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COACHING FUTBOL

GUÍA: EL PORTERO – CARACTERÍSTICAS, METODOLOGÍA Y


EJERCICIOS
Escrito por Horacio Eduardo Tagliaferri | Nov 11, 2017 | 

Prólogo
En primer lugar quiero aclarar que no me desempeño ni me desempeñé en el puesto de portero o arquero (como lo llamamos en

Argentina), pero mediante la lectura y observación de gran cantidad de material acerca de este tema, tanto a nivel formativo como de alto

rendimiento, he aprendido bastante sobre el trabajo de esta función tan especial.

De todas formas, más allá de ello, no me dedicaría a ser entrenador de porteros, porque en lo personal pienso que es importante haber

vivenciado en forma práctica las situaciones que este puesto demandan.

Pero considero necesario que, como profesionales en el área de la Educación Física y del Deporte, debemos adquirir nociones de la

mayor cantidad posible de contenidos que se relacionen con nuestra área.

Si bien la figura de un profesional a cargo de la enseñanza y entrenamiento del “1” dentro del cuerpo técnico irrumpió allá por la última

década del siglo pasado, nos podemos encontrar en la situación de no contar con él.

Especialmente aquellos profesores que se desempeñan en escuelitas de fútbol o en el ámbito de la educación formal, por lo tanto será

necesario capacitarse para ser mejores profesionales.


El objetivo de todo profesor debería apuntar al crecimiento personal para poder brindar una mejor formación a sus alumnos o dirigidos

(aunque no me gusta demasiado este término, debido a que mas que dirigir debemos hacerlo pensar).

Esto se logra mediante la capacitación continua. Yo creo que se estudia de cuatro maneras: mediante la lectura, el escuchar, la

observación y la ejecución o puesta en práctica. De lo que leemos nos queda en la memoria un porcentaje bajo, un poco más nos

quedará de lo escuchado, bastante más de lo observado y, difícilmente, nos olvidemos de lo vivenciado personalmente con nuestra propia

ejecución.

Cuanto más estudiemos estaremos un poco más preparados para discernir sobre que nos parece mejor. De cualquier persona o artículo

podemos reforzar conocimientos propios, aprender cosas nuevas o despertar variantes ideas (“qué bueno este ejercicio” o “¿cómo no se

ocurrió?” son frases que nos solemos decir a nosotros mismos en reiteradas ocasiones).

Personalmente, me propongo cada día aprender algo nuevo… hoy tengo que saber más que ayer y mañana más que hoy. Aunque

me preocupa no haberles brindado a mis alumnos del pasado lo que les puedo brindar a los actuales.

A lo largo de mi vida observé (y lo sigo haciendo) competencias de las más variadas disciplinas deportivas, para conocer las

características y demandas fisiológicas, técnicas, tácticas y psicológicas, del deporte en sí y de los jugadores en sus distintas posiciones,

que me permitieran diagramar tareas de entrenamiento más específicas.

Creo que es importante llevar a cabo sesiones integradoras y globales mediante métodos situacionales, que en muchas ocasiones se nos

pueden ocurrir observando partidos o competencias. Pero, desde mi punto de vista, sin dejar de lado ejercicios que respondan al método

analítico, los cuales son muy importantes en ciertos momentos del proceso de enseñanza-aprendizaje, ya sea con niños en etapas

formativas como adultos que se encuentran en la elite.

En un artículo sería imposible exponer todos los requerimientos del puesto de portero y las tareas necesarias para cumplimentarlos.

Razón por la cual, sólo pretendo poder brindar una ayuda humilde, pero ayuda en fin, a mis colegas para que sirva como disparador en la

búsqueda de más material (al final de este artículo mencionaré algunos) o de nuevas ideas propias. En este último aspecto, el “Profe” de

Educación Física (especialmente en países como el nuestro) suele ser bastante creativo.

Desarrollaré una manera de llevar a cabo el proceso metodológico, esperando que sirva como un “pantallazo” para ir introduciendo al

niño (que tenga condiciones y, fundamentalmente, interés) en la difícil misión de ser arquero. Quisiera aclarar que este es mi punto de

vista sobre la forma con la cual encarar las actividades, sin pretender ser la verdad absoluta. Muy lejos estoy de ser el dueño de la verdad

(por otro lado, creo que nadie lo es), pero si lo soy de mi verdad y, por lo tanto la expreso.
Mis ideas se refuerzan al escuchar y observar conferencias teórico-prácticas a cargo de entrenadores de porteros prestigiosos como José

Sambade, Luis Llopis Portugal, Isidre Ramón Madir, por nombrar a algunos (normalmente no me gusta citar nombres porque quedan

sin mencionar muchos que merecerían ser nombrados). Al observar muchos de sus trabajos, me causó agrado ver que muchas de esas

tareas yo las realizaba hace varios años atrás cuando me desempeñaba en colonias de vacaciones, escuelas de fútbol y hasta en equipos

profesionales, sin haberlos visto a ellos y, por supuesto que ellos no me vieron a mí realizando dichas tareas.

Lo que quiero decir con esto, es que cada uno debe estudiar, para luego ser fiel a sus creencias y llevarlas a cabo en beneficio de las personas que

tengamos a cargo. Como dije anteriormente, estudiar significa leer, escuchar, observar y poner en práctica. Para concluir es importante tener

humildad para comprender que cualquier persona nos puede enseñar algo nuevo, de todo libro siempre sacaremos algún aporte.

Quisiera aclarar que este artículo está muy lejos de ser todo lo completo que desearía, pero es imposible poder brindar toda la

información acerca de este tema. Pero me sentiría satisfecho si a quién lo lee, al menos, le pueda aportar un granito de arena para que

cada uno construya una montaña.

Ahora sí, nos metemos de lleno en el apasionante tema de la formación y preparación del portero. Primero mencionaré las características

físicas, antropométricas y psicológicas que deberían tener y, por último, la enseñanza de los fundamentos respetando etapas madurativas

y nivel.

Índice del Artículo 

 1)  CARACTERÍSTICAS FÍSICAS, ANTROPOMÉTRICAS Y PSICOLÓGICAS DEL PORTERO

 2)  PROCESO METODOLÓGICO PARA PORTEROS

 3)  EL POSICIONAMIENTO DEL PORTERO EN EL TERRENO

 4)  UBICACIÓN DEL PORTERO Y LA BARRERA EN LOS TIROS LIBRES

 5 ) UBICACIÓN DEL PORTERO EN LOS TIROS DE ESQUINA Y ENV ÍOS DESDE LAS BANDAS LATERALES

 5.1)  MÉTODOS DE ENTRENAMIENTO PARA EL PORTERO

CARACTER ÍSTICAS FÍ SICAS, ANTROPOM ÉTRICAS Y PSICOL Ó GICAS DEL PORTERO

El portero, "normalmente" en la actualidad es uno de los jugadores de mas altura y envergadura física del equipo, por lo tanto tienen los

mayores niveles de fuerza. Aunque hay muchos casos de porteros magistrales con una altura media de menos o cercana al 1,80 mt como

ejemplos lo fueron Ubaldo Fillol (1,81mt) considerado como uno de los porteros más importantes de la historia del futbol argentino y

como no olvidar al espectacular y legendario portero mexicano Jorge Campos con su 1,70 mt de altura que compensaba su escasa altura

con una gran velocidad, capacidad de salto y de reflejos que le hicieron destacar cada partido.
Hay muchos más porteros espectaculares que no disponían de una gran envergadura pero si es cierto que en la actualidad la tendencia es

que sea una posición ocupada por una persona de gran altura.

El portero dentro de las capacidades físicas y motrices es necesario que dispongan de una gran fuerza explosiva (especialmente fuerza

útil, es decir que la sepa aplicar con eficacia), velocidad de reacción, gestual y de desplazamiento, flexibilidad, además de agilidad,

dominio corporal y ajuste espacio-temporal.

Psicológicamente deben ser temperamentales, de gran personalidad, pues ocupa un puesto en que sus errores suelen costar un

gol. Debe ser decidido, intuitivo, arriesgado (no descontrolado), atento, además de ordenar a su defensa, transmitir seguridad, tomar

decisiones correctas y simples.

Además de lo ya mencionado, para desempeñarse en este puesto con éxito se deben reunir los siguientes atributos: responsabilidad,

seguridad, concentración, decisión, buen manejo de manos, visión periférica, lectura de la trayectoria del elemento, gran sentido

de la ubicación en el arco, capacidad de mando para ordenar a su defensa (por su ubicación en la cancha puede tener un mejor

panorama del campo de juego, atajar con todo el cuerpo, descolgar centros o todo tipo de pelotas aéreas, saber caer, colocar el cuerpo

detrás de la pelota, cubrir el arco en los mano a mano, no dar rebotes largos o hacia el medio, tener buena patada para efectuar los saques

de meta, buen juego con los pies, realizar salidas rápidas con pies y manos para generar contraataques (además de no incurrir en faltas

reglamentarias en el caso que se demore cuando tiene la pelota en sus manos).

PROCESO METODOL ÓGICO PARA PORTEROS

Brevemente explico los distintos métodos de enseñanza para una mejor comprensión del proceso metodológico.

Los métodos para enseñar los contenidos futbolísticos (como también el resto de actividades motrices) son el sintético (global,

situacional), el analítico y el analítico-sintético (mixto).

El método global consiste en la realización del gesto en forma general, se emplea con niños de 4-5 años más frecuentemente; el analítico

se centra en una parte del gesto, principalmente con niños de 6-8 años; y el método mixto es una mezcla de los dos anteriores, en el cual

se llevan a cabo ejercitaciones analíticas hasta llegar al gesto completo, con mayor utilización en las edades de 9-12 años.

Podríamos agregar el método sintético-analítico-sintético, en éste se realiza el ejercicio global, para luego trabajar por separado las partes

que requieren un ajuste o corrección y nuevamente llevarlas a la ejecución del ejercicio final completo.

Cuando enseñamos un gesto nuevo nos valemos, principalmente, del método analítico. Al principio, sin ningún elemento o

situación perturbadora que pueda distraer al niño. Trabajo individual y aislado. Por ejemplo: practicar los golpes con pie o
cabeza a una pelota dentro de una bolsa sostenida por el propio ejecutante o colgada del travesaño. También practicar el pase y

control contra una pared.

En el caso de técnicas específicas del arquero: atajar la pelota enviada delante de su pecho reiteradamente para que fije la colocación de

sus manos y cuerpo. No hay ninguna toma de decisión ni incertidumbre, ya sabe a dónde llegará el balón.

El método situacional es de gran valor para que los gestos aprendidos sean plasmados en el campo de juego. El objetivo final será que

pueda aplicar con eficacia todos los contenidos técnicos en situación de partido.

Todos estos métodos pueden y deben utilizarse en todas las etapas. Ninguno es exclusivo para niños en formación o adultos avanzados.

Un arquero de nivel de alto rendimiento realiza trabajos analíticos para reforzar la técnica o alguna cualidad física en determinado

momento, como así también un arquero en formación emplea métodos situacionales en forma de juegos para adquirir un fundamento

técnico.

Sólo debemos tener sentido común para elegir cuándo echar mano a uno u otro, teniendo en cuenta nivel de desarrollo y momento de la

preparación. 

Es fundamental la variedad con que llevamos a cabo las tareas. En los más pequeños respetar una formación multifacética, involucrar

tanto miembros superiores como inferiores, estimular la bilateralidad.

Serán más completos en el futuro si desde chicos realizan desplazamientos variados (de frente, de espaldas, galope lateral, salticados con

disociación de brazos y tronco, etc.), saltos unipodales y bipodales, cambios de dirección y sentido girando por ambos lados, manejar

elementos de diversas formas y tamaños con manos y pies de ambas lateralidades.

Fomentar todo tipo de habilidades motoras, como las recién mencionadas, además de apoyos traccionar, empujar, caer (veremos la

importancia de esta última para los arqueros).

A medida que evolucionan, se aumentan las distancias, alturas y velocidades de ejecución. No debemos olvidar la aleatoriedad que tiene

este deporte (aunque no es exclusiva del mismo), entonces tendremos que exponerlos a situaciones cambiantes e imprevistas que tendrán

que afrontar en la competencia y, hasta en la vida cotidiana.


La edad de inicio para la especificación del puesto de portero, para mi gusto, es a los 8-9 años de edad. Pero a estas edades todavía no

encasillaría a uno o dos niños a jugar exclusivamente de porteros.

Mantendría, en gran medida, que todos vayan rotando por todas las funciones, incluida la de atajar, pero observando quiénes reúnen las

condiciones y, teniendo en cuenta que son niños, gusto por esta función.

EL POSICIONAMIENTO DEL PORTERO EN EL TERRENO

Aquí llega el momento de las indicaciones acerca de posicionamiento, orientación postural o corporal y posición básica. Es decir,

acciones sin tener la posesión del balón.

 POSICIONAMIENTO (UBICACIÓN EN EL ARCO): antes del remate pararse uno o dos metros por delante de la línea de

gol (suele ser un error común, en muchos pequeños, situarse encima de la línea de gol y meterse adentro del arco en el remate). Ubicarse

más cerca del poste correspondiente al sector desde donde se producirá el remate. Cuando la pelota se encuentra más alejada del arco, el

arquero se situará más adelantado (lejos) de su arco. Esto lo beneficiará para disminuir el ángulo de remate. Si el balón se encuentra más

cercano a su arco deberá colocarse más cercano al mismo.

 ORIENTACIÓN CORPORAL: estar bien parado, orientado de frente a la posición en que se encuentre la pelota próxima a

ser rematada al arco.

 POSICIÓN BÁSICA: los pies deben mantener una separación aproximada del ancho de hombros con el peso sobre la parte

anterior de la planta de los mismos, rodillas flexionadas en menor o mayor medida dependiendo de la proximidad del atacante en

posesión de la pelota dispuesto a rematar (cuanto más alejado se encuentre, la flexión será menor y cuanto más cercano mayor flexión

para permitirnos abalanzarnos sobre el esférico más rápidamente, además de ser menos probable que nos puedan sorprender con un

remate por encima del cuerpo), la cadera algo flexionada, el tronco levemente inclinado hacia adelante, los brazos colgando a los lados

del cuerpo con los codos casi extendidos (no trabados) y las palmas de las manos mirando al frente. Por supuesto, que la cabeza debe

estar levantada de manera de poder seguir con la vista atentamente lo que sucede a su alrededor.

Ejemplo de ejercicios progresivos:

1) Mediante una soga elástica atada a los dos postes del arco y a la cintura de un atacante (entrenador) colocamos al portero dentro de ese

espacio. A medida que el atacante se desplaza, el portero también lo hace para ubicarse en la bisectriz del ángulo formado por el poste y

el atacante sin pelota.

2) Agregar el balón y remate.


3) Aumentar la velocidad de desplazamiento del atacante.

4) Agregar un atacante más.

5) Agregar un defensor. Es decir vamos llegando a situaciones cada vez más específicas, en las cuales deberá percibir, tomar decisiones y

ejecutarlas.

Como el niño está en edad de crecimiento, comprenderemos que el proceso de enseñanza-aprendizaje es un proceso dinámico y su

colocación o ubicación irán sufriendo modificaciones a medida que crezca en longitud y que su capacidad de salto se incremente por

factores hormonales y de entrenamiento que aumentarán su fuerza.

Una vez dadas las indicaciones acerca de ubicaciones y posturas continuamos con los siguientes aspectos. Debemos tener en cuenta que

no se hace todo tan estructurado, es decir, que mientras se esté realizando una actividad se pueden estar trabajando varios objetivos, como

los que a continuación se mencionan.

 COLOCACIÓN DE LAS MANOS PARA ATAJAR (RECEPCIÓN): adoptar una forma redondeada con palmas y dedos.

Los dedos pulgar e índice de cada mano forman un triángulo, manteniendo una separación de algunos centímetros entre ellos.

 COLOCACIÓN DEL CUERPO CON RESPECTO A LA PELOTA: siempre que sea posible, poner el cuerpo detrás de

las manos, de manera que rebote en él toda pelota que pueda escurrirse entre las manos.

Una de las acciones específicas que los porteros realizan con mucha frecuencia es la CAIDA, más conocida como la “volada”.

Ya había mencionado la importancia de trabajar las habilidades motoras desde edades precoces. Si esto se cumplió, en esta etapa (9-10

años) el niño debe saber caer de diferentes formas sin tener temor y sin riesgo a golpearse o, por lo menos, disminuir la probabilidad de

que esto suceda.


Esta acción de arrojarse y caer sólo debe realizarse ante remates en los cuales sea imposible llegar de otra manera más segura (por

ejemplo: dar uno o dos pasos sin necesidad de “volar” o tirarse). Muchas veces, para darle espectacularidad, el arquero realiza “voladas”

innecesarias, regalando rebotes, tiros de esquina, etc. Que le dan la posibilidad de segundas chances para anotar un gol al rival o, en el

mejor de los casos que sigan teniendo la posesión de la pelota y el dominio del juego.

Esta acción puede acompañarse con una atajada, desvío o prolongación a ras del suelo, a media altura o por elevación.

En la “volada” estirarse todo lo posible, desde los pies hasta las manos, para alcanzar la pelota con las manos. Al caer,

procurar hacerlo, primero sobre piernas y muslos, luego con el torso de costado y, finalmente, sobre el brazo. De esta

manera se amortigua el contacto con el piso, disminuyendo el riesgo de lesiones de hombros y codos. Como requerimiento

físico es importante la fuerza de impulsión para esta acción, pero más importante es que sea una fuerza útil.

Con esto quiero decir que es necesario aplicar la fuerza de impulso justa para llegar a la pelota, porque si se “vuela” mucho

se correr el riesgo de “pasarse” y no contactarla con las manos, derivando en rebotes a sectores peligrosos o, peor aún que

ingrese en el arco.

También implica aspectos psicológicos y volitivos como atención, concentración y valentía para arrojarse (no tener miedo a

golpearse en la caída).

Para enseñar la caída a los porteros de una manera progresiva, podemos hacer lo siguiente:

1º) Desde la posición de sentados con las piernas extendidas hacia adelante, se recuesta sobre un lado apoyando cadera,

costado del torso, axila, brazo, codo, antebrazo y mano en este orden y de forma controlada.

2º) Desde la posición de arrodillado, realiza lo mismo que hizo en el paso anterior.

3º) Desde la posición de parado, realiza la caída a un costado siguiendo las mismas pautas que en los pasos anteriores.

Se debe realizar hacia ambos costados. Podemos empezar sin la pelota y posteriormente que en la caída atrape el balón, o

directamente que realice la caída y atajada juntas.


El ejemplo expuesto pertenece a la caída lateral. También se deben trabajar la caída frontal (normalmente la de menos

dificultad) y la caída hacia atrás (puede ofrecer mayor dificultad, principalmente por temor)

Otra acción vital en el juego del portero es la RECUPERACIÓN (VUELTA A LA VERTICAL). En efecto si hay caída, habrá

que reincorporarse. Cuando no se logre atajar el balón (quedarse con la pelota en sus manos) deberá pararse rápidamente,

especialmente si el móvil queda en situaciones “jugables” a favor de un oponente con la consiguiente peligrosidad que esto

entraña.

Básicamente hay dos formas de recuperación: sin giro o con giro. La primera se utiliza con mayor asiduidad cuando no es

necesario volver al otro lado o cambiar el sentido para quedar posicionado en caso de una segunda acción.

La técnica con giro permite posicionarse más rápido en caso de que se tenga que volver a ocupar el centro del arco.

La recuperación sin giro se realiza de la siguiente manera: luego de la caída, se aprovecha el impulso producido por la

pierna más alejada al piso (la que está arriba), para luego reincorporarse apoyando el brazo más cercano y el pie de la

pierna contraria (ésta se cruza por delante de la otra pierna que está estirada sobre el piso, quedando flexionada con toda la

planta del pie apoyada).

Finalmente la otra pierna se apoya para poder pararse. Para que ésta se produzca con la mayor celeridad posible, el

arquero debe aprovechar la inercia de la caída y reincorporarse con el impulso de la pierna más alejada del piso.

Con giro implica, que antes de reincorporarse, tendrá que efectuar, justamente, un giro sobre su eje con el apoyo en cadera

y glúteos en el piso pasando las piernas por adelante del cuerpo con el fin de quedar con el tronco y brazos mejor

posicionado como se mencionó anteriormente. Luego del giro, se pone de pie de la misma forma descrita para la técnica sin

giro (apoyándose sobre el brazo más cercano al piso y la pierna contraria a dicho brazo en primera instancia, para terminar

la reincorporación con la otra pierna).

También debemos tener en cuenta aspectos psicológicos que, en este puesto tan particular, son muy importantes para el

rendimiento. Desde habilidades básicas como la motivación hasta las más avanzadas como la toma de decisiones.

El joven portero, en sus primeros años de formación, debe comunicarse con sus compañeros para indicarles la posición de

algún oponente desmarcado, hasta lograr percibir situaciones tácticas más complejas para orientar a su línea defensiva,

conforme vaya evolucionando en las diferentes etapas formativas.


En la etapa anterior de los porteros (8-9 años) empezamos a referirnos a los aspectos vinculados a este puesto que hemos

desarrollado, pero sin definir específicamente a un niño en particular para que se dedique exclusivamente a desempeñar

dicho rol.

La siguiente etapa, porteros de 10-11 años de edad, mantendrá similares características aunque se irá perfeccionando y

apuntando a un grado un poco mayor de especificidad sobre algunos de los niños. Entre las tareas a realizar figuran las

funciones y responsabilidades que debe cumplir el arquero en tiros libres, tiros de esquina y saques de meta. Se imparten

indicaciones para descolgar envíos aéreos desde los costados. También se aprovecha para dar nociones sobre el

reglamento o reforzarlas.

El portero en la etapa de los 12-13 años de edad se sigue evolucionando, pero debemos tener en cuenta que pueden pasar

por un período de pérdida momentánea de coordinación. Esto es producto de un crecimiento acelerado en longitud que

puede llevar a que pierdan algo del control corporal, observándose torpezas que irán desapareciendo a medida que se

acostumbren a su “nuevo cuerpo”.

A partir de los 14-15 años los porteros empieza a trabajar más específicamente lo concerniente a las cualidades físicas. Esto

se intensificará aún más en la etapa de los 16-17 y 18-19 años.

Ya en estas etapas de porteros juveniles (14-15 años), luego del despegue hormonal producido entre los 12 y 13 años de

edad aprox. (esperar un año en los varones y seis meses en las mujeres) se puede trabajar con cargas importantes. Pero

siempre teniendo en cuenta el nivel y las particularidades de cada adolescente, que estarán dadas por su experiencia y

genética, que, claro está, no es la misma para todos.

El entrenamiento de la fuerza es fundamental para todos los deportes (también, diría yo, para la vida cotidiana). En el caso

del portero también lo es.

Los trabajos de fuerza general, para fortalecer todo el aparato locomotor, y fuerza compensatoria o ejercicios preventivos,

como los típicos de propiocepción, sin elementos o con el bosu, fitballs, tablas de equilibrio entre otros, son importantes.

Recordemos que no hay que llegar a estas edades para desarrollar la fuerza, la misma se va desarrollando desde el

nacimiento con actividades que respondan al momento evolutivo de cada niño. Como ejemplo puedo mencionar la fuerza de

la musculatura del cuello al ser capaz de sostener el peso de su cabeza a los 6 meses de edad aprox., o la que realizan las

piernas al pasar a la posición bípeda a los 10 meses de vida y al dar los primeros pasos allá por el año de nacimiento.

Estas conductas son filogenéticas, todas las personas las vamos adquiriendo a medida que maduramos (aunque podemos

inducir a que la criatura las realice). Donde sí podremos incidir más es a partir de edades pre-escolares en adelante

mediante la actividad físico-deportiva. Tareas como las carreras, saltos, cambios de dirección son excelentes para el

desarrollo de la fuerza de miembros inferiores, así como lo son para los miembros superiores, los apoyos, empujes,

tracciones o lanzamientos.
Con juveniles mayores y adultos podemos trabajar la fuerza combinada con gestos específicos, por ejemplo: rechazar la

pelota con los puños y al caer amortiguar con los brazos mediante una contracción excéntrica la caída frontal al piso, a un

bosu u otro elemento. Si quisiera complicar la situación, puedo agregarle que la caída sea desde mayor altura y que tenga

que efectuar una contracción pliométrica para volver a la posición inicial.

Es un ejercicio que demanda altos niveles de fuerza explosivo-elástica-reactiva. En la enumeración de las características

que debía poseer un arquero figuraba la fuerza explosiva.

La justificación de los altos niveles de fuerza con los cuales debe contar un arquero, además de las ya mencionadas, es la

impresionante tensión que soportan las articulaciones de los hombros, codos, muñecas y manos al atajar o desviar la

pelota. Cuando observamos estas acciones que se dan cientos de veces en entrenamientos y partidos, no nos percatamos

del cimbronazo que se produce en el brazo.

Pero si lo observamos en un primer plano en cámara lenta, podremos darnos cuenta lo que sufren las articulaciones de los

miembros superiores y lo que sucedería si no se está lo suficientemente preparado muscularmente para afrontar tales

exigencias.

UBICACIÓN DEL PORTERO Y LA BARRERA EN LOS TIROS LIBRES

El portero es el encargado de formar la barrera en los tiros libres cercanos al área. En el extremo de la barrera

correspondiente al poste más cercano al remate (primer palo) deben colocarse a los jugadores más altos, debido a que

dicho poste es el que quedará más desguarnecido, ya que el arquero se colocará cerca del poste más alejado (segundo

palo).
UBICACIÓN DEL PORTERO EN LOS TIROS DE ESQUINA Y ENV ÍOS DESDE LAS
BANDAS LATERALES

En los tiros de esquina, el portero se posiciona del centro del arco hacia su segundo palo, porque que le será más fácil y rápido

desplazarse hacia adelante en caso que el centro llegue al sector del primer palo, que tener que ir a sus espaldas si el centro es “pasado”

(al segundo palo).

Debe buscar la pelota en el punto más alto (aprovechando que es el único jugador que puede tomar la pelota con las manos), estirando los

brazos y saltando con uno o ambos pies. Enseñarle a que eleve la rodilla flexionando la pierna del lado que puede venir un oponente, para

protegerse.

Estando en el aire, cualquier pequeño contacto, lo puede desestabilizar ocasionándole lesiones y pérdida de la pelota. Esto puede evitarse

si se levanta la rodilla correspondiente al saltar para interceptar una pelota aérea. Cuando el arquero se desplaza desde su derecha hacia su

izquierda, debe “picar” con el pie zurdo y levantar su rodilla derecha flexionada, y viceversa. Para que se entienda mejor, en centros

procedentes de la banda derecha, se “pica” con el pie izquierdo y se eleva la rodilla de la pierna derecha a manera de protección; cuando

el centro es lanzado desde la banda izquierda, el pie de “pique” es el derecho y se eleva la rodilla izquierda.

Este jugador debe concentrarse en el vuelo de la pelota e ir a buscarla sin que nada lo distraiga, procurando no dar rebote. En última

instancia, si el blocaje puede ser riesgoso, deberá rechazar con golpe de puño lo más lejos y hacia los costados posible. Para lograr un

efectivo rechazo o despeje con los puños, debemos enseñarle al chico que lo haga con codo (o ambos codos si golpea la pelota con los

dos puños) flexionado y extenderlo explosivamente en el momento de impactar la pelota. Cuando golpee con un solo puño, el pie de

“pique” será el de la pierna contraria al brazo que ejecuta el despeje, quedando sin protección de la rodilla en muchas ocasiones.

En los saques de banda, normalmente, la pelota no llega al segundo palo, por lo tanto el arquero se ubica más cerca del primer palo.

En los centros aéreos frontales, debe seguir las mismas indicaciones que en los centros provenientes de los costados para salir a

“descolgar”.

Para concluir con este artículo voy a ejemplificar un entrenamiento específico del portero que puede ser realizado tanto por

juveniles como mayores.

La primera fase de la sesión, el calentamiento, la realizan junto con el resto del equipo o con el entrenador de porteros (en el caso de

contar con éste).


En la parte principal de la sesión, mientras los jugadores de campo realizan los trabajos de equipo, los porteros llevan a cabo actividades

específicas de su puesto. No obstante es necesario realizar tareas conjuntas con el resto del equipo.

Esto, más allá de servir para una mejor comunicación y coordinación con la línea defensiva, principalmente, y con las otras líneas (mediocampo y

delantera), sirve para introducirlo en tareas de posesión que lo obliguen a jugar con mayor preponderancia con los pies, lo que redundará en un

beneficio para el juego del equipo.

De esta manera un portero podrá ser más completo. En el fútbol actual es un aspecto vital dentro de las funciones del portero el buen

manejo de los pies para los controles (tanto clásicos como orientados) y pases. Recordemos que debido a las reglas actuales que impiden

al arquero a tomar con sus manos la pelota que un compañero le entrega con los pies, sería bueno que participe en juegos o

actividades que lo expongan a situaciones en las cuales deba resolver mediante el empleo de sus pies.

MÉTODOS DE ENTRENAMIENTO PARA EL PORTERO

1. Método de contrastes (complejo o búlgaro). Ejercicios básicos (sentadillas, press de banco, press militar, etc.) combinados con
pliometría y técnicas específicas de arquero (blocaje, rechazo, despeje, desvío, prolongación, pase y saque con manos y pies).Los
siguientes ejercicios son sólo dos ejemplos de este tipo de trabajo.

a) Sentadilla: 4 reps. con 90% de 1RM + 5 saltos con caída previa aterrizando sobre otro cajón + saltar a “descolgar” un centro.

b) Sentadilla: 4 reps. con 90% de 1RM + 5 ¼ sentadillas con salto (*)+ blocaje o desvío de un remate. (*) Variante: sentadilla con el 60%

de 1RM a la mayor velocidad posible


2. Realizar cuatro repeticiones de arranque de potencia colgado (ejercicio derivado del levantamiento olímpico de pesas o
halterofilia) y seguidamente atajar (blocaje) o desviar con las manos un remate alto. El arranque representa un estímulo, de tipo
condicional, que es muy parecido al gesto técnico del pasaje de la posición básica al blocaje o desvío (según la decisión táctica que se
elija entre estas dos técnicas defensivas) de una pelota que llega elevada.

3. Desde la posición de parado, reaccionar con una salida de cinco metros hacia adelante, cuando el profesor deja caer al piso la
pelota que tiene en las manos. Frenar y volver a reaccionar con velocidad para atajar el disparo (puede ir abajo o a media altura). Volver
al punto de partida y esperar unos diez segundos para que se recupere.

Cada portero realiza cuatro series de ocho repeticiones.


4. Pararse tapando el primer palo, tocarlo abajo con una mano en el momento que el profesor amaga que hará un remate. Seguidamente,

el profesor envía un centro rasante, que el portero debe atajar o interceptar. Volver al otro palo y esperar unos diez segundos para que se

recupere.

Cada portero realiza cuatro series de ocho repeticiones.

Variar las alturas de los centros, las fintas y los tiempos. Se puede colocar a uno de los arqueros que descansa como receptor del centro,

asemejándose a una situación más real de partido.

5. El portero salta a “descolgar” la pelota arrojada por el profesor, inmediatamente al tocar el piso, sale corriendo de espaldas pasando

entre medio de las dos estacas que se encuentran detrás de él, corre hacia delante de frente pasando por afuera de la estaca que está a su

izquierda y “vuela” para atajar la pelota que le arroja el profesor a media altura. Espera allí unos segundos para repetir, saliendo desde la

estaca donde finalizó, de manera que en la siguiente repetición realice la “volada” hacia el otro lado (su derecha).

Cada portero realiza cuatro series de ocho repeticiones.

Se puede colocar a uno de los arqueros que descansa para “molestar” al arquero cuando “descuelga” el envío aéreo, de esta manera

trabaja la carga (disputa de la pelota que llega al área en forma de centros frontales o laterales contra la oposición de un delantero),

además de ser una situación que se le presentará muy a menudo en el partido.

 
6) Skipping lateral sobre tres bastones, ida-vuelta-ida, correr a máxima velocidad hacia afuera del área penal (15 mts) para despejar con el

pie la pelota que viene rodando. Volver trotando para recuperarse. El despeje tiene que llegar a un punto marcado, simulando un

contraataque. En cada repetición se cambia el lado de inicio en los bastones y el pie para patear.

Cada portero realiza cuatro series de ocho repeticiones.

Se puede colocar un receptor del despeje para el contraataque que se desplace en el momento previo, estimulando la percepción y

ejecución precisa por parte del arquero.

7) Saltar tres vallas y salir a velocidad a “tapar” en un “mano a mano”, levantarse y correr hacia atrás (hacia el arco) lo más rápido

posible para prolongar por encima del travesaño una pelota enviada de emboquillada por el profesor. Espera allí unos segundos para

repetir.

Cada portero realiza cuatro series de ocho repeticiones. En cada repetición se varían los saltos: saltar y aterrizar con ambos pies, saltar y

aterrizar con pie derecho, saltar y aterrizar con pie izquierdo, saltar con ambos pies y aterrizar con uno, combinaciones en cada una de las

tres vallas según indicación del profesor.


 

En la última fase de la sesión, la finalización, las tareas consisten en carreras suaves (al 50% del VO2 máx.) durante 10´-15´ (2 km.

aprox.) y estiramientos estáticos para devolver la longitud inicial de los músculos solicitados.

Todas estas actividades mencionadas sirven a manera de ejemplos que buscan ser “disparadores” de nuevas ideas por parte de cada

profesor, ajustándolas a sus posibilidades, gustos e imaginación.

Las actividades deberían cumplir, para obtener una formación más completa desde el aspecto técnico, táctico y físico, con los siguientes

requisitos:

 Blocajes frontales y laterales a diferentes alturas (rasantes, media altura y altos) con y sin caída.

 Salidas para enfrentar en el mano a mano utilizando ambos perfiles.

 Despejes con puños y con los pies que lleguen en forma frontal, diagonal o lateral desde cualquiera de los dos costados.

 Desvíos con manos y pies.

 Prolongaciones con ambas manos.

 Saques de meta con borde interno o empeine del pie.

 Saques con el pie de volea lateral o frontal.

 Saques con el pie de sobre-pique.

 Saques con las manos rasantes, con “pique” o elevados y largos.


 Combinaciones de técnicas defensivas con ofensivas. Recordar que el arquero puede ser el iniciador de un ataque o

contraataque.

 Situaciones de incertidumbre para fomentar las tomas de decisiones tácticas más acertadas. Además esto se asemejará a las

situaciones específicas de la competencia.

 Actividades que estimulen la coordinación, velocidad de reacción, velocidad gestual y de desplazamiento, y la fuerza

explosiva de miembros superiores e inferiores. Esto se puede trabajar de forma más analítica y, también, combinadas con acciones

técnicas y técnico-tácticas.

 Desarrollar el aspecto psicológico, desde lo concerniente a la voluntad (contracción al trabajo, disciplina, concentración,

motivación, ansias de superación, sobreponerse al fracaso, tenacidad) por un lado, y desde lo perceptivo (percepción de la situación por

medios visuales y auditivos principalmente, toma de decisiones y su ejecución eficaz) por el otro.

Queda claro que el entrenamiento debe ser lo más específico posible (respetando el principio de especificidad y el de la proporcionalidad

entre preparación general y especial). Antiguamente se podía observar en la preparación de porteros que estos eran sometidos a largas

actividades de remates, estimulando más la resistencia anaeróbica láctica que la aláctica.

Esto es totalmente inespecífico para un portero, cuanto mucho puede aceptarse en cierto período de la preparación y en

“cuentagotas”. Las actividades de estos jugadores deben ser, mayoritariamente, de corta duración para permitir la mayor

explosividad posible y que la fatiga no reduzca su rendimiento. Rara vez sucederá en un partido que el portero tenga que intervenir

varias veces en la misma jugada.

También será importante para que el entrenamiento sea específico, realizar actividades integradas, es decir aunar las capacidades

físicas, coordinativas, técnicas, tácticas y psicológicas. Pero esto no significa que el trabajo en forma analítica deba ser desterrado. Según

el nivel de nuestros jugadores y el objetivo, esta forma de trabajo puede ser la más adecuada. Previamente a la realización de actividades

integradas, se debería trabajar la técnica aislada y luego combinada con aspectos condicionales o físicos.

Para derivar en la mejor formación habría que fomentar varias posibilidades de resolución de las acciones que puedan presentarse en la

competencia, y que el arquero emplee la más conveniente según su criterio.

Por medio del empleo de materiales que no son costosos, podemos confeccionar ejercicios de entrenamiento para porteros de situaciones

que se puedan encontrar en la competencia. A manera de ejemplo menciono las siguientes: -colocar una lona o pantalla delante del

arquero y efectuar remates que pasen por debajo o por el costado de la misma para simular una acción de partido en la cual el portero está

tapado por algún defensor o adversario. –hacer que la pelota rebote en una manta vinílica mojada en su trayectoria a la portería

complicándole la recepción al portero tal como sucede en partidos con lluvia. –rematar haciendo rebotar la pelota contra una especie de
pared y que el portero deba reaccionar para hacerse del balón, colocar elementos desparramados en el piso delante de la portería de

manera que modifiquen la dirección de un remate.

También puede resultar interesante la realización de tareas en las cuales se desarrolle la concentración y el aspecto cognitivo juntamente

con técnicas específicas. Para esto se le puede solicitar que memorice determinadas consignas y deba recordarlas para ejecutarlas con

velocidad o responder de alguna manera predeterminada según la presentación de un estímulo determinado.

En este texto hemos intentado llevar una metodología para que el portero llegue a este punto donde es capaz de rendir al máximo,

iniciándolo con una formación polivalente donde desarrolló su esquema corporal, dominio de sus miembros superiores e inferiores,

diferentes tipos de desplazamientos y saltos, pases, recepciones y toda clase de gestos específicos del fútbol hasta introducirlo en las

actividades propias del puesto de portero para cada estado evolutivo.

Bibliografía:
Tagliaferri, H. (2012) -“Fútbol-Proceso de enseñanza-aprendizaje en entrenamiento físico, técnico-táctico moderno infanto-juvenil”

www.bubok.com.ar

Sambade, J. (2012) – Conferencia teórico-práctica “El entrenamiento del portero de fútbol”Revista digital futbol-tactico.com

Valeiro Mato, R. (2011) – “El entrenamiento del portero de fútbol base. Técnica sin balón: posicionamientos y recuperaciones”Revista

digital futbol-tactico.com

Llopis Portugal, L. (2011) – Conferencia “El entrenamiento en situaciones reales de juego” Revista digital futbol-tactico.com

SOBRE EL AUTOR

Horacio Eduardo Tagliaferri

Profesor Nacional de Educación Física, Preparador físico inscripto en la Asociación del Fútbol Argentino (A.F.A.) Nº REG. 3491/07

Comentarios
ALEXI PEREZ
BUEN DÍA GRACIAS EXCELENTE ARTICULO.

ALEXI PEREZ

Excelente contenido que nos ayuda a mejorar el nivel de nuestros niños. Gracias

Manuel Paucar Alban

Excelente Prof. Horacio!!

Manuel Paucar Alban

Excelente artículo Prof. Horacio !!; éxitos …

Ismael Romero

No llevo ni la mitad del artículo y tengo los pelos de punta….impresionante!!! En hora buena !

Raúl

Absolutamente impresionante este articulo coaching futbol me ayuda a guiarme en los entrenamientos para portero y gracias tambien al profe Horacio bendiciones para

los dos

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