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Pavalofa Pedigey Reger, : Pag. 247 ~ 2%. ORG 4, ZolY. La motivaci6n de las resoluciones judiciales como argumentacién juridica ropaje de una supuesta “interpretacién conjunta’~ eligié una de las normas atendiendo a las caracteristicas del Impuesto General a las Ventas ya la importancia de los libros y registros contables respecto de dichas caracteristicas. Es decir, la Sala Plena, aunque no realiz6 propiamente una ponderacién entre principios, resolvié el conflicto considerando, de algtin modo, las razones subyacentes. Una justificacién adecuada requeriria desarrollar la pondera- cin entre principios; sin embargo, sirva esta breve referencia para connotar que en los casos de antinomias irresolubles por los clisicos criterios de solucién, la respuesta no es la creacién de derecho ex novo, sino la determinacién de las razones subyacentes a las reglas; y, cl peso de las mismas en el caso concreto. 2.1.2, Los conflictos entre principios constitucionales y el test de proporcionalidad 2.1.2.1. Planteamiento No existe mayor discrepancia doctrinaria sobre el hecho de que las Constituciones modernas, con rasgos como la incorporacién de normas con contenidos materiales que resultan vinculantes no solo para los poderes piiblicos, sino también para todas las personas; de eficacia directa y gran fuerza expansiva, han influido de manera pro- funda y determinante en la argumentacién juridica de abogados y juzgadores. La constitucionalizacién del ordenamiento juridico ha ‘dado lugar a t6picos como “no existen zonas exentas del contol constitu- ional’ y todos o casi todos los conflictos normativos pueden principializarse”, es decir, convertirse en conflictos entre principios'*). Estos t6picos sumados a la idea de que para resolver esta clase de conflictos debe recurrirse a la ponderacién en sentido amplio o al denominado test de proporcionalidad (idoneidad, necesidad y proporcionalidad en 8 “En las Consttuconesrematerializadas de nuesto tiempo es relativamente fil vinculr una regla a un principio a derecho consttucinal, casi siempre habtdalguno. Por tanto (cs) cualquier caso [uede, potencialmente,presentarse como un conflict entre principios: basta con poner de relieve el principio o bien constitucional que hay deeds de la regia aplcable y confontalo con oro principio ‘onsitucional que juega en sentido conrario", GASCON ABELAN, Marina y GARCA FIGUEROA, Alfonso, La argumentacion en ef Derecho, ct, p. 315. 247 RoceR Zavatera RopRiGUEZ sentido estricto), en la practica han dado lugar a que el control cons- titucional, a través del use de este instrumento argumentativo, se haya extendido no solo a las ‘normas” (leyes'*), ordenanzas municipa- les\#) y regionals), sino también a los actos piiblicos (actos adminis- trativos\* y resohuciones judiciales("®®) -incluyendo cautclares="), asf como a los més variados actos de los particulares (emisién de no- ticias o informaciones por medios periodisticos™, asf como pro- gramas de entretenimiento“), acuerdas relacionados con una so- ciedad“), expulsiones de alumnos de centros educativos'*”), etc.). Pero el campo de la ponderacién no se queda alli. En el Peri, ‘cuyo modelo de contro! constitucional no solo es concentrado, sino también difuso, el manejo de la ponderacién lejos de ser exclusivo dc losjueces constitucionales, tiende a extenderse a todo tipo de pro- ceso judicial, asf como también a los procedimientos administrativos y alos arbitrajes, dado que el Tribunal Constitucional ha estableci do que el control difuso también puede ser ejercido en estos Ambi- tos(#6®), para cuyo efecto es aplicable el test de proporcionalidad“™), Desde la perspectiva de los abogados, las ideas consistentes en que todo conflicto normativo puede ser “principializado”, y que los conflic- tos entre principios deben resolverse mediante la aplicaci6n del test de proporcionalidad, vienen incidiendo en las estrategias procesales 9 STC Ns, 00017-2008-Al y00032-2010-A, por ctr un par de ejemplos. Wo STC N° 00037-2012.AA. En exe titimo caso Se considerd que la imerpretacién sealirada ’or ura Sala Suprema de una determinada dsposicién legal era inconstitucionaly, consecuentemente, ects la nulidad de la sentenca wn STC N°, 03901-2007-PA y 02098-2010: (82 STCN*s, 00815-2007-HC, 00579-2008-AA y 02132-2008-8 149) STCN® 01209.2006.AA, > we STC N® 04611-2007-AA 9 STCN? 6712-2005-HC. (STC N° 00228-2005-0A Wo STC N*s, 01182-2005-AA y 005352008-AA, (we En relacidn con el control difuso en las procedimientos adminsratvos, véase Ia STC N° (03741-2004. Respectoal conta dso en e afotzaje, vase la SIC N2 QU1AT-2011-AA, 0 STCN® 02132-2008-8A, 248 4a motivacin de las resolucones judiciales como argumentacién juridica planteadas de cara a un conflicto. Asf, no faltan casos en que determi- nados conflictos que se consideran tipicos de la justicia ordinaria (¥. gt. impugnaci6n de resoluciones administrativas, nulidad de acuerdos societarios, et), son planteados como conilictos constitucionales que precisan ser resueltos por medio del indicado test. Esta es una de las formas como se intenta pasar por alto causales de improcedencia de los rocesos constitucionales, como las referidas a que el derecho invoca- do tenga sustento constitacional directo y no exista una via igualmente satisfactoria para la proteccién del derecho constitucional afectado. Al mismo tiempo, es una de las formas como suelen entrar conflictos tip- os de la justicia ordinaria en una via residual, como es el amparo. La estructura del test de proporcionalidad es harta conocida: se requiere que el medio elegido para la consecucién de un fin cons- titucional sea idéneo; que sea igualmente necesaria entre aquellos que revistan, cuando menos, el mismo nivel de idoneidad; y propor- cional en sentido estricto, es decir, que el grado de satisfaccién de los derechos 0 bienes constitucionales que busca proteger u optimizar sea mayor que la afectacion que genera sobre el contenido de los de- rechos restringidos. Pero, mas alld de esta estructura ~que se repite constantemente en las sentencias del Tribunal Constitucional, dan- do una cierta apariencia de claridad-, cabe preguntarnos: gen qué consiste, exactamente, la idoneidad?, :qué implica la necesidad del medio?, :cémo debe entenderse la proporcionalidad? Las respuestas a estas intas no son baladies, sobre todo si se tiene en cuenta Pr que la aplicacién del test de proporcionalidad entraiia una mayor indeterminaci6n del derecho y, si no se tienen claras las cosas 0 el juez constitucional omite arbitrariamente su consideraci6n, puede convertirse en el instrumento perfecto para que gencre o “legitime” actos arbitrarios, o para que invada competencias prapias del legis- lador o Ia administracién publica, con la consecuente violacién at principio de separacién de poderes. 2.1.2.2, Los conflictos entre principios constitucionales Una de las principales caracteristicas de las sociedades contem- porneas es su pluralismo. No todos pensamos igual, tampoco te- nemos las mismas creencias, concepciones, valores € intereses. Esta caracteristica no es ajena a la Constitucién, pues ella -como norma 249 Roce E. Zavattra RomeiGuer suprema que regula un determinado entramado social- debe in- corporar los valores que se consideran esenciales en una sociedad democratica, pero sin establecer jerarquias, Srdenes de prelacion 0 excepciones entre los mismos‘7®), Asi, la Constitucién reconace un conjunto de normas materiales que reflejan la pluralidad de valores y concepciones de justicia que estén presentes en la sociedad: reco- noce el derecho a la libertad de empresa, pero también el derecho a vivir en un medio ambiente saludable y equilibrado; la libertad de expresi6n y el derecho a la huelga, pero también el derecho al orden paiblico; ef derecho de propiedad, pero también su funcién social; la libertad de informacién, pero también el derecho a la vida privada, ‘etc. En este sentido, la Constitucién no constituye un pacto en torno a principios comunes, jerérquicamente organizados y plenamente co- herentes entre sf, sino un pacto logrado sobre la base de la incorpora- cién de postulados distintos y tendencialmente contradictorios en su aplicacién practica, destinados a regular una sociedad plural'*. 2 «..) no hay que olvidar que los derechos fundamentals tas, sn exit ninguna etn en igualdad de condiciones dentro de la Consttucién” (STC N° 06712-2005+HC, F. N° 0), 0 En la STC N® 00032-20107V TC (F. N° 47 al 49), expedida en el proceso de inconstt- ‘lonalidadseguido conta la Ley N° 28705 (Ley general para la preven y contol de los riesgo del consumo de taco), euesto Tribunal Consttciorl 6 su posicin respect a las implicancis del plu- tlismo, 54s reflexiones las realizé en e context de afi de a limiacion del acto de fur al propio consumo de abaco, como medida consitucionalmente vida a lz del principio de bre sesarcala de la personalidad ye patealismo. En dcha oportunidad sostwvo: 47. Nocabe olvidar, or la dems, que fuera dela manifest violacion de los derechos furda- mentale, citerio deo racial oirracional no pasa. ser mis que un punto de vista, motivo por el cual ‘er se humane tiene el derecho y la esperanza de, pot via dela delberacion respetvosay tolerant, ver converts sus conviceiones minors actuals, en la convicciones de una mayeria del mafana, Después de todo, como ben afamara liver Weldell Holmes en uno de sus famoses votnssngulares, “1a mejor prueba de la verdad es la facultad del pensamiento de hacerseaceptaren la competencia de ‘mercado! voto singular en Abrams vs. United States, 250 U.S. 616 19193. 48, Pero no solo ello. El ibre desarrollo de la personalidad y la ibetades de concienca, ‘pinion y expresién, son fs verientessubjetvas através dela cles se gatantizael pluralism come valor democritico, cwyas diversas manifetaciones a nivel social se encuentran garantiatas conttucio- rnalmente. As se econoce y protege un pluralismo cultura, en tanto arcu, nciso 18, de a Cons- tiycn,establace que toda persona tiene derecho a] su identidad étnicay cultural El Estado reconace y rovege la plurlidad étniay cultural de a Nacin’ s€reconoce un pluraismo social, manifesto, entre ‘otros aspects, en laexgencia de una pluraidad educativa que espeteel mulilinguismoy la dversidad cultural, pero que, asu vez, forente la integracién nacional anticulo 17° de a Constrcion); un plurals. smo polio, al ramovesey garantizarse la libre patcipacén en los asuntospblicos en los procesos clectorales(aticulos 2, inciso 17,30, 32y 38 de la Constiucinl un plralismo econémico,conforme lo sefala expresamente el articulo 60° dela Consitucin, 250 La motivacién de las resoluciones judiciales como argumentacién juridica La raz6n por la cual los principios no se estructuran segtin una jerarquia de valores con contenidos absolutos 0 completamente de- terminados, radica en que ello es incompatible con una sociedad plural. Como bien anota ZAGREBELSKY: “Para que la coexistencia de los principios y valores sea posible es necesario que pierdan su ca- ricter absoluto, esto es, la condicién que eventualmente permitirfa construir un sistema formal cerrado a partir de uno solo de ellos. Concebidos en términos absolutos, los principios se convertirian ré- pidamente en enemigos entre sf. Al final, uno se erigirfa en soberano sobre todos los demas y solo perseguiria desarrollos consecuentes con él. Pero en las Constituciones pluralistas no cabe que esto sea asi. Los principios y los valores deben ser controlados para evitar que, adquiriendo caracter absoluto, se conviertan en tiranos"(*”), Naturalmente respecto a un caso concreto pueden presentarse contradicciones a causa de la concurrencia de dos principios orienta- dos en direcciones opuestas. No hace falta mucha imaginacién para pensar en eventuales conflictos entre la libertad de informacién y el derecho a intimidad, entre la libertad de empresa y el derecho a un medio ambiente equilibrado, etc.(47 En estos supuestos, a dife- 49, Lagarantia cel plralismo es la manera como las sociedades democrticas se ponen a buen recaudo dea apatcion de algo as! como una iran dels valores’, conformea la cual ura mayoria po- _derosa, bajo el angumento de haber descubiero una supuesta verdad dogma, Sojuzga el pensamiento y la accib de una minoria que se apart de ella, la cual, por vis pacifias y democriicas, busca cana Tarsus dudas hacia esa verdad aparente, tentando su rexamen en una relacin dali, Enel Estado ‘Consttuional es pues fundamental instarar algo asl como ura ‘ica de la dod’ eercida al amparo del lore desenvoivimienio dela personalidad y del pensamiento, puesto que en realidad la duda contiene (un elogo a la verdad, pero de una verdad que debe ser siempre re-examinada y redescubierta. Asi ues, laica dela dude noes conrara ala verdad, sino contaria ala verdad dogmatica que es aquella, {que quiere far las cosas de una vez por todas e impedico descalicar aquella crucial pregunta: Serd realmente verdad.) Laética dela duds no significa en absoluo susrees la lamada de o vedade- ro, de lo jst, de lo bueno o del belo sino justamente intentar responder aes llamada en libertad y responsabilidad hacia uno mismo y hacia los dems", Zacaeseisky, Gustavo, Contra la ica dela verdad Trad. de Alvaro Nafez Vaquerc}, Tota, Madi, 2010, pp. 910. (© ZxcHeaise, G., derecho dict (Trad. Marna Gascon, 8 ed, Madrid Tota, 2008, p. 125. © “3 idea de derechos en conflcto es, en verdad, ficilmente aceptable. El derecho de un autoF a publicar una idea, por ejemplo, puede entrar en conflcto con el derecho de un grupo religioso a no Ser ofendido en sus comcciones més profundas0 cn ol derecho de un sujto determinado a conservar swhonor 0 reputacin mora; el derecho 2 la huelga de un grupo de operarios puede entrar en confito con el derecho dels usuarios de determinados servicios piblicos esenciales; el derecho ala salud y ala vida de une madre puede entrar en conflco con el derecho ala vida del nasciturus el derecho ala bre 251 Roses E. ZAVALETA RODRIGUEZ rencia de lo que ocurre con los conflictos entre reglas, no es posible declarar la invalidez de uno de los principios y tampoco establecer una excepcién permanente de uno de ellos a favor del otro, pues la Constitucién no establece un sistema de excepciones 0 prioridades absolutas entre estas normas\*, Para aclarar mejor el panorama es oportuno referirnos breve- mente a los conflictos entre reglas y a los conflictos entre principios, Jo cual -a su vez—implica distinguir a las primeras de los segundos(*), Una regla se caracteriza porque correlaciona un caso genérico (clases de hechos) con una determinada solucién normativa 0 con- secuencia juridica. Cuando dos reglas concurren para la soluci6n del caso concreto, pero con consecuencias incompatibles (por ejemplo, una regla que prohibe lo que otra manda, una regla que permite no hacer lo que otra ordena hacer; 0, una norma que permite hacer lo que la otra prohibe), se dice que estamos frente a un conflicto entre reglas 0 ante una antiromia en abstracto, interna o propia del discurso de validez. En este tipo de conflictos existe una superposicién concep- tual (total o parcial) respecto de las clases de hechos de cada una de las normas, las cuales prevén consecuencias juridicas incompatibles'), Esta caracteristica determina que en este tipo de antinomias no sea Informacion de un medio de prensa puede entra en conflict cone derecho aa intimidado ala imagen ‘de una persona individual. Puede ocr, incluso, que el mismo derecho, recanacid a mhiples sujetos enere conflict en determinadascircunstancias al no poder ser plenamenteejercdo en forma simultnea, or todos, coma ocure con el derecho a exprsar ls propias opiniones o a recibir atencion médica’, -Mexoonca, Daniel, Los deecins en juego, Madrid, Tecnos, 2003, p. 64 104 GaSccn ABELIAN, Marina y Gatci FicutRon, Also, a argumentacin en ef Derecho cp. 306; Pero Sanci L, “El jico de ponderacion consttucinal”,e: El pincipio de proporconalidad en derecho eontemporineo, (Coors. Miguel Carbonell y Pdto Gréndez], Lima, Trta, 2010, 9.91 5 Laexistencia de esa dstncién yen su caso, ses cvaltativao simplemente de grado, no ess ‘exena de discusin en la docrina. Al respecto, puede verse: ATENZA, Manuel y RUZ MANERO, Juan, Las piezas del Derecho, cit, pp. 23-68; PRETO SANCME, L, “Oservaciones sobre antinomias ye cterio de onderacién’, en: Dirt & questioni pubblche, N°'02, cit, pp. 97-114; Avi, H., Teor de Jos pin. Cp [Trad Laura Crado Sénchel, Madrid, Marcial Pons, 2011, pp. 1-172; SCRMANN, eR a tora Prinepaista dels derechos fundamertaes, Mai, Marcial Pons, 2011, pp. 27-50. 496 Guastn, R, “Iterpeetacion de a Consitucién’ Tra. Santiago Oneal en: Interretacion y ‘azonamiento jridico, Vol. Lima, AraEditores, 2010, p56; PRETO SANCHS, L, “El jicio de ponder ‘ién consttucionat’, en: El principio de proporionalad en el derecho contemporéneo(Coords. Miguel Carbonell y Pedro Grindez, ci, p. 84. 252 La motivacién de las resoluciones judiciates como ergumentaciéa juridica condicién necesaria la presencia de un caso concreto; de alli que -en abstracto~ pueden preverse los casos de colisién y cual de las reglas debe prevalecer sobre la otra, Esta prevalencia ocurre ya sea porque una de las reglas es declarada invalida ~por aphicacién de los criterios de jerarquia, de competencia 0 cronolégico-, o porque una de ellas constituye una cldusula de excepcién a favor de la otra, como consecuencia de la aplicacién del criterio de especialidad. Dado que el supuesto de hecho de las reglas comprende una scrie de propiedades genéricas que constituyen las condiciones de apli caci6n de estas, la forma de aplicar las reglas es via la subsuncién, es decir, mostrando que el caso particular es una instancia del caso genérico previsto en la regla y, por ende, cumple con sus condicio- nes de aplicacién. Los principios, a diferencia de las reglas, no establecen un caso genérico. En la clasificacién de VON WRIGTH su estructura corres- ponde a las normas categéricas, esto es, normas cuyas condiciones de aplicacién se derivan exclusivamente de su propio contenido!” “Los principios ~apunta RUIZ MANERO- configuran su caso sin refe- rencia a ninguna circunstancia o propiedad adicional a que exista una oportunidad de realizar la conducta por ellos ordenada; y tal conducta viene ordenada por ellos solo prima facie’). Es decir, no se trata de una conducta que se imponga siempre o en todas las si- tuaciones, sino que es prima facie, porque puede estar sujeta a even tuales excepciones o cualificaciones provenientes de un principio concurrente®). Cuando un principio concurre a un caso concreto © Por ejemplo, bajo la denominacion de principio de fualdad nos refermes ala norma cate sorica que probe discriminar; cuando hablamos del principio de retroactvdad aludimos ala prob bicion de dctar armas retracivs, ef. No siempre los principios tienen una denominacién que los idenitica, pero s une estructura categrica, como ocurre con el deber de promocionar el pero emple, | salud, un medio ambiente sano y equlibrado, © cualquier ot fin colecivo Ct. AGLILO REGLA | Teoria general de is fuentes del Derecho, cit, p. 136-138. (0 Ruiz MaNERO, J, “Las virudes dels reglsy la necesidat de os principio”. Algunas acotacio- esa Francisco Laporta en LARORTA, RUIZ MANERO y RODILA, Certeza ypredecbilidad de las relacines Junoicas, cit, p. 104; ANENZA, Manuel, I derecho como argumentacin, cit, p. 219. 4% En general os derechos no pueden ser bien entendidos como derechos absolute, ellos pueden ser mor Camprendidos, sin embargo, como derechos prima facie, esto es, derechos que se ‘os permite ejercer 2 menos que sean superatos pot agin att derecho, sl, por ejemplo, el dere- cho ala informacién no es un derecho absolute, sno simplemente un derecho prima face, porque 253 RoceR E. ZAVALETA RODRIGUEZ ordenando prima facie la realizacién de una conducia y esta es incom- patible con otra conducta ordenada por otro principio concurrente, estamos frente a un conflicto entre principios®). Por ejemplo, en ciertas circunstancias pueden entrar en conflicto la norma que nos permite expresarnos libremente con la norma que prohibe afectar la buena reputacién de las personas. En relacién con los principios no es posible determinar en abs- tracto y exhaustivamente los posibles supuestos de colisién, por lo que tampoco cabe establecer a priori criterios que nos permitan de- finir la soluci6n para su eventual conflicto. No hay conflicto entre principios sin referencia a un caso, por ello se lo considera como un tipo de antinomia en concreto, externa 0 propia del discurso de apli cacién. A estos conflictos no les son aplicables los criterios de solucién de antinomias (lex superior, competencia, lex posterior lex specials), pues los principios constitucionales tienen el mismo rango, son expedidos por la misma autoridad, son coeténeos y carecen de condiciones de aplicacién que hagan posible establecer entre ellos la relacién de ge- neralidad/especialidad'*. Los conflictos entre principios constitu- cionales se resuelven estableciendo una relacién de preferencia con- dicionada por las circunstancias del caso concreto!*®) ‘en algunas situaciones es superado por algin otro derecho, tal como el derecho a la intimidad, En tuna stuacién particular, pues, el derecno que supera a todos ls demis es el derecho prevalent, el derecho efectivo, el derecho que prevalece en esa situacién si un derecho determirado no pairs ‘et superado por ning otro derecho, en ninguna situacion, ese derecho podra ser considered un derecho absoluto. Una vez que hemos determinado lo que resulta necesaro para que un derecho sea un derecho absolut, podemos apreciar que hay muy pocos derechos, siacaso hay alguno, que sean absolutos. La mayora de nuestros derechos, por lo tanto, son derechos prima facie”, MENOONCA, Da rel, Los derechos en juego, cit, p. 53. > 2 idem, pp. 53.54 \s»GASCON ABELAN, Marina y GARCIA FicueROs, Alfonso, La argumentacién en el Derecho, cit, pp. 251-252; GuASTIN, R,“Inerpretacion de a Consituién” (Trad, Santiago Ortega, en: Inerpetacion Yrazonamintojuridico, Vol. I ct, p. 59 \42 Una poscibncontrariaposula De O110 ¥ PARDO, , Derechos fundamentalesy Constituci, 1 reimpr,, Maid, Civitas, 1992, pp. 137-146, quien defiende la teria del limite intemo 0 contenido ‘ropio de los derechos fundamentaes. Esta teorlapostula que las colisiones de derechos, entendidas ‘como ls stuacones en as que los derechos se limitanrecprocamente al concurien un caso cncret, ‘son en realidad problemas de delimitacién conceptual del contenido de cada derecho. En tal sentido, 254 La motivacién de las resoluciones judiciales como argumentacién juridica Para poner otro ejemplo, si bien la libertad de empresa, com- prende prima facie el derecho de llevar a cabo una actividad ligada al intercambio de mercaderias 0 servicios y, por tanto, participar en el trafico de bienes licitos, dicha libertad no es absoluta, sino que -en determinadas circunstancias— puede ser limitada 0 restrin- gida por parte de los poderes ptiblicos, al amparo de otros dere- chos o bienes protegidos constitucionalmente (¥. gr. derecho a la salud, tranquilidad ptiblica, etc.). Estas limitaciones, sin embargo, tampoco pueden ser absolutas 0 ilimitadas*. El principio de pro- porcionalidad se erige como el Limite de los limites"*"), al exigir que cualquier restriccién a los derechos fundamentales sea idénea para contribuir al logro del fin legitimo que la sustenta; necesaria, es de- cx, ms benigna que otras medidas alternativas que gocen -cuando_ menos- de la misma idoneidad para conseguir la finalidad deseada; Y proporcional en sentido estricto, de manera que logre un cierto eq librio entre los beneficios que su implementacion representa y los perjuicios que ella produce’), {a solucion en estos casos pasta por delimitar adecuadamente ls contorns de cada derecho (bien 0 val) consttuiona involucrado para exclu e conte. No compato esta posicién, no solo porque no parece compatible con a idea de una Consitucén pluralist, sino porque ~camo sea PRETO SANCHS, Justicia consttucionaly derechos fundamentales, ct, p. 220-".) desde la Constitucén, es imposi- ble formula un calogo exhaustivo de los supuests de aplicacin de los derechos, si como todas sus ‘excepciones. Los derechos fundamentals operan como principio (..)y ela significa que no pueden ser taltados al modo dels rela, esto es, seg el criteria de jerargula 0 especialidad”. 0“ ejercicio de ta actividad economia puede limitase. Sin embargo, es preciso que las restricciones legalesadoptadas no enerve esa egfima autonamia, ai como también (tmipoco]impidan los operadores econdmicos rivadosdisefarsu propia estategia para fecer, adqurr, vender o hasta petmutar en el mercado, ello, sin peucia de reconacer que incluso las medidas estataes que pretendan ‘perar Sobre el mbit de las libetades econdmicas deben ser razonablesy proporcionadas” (STC N° (0008-2003-AVTC, FJ. NP 33), 4 “td limite 2 los derechos fundamentals, por trtase de tales, no debe superar, por at lamas, limite de lo its es decir ls principos 6 razonabildad y proporcionalidad (STC N° (04677-2004-AA, FJ. N° 2), “(para declrariainconstiucionaldad de una medida legislative, es pre- iso, demostar ademas desu incidenca sobre el contenido protegids de un derecho, valor o principio protegido constucionalmente, su manifesta desproporcin e imazonabilida. El respeto del principio de proporcionaldad aparece pues como el limite de os limites alos derechos fundamentals” (STC N° (0017-2008-AI, FJ. N° 32) ‘2 Beenat PLuDO, Cates, fl Derecho de los derechos, Bogots, Univenidad Exterado, 2005 , 82. 255 Roces E. ZAVALETA RODRIGUEZ Como los principios no se organizan en una estructura jerar- quizada, cuando se plantea wn caso de conflicto entre principios es necesario establecer una mgla de preferencia condicionada por tas cix- ‘cunstancias del caso particular; esto es, una regia que fije las condi ciones en que un principio debe preceder al otro y, por tanto, sirva para solucionar el caso mediante una argumensacién subjuntiva © clasificatoria. Esta regla se construye a través de una estructura argu- mentativa compuesta por una serie de pasas subsecuentes y preclusi- vos que constituyen el test de proporcionalidad (idoneidad, necesidad y proporcionalidad en sentido estricto). Por medio de esta estructura, el contenido prima facie de los principios es dotado de un contenido definitiva en funcién de las circunstancias especificas y de los grados de restriccién y satisfaccin de los derechos o bienes constitucionales en conflicto, Laaplicacién del test de proporcionalidad no establece un orden de preferencia para todo supuesto de conflicto, es decir, no impone que uno de los derechos confrontados en el caso concreto siempre ‘debe ceder frente al otro derecho que s¢ le opone, ya que ello impli- carfa establecer una jerarquia que no esté en la Constitucién, impo- niendo asi la “tirania del valor™**”), o la “tirania de los muertos sobre los vivos"™4*), Esto, desde nego, no significa que la regla de preferencia sea ad hoc pues, si bien se da a propésito del caso concreto, tiene la pretensi6n de regir para casos similares en sus propiedades relevan- tes, Timitande asf la discrecionalidad en el futuro, en el entendido que para estos casos ya no sera necesaria una nueva ponderacién, 0 Sobre el particular, el Tribunal Constitucional peruano, en ta STC N® G00042011-A, FJ [N° 26, ano: “En reteradajurispradencia ese Tribunal ha precisado que los devechos fundamentals ‘oeden ser limitados,resringidos 0 intervenios en alguna medida cuando dcha limitac6n, restccién 0 intervercion resin justificadasen\a pasteccisn propecional yrazonable de otos derechos funda- mentalesobienes de rlevanciaconstitucional. Por ello se afrma que 1s derechs fewamertales no son absolutos sino relatos, es decir, que el contenido de cada derecho fundamertalno es defintvo sino ‘que en cada. casoconcreto se va.adefnir en funcion de as crcunstancias espectfics y de los grado de resrecign ysatfaccén de los derechs obienescoesitucionales que se encuentren en conflict’. Zacacaeshy,C., El derecho dict (Trad. Marina Gascén 8° ed, Madd, Tota, 2008, 124, Ye Ru Man, L, La consrucién coherent del Derecho, ct, p. 111 256 La motivacién de las resoluciones judiciales como argumentacién juridica pues el conflicto se resolverd con la aplicaci6n de la “regla-resultado de la ponderacién"“*). GUASTINIG®) sostiene que la ponderacién consiste en el esta- Digcimiemto de una jerarquéa axiolégica mévil entre los principios en conflicto, precisando que “jerarquia axiolégica” es una relaci6n valo- rativa establecida (no por ias propias fuentes, sino) por el intérprete ‘mediante un juicio de valor. ¥ esta jerarquia es “m6vil’, porque nadie puede prever cudl ser la solucién del conflicto en controversias fu- turas, Pues bien, si se entiende a la noci6n de “jerarquia axiologica mévil” en el sentido de que la preferencia por uno de los principios constitucionales en conflicto es ad Aoco para cada caso individual; de modo tal que frente a otro caso que pueda compartir sus mismas pro- piedadles relevantes, el juez esti facultado para decidir de diferente manera sin ninguna carga argumentativa, entonces, dicha nocién es contraria al deber de motivaci6n de las resoluciones', En cambio, 4" CERIO, “Los ‘casos’ en el modelo de a ponderacién eientado par regs”, en: eANAL Puuoo, Cates fed), La doble dimension def Derecho. Autordad y raz6n en la obra de Rober Alex, ima, PalestraEditores, 2011, pp. 212-223 y 224, La misma autora sefala que la vinulacin del juer ala regla-esutao dela ponderacién es prima facie; de modo que si el caso presenta caracteisicas que se

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