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Docente:
Sofía Sambrano Ojeda
Talla para la Edad, T(E) El crecimiento en talla es más lento que en peso; así al año' de
vida, mientras que un niño ha triplicado su peso de nacimiento, sólo incrementa la talla en
un 50% (talla promedio al nacer: 50 cm. y al año de vida 76 cm.). Las deficiencias en talla
tienden a ser más lentas y a recuperarse también más lentamente.
Niveles de diagnóstico o puntos de corte de normalidad
En la evaluación del estado nutricional, además de los índices descritos, es necesario
determinar los niveles de diagnóstico, donde se señala si un niño está normal o desnutrido.
La relación entre índices y niveles de diagnóstico o punto de corte se denomina indicador.
La OMS define como desnutridos a niños que se encuentran debajo de menos dos
desviaciones estándar (- 2 DE) de las Curvas de referencia del Centro de Estadísticas de
Salud de los Estados Unidos de América (NCHS). Es decir, define como desnutrición
aguda cuando el peso para la talla P (T) se encuentra debajo de -2 DE Y retardo en el
crecimiento cuando la talla para la edad T(E) está en -2 DE.
Expresión del estado nutricional
el estado nutricional puede expresarse en:
Percentiles
Desviaciones Estándar (DE)
Adecuaciones Porcentuales (%)
Percentiles
Si una serie de datos, como las mediciones de una población de referencia, se coloca en
forma ordenada de acuerdo a la magnitud y los datos se dividen en cien partes iguales, se
llaman percentiles. El percentil 50 corresponde a la mediana.
La presentación del P(E), P(T), T(E) en percentiles, ha sido ampliamente usada en el
seguimiento individual de los niños en los centros de salud. El tercer percentil está muy
cerca a - 2 DE Y cualquier niño que cae por debajo debería catalogarse como desnutrido
(Fig. 2).
Nutrición
La alimentación, los alimentos, la dieta, la nutrición, tienen un importante papel en el
mantenimiento de la salud y en la prevención de muchas enfermedades, incluso antes del
nacimiento, aunque muchas veces no seamos conscientes de ello. Cada día, varias veces al
día, seleccionamos y consumimos alimentos que condicionan nuestro estado de salud, para
bien y, en ocasiones, también para mal. Las deficiencias de hierro, yodo o vitamina A
todavía afectan a una gran parte de la población, especialmente en países emergentes. En
los países desarrollados, las más prevalentes son, sin embargo, las denominadas
enfermedades de la abundancia o enfermedades crónico‐degenerativas (ECD) (obesidad,
diabetes, enfermedad cardiovascular (ECV), hipertensión arterial (HTA), osteoporosis,
algunos tipos de cáncer, etc.), en las que la dieta y sus componentes, nutrientes y no
nutrientes, pueden estar implicados, como factores de protección o de riesgo.
Hoy se sabe que aproximadamente entre un tercio y la mitad de los factores relacionados
con estas enfermedades son factores dietéticos. Podría pensarse que esto es algo poco
esperanzador pues hay que comer todos los días; sin embargo, este aspecto negativo tiene la
contrapartida de que, a diferencia de otros factores como los genéticos, por ejemplo,
tenemos la posibilidad de prevenir o, más exactamente, retrasar la aparición de enfermedad
modificando las características de nuestra dieta. Partimos de la base, por tanto, de que una
gran proporción de las enfermedades que en la actualidad pueden prevenirse están
relacionadas con nuestros hábitos alimentarios. En este sentido, hoy hay un total consenso
en la comunidad científica sobre el hecho de que la elección más importante que la
población puede hacer para influir a medio y a largo plazo en su salud (aparte de dejar de
fumar, aumentar la actividad física y evitar los accidentes de tráfico) es la modificación de
la dieta. (WHO 2005).
La Nutrición puede definirse (Grande Covián, 1984) como el conjunto de procesos
mediante los cuales el hombre ingiere, absorbe, transforma y utiliza las sustancias que se
encuentran en los alimentos y que tienen que cumplir cuatro importantes objetivos:
Suministrar energía para el mantenimiento de sus funciones y actividades,
2. Aportar materiales para la formación, crecimiento y reparación de las estructuras
corporales y para la reproducción,
3. Suministrar las sustancias necesarias para regular los procesos metabólicos, y
4. Reducir el riesgo de algunas enfermedades.
La Alimentación es, también en palabras del profesor Grande Covián (1984), "el
proceso mediante el cual tomamos del mundo exterior una serie de sustancias que,
contenidas en los alimentos que forman parte de nuestra dieta, son necesarias para la
nutrición". El alimento es, por tanto, todo aquel producto o sustancia que una vez
consumido aporta materiales asimilables que cumplen una función nutritiva en el
organismo.
Otro término que se emplea habitualmente es el de dieta, que se define como el
conjunto y cantidades de los alimentos o mezclas de alimentos que se consumen
habitualmente, aunque también puede hacer referencia al régimen que, en determinadas
circunstancias, realizan personas sanas, enfermas o convalecientes en el comer y beber.
Solemos decir: "estar a dieta" como sinónimo de una privación parcial o casi total de
comer. La Dietética estudia la forma de proporcionar a cada persona o grupo de
personas los alimentos necesarios para su adecuado desarrollo, según su estado
fisiológico y sus circunstancias. Es decir, interpreta y aplica los principios y
conocimientos científicos de la Nutrición elaborando una dieta adecuada para el
hombre sano y enfermo.
Como dietas adecuadas, equilibradas o saludables ‐aquellas que contienen la energía y
todos los nutrientes en cantidad y calidad suficientes para mantener la salud‐ hay
muchas, la elección de la más correcta según todos los condicionantes del individuo se
convierte en un arte. Por eso hablamos de la Ciencia de la Nutrición y del Arte de la
Dietética, en la que también interviene la Gastronomía o el arte de preparar con los
alimentos elegidos una buena comida: equilibrada, apetecible y con buena
digestibilidad.
Los componentes de los alimentos que llevan a cabo las importantes funciones antes
descritas se conocen con el nombre de nutrientes. Así, un nutriente es toda sustancia,
de estructura química conocida, esencial para el mantenimiento de la salud que, sin
embargo, a diferencia de otras, no puede formarse o sintetizarse dentro de nuestro
organismo, por lo que debe ser aportada desde el exterior, a través de los alimentos y
de la dieta. Además, si no se consume en cantidad y calidad suficiente, puede dar lugar
a desnutriciones (Beri‐beri, pelagra, escorbuto, etc.) que sólo curarán cuando se
consuma de nuevo el nutriente implicado. Surge el concepto de esencialidad. La
principal evidencia de que un nutriente es esencial es precisamente su capacidad de
curar una determinada enfermedad.
De entre los múltiples y diversos componentes que forman el cuerpo humano, sólo
unos 50 tienen el carácter de nutriente. Es decir, el hombre para mantener la salud
desde el punto de vista nutricional necesita consumir aproximadamente 50 nutrientes.
Junto con la energía o las calorías, obtenidas a partir de grasas, hidratos de carbono y
proteínas, el hombre necesita ingerir con los alimentos 2 ácidos grasos y 8 aminoácidos
esenciales, unos 20 minerales y 13 vitaminas. Por tanto, para que la dieta sea correcta y
equilibrada tienen que estar presentes en ella la energía y todos los nutrientes en las
cantidades adecuadas y suficientes para cubrir las necesidades del hombre y mantener
la salud. El agua, el nutriente olvidado, es también vital para mantener la salud. Otro
componente nutricionalmente importante es la fibra alimentaria o fibra dietética. Todos
estos componentes o nutrientes están amplia y heterogéneamente repartidos en los
alimentos, de manera que la dieta ─es decir, los alimentos o mezclas de alimentos en
las cantidades en que son habitualmente consumidos─ tiene una importante función
suministrando todas estas sustancias esenciales. Así, podemos decir que existe una
única manera de nutrirse aportando la energía y los nutrientes necesarios pero
numerosas, a veces ilimitadas, formas de combinar los alimentos y de alimentarse para
obtener dichos nutrientes. Es importante recordar que no hay ninguna dieta ideal ni
tampoco ningún alimento completo del que podamos alimentarnos exclusivamente,
puesto que ninguno aporta todos los nutrientes necesarios. Sólo la leche puede
considerarse un alimento completo durante los primeros meses de vida.
Los alimentos tienen también otros muchos componentes bioactivos, unos
naturales ─que le confieren sus características organolépticas, etc. ─ y otros añadidos,
cuyo papel con respecto a la salud tienen un gran interés en la actualidad.
Desnutrición
La desnutrición como enfermedad de origen social es la expresión última de la
situación de inseguridad alimentaria y nutricional de una población y afecta
principalmente a los niños y a las niñas. Se caracteriza por el deterioro de la
composición corporal y la alteración sistémica de las funciones orgánicas y
psicosociales. Dichas alteraciones dependen de la edad de iniciación del déficit y de la
calidad de la dieta consumida, que puede ser insuficiente en energía y nutrientes, o
aportar mayor cantidad de energía, pero ser deficiente en proteína y demás nutrientes.
Los casos de desnutrición aguda se presentan con mayor frecuencia en poblaciones
afectadas por la pobreza, con bajo acceso a servicios básicos de salud, agua y
saneamiento básico. Situaciones que aumentan el riesgo de muerte por desnutrición,
especialmente en los niños y niñas más pequeños.
El tipo y la severidad de la desnutrición en niños y niñas menores de 5 años se
clasifican a través de indicadores antropométricos y signos clínicos. En Colombia los
indicadores antropométricos Peso para la talla (P/T) y Talla para la edad (T/E) se
interpretan según los puntos de corte definidos por el Ministerio de Salud y Protección
Social –MSPS (ver Tabla 4). Además, se deben tener en cuenta los hallazgos clínicos y
el análisis de las causas de la desnutrición.
El marco conceptual para el análisis de la desnutrición propuesto por UNICEF, indica
cómo las causas están relacionadas entre sí. Dichas causas se dividen en inmediatas,
subyacentes y básicas y pueden variar dependiendo de cada país, región, comunidad o
grupo social (ver Ilustración 1).
De acuerdo con la OMS hay tres formas de desnutrición:
a. Desnutrición aguda: cuando el puntaje Z del indicador P/T está por debajo de –2DE.
Está asociada a pérdida de peso reciente o a incapacidad para ganar peso, dada en la
mayoría de los casos por bajo consumo de alimentos o presencia de enfermedades
infecciosas (27).
b. Retraso en talla: cuando el puntaje Z del indicador T/E está por debajo de –2DE. Está
asociado con baja ingesta prolongada de todos los nutrientes. Se presenta con mayor
frecuencia en hogares con inseguridad alimentaria y bajo acceso a servicios de salud, agua
y saneamiento básico. El retraso en talla es más severo si se inicia a edades tempranas,
asociado a bajo peso materno, peso y talla bajos al nacer, prácticas inadecuadas de lactancia
materna y alimentación complementaria, y enfermedades infecciosas recurrentes, entre
otros.
c. Deficiencias de micronutrientes: se presentan cuando las personas no tienen acceso o
hábito de consumo de alimentos fuente de micronutrientes, como frutas, verduras, carnes y
alimentos fortificados. Las deficiencias de micronutrientes aumentan el riesgo de
enfermedades infecciosas como la diarrea, la malaria y la neumonía (28).
La desnutrición aguda, el retraso en talla y las deficiencias de micronutrientes pueden
coexistir en un mismo niño o niña.
Desnutrición aguda
La desnutrición aguda se clasifica de acuerdo con la intensidad de pérdida de peso para la
talla en: Desnutrición aguda moderada, cuando el puntaje Z del indicador P/T está entre –
2 y –3DE. Puede acompañarse de algún grado de emaciación o delgadez debida a la pérdida
reciente de peso. Este tipo de desnutrición debe detectarse y manejarse oportunamente,
dado que en poco tiempo el niño o niña puede pasar a desnutrición aguda severa y/o
complicarse con enfermedades infecciosas. Según la evidencia, hay mayor número de niños
y niñas con desnutrición aguda moderada que fallecen por infecciones asociadas (7), (29),
(30). Es una etapa en la historia natural de la desnutrición que puede pasar inadvertida en
los registros y enmascararse en la enfermedad que acompaña la desnutrición.
Desnutrición aguda severa, cuando el puntaje Z del indicador P/T está por debajo de –
3DE. Puede presentarse con edema bilateral hasta anasarca, diferentes grados de
emaciación hasta el marasmo y otros signos clínicos como la adinamia y la falta de interés
por el medio.
Los siguientes términos se utilizan para describir las manifestaciones clínicas de la
desnutrición aguda severa.
Marasmo: se caracteriza por atrofia de la masa grasa y muscular, que el cuerpo ha
utilizado como fuente de energía, dejando “los huesos forrados en la piel”.
• Kwashiorkor: se caracteriza por edema bilateral que inicia en pies y manos y
puede estar acompañado de signos clínicos de deficiencias nutricionales específicas
como lesiones en la piel, cambios en el color del pelo, alopecia difusa, atrofia de las
papilas gustativas y queilosis, entre otros.
Marasmo – kwashiorkor: caracterizado por combinación de emaciación y edema
bilateral. Esta es una forma muy severa de desnutrición aguda. En algunos niños y
niñas, predominan los signos del marasmo y en otros los signos del kwashiorkor.
Los niños y niñas con marasmo pueden permanecer meses y aún años en esta
condición, ajustando el ritmo de crecimiento y otras funciones a la ingesta baja de
todos los nutrientes, mientras no se presenten infecciones u otras patologías
agregadas. En contraste, el niño o niña que recibe dieta baja en proteínas y normal
en calorías tiene menor elasticidad en los mecanismos adaptativos y puede presentar
abruptamente manifestaciones clínicas del kwashiorkor.
Vacunación
Las vacunas te protegen porque contienen solo una parte pequeñísima del germen que
provoca la enfermedad o una versión del germen muerto o debilitado. Si te inyectaran el
germen completo y vivo, contraerías la enfermedad (como el sarampión o la varicela).
Pero, al inyectarte solo una parte diminuta, muerta o debilitada del germen, no contraerás la
enfermedad. Ocurrirá justamente lo contrario. Tu cuerpo reaccionará a la vacuna
fabricando anticuerpos. Los anticuerpos forman parte del sistema inmunitario, y lucharán
contra la enfermedad en el caso de que algún día entres en contacto con ese germen nocivo.
Cuando tu cuerpo está protegido contra una enfermedad de esta forma, se dice que eres
inmune a la enfermedad contra la que te han vacunado. En la mayoría de los casos, eso
significa que no contraerás la enfermedad. Aunque a veces es posible que la contraigas (te
enfermes) pero de una forma leve. Esto puede ocurrir con la varicela. Hasta los niños que se
han vacunado contra esta enfermedad la pueden contraer. Pero lo bueno es que no la suelen
contraer de una forma grave. Un caso leve de varicela significa tener menos granos y
menos picores.
Las vacunas se administran mediante inyecciones provistas de aguja. Una jeringa contiene
la vacuna líquida, y la aguja tiene un agujerito en el centro para que el líquido pase a su
través. Las inyecciones se suelen poner en el brazo o a veces en el muslo.
Primeras vacunas
La buena noticia es que a los niños les ponen la mayoría de las vacunas antes de que
cumplan dos años. Por lo tanto, si eres lo bastante mayor como para leer este artículo, ¡ya te
habrán puesto la mayoría de las vacunas que necesitas! A partir de esa edad, no necesitarás
ponerte muchas más.
Los niños reciben algunas vacunas cuando tienen entre 4 y 6 años La siguiente tanda de
vacunas no se suele administrar hasta los 11 o 12 años aproximadamente.
La mayoría de los niños deben recibir la vacuna contra la gripe cada año. Ahora, en lugar
de una inyección, muchos niños pueden recibir la vacuna en forma de espray nasal. No hay
necesidad de usar agujas. El líquido se rocía en las fosas nasales. La inyección y el espray
nasal tienen la misma eficacia. El médico te dirá cuál sería mejor para ti.
Puesto que la mayoría de los niños de EE.UU. tienen sus vacunas en regla, es muy raro
conocer a alguien que haya pasado enfermedades como el sarampión o las paperas.
Probablemente tu mamá o tu papá habrán presentado en tu colegio una copia de tu cartilla
vacunal. Los colegios y los campamentos de verano la piden porque no quieren que los
niños que se matriculan contagien o contraigan enfermedades graves.
Esquema de vacunacion
6. Resultados (tabla de datos)
7. Análisis de resultados
8. conclusiones
9.Bibliografía
https://kidshealth.org/es/kids/guide-shots-esp.html
https://www.minsalud.gov.co/sites/rid/Lists/BibliotecaDigital/RIDE/VS/PP/lineamiento-
desnutricion-aguda-minsalud-unicef-final.pdf
https://www.google.com/search?
q=carnet+de+vacunas+colombia&source=lmns&bih=657&biw=1366&rlz=1C1CHBF_esC
O840CO840&hl=es&sa=X&ved=2ahUKEwiPlvrEwcTvAhUXYjABHWoyAQ0Q_AUoA
HoECAEQAA
https://www.laloncherademihijo.org/docentes/importancia-peso-talla.asp
https://www.clinicainternacional.com.pe/blog/por-que-son-importantes-
vacunas/#:~:text=Las%20vacunas%20previenen%20la%20propagaci%C3%B3n,h
%C3%ADgado%20y%20de%20cuello%20uterino).
https://www.elrincondelcuidador.es/nutricion/la-buena-nutricion-como-prevencion-de-
enfermedades#:~:text=prevenci%C3%B3n%20de%20enfermedades.-,Se%20sabe%20que
%20la%20mejor%20medicina%20para%20el%20organismo%20es,una%20correcta
%20nutrici%C3%B3n%20e%20hidrataci%C3%B3n.