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Mecanismo de lesión
- Traumatismos de baja energía: más frecuentes en los ancianos.
- Traumatismo directo: una caída sobre el trocánter mayor (impacto en valgo) o una rotación
externa forzada aplicada a la extremidad inferior ocasionan el impacto del cuello del fémur,
osteoporótico, sobre el reborde posterior del acetábulo y producen una conminución posterior.
- Traumatismo indirecto: tracción muscular que sobrepasa la resistencia del cuello del fémur.
- Traumatismos de alta energía: producen fracturas del cuello del fémur en jóvenes y ancianos, en
accidentes de tránsito o por caídas desde una altura importante.
- Fracturas por estrés (sobrecarga): se observan en deportistas, reclutas, bailarinas de ballet; los
pacientes con osteoporosis y osteopenia presentan un riesgo especia
DIAGNÓSTICO
Evaluación clínica
- Los pacientes con fracturas desplazadas del cuello del fémur son incapaces de caminar y
presentan acortamiento y rotación externa de la extremidad inferior. Aquellos con fracturas por
sobrecarga o impactadas pueden mostrar hallazgos más sutiles, como dolor a la palpación sobre la
cápsula anterior, dolor a la compresión axial y ausencia de deformidad y pueden apoyar la
extremidad.
- A los pacientes con traumatismos de alta energía se les aplican los protocolos habituales de
evaluación.
- Hay dolor evidente con los intentos de movilización de la cadera, la compresión axial y la
palpación sobre la ingle.
- En las fracturas de baja energía, que suelen producirse en pacientes ancianos, es importante
realizar una anamnesis detallada. Para determinar el tratamiento óptimo, es imprescindible
interrogar sobre los antecedentes de pérdida de conocimiento, episodios sincopales previos,
antecedentes clínicos, dolor torácico, dolor previo en la cadera (fractura patológica) y capacidad
de marcha previa a la lesión.
- En todos los pacientes se debe realizar una evaluación secundaria completa para detectar
lesiones asociadas.
Clasificación de Pauwel
- Se basa en el ángulo que hay entre la línea de fractura y la horizontal.
- Tipo I: 30°.
- Tipo II: 30° a 70°.
- Tipo III: mayor de 70°.
- La fuerza de cizallamiento es mayor conforme aumenta el ángulo, lo que ocasiona una mayor
inestabilidad de la fractura.
Clasificación de Garden
- Se basa en el grado de desplazamiento en valgo.
- Tipo I: Fractura incompleta/impactada en valgo.
- Tipo II: Fractura completa no desplazada en las proyecciones anteroposterior y lateral.
- Tipo III: Completa con desplazamiento parcial; el patrón trabecular de la cabeza del fémur no
está alineado en el del acetábulo.
- Tipo IV: Totalmente desplazada; el patrón trabecular de la cabeza está orientado en paralelo con
el acetábulo.
TRATAMIENTO
- Los objetivos del tratamiento son minimizar el dolor del paciente, restablecer la función de la
cadera y conseguir una rápida movilización mediante la reducción anatómica y la fijación interna o
con una sustitución protésica.
- El tratamiento no quirúrgico de las fracturas sólo está indicado en pacientes con un riesgo
quirúrgico extremo; también puede plantearse en pacientes con demencia, que no mantienen la
capacidad de deambulación y con poco dolor en la cadera.
- La movilización precoz de la cama al sillón es esencial para evitar los riesgos y las complicaciones
del postración prolongado, incluyendo retención de secreciones respiratorias, atelectasias, estasia
venosa y úlceras de decúbito. Fracturas impactadas y fracturas no desplazadas
- Hasta el 40% de las fracturas "impactadas" o no desplazadas se desplazarán si no se realiza una
fijación interna. El desplazamiento secundario es 5% tras la fijación interna.
- Está indicada la fijación in situ con tres tornillos de esponjosa; las excepciones son las fracturas
patológicas, la artrosis o la artritis reumatoide severa, la enfermedad de Paget y otros trastornos
metabólicos; estos pacientes suelen necesitar una prótesis de cadera.
- Menos del 5% de los pacientes desarrollan osteonecrosis.
INDICACIONES:
ACTUACIÓN: