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El vestir de una joven creyente

“Espejo del Corazón y el Carácter”

Se atavíen: Kosmeo. Adornar, arreglar, poner en orden, la propia persona.

1Ti 2:9 Asimismo que las mujeres se atavíen de ropa decorosa, con pudor y modestia; no con peinado
ostentoso, ni oro, ni perlas, ni vestidos costosos,(B)

1Ti 2:10 sino con buenas obras, como corresponde a mujeres que profesan piedad.

Asimismo vosotras, mujeres, estad sujetas a vuestros maridos;(A) para que también los que no creen
a la palabra, sean ganados sin palabra por la conducta de sus esposas,

1Pe 3:2 considerando vuestra conducta casta y respetuosa.

1Pe 3:3 Vuestro atavío no sea el externo de peinados ostentosos, de adornos de oro o de vestidos
lujosos,(B)

1Pe 3:4 sino el interno, el del corazón, en el incorruptible ornato de un espíritu afable y apacible, que es
de grande estima delante de Dios.

1Pe 3:5 Porque así también se ataviaban en otro tiempo aquellas santas mujeres que esperaban en
Dios, estando sujetas a sus maridos;

I. Propósito de la ropa o el vestido

Gén 2:25 Y estaban ambos desnudos, Adán y su mujer, y no se avergonzaban.

Gén 3:7 Entonces fueron abiertos los ojos de ambos, y conocieron que estaban desnudos; entonces
cosieron hojas de higuera, y se hicieron delantales.

Gén 3:21 Y Jehová Dios hizo al hombre y a su mujer túnicas de pieles, y los vistió.

La vestimenta se introdujo con el pecado. Poca razón tenemos al enorgullecernos de nuestras ropas que
no son sino la insignia de nuestra vergüenza. Cuando Dios hizo ropa para nuestros primeros padres, las
hizo abrigadoras y fuertes, rústicas y muy sencillas.

Se supone que las bestias, de cuyas pieles los vistió Dios, fueron muertas, no para comida del hombre,
sino para sacrificio, para tipificar a Cristo, el gran Sacrificio. Adán y Eva se hicieron delantales de hojas de
higuera, cubierta demasiado estrecha para envolverlos.

II. La vestimenta: Hombre y Mujer (el conflicto del pantalón)

Deuteronomio 22:5 No vestirá la mujer traje de hombre, ni el hombre vestirá ropa de mujer; porque
abominación es a Jehová tu Dios cualquiera que esto hace.
Este versículo ordena a los hombres y a las mujeres que no inviertan sus papeles sexuales. No es un
versículo acerca de la manera de vestir. Actualmente el rechazo de los papeles es muy común, hay
hombres que quieren convertirse en mujeres y mujeres que quieren convertirse en hombres. No es la
forma de vestir lo que ofende a Dios, sino el usar esta forma para actuar el rol del otro sexo. Dios tuvo
propósitos específicos para hacernos originalmente hombre y mujer.

a. No debe vestir una hija de Dios "Hábito", "Traje" de hombre. La mujer debe vestir como mujer y el
hombre como hombre

b. Esto es una abominación a Dios. Aunque este mandato se encuentra en la Ley para judíos, no siendo
una Ley ceremonial, sino una ley moral, y siendo Dios inmutable en su moralidad, este mandato se
considera como un principio para toda mujer temerosa de Dios,

¿Significa esto que una hermana no debe bajo ningún concepto usar una prenda distinta de la falda?

No hay duda de que hay un expreso mandamiento de Dios a que las mujeres y hombres creyentes no
usen hábitos del sexo opuesto. ¿Por qué? Sencillamente porque Dios quería dejar bien claro las
diferencias entre hombres y mujeres, y porque la sodomía, o el homosexualismo hacían patente su
depravación por medio de manifestaciones visibles de su pecado con la vestimenta, tanto como hoy los
sodomitas visten la ropa del sexo opuesto.

Lo que este pasaje prohíbe es que un hombre o una mujer se vistan como su opuesto, y no dejen ver
con claridad que son hombre y mujer.

Algunas consideraciones:

· Los Saudíes que usan faldas como una vestimenta pudorosa y varonil.

· Lo mismo sucede con una mujer cuyo trabajo demanda cierto tipo de vestimenta.

· Cuando Dios escribió este mandato los hombres usaban un tipo de vestimenta varonil parecido a
una bata o falda.

· Tenemos un principio, no una lista de reglas especificas en cuanto a esto.

· El problema no es el pantalón o la falda sino ¿Qué pantalón? Y ¿Qué falda?

Invención del pantalón

El pantalón es de origen Celta. Su historia se remonta a hace 2.600 años.

La primera en querer introducir los pantalones como uso femenino fue la feminista Amelia Bloomer
quién diseño una falda a la altura de la rodilla que se usaría con unos pantalones anchos debajo,
inspirada en el traje tradicional turco. Prenda que no tuvo aceptación porque el movimiento feminista
en esa época era considerado como una amenaza.

En el siglo XIX lo usaban las mujeres para pasear en bicicleta; eran unos bombachos ceñidos a la rodilla.

En 1880 en Estados Unidos las mujeres usaban falda pantalón para montar a caballo.

Poco después a la comodidad de unos pantalones lo hicieron parte de su atuendo.

El uso generalizado del pantalón en la mujer se lo debemos a la guerra. Se necesitaba a la mujer para
trabajar en labores antes solo para hombres y se le dotaron de uniformes y overoles antes usados solo
por hombres.

Cuando las mujeres regresaron al hogar y después de probar

Fue Coco Chanel quién le dio un toque femenino y lo popularizo en todas las clases sociales.

El jean comenzó a usarlo la mujer en 1935 cuando apareció la marca Lady levi´s y desde ese tiempo no
se ha separado de ella. Haciéndolo un elemento indispensable en el guarda ropa femenino.

La Mini falda

La mujer que inventó la mini-falta Mary Quaint dijo que lo hizo con el propósito de encender los deseos
sexuales en los hombres y promover el desenfreno sexual.

Conclusión

En Deuteronomio 22:5 se hace referencia directamente al uso de la ropa del hombre y la mujer y
creemos que el énfasis está puesto en la homosexualidad. El hombre y la mujer debían demostrar
siempre por su vestimenta el género al cual pertenecían; su vestimenta debía de hacer clara esta
distinción. Al no vestir el hombre o la mujer de acuerdo a su género sugería que existían inclinaciones
homosexuales en la persona y esto constituía en sí mismo un acto que era abominable ante los ojos de
Dios. "No te echarás con varón como con mujer, es abominación" (Levítico 18:22). La Biblia en ambos el
Antiguo Testamento y el Nuevo Testamento condena la homosexualidad tanto en el hombre como en la
mujer.

En el tiempo en que vivimos a fines del siglo XX y comienzos del siglo XXI, es ya muy difícil distinguir al
homosexual del heterosexual. Las mujeres lesbianas no necesariamente visten de manera masculina, ni
los hombres homosexuales o 'gay" visten de manera femenina. Aún así el hombre debe siempre vestir
de manera apropiada para el varón, y la mujer debe vestir siempre de manera apropiada para la varona.
III. El mundo de hoy y su concepto del buen vestir

La desnudez

Problema de la desnudez aunque la persona sea "vestida". No basta con ser "vestido" si el cuerpo no se
cubre adecuadamente. En toda la Biblia la desnudez se condena como vergonzosa.

La palabra "desnudez" no se limita a no llevar ni un hilo de ropa.Adán y Eva. Cuando "conocieron que
estaban desnudos" (totalmente desnudos), "cosieron hojas de higuera y se hicieron delantales", como
traje de baño o shorts, solamente lo suficiente para cubrir las partes del cuerpo más privadas.

1. Dice LBLA, margen, "fajas", simplemente "algo" pero no adecuado.

2. Pero todavía estaban "desnudos". Gén. 3:10, después de vestir "delantales" dijo Adán, "estaba
desnudo y me escondí".

3. ¿Por qué les vistió Dios con túnicas de pieles? Porque todavía estaban desnudos, Gén. 3:8-11, 21

La Biblia usa la palabra "desnudo" aunque la persona vista "algo" (no estaba totalmente desnuda).

Definición de la desnudez (en cuanto a la pierna), Ex. 28:42, "Les harás calzoncillos de lino para cubrir su
desnudez; llegarán desde los lomos hasta los muslos". Muslo — "Parte de la pierna, desde la juntura de
las caderas hasta la rodilla" (Dicc. De la Lengua Española).

Muchas mujeres, y no solamente mujeres jóvenes y no solamente las del mundo sino aun miembros de
la iglesia llevan ropa que deja desnudos los hombros, los senos, la cintura (el ombligo), y las piernas.
Llevan shorts, vestidos, faldas, blusas que exponen partes del cuerpo que deben ser cubiertos.

. La moda ahora es exponer parte de los senos, pero la mujer con pudor y modestia sabe que estos son
objetos sexuales y que no son para los ojos de ningún hombre excepto su marido.

Desde luego la ropa transparente es pura desnudez, no cubre el cuerpo, sino lo expone y exhibe ante los
ojos de todos.

Ropa muy ajustada al cuerpo para exhibir lo que debe cubrir ... mayormente las caderas, las piernas
arriba de la rodilla y los senos. Ahora es muy popular: un pantalón bajo y una blusita corta que dejan
desnudos parte del estómago incluyendo el ombligo y parte de la espalda. Ropa muy ajustada al cuerpo
es como otra capa de piel.

Ropa muy ajustada al cuerpo es para exhibir la forma o figura de las caderas, piernas, senos, etc— ¡Es
como otra capa de piel! Es como parte del cuerpo mismo. No es para "cubrir" decorosamente, sino para
exhibir, delinear, señalar y acentuar la forma del cuerpo y por eso seducir.

Ropa muy ajustada al cuerpo es ropa provocativa y la mujer con pudor y modestia no quiere ser
seductiva.

La hermana que use ropa deshonesta dirá, "Pero yo no quiero seducir a nadie", pero su ropa sí lo hace.
Prov. 7:20 habla del "atavío de ramera".
IV. Dios habla del vestir

Para entender estos versículos, debemos entender la situación en la que trabajaban Pablo y Timoteo. En
el primer siglo de la cultura judía, a las mujeres no se les permitía estudiar.

Evidentemente las mujeres eran especialmente susceptibles a sus falsas enseñanzas (2Ti_3:1-9) porque
todavía no habían recibido instrucción bíblica suficiente para poder discernir la verdad. Además, algunas
de las mujeres, aparentemente, hacían alarde de su nueva libertad cristiana usando ropa inadecuada
(2Ti_2:9).

Trasfondos de esta escritura

Judío

Se escribió desde un trasfondo judío. No ha habido nunca una nación que diera a las mujeres un lugar
más importante en el hogar y en la familia que los judíos; pero oficialmente la posición de la mujer era
muy inferior. Para la ley judía no era una persona sino una cosa; estaba totalmente a disposición de su
padre o de su marido. Se le prohibía aprender la Ley; el instruir a una mujer en la Ley era echar perlas a
los puercos.

Las mujeres no tomaban parte en el culto de la sinagoga; estaban encerradas aparte en una sección de
la sinagoga, como si dijéramos en «el gallinero» donde no se las podía ver. Un hombre iba a la sinagoga
para aprender; pero, como mucho, una mujer iba para oír. La lección de la escritura la leían en la
sinagoga los miembros de la congregación; pero nunca mujeres, porque eso habría sido «quitarle honor
a la congregación.» Estaba prohibido el que una mujer enseñara en una escuela; ni siquiera a los niños
más pequeños. Una mujer estaba exenta de las demandas concretas de la Ley. No le era obligatorio
asistir a las fiestas y a los festivales sagrados. Las mujeres, los esclavos y los niños eran de la misma
clase.

En la oración judía de la mañana, un varón daba gracias a Dios porque no le había hecho «gentil, esclavo
o mujer.» En los Dichos de los Padres Rabí Yosé Ben Yohanán se cita como diciendo: «Que tu casa esté
siempre totalmente abierta, y que los pobres sean tu familia y no hables mucho con ninguna mujer.» De
ahí que los sabios hubieran dicho: «Cualquiera que habla mucho con una mujer trae desgracia sobre sí
mismo, se aparta de las obras de la Ley y por último hereda de gehena». Un estricto rabino no saludaba
nunca a una mujer en la calle, aunque fuera su esposa o hija o madre o hermana. Se decía de la mujer:
«Su misión es enviar los niños a la sinagoga; atender a las cuestiones domésticas; dejar libre a su marido
para que estudie en las escuelas; y mantener la casa para él hasta que vuelva.

Griego

Se escribió desde un trasfondo griego. El trasfondo griego ponía las cosas doblemente difíciles. El lugar
de la mujer en la religión griega era bajo. El Templo de Afrodita en Corinto tenía mil sacerdotisas que
eran prostitutas sagradas, y todas las tardes cumplían su función en las calles de la ciudad. El Templo de
Diana en Éfeso tenía centenares de sacerdotisas que se llamaban melissae, que quiere decir abejas, cuya
función era la misma.

Una mujer griega respetable llevaba una vida muy recluida. Vivía en una parte de la casa a la que no
accedía nada más que su marido. No estaba presente ni en las comidas. Nunca se la veía sola en la calle;
nunca asistía a ninguna reunión pública. El hecho es que si en un pueblo griego las mujeres cristianas
hubieran tomado una parte activa y hubieran hecho uso de la palabra, la Iglesia habría ganado
inevitablemente la reputación de ser una guarida de mujeres livianas.

Además, en la sociedad griega había mujeres que no vivían más que para vestirse y peinarse elaborada y
lujosamente. Plinio nos cuenta que hubo una novia en Roma, Lollia paulina, cuyo vestido de boda costó
el equivalente de 100 millones de pesetas o un millón de dólares. Hasta los griegos y los Romanos se
escandalizaban del amor a los vestidos y las joyas que caracterizaba a algunas de sus mujeres. Las
grandes religiones griegas se llamaban misterios o religiones misteriosas, que tenían precisamente las
mismas reglas acerca del vestir que Pablo expone aquí. Hay una inscripción que dice: " Una mujer
consagrada no ha de tener adornos de oro, ni colorines, ni polvos, ni diademas, ni pelo enrevesado, ni
zapatos, excepto los que se hacen de piel de ante o de las pieles de animales sacrificados.» La Iglesia
Primitiva no establecía estas reglas con carácter permanente, sino como cosas necesarias en la situación
en que se encontraba.

Acerca de estas mujeres le está escribiendo Pablo a Timoteo, dándole instrucciones sobre cuál debe ser
la prioridad de la mujer y como debe ser su vestimenta.

¿Cómo debe ser nuestra vestimenta?

1. Decorosa

Tiene el significado general de respetable y honorable. También tiene el sentido de lo apropiado o


adecuado. Parece la palabra perfecta para describir lo que quiere decir Pablo cuando les dice a los
Filipenses que actúen de una manera digna del evangelio.

El decoro hace que nuestras acciones, incluyendo el vestir no le traigan vergüenza al evangelio. Nuestra
apariencia debe ser digna del evangelio. También es decente, ordenado, bien dispuesto.

También se debe agregar aquí que la mujer cristiana se preocupa por vestirse de manera ordenada,
mostrando dignidad y respeto hacia los servicios de la iglesia. El servicio de la iglesia no es como fiesta
en el parque.
2. Pudorosa

Tanto pudor como modestia son sinónimos de la palabra casto, esta palabra implica principalmente un
abstenerse de acciones o pensamientos, también deseos que no sean puros.

Vestirse con pudor significa usar ropa que no suscita pensamientos, ni acciones que promuevan la
sensualidad. Debemos de vestir femenino, pero no provocativo, esa es la diferencia.

Cuando nos vestimos enviamos un mensaje. ¿Qué mensaje estas enviando tu? ¿Dice que eres una hija
de Dios, imitadora de Cristo?

El pudor es aquella modestia que está arraigada en el carácter...

Para la mujer con pudor la falta de modestia en el atavío es vergonzosa y por eso repugnante. Ella
simplemente no quiere vestirse (ni mucho menos desvestirse) de manera provocativa.

La mujer con pudor no viste ropa indecente — ropa deshonesta, demasiada corta, transparente, ropa
que desnuda partes del cuerpo que deben ser cubiertas, ropa bien ajustada al cuerpo como si fuera otra
capa de piel que exhibe la figura y presenta el cuerpo como desnudo.

3. Modestia

La modestia tiene entre sus significados, el sentido general de buen juicio, sobriedad y templanza. Esto
sería un autocontrol sobre las pasiones del cuerpo, un estado de dominio sobre los propios apetitos al
vestir. Lo opuesto de la frivolidad, no dando demasiada importancia a cosas ligeras y secundarias.

La forma de vestir no solo envía un mensaje a los que nos rodean, también habla de lo que
verdaderamente hay en nuestro interior.

Si usted, amada hermana, se viste muy provocativa usted está diciendo lo que hay en su interior, en su
corazón. Dios dice en su palabra que si una mujer se viste así es por soberbia, por orgullo, porque quiere
llamar la atención sobre sí. La mujer cristiana no debe vestirse de tal forma.

La modestia es la virtud que nos impide hablar, pensar o actuar orgullosamente. Es la ausencia de la
ostentación y el lujo.

En este contexto, esta forma de vestir a la que se refiere Pablo era la de las cortesanas y rameras. Pablo
esta prohibiendo el exceso y la sensualidad. Tiene que ver con la modestia, con controlar estos
impulsos, no dejarnos controlar por el deseo de llamar la atención sobre nosotras mismas.

4. Libre de vanidad (con sencillez y sobriedad)


Al vestirnos Pablo no está condenando el adorno o el querer vernos hermosas, sino la ostentación o
extravagancia que pudiéramos mostrar. Que la motivación no sea mostrar lo que tenemos y provocar a
otros, a las mujeres a envidiarnos y a los hombres a codiciarnos.

Dios no desea que centremos nuestra vida en la acumulación de bienes materiales, pueden llevar
nuestro corazón a una vida vana, vacía, sin sustancia ni espiritualidad. ¿Han notado que hay jóvenes que
pasan una hora hablando de la ropa que tienen? O lo que desean, que su mente está llena de las marcas
y se pasan horas viendo revista para ver las tendencias.

Nos fijamos de la ropa de cada persona en el culto y criticamos o dejamos de ir a la iglesia por no repetir
una ropa, eso es vanidad.

En otras palabras el cristiano no debe buscar la vanagloria en su forma de vestir.

V. La vestimenta más importante es un asunto del corazón.

…no con peinado ostentoso, ni oro, ni perlas, ni vestidos costosos,(B)

1Ti 2:10 sino con buenas obras, como corresponde a mujeres que profesan piedad.

1Pe 3:3 Vuestro atavío no sea el externo de peinados ostentosos, de adornos de oro o de vestidos
lujosos,(B)

1Pe 3:4 sino el interno, el del corazón, en el incorruptible ornato de un espíritu afable y apacible, que es
de grande estima delante de Dios.

No podemos vestir de una manera correcta como creyentes, si primero no trabajamos en nuestro
corazón.

El corazón es el centro del asunto. El núcleo de nuestro ser, la esencia de lo que somos. Es el lugar
donde nuestra mente y voluntad, nuestras emociones y convicciones se unen para darle forma a lo que
creemos y las elecciones que hacemos. Nuestra conducta está determinada por lo que se encuentra en
nuestro corazón. Lo vemos expresado en las escrituras en Proverbios 27.19.

Pro 27:19 Como en el agua el rostro corresponde al rostro,

Así el corazón del hombre al del hombre.

La claridad del agua para reflejar la cara (sea el hombre o sea alguna otra cosa) se compara con el
corazón, que refleja la verdadera realidad del hombre. Un dicho popular afirma que “se ven caras pero
no corazones”, acentuando lo difícil que es ver el corazón humano. No es así con Dios, quien puede ver
sin dificultad el corazón del hombre. En conclusión, enseña que el agua y el corazón no pueden
falsificarse.
Debemos de estar alertas porque nuestro corazón tiene una falla grave:

Jer 17:9 Engañoso es el corazón más que todas las cosas, y perverso; ¿quién lo conocerá?

Jer 17:10 Yo Jehová, que escudriño la mente, que pruebo el corazón, para dar a cada uno según su
camino, según el fruto de sus obras.

Entonces chicas, debemos de cuidar nuestro corazón (Prov. 4.23) porque de el mana la vida, o sea
surgen todos los asuntos de nuestra vida y como vimos en Jeremías, Dios prueba los corazones.

La manera como vestimos y nos comportamos muestra lo que está dentro en la mayoría de los casos.

Si en mi corazón yo solo tengo vanidad, voy a vestirme extravagante. Si en mi corazón mi deseo es ser
sexy, voy a vestir provocativa, si no estoy contenta con mi género, voy a vestir como hombre, etc…

¿Por qué es importante el interior y no tanto el exterior?

2Co 4:16 Por tanto, no desmayamos; antes aunque este nuestro hombre exterior se va desgastando, el
interior no obstante se renueva de día en día.

Pro 31:30 Engañosa es la gracia, y vana la hermosura;

La mujer que teme a Jehová, ésa será alabada.

La belleza física y el exterior algún día se va, ¿Qué nos queda y deja huellas? Pues, nuestro interior.

¿Cómo vestimos nuestro interior?

1Pe 3:3 Vuestro atavío no sea el externo de peinados ostentosos, de adornos de oro o de vestidos
lujosos,(B)

1Pe 3:4 sino el interno, el del corazón, en el incorruptible ornato de un espíritu afable y apacible, que es
de grande estima delante de Dios.

1. De humildad, aborreciendo la soberbia y la arrogancia. Hablo de apartar la vanagloria,


envanecimiento o la tendencia a engrandecerse. No sentirnos por encima de los demás. A veces nos
envanecemos a causa de nuestra figura y como nos ven los demás, en vez de humillarnos delante de
Dios. El buen vestir no basta sino lo haces con humildad, considerando a los demás.
2. De una conducta casta y respetuosa, la palabra casta como vimos antes tiene una connotación
moral. Ser pura. Y respetuosa es ser obediente sin miramientos, consideración a la otra persona.
Debemos vestirnos de pureza de corazón y obediencia y respeto a los demás.

3. Una buena actitud, (espíritu afable y apacible)

Afable, humildad de corazón, todo lo contrario a la vanidad, a la soberbia o arrogancia. Amabilidad,


ternura. La palabra afable indica genuina humildad, que no se enfrenta a Dios, ni a los demás. Ausencia
de luchas y disputas. Quietud

Apacible, mansedumbre, no irritada por dentro, ni nerviosa por fuera. Nos habla de tranquilidad que
surge del interior, no está alterada, ni altera a otros.

A veces vemos muchachas muy bien vestidas exteriormente, pero sus actitudes y modo de expresarse
nos dicen que su interior esta descuidado.

Una joven creyente bien vestida es aquella que tiene amor por Dios y los demás y se lo demuestra en
sus actos. Confía en Dios, tiene tranquilidad, autocontrol, no cae presa del miedo, la ira o el descontrol
de sus emociones. Sus virtudes la hacen hermosa.

Tenemos ejemplo:

-Las santas mujeres de Dios

El caso de Sara: sumisa a su marido, le llamaba Señor. Dios nos habla de obediencia, buena conducta,
respeto hacia la función de cabeza de Abraham. Sara dice la Biblia que era de hermoso parecer, pero
Dios no lo menciona solo por su físico sino también que aquí nos habla de la actitud de su corazón y por
eso es digno de mencionarlo en las escrituras.

Gén 12:11 Y aconteció que cuando estaba para entrar en Egipto, dijo a Sarai su mujer: He aquí, ahora
conozco que eres mujer de hermoso aspecto;

Al igual que ella tenemos muchos ejemplos en la Biblia y en nuestro derredor (la iglesia local)

…no con peinado ostentoso, ni oro, ni perlas, ni vestidos costosos,

1Ti 2:10 sino con buenas obras, como corresponde a mujeres que profesan piedad.

4. Con buenas obras,

Por una vida donde el centro sea Cristo y no nosotras mismas. Las buenas obras son más bellas que el
mejor peinado, y más elegantes que el más escogido de los vestidos.
Efesios 2:9-10 nos aclara este asunto al decir que fuimos creados “para buenas obras”. Aunque fuimos
salvos por fe, y “no por obras, para que nadie se gloríe”, la consecuencia normal de la fe y la salvación
son las “buenas obras”. Aquí en Efesios somos llevados primero a los lugares celestiales para sentarnos
juntamente con Cristo, y asumir una posición de descanso, pero luego se nos trae a la tierra para que
hagamos buenas obras.

Nos está invitando a pasar menos tiempo arreglándonos, gastar menos dinero en zapatos, pensar
menos en que vamos a vestir el domingo y a dirigir la gran parte de nuestro tiempo, pensamientos y
recursos en servir a Dios con:

-Acciones justas, puras.

-Poner al servicio nuestros dones y talentos.

-Poner en práctica las manifestaciones del fruto del espíritu en nuestro diario vivir.

Además de estos textos encontramos muchos otros que también nos hablan que debemos vestirnos de
Cristo y que podrían ayudarnos a crecer en esta área:

Rom 13:14 sino vestíos del Señor Jesucristo, y no proveáis para los deseos de la carne.

Col 3:12 Vestíos, pues, como escogidos de Dios, santos y amados, de entrañable misericordia, de
benignidad, de humildad, de mansedumbre, de paciencia;

Col 3:13 soportándoos unos a otros, y perdonándoos unos a otros si alguno tuviere queja contra otro.
De la manera que Cristo os perdonó, así también hacedlo vosotros.(F)

Col 3:14 Y sobre todas estas cosas vestíos de amor, que es el vínculo perfecto.

1Pe 5:5 Igualmente, jóvenes, estad sujetos a los ancianos; y todos, sumisos unos a otros, revestíos de
humildad; porque:

Dios resiste a los soberbios,

Y da gracia a los humildes.

5. Como nos corresponde,

Se refiere al respeto propio de la mujer relacionada con su respeto por Dios.

Si eres cristiana, viste de acuerdo a eso. Que puedan ver a Cristo, que no quede escondido entre tu
extravagante maquillaje, tu ropa cara y zapatos de marca. Y ¿Cómo corresponde? Ya lo hemos dicho
antes con pudor, modestia, con decoro y castidad. Como Cristo lo haría.

Debemos de dejar idea que desea insertarse en las iglesias de hoy de que “el vestir no tiene nada que
ver con tu fe”, el vestir si tiene mucho que ver, ya que refleja y es un espejo de lo que eres.

VI. El propósito y motivación de una hija de Dios al vestirse.


-Glorificar a Dios, ser de estima a El

1° Corintios 10:31 Si, pues, coméis o bebéis, o hacéis otra cosa, hacedlo todo para la gloria de Dios.

Colosenses 3:17 Y todo lo que hacéis, sea de palabra o de hecho, hacedlo todo en el nombre del Señor
Jesús, dando gracias a Dios Padre por medio de él. 23 Y todo lo que hagáis, hacedlo de corazón, como
para el Señor y no para los hombres;

¿Cómo le glorifico con mi forma de vestir?

Haciéndolo de la manera correcta, aplicando en todo tiempo los principios que hemos enseñado hoy.
Que mi corazón este bien vestido de cada una de las cualidades estudiadas y no buscar otras
motivaciones equivocadas al vestirme. Como las siguientes:

Provocar a los hombres

La hija de Dios debe vestirse con pudor, reflejando un buen testimonio en su vestidura. Si una mujer se
viste muy provocativa, si muestra parte de sus senos, parte de su espalda, parte de sus piernas, o deja
entrever su sostén, lo único que logrará es que las personas del sexo opuesto la codicien y adulteren con
ella en su corazón.

Nuestro Señor Jesucristo enseñó: “Oísteis que fue dicho: No cometerás adulterio. Pero yo os digo que
cualquiera que mira a una mujer para codiciarla, ya adulteró con ella en su corazón” (Mateo5:27-28).

Podemos estar haciendo tropezar a otros con nuestra vestimenta:

Rom 14:13 Así que, ya no nos juzguemos más los unos a los otros, sino más bien decidid no poner
tropiezo u ocasión de caer al hermano.

No se niega que el hombre puede codiciar la mujer más modesta, pero la mujer cristiana debe estar
segura que ella no use ropa provocativa que cause tal codicia.

Comprendamos algo:

El hombre fue creado para estimularse sexualmente, por lo que ve, a diferencia nuestra. Cuando ve a
una jovencita con sus partes íntimas expuestas, esto puede llevarlo a desearla sexualmente y de esta
forma podemos llevarlos a pecar. Esto los hace mirarnos con lujuria, fantasear y excitarse, por eso
debemos tener cuidado con nuestra vestimenta.

· ¿Está Dios en desacuerdo con que vistamos bien o nos adornemos?

Se debe aclarar de una vez que la Biblia no se opone a que la mujer adorne su persona para ser
presentable y atractiva. No hay virtud alguna en ser indiferente y negligente en esto. La mujer es la obra
maestra de Dios y El mismo le dio belleza. La mujer cristiana debe adornarse de acuerdo a esta belleza.

1 Ped. 3:4,5, "que vuestro adorno no sea externo: sino que sea la persona interior del corazón, en el
incorruptible ornato de un espíritu afable y apacible". No prohíbe el adornar la persona. Significa "no
solamente el externo, sino aun más importante el interno". Dice la Versión New King James, "no
meramente el externo".

Estos textos enfatizan que el adornar no se trata meramente de la ropa, joyería y cosméticos, sino de la
relación entre tales adornos externos y el carácter y el testimonio; es decir, la ropa debe ser
consecuente con lo que es, una cristiana, hija de Dios. Como dice el v. 10, "como corresponde a las
mujeres que profesan la piedad".

¿Estos versículos dicen que no tenemos que peinarnos bien, ni usar joyas, ropas bonitas? Por supuesto
que no, la biblia solo dice que este tipo de belleza se desvanece y no podemos depender de ella. La
belleza física no dura para siempre, sin embargo la belleza que viene de amar y servir a Dios con un
corazón alegre permanece.

VII. Algunos principios, protocolo y pautas a tomar en cuenta al elegir una pieza de vestir.

· ¿Sin importar si es falda o pantalón lo que visto es modesto, decoroso, exhibe pudor, vende
santidad en cambio incita a los hombres a la lujuria?

· ¿Dedico más tiempo a Dios y a obedecer su palabra que a arreglarme?

· ¿Presto más atención al bienestar de mis hermanos y personas a mí alrededor que a mi ropa,
cosméticos etc…?

· ¿Soy conocida por ser una persona bien vestida físicamente o por mi buena conducta y actitud? En
el mejor de los casos ambas cosas, siendo la segunda la que mas debe de destacar.

· ¿Estoy consciente de que Dios prueba el corazón y no se guía por lo que ve fuera?
· ¿Se que descuidar mi aspecto físico también está mal delante de Dios?

Además de todo lo antes visto antes:

Debemos de tomar algunas cosas en cuenta a la hora de vestirnos, tales como:

Plantearnos 3 cuestiones básicas, en que estación del año se celebra, a qué hora y que grado de
formalidad tiene el acto.

La gama de colores claros es recomendable para las mañanas, dejando para la tarde los tonos medios y
la noche los oscuros.

Debemos vestir de acuerdo a la ocasión. No vestiríamos un traje para ir a ver un juego de basketball.
Entonces, por protocolo debemos de elegir sabiamente como vestirnos para un culto el domingo en la
mañana que es diferente a una reunión de jóvenes por ejemplo.

Cualquiera sea la vestimenta, calzado o maquillaje que usen las mujeres cristianas en cualquier cultura o
sociedad, deben estar basados en estos tres principios: El de ser decorosos (apropiado y de buen gusto),
con pudor (apropiada, aceptable de una mujer cristiana, que no sea sexualmente provocativa) y con
modestia (libre de orgullo, pretensión y vanidad) especialmente cuando se asiste a la casa de Dios.

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