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Bombas Volumetricas
Bombas Volumetricas
Estas bombas son idóneas en aquellas aplicaciones en las que se requieran altas presio-
nes (incluso, de cientos de bares) y caudales bajos (velocidades específicas pequeñas).
Al ser el caudal desalojado prácticamente independiente de la carga, estas bombas
encuentran numerosas aplicaciones industriales, tanto en la dosificación de productos
como en dispositivos elevadores, de tracción, etc., o móviles, donde sacan ventaja de su
elevada relación potencia-peso. A diferencia de las bombas rotodinámicas, son relati-
vamente insensibles a la viscosidad del fluido; además, algunos modelos pueden traba-
jar satisfactoriamente con bajas velocidades cubriendo una amplia gama de condiciones
de trabajo distintas.
En una bomba de desplazamiento positivo, el fluido entra atraído por la depresión que
se genera en la línea de aspiración como consecuencia del movimiento del mecanismo
interno. Este mecanismo, formado según la variedad de máquina por sendos engrana-
jes, unas paletas o varios pistones, es el encargado de transportar el fluido de la brida
de aspiración a la de impulsión. La presión a la salida de la bomba se genera al introdu-
cir un fluido prácticamente incompresible en un sistema de capacidad finita, y después
se propaga por ésta con la finalidad de obtener un trabajo útil.
Las bombas oscilantes pueden ser bombas de émbolo o de membrana. En las primeras,
un émbolo atrae fluido hacia un receptáculo en la carrera de aspiración y lo expulsa en
la de impulsión. El movimiento alternativo del émbolo se consigue mediante un meca-
nismo en biela-manivela (motor o manual). En las segundas, la membrana elástica
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Bombas hidráulicas
Una forma de aumentar el volumen impulsado por revolución en esta clase de bombas
consiste en doblar el número de cámaras y válvulas para obtener dos carreras útiles en
cada revolución. En estas bombas, denominadas de doble efecto, el émbolo se desplaza
por el interior de una camisa cilíndrica empujado por un vástago articulado al elemento
motor (la presencia del vástago disminuye el volumen bombeado en uno de los senti-
dos). También es posible montar en serie varias etapas para conseguir más presión.
Figura 3.30.
Bombas oscilantes de
émbolo y de membrana
(derecha). La membrana
puede ser anular (en la
figura) o de disco, y las
válvulas pueden ser de
lengüeta (en especial,
para bajas presiones) o
de vástago.
Las bombas rotativas más comunes son las de engranajes, las de paletas, las de pistones
y las peristálticas. Las bombas de engranajes pueden ser, a su vez, de engranajes exter-
nos, internos, de lóbulos, gerotor y helicoidales; las de paletas pueden ser de paletas
deslizantes o flexibles (y otras) y estar equilibradas o no, y las de pistones pueden tener
los pistones dispuestos de forma axial o radial. De todas estas bombas, las de paletas y
las de pistones pueden ser de capacidad volumétrica variable, lo que les permite desalo-
jar un caudal variable a revoluciones constantes y aumentar así el intervalo de caudales
posibles (disminuyendo, sobre todo, el caudal mínimo disponible).
Una bomba de engranajes externos transporta el caudal entre los dientes de perfil en-
volvente de dos piñones acoplados. Uno de los piñones es el motor, accionado median-
te un eje pasante, mientras que el otro es conducido por el primero y su eje se apoya en
las placas laterales de la bomba. La impulsión se produce cuando los dientes de ambos
piñones se encuentran del lado de la lumbrera de salida, pellizcando el fluido. Entre sus
características principales, destacan las siguientes:
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Fluidos, bombas e instalaciones hidráulicas
Figura 3.31.
Bomba de engranajes
externos de perfil
envolvente. A la
derecha, la imagen de
perfil, donde se obser-
van las placas laterales
(en gris) y la ubicación
de las juntas estáticas
(en negro).
Las bombas de engranajes internos disponen también de dos piñones, como las de
engranajes externos, pero ahora los dientes engranan internamente. En estas bombas, el
piñón interno tiene uno o dos dientes menos que el externo, por norma general, y entre
ellos se sitúa una pieza en forma de semiluna que ayuda a mantener el engrane y a
conducir el fluido. Entre sus características, destacan:
Figura 3.32.
Bombas de engranajes
internos: de media luna
(izquierda) y gerotor
(derecha).
Las bombas gerotor son bombas de engranajes internos con dos ruedas de perfil trocoi-
dal que no necesitan de la pieza en semiluna. Ambos rotores generan, al girar, un vo-
lumen que se desplaza y fuerza el aceite a pasar de la lumbrera de entrada a la de salida
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Bombas hidráulicas
- Sólo necesita un eje para funcionar, y no dos como las de engranajes externos.
- Es de tamaño reducido y bastante silenciosa.
- Permite el montaje múltiple de varias bombas en un mismo eje.
Entre sus desventajas, cabe señalar que sigue siendo de desplazamiento fijo, como el
resto de las bombas de engranajes, pero además es bastante sensible a la contaminación
del fluido, por lo que suele presentar problemas de estanqueidad por desgaste.
Figura 3.33.
Bomba de paletas
deslizantes simple
(izquierda) y de doble
aspiración (derecha). En
estas últimas, las dos
cámaras de bombeo
están separadas 180°, lo
cual anula los esfuerzos
que, de otro modo, se
transmitirían lateralmente
al eje y a los cojinetes de
la bomba.
Dos variantes que distinguen este tipo de bomba de las de engranajes son que puede
estar equilibrada en presión y que puede ser de desplazamiento variable. La simetría de
presiones en torno al rotor se consigue duplicando los orificios de impulsión y aspira-
ción, tal como se observa en la figura 3.33. El inconveniente de las bombas con esta
disposición es que sólo pueden ser de desplazamiento constante.
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Fluidos, bombas e instalaciones hidráulicas
Figura 3.34.
Bomba de paletas de
capacidad volumétrica
variable. El sistema de
regulación de la excentrici-
dad puede ser mecánico o
hidráulico. La bomba de
esta figura reduce el
caudal cuando la presión
de impulsión, transmitida
por la linterna p, alcanza el
tarado del muelle de la
izquierda.
Figura 3.35.
Bomba de
pistones axiales
en línea. A la
derecha, un
barrilete de nueve
pistones.
Las bombas de pistones axiales de eje inclinado usan un número determinado de pisto-
nes en movimiento alternativo, como las bombas de pistones en línea, pero el barrilete
gira alrededor de un eje acodado del motriz. Los pistones se unen a la brida del accio-
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Bombas hidráulicas
namiento mediante rótulas, y el eje del barrilete con el motor mediante una unión uni-
versal. La acción de bombeo es la misma que en las bombas de pistones axiales en
línea. Otras características son:
Figura 3.36.
Bomba de pistones
axiales de eje inclina-
do, de capacidad
constante (izquierda) y
variable (derecha).
Figura 3.37.
Bomba de pistones
radiales de capacidad
variable.
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Fluidos, bombas e instalaciones hidráulicas
En las bombas peristálticas, se utiliza un conducto flexible, que puede ser el mismo por
el que circula el fluido en la instalación, para generar la impulsión. Por ejemplo, en la
bomba de la figura 3.38 (izquierda), un brazo con dos rodillos presiona la manguera de
izquierda a derecha y empuja el fluido de la aspiración a la impulsión sin que éste pue-
da escapar. Un factor decisivo del sistema peristáltico es, precisamente, su perfecta
estanqueidad, razón por la que son idóneas en sistemas de dosificación de productos
peligrosos o químicos en general.
Figura 3.38.
Bombas peristálticas
de uno y dos rodillos.
El caudal que una bomba desplaza en vacío, es decir, cuando trabaja sin presión y en
ausencia de fugas, se obtiene de la siguiente expresión:
q0 = CV n [3.51]
donde las unidades han de ser congruentes entre sí. Por ejemplo, si las unidades de CV
son cm3/rev y las de n son rpm, el caudal q0 resulta ser cm3/min. La tabla 3.4 recoge las
expresiones con las que evaluar la capacidad volumétrica de las principales bombas
volumétricas y los valores típicos de diversas magnitudes de trabajo (valores de refe-
rencia que dependen del modelo y del fabricante).
El caudal desalojado por una bomba de desplazamiento positivo fluctúa con el tiempo
debido al efecto de bombeo asociado a la contribución de cada uno de sus elementos
impulsores. Estas fluctuaciones son filtradas de alguna manera por la instalación, pero
hay que tratar de minorarlas en lo posible, pues generan, a su vez, fluctuaciones de
presión y vibraciones contraproducentes. El rizado del caudal instantáneo se reduce,
por ejemplo, aumentando el número de dientes, paletas o pistones, pero también aña-
diendo cámaras en la impulsión, ya sean internas a la bomba o mediante acumuladores
externos, que añadan un efecto RC adicional. La figura 3.39 muestra una forma típica
(teórica) del rizado observable a la salida de la bomba. El factor de rizado de una bom-
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