el modelo de representación en Colombia entre 1821 y 1886 a través
de sus constituciones. Los requisitos que se establecieron en estos textos para elegir la figura de
los votantes y candidatos políticos entraron en sintonía con las formulaciones teóricas que en
Europa y América había alcanzado el liberalismo y demostraron su vocación elitista y su
concepción restrictiva del poder. En pleno proceso de construcción nacional, de una
independencia muy reciente, la legislación colombiana asumió las mismas directrices adoptadas
en el mundo adaptándola a sus propias contradicciones, singularidades y necesidades políticas en
un marco de conflicto y profunda oposición entre liberales y conservadores.
Objetivo general:
En este artículo del libro Youth Quotas and other Efficient Forms of Youth Participation in
Ageing Societies[CITATION Wil15 \n \t \l 3082 ] se hace un análisis de los conceptos de
democracia y espitocracia como dos sistemas de gobierno opuestos en sus definiciones y en sus
premisas más básicas, como es el caso de la igualdad para la democracia, pero que a pesar de
ellos encuentran puntos en común; estos puntos demuestran una incoherencia dentro del sistema
democrático liberal, en donde, la exclusión de niños y jóvenes es una decisión basada en
postulados epistocráticos y, como tal, contradice los principios democráticos tal como se los
entiende hoy en día. Finalmente, introduce un modelo original para superar este problema,
basado en la ausencia de límites de edad para votar y un sistema de registro de votantes jóvenes.
Objetivo general:
Desarrollo
Cuando se estableció por primera vez -en Inglaterra, Estados Unidos, Francia, España y las
nuevas repúblicas latinoamericanas independientes- el gobierno representativo no era una
democracia tal y como la definiríamos ahora, ni sus creadores lo consideraban así. A pesar de los
pronunciamientos igualitarios de sus fundadores, prácticamente en todas partes, el gobierno
representativo solo funcionaba para los hombres adultos que poseían propiedades, obtenían
alguna cantidad de ingresos o pagaban determinados impuestos, muy alejados de la gente
pobre[ CITATION Ada09 \l 3082 ]. Una justificación que estaba sustentada teóricamente en la
interpretación de pueblo como un ente abstracto titular de la soberanía, sin necesariamente
referirse al conjunto de la población en su totalidad. En las constituciones el pueblo era
masculino y, además, era miembro elemental de la célula familiar, naturalmente identificado
como la cabeza de familia. Esto debido a que
“la pertenencia del votante a un núcleo familiar fue concebida desde el principio por
los legisladores como una garantía indirecta de que en él concurrían la madurez, la
responsabilidad, la independencia económica y la representación de un grupo
poblacional más extenso: su propia familia”[CITATION Mar14 \p 7 \l 3082 ].
Como las elecciones no constituyen en ese entonces un medio de designación soberana de los
dirigentes, sino un indicador de la influencia de los diversos actores colectivos de la elite y, en el
peor de los casos, como resultado de una imposición hecha por el poder establecido, el único
camino para acceder al poder consiste en asumir de manera simbólica la representación del
«pueblo». Este «pueblo» del que ahora se habla no es, en modo alguno, la «plebe» sino que se
trata más bien de la clase media de las ciudades, que comienzan a incorporarse a la vida
política[ CITATION Jos09 \l 3082 ]; por lo que, el sufragio universal se posiciona como uno de los
objetivos perseguidos por las revoluciones de finales del siglo XVIII hasta mediados del siglo
XX, y en respuesta a estas amenazas revolucionarias de la época las elites buscaron impedir la
revolución mediante la ampliación de los derechos políticos[ CITATION Ada09 \l 3082 ].
Marginando así el uso del voto censitario en las repúblicas.
Luego de implementar desde hace varias décadas el sufragio universal en casi todo el mundo,
su carácter universal ha venido siendo cuestionado por distintas teorías académicas epistocráticas
entre las que destacamos la presentada por Jason Brennan en su libro Against Democracy
[CITATION Jas16 \n \t \l 3082 ] en donde define la epistocracia como el gobierno de los
conocedores o los sabios. El principio central de las teorías epistocráticas es que sólo los
individuos políticamente competentes deben poseer derechos políticos, es decir, el derecho a
votar y a presentarse a las elecciones, porque cada derecho presupone una responsabilidad y sólo
los ciudadanos competentes pueden ser considerados responsables de sus actos. Por lo que, los
derechos políticos no son derechos de nacimiento y los ciudadanos deben ganárselos[CITATION
Jas111 \t \l 3082 ].
Existen dos corrientes del pensamiento epistocrático definibles por sus contextos históricos; el
primero, sostiene que la democracia y el valor epistémico -principio de racionalidad aplicable a
conceptos tales como conocimiento, justificación y opinión fundada- son cosas incompatibles,
debido a que, conciben que el objetivo de las instituciones que toman decisiones es producir
resultados correctos y para conseguirlo, o se suprime la participación de la población o bien se
asegura que el voto de los expertos valga más. Se considera que el primero en exponer con
claridad la primera versión extrema de la espistocracia fue Platón en La república. Desde esta
perspectiva la forma en la que se les concede el poder a este grupo de la sociedad mas
competente no se formaliza ni se hace explicita y es el propio grupo, quien, por la fuerza, se
autoproclaman gobernantes[ CITATION Seb17 \l 3082 ].
Otras modalidades de sistemas epistocráticos más inclusivos establecen unos criterios para
identificar quienes son los más competentes para gobernar. Entre estos se considera al académico
Jason Bernnan. Este autor aboga por un sistema de exámenes previos para la adquisición del
derecho al voto. Justifica la implementación del sufragio restringido, limitando el poder electoral
únicamente a los ciudadanos que pueden demostrar sus competencias. Su tesis no pretende
señalar a la epistocracia moderada como la forma de gobierno más justa o ideal, sino que es una
respuesta al deterioro moral que ha sufrido el sufragio por el hecho de ser universal. Debido a
que con el voto la política impone decisiones a otras personas, los ciudadanos ignorantes no sólo
se perjudican a sí mismos, sino que perjudican a los demás ciudadanos. En consecuencia, el
Estado debe estar estructurado de manera que impida que los ignorantes dañen a los
inocentes[CITATION Jas111 \t \l 3082 ].
El propósito del examen es el de excluir a los mas ignorantes (por ejemplo, quienes
desconocen que existe una constitución, o hechos básicos del sistema políticos) y a
las personas que suscriben creencias moralmente abyectas (por ejemplo, quienes
creen que algunas personas merecen ser exterminadas por profesar alguna religión)
[CITATION Seb17 \p 61 \l 3082 ]
En este sentido, Bernnan argumenta que el sufragio restringido termina siendo moralmente
superior al sufragio universal, porque aun siendo ambos blancos de objeciones razonables, la
atribución indiscriminada del derecho al voto promovida por la democracia es mucho más grave
y lesiva en términos epistémicos, que la exclusión errónea del derecho al sufragio de personas
que en verdad son razonables[ CITATION Seb17 \l 3082 ]. Al votar, un ciudadano ignorante,
desinformado, moralmente poco razonable o irracional ejerce un poder político sobre otros, y no
se le exige una justificación por ello. Aunque la concesión universal del poder político a los
ciudadanos los reconcilia hasta cierto punto con su propio gobierno, ya que reduce la percepción
de que las decisiones tomadas por este sean una imposición; el derecho al voto no sólo da a los
ciudadanos la posibilidad de opinar sobre sí mismos, sino también sobre otras personas, por lo
que, este poder debería tener limitaciones[CITATION Jas11 \t \l 3082 ].
Frente a estas corrientes se pueden identificar algunas críticas por parte de académicos que
abogan por la democracia liberal. El primer argumento que identificamos son las consecuencias
negativas por la falta representatividad. Remitiéndonos a Nadia Urbinati[CITATION Nad14 \n \t \l
3082 ] esta politóloga afirma que,
El segundo argumento es una crítica a la dimensión epistémica como único elemento que se
requiere para legitimar un sistema político. Según Linares [CITATION Seb17 \n \t \l 3082 ] otros
valores como la igual dignidad y la libertad de elección se presentan como esenciales para
legitimar un gobierno. Debido a que el principio básico de todas las democracias modernas se
deriva directamente del postulado del valor igual de todas las personas, restringir la participación
de la población a su derecho de participar políticamente, como hicieron los teóricos políticos
desde Platón hasta Mill en siglos anteriores, contraviene el consenso de nuestro tiempo. La
justificación de la democracia proviene del hecho de que todos aquellos que están sujetos al
gobierno y a sus decisiones pueden ejercer el poder a través de elecciones para afectar a ese
mismo gobierno, y es sólo ésa promesa de poder ejercer influencia la que hace tolerable que
todas las fuerzas políticas acepten una posible derrota [ CITATION Wil15 \l 3082 ].
La tercera critica es en contra de la visión del sistema de gobierno como un medio para
conseguir resultados correctos. “No es por el hecho de conseguir algunos resultados deseables
por lo que la democracia se basa en el voto sino para ejercer nuestra libertad política y seguir
siendo libres mientras obedecemos”[CITATION Nad14 \p 28 \l 3082 ]. El principio de distribución
democrática es un fin en sí mismo, no un medio que se prevé que conduzca empíricamente algún
resultado deseable. La democracia proporciona a cada uno de sus ciudadanos las condiciones
legales y políticas, con las que puede, si así lo desean, participar de una manera amplia y
compleja: formando, criticando, impugnando y cambiando las decisiones colectivas en un clima
de "tranquilidad de espíritu"[ CITATION Nad14 \l 3082 ]. Por lo que, el modelo democrático, se basa
en la idea del conocimiento colectivo. Según ésta, la mayor diversidad en la deliberación de los
ciudadanos permite alcanzar un grado mayor de inteligencia, mayor incluso que la de los
expertos. Por lo tanto, las decisiones políticas deben ser tomadas por el grupo más diverso
posible de ciudadanos. La democracia no niega la irracionalidad ni la ignorancia de los
ciudadanos, sino que tan sólo considera que éstas no afectan permanentemente el juicio de estos.
Es cierto que los ciudadanos pueden, en ocasiones, ser irracionales e ignorantes, pero también es
cierto que, en ocasiones, pueden no serlo. Justamente, esta posibilidad de pensar que la
ignorancia y la irracionalidad, aunque solo sea en ocasiones, pueden ser evitadas es lo que
fundamenta la idea de un conocimiento colectivo formado a partir de la interacción de los juicios
individuales en una práctica participativa. Esta construcción plural del conocimiento reporta una
ventaja decisiva sobre el modelo elitista, pues la pluralidad de los puntos de vista puede evitar
sesgos que se refuerzan cuando no se desafían las opinión y convicciones de una persona o grupo
de personas[ CITATION Nic18 \l 3082 ].
Conclusiones
La teoría epistocrática expuesta por Bernnan es una propuesta que retoma debates que han
existido desde mucho antes de la creación de las repúblicas, y que renacen en contextos donde la
credibilidad de las democracias es socavada por distintos actores. Aunque sus argumentos
aboguen por la exclusión de los no competentes, la idea de dividir a la sociedad entre aquellos
con competencia y aquellos sin ella pretende justificar la limitación del cuerpo electorado como
lo hacía el voto censitario. Estas teorías resultan de crucial importancia para los teóricos que
defienden las democracias modernas, pues termina poniendo en tela de juicio principios que se
creían esenciales para su funcionamiento, como lo es el de la igualdad política.
Bibliografía