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Parte III: acerca de las cosas

Tema XII:
 Res. Definición
-Res según el Ius Civili (concepto)
-Res según el Ius Naturali (concepto)
 Bienes Patrimoniales
Extrapatrimoniales
Particulares
Comunes
NO SE QUE IBA AQUÍ
Universidad
TAMPOCO SE
 Res (Cosas de )
Socrae (VERIFICA ESE NOMBRE)
Religiosas
Usos públicos
Corpóreas e incorpórea

Tema XIII:
 Adquisición según el Iure Gentium
Modos de adquirir
Propietras
 Dominium por Iure Naturali
 Dominium por Ius Gentium
 Dominium Sobre los animales que pueblan las aguas, tierras, cielo
y espacio libre
 Botin Belico
 Hallazgos de cosas y objetos preciosos de las costas

Desarrollo:
Las cosas divisibles, son aquellas susceptibles de fraccionamiento. La
posibilidad de fraccionamiento, sin embargo, no es condición suficiente para
categorizar una cosa como divisible. Se requiere que las partes divididas
guarden homogeneidad entre si y en relación con el todo, es decir, que cada
una de ellas conserve la esencia y las cualidades del todo y un valor
económico proporcional al de la totalidad. Una barra de oro es indivisible, pues
cada parte tiene las cualidades propias del todo, y su valor es proporcional al
de él.

Cosas indivisibles:
Las cosas indivisibles se caracterizan, porque su unidad no admite
fraccionamiento. Como se observará posteriormente, al tratarse las
obligaciones, la indivisibilidad del objeto determina que, en caso de existir
varios deudores, ninguno de ellos puede cumplir aisladamente o
individualmente su parte correspondiente en la deuda global, sino que, a
cualquiera de los deudores que se le exija el cumplimiento de la obligación
plural, deberá responder por la totalidad de la misma.

Cosas corporales e incorporales:


Esta tipología de gran significación, duda su utilización continua en las
legislaciones vigentes, se fundamenta en el criterio de la materialidad de la
cosa misma.
1* Cosas corporales:
Como se expresa el termino, gozan de esencia corpórea, existencia
física y tangibilidad. La doctrina romanista los define, como aquellas cosas que
podían tocarse. Las cosas incorporales, en cambio, no podían ser tocadas
(quae tangi non possunt) y, por lo tanto, son una resultante de la abstracción de
la mente humana.
Las cosas corporales se subdividen en cosas muebles y cosas
inmuebles.
Según Iglesia, “la vieja distinción en res mancipi y res nec mancipi es
sustituida en cierto sentido por la de cosas muebles y cosas inmuebles.

Res intra-commercium o in-commercium:


Constituyen las cosas susceptibles de apropiación particular que, por lo
tanto, forman o pueden formar el patrimonio de los particulares. Son
denominadas res privata y, según el modo de transmisión, se clasifican en res
mancipi y res nec mancipi. Esta diferenciación cayo en desuso, con Justiniano,
en el año 531.
A. Res mancipi:
Su denominación de cosas manuales está relacionada con el hecho de
que la mano –manus- era en el derecho primitivo, símbolo de propiedad
individual y de propiedad privada. Fueron consideradas en la época primitiva,
todas las cosas susceptibles de apropiación individual. Posteriormente la
palabra “mancipium” paso a expresar el acto jurídico de la mancipación o
aprehensión manual mediante compra solemne.
En términos de Gayo, las cosas mancipables se transmitían por medio
de la venta solemne de la mancipatio. Este término es una resultante de la
combinación de los vocablos manus-tomar con la mano la cosa que se
adquiere- y capio. Son ejemplos de res mancipi, los fundos itálicos y, con
certeza, originariamente gozaban de esta prorrogación las fincas esclavas en
Roma. Por esta razón, posteriormente en Italia, solo los ciudadanos romanos
podían ser terratenientes. Los esclavos y las bestias de tiro y de carga
(caballos, bueyes, mulos y asnos) eran también res mancipi.
Res nec mancipi:
Comprendía todas las otras cosas corporales, tales como los animales
domésticos, muebles, objetos inanimados, joyas, etc. Podían ser transmitidos
por la tradición. Este modo de transmisión de la propiedad, se contempla en el
derecho de gentes y, por carecer de formas específicas, se convertía en un
modo simple, que hacía más fácil la enajenación.
1* Res extra-commercium:
Las cosas extra-commercium se subdividen, a su vez, en cosas divinas y
cosas humanas. El fundamento de esta subdivisión está relacionado con la
transformación histórica de Roma, en el sentido de que, durante la época
monárquica y parte de la república, el derecho (jus) y los divinos (fas) se
encontraban confundidos. Esta situación hacía imposible cualquier
demarcación en entre la norma jurídica y la religiosa, así como también la
diferenciación de sus campos y radios de aplicación. La separación del fas y
del jus cristalizo durante la era republicana, como consecuencia del movimiento
Neo-Flaviano, como se ha estudiado.
A. Res divini juris:
Las cosas divinas son aquellas cosas extra-commercium, consagradas a
los dioses y a la autoridad pontificia. Se clasifican en res sacrae, res religiosae,
y res sanctae.
a. Res sacrae:
Son las cosas consagradas al culto. Comprenden, por lo tanto, los
templos, las áreas de edificación de los templos (aun cuando el edificio este
destruido) y las donaciones hechas a la divinidad.
Las cosas adquirían su carácter de sagradas mediante una ceremonia
pública-la consagratio-, en la cual intervenían el magistrado, los pontífices y
una declaración legal requerida a tales fines. Cuando se consideraba necesario
desafectar una cosa sagrad, con el propósito de reintegrarla al comercio, se
realizaba una ceremonia opuesta a la consagratio, denominada profanatio.
b. Res religiosae:
Se considera res religiosae, durante las etapas primitivas, a todas
aquellas cosas consagradas a los dioses manes (culto a los antepasados). El
derecho justinianeo concedio el carácter de religioso, a todos los lugares en los
cuales se hubiere recogido el cuerpo o las cenizas de un muerto, aun cuando
este fuere de condición servil.
c. Res Sanctae:
Las cosas sanctae, no siendo sagradas ni profanas, gozaban de la
protección de una sanción penal, aplicable a todo aquel que incurriese a su
violación. Eran cosas santas, por ejemplo, los muros, las puertas de las
ciudades, entre otros. En resumen, las cosas divinas, aun cuando presentan
una diferenciación conceptual bastante evidente, tenían en común su carácter
de extra-commercium y, por consiguiente, el no ser propiedad de nadie en
particular (nulius in bonis), el no ser susceptibles de enajenación ni de
traspaso. Al respecto, señala Bonfante: “La tutela que sobre ellas ejerce el
Estado, es según nuestra opinión, una emanación de soberanía, concepto
paralelo a la propiedad por lo que se explican algunos efectos análogos
(adquisición del tesoro)”; el no poder ser objeto de actos jurídicos, por lo que
aquellos contratos, que tienen por objeto cosas divinas, son sancionados con la
nulidad absoluta.
B. Res humana juris:
Son aquellas cosas que, por una causa de interés general, se
consideran fuera del comercio. Se subdividen en cosas comunes, cosas
públicas y cosas universitates.
a. Res comunes:
Se refiere a las cosas no susceptibles de apropiación individual, ni de
apreciación económica. Sin embargo, gozan del libre uso de todos los
hombres; es el caso, por ejemplo, del aire, del agua, entre otros., “que desde el
punto de vista jurídico es propiedad pública o privada según la naturaleza de su
curso, el mar y también las costas del mas que se extienden hasta donde
llegan las olas de las grandes mareas del invierno”.
b. Res publicae:
“Son las cosas susceptibles por si mismas (teniendo siempre en
consideración la economía social) de apropiación y de gestión económica, pero
reservadas por el derecho positivo para fines de la utilidad pública para uso
general de los ciudadanos; tales son los ríos públicos, que son por derecho
romano todos los ríos perennes, las orillas de los ríos, los puertos, las vías
públicas”.
c. Res universitates:
Son las cosas destinadas al uso público de los habitantes de una comunidad.
Integran el patrimonio de una corporación y sin usadas por los miembros de
una comunidad.
Concepto de Cosa:
Coviello, en su obra “Doctrina General del Derecho Civil”, Señala las
diversas acepciones que toma, generalmente, la expresión “objeto de
derechos”. Así, se acostumbra designar “objeto inmediato del derecho”, a todo
lo que cae bajo la potestad del hombre y “objeto mediato del Derecho”, al
objetivo final del derecho, o sea, a lo que nos es posible por su causa. Debido a
la posible confusión resultante de la diversidad de usos de la aludida expresión
terminológica, se ha convenido denominar “objeto de derechos”, a lo que cae
bajo el poder del hombre y “contenido de derechos”, a lo que puede obtenerse
a causa del derecho.
b-) Condiciones objetivas:
Las condiciones objetivas son las que se refieren a la aptitud de hacer
las cosas para ser objetos de dominio.
c-) La existencia de un modo de adquirir:
Los modos de adquirir, hemos dicho, son los hechos en suya virtud se
crea o se traslada el dominio, es decir, los hechos por los que se hace
propietaria una persona.
De lo estudiado, podría concluirse que, para que se produzca la
adquisición de la propiedad, se requiere la existencia de dos elementos: el titulo
y el modo de adquirir.
Modos de adquirir la propiedad por Derecho civil:
Examinemos a continuación los modos de adquirir propiedad por
Derecho Civil.
A. Mancipatio:
La mancipatio constituía una venta simbólica, que se realizaba por el
procedimiento per aes et libram.
Caracteres:
a-) Es el modo más antiguo para adquirir la propiedad por Derecho Civil.
b-) Solo podía ser realizado por los ciudadanos romano.
c-) La cosa que iba a ser transmitida en propiedad debía ser res mancipi.
d-) La mancipatio, más que un modo para transmitir la propiedad, es un
negocio jurídico per aes libram, que sirve para crear diversos derechos
subjetivos y obligarse.
e-) Se denomina per aes libram, porque se realizaba en presencia de un
funcionario, llamado libripens, provisto de una balanza, en la que se pesaban,
real o simbólicamente, las cosas, y premunido de una asta o lanza, símbolo del
dominio quiritario.
f-) Es un negocio jurídico, regido por formas sacramentales de ineludible
cumplimiento y seguido de la nuncupatio, que eran las expresiones verbales
constitutivas del derecho o de la obligación.
Dominio por el Ius Gentium:
“Los modos de adquisición de la propiedad por el ius Gentium se
denominan modos naturales. Estos no requieren solemnidad ni publicidad de
ningún tipo concretándose generalmente a una simple toma de posesión. La
tradición y la ocupación son lo más importante”.
En el modo adquisitivo oportuno, influye esencialmente la naturaleza de
la cosa que se pretende adquirir. Es principio fundamental, que las cosas
mancipi, solo pueden adquirirse, en legitima propiedad romana-“dominium ex
jure quiritium- por uno de los modos civiles, su simple tradición u ocupación no
es fundamento bastante de propiedad según el derecho Civil”.
En otra oportunidad anterior, al referir a tratar la propiedad quiritaria y
bonitaria, aludíamos a estos conceptos y señalábamos que las cosas mancipi
se adquirían en propiedad, utilizando los modos de transmisión de la propiedad
por derecho civil, pero decíamos que, si una cosa res mancipi, se transmitia sin
cumplir con las formalidades del derecho civil, por ejemplo, por la tradición, el
adquiriente no obtenía la propiedad quiritaria, sino la propiedad bonitaria-tenía
la cosa in-bonis-. El pretor, a fines de la república, protegió la situación del
propietario bonitario, confiriéndole acciones y excepciones, como se ha
estudiado, a fin de que se defendiese del propietario quiritario y de los terceros,
es Justiniano quien pone fin a lo que comenzó en el Derecho pretoriano,
aboliendo la propiedad quiritaria y consagrando solo la propiedad pretoriana o
bonitaria. A la cual eran solamente aplicables los modos naturales de adquirir.
En el derecho justinianeo, prevalece, pues, una única forma de propiedad y un
sistema único de modos para adquirirla, los del antiguo jus Gentium.
Modo de adquirir por el Ius Naturali:
Se dividen en:
a-) Civiles y naturales:
Los primeros, los estudia el derecho civil, son ellos: la mancipatio, in jure
cesio, adjudicatio, lex y usucapio. Se caracterizan por la utilización que, de los
mismos, hacen en forma exclusiva los ciudadanos romanos, y, además; por su
rigor, solemnidad y publicidad. Los segundos, procedían del derecho de gentes
y no requerían más que la simple toma de posesión, como la ocupatio, la
traditio y la accesión.
En este tema nos referimos a los modos civiles de adquisición de la propiedad.
b-) Originario y derivativos:
En el tema sobre los hechos y actos jurídicos, tratamos el concepto de
adquisición de los derechos y sus clases, en un sentido general, o sea, para
cualquier derecho subjetivo. En cambio, en el presente tópico nos referíamos
específicamente, a la adquisición del Derecho de propiedad, apoyándonos, no
obstante, en esos mismos conceptos generales.
Se le llaman modos originarios para adquirir la propiedad, aquellos que
hacen surgir el dominio sobre la cosa, independientemente de un título anterior,
como ocurre en la ocupación, como modo de adquirí la propiedad. Quien ocupa
una cosa sin dueño (res nullius) o abandonadas (res derelictae), adquiere la
propiedad de la cosa en forma autónoma, sin relación jurídica anterior o
preexistente.
Se habla de modos derivativos, cuando se hace depender la propiedad
de un Derecho, que otro titular ya tenía sobre la misma cosa, como sucede en
la mancipatio, en la in jure cesio y la traditio.
c-) A título universal y particular:
Cuando la adquisición comprende el patrimonio o una parte alícuota del
mismo (la mitad o más de la mitad), se denomina a titulo universal. Como, por
ejemplo, citamos la adrogación, en el que el adrogado entrega sus bienes al
adrogante, o el matrimonio cum manu, en el que la mujer entrega en propiedad
sus bienes al marido. La adquisición es particular, cuando se trasmiten una o
varias cosas determinadas, cuando el testador en su testamento deja un
legado.
Tradición como método de adquirir dominio:
La tradición, como modo de adquirir, consiste en la entrega de una cosa
fundada en una convención traslaticia, fue diseñada en el Derecho romano
clásico. Los juristas medievales mantuvieron ese diseño, con los cuales paso al
Derecho común europeo y al código castellanos de las partidas, al impulso del
cual fue trasladado a las indias españolas. En Francia, sin embargo, el code
Civil abolió el modo de adquirir denominado tradición y la reemplazo por el
efecto adquisitivo de la convención traslaticia. El nuevo dogma fue recibido por
algunos códigos europeos, como el de Cerdeña y de Italia, pero no por todos.
En la codificación del Derecho en los nuevos estados cuyos territorios habían
pertenecido a la monarquía española, el dogma francés fue recibido por
aquellos cuerpos legales que resultaron intensamente influidos por el código
francés; pero en los códigos de Perú y de Chile se conservó el dogma romano.
La influencia del código chileno en varios códigos de países de
Hispanoamericano hizo que la tradición se mantuviera vigente en ellos hasta el
día de hoy.
Palabras claves: modos de adquirir, tradición, convención traslaticia del
dominio, adquisición del dominio por convención.
La propiedad:
El termino propiedad proviene del vocablo latino propietas, derivado, a
su vez, de proprium, o sea, “lo que pertenece a una persona o es propia de
ella, locución que viene de la raíz prope, que significa cerca, con lo que quiere
anotar cierta unidad o adherencias no físicas sino moral de las cosas o la
persona2.
Los romanos carecieron, en las etapas iniciales de su historia jurídica, de
la palabra adecuada para expresar la idea abstracta del derecho de propiedad.
Durante la época de Cicerón se utilizó el vocablo mancipium, a fin de designar
la propiedad romana y, posteriormente, los términos, los términos dominium,
dominium legitimum y propietas fueron usados en igual sentido. La propiedad,
que no era legitima por el Derecho civil, se expresaba con los vocablos in boni
ese o in bonis haceres. De allí surgio la denominación dominium bonitarium,
opuesta al dominium quiritarium que hacía referencia a la propiedad amparada
por el Derecho Civil.
De los conceptos anteriores, se desprende la decisión que, hace la
doctrina romanista de la propiedad reconocida por el Derecho civil, denominada
dominio quiritario y de la propiedad permitida por el Derecho pretoriano,
llamada dominio o propiedad bonitaria.

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