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FUNDAMENTACIÓN TEÓRICA

NIVELES DE LECTURA

Todos los lectores no se acercan al texto con la misma perspectiva. La efectividad del proceso
lector, depende en gran medida, del nivel de competencias que maneje en su experiencia
comunicativa. Estos niveles son descritos por Pérez (2003, 40-43)4 así:

La lectura de tipo literal / Comprensión localizada del texto


En este nivel se explora la información que se encuentra explícita en el texto es decir, en la
estructura superficial y que constituye el mensaje que el autor quiere transmitir. Responde con
facilidad a las preguntas de información: qué quién, cuándo, dónde. En otras palabras, no
se profundiza en el contenido textual y se limita a indagar acerca de los enunciados que lo
conforman. El lector no trasciende lo que la lectura expresa y por lo tanto no ahonda en otros
sentidos que puedan derivarse de él y se limita a explicar lo que el texto dice. En este tipo de
lectura se analizan los siguientes aspectos:

Transcripción: se refiere al reconocimiento de sujetos, eventos u objetos, mencionados en el texto


o el reconocimiento del significado literal de una palabra, una frase, un gesto, un signo, etc.

Paráfrasis: entendida como la traducción o reelaboración del significado de una palabra o frase
empleando sinónimos o frases distintas sin que se altere el significado literal.

Coherencia y cohesión local: se refiere a la identificación y explicación de relaciones sintácticas y


semánticas entre los componentes de un párrafo o dentro de una oración.

Lectura de tipo inferencial / Comprensión global del texto.


Se preocupa por reconstruir el sentido del texto a partir de inferencias realizadas con base en la
información que lo caracteriza. En ella, el lector pone en juego su capacidad para realizar
deducciones y descubrir a partir de las pistas y claves que el texto sugiere los mensajes implícitos
en su contenido. Busca el establecimiento de las diversas relaciones lógicas que lo estructuran
para acercarse a los valores sociales y culturales planteados por el texto y su conexión con códigos
más amplios. El mundo del conocimiento y el mundo cotidiano se funden
para dar paso a la simbolización propuesta por la cultura y se encuentra condensada en la lectura.
En ella se pueden destacar los siguientes componentes:

Enciclopedia: Se trata de la puesta en escena de los saberes previos del lector para la realización
de inferencias.

Coherencia global – progresión temática: se refiere a la identificación de la temática global del


texto (macroestructura) y al seguimiento de un eje temático a lo largo de la totalidad del texto.
Coherencia global – cohesión: se refiere a la identificación y explicación de relaciones de
coherencia y cohesión entre los componentes del texto para realizar inferencias.

Intencionalidad y superestructura: se trata de explorar el reconocimiento de las intenciones


comunicativas que subyacen a los textos así como el reconocimiento del tipo de texto y respuesta
a la intención de comunicación.

Lectura crítica intertextual / Comprensión global del texto.


En este tipo de lectura se produce la verdadera abstracción de lo leído, al tener la posibilidad de
tomar distancia del texto, para presentar un punto de vista particular sobre él y relacionar esos
nuevos mensajes con la experiencia previa acumulada en su interactuar con el medio. Como los
actos de lenguaje sólo pueden ser explicados de acuerdo con el contexto situacional en que son
emitidos, en este nivel se espera que el lector devele esa intención, lo que exige la permanente
contrastación entre lo explícito y lo implícito, es decir, entre lodicho por el texto y lo que se puede
deducir a partir del análisis del contenido textual. Lo anterior, relacionado con la
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cotidianidad del lector, facilita la toma de posición frente a lo leído y el desarrollo de inferencias
a partir de la comparación entre la información que recibe en el mundo de la escuela y la
información proveniente del mundo en que habitualmente se desenvuelve (Álvarez, 2001). Además
pretende indagar sobre las formas como el lector utiliza los saberes del texto con la intención de
trascender el sentido literal de la lectura y proyectarlo a la cotidianidad. Exige la valoración del
sentido del texto como una fuente de reconstrucción de la realidad social con miras a explicar los
fenómenos, adentrarse en la problemática humana, establecer posibilidades de solución y
determinar alternativas de cambio en el logro de una comunidad responsable, comprometida y
justa (Jurado y Bustamante, 1985). La conciliación entre conocimiento, cultura y cotidianidad es el
horizonte de este componente del proceso lector.

Es importante tener en cuenta los siguientes elementos:


Toma de posición: tiene que ver con asumir por parte del lector, un punto de vista sobre el
contenido total o parcial del texto. Se recomienda primero escuchar (leer) muchas voces,
analizarlas y luego con suficientes elementos de juicio, emitir la propia voz.

Contexto e intertexto: Se refiere a la posibilidad de reconstruir e identificar el contexto


comunicativo e histórico de aparición del texto, y la posibilidad de establecer relaciones con otros
textos en cuanto a su forma y su contenido.

OTROS ELEMENTOS DE FUNDAMENTACIÓN TEÓRICA

LAS RELACIONES TEXTUALES DE COHESIÓN Y COHERENCIA

En esta segunda unidad se hará énfasis en el proceso de construcción del texto escrito, por lo cual
se hace necesario abordar dos aspectos fundamentales en la redacción: la cohesión y la
coherencia, sin olvidar que un discurso escrito, bien estructurado, requiere también de la
adecuación y del uso correcto de las reglas ortográficas y gramaticales. Se advierte que las
dos primeras propiedades están estrechamente ligadas, por un lado, con la comprensión de
textos, pues se le ha relacionado en diversas ocasiones con el éxito en la comprensión de lectura,
con la capacidad de resumir y de recordar textos, y con el procesamiento de la información; y, por
otro, con la producción de textos, pues son esenciales para lograr relaciones de continuidad y
secuencia entre las ideas además de unificar el significado global del texto.

Pero es preciso que se establezca con claridad la distinción entre estos dos conceptos. Para
hacerlo se debe diferenciar también entre forma (expresión) y contenido, significado superficial y
estructura profunda7, entre oración y proposición.

Todo texto es una unidad semántica que consta de dos planos o estructuras, un plano del
contenido y un plano de la forma o expresión. La primera estructura es un proceso de pensamiento
y está constituida por la organización lógica de las ideas o proposiciones8 que conforma la
estructura profunda. Se entiende por estructura profunda la que va más allá de la estructura
superficial, es decir, la que profundiza, la que analiza, la que no se encuentra en la superficie del
texto, sino que se infiere, a partir de las pistas o ideas dadas en la estructura superficial. En otras
palabras, con base en lo que dice el texto, se deduce lo que no se dice. Cabe señalar, por otra
parte, que las proposiciones pertenecen al campo del pensamiento, de las ideas, pero un texto
da cuenta no sólo de unas proposiciones sino también del énfasis con el cual ellas son expresadas.
La segunda es la expresión lingüística de ese pensamiento previamente organizado. Para esta
expresión lingüística del pensamiento nos valemos de oraciones, las cuales conforman la
estructura superficial. Como se mencionó anteriormente, esta estructura es la que se
encuentra explícita en el texto y pertenece al nivel literal de lectura.

Las relaciones textuales de coherencia son de naturaleza semántica y nos remiten al significado
global del texto. Las relaciones textuales de cohesión son de naturaleza sintáctica y léxico-
semántica. Se establecen entre palabras y oraciones de un texto para dotarlo de unidad. Un texto
altamente cohesivo siempre será más comprensible que otro que no lo sea tanto.
El siguiente cuadro puede ilustrar mejor la diferencia entre estas nociones:
.

2. Los conectivos
También son llamados conectores o marcadores del discurso, sirven para establecer relaciones
lógicas entre las oraciones de un texto. Cumplen funciones específicas dentro del texto que
permiten al lector anticiparse al sentido en que el escritor manejará la siguiente idea. Por eso están
clasificados teniendo en cuenta la relación que establecen al interior del texto. (Ver instructivo)

3 Los signos de puntuación. Estos signos contribuyen a la correcta expresión y


comprensión de los mensajes escritos, facilitan la organización del pensamiento lógico y
evitan la ambigüedad e interpretaciones erróneas.

Coherencia
La coherencia es una característica esencial de ese plan global, de esa organización secuencial y
estructurada de los contenidos. Es la propiedad mediante la cual la interpretación semántica de
cada enunciado depende de la interpretación de los que le anteceden y le siguen en la cadena
textual, y también de la adecuación lógica entre el texto y sus circunstancias contextuales. Por eso,
un texto es coherente si en él encontramos un desarrollo proposicional lógico, es decir, si sus
proposiciones mantienen una estrecha relación lógico-semántica. La coherencia se refiere a la
unidad de pensamiento, de sentido, por lo tanto está estrechamente ligada a la selección de
información de acuerdo con las ideas relevantes a tratar. Mientras la cohesión obedece a
criterios formales, la coherencia obedece a criterios relacionados con la intención comunicativa

Teun Van Dijk ha propuesto la noción de macroestructura para caracterizar estos aspectos.
Recordemos quela macroestructura es un esquema que contiene todas las informaciones del texto
y las clasifica según su importancia y sus interrelaciones. De igual manera, se recalca la relevancia
del reconocimiento de las palabras claves y de las oraciones temáticas en la elaboración de dicho
esquema.

Cuando hablamos de coherencia, nos estamos refiriendo además a los mecanismos que permiten
concebir un texto como el resultado de un equilibrio entre la progresión y la redundancia
informativa. Las relaciones de coherencia se pueden observar desde varios aspectos:
a. Coherencia local: la relación entre las palabras, en donde se expresa una idea clara y se
mantiene el sentido lógico de la expresión.
b. Coherencia lineal: la relación entre las oraciones, en donde una oración tiene relación con la otra
y mantiene el sentido en la expresión.
c. Coherencia extensional: la relación entre los párrafos, en donde los párrafos mantienen una
relación temática desarrollando la misma idea, conservando la unidad en el sentido del texto.
d. Coherencia global: la unidad temática que se demuestra a través del desarrollo del texto
completo.
Retomando la idea al inicio de la presente unidad, se destaca también la importancia de la
adecuación en el discurso escrito. De acuerdo con Cassany (1997), se entiende por adecuación, la
propiedad del texto que permite diferenciar la variedad y el registro que es necesario emplear de
acuerdo con la finalidad comunicativa y el tipo de texto. Lo expresado por este autor ya ha sido
señalado con otros términos en la Teoría de la Enunciación y conviene revisar y confirmar que la
adecuación se ha tenido presente en cada uno de nuestros escritos.

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