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Final Relaciones Humanas
Final Relaciones Humanas
o Relaciones Interpersonales
Las habilidades sociales son el conjunto de conductas y actitudes que realiza una persona ante
la interacción con otros individuos; están formadas por la expresión de opiniones, sentimiento y
deseos. Forman parte de nuestra naturaleza por lo tanto se desarrollan desde los primeros
meses de vida y están presentes en todas las etapas evolutivas.
Estas nos ayudan a relacionarnos con los demás; a integrarnos y comunicarnos de manera
efectiva con la sociedad que nos rodea. Son fundamentales en el día a día porque
proporcionan bienestar y calidad de vida, así como facilitan el desarrollo y mantenimiento de
una sana autoestima.
Por el contrario, las personas con pocas habilidades sociales, pueden sentir estrés, malestar y,
con frecuencia emociones negativas (frustración, ira, sensación de ser rechazado o
infravalorado…), además, las personas con deficiencia en habilidades sociales son más
predispuestas a padecer alteraciones psicológicas como ansiedad y depresión.
Hay personas cuyas capacidades son bastante limitadas y, sin embargo, son grandes
triunfadores en el terreno profesional y personal. Y ocurre, también de forma inversa: hay
personas con capacidades impresionantes y son incapaces de rentabilizarlas por sus escasas
habilidades sociales.
Las habilidades sociales se aprenden desde una edad muy temprana, por lo que tanto padres
como educadores tienen un papel muy importante en este campo. Como la mayoría de
aprendizajes que realizamos a lo largo de nuestra vida las adquirimos a través de los siguientes
mecanismos:
Mediante la experiencia: cuando ponemos en práctica alguna habilidad y comprobamos que
obtenemos una respuesta positiva por parte de las otras personas.
Mediante aprendizaje verbal: este aprendizaje se produce cuando otra persona nos dice
cómo nos tenemos que comportar en un contexto social.
Para que logremos adaptarnos de manera satisfactoria a las diferentes situaciones que se nos
presentan en el día a día es fundamental tener un buen repertorio de habilidades sociales.
Entonces seremos capaces de generar buenos vínculos con otras personas, así como otros
aspectos muy importantes y que están relacionados con la satisfacción vital, como son el
defender nuestras opiniones y expresar nuestros sentimientos.
Lo bueno es que todo lo que suponga ser una habilidad puede ser aprendida y desarrollada
con la práctica, es decir, se puede entrenar hasta desarrollarse.
El Optimismo
Ser optimista te ayudará a ver la vida con buenos ojos y a no cargarte con
pensamientos negativos. Además, ser positivo atrae a los otros como un imán.
La Empatía
La Diligencia
La Asertividad
Que consiste en expresar de forma adecuada las opiniones personales, defendiendo los
propios derechos, incluso en situaciones en las que se sabe que habrá varias personas
que se opondrán y tendrán otro punto de vista.
La Cortesía
La gente educada siempre tiene más posibilidades de triunfar, porque ser cortés implica
valorar y respetar a los demás.
Saber conversar implica saber escuchar. Sin la capacidad de escuchar con atención, no
solo no serás capaz de aprender ni de intercambiar información, sino que tampoco será
capaz de entender una crítica constructiva que te ayude a mejorar.
La Resiliencia
Expresar amor, agrado y afecto . Hay personas a las que les cuesta decir
te quiero, pedir un favor o bien decir que no.
Al vivir en sociedad y que esto forme parte de nuestra naturaleza, es comprensible que estas
habilidades se vayan ejercitando y desarrollando desde los primeros meses de vida, estando
presente en todas las etapas evolutivas.
Resulta muy importante, por lo tanto, prestar especial atención a como nos desenvolvemos con
los demás, si nuestros vínculos sociales son satisfactorios, si mantenemos relaciones sanas, y
si estas relaciones que mantenemos nos aportan aspectos fundamentales como: conocernos
mejor a nosotros mismos y por lo tanto comprender de manera más adecuada el mundo que
nos rodeas; ya que la interacción con los demás repercute en todos los ámbitos de nuestra
vida.
Es prudente hacer hincapié, en el hecho de que las habilidades sociales pueden aprenderse de
adulto a través del entrenamiento. El entrenamiento suele constar de una parte de terapia
individual y otra parte de práctica en grupo, pues es así como se maximizan los resultados y se
integran en la vida de la persona para que luego las pueda usar de modo natural en sus
relaciones. Asimismo, los niños también pueden beneficiarse de un entrenamiento en
habilidades sociales si, por el motivo que fuera, no las estuvieran aprendiendo correctamente.