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Estadísticas culturales.

Una mirada desde la economía


de la cultura*
Luis Fernando Aguado Quintero**

*
Este artículo es producto del capítulo 2 de la investigación Configuración y delimitación de la economía de la cultura:
elementos históricos, analíticos y metodológicos, para superar el período de investigación del Doctorado en Análisis
Económico Aplicado e Historia Económica de la Universidad de Sevilla, España. El autor agradece a dos evaluadores
anónimos sus valiosos comentarios. Los errores que persistan son de exclusiva responsabilidad del autor. El artículo
se recibió el xx-xx-xxxx y se aprobó el xx-xx-xxx.
**
Doctorando en Análisis Económico Aplicado e Historia Económica, Universidad de Sevilla, Sevilla, España; Diploma
de Estudios Avanzados en Teoría Económica y Economía Política, Universidad de Sevilla, 2009; Magíster en Estudios
Políticos, Pontificia Universidad Javeriana, Cali, Colombia, 2003; Economista, Universidad del Valle, Cali, Colombia,
1994. Profesor asistente (en comisión de estudios), Departamento de Economía, Pontificia Universidad Javeriana, Cali.
Correos electrónicos: lfaguado@javerianacali.edu.co y lfaguado@us.es.

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Luis Fernando Aguado Quintero

Resumen
Estadísticas culturales: En el artículo se presenta una revisión de los esfuerzos y de los impedimentos
que implica la delimitación y la medición económica de un complejo sector como
una mirada desde la es el cultural. Para ello se centra en tres aspectos metodológicos: qué bienes y
economía de la cultura servicios se deben incluir, qué metodologías emplear para su valoración y cuá-
les avances usar, a fin de armonizar las estadísticas con las cuales comparar
entre países. Se encuentra que los modelos de delimitación del sector cultural
y el refinamiento de las metodologías que valoran bienes culturales permiten
una mejor comprensión del funcionamiento del sector.

Palabras clave:
Economía de la cultura, bienes culturales, valor cultural, estadísticas culturales.

Abstract
Cultural Statistics: Seen This article presents a review of the efforts and of the impediments that delimiting
and economically measuring a sector as complex as the cultural sector involves.
from an Economics of To do so, focus was placed on three methodological aspects: what goods and
Culture View services to include, what methodologies to employ to assess them, and what
advances to use, in order to harmonize the statistics for country comparisons.
The author found that cultural sector delimitation models and fine-tuning the
methodologies that appraise cultural assets enable a better understanding of
how that sector works.

Key words:
Economics of culture, cultural assets, cultural value, cultural statistics.

Resumo
Estatísticas culturais: um Neste artigo apresenta-se uma revisão dos esforços e dos impedimentos que
implica a delimitação e a medição econômica de um setor complexo, como o
ponto de vista desde a cultural. Para isso centra-se em três aspectos metodológicos: que bens e ser-
economia da cultura viços devem ser incluídos, que metodologias devem ser empregadas para sua
avaliação e que avanços usar, com o objetivo de harmonizar as estatísticas com
as quais possam ser comparados os países. Foi encontrado que os modelos
de delimitação do setor cultural e o refinamento das metodologias que avaliam
bens culturais permitem uma melhor compreensão do funcionamento do setor.

Palavras chave:
Economia da cultura, bens culturais, valor cultural, estatísticas culturais.

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Estadísticas culturales. Una mirada desde la economía de la cultura

Introducción siempre es el caldo de cultivo de la supersti-


ción y el fanatismo” ([1776] 1994, p. 729).
El presente artículo se ocupa del proceso de John Maynard Keynes afirma que la cultura
construcción de estadísticas que faciliten es un componente esencial para el logro de la
una aproximación de mayor rigor, desde la verdadera civilización humana, pues le per-
perspectiva del análisis económico, al sector mite al hombre “ocupar el ocio, que la ciencia
cultural. Su principal objetivo es ofrecer un y el interés compuesto han ganado para él,
amplio panorama que permita comprender para vivir con sabiduría y agradablemente”
los esfuerzos y las limitaciones que implica (1930, p. 362). No obstante, en el terreno eco-
delimitar y hacer estadísticas económicas nómico, dentro de la teoría del valor trabajo
de un complejo sector como el cultural. Para y su énfasis en las condiciones materiales de
ello se centra en tres aspectos metodológicos: bienestar como objeto de estudio de la econo-
qué bienes y servicios se deben incluir, qué mía, para los representantes de la economía
metodologías se emplean para su valoración clásica (Smith y Ricardo) los bienes cultura-
y los avances para armonizar las estadísticas les sólo encuentran cabida en el ámbito de las
para comparar entre países. actividades y gastos improductivos.

Actualmente no hay duda sobre el aporte del Lo que no advirtió por completo Smith y, en
arte y de la cultura a la actividad económica, menor medida, Keynes es que las actividades
ni de su inclusión como sector estratégico culturales se convertirían en poderosas fuen-
dentro de las políticas públicas. No obstan- tes de generación de ingreso, empleo y creci-
te, existe controversia, cierta confusión y li- miento económico. En efecto, en décadas re-
mitaciones al momento de intentar delimitar cientes, la fuente de generación de riqueza se
el sector cultural. Tal situación no es ajena a ha situado con intensidad en la producción de
las discusiones teóricas, en el campo de los bienes con alto contenido simbólico, donde
estudios culturales, sobre qué se entiende por los bienes culturales —y los recientemente
cultura, industria cultural y los propios limi- llamados creativos— ocupan un lugar cen-
tantes que envuelven las herramientas meto- tral (Rausell, 2009; Hall, 2000; Pratt, 2004).
dológicas para cuantificar el valor cultural.
Sin embargo, la construcción de estadísticas
Tradicionalmente, al sector cultural se le ha económicas del sector cultural evidencia un
reconocido su papel multifacético, al contri- claro rezago frente a otros sectores. El In-
buir a mejorar la calidad de vida de las per- forme mundial sobre la cultura 2000-2001
sonas y a reforzar la cohesión social. Adam sostiene: “mientras que otros informes de la
Smith argumentó que el consumo de activi- UNESCO, como los relativos a la educación
dades artísticas alimenta las posibilidades y a la ciencia, pueden basarse en decenios de
de pensamiento crítico y “podría conseguir estadísticas y de discusiones que les permite
disipar fácilmente en la mayoría del pueblo ofrecer un estado de la cuestión claro […],
ese humor melancólico y apagado que casi el campo de la cultura está en sus comien-

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zos” (Organización de las Naciones Unidas cultural. Situación que a su vez demandó la
para la Educación, la Ciencia y la Cultura construcción de estadísticas económicas,
[UNESCO], 2001, Introducción General). impulsadas por la “gente de la cultura”1, en
la búsqueda de un argumento objetivo para
Dado el anterior contexto, este artículo se en- justificar la financiación pública del arte y la
marca dentro de una subdisciplina reciente de cultura (Heilbrun y Gray, 2001).
la ciencia económica, denominada economía
de la cultura (Throsby, 1994; Blaug, 2001; Los proyectos de la UNESCO para el desa-
Seaman, 2009; Towse, 2010). Como ha se- rrollo de un Marco de Estadísticas Culturales
ñalado Grampp, la “visión económica del (FCS, por su sigla en inglés) inician a prin-
arte [y la cultura] no sustituye a la estética, cipios de 1970 (Horowitz, 1981). Una de las
a la crítica o a la historia del arte. Más bien recomendaciones de la reunión de ministros
las complementa” (1989, p. 14). Así, desde europeos de la cultura, celebrada en Helsin-
una perspectiva económica el arte y la cultu- ki en 1972, fue “crear un marco coherente
ra generan una variedad de efectos, algunos de estadísticas culturales”, que incluyera as-
sujetos a amplia discusión (Seaman, 1987; pectos económicos y sociales. Producto de
McCarthy et al., 2004): esta recomendación, en 1986 nace el primer
FCS, recomendación que se mantiene en
• Efectos en el consumo (corto plazo): los informes mundiales de cultura de 1999
asociados al valor recibido tanto por los y de 2001: “construir indicadores culturales
usuarios como por los no usuarios, por la cuantitativos”.
participación (consumo) en una actividad
cultural determinada. Tras esta introducción, el artículo se organiza
de la siguiente manera. En el primer apartado
• Efectos en la renta y el empleo (corto pla- se exponen, en la primera parte, los aspectos
zo): asociados al incremento en los gastos conceptuales que sustentan la construcción
que una actividad cultural supone. de estadísticas económicas del sector cultu-
ral; qué se entiende por cultura y por bienes
ª Efectos en la productividad y el creci- culturales, y una primera delimitación ana-
miento (largo plazo): reflejados en los lítica del sector. En la segunda parte, se pre-
impactos de la oferta cultural, disponi- sentan las metodologías y sus limitaciones
ble en una comunidad, sobre el valor del en la valoración económica de los bienes cul-
suelo urbano, la atracción de trabajadores turales. En segundo apartado se describe la
cualificados y el valor educativo de los mecánica que implica construir estadísticas
bienes culturales.
1
Frey emplea este término para explicar la diferente
concepción de valor que se encuentra entre aquellas
En el intento de medir los anteriores efec- personas involucradas en el mundo de la cultura (ad-
tos, desde la década de 1970, los estudios ministradores, empresarios y artistas), que denomina
de impacto económico de la cultura genera- gente de la cultura, y los economistas profesionales
que estudian los aspectos culturales, los economistas
ron amplia visibilidad económica del sector de la cultura (2008, p. 262).

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económicas del sector cultural. Igualmente, ha ido evolucionando a lo largo del tiempo
se presentan experiencias internacionales (Eagleton, 2001).
relevantes de delimitación del sector desde
la UNESCO, la Unión Europea y América Desde la Declaración de México sobre las
Latina, y se complementa el análisis con un Políticas Culturales, la UNESCO (1982,
breve comentario sobre las estadísticas de p.1) define la cultura como: “el conjunto de
participación cultural. Por último, se presen- los rasgos distintivos, espirituales y mate-
tan las conclusiones y la bibliografía consul- riales, intelectuales y afectivos que caracte-
tada, respectivamente. rizan a una sociedad o un grupo social. Ella
engloba, además de las artes y las letras, los
1. El sector cultural modos de vida, los derechos fundamentales
del ser humano, los sistemas de valores, las
El objetivo de esta parte es doble. Por un tradiciones y las creencias”. Tal definición
lado, presentar un concepto “funcional” de refleja la complejidad y dificultad de lo que
cultura que permita acotar y caracterizar una se pretende medir, pues abarca desde el pro-
aproximación desde el análisis económico al ceso de creación artística y científica hasta las
sector cultural. Por el otro, esbozar la cons- formas de vida de una sociedad o un pueblo.
trucción de un marco analítico que oriente
la aplicación empírica: (a) qué medir y (b) Throsby (2001), en su ya clásico Econo-
qué metodología emplear (Pignataro, 2003, mía y cultura, se pregunta: ¿cómo podemos
pp. 417-418). avanzar en una definición de cultura “opera-
tivamente útil”? Así, a efectos operativos, y
1.1 Aproximación funcional al como marco de referencia para la economía
concepto de cultura y delimitación de la cultura, ofrece una aproximación que
de los ámbitos de la economía denomina funcional, cuando define cultura
de la cultura como: “las actividades emprendidas por las
personas, y los productos de dichas activi-
Williams ([1976] 1985) encuentra que cultu- dades, que tienen que ver con los aspectos
ra (culture) es una de las dos o tres palabras intelectuales, morales y artísticos de la vida
más complicadas de definir en la lengua in- humana” (Throsby, 2001, pp. 18-19)2. Desde
glesa. Desde su raíz latina, el verbo colere esta perspectiva funcional, es factible em-
puede tomar diversos significados: cultivar plear la palabra cultura más en sus formas
y habitar la tierra, o adorar, venerar y rendir adjetivales que sustanciales, a través de ex-
culto a los seres divinos (Fumaroli, 2007). presiones como: bienes culturales, institucio-
La dificultad en la definición de cultura se
origina, entre otras razones, porque pode- 2
Throsby (2001), igualmente, ofrece una aproximación
más amplia al concepto de cultura, en un sentido an-
mos encontrar una serie amplia de nociones, tropológico, entendida como el conjunto de creencias
desde perspectivas y disciplinas diferentes, y valores que identifican a un grupo social. Aproxi-
y también porque se trata de un concepto que mación, en su concepto, muy útil para analizar la in-
fluencia de la cultura en el desempeño económico de
los países.

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nes culturales, industrias culturales y sector porado los elementos fundamentales de la


cultural de la economía. economía creativa, a efectos de esbozar el
deslizamiento que se ha producido desde la
De este marco se pueden derivar ciertas ca- economía de la cultura a la reciente econo-
racterísticas observables para clasificar con mía creativa.
el adjetivo de culturales ciertos bienes y ser-
vicios como las pinturas, los conciertos de En la primera columna se presentan los cin-
música, los libros, el cine, los programas de co ámbitos tradicionales de la economía de
televisión, los videojuegos, entre otros. En la cultura. En el primer ámbito están las artes
general, estos bienes y servicios compar- escénicas, la cultura viva y la experiencia cul-
ten las siguientes características. En primer tural, que se consume en el mismo momento
lugar, la producción debe implicar alguna en que es producida. En el segundo, las artes
forma de creatividad. En segundo lugar, es visuales, que por sus características es posi-
necesario que el objeto o servicio cultural ble diferenciar la demanda por razones estéti-
genere y comunique un contenido simbólico. cas y su demanda como activo financiero. El
En tercer lugar, el producto tiene que repre- tercero lo representa el patrimonio cultural,
sentar, al menos en potencia, una forma de que constituye un recurso único, irrepetible
propiedad intelectual, en especial aquella cu- y sometido a condiciones de sostenibilidad.
bierta por los derechos de autor (copyright)3. En el cuarto están las industrias culturales6,
Así mismo, muchos de los bienes culturales que representan “la mercantilización de las
presentan características, desde la demanda, obras culturales reproducibles” (Herrero,
que los permite catalogar como bienes de 2009, p. 39).
experiencia4 y bienes públicos5.
El quinto ámbito de análisis incluye la po-
El Cuadro 1 muestra los ámbitos de la eco- lítica cultural, con una referencia al papel
nomía de la cultura. También se han incor- del Estado en la financiación de la cultura7,
aspecto que ha sido ampliamente debatido

3
Un análisis de la aplicación del copyright a los bienes desde la teoría económica (Peacock, 1969;
culturales se encuentra en Towse (2006 y 2008).

4
Nelson (1970) identifica dos procedimientos para Scitovsky, 1972 y 1989; Cwi, 1979; Gram-
adquirir información acerca de la calidad, atributos pp, 1989; Frey, 1999) y desde el pensamien-
y precios de los bienes: (a) la búsqueda (inspección o to económico (De Marchi y Greene, 2005;
revisión) antes de la compra y (b) la experiencia des-
pués de la compra. Una importante cantidad de bie-
nes culturales podría calificarse en el segundo grupo,
puesto que para descifrar el mensaje y el significado se 6
Las industrias culturales representan “sectores que
requiere adquirir y cultivar el gusto por ellos, a través conjugan creación, producción y comercialización de
del consumo previo –la ópera, un concierto de música bienes y servicios basados en contenidos intangibles
clásica–. de carácter cultural, generalmente protegidos por el

5
En un bien público puro, las características de no ri- derecho de autor” (Cerlac y UNESCO, 2000, p. 11).
validad y de no exclusión, en el consumo, afectan el Para una amplia discusión de la definición de indus-
incentivo para su provisión vía mercado. Ello genera trias culturales y la evolución histórica del concepto,
un problema de oferta (Samuelson, 1955), aspecto am- véanse, O’Connor (2000) y Segers y Huijgh (2007).
pliamente destacado en los estudios sobre patrimonio 7
Para un análisis de la política cultural, véanse Mulcahy
cultural, en especial para su conservación. (2006), Van der Ploeg (2006) y Throsby (2010).

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Estadísticas culturales. Una mirada desde la economía de la cultura

Cuadro 1
Ámbitos de la economía de la cultura
Análisis económico aplicado a la cultura

Actividades Temas de interés particular Temas transversales

Características socioeconómicas de los


Asistencia, participa-
asistentes. Efecto de los precios, renta
ción
y bienes sustitutivos.
Artes escé-
nicas
El dilema económico: “brecha de ingre-
Condiciones de pro-
sos”, el incremento de los costes aso- “Enfermedad de los costes”;
ducción
ciados al rezago en la productividad. formación de gustos (adicción
racional, aprendizaje a través
Demanda de artes por
Economía de la cultura

del consumo); capital cultural;


Artes visua- razones estéticas y de-
Subasta y precios de las obras de arte valor cultural; formas organiza-
les manda como activo o
tivas y gestión de las institucio-
instrumento financiero
nes artísticas; mercado de tra-
La valoración contingente, economía de bajo de los artistas; valoración
Patrimonio Valoración, conserva-
los museos, festivales culturales Choice económica
histórico ción
Experiments

Organización indus-
Industrias Economía del libro, Economía del cine,
trial, localización, clus-
culturales Ciudades del arte Distritos culturales
ter, distrito cultural

Los primeros argumentos para justificar ¿Es necesaria la intervención


la financiación pública: la enfermedad del Estado en los mercados ar-
de los costes; el arte como bien público; tísticos y culturales?; de ser ne-
Financiación de las ac-
Política cul- el arte como bien de mérito cesaria, ¿cuál sería la mejor la
tividades artísticas y
tural mejor forma: subsidios, deduc-
culturales
El arte y la cultura como generador de ciones fiscales y gasto público;
empleo y riqueza: estudios de impacto leyes y normas (calidad, protec-
económico de la cultura ción del patrimonio, copyright)?

Publicidad, diseño gráfico, diseño de


Industrias La cultura como factor Industrias creativas; ciudades
modas, arquitectura, video juegos, soft-
Economía creativa

creativas de innovación creativas, clase creativa


ware.

Lugares de alta densidad cultural es-


Innovación, productivi- timulan la creatividad que se refleja
¿Cómo se produce y estimula la
Creatividad dad, crecimiento eco- en mayor innovación, mayor actividad
creatividad?
nómico empresarial y mayor crecimiento eco-
nómico

Fuente: elaboración propia con base en Palma y Aguado (2010).

Howson, 2005; Moggridge, 2005; Goodwin, En la segunda columna se incluyen algunos


2006). En efecto, para Adam Smith las artes temas de interés y los esfuerzos realizados a
debían dejar su financiación a la iniciativa fin de aplicar el análisis económico a la cul-
privada, mientras para Robbins y Keynes el tura y que contribuyeron a extender significa-
Estado debe desempeñar un papel preponde- tivamente la literatura en esta subdisciplina.
rante en su auspicio. En una tercera columna se ofrece un amplio

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abanico de temas de carácter transversal cialidad de los bienes creativos para generar
que, a juicio de quien escribe, se erigen en crecimiento económico y desarrollo”.
los principales aportes de la subdisciplina y
ayudan a la mejor comprensión del funcio- La economía creativa y sus interrelaciones
namiento del sector cultural. Tenemos, entre con la economía de la cultura tradicional
otros, la enfermedad de los costes y sus im- ofrecen temas susceptibles de investigacio-
plicaciones para la política cultural, la mo- nes ulteriores, entre otros: la cultura como
delación de la formación del gusto por los insumo de los procesos creativos, el capital
bienes y servicios culturales, los conceptos humano y la generación de la clase creativa,
capital cultural y valor cultural, el análisis los distritos creativos o la incorporación de
de las formas organizativas y de gestión de la dimensión territorial con el concepto de
las empresas culturales o el crucial tema que ciudad creativa como paradigma del desa-
nos ocupa en este artículo: construir estadís- rrollo urbano.
ticas económicas del sector cultural.
1.2 Valor de los bienes culturales
El segundo segmento muestra que la interre-
lación entre economía y cultura se ha exten- Los bienes culturales encarnan dos tipos
dido, dado que en el centro de las actividades de valor: el económico (asociado al precio
culturales está el trabajo creativo (Lazzeretti, de mercado) y el cultural (relacionado con
2009). Desde una perspectiva económica, la los aspectos estéticos, artísticos, históricos
creatividad se identifica como fuente de ideas y sociales). El valor económico de un bien
para promover el surgimiento de nuevos ne- particular puede definirse y estimarse con
gocios y sectores productivos. Así, la creati- apreciable certeza. Por ejemplo, una catedral
vidad puede entenderse en un doble sentido: puede tener un precio de venta, como activo
como un área de actividad económica (las real, y un valor de no mercado, cuantificado
industrias creativas) y como fuente de inno- por la disposición de las personas respecto a
vación (Pratt, 2004). El sector creativo de la pagar por conservarlo; sin embargo, el valor
economía está integrado por las empresas económico no necesariamente recoge la com-
vinculadas a la investigación y desarrollo, al plejidad del valor cultural de la catedral, como
diseño arquitectónico, al diseño gráfico, al puede ser la calidad estética (propiedades de
diseño de moda, al software y a los servicios belleza, armonía, forma y otras características
de programación y a la publicidad. de la obras de arte), el significado espiritual
(importancia religiosa), el significado social
En abril del 2008, la Conferencia de las Na- (vínculos entre las personas y los sentimientos
ciones Unidas para el Comercio y el Desarro- de identidad con el territorio), la importancia
llo (UNCTAD, por su sigla en inglés) publicó histórica y el significado simbólico que repre-
el primer Creative Economy Report, donde senta el bien (Throsby, 1999). Frey (2000) en-
se afirma que “la economía creativa es un cuentra ciertos valores del arte y la cultura que
concepto en evolución, basado en la poten- no se reflejan fácilmente a través del mercado:

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• Valor de existencia: la población se be- los individuos y del Estado de que los bienes
neficia del hecho de que la cultura exista, culturales son bienes cuyo consumo se debe
incluso si algunos de sus individuos no to- incentivar y proporcionar a la población con
man parte en ninguna actividad artística. independencia de la voluntad de pago, es de-
cir, porque constituyen bienes de mérito10. Lo
• Valor de prestigio: porque determinadas anterior dificulta identificar explícitamente
instituciones, obras y sitios contribuyen los precios para estos bienes y servicios y,
a un sentimiento de identidad regional o por lo tanto, su provisión óptima en un siste-
nacional. ma de mercado.

• Valor de opción o elección: la gente se Desde una perspectiva sociológica se crítica


beneficia de la posibilidad de asistir a el hecho de que la valoración de los bienes
eventos culturales, incluso si no llega a culturales haya sido ampliamente apropiada
hacerlo realmente. por la “terminología económica […], con-
centrándose en la medición cuantitativa de
• Valor de educación: el arte contribuye al los costes y beneficios” (McCarthy et al.,
refinamiento de los individuos y al desa- 2004, p. 67), y que se hayan perdido de vista
rrollo del pensamiento creativo de una los “beneficios intrínsecos” que producen las
sociedad. actividades artísticas y culturales, asociados
al “enriquecimiento de la vida de la gente”.
• Valor de legado: las personas se benefi- Sin embargo, como lo reconoce Throsby:
cian de la posibilidad de legar la cultura “La tarea de cuantificar la amplitud de los
a las generaciones futuras. beneficios como bien público del arte, si es
que existen, ha resultado muy difícil” (2004,
Estos valores son el fundamento de la defi- p. 25).
nición de bienes culturales y de su distinción
frente a otro tipo de bienes8. Así mismo, los En este contexto, a pesar de la dificultad de
bienes culturales son difíciles de valorar por medir directamente el valor cultural, la va-
diferentes circunstancias, entre ellas: (a) el
ser de oferta fija, dado el carácter de bienes tricción en las condiciones de acceso y disponibilidad
únicos, no reproducibles (un edificio histó- del museo. Además, suponiendo que no se presente
congestión, que implicaría la presencia de rivalidad en
rico, una pintura); (b) por el carácter de bie- el consumo. En general, muchos estudios consideran a
nes públicos (la fachada de una catedral, un los museos bienes públicos (Herrero, Sanz y Bedate,
2003). Para un análisis económico del funcionamiento
museo9), y (c) por la creencia por parte de de un museo, véase Frey y Meier (2006).
10
El caso de los bienes de mérito implica la existencia

8
Véase el excelente ensayo de Klamer (2008), para un de necesidades preferentes por parte de la sociedad, de
análisis de qué significa ponerle el adjetivo cultural a forma que los individuos aceptan sustituir la norma de
un bien. Para una discusión teórica sobre los bienes soberanía del consumidor por otro tipo de norma aso-
culturales desde la teoría economía, véase: McCain ciada con actitudes psicológicas y de filosofía social
(2006) y Hutter y Throsby (2008). (Musgrave, [1959] 1968). A diferencia de los bienes

9
Bajo el supuesto de que el coste de entrada, general- públicos, con los bienes de mérito se genera un pro-
mente muy bajo y subsidiado, no representa una res- blema de demanda.

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loración económica intenta capturar, por un • Segunda, en un marco keynesiano, bus-


lado, en el aspecto macroeconómico, el “aná- ca determinar el flujo de renta-gasto que
lisis de tamaño” (Madden, 2001), es decir, genera una actividad cultural en una re-
algunos elementos de las transacciones mo- gión determinada y la interrelación que
netarias “visibles” del arte y la cultura, espe- estos flujos producen sobre la actividad
cíficamente flujos de gastos e ingresos y la económica general, vía multiplicadores
generación de empleo. Por el otro lado, como (Seaman, 2003; Throsby, 2004).
se ha anotado, algunas características de los
bienes culturales que no se valoran a través • Tercera, empleada en el sector turístico y
del mercado. Para ello, desde una perspectiva en la valoración de festivales, mide tres
microeconómica, se emplean metodologías efectos (Americans for the Arts, 2007):
que buscan determinar la disposición a pagar (a) efectos directos, gastos totales en que
de los consumidores por un bien o servicio. incurren las organizaciones culturales;
(b) efectos indirectos, gastos que realizan
1.3 Cuantificar el valor económico los asistentes (y turistas) en bienes y ser-
de los bienes culturales vicios culturales, y (c) gastos inducidos,
los ingresos que reciben otros sectores
Los estudios que pretenden valorar económi- derivados de la existencia de la actividad
camente, desde una perspectiva macroeco- cultural.
nómica, las actividades culturales intentan
responder las siguientes preguntas: ¿qué Las anteriores metodologías se resumen en
porcentaje X del PIB representa el sector los estudios de impacto económico de la cul-
cultural? (Throsby, 2004), ¿qué reducción tura (en adelante EIEC), muy populares de
experimentaría la actividad económica de los años setenta y ochenta del siglo pasado.
una región específica si X dejara de existir?, El objetivo de estos estudios, en gran parte,
bajo el supuesto que X sea un bien cultural fue convencer a la opinión pública y a los
(Seaman, 2003). Para ello, los estudios se policy makers de que el sector cultural, da-
abordan desde tres metodologías: da su contribución al producto interno bruto
(PIB) y al empleo, era merecedor de la finan-
• Primera, cuyo objetivo es medir varias ciación pública. Los EIEC no están exentos
dimensiones económicas de las industrias de errores en su diseño y en el cálculo de las
culturales: valor de la producción, núme- estimaciones que producen, por lo que han
ro de empleos, flujos de comercio exte- generado escepticismo e indiferencia desde
rior y distribución territorial. Para ello la comunidad académica (Seaman, 1987 y
previamente se identifican ciertas activi- 2006b; Grampp, 1989; Snowball, 2008).
dades cuyo producto sea considerado, de
acuerdo con determinados supuestos, un Las críticas a los EIEC motivaron, desde una
bien o servicio cultural (UNESCO, 1986, perspectiva microeconómica, la introducción
part. I; 2005b; KEA, 2006, capítulos 1 y de metodologías para valorar las preferencias
2; García et al., 2008). individuales por los bienes culturales bajo

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condiciones hipotéticas (contingentes) y de valorar un bien en un mercado hipotético, a


esta forma obtener valoraciones socialmente través de una entrevista a una muestra esta-
deseables en función de la contribución de los dísticamente significativa y seleccionada de
bienes culturales al bienestar de la sociedad. personas, que indaga acerca de la voluntad o
intención de pagar por ese bien. Es decir, se
La disposición a pagar por parte de los deman- simulan las transacciones que potencialmen-
dantes expresa: “el precio máximo que estos te se producirían en la realidad en el mercado
estarían dispuestos a pagar por consumir un del bien y de esta forma se estima su valora-
bien”. Tal precio se refleja en los denomina- ción en términos monetarios.
dos: valor de uso y valor de no uso. El primero
está asociado al excedente del consumidor, es Throsby (2003) hace hincapié en que los
decir, la estimación de la utilidad o del benefi- cuestionarios diseñados para estimar la dis-
cio que proviene del consumo directo del pro- posición a pagar por un bien cultural presu-
pio bien o de los servicios que se derivan del ponen que los potenciales consumidores es-
mismo. El segundo representa aquellos valo- tán bien informados sobre las características
res generados por el bien cultural no fácilmen- del bien cuyo valor se pretende estimar. No
te identificables a través de las transacciones obstante, es bien conocido que los bienes
de mercado reflejadas en los precios (valores culturales son bienes de experiencia, cuyo
de existencia, opción y legado). gusto se adquiere a través de la experiencia
en el consumo y, por lo tanto, la valoración
Una aproximación a la medición de estos resultante no necesariamente puede reflejar la
tipos de valores puede hacerse desde me- verdadera disposición a pagar por parte de los
todologías que trabajan con dos enfoques potenciales demandantes12. Seaman (2006a)
(Herrero et al., 2003; Mourato y Mazzanti, pone el relieve en el efecto anclaje generado
2002): (a) preferencias reveladas, a través de entre la disposición a pagar a priori y el valor
mercados sustitutos, como los precios hedó- de referencia suministrado en el cuestionario
nicos (demanda de bienes similares) o los y el carácter hipotético de las preguntas que
costes de viaje (demanda de bienes comple- puede igualmente derivar en un sesgo hipo-
mentarios), y (b) preferencias declaradas, a tético de las respuestas, efectos que condu-
través de mercados o situaciones hipotéticas, cen a resultados e interpretaciones erróneos.
como la metodología de la valoración contin-
gente (MVC) y los choice experiments (CE). Willis y Snowball (2009), cómo alternativa a
la MVC, aplican la metodología CE al South
La MVC constituye la metodología más em- African National Arts Festival. La menciona-
pleada en la valoración de bienes culturales,
desde el primer lustro de los años ochenta número monográfico del Journal of Cultural Econo-
mics, 27 (3-4), noviembre de 2003.
del siglo pasado (Cuccia, 2003)11. Su idea es 12
Blaug ejemplifica claramente este punto: “el arte sólo
puede ser apreciado por quienes hayan sido sus con-
sumidores: en otras palabras, la soberanía del consu-
Para mayor información y bibliografía sobre la MVC
11
midor debe ser la del consumidor con experiencia”
aplicada a los bienes culturales se puede consultar el (2003, p. 268).

Cuad. Adm. Bogotá (Colombia), 23 (41): 107-141, julio-diciembre de 2010 117


Luis Fernando Aguado Quintero

da técnica está fundamentada en la teoría de empleadas para valorarlos. No obstante, en


Lancaster (1966), que asume que los consu- todas las actividades humanas es necesaria
midores demandan bienes en función de sus la disponibilidad de cifras estadísticas. Estas
características. En general, los CE parten de ofrecen la imagen de una actividad; ayudan
una encuesta que descompone las caracte- a la comparación, a la evaluación y a la toma
rísticas de un bien e indaga por las preferen- de decisiones, e informan a la sociedad so-
cias de los consumidores en función de es- bre su estado y evolución. En este contexto,
tas. Dado que se incluye el precio o costo de ofrecemos una revisión de las principales
cada alternativa en función de los atributos, delimitaciones, disponibles en el ámbito in-
la disponibilidad a pagar puede ser estimada ternacional, para construir cifras estadísticas
indirectamente, a través del ordenamiento o sobre el sector cultural.
elecciones que manifiesten los consumido-
res; igualmente permite estimar el valor de 2.1 Delimitar el sector cultural
no uso (Hanley, Mourato y Wright, 2001).
La delimitación del sector cultural es una
Los CE apenas se comienzan a aplicar a los fase previa en el proceso de intentar ofrecer
bienes culturales y se aprecian como una al- una medición estadística de las actividades
ternativa con la cual se calcula la variación y bienes que lo conforman (KEA, 2006;
compensatoria (la cantidad de dinero que UNCTAD, 2008; UNESCO 2009; García,
se le puede detraer o entregar a un indivi- Zofío, Herrarte y Moral, 2008). En la lite-
duo después de un cambio específico en los ratura empírica se encuentran, al menos,
atributos y características del bien y mante- cuatro modelos que sobre una determinada
nerlo en su situación original de utilidad) y concepción de cultura y características espe-
el cambio en el precio de admisión que se ciales que le atribuyen a los bienes ofrecen
traduciría en una variación porcentual en la una clasificación del sector:
asistencia del público a un determinado tipo
de producción artística. En principio, estas • El modelo de textos simbólicos: ofrece un
medidas permiten aproximarse a la valora- enfoque crítico acerca de la forma como
ción económica de algunos componentes del se analizan las industrias culturales, es-
valor cultural. pecialmente en el Reino Unido. Asume
que el proceso a través del cual se crea
2. Construcción de estadísticas y transmite la cultura está representado
para el sector cultural: por la producción, difusión y consumo
la visibilidad económica del sector de textos o mensajes simbólicos que se
y la armonización internacional generan a través de diversos medios de
para su comparación comunicación, como el cine, la radio y la
prensa.
En el apartado anterior se analizó la com-
pleja naturaleza de los bienes culturales y la • El modelo de los círculos concéntricos:
dificultad y limitación de las metodologías en este los objetivos de las actividades e

118 Cuad. Adm. Bogotá (Colombia), 23 (41): 107-141, julio-diciembre de 2010


Estadísticas culturales. Una mirada desde la economía de la cultura

industrias culturales son generar y trans- Junto a la delimitación del sector y la compa-
mitir valores, creencias, normas y otras rabilidad estadística de las cifras, surge otro
expresiones de grupos de la sociedad. Así, problema, como lo señala Goldstone:
las ideas creativas se originan en el núcleo
de las artes creativas (música, teatro, li- […] sin mostrar un sesgo a favor de ningún
teratura y artes visuales) y estas ideas e modelo cultural específico. La producción,
influencias se difunden hacia el exterior, a el consumo y el intercambio de bienes cul-
través de capas o “círculos concéntricos”. turales, cuyo precio puede fijarse a través del
mercado es el área más rica en indicadores.
• El modelo del Reino Unido: representa- Además, en general, cuanto más rico es un
do por el trabajo desarrollado por el De- país, mayor cantidad de bienes culturales
partment for Culture, Media and Sport, produce y consume. Así que los países ri-
que integra en el concepto de industrias cos no sólo tienen más datos sino que pro-
creativas la innovación y su capacidad ducen y consumen más bienes culturales
de generar empleo y riqueza. El principal a través de los mecanismos de mercado.
insumo de estas actividades es la creativi- (2003, p. 178)
dad individual y sus productos son prote-
gidos por los derechos de autor. Este problema lo ha abordado la UNESCO,
a través de la Declaración Universal sobre la
• El modelo de la Organización Mundial Diversidad Cultural. En la siguiente sección
de Propiedad Intelectual: se basa en las veremos que ya se ha incorporado en el Mar-
industrias que participan directa o indi- co 2009, con el reconocimiento de la impor-
rectamente en la creación, fabricación, tancia de los festivales y ferias, la artesanía y
producción, emisión y distribución de el patrimonio cultural inmaterial.
bienes sujetos a derechos de autor.
2.2 Identificación de las actividades y
El Cuadro 2 presenta una clasificación de productos culturales en los sistemas
las actividades culturales de acuerdo con la de estadísticas económicas
naturaleza de cada modelo. Si bien los mo-
delos representan un importante esfuerzo por Para identificar y seleccionar las actividades
delimitar el sector cultural, la multiplicidad y productos culturales, en general, los estu-
ha llevado a que la comparación internacio- dios empíricos recurren a las clasificaciones
nal de las cifras producidas por cada país no de las Naciones de Unidas13, definidas en el
pueda llevarse a cabo. Ello ha conducido a marco de las cuentas nacionales. Así:
la UNESCO a gestionar esfuerzos para lo-
grar una armonización en la producción de
cifras estadísticas que, considerando la rea- Clasificaciones disponibles en: http://unstats.un.org/
13

lidad cultural de cada país, sean en principio unsd/cr/registry/regct.asp?Lg=1, excepto la SA 2007


comparables. que es producida por la Organización Mundial de
Aduanas (OMA): http://www.wcoomd.org/hsharmo-
nizedsystem.htm.

Cuad. Adm. Bogotá (Colombia), 23 (41): 107-141, julio-diciembre de 2010 119


Luis Fernando Aguado Quintero

Cuadro 2
Modelos de delimitación del sector cultural
Modelo de textos Modelo de los círculos Modelo de la OMPI (basado en
Reino Unido
simbólicos concéntricos derechos de autor)

Núcleo de industrias cul- Núcleo de industrias cul- Publicidad Núcleo de las industrias de derecho
turales turales Arquitectura de autor Publicidad
Publicidad Literatura Arte y mercado de anti- Sociedades de gestión colectiva
Cine Música güedades Cine y video
Internet Artes escénicas Artesanía Música
Música Artes visuales Diseño Artes escénicas
Editorial Moda
Otras industrias culturales Editorial
Televisión y radio básicas Cine y video Software
Video y juegos de com- Cine Música Televisión y radio
putador Museos y bibliotecas Artes escénicas Visual y arte gráfico
Editorial
Periferia de las industrias Industrias culturales am- Software Industrias interdependientes de las
culturales Artes creati- pliadas Televisión y radio industrias de derecho de autor
vas Servicios de patrimonio Video y juegos de com- Material de grabación en blanco
Editorial putador Electrónica de consumo
Frontera de las indus- Grabación Instrumentos musicales
trias culturales Electró- Televisión y radio Papel
nica de consumo Video y juegos de compu- Fotocopiadoras, equipo fotográfico
Moda tador
Software Industrias parciales de derecho de
Deporte Industrias relacionadas Pu- autor Arquitectura
blicidad Ropa, calzado
Arquitectura Diseño
Diseño Moda
Moda Enseres domésticos
Juguetes

Fuente: UNCTAD (2008, p. 13).

• Para las actividades se usa la Clasifica- • Para las ocupaciones (empleos) cultura-
ción Industrial Internacional Uniforme les se toma la Clasificación Internacional
(CIIU), de todas las actividades econó- Uniforme de Ocupaciones (CIUO).
micas.
Sin embargo, hay que señalar algunas li-
• Para los bienes y servicios se toma la Cla- mitaciones de la información estadística
sificación Central de Productos (CPC). contenida en los actuales sistemas estadís-
ticos: (a) los bienes y servicios culturales
• Para los movimientos internacionales no se incluyen como categoría particular, la
de bienes y servicios culturales se em- información relativa a las actividades artís-
plea el Sistema Armonizado de Descrip- ticas y culturales está contenida en activida-
ción y Codificación de Mercancías 2007 des muy amplias como recreación, ocio u
(SA 2007) y la Clasificación Extendi- otros servicios, lo que no permite un análi-
da de Servicios de la Balanza de Pagos sis detallado del sector; (b) la construcción
(EBOPS). de matrices insumo-producto requiere una

120 Cuad. Adm. Bogotá (Colombia), 23 (41): 107-141, julio-diciembre de 2010


Estadísticas culturales. Una mirada desde la economía de la cultura

rigurosa y muy costosa información (tanto pea del 2006 y la del Convenio Andrés Bello
primaria como secundaria), y ello limita las para los países de América Latina.
posibilidades prácticas de construcción de
matrices específicas del sector cultural. Para Experiencias de delimitación estadística del
subsanar en parte esas limitaciones, desde la sector cultural
contabilidad nacional se están construyendo
cuentas satélite para el sector cultural, en el 2.3.1 Iniciativas de la UNESCO: Marco
apartado 2.2.4 se expone brevemente el caso de Estadísticas Culturales 1986 y 2009
colombiano.
En 1986 se produjo el primer FCS (UNESCO,
En lo que sigue presentamos como experien- 1986). Este ofrece un marco sintético y ar-
cias cuatro iniciativas de delimitación del monizador del campo de las actividades cul-
sector cultural: las iniciativas de la UNESCO turales, con el objetivo de hacerlo compara-
de 1986 y la más reciente del 2009, la euro- tivo en el ámbito internacional. El Cuadro 3

Cuadro 3
UNESCO 1986: marco para la construcción de estadísticas culturales
Categoría Actividades

0.1 Monumentos históricos

0.2 Patrimonio arqueológico

0. Patrimonio Cultural 0.3 Museos

0.4 Archivos históricos

0.5 Otras formas de patrimonio cultural

1.1 Libros y panfletos

1. Actividades de impresión y literatura 1.2 Periódicos y publicaciones periódicas

1.3 Servicios de bibliotecas

2.1 Música en vivo

2.2 Teatro musical

3.1 Teatro dramático


2. y 3. Música y artes escénicas
3.2 Danza

3.3 Circos, mimos, etc.

2/3 Grabaciones audiovisuales

Grupo A
4. Artes visuales
4.1 Pintura

Continúa

Cuad. Adm. Bogotá (Colombia), 23 (41): 107-141, julio-diciembre de 2010 121


Luis Fernando Aguado Quintero

Categoría Actividades

4.2 Escultura

4.3 Arte gráfico

4.4 Artesanía

4.5 Otras formas de arte visual


4. Artes visuales
Grupo B

4.6 Fotografía

4.6.1 Fotografía artística

4.6.2 Otro tipo de fotografía

5. Cine y fotografía

5.1 Cine

5.2 Cine

5. y 6. Audio y medios audio visuales 6. Radio y televisión

6.1 Radio

6.2 Televisión

5/6 Video

7.1 Vida asociativa

7.2 Instalaciones socioculturales


multipropósito
7. Actividades socioculturales
7.3.1 Prácticas individuales

7.3.2 Vida familiar

7.3.3 Vida comunitaria

8. Deportes y juegos

9.1 Medio ambiente natural


9. Medio ambiente y naturaleza
9.2 Ambiente urbano

Fuente: UNESCO (1986, pp. 6-8).

muestra la clasificación propuesta; en total ra (y la creatividad) se percibe ahora como


se incluyen 10 actividades clasificadas de 0 un poderoso motor que puede incentivar el
a 9 con las subcategorías que las componen. crecimiento de las economías. Así mismo, la
forma en que la cultura es creada, producida
Desde 1986, muchos aspectos en los ámbitos y disfrutada se ha modificado, en parte, por
social y económico han cambiado. La cultu- los rápidos avances en las tecnologías de la

122 Cuad. Adm. Bogotá (Colombia), 23 (41): 107-141, julio-diciembre de 2010


Estadísticas culturales. Una mirada desde la economía de la cultura

información y la comunicación; igualmente, los cambios en las tendencias de largo plazo


se le ha reconocido un mayor espacio al mer- que afectan al sector (Cuadro 4).
cado y al sector privado en estos procesos.
Por lo tanto, el FCS de 1986 fue sometido a Adicionalmente, el documento de 1986 fue
una revisión en el 2006 para integrar, hacia el estructurado por representantes europeos de
año 2009, un nuevo marco para la construc- países desarrollados, donde la perspectiva
ción de estadísticas del sector cultural, com- y los intereses de los países en vías de de-
parable internacionalmente, que incorpore sarrollo no se vieron reflejados. La revisión

Cuadro 4
Marco de Estadísticas Culturales 2009
Dominios culturales Dominios relacionados

B. Presenta-
A. Patrimo- C. Artes E. Medios Au- F. Diseño H. deporte
ciones artís- D. Libros y
nio cultural visuales y diovisuales e y servicios G. Turismo y recrea-
ticas y cele- prensa
y natural artesanías interactivos creativos ción
braciones

Viajes con-
Museos
Artes escé- Bellas ar- tratados y
(incluye los Libros Filmes y videos Modas Deportes
nicas tes servicios tu-
virtuales)
rísticos

Radio y tele- Acondicio-


Sitios ar-
Periodicos visión (incluye Diseño grá- Hospitalidad namiento
queológicos Música Fotografía
y revistas transmisión en fico y hospedaje físico y
e históricos
tiempo real) bienestar

Festivales, Otros ma- Creación de ar-


Paisajes Diseño in- Juegos de
festividades y Artesanías teriales im- chivos sonoros
culturales terior azar
ferias presos en internet

Bibliotecas Juegos de vi- Parques


Patrimonio
    (incluye las deo (incluye en Paisajismo de entrete-
natural
virtuales) línea) nimiento y

Ferias y Servicios ar-


        Temáticos
libros quitectónicos

Servicios de
         
publicidad

Patrimonio cultural inmaterial (tradiciones y expresiones orales, rituales, lenguajes, Patrimonio cultural
prácticas sociales) inmaterial

Educación/Capacitación Educación/Capacitación

Archivística y preservación Archivística y preservación

Equipamiento y materiales
Equipamiento y materiales de apoyo
de apoyo

Fuente: UNESCO (2009, p. 24).

Cuad. Adm. Bogotá (Colombia), 23 (41): 107-141, julio-diciembre de 2010 123


Luis Fernando Aguado Quintero

del 2009 pretende subsanar esta situación e El sector cultural está constituido por las
integrar aspectos referentes al patrimonio in- actividades asociadas a la denominada alta
material y la diversidad cultural (UNESCO, cultura (artes visuales, artes representativas
2009). y patrimonio) y a las industrias culturales,
asociadas a la producción y reproducción
2.3.2 Delimitación europea masivas (cine y video, radio, televisión,
videojuegos, música y edición de libros y
El estudio The Economy of Culture in Euro- revistas). El sector creativo lo integran las
pe pretende sentar las bases que permitan actividades que:
una adecuada lectura y cuantificación de la
Estrategia de Lisboa, en lo que respecta a la [...] Aunque producen bienes funcionales,
“contribución de la creatividad y las indus- también integran elementos culturales con
trias culturales para el crecimiento europeo y miras a la innovación, agregando valor a
la cohesión” (KEA, 2006, p.23)14. El Cuadro su propia producción, de tal forma que per-
5 muestra la propuesta europea de delimita- mita alcanzar una ventaja competitiva. [...]
ción que integra dentro de la economía de la Por tanto, parece más apropiado hablar de
cultura a dos sectores (KEA, 2006, p. 44): “actividades creativas”. (KEA, 2006, p. 45)

• “El sector cultural. Incluye sectores in- Así, el diseño, la arquitectura y la publicidad,
dustriales y no industriales. La cultura como actividades creativas, constituyen el
constituye un producto de consumo fi- tercer tipo de actividades del Cuadro 5. Por
nal, que puede o no ser reproducible y último, se incluye un cuarto tipo de activi-
destinado a ser consumido en el lugar (un dades, denominado industrias relacionadas
concierto, una feria de arte), o destinado —fabricantes de computadores personales,
a la reproducción en masa, la difusión en de reproductores de música (MP3) y de telé-
masa y la exportación (un libro, una pe- fonos móviles—, cuyo producto no se con-
lícula)”. tabiliza dentro de la economía de la cultura,
pero resulta importante tener presente su in-
• “El sector creativo. La cultura [...] tam- terrelación con él.
bién pueden entrar en el proceso de pro-
ducción de otros sectores económicos y De acuerdo con la anterior delimitación,
convertirse en un insumo ‘creativo’ en la el estudio encontró que el sector cultural y
producción de bienes no culturales”. creativo representó en el 2003 el 2,6% del
PIB total para la Europa de los 25, muy por
encima de tradicionales sectores, como quí-
mica, industria del caucho y plástico (2,3%),
y alimentación, bebidas y tabaco (1,9%)
El portal http://www.culturalpolicies.net es una ini-
14
(KEA, 2006).
ciativa que ofrece estadísticas culturales de 42 países
europeos en las áreas de participación, precios, flujos
de comercio, empleo y financiación pública.

124 Cuad. Adm. Bogotá (Colombia), 23 (41): 107-141, julio-diciembre de 2010


Estadísticas culturales. Una mirada desde la economía de la cultura

Cuadro 5
Propuesta europea de delimitación del sector cultural y creativo
Actividades Sectores Subsectores Características

Artesanía

Artes visuales Pintura, escultura Actividades no industriales. En estas


actividades los productos son prototipos
Fotografía
Núcleo de las acti- y potencialmente pueden ser cubiertos
vidades artísticas Teatro, danza, circos, fes- por derechos de autor. Es decir, los tra-
y culturales (1) Artes representativas bajos en estas actividades son altamen-
tivales
te intensivos en creatividad y pueden
Museos, bibliotecas, lu- ser elegibles
Patrimonio gares arqueológicos, ar-
chivos

Películas y video

Televisión y radio

Juegos de video
Actividades industriales cuyo objetivo es
Industrias cultura- Mercado de música gra- la reproducción masiva. Los productos
les (2) bada, representación mú- en estas actividades están basados en
Música sica en vivo, sociedades derechos de autor
de derechos de autor en
el sector musical

Edición de libros, revistas


Libros y prensa
y edición de prensa

Diseño de modas, diseño Los productos de estas actividades no


Diseño gráfico, diseño de interio- son necesariamente industriales, pue-
Industrias creati- res, diseño de productos den ser prototipos. Los productos están
vas y actividades cubiertos por el derecho de autor; igual-
relacionadas (3) Arquitectura mente, pueden estar protegidos por de-
 
rechos de propiedad intelectual como
 
Publicidad marcas. Las habilidades crea

Estas actividades resulta complejo cir-


Fabricantes de computado-
cunscribirlas sobre criterios claros den-
Industrias relacio- res personales, Fabrican-
  tro del sector cultural, al tiempo que se
nadas (4) tes de MP3, Fabricantes de
relacionan con muchos de los sectores
teléfonos celulares
anteriores

Fuente: KEA (2006, p. 56).

2.3.4 Propuesta del Convenio Andrés bajos que miden el aporte de las actividades
Bello para algunos países de América culturales al PIB. En especial se destacan
Latina los realizados a través del Convenio Andrés
Bello (2003a, 2003b, 2004, 2005a, 2005b),
En América Latina, desde el primer lustro en el Programa Economía y Cultura para
del actual siglo, se empezaron a generar tra- Colombia, Chile, Venezuela, Perú y Bolivia.

Cuad. Adm. Bogotá (Colombia), 23 (41): 107-141, julio-diciembre de 2010 125


Luis Fernando Aguado Quintero

En general, estos estudios parten del modelo sector cultural en el PIB para Colombia del
de círculos concéntricos. Los bienes cultura- 2,08%; Chile, del 1,8%; Perú, del 1,02%, y
les para los cuales se mide son básicamente Venezuela, del 1,7%.
los que corresponden a las industrias cultu-
rales en los casos de Colombia, Chile y Ve- Un mayor detalle sobre la metodología em-
nezuela: radio, televisión, revistas, música, pleada en los estudios del Convenio Andrés
libros, prensa, cine, video y algunos espec- Bello se presenta en relación con el caso
táculos en vivo (producciones teatrales y colombiano, que realiza una “[…] primera
musicales). En el caso de Perú se incluye la aproximación a las actividades culturales
artesanía, los museos y la publicidad. Para que hacen parte de los mercados en Colom-
Bolivia se incluyó la artesanía, el turismo bia” (Convenio Andrés Bello, 2003a, p. 21).
cultural y el patrimonio. Por lo anterior, es La medición del aporte al PIB se realizó con
claro que los resultados no son comparables. base en la siguiente taxonomía de las activi-
Los estudios muestran una participación del dades culturales (Cuadro 6):

Cuadro 6
Actividades culturales de acuerdo con el CIIU
Actividades CIIU y actividad

2.211 Edición de libros, folletos, partituras y otras publicaciones

2.212 Edición de periódicos, revistas y publicaciones periódicas

2.213 Edición de materiales grabados

7.320 Investigación y desarrollo experimental en el campo de las ciencias sociales y las humanidades

7.430 Publicidad

7.494 Actividades de fotografía


Directas
9.211 Producción y distribución de películas y videocintas

9.213 Actividades de radio y televisión

9.215 Actividades de grabación y producción de discos

9.214 Actividades teatrales y musicales y otras actividades artísticas

9.231 Actividades de bibliotecas y archivos

9.231 Actividades de museos y preservación de lugares y edificios históricos

2.220 Actividades de impresión

2.222 Actividades de servicios relacionadas con la impresión


Conexas I
2.219 Otros trabajos de edición

2.691 Fabricación de productos de cerámica no refractaria, para uso no estructural

Continúa

126 Cuad. Adm. Bogotá (Colombia), 23 (41): 107-141, julio-diciembre de 2010


Estadísticas culturales. Una mirada desde la economía de la cultura

Actividades CIIU y actividad

3.691 Fabricación de joyas y de artículos conexos

5.137 Venta al por mayor y exportación de libros y revistas

5.238 Venta al por menor de discos, casetes, discos compactos, videos, instrumentos musicales y pro-
ductos conexos
Conexas I
5.244 Comercio al por menor de libros y periódicos

5.245 Comercio al por menor de equipo fotográfico en establecimientos especializados

6.423 Servicios de transmisión de programas de radio y televisión

6.424 Servicios de transmisión por cable

6.425 Otros servicios de telecomunicaciones

7.499 Empresarios y representantes de artistas nacionales y extranjeros

9.219 Otras actividades de entretenimiento, no clasificadas previamente (NCP)

9.220 Actividades de agencias de noticias


Conexas II
2.101 Fabricación de pastas celulósicas: papel y cartón

3.220 Fabricación de transmisores de radio y televisión y de aparatos para telefonía y telegrafía

3.230 Fabricación de receptores de radio y televisión, de aparatos de grabación y de reproducción del


sonido o de la imagen, y de productos conexos

3.320 Fabricación de instrumentos ópticos y de equipo fotográfico

3.692 Fabricación de instrumentos musicales

Fuente: Convenio Andrés Bello (2003a, pp. 38-39).

• Tipo 1 (directas): corresponde a activida- relacionadas con los procesos de produc-


des ligadas con la producción del sector ción, como las actividades de impresión.
cultural y a algunas actividades que, aun-
que no están ligadas con la producción, • Tipo 3 (conexas II): incluye los principa-
son labores de archivo o almacenamien- les insumos requeridos y los “vehículos
to del pasado y la historia, como son los de transmisión” de las actividades ante-
museos, las bibliotecas y los archivos. riores.

• Tipo 2 (conexas I): corresponde a activi- El estudio del Convenio Andrés Bello en-
dades “indirectas estrechamente relacio- contró que el sector cultural contribuyó con
nadas a las anteriores”. Algunas son ac- el 2,12% al PIB total de la economía colom-
tividades que tienen que ver con el uso y biana, en promedio, entre 1995 y 2001. Está
la difusión de creaciones culturales como representado por una contribución del 1,1%
son las actividades comerciales y otras de las industrias directas, el 0,81% de las in-

Cuad. Adm. Bogotá (Colombia), 23 (41): 107-141, julio-diciembre de 2010 127


Luis Fernando Aguado Quintero

dustrias conexas I y el 0,2% de las industrias ma central” (GITCN, 1993, cap. XXI). La
conexas II (Cuadro 7). ventaja de contar con una cuenta satélite de
cultura es que permite introducir activida-
Cuadro 7 des auxiliares en el marco de la contabilidad
Contribución al PIB de Colombia del sector nacional, como la contribución de las indus-
cultural según el estudio del Convenio trias culturales y de subsectores específicos,
Andrés Bello como la artesanía, los museos, el patrimonio,
Actividades (%)
entre otros.
Total
Año
(%)
Directas Conexas I Conexas II
En América Latina esta iniciativa es liderada
1995 1,17 0,90 0,28 2,35 por el Convenio Andrés Bello y el Mercosur
1996 1,16 0,83 0,20 2,19 Cultural, para países miembro: Brasil, Ar-
gentina, Paraguay, Uruguay y Venezuela15, y
1997 1,16 0,80 0,18 2,15
para países asociados: Colombia, Chile, Perú
1998 1,11 0,82 0,17 2,10 y Bolivia (Secretaría de Cultura Argentina,
1999 1,08 0,77 0,18 2,03 2006). Colombia realizó en el 2003 el pri-
2000 1,05 0,77 0,24 2,06 mer proyecto piloto de una cuenta satélite
para la cultura en América Latina16, seguida
2001 0,99 0,84 0,19 2,01
por Chile, en el 2005. El Cuadro 8 muestra
Fuente: Convenio Andrés Bello (2003a, cuadro 2.5, p. 46). los sectores con los cuales se intenta captu-
rar la importancia del sector cultural en las
Es importante destacar que el 96% de la economías de América Latina, a través de las
contribución del sector cultural al PIB es- cuentas satélite.
tá relacionado con cinco sectores: prensa y
revistas (27%), editorial (22%), televisión y En el 2006 se hizo el primer ejercicio de
radio (21%), publicidad (21%), cine y video construcción de una cuenta satélite para los
(5%). Los sectores de artes escénicas y mu- países del Mercosur y asociados. La identifi-
seos y edificios históricos aportan cada uno cación de las actividades culturales se realizó
el 1% al total del sector cultural. a través del CIIU en el Sistema de Cuentas
Nacionales 1993. En particular, se toman
2.3.5 Cuentas satélite de la cultura las divisiones o códigos 22 y 92, tal como lo
ilustra el Cuadro 9.
Otra iniciativa para medir la contribución de
las actividades culturales al PIB es la cons-
trucción de las denominadas cuentas satélite:
“las cuentas o sistemas satélite subrayan la
15
Venezuela renunció al Acuerdo de Cartagena, que ori-
ginaba la Comunidad Andina de Naciones (CAN), el
necesidad de ampliar la capacidad analítica 22 de abril del 2006, y en julio del 2006 se constituyó
de la contabilidad nacional a determinadas como Estado parte del Mercosur.
áreas de interés social de una manera flexi-
16
Al respecto, véase el Manual metodológico de la cuen-
ta satélite de cultura para Colombia (Departamento
ble y sin sobrecargar o distorsionar el siste- Administrativo Nacional de Estadística, 2007).

128 Cuad. Adm. Bogotá (Colombia), 23 (41): 107-141, julio-diciembre de 2010


Estadísticas culturales. Una mirada desde la economía de la cultura

Cuadro 8
Sectores y subsectores que se incluyen en la cuenta satélite de cultura para América Latina
del Convenio Andrés Bello y Mercosur Cultural
Sectores Subsectores

Teatro

Danza
Artes escénicas
Presentaciones en vivo que conjugan danza, teatro y música

Presentaciones de música en vivo

Fotografía

Pintura
Artes visuales
Escultura

Artes gráficas

Artesanía Artesanía

Libros

Edición Revistas

Otras publicaciones

Cine y video

Radio
Audiovisual
Televisión

Video juegos

Edición de música
Música
Producción fonográfica

Arquitectónico

Industrial

Diseño Gráfico

Textil

Moda, accesorios y joyas

Publicidad Publicidad

Juegos y juguetería Juegos y juguetes

Propiedad
Patrimonio material
Bienes muebles

Continúa

Cuad. Adm. Bogotá (Colombia), 23 (41): 107-141, julio-diciembre de 2010 129


Luis Fernando Aguado Quintero

Sectores Subsectores

Bibliotecas

Museos

Archivos de películas

Archivos de documentos
Patrimonio material
Reservas naturales

Jardines botánicos y zoológicos

Especímenes zoológicos y colecciones, mineralogía y anatomía

Restauración, preservación y conservación

Fiestas, festivales y ferias

Técnicas de producción de la artesanía relacionada con la


memoria cultural
Patrimonio inmaterial
Lenguas locales

Gastronomía y tradiciones culinarias locales

Otras tradiciones y expresiones orales

Privadas sin ánimo de lucro (local, nacional e internacional)


Otras actividades de
gestión cultural
Públicas (local, nacional e internacional)

Formación artística Educación artística

Fuente: Ministerio de Cultura de Colombia (2007, p. 25).

Cuadro 9
Actividades culturales vistas a través del Sistema de Cuentas Nacionales 1993
División o código 22: Actividades de edición e División o código 92: actividades de espar-
impresión y de reproducción de grabaciones cimiento, actividades culturales y deportivas

Actividades de cinematografía, radio, televi-


Actividades de edición (libros, periódicos, re-
sión, otras actividades de entretenimiento (tea-
vistas, música)
trales, musicales)

Actividades de impresión Actividades de bibliotecas, archivos, museos,


otras actividades culturales (jardines botánicos
Reproducción de grabaciones y zoológicos)

Fuente: elaboración propia a partir de Secretaría de Cultura Argentina (2006, p. 6).

130 Cuad. Adm. Bogotá (Colombia), 23 (41): 107-141, julio-diciembre de 2010


Estadísticas culturales. Una mirada desde la economía de la cultura

Los resultados preliminares de las cuentas El Cuadro 10 ofrece una delimitación del sec-
satélite para América Latina muestran una tor cultural incluido por la cuenta satélite de
participación del sector cultural en el PIB cultura de Colombia a la luz del FCS 2009.
entre el 3,2% (Uruguay) y el 0,6% (Perú) De este cuadro se infiere que este importante
(Gráfico 1). esfuerzo debe complementarse a futuro con
mediciones referentes al patrimonio cultural
En el 2007 se publicó para Colombia la inmaterial, al patrimonio natural, a las fes-
primera Cuenta satélite de cultura (Depar- tividades y ferias, a los juegos de video, al
tamento Administrativo Nacional de Esta- diseño de moda y a dominios relacionados,
dística [DANE], 2007). Su primer objetivo como el deporte (para el turismo se dispone
era establecer “la magnitud de la actividad de una cuenta satélite propia).
cultural y situarla frente a la economía nacio-
nal” (2007, p. 11). Para ello define el sector 2.3.6 Estadísticas de participación
cultural como “un conjunto de actividades
humanas y productos cuya razón de ser con- Las estadísticas de participación constitu-
siste en crear, expresar, interpretar, conservar yen una medida de cómo la población usa
y transmitir contenidos simbólicos” (2007, p. (demanda) los bienes y servicios culturales
11). Los cálculos indican que al 2007 el PIB disponibles (oferta). Esta información gene-
cultural representaba el 1,78% del PIB total ralmente proviene de microdatos de encues-
de Colombia. tas aplicadas a la población (NEA, 1995).
Estas encuestas se centran en tres aspectos

Gráfico 1
Contribución del sector cultural al PIB total en algunos países de América Latina en el 2003,
según las cuentas satélite de cultura

3,5%
3,2%
3,0%
2,6%
2,5%

2,0% 1,8% 1,9%

1,6% 1,6%
1,5%

1,0%
0,6%
0,5%

0,0%
Perú Brasil Venezuela Colombia Chile Argentina Uruguay

Fuente: Secretaría de Cultura Argentina (2006, p. 6).

Cuad. Adm. Bogotá (Colombia), 23 (41): 107-141, julio-diciembre de 2010 131


Luis Fernando Aguado Quintero

Cuadro 10
Sector cultural colombiano en el Marco de Estadísticas Culturales 2009
Dominios culturales

B. Presentacio-
A. Patrimonio C. Artes visuales E. Medios Audiovi- F. Diseño y servi-
nes artísticas y D. Libros y prensa
cultural y natural y artesanías suales e interactivos cios creativos
celebraciones

Actividades tea- Servicios de trans-


Libros, folletos im-
trales y musica- Servicios foto- misión de progra- Servicios de pu-
Museos presos; mapas im-
les y otras activi- gráficos mas de radio y te- blicidad
presos y partituras
dades artísticas levisión

Diarios, revistas y Servicios de radio y


Servicios de in-
Jardines botáni- Otros servicios otras publicaciones televisión por sus-
  vestigación y de-
cos y zoológicos de espectáculos periódicas y otros cripción tarifas o por
sarrollo
materiales impresos contrato.

Servicios de pro-
Servicios editoria-
ducción y distribu-
Parques nacio- Servicios artís- les y de imprenta, a
  ción de películas  
nales ticos comisión o por con-
cinematográficas y
trato
cintas de video

Actividades de ar-
Servicios de proyec- quitectura e inge-
Otros materiales im-
      ción de películas ci- niería y activida-
presos
nematográficas des conexas de
servicio técnico

Servicios de biblio-
tecas y archivos y Servicios de radio y
       
otros servicios cul- televisión
turales

Servicios de agen-
         
cias de noticias

Patrimonio cultural inmaterial (tradiciones y expresiones orales, rituales, lenguajes, prácticas sociales)
Educación/Capacitación
Servicios de enseñanza superior; educación artística formal superior
Archivística y preservación
Servicios del gobierno que se encargan de promover el desarrollo del sector y el acceso a los bienes y servicios cul-
turales; preservación de lugares y edificios históricos
Equipamiento y materiales de apoyo
Fabricación de pasta de papel, papel y cartón; fabricación de instrumentos musicales; fabricación de transmisores de
radio y televisión; fabricación de receptores de radio y televisión y de productos conexos para el consumidor
Actividades productivas relacionadas con bienes y servicios culturales
Actividades para productos artesanales: fabricación de textiles; fabricación de tejidos: fabricación de cuerdas; fa-
bricación de prendas de vestir; curtido de cuero; corte, tallada y acabado de madera; fabricación de productos de
cerámica no refractaria
Fuente: elaboración propia con base en el DANE (2007) y la UNESCO (2009).

132 Cuad. Adm. Bogotá (Colombia), 23 (41): 107-141, julio-diciembre de 2010


Estadísticas culturales. Una mirada desde la economía de la cultura

(McCarthy y Jinnett, 2001): (a) los índices de los evidentes “signos de disminución” de la
participación, (b) características socioeconó- participación en actividades culturales por
micas de la población y (c) los motivos por parte de la población y los crecientes recur-
los cuales se participa. En general, se sugie- sos destinados a su financiación (DiMaggio
ren tres formas de participación en las acti- y Mukhtar, 2004). En general, entre 1982
vidades artísticas y culturales (Cuadro 11). y 2008, los resultados del Survey of Public
Participation in the Arts, aplicada por el
Cuadro 11 National Endowment for the Arts (2009), re-
Dimensiones de la participación en las flejan un descenso para ese país en las tasas
actividades culturales de participación, especialmente en las artes
Tipo de
escénicas y de población con estudios uni-
Ejemplos
participación versitarios de cohortes jóvenes.
Actor en una obra de teatro, una
1. Producción de
arte
bailarina en un ballet, sea profe- Un aspecto importante de los estudios de
sional o aficionada
demanda de bienes y servicios culturales,
2. Participación en Un miembro de una comisión de muy útil para la política cultural, se refiere a
la toma de decisio- arte (local, regional, nacional)
nes de la política que decide qué arte se produce,
la distinción entre la participación simple (si
cultural dónde y por quién se asiste o no) y la frecuencia de participa-
Consumo pasivo: (a) asistencia a ción (número de veces que se asiste). En la
espectáculos en vivo (por ejem- ecuación se muestra cómo la relación entre
plo, la ópera), museos, galerías,
etc.; (b) consumo de bienes cul-
el número de entradas vendidas por período
3. Participación en turales a través de los medios de (T) y la población total de referencia (P)17 es
el consumo de los comunicación (radio, televisión,
productos artísticos cine)
igual a la tasa de participación (dimensión de
y culturales la audiencia) (A/P) por la frecuencia (T/A).
Consumo activo: la práctica de
actividades artísticas (educación
A representa el número de asistentes a la ac-
artística). Aficionados que tocan tividad por período.
instrumentos musicales.

Fuente: elaboración propia con base en O’Hagan (1996, p. T  A   T 


=  * 
270). P  P   A 

La medición y resultados que más se di- La ecuación indica que es posible aumentar
funden de las encuestas sobre participación la asistencia a las actividades culturales, ya
cultural son los referidos al consumo (asis- sea a través de la ampliación de la audiencia
tencia) pasivo de las artes: asistencia a es- (que asista más gente) o incrementando la
pectáculos en vivo, museos y eventos cultu- frecuencia (que un individuo asista más ve-
rales. Por ello los resultados en relación con ces a determinados eventos). Lo anterior es
este factor normalmente se aprecian bajos importante en términos de política cultural,
(Peterson, Hull y Kern, 2000). En efecto,
desde principios de la década de 1990, en 17
Dependiendo de la actividad de estudio puede ser la
Estados Unidos hubo un fuerte debate sobre población mayor de cinco años de edad.

Cuad. Adm. Bogotá (Colombia), 23 (41): 107-141, julio-diciembre de 2010 133


Luis Fernando Aguado Quintero

toda vez que uno de los aspectos destacados Cuadro 12

en los estudios empíricos de participación Áreas y actividades presentes en la ECC de


en las artes se refiere a la desigualdad entre Colombia
grupos sociales. Desde el estudio seminal de Área Actividad
Baumol y Bowen (1966) se encuentra que los
Teatro
asistentes a las artes escénicas se concentran Asistencia a
en el segmento de la población blanca de presentaciones
Danza y ópera

mayores ingresos y educación. La respuesta y espectáculos


Música en vivo
culturales
de política inicial para los grupos desfavo- Ferias y exposiciones artesanales
recidos ha sido subvencionar los precios;
Lectura Libros, revistas y periódicos
sin embargo, el efecto de los precios resulta
débil, por lo que recientemente se ha orien- Cine
tado a la inversión en educación artística a Video
temprana edad, para la formación de capital Consumo de
Televisión
cultural durante la niñez (McCarthy et al., audiovisuales
Videojuegos
2004; Seaman, 2006b).
Radio y música grabada
Respecto a la disponibilidad de información Bibliotecas
para Colombia, en el 2008 el DANE aplicó la
Museos
Encuesta de Consumo Cultural (ECC), cuyo Asistencia a
objetivo es “caracterizar las prácticas cultu- espacios cultu- Casas de la cultura
rales
rales asociadas al consumo cultural y al uso Monumentos históricos
del tiempo libre de la población residente en Centros culturales
Colombia de 5 años y más” (2008, p. 3). En
Realizó prácticas culturales (ejem-
particular, la ECC indaga por la participa- plos: hizo videos, tocó algún instru-
ción en el consumo de productos artísticos y Práctica y for-
mento, realizó alguna artesanía, etc.)
culturales (Cuadro 12). Así mismo, contiene mación cultural
Asistencia a cursos y talleres relacio-
preguntas para determinar el gasto realizado y nados con lo cultural (ejemplos: cine,
música, teatro, manualidades)
los motivos de no asistencia. Sin duda, con la
ECC se abre un amplio panorama de explota- Fuente: elaboración propia con base en el DANE (2008).

ción de los microdatos para conocer mejor el


funcionamiento del sector cultural en el país. económica a un sector que tradicionalmen-
te se consideró que operaba al margen del
Conclusiones mercado y a sus actividades improductivas.
En efecto, a partir de un enfoque funcional
Las principales conclusiones que se derivan y operativo del concepto de cultura, centra-
del artículo son las siguientes: do en actividades y los productos de estas
asociados a las artes, se puede realizar una
Es posible, a pesar de que a muchos toda- aproximación económica al sector.
vía les resulte incomodo, una aproximación

134 Cuad. Adm. Bogotá (Colombia), 23 (41): 107-141, julio-diciembre de 2010


Estadísticas culturales. Una mirada desde la economía de la cultura

En la actualidad, la visibilidad e importancia cultural, también resulta favorecedora del


económica del sector son una realidad. Los espíritu empresarial innovador, vinculado a
bienes culturales no sólo tienen importancia los bienes creativos y su dinámica en el cre-
por su valor intrínseco, en la mejora de la cimiento económico.
calidad de vida de la población. También es
reconocida su importancia en la generación Lista de referencias
de ingresos y empleo.
Americans for the Arts (2007). Arts & Economic
Dado que el valor cultural no puede medirse Prosperity III: The Economic Impact of Nonpro-
directamente, se ha producido un refinamien- fit Arts and Culture Organizations and their Au-
to de los métodos estadísticos y la aplicación diences. Washington: Americans for the Arts.
de nuevas metodologías para la valoración de
bienes culturales, entre ellas la metodología Baumol, W. and Bowen, W. (1966). Performing arts:
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En el esfuerzo de ofrecer una estimación Blaug, M. (2001). Where are we now in cultural
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en términos de su contribución al PIB y al (2), 123-143.
nivel general de empleo, se han planteado
distintos modelos de delimitación del sector — (2003). Welfare economics. En R. Towse (Ed.), A
cultural, que sin duda permiten una mejor handbook of cultural economics (pp. 476-481).
comprensión del funcionamiento del sector. Cheltenham: Edward Elgar Publishing.
No obstante, las estadísticas procedentes de
los modelos no resultan comparables, entre Convenio Andrés Bello (2003a). Impacto econó-
países o regiones. Para ello la UNESCO ha mico de las industrias culturales en Colombia.
entregado un marco general para la delimita- Bogotá: Ministerio de Cultura de Colombia y
ción y construcción de estadísticas culturales Convenio Andrés Bello.
que permita su aplicación tanto en países de-
sarrollados como en vías de desarrollo. — (2003b). Impacto de la cultura en la economía
chilena: participación de algunas actividades
Por último, como sugerencia para estudios culturales en el PIB y evaluación de las fuen-
futuros, se plantea la integración de las esta- tes estadísticas disponibles. Bogotá: Consejo
dísticas económicas en la discusión de la po- Nacional de Cultura y Artes de Chile, Univer-
lítica cultural. En el sentido que una política sidad ARCIS.
cultural amplia tiene importantes efectos eco-
nómicos. Por ejemplo, la educación artística — (2004). El impacto económico de la cultura en
no sólo resulta clave para la formación del Perú. Bogotá: Convenio Andrés Bello y Univer-
gusto y la generación de capital de consumo sidad de San Martín de Porres de Perú.

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