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Semana 2 - Español II
Semana 2 - Español II
Ley de la unidad: Esta cualidad destaca el sentido único que debe primar en la
narración. Personajes y circunstancias, y en fin, todos los detalles, tienen que
contribuir a sostener los eventos narrados. En los relatos muy largos son
aceptables las digresiones, pero estas tienen que tener un motivo evidente.
Ley de la verosimilitud: Con esta ley se garantiza que la historia, aún ficticia,
adquiera un cierto matiz de realidad que la haga creíble. De esta manera el lector
puede hacer suyo el problema que aqueja a los personajes, y sufrir o
congratularse con ellos cuando se solucionan.
Ley de interés: Es indiscutible que narrar es contar un hecho con habilidad. Si
el autor no logra mantener la atención del receptor, no se dirá que el proceso de
escribir fue exitoso. Toda vez que la narración no es estática como pudiera serlo
la descripción, hay que buscar la manera de que todo en ella fluya, desde las
acciones y ambientación hasta el carácter y personalidad de los personajes.
Por eso, muchos autores recomiendan buscar la forma de iniciar el relato de una forma
efectiva, ya con una atractiva escena, ya con datos significativos que despierten la
atención del lector. Pero ojo, no se trata de dar explicaciones, lo cual no es
recomendable nunca: dar información no es lo que importa. Tampoco se trata de inflar
el tono: naturalidad y sencillez son cualidades del buen estilo. Lo que se pretende es
encontrar una salida interesante, algo que cale en el lector. En otras palabras, el tiempo
que dediques a despertar el interés del lector constituirá una inapreciable inversión.
“La capa de ozono que envuelve nuestro planeta es como un manto que protege a los
seres vivos de los rayos ultravioleta. En el año 1982, los científicos descubrieron un
agujero en la capa de ozono sobre la Antártida. Este agujero ha venido aumentando de
forma alarmante durante los últimos años. Se ha comprobado que la destrucción de la
capa de ozono se produce por la liberación de algunos gases, como el monóxido de
carbono, el dióxido de carbono y los gases clorofluorocarbonados empleados en
aerosoles, disolventes y circuitos de refrigeración de los frigoríficos. Si el proceso de
destrucción de la capa de ozono continuara, se desencadenaría un conjunto de
fenómenos de consecuencias catastróficas para la humanidad. Los principales serían
éstos: