Obra Lavoisier

También podría gustarte

Está en la página 1de 18

La obra de Lavoisier como un modelo

para la historia de las ciencias

Julio Alejandro Castro Moreno *

Artículo recibido: 14-8-2006 y aprobado: 30-4-2008

Lavoisier’s work like a model to science history

Resumen: Este artículo muestra Abstract: This article shows three


algunas características de la historia de las ciencias que characteristics of science history which are considered
consideramos de suma importancia. Dentro de ellas as the main ones by the authors of this paper. First, the
destacamos tres: la discontinuidad que se presenta discontinuity that is possible to find in the processes of
en la construcción del saber científico, el proceso de knowledge building; second, the process of disciplines
diferenciación que tuvo la ciencia entre los siglos XVII differentiation that science suffered along the 17th and
y XVIII, y las interrelaciones que se presentan entre 18th centuries; finally, the relationships between science
sociedad y ciencia. Para poder llevar a cabo nuestro and society. The analysis of Lavoisier’s life gives us an
propósito, hemos hecho un análisis de la vida y obra important example to study those characteristics, not
de Antoine Laurent de Lavoisier. Las características only in their specific meanings but also considering
mencionadas han sido detalladas en cada uno de their mutual relations.
los apartes en que se ha subdividido el escrito, pero,
como se verá, hay un diálogo permanente entre cada
Key words: Discontinuity, differentiation, social and
una de ellas. cultural context, scientific activity, science history.

Palabras clave: Discontinuidad, diferenciación,


contexto sociocultural, actividad científica, historia
de las ciencias.

u1

*
Profesor de la Universidad Pedagógica Nacional, Bogotá, Colombia. jcastro@pedagogica.edu.co.

N.º 23 t Primer semestre de 2008 t pp. 89-106 89


T ecn é, Epis t eme y D ida x is N. º 23, 2008

Convencido de estas verdades, que en algún momento fue válido para


me he impuesto la ley de no pasar nunca
una comunidad y que ahora se considera
más que de lo conocido a lo desconocido, de
como disparates o errores del pasado.
no deducir ninguna consecuencia que no se
derive inmediatamente de las experiencias y
Desde nuestro punto de vista, la historia
observaciones, y de encadenar los hechos y es una reconstrucción constante, es for-
verdades químicas en el orden más apropiado mular problemas y proponer soluciones
que facilita la comprensión a los principiantes. y, por qué no decirlo, es aventurarse a
Antoine Laurent de Lavoisier, meterse en los zapatos de aquellos que
Tratado elemental de química. han dedicado su tiempo para que deje-
mos de ser principiantes y, poco a poco,
Introducción nos volvamos sabios.
En primer lugar, debemos reconocer Según las historias tradicionales,
que el tema que aquí abordamos no en el momento en que algunos colegas
es novedoso, ya que se han escrito de Lavoisier intercedieron por él para
innumerables trabajos acerca de “la evitar que su cabeza rodara, alguien les
vida y obra de Lavoisier”. Sin embargo, contestó que la República no necesitaba
también consideramos que este artículo sabios. Pero, al parecer, esta frase es apó-
puede ser una innovación en cuanto al crifa. En todo caso, independientemente
tratamiento que le damos al tema, en la de la pronunciación o no de esta frase,
medida en que proponemos un modelo queremos mostrar en este escrito que
para la historia de las ciencias. En ese realmente las sociedades sí necesitan a
sentido, también es posible que dicho los sabios, y mucho más, que los sabios
modelo dé luces acerca de importantes precisan muchísimo de las sociedades
implicaciones didácticas, tanto en el en las cuales viven.
terreno de la enseñanza de las ciencias, Nuestro proyecto es mostrar algunas
como en el de la formación de maestros. características esenciales de la historia
Tales implicaciones están íntimamente de las ciencias, usando para ello la vida
relacionadas con la elaboración y socia- y obra de Lavoisier. Estas propiedades
lización de estudios histórico-críticos, que asumimos como fundamentales son
como el que ahora presentamos. las siguientes: la no-diferenciación en
Los estudios histórico-críticos de las los primordios de la ciencia, es decir, la
ciencias naturales cada vez están adqui- ciencia que se profesaba alrededor de los
riendo mayor importancia en diferentes siglos XVII y XVIII; la discontinuidad en
ámbitos (el educativo, por ejemplo), so- la historia de las ciencias, o sea, que la
bre todo porque dan cuenta del porqué forma en que se da paso de una teoría a
y el cómo se han establecido las teorías otra ocurre por rupturas o revoluciones
que consideramos válidas y la manera en y no por aleación o ensamblaje; y, por
que dejaron de serlo aquellas que han último, la estrecha relación que se da
pasado a la historia. Con este pasar a la entre ciencia y sociedad.
historia queremos denotar un hecho que Hemos intentado separar estos tres
aún sigue presente en algunos discursos aspectos de la dimensión histórico-críti-
históricos: se considera historia a todo ca de las ciencias, pero, como veremos,
aquello que fue y dejó de ser, aquello no es factible hacer tal separación de un

90
La obra de Lavoisier como un modelo para la historia de las ciencias

modo total. Sin embargo, para efectos de una formación científica claramente
nuestra presentación, asumimos que es especializada, mientras que los cien-
posible hacerlo. tíficos de los siglos anteriores al XIX
emprendían sus labores investigativas
Lavoisier como geólogo, desde diferentes puntos de vista, o sea,
físico, químico y biólogo. desde diversas disciplinas que aún no
O la no-diferenciación en los estaban totalmente cimentadas como
primordios de la ciencia las conocemos ahora.
Es muy interesante notar que antes de Veamos cómo esto puede ser ejem-
que existieran las disciplinas totalmente plificado con Lavoisier: en primer lugar,
diferenciadas, como ocurrió a lo largo del es necesario resaltar que se graduó
siglo XIX, aquellos que emprendían la la- como abogado en 1764, siguiendo una
bor científica lo hacían desde diferentes tradición familiar, y dos años más tarde
ramas del saber. Por ejemplo, Stahl fue emprendió trabajos en geología, bajo la
médico y, sin embargo, se le conoce como dirección de Guettard. En 1768 entró a
químico. Cuando Darwin emprendió su ocupar un cargo en la Academia Real de
viaje en el Beagle fue contratado como las Ciencias de París, debido a que uno
geólogo más que como naturalista1, es de sus integrantes, el químico Baron,
decir, como biólogo2. Aún más, Darwin había muerto. Aunque el Rey le dio la
antes de embarcarse en el mundo de las vacante al ingeniero Jors, Lavoisier logró
ciencias naturales había estudiado para hacer parte de esta institución como
médico y para clérigo, aunque no culmi- miembro supernumerario (Bensaude-
nó ninguna de estas carreras. Vincent, 1998).
También es interesante ver cómo a Sin embargo, antes de entrar a hacer
partir del siglo XX las ciencias se han parte de la Academia, Lavoisier ingresó
superespecializado, volviéndose cada a la Ferme Génerale, una institución que
vez más específicas, y han aparecido recaudaba impuestos para el Estado y
amalgamas de disciplinas como la bio- ello fue posible porque había recibido
logía molecular. En este último ejemplo, una herencia por parte de su abuela. Este
podemos notar que vuelve a haber otro tipo de actividad fue muy importante en
tipo de no-diferenciación, en el sentido la vida de Lavoisier y, como veremos en
que en la biología molecular han conflui- la tercera parte de este escrito, de algún
do biólogos, químicos, físicos, médicos modo, el ser recaudador de impuestos
e ingenieros, pero lo han hecho desde le costó la propia vida.
Retomando la actividad científica de
Lavoisier, podemos observar que se hizo
1 Puede decirse que algunas rupturas con la historia
químico más por casualidad que por sus
natural contribuyeron al establecimiento de la propios intereses. Sus primeros trabajos
biología como ciencia independiente. fueron sobre geología y se acercó a la
2 Aunque en su época y su país no existía una pro- química como una ciencia auxiliar de
fesión que pudiera denominarse como tal, ya que ésta, y cuando hubo la vacante en la Aca-
había varias ramas del saber que estudiaban lo vivo,
pero aún no se había consolidado la biología como demia, él pidió que se creara una para
una ciencia independiente y autónoma. física experimental, ya que se describía a

91
T ecn é, Epis t eme y D ida x is N. º 23, 2008

sí mismo como físico, debido a su acer- en parte, a la utilización de aspectos con-


camiento a las ciencias experimentales ceptuales y procedimentales cimentados
y su distanciamiento de las que privile- en la física, para dar cuenta de una nueva
giaban la observación, como la geología problemática no resoluble desde esa
(Bensaude-Vincent, 1998). disciplina. También puede inferirse que
Finalmente, podemos ver a Lavoisier Lavoisier utilizó las “artes de la aboga-
como uno de los personajes más impor- cía” para defender sus ideas científicas.
tantes en el desarrollo de la química, No obstante, hay que precisar que él
de ahí que relacionemos su nombre al también ideó y puso a prueba técnicas
de esta ciencia. Sus trabajos en dicha y conceptos que podríamos denominar
disciplina serán detallados a lo largo de como netamente químicos, pero esto
este escrito, pero nos falta mencionar será discutido en la siguiente sección.
una faceta científica de Lavoisier: la de
biólogo. Obviamente, cuando hablamos Lavoisier como decapitador del
de Lavoisier como biólogo o químico no flogisto. O la discontinuidad en la
estamos aludiendo al significado actual historia de las ciencias
de estas profesiones. Lavoisier era un El paso de una teoría a otra no se hace
científico, pero la ciencia de su época tanto por añadidura de conceptos, sino
pasaba por un proceso de diferenciación por la creación de nuevas entidades que
que en muchos casos apenas estaba pueden resultar contradictorias con las
iniciando, por ejemplo, la biología, mien- anteriores. Aquí retomaremos el ejem-
tras que la física estaba más cimentada plo de cómo la doctrina del flogisto fue
como una ciencia con un objeto de es- desterrada de la ciencia por parte de la
tudio claramente especificado. teoría del oxígeno. Antes de mirar la ma-
Si vemos en Lavoisier a un científico nera en que se llevó a cabo esa revolución
que hizo notables aportes a la biología, química, es necesario que recordemos
ellos son sobre todo sus trabajos re- algunos de los postulados de la combus-
lacionados con la respiración animal, tión explicada desde el flogisto.
que era considerada por él como una Georg Stahl fue un médico alemán
combustión muy lenta, donde partici- que vivió entre los siglos XVII y XVIII,
paba como combustible el carbono y el y postuló la idea de un principio de in-
hidrógeno procedentes de la alimenta- flamabilidad al que denominó flogisto,
ción, y como comburente, el oxígeno, que en griego significa arder. Con su
proveniente del aire. doctrina, Stahl estaba poniendo fin a
Como conclusión de este aparte, que- una tradición alquimista para dar ori-
remos resaltar que si bien puede verse gen, según él, a una verdadera química
en el quehacer de Lavoisier una yuxta- científica, lo que queda de manifiesto en
posición de actividades en diferentes estas líneas escritas en 1723:
campos del saber, asimismo podríamos La química ha sido durante más de
comprenderlo como la integración de doscientos años dominio exclusivo
diferentes saberes y procedimientos de los charlatanes, que han causa-
do una infinidad de víctimas (...)
que confluyeron en sus investigaciones
Actualmente algunas personas han
químicas. Esta situación puede deberse,
comenzado a ocuparse seriamente

92
La obra de Lavoisier como un modelo para la historia de las ciencias

de esta ciencia. No debe sorprender- Sin embargo, el flogisto no es la única


nos que su número sea pequeño. Era idea de la teoría de Stahl, lo que sucede
natural que los impostores, las falsas es que esta es la que ha alcanzado más
promesas de los fabricantes de oro,
renombre, sobre todo porque se consi-
los supuestos misterios, los reme-
dera como la idea central de la química
dios universales y las preparaciones
anterior a Lavoisier:
farmacéuticas, a menudo nocivas,
Parte de su relevancia proviene del
de los alquimistas convirtieron la
hecho de que la teoría del flogisto
química en algo odioso a las personas
puso el énfasis de su explicación en
honestas y sensibles, y suscitaron
los fenómenos relacionados con la
en ellas un sentimiento de disgusto
combustión, y fue precisamente la
provocado por un saber caracteriza-
investigación de la combustión la que
do por el fraude y por la impostura
llevó a Lavoisier al descubrimiento
(citado por Rossi, 1998: 158).
del oxígeno (Estany, 1990: 22).

Para Stahl, hay una clara distinción


Según Estany (1990), además de la
entre la charlatanería propia de los
doctrina del flogisto, la obra de Stahl
alquimistas y el discurso argumentado
contiene otras tres teorías:
característico de la ciencia. Sin embargo,
Teoría de la materia: su idea fun-
la teoría que él propone no rompe con
damental es que las masas materiales
la tradición, ya que sigue conservando
poseen propiedades específicas que
los cuatro elementos aristotélicos, con
permiten reconocerlas y prever sus
los que da cuenta de la composición
reacciones. Estas masas materiales se
y transformaciones de la materia. Es
diferencian por su composición y no
decir, que las concepciones de Stahl
pueden ser divididas al infinito.
siguen siendo básicamente esencialistas
Teoría de la composición: trata de
y substancialistas.
explicar las combinaciones entre los
Para poder llevar a cabo su proyecto
principios elementales, la descomposi-
de separar la química de la alquimia,
ción y el desplazamiento de un cuerpo
pero además para distanciarse del me-
por otro.
canicismo newtoniano, Stahl recurre a
Teoría de las sales: pretende caracte-
sus maestros y, al parecer, el flogisto es
rizar la primera tierra de Becher, es decir
una modificación de la segunda tierra
la vitrificable.
de Becher y del azufre o principio de
Por su parte, la idea del flogisto en-
combustión de Paracelso. Las tierras de
caja perfectamente en la idea que Stahl
Becher son: vitrificable, combustible y
tiene de la química como “el arte de
mercurial, las que se corresponden con
descomponer cuerpos compuestos en
tres substancias: sal, azufre y mercurio,
sus principios básicos y recomponerlos
que a su vez tienen una afinidad con tres
de nuevo”:
principios: de fijación o solidificación, de
La química, llamada otras veces alqui-
combustibilidad y de volatilidad (Estany, mia y espagírica, es el arte de disol-
1990: 23). Instaura así una nueva forma ver los cuerpos, tanto mixtos como
de explicar los cambios en la materia, compuestos o incluso los agregados,
pero cimentando sus bases en principios en sus principios elementales, o bien
difíciles de observar y de medir. de combinarlos en tales a partir de

93
T ecn é, Epis t eme y D ida x is N. º 23, 2008

los principios elementales. Tiene siguiente manera (Estany, 1990: 30): es


por sujeto todos los cuerpos mixtos considerado como el principio de la com-
y compuestos que son solubles y bustibilidad, que no se debe confundir
combinables. Tiene por objeto la
con la llama o el fuego-material. No se
disolución y combinación mismas,
puede coger (es inasible), es indisoluble3,
o la corrupción y generación: y de la
y compone en mayor o menor propor-
misma manera que no se alcanza el
fin sin los medios, así también corres- ción todos los cuerpos susceptibles
ponden a esta ciencia distintas cosas de ser consumidos por el fuego. En su
según la diversidad de los sujetos Tratado sobre el azufre, Stahl le confirió
(citado por Estany, 1990: 23-24). las siguientes propiedades al flogisto
o principio-fuego (Citado por Estany,
1990, 30):
Vemos en las palabras de Stahl algo
La primera cosa a examinar en rela-
que se hizo muy evidente en sus discí-
ción con el principio azufroso es:
pulos: la idea de la combustión como
1. Su propiedad relativa al fuego.
análoga a la disolución. Recuérdese que
2. La propiedad que tiene de colorear.
para Priestley, por ejemplo, la combus-
3. Su combinación íntima con otras
tión consistía en que un cuerpo saturado
substancias sutiles.
de flogisto, lo perdía al quemarse y si
4. La manera de comportarse en rela-
el aire estaba desflogisticado este se
ción con el agua y la humedad.
saturaba de dicho principio. Cuando el
5. Su sorprendente división y atenua-
aire se flogisticaba se detenía la com-
ción.
bustión, porque él no podía disolver
6. Su naturaleza, sea en estado sólido,
más flogisto.
sea en estado fluido.
La teoría del flogisto puede simplifi-
7. Dónde se encuentra.
carse como sigue: este es un principio
ontológico imponderable que se encuen-
Podríamos preguntarnos cómo una
tra en todos los cuerpos combustibles;
explicación que se basa en un principio
cuanto más flogisto posea un cuerpo,
muy difícil de ser observado y cuyas
mayor será su capacidad para combustir.
propiedades no puedan demostrarse por
Además, el flogisto puede pasar de un
medio de la experimentación, haya podi-
cuerpo que lo posee en gran cantidad a
do permanecer en la tradición científica
otro que lo tiene menos, o no lo posee
durante un periodo tan largo. A lo que
en absoluto. Y por último, el aire puede
puede responderse argumentando que
saturarse de flogisto durante la com-
no hubo una teoría que explicara mejor
bustión, y cuando ello ocurre ya no hay
la combustión, hasta que Lavoisier pro-
posibilidad de que continúe dicho pro-
puso la explicación del oxígeno4.
ceso. A la luz de nuestros conocimientos
actuales, este tipo de argumentación
sería relativamente fácil de refutar; sin 3 Pero como vimos, esta idea cambió en algunos de
embargo, esta teoría estuvo vigente du- sus discípulos.
rante aproximadamente un siglo. 4 No desconocemos la posibilidad de que los segui-
A pesar de ser un ente impondera- dores de la doctrina del flogisto hayan medido este
ble, Stahl caracterizó al flogisto de la principio y hayan ideado pruebas experimentales
que confirmaran sus afirmaciones. Es decir, no

94
La obra de Lavoisier como un modelo para la historia de las ciencias

Quizás el punto débil de la teoría tir de un plan que hoy podríamos asumir
del flogisto consistió en su incapacidad como perfectamente diseñado.
para explicar por qué había un aumento Según Bensaude-Vincent (1998), los
en el peso de los metales después de la historiadores contemporáneos distin-
calcinación. Ello se argumentaba dicien- guen en este episodio la estructura de una
do que el flogisto poseía un principio revolución científica que se caracteriza
levitatorio, que era contrario a la fuerza por síntomas de crisis, aparición de un
de gravedad o, en otros términos, que nuevo paradigma y división y conflicto
poseía un peso negativo. También se en el seno de una comunidad científica6.
argumentaba que la materia del fuego Dicha revolución lavoisieriana culminó
remplazaba al flogisto que abandonaba con la publicación del Tratado elemental
al cuerpo durante la combustión, lo que de química, precisamente el mismo año
implicaba que esta tuviera un peso muy en que comenzó la Revolución Francesa,
elevado. Sin embargo, el sentido común en 1789. Pero veamos de qué modo se
nos conduce a pensar en el fuego5 más llevó a cabo esta importante ruptura en
como un fluido liviano que como un el saber científico.
cuerpo sólido y muy pesado: En muchos lugares se ha afirmado
Otro problema consistió en explicar que la revolución de Lavoisier de debió
por qué cesa la combustión en un sobre todo al uso de la balanza, mediante
recipiente cerrado, situación que se la cual pesó los reactivos, los productos
explica diciendo que el aire pone en
y los implementos usados en una com-
movimiento las partículas del flogis-
bustión, antes y después del proceso.
to y cuando este movimiento alcanza
una velocidad suficiente se despren- Sin embargo, esto no es cierto del todo,
de el flogisto del cuerpo (Mosquera, pues ya se usaba este instrumento en
Mora y García, 2003: 117). las experiencias químicas, aunque no
se hacía desde la perspectiva en que lo
Es precisamente a partir de estas ob-
hizo Lavoisier. Es decir, que más que el
servaciones, con respecto al aumento del
uso de la balanza en sí, lo que Lavoisier
peso de los metales tras la calcinación
introdujo en la química fue una nueva
y la supuesta flogistización del aire du-
forma de plantear y de asumir los pro-
rante la combustión, que Lavoisier entró
blemas relativos a los cambios de masa
en conflicto con la doctrina del flogisto,
tras una combustión. No es el uso del
pero no lo hizo abiertamente, sino a par-
instrumento per se, sino la teoría que
guía su uso lo que cuenta a la hora de
hablar de una innovación metodológica.
asumimos que dicha doctrina estuviera cimentada Desde ese momento, la balanza es una
solamente en posturas metafísicas. Lo que quere-
especie de juez experimental, en especial
mos reiterar es que la teoría del oxígeno demostró
ser más apropiada para dar cuenta del fenómeno el estudio de los gases:
de la combustión.
5 Como ha señalado Bachelard en su Psicoanálisis
del fuego, este aún sigue siendo un problema de
conocimiento, y en los cursos de química dicha 6 Todo ello característico del lenguaje de Kuhn para
problemática se ha omitido u obviado, en vez de dar cuenta de las revoluciones científicas. Afirma-
ser abordada y superada. Al respecto véase el texto ciones que cuestionaremos, en parte, en el apartado
de Orozco (1996). de reflexiones finales.

95
T ecn é, Epis t eme y D ida x is N. º 23, 2008

Su utilización se impone junto con sidero decisivos, me indujo a pensar


la de la caja neumática, un aparato que lo que observaba en la combus-
cerrado que sirve para recoger los ga- tión del azufre y del fósforo podía
ses, y el gasómetro, que permite me- tener lugar, igualmente, con todos
dir el volumen de los mismos. Joseph los cuerpos que ganan peso tras la
Black, Carl Sheele, Henry Cavendish combustión o la calcinación; y me
y Lavoisier apelan a toda la habilidad convencí incluso de que el aumento
y el ingenio de los artesanos de su de peso de las cales metálicas respon-
país para obtener balanzas cada vez día a la misma causa. El experimento
más precisas y perfectas (Bensaude- ha confirmado completamente mis
Vincent, 1998: 415). conjeturas; he procedido a reducir
litargirio en recipientes cerrados, con
Lavoisier pesa todo antes y después el aparato de Hales, y he observado
del experimento, lo que ha sugerido su que, en el momento en que la cal se
paternidad de la ley de la conservación convierte en metal, se desprende una
de la masa, pero al parecer no es de cantidad considerable de aire, y que
su autoría. Sin embargo, este principio este aire forma un volumen mil veces
orientó su quehacer en el laboratorio y superior al de la cantidad de litargirio
le permitió emitir las conclusiones que utilizada. Este descubrimiento me
llevaron al derrumbamiento de la teoría parece uno de los más interesantes
desde los de Stahl y, por ello, he con-
del flogisto.
siderado que era mi deber asegurar-
Lavoisier decidió colocar en un sobre
me de su autoría, depositando ante la
lacrado los resultados obtenidos en sus Academia el presente sobre, para que
primeros experimentos sobre la com- sea mantenido en secreto hasta que
bustión, donde daba cuenta del aumento publique mis experimentos (citado
del peso de las sustancias después de por Bensaude-Vincent, 1998: 418).
dicho proceso. Este sobre fue entregado
Vemos en este párrafo que Lavoisier
a la Academia el primero de noviembre
cita a Stahl como un antecesor, pero
de 1772 y solo fue abierto el 5 de mayo
en realidad lo que está proponiendo es
del año siguiente, cuando sus trabajos
poner de presente que, si bien ha sido
y conclusiones estaban más avanzados.
uno de los patriarcas de la química, su
Dentro del sobre, Lavoisier consignó lo
doctrina carece de coherencia con la
siguiente:
experimentación. Es importante que nos
Hace unos ocho días descubrí que al
quemar azufre, el peso de éste, en centremos en mirar de qué manera los
lugar de disminuir, aumentaba; es trabajos de Lavoisier permitieron echar
decir que de una libra de azufre po- a tierra los fundamentos de la doctrina
díamos obtener más de una libra de de Stahl. En primer lugar están sus tra-
ácido vitriólico, sin tener en cuenta bajos que llevaron a confrontar la idea
la humedad del aire; lo mismo ocurre de los elementos-principios, los cuales
con el fósforo: este aumento de peso están a la base de la teoría del flogisto
proviene de la cantidad prodigiosa de
y que habían sido heredados de la tra-
aire que se fija durante la combustión
dición griega.
y que se combina con los vapores.
Inició con unos trabajos sobre la com-
Este descubrimiento, resultado de
una serie de experimentos que con- posición del yeso, o sea, sobre la tierra,

96
La obra de Lavoisier como un modelo para la historia de las ciencias

cuando aún su interés estaba centrado Es decir que ha sustituido la tierra


en la geología. Posteriormente, y por por lo sólido, el aire por lo aeriforme, el
encargo de la Academia, hizo estudios agua por lo líquido y el fuego ahora es
sobre el alumbrado público, es decir, el responsable del estado, de acuerdo
sobre el fuego y la combustión, trabajo con su cantidad.
realizado en 1774. Tres años más tarde Lavoisier inició sus experimentos
realizó un trabajo sobre la composición sobre el flogisto en 1772, a partir de
del agua de los Vosgos7. Y posteriormen- una publicación de Guyton de Morveau,
te llevó a cabo una investigación acerca donde explicaba el aumento de peso
del suministro de agua en París, en el del plomo durante la calcinación, admi-
que estudió las relaciones entre el agua tiendo la pérdida de flogisto, que tenía
y la tierra. En la tradición basada en los peso negativo. Al parecer, Lavoisier ya
elementos-principios se aseguraba que había concebido su plan revolucionario,
cada uno de ellos podía trasmutarse en aunque en sus primeros escritos fue
alguno de los tres restantes, por lo que muy discreto y no atacó abiertamente
no era descabellado afirmar que el agua las ideas de Stahl y sus seguidores:
se convertía en tierra. La explicación de Lavoisier es opues-
Esto parecía ser explicado por la apa- ta a la precedente: la combustión
rición de un residuo sólido en el agua de libera el flogisto contenido en el
cuerpo combustible, para Lavoisier
París, idea que fue refutada por Lavoisier
se trata de una combinación con el
al demostrar que después de 101 días
aire; la fuente de calor ya no se en-
de ebullición, el peso de un volumen de cuentra en el combustible (flogisto),
agua se mantiene constante, mientras sino en el aire (calórico). Ello supone
que el recipiente pierde un peso igual la inversión del papel del calor: para
al de los residuos sólidos que aparecen Stahl el calor, al fijarse, provoca una
en el fondo. El agua no se transforma en combinación o una condensación.
tierra, sino que disuelve cierta parte del Para Lavoisier, provoca una expan-
recipiente, que luego se sedimenta: sión, incluso una desagragación
Así mismo, según las notas manus- (Bensaude-Vincent, 1998: 421).
critas en 1776 y 1778, Lavoisier Podríamos decir que el trabajo de
trabaja sobre las relaciones entre
Lavoisier consistió en erradicar la teoría
el agua y el fuego, y, tras diversas
del flogisto, inventando una nueva onto-
lecturas, adopta la idea de que todas
las sustancias pueden existir en los logía, en gran parte opuesta a la anterior.
tres estados (sólido, líquido o aeri- Si bien se le ha refutado el hecho de que-
forme) dependiendo de la cantidad rer erradicar los elementos-principios
de materia del fuego que se combina. y mantener el nombre de elemento, de
Lavoisier ha examinado, uno por sustituir el flogisto por el calórico y de
uno, los cuatro elementos (Bensaude- asumir que el oxígeno hace parte de to-
Vincent, 1998: 420). dos los ácidos, también es cierto que:
t El elemento ya no lo define como un
concepto metafísico, sino como lo
7 Cadena montañosa situada al nordeste de Francia, obtenido mediante el análisis expe-
donde existen yacimientos minerales, principal- rimental.
mente de hulla y petróleo.

97
T ecn é, Epis t eme y D ida x is N. º 23, 2008

t El calórico no es equiparable al flo- dencia a un lado, ya que es consciente


gisto, ya que este sí es ponderable de que ha abonado muy bien el terreno
mediante el termómetro, mientras para cimentar su revolución. Prueba de
que el flogisto escapa a una medición ello está en una de las primeras páginas
de ese estilo. de la memoria mencionada:
t A pesar de que el oxígeno no es un Ruego a mis lectores, desde el co-
principio de la acidez8, sí es la base mienzo de esta memoria, que se
de la mayoría de las combustiones. Es despojen, en la medida de lo posible,
de cualquier tipo de prejuicio: que
decir, que actualmente este elemento
no vean en los hechos más de lo que
no juega un papel en la teoría de los
presentan, que eliminen todo lo que
ácidos, pero sigue siendo el ingre- el razonamiento ha dado por supues-
diente más importante a la hora de to, que se trasladen a los tiempos
explicar la combustión. anteriores a Stahl, y que olviden, por
un instante, de ser posible, la exis-
De acuerdo con Bensaude-Vincent tencia de su teoría (Lavoisier, 1956
(1990), la campaña revolucionaria de [1783]: 122).
Lavoisier se llevó a cabo en tres etapas, Podemos apreciar la manera en que
que resumiremos enseguida. invita a sus lectores a borrar el pasado,
El proyecto de Lavoisier comienza a que se sumerjan en una amnesia co-
en 1783, cuando demuestra que el agua lectiva, ya que de todas maneras quiere
está conformada por dos elementos, hacer desaparecer la teoría de Stahl. En
es decir, echa al piso el último de los este mismo escrito, Lavoisier comenta
elementos-principios. Dichas experien- que Stahl asume el flogisto como un
cias fueron de síntesis y no de análisis. principio terroso, y que, por tanto, pesa.
Del mismo modo, a partir de su memoria Sin embargo, su teoría no explicaba un
Reflexiones acerca del flogisto, empieza a hecho verificado por Boyle, que “todos
utilizar un tono más duro y deja la pru- los cuerpos combustibles aumentan de
peso cuando se queman y calcinan”
(Lavoisier, 1956 [1783], 124), y según la
8 Etimológicamente hablando, y desde una perspecti-
va contemporánea, Lavoisier no descubrió el oxíge- teoría del flogisto, los cuerpos al que-
no, ya que ello significa formador de ácidos, nombre marse pierden este principio, lo que les
que merecería más nuestro actual hidrógeno. De llevaría a perder peso, pero en vez de
hecho, el oxígeno tendría el mismo derecho de lla-
perder, aumentan.
marse hidrógeno, porque también es formador de
agua. Sin embargo hay que precisar que si Lavoisier Una vez que ha preparado los expe-
denominó al oxígeno de esta manera es porque él rimentos sobre la síntesis del agua y ha
consideraba que en toda combustión (obviamente superado los problemas logísticos, como
en presencia de oxígeno) se formaban ácidos. En
ese sentido no sería ilógico que hubiese utilizado
la consecución de grandes cantidades de
tal nominación. Por ejemplo, él creía que si se que- hidrógeno, Lavoisier termina su primera
maba fósforo en presencia de aire eminentemente etapa revolucionaria: realiza la síntesis
respirable, se produciría ácido fosfórico. Por lo tanto, del agua, en presencia de varios sabios
si Lavoisier creía que el oxígeno participaba en la
formación de los ácidos (como una condición), y y nobles de su época, lo que le permite
que aquel podría entrar a hacer parte de la compo- rodearse de aliados, dentro de los que se
sición de estos, entonces es posible comprender su destacan Berthollet, Fourcroy y Guyton
propuesta de bautizar así a dicho elemento.
de Morveau.
98
La obra de Lavoisier como un modelo para la historia de las ciencias

La segunda etapa inicia cuando, ya gueros y perfumistas. Vemos pues, que


rodeado de aliados, emprende un cam- se propone institucionalizar el lenguaje
bio en el lenguaje de la química, para químico, distanciándolo del vulgo.
dotarla de las características de una La tercera y última etapa de la re-
ciencia universal, en la cual se hable un volución química es la publicación del
idioma entendible por todo el mundo. Tratado elemental de química, que es
Lavoisier, inspirado en la importancia presentado por Lavoisier como una
del lenguaje, a partir de la lectura de los continuación lógica de sus trabajos so-
textos del abate de Condillac, inicia esta bre nomenclatura. Una vez desterrado
nueva tarea: el pasado, debe asegurarse de que su
La supresión de los nombres usados obra sea difundida: hay que reclutar a
corrientemente y la construcción de los principiantes. Sin duda alguna, las
una lengua artificial, basada única- etapas precedentes le abrieron el camino
mente en la teoría de Lavoisier, supo-
para que se erigiera como nuevo funda-
nía la desvinculación con el pasado.
dor de la química: como ha borrado con
Mejor aún: un renacimiento a través
del bautismo (Bensaude-Vincent, el pasado, la mejor manera de asegurar-
1998: 423). se que su obra sea difundida y aceptada
es llegar al público joven, que no tiene
Esta empresa culmina en 1787 con la ningunos prejuicios y, por tanto, puede
publicación del Método de nomenclatura aprender esta ciencia más fácilmente.
química, cuyos autores son Lavoisier, En el Discurso preliminar de su Trata-
Berthollet, Fourcroy y Guyton de Mor- do, Lavoisier hace declaraciones impor-
veau. Sin embargo, a pesar de ser un tantes que es bueno tener de presente.
trabajo colectivo, Lavoisier se reserva el En primer lugar, se va lanza en ristre
papel de director. Podemos afirmar que contra los elementos aristotélicos:
esta propuesta de cambiar los nombres He de advertir aquí que la manía que
de las sustancias: tenemos de que todos los cuerpos
Es mas bien un “método de de- naturales se compongan únicamente
signar” que una nomenclatura. El de tres o cuatro elementos se debe a
principio básico es una lógica de un prejuicio heredado de los filóso-
la composición: crear un alfabeto fos griegos. Admitir que cuatro ele-
de palabras simples para designar mentos componen todos los cuerpos
sustancias simples; luego designar conocidos sólo por la diversidad de
las sustancias compuestas con sus proporciones, es una mera conje-
nombres compuestos, formados por tura imaginada mucho antes de que
yuxtaposición de nombres simples se tuviesen las primeras nociones de
(Bensaude-Vincent, 1998: 423). la física experimental y de la química
(Lavoisier, 1982 [1789]: 10).
Con la creación de la nueva nomencla-
tura, Lavoisier lleva a cabo una doble rup- Una vez que refuta esta definición de
tura; de un lado, con el lenguaje antiguo, elemento, procura emitir la suya propia,
usado durante más de un siglo. De otro lo que es un aspecto bastante importan-
lado, hay una ruptura entre el lenguaje te del proceder de Lavoisier:
químico de los académicos y el de la Todo lo que puede decirse sobre el
química artesanal practicada por dro- número y la naturaleza de los ele-

99
T ecn é, Epis t eme y D ida x is N. º 23, 2008

mentos se reduce, en mi opinión, a acumulan citas en una obra elemen-


puras discusiones metafísicas: sólo tal, si nos detenemos en prolijas
se intenta resolver problemas inde- consideraciones sobre la historia de
terminados susceptibles de infinitas la ciencia y de las aportaciones de
soluciones, ninguna de las cuales, los que la han cultivado, se perdería
con toda probabilidad, será acorde de vista el objeto principal marcado
con la naturaleza. Me contentaré, y se elaboraría una obra de lectura
pues, con decir que si por el nombre fastidiosa para los principiantes.
de elementos queremos designar a No es un tratado elemental el lugar
las moléculas simples e indivisibles adecuado para hacer la historia de
que componen los cuerpos, es pro- la ciencia ni del espíritu humano; en
bable que los ignoremos; pero si, él sólo se debe buscar la facilidad y
por el contrario, unimos al nombre claridad, procurando descartar todo
de elementos o principios de los lo que podría tender a distraer la
cuerpos, la idea del último término atención. Este es un camino que se
al que se puede llegar por vía analí- ha de ir allanando continuamente sin
tica, entonces todas las sustancias dejar pervivir ningún obstáculo que
que hasta ahora no hemos podido pueda ocasionar el menor retraso
descomponer por cualquier medio (Lavoisier, 1982 [1789]: 16).
serán para nosotros otros tantos
elementos; con esto no queremos
Vemos que aquí lo elemental tiene
asegurar que los cuerpos que consi- dos connotaciones; de un lado, está
deramos como simples no se hallen la definición de elemento analítico, en
compuestos por dos o mayor número oposición al elemento escencialista. Y,
de principios, sino que como nunca de otro lado, lo elemental se concibe
se ha logrado separarlos, o, mejor como el primer escalón para llegar al
dicho, faltándonos los métodos para conocimiento químico. Se construyen
hacerlo, debemos considerarlos cuer- los cuerpos a partir de los elementos
pos simples y no compuestos hasta
químicos y se construye el conocimiento
que la experiencia y la observación no
a partir de los conceptos elementales.
demuestren lo contrario (Lavoisier,
1982 [1789]: 11). Dejemos de lado la química, por un
momento, para observar la manera en
Igualmente se encuentra en este que el conflicto entre Lavoisier y Stahl
Discurso preliminar una invitación a va más allá de la confrontación entre
romper radicalmente con toda la historia oxígeno y flogisto. Esta ruptura también
pasada, es decir, Lavoisier se propone se halla en la concepción de lo vivo. Para
fundar un nuevo saber: Stahl la doctrina filosófica a defender es
Quizá se me censuraría con más fun- el animismo, mientras que Lavoisier se
damento, el que no dé en la obra que
inscribe en el mecanicismo.
presento al público ninguna relación
Según Radl (1988), el vitalismo (o, más
histórica de las opiniones de los que
me han precedido y sólo muestre las precisamente, el animismo) como doctri-
mías sin examinar las de los demás. na filosófica, se presenta por primera
De aquí resulta que no he dado a mis vez en las concepciones de Stahl. Dichos
colegas, y menos a los extranjeros, la planteamientos se desarrollaron como
justicia que deseaba rendirles; pero contraposición al mecanicismo surgido
ruego al lector considere que si se de los trabajos de Newton. Para Stahl,

10 0
La obra de Lavoisier como un modelo para la historia de las ciencias

el organismo es totalmente opuesto al la diferencia de que el primero explica lo


mecanismo, ya que en el primero tienen vivo y el segundo las combustiones.
lugar los movimientos, mientras que en Podemos decir, entonces, que el me-
el segundo ellos son producidos. canicismo también tiene varias acepcio-
La teoría del alma (ánima) constituye nes, dependiendo del contexto desde el
la médula de la filosofía natural de cual se hable. El mecanicismo newtonia-
Stahl. También en la biología aristoté- no asumía que todo está compuesto de
lica desempeña el concepto del alma,
partículas inertes que se mueven según
de la psique, el papel más importante.
la fuerza que se aplique sobre ellas. Así
Pero Stahl no fue capaz de remontar-
se al audaz concepto aristotélico del
como en el cielo hay una máquina que
alma. Mientras en Aristóteles el alma permite el movimiento de los astros, del
significa la médula del organismo, mismo modo en el mundo microscópico
de su forma y de sus fuerzas, Stahl hay ciertas condiciones que permiten
se dejó influir por el concepto cris- los engranajes entre las partículas y así
tiano y por la concepción cristiana facilitar el movimiento. Stahl reaccionó
del alma, como principio inmaterial, contra este tipo de mecanicismo:
consciente, que planea sobre la má- Pero en contra del programa meca-
quina corpórea. Por eso se llama su nicista y newtoniano, basado en la
teoría animismo. Stahl conserva el absoluta homogeneidad y que corría
dualismo cartesiano del espíritu y el el riesgo de llevar a la investigación
cuerpo. Enseña que el alma no puede a un callejón sin salida, advertía
nada sin el cuerpo; no puede percibir precisamente Stahl de la necesidad
nada, ni por tanto conocer nada sin de retornar a la química de los prin-
los sensorios corporales; no puede cipios y a los elementos de la tradi-
realizar su voluntad sin el servicio ción esencialista. Y aún más: Stahl
de los órganos corporales. Por eso es admiraba profundamente la Physica
necesario el cuerpo; lo es como me- subterranea de Joachim Becher (Ros-
dio que hace posible las intenciones si, 1998: 158).
del alma (Radl, 1988: 210).
Con este título, Stahl hizo reeditar la
Apreciamos en la doctrina de Stahl, obra de su maestro en 1669. En dicho
no solo el mantenimiento de los cuatro trabajo se hallan ciertas afirmaciones
elementos, sino también el concepto de que pueden entenderse como un retorno
alma heredado de la tradición griega y al paracelcismo, ya que se asume:
luego reelaborado por el cristianismo. El La idea de que el estudio de la na-
alma es como esa fuerza vital, que no se turaleza debe comenzar con una
puede ver ni medir, pero que le confiere explicación del relato mosaico de la
la propiedad de vivo a los seres anima- creación; la analogía macrocosmos-
dos9. Son bastantes las similitudes entre microcosmos; el paralelismo entre
el concepto de alma y el de flogisto, con vegetales y animales; la creencia en
la generación espontánea. La tesis
de que los metales “crecen” en las
entrañas de la Tierra; por último,
9 Desde la doctrina del animismo se asumía a lo el paralelismo entre la perpetua y
viviente como dotado de un ánima, y lo inerte, eterna circulación que se produce
carente de ella, de ahí el significado de ser animado en el cosmos y la destilación química
e inanimado. (Rossi, 1998: 159).

101
T ecn é, Epis t eme y D ida x is N. º 23, 2008

Es decir que todo está impregnado capaz de permitir la respiración de los


de vida, no hay una clara diferenciación animales”(Lavoisier, citado por Giordan
entre el mundo vivo y el inerte. De igual et ál., 1988: 48).
manera que el flogisto puede pasar de Lavoisier repitió su primer expe-
un cuerpo a otro, el principio vital puede rimento, pero en vez de calentar el
alojarse en los minerales que crecen, o la mercurio, introdujo un gorrión, que al
materia inerte espontáneamente puede cabo de 55 minutos murió. Inmediata-
ser activada por este principio vital. mente introdujo otro, pero este solo
Por su parte, Lavoisier concebía lo sobrevivió unos instantes. La diferencia
vivo, principalmente los animales, desde entre los dos experimentos se halló en
el punto de vista mecanicista, que sostie- el hecho de que el aire producto de la
ne la total identidad entre un organismo respiración, además de apagar las velas,
y una máquina. Él trasladó sus investi- sí precipitaba el agua de cal y no hubo
gaciones sobre la combustión a la respi- un cambio sustancial entre el volumen
ración animal. De hecho, para Lavoisier de aire inicial y el final.
la respiración no es otra cosa que una Para Lavoisier es posible que el oxíge-
combustión, pero más lenta. Veamos, en- no que entra en el cuerpo del animal se
tonces, cómo desplazó sus experimentos absorba por la sangre y sea remplazado
hacía la fisiología animal. por gas carbónico (aire fijado), mientras
Encerró en un aparato 50 pulgadas que el aire mefítico (nitrógeno) no sea
cúbicas de aire común y 4 onzas de transformado en la respiración y sea
mercurio muy puro, que sometió a pasivo con respecto a esta. Lavoisier
calcinación. Al cabo de algunos días, trabajó con Seguin sobre la respiración
aparecieron puntos rojos sobre el metal, animal y en sus conclusiones puede
que fueron aumentando con el paso del verse una concepción del animal como
tiempo. Luego, al terminar el experimen- máquina: En la combustión y en la
to, notó que había una disminución en respiración se consume oxígeno y se
el volumen de aire original, equivalente produce gas carbónico y calórico, pero
a la cal de mercurio aparecida. El aire en el animal, es la sangre misma la que
restante tenía la propiedad de apagar suministra el combustible. De ahí que
una vela, no servía para respirar y no Lavoisier y Seguin afirmen que: “Si los
precipitaba el agua de cal. Es decir que animales no recuperaran, habitualmente
el mercurio se había combinado con la mediante los alimentos, lo que pierden
mejor parte del aire, la que en realidad por la respiración, pronto faltaría aceite
sirve para respirar. a la lámpara, y el animal perecería, igual
Posteriormente hizo el experimento que una lámpara se extingue por falta
contrario; redujo la cal de mercurio de sustento” (citados por Giordan et ál.,
y obtuvo aire respirable, que mezcló 1988: 50).
con el mefítico (el que había quedado Una vez que Lavoisier y Seguin han
en el experimento anterior) y produjo encontrado las interrelaciones entre
nuevamente aire común. De ahí pudo respiración y nutrición, deben proponer
deducir que el aire está formado por “un un mecanismo que explique la liberación
quinto de aire eminentemente respirable de calor, para evitar el recalentamiento
y por cuatro quintos de una mofeta in- del animal. Por ello afirman la necesidad

10 2
La obra de Lavoisier como un modelo para la historia de las ciencias

de la transpiración, puesto que esta además explicar la aparición de agua


“facilita la liberación de cierta cantidad como producto de esta.
de calórico... y, en consecuencia, impide Para finalizar este aparte, veamos
que el individuo, merced al continuo algunas de las conclusiones que emitió
enfriamiento que produce, no alcance Lavoisier, a partir de sus experimentos
un grado de temperatura superior al sobre la respiración, donde se eviden-
marcado por la naturaleza” (citados por cian sus concepciones mecanicistas
Giordan et ál., 1988: 50). opuestas al animismo de Stahl:
A partir de 1780, Lavoisier inicia La máquina animal está gobernada
sus trabajos sobre el calor junto con fundamentalmente por tres regula-
Laplace. Crean aparatos de calorimetría dores principales: la respiración que
consume hidrógeno y carbono y pro-
para medir el desprendimiento de calor
porciona calórico; la transpiración
producido por la respiración animal, y
que aumenta o disminuye, según se
asumen que esta cantidad es la causa de necesite retirar más o menos calóri-
la conservación del calor del organismo. co; y, por último, la digestión, que
Y asumen también que la respiración es suministra a la sangre lo que pierde
una combustión pero muy lenta, donde por la respiración y la transpiración
no hay evidencia del desprendimiento de (Lavoisier, citado por Giordan et ál.,
luz y fuego, ya que estos son absorbidos 1988: 52).
por la humedad de los órganos. Dicho
proceso de combustión tiene lugar en Lavoisier venerado y decapitado.
los pulmones y la sangre lleva el calor a O la estrecha relación entre
todo el cuerpo del animal, de lo que se ciencia y sociedad
deduce que: La última característica de la historia de
(...) el aire que respiramos tiene dos
la ciencia que pretendemos resaltar en
objetivos, igualmente necesarios
este trabajo consiste en dar cuenta de
para nuestra conservación: retira de
la sangre la base de aire fijo cuya so- cómo la actividad científica no puede ser
breabundancia sería muy perjudicial; ajena a un contexto sociocultural, pero
y el calor que esta combustión libera de igual manera se quiere evidenciar
en los pulmones repara la pérdida que las sociedades no son indiferentes
continua de calor que sufrimos de- al quehacer de los científicos.
bido a la atmósfera y a los objetos En el caso de Lavoisier nos encontra-
que nos rodean (Lavoisier, citado por mos con una paradoja, que ya ha sido
Giordan et ál., 1988: 50).
resaltada por varios autores: el padre
Posteriormente y a partir de los ex- de la química fue victorioso en la revo-
perimentos sobre calorimetría, Laplace lución científica que llevó a cabo, pero
y Lavoisier descubren que durante la otra revolución, la Francesa, lo condenó
respiración el calor liberado es mayor a muerte en la guillotina; aquel que de-
de lo que se esperaría. Por tanto, sugie- dicó varios años de su vida para dejar
ren que el carbón no es el único com- sin cabeza a la doctrina del flogisto,
bustible, sino que además interviene el perdió la suya en un instante, después
hidrógeno, ambos provenientes de los de haber sido condenado por traición
alimentos. Al asumir la participación a la patria.
del hidrógeno en la respiración, pueden
103
T ecn é, Epis t eme y D ida x is N. º 23, 2008

Pero las paradojas no terminan allí: despóticos, serían sustituidos por


su revolución química, que le dio gloria, el mes thermidor (termidor) (Gould,
culminó exactamente el mismo año en 1993: 324).
que se inició la Revolución que le arreba- Hay otro aspecto que creemos ne-
tó la vida. Según las historias que se han cesario resaltar en este aparte y es el
escrito de Lavoisier, el hecho de haber hecho de que la actividad científica no
sido recaudador de impuestos del viejo es obra de un hombre aislado, sino que
régimen, llevó a ser considerado como el motor de la ciencia es precisamente su
traidor por el nuevo orden político que carácter colectivo. Si bien algunos textos
estaba imponiéndose en Francia. privilegian la individualidad en la labor
Uno de los aspectos que queremos científica y encontramos declaraciones
resaltar es que, entre una revolución como la siguiente:
científica y una revolución política Esta teoría no es pues, como he
existen muchas similitudes. Esto queda oído decir, la teoría de los químicos
de manifiesto en hechos como los si- franceses, es mi teoría, y es una
guientes: en ambos tipos de revolución propiedad que reclamo ante mis
se quiere acabar el viejo orden para contemporáneos y para la posteri-
dad (Lavoisier, citado por Bensaude-
poder instaurar uno totalmente nuevo;
Vincent, 1998: 430).
el nuevo paradigma no crea sobre las
bases de su antecesor, sino a partir de Aunque esta frase fue pronuncia-
sus ruinas. Igualmente, en los dos hay da por el propio Lavoisier, también
un cambio del lenguaje, y así como encontramos de su parte otro tipo de
Lavoisier quiso hacer olvidar los nom- afirmaciones:
bres antiguos, para cimentar un nuevo Los químicos se darán cuenta fácil-
idioma, de igual manera la Revolución mente de que en la primera parte
Francesa se esforzó por cambiar, entre de esta obra sólo me he servido de
experimentos propios. Si alguna vez
otras cosas, el nombre de los meses,
he utilizado las experiencias o las
empezó a contar el tiempo nuevamente
opiniones de Berthollet, Fourcroy,
y racionalizó los pesos y las medidas, los Laplace, Monge y de todos aque-
que ahora estarían basados en aspectos llos que, en general, adoptaron los
meramente naturales; ya no se hablaría mismos principios que yo, y haya
del pie, sino del metro. olvidado citarlos, se debe a que la
La revolución francesa suprimió el costumbre de vivir juntos, de comu-
antiguo calendario y empezó su Año I nicarnos nuestras ideas, nuestras
el 22 de septiembre de 1792, año de la observaciones, nuestros puntos de
vista, ha establecido entre nosotros
fundación de la República, igualmente
Los meses ya no llevarían nombres de una especie de comunidad de opinio-
dioses o emperadores romanos, sino nes, donde con frecuencia es difícil,
que registrarían el paso natural de incluso a nosotros mismos, distinguir
las estaciones (tal era el caso de bru- lo que aportó cada uno (Lavoisier,
maire, brumoso; ventose, ventoso; 1982 [1789]: 17).
germinal, germinal), parte de los me- A nuestro modo de ver, la actividad
ses de julio y agosto, originalmente
científica se caracteriza más por la se-
nombrados en honor de dos césares

10 4
La obra de Lavoisier como un modelo para la historia de las ciencias

gunda afirmación de Lavoisier, que por na reputación tras de mí. ¿Qué más
la primera. puedo pedir? Los acontecimientos en
Por último, queremos mencionar los que me veo envuelto me salvarán
otro aspecto de la vida de Lavoisier, y probablemente de los problemas de
la ancianidad. Moriré en plena po-
es que no podemos separar su actividad
sesión de mis facultades (Lavoisier,
como recaudador de impuestos de su
citado por Gould, 1993: 332).
actividad científica: cuando iba a una
provincia para llevar a cabo su labor de
asentista general, realizaba, además, Reflexiones finales
conferencias sobre aspectos científicos Hemos desarrollado tres aspectos que
en la Academia Local. Su trabajo estaba consideramos de suma importancia para
repartido en las diferentes facetas de dar cuenta de un modelo de la historia
su vida, pero al parecer el dinero que de las ciencias, los cuales nos han permi-
ganaba como recaudador lo invertía en tido reconocer cómo se ha transformado
parte para costear algunos de sus ex- el quehacer científico desde los siglos
perimentos. De hecho, nunca pensó en XVII y XVIII, cambio que está marcado
abandonar los cargos que ocupaba y solo por un proceso de diferenciación que
lo hizo cuando la Revolución suprimió ha posibilitado la emergencia de disci-
las instituciones a las que pertenecía: La plinas autónomas como la química. De
Academia y la Ferme Génerale, institu- igual forma, hemos puesto de relieve
ciones que no solo habían sido creadas las complejas e indisolubles relaciones
por el antiguo régimen, sino que habían entre ciencia y sociedad. Con respecto a
sido desarrolladas por este. la forma que en se da el cambio científi-
Lavoisier tenía un horario muy estric- co, hemos hecho una comparación de la
to durante la semana, en el cual combi- revolución lavoisieriana con la Revolu-
naba perfectamente todas sus labores: ción Francesa, lo cual permite encontrar
de 6 a 8 realizaba investigaciones cien- puntos de coincidencia entre las “revolu-
tíficas, a lo largo del día desempeñaba ciones científicas” y las sociales.
sus funciones administrativas y acadé- No obstante, es de precisar que no
micas, nuevamente hacía investigación asumimos del todo el concepto de revo-
de 19 a 22 y, además le dedicaba un día lución científica propuesto por Kuhn, ya
entero de la semana para la actividad que, por ejemplo, no consideramos la to-
científica, a este día le dio el nombre de tal inconmensurabilidad entre paradig-
jour de bonheur (día de felicidad) (Gould, mas rivales. Por ello, preferimos optar
1993: 333). por la noción de ruptura epistemológica
Quisiéramos cerrar esta sección con propuesta por algunos autores fran-
la que quizá fue la última frase escrita de ceses. Asimismo, asumimos que tales
Lavoisier, momentos antes de su muerte. rupturas no pueden ser totales, como lo
Dicha frase proviene de una carta que le afirma Canguilhem (2005: 32-33):
escribió a un primo suyo: Conviene advertir, pues, como indis-
He tenido una vida bastante larga, por pensable un buen uso de la recurren-
encima de todo una vida muy feliz, y cia y una educación de la atención a
pienso que seré recordado con cierta las rupturas. A menudo el investi-
pesadumbre y que quizá dejaré algu- gador de rupturas cree, a la manera

105
T ecn é, Epis t eme y D ida x is N. º 23, 2008

de Kant, que un saber científico se ciencia que hemos puesto de presente,


inaugura con una ruptura única, pueden devenir en importantes impli-
genial. A menudo también el efecto caciones didácticas. Por ejemplo, es de
de ruptura es presentado como un esperar que este tipo de reflexiones posi-
efecto global que afecta la totalidad
bilite a los maestros, en formación inicial
de una obra científica. Sin embargo,
o en ejercicio, repensar la manera en que
habría que saber detectar en la obra
de un mismo personaje histórico conciben el cambio científico, y remirar
rupturas sucesivas o rupturas par- las intrincadas relaciones ciencia-socie-
ciales. Ciertos hilos de una trama dad. Reconocer la dimensión histórica
teórica pueden ser completamente de las ciencias puede advertirnos acerca
nuevos, mientras que otros han sido de las problemáticas, hipótesis, alianzas,
sacados de texturas antiguas. Las controversias, negación de tradiciones,
revoluciones copernicana y galileana fundación de nuevos paradigmas, etc.,
no se hicieron sin conservación de
aspectos muchas veces ausentes en los
herencias
libros de texto, los programas de estudio
Hechas estas necesarias aclaracio- y los currículos para la formación de
nes, sintetizamos lo expuesto diciendo profesores de ciencias.
que las dimensiones de la historia de la

Referencias
Bensaude-Vincent, B. (1998). Lavoisier: Lavoisier, A. L. (1982). [1789]. Tratado
una revolución química. En: Serres, elemental de química. Introducción,
M. (editor). Historia de las ciencias. traducción y notas de Ramón Gago
Madrid: Cátedra. Bohórquez. Madrid: Ediciones Alfa-
Canguilhem, G. (2005). [1988]. Ideología guara.
y racionalidad en la historia de las Mosquera, C. J., Mora, W. M., y García, A.
ciencias de la vida. Nuevos estudios de (2003). Conceptos fundamentales de la
historia y de filosofía de las ciencias. química y su relación con el desarrollo
Buenos Aires: Amorrortu. profesional del profesorado. Bogotá:
Estany, A. (1990). Modelos de cambio cien- Centro de Investigaciones y Desarro-
tífico. Barcelona: Crítica. llo Científico, Universidad Distrital
Francisco José de Caldas.
Giordan, A., Raichvarg, D., Drouin, J-M.,
Gagliardi, R., y Canay, A. M. (1988). Orozco, J. C. (1996). La dimensión his-
Conceptos de biología. Tomo 1: La res- tórico-filosófica y la enseñanza de
piración. Los microbios. El ecosistema. las ciencias. En: Física y Cultura, 2:
La neurona. Barcelona: Labor. Representaciones sobre la ciencia y
el conocimiento. Bogotá: Universidad
Gould, S. J. (1993). “Brontosaurus” y la
Pedagógica Nacional.
nalga del ministro. Reflexiones sobre
historia natural. Barcelona: Crítica. Radl, E. (1988). Historia de las teorías
biológicas. Tomo 1. Madrid: Alianza
Lavoisier, A. L. (1956). [1783]. Memorias
Editorial.
sobre el oxígeno, el calórico y el flogis-
to. Introducción y prólogo de Juan M. Rossi, P. (1998). El nacimiento de la cien-
Muñoz. Buenos Aires: Emecé. cia moderna en Europa. Barcelona:
Crítica.

10 6

También podría gustarte