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ENTREPISOS Y TECHOS

Si bien, a partir de funciones disímiles, hay diferencias substanciales entre techos y entrepisos, que se
traducen luego en diferencias constructivas, formales e incluso de significado, ambos componentes
presentan un aspecto significativamente similar: En ambos casos estamos ante la necesidad de cubrir una
luz, de cerrar un espacio por la parte superior, y también de soportar el propio peso y las cargas inherentes
a sus funciones y/o actividades cuya superficie recibe.
Las estructuras de techos y entrepisos
Las tipologías estructurales más comúnmente utilizadas para salvar la luz y cubrir el espacio son las
mismas. Elementos estructurales que trabajan a compresión (Bóvedas y cúpulas), a flexión (Losas y
entramados), o reticulados en los que los esfuerzos internos del elementos se descomponen en tracciones
y compresiones simples para hacer mas eficiente el trabajo del material (Cabriadas y reticulados en
general).
En todos los casos, las dimensiones de las luces a cubrir son una condicionante importante en la definición
estructural y constructiva de estos elementos. Grandes luces requerirán dispositivos de máxima eficiencia
estructural, premisa que adquirirá mayor preeminencia en tanto mayores sean aquellas, mientras que en
luces pequeñas las decisiones sobre el tipo estructural se basarán mas sobre consideraciones que tienen
que ver con otros aspectos, tales como la coherencia constructiva del sistema en su conjunto o los
requerimientos propios de otros componentes, como las instalaciones, por ejemplo.
Vamos a enfocar nuestro estudio en los aspectos constructivos de estructuras de luces de dimensiones
reducidas. Constructivamente coexisten muy diversas maneras de resolver la estructura de estos planos de
entrepiso y techo. Las mas frecuentes son las losas de hormigón armado y los entramados o envigados
de elementos trabajando a flexión, de madera o de perfiles metálicos.
Las bóvedas y cúpulas, tanto como los reticulados planos o espaciales pueden ser alternativas
estructuralmente eficientes, pero presentan una particularidad que restringe su utilización casi
exclusivamente a los techos. Esta particularidad está dada por el espesor o altura que requieren, en las
bóvedas, por la flecha de la curvatura y, en los reticulados, por la separación de los cordones inferior y
superior.
Esta altura, necesaria para su adecuado funcionamiento estructural, en los entrepisos se traduce en un
incremento de la distancia entre los planos de piso, conllevando un mayor desarrollo de las circulaciones
verticales. Además, cuando las normas de edificación establecen alturas máximas, disminuye la relación
superficie útil / altura total, y el aprovechamiento del terreno.
Esta circunstancia ha hecho que las losas y los entramados o envigados sean, de manera casi excluyente,
las tipologías estructurales de los entrepisos.
La adopción de una u otra muy frecuentemente no está avalada por un análisis suficiente acerca de todas
las implicancias, ventajas y debilidades, que cada una conlleva. Vamos a tratar de enunciar estos aspectos,
para posibilitar una decisión más racional en el proceso de diseño.

Las losas de H° A°.


Constituyen el elemento estructural utilizado con mayor frecuencia en nuestra región, de manera tal que
prácticamente ha sido, durante décadas, paradigma estructural de entrepisos y techos. Esto ha sido así, y
sigue siéndolo en buena medida, por una suma de factores concurrentes que se presentan como ventajas y
que prácticamente han ocultado o relegado sus debilidades o aspectos negativos.
Ventajas comparativas:
• Su monolitismo, reconocible como una placa única con la medida y la forma necesaria. Sin una ley
geométrica aparente que condicione su diseño, presenta una gran libertad formal, sólo condicionada
técnicamente por el encofrado y la resistencia y peso del material.
• La coherencia del sistema constructivo. La vía húmeda, sinónimo de albañilería, permite resolver estas
losas con los mismos materiales, técnicas y recursos humanos que casi la totalidad de los componentes
del sistema. Esto simplifica las tareas de coordinación, control y administración de obra, ejecutada en su
mayor parte por un único equipo de trabajo.
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• La abundante disponibilidad regional de los recursos básicos de insumo masivo en la albañilería, áridos
y ligantes (Arenas, granzas, cales y cemento portland).
• La masa propia del H° se constituye en un factor importante al considerar la aislación acústica, sobre
todo del sonido aéreo, del plano de cerramiento.
• Existe una valoración socio - cultural positiva de la construcción de H° A°, como confiable, sólida, y
durable. Esto de revela aún en el lenguaje corriente, en el que la construcción “de material” es la
construcción de albañilería y H°A°.
Debilidades comparativas: aspectos constructivos, estructurales y de confort climático.
• El requerimiento de un tiempo de espera para el fragüe y endurecimiento del H° A°, que puede retrasar
tareas posteriores al desencofrado de las losas.
• La necesidad del encofrado significa un costo adicional, en mano de obra y equipo. La utilización de
viguetas y bloques cerámicos, cementicios, de poliestireno u otros, representan una eliminación casi
completa de los encofrados, pero, en losas que, por sus dimensiones, no requieren ser alivianadas,
significa un incremento en el costo de los materiales.
• El mayor peso propio con relación a las soluciones de envigados por vía seca significa un factor
importante en la resolución de las estructuras, máxime en una zona con riesgo sísmico. Más masa, a
mayor altura, aumenta el riesgo ante el sismo.
• El peso también es un factor negativo al considerar las características de los suelos de la región, de baja
capacidad portante.
• La masa de las losas implica un aumento de la inercia térmica de los techos. En la cara mas asoleada
del edificio en verano, con temperaturas medias estivales muy por encima de las de confort, significa un
condicionante importante al considerar el confort térmico.

Las bóvedas y cúpulas de mampostería.


Las bóvedas, de adopción frecuente con anterioridad a la aparición del H° A°, competían con los sistemas
de entramados o envigados por la preeminencia para la resolución de techos, aventajando a aquellos
cuando, por su luz, no podían resolverse eficientemente con la flexión.
La bóvedas de mampostería mantienen una gran vigencia en las regiones donde los sistemas de
construcción artesanal por vía húmeda son usuales, similares a los nuestros. No obstante ello, en nuestro
medio no tuvieron una difusión masiva, a pesar de lo cual existen ejemplos recientes.
Ventajas comparativas: abarcan aspectos constructivos, económicos y del diseño.
• La absoluta coherencia del sistema constructivo. La vía húmeda permite resolver estas bóvedas con los
mismos materiales, técnicas y recursos humanos que la totalidad de los componentes del sistema de
albañilería. Esto simplifica las tareas de coordinación, control y administración de obra, ejecutada en su
mayor parte por un único equipo de trabajo.
• La abundante disponibilidad regional de los recursos básicos de insumo masivo en la albañilería,
mampuestos, áridos y ligantes (Ladrillos, arenas, granzas, cales y cemento portland).
• Cortos tiempos de ejecución, eliminación de los encofrados y tiempos de espera para la prosecución de
otros trabajos, entre ellos los de su propia terminación. La puesta en servicio requiere sólo el
endurecimiento de los morteros de asiento. Las bóvedas catalanas se ejecutan con morteros de yeso,
cuya período de endurecimiento es reducidísimo (del orden de minutos).
• La masa, propia de la mampostería de la bóveda, se constituye en un factor importante al considerar la
inercia térmica y la aislación acústica del cerramiento.
• La configuración particular de la estructura aparente puede actuar activa y vigorosamente en la
expresión formal.
Debilidades comparativas: son esencialmente estructurales, de las que se toma localmente conciencia
después del terremoto de Caucete, San Juan (1977), que tuvo una importante repercusión en el centro del
país.
• La principal desventaja estructural radica en el hecho de que la bóveda de mampostería trabaja a
compresión ante cargas gravitatorias, pero es inestable ante la acción de fuerzas horizontales que
actúen en el sentido transversal a ella. Además no puede tomar ni transmitir cargas en su plano curvo.
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• Su peso propio relativamente importante es un factor negativo en la resolución de las estructuras,


máxime en zonas con riesgo sísmico, aun cuando sea reducido. Más masa, a mayor altura, incrementa
el riesgo ante el sismo.
• El peso también puede resultar un factor negativo al considerar las características de los suelos de la
región, de baja capacidad portante.
• Requiere de una importante rigurosidad de diseño, al que condiciona seriamente por la fuerte
direccionalidad espacial de la estructura. Y, por su flecha, en los entrepisos incrementa la altura de piso
a piso.

Los envigados o entramados de madera o metálicos:


Si bien desde la aparición del hormigón armado han tenido una presencia significativamente menor en la
realidad constructiva local, en las últimas décadas se ha acrecentado significativamente su utilización, de la
mano de un paulatino reconocimiento de sus ventajas comparativas.
Ventajas comparativas: constructivas, estructurales, de confort, medio ambientales y de diseño.
• Cortos tiempos de ejecución, eliminación de los tiempos de espera de desencofrado para la prosecución
de otros trabajos, entre ellos los de su propia terminación.
• Reducción significativa del peso y el volumen general de materiales a transportar y manipular en obra.
• Importante reducción de la masa del edificio y de la altura de su centro de gravedad, con la consiguiente
disminución del riesgo sísmico, alivia las condiciones de trabajo de la fundación.
• Baja capacidad calórica, con una reducción de la inercia térmica en el techo del edificio.
• En el caso utilización de maderas, de recursos materiales renovables, recuperables o biodegradables y
de bajo consumo energético para su producción.
• La estructura aparente puede actuar activa y vigorosamente en la expresión formal de la obra. Existe
además una asociación positiva de los sistemas vía seca con imágenes de la modernidad, por obra y
gracia de la globalización cultural.
Debilidades comparativas: abarcan aspectos constructivos, de diseño y medio ambiental.
• La adopción casi excluyente de la albañilería para la resolución de los cerramientos verticales plantea la
necesidad de adoptar técnicas y recursos humanos diferenciados para la resolución de entrepisos y
techos. Estos, a cargo de distintos equipos de trabajo no siempre suficientemente expertos y
entrenados, requieren un control mucho mas exhaustivo de la dirección de la obra.
• Diversifica también la provisión de insumos de obra, ampliando la lista de proveedores y las tareas de
administración.
• Esta diferenciación significa una mayor exigencia de esfuerzo profesional y rigurosidad desde el diseño,
condicionado por la necesaria coordinación modular de la estructura.
• El incremento de la demanda de maderas nobles presiona incentivando la deforestación de los bosques
nativos, no debidamente preservados.
• Culturalmente, debe a veces vencer un rechazo por una supuesta condición de precariedad,
relacionada con la falta de monolitismo del sistema en su conjunto.

Los reticulados planos y espaciales.


Participan de todas las ventajas y debilidades comparativas de los entramados o envigados por vía seca,
con algunas particularidades:
• En los techos permiten la resolución eficiente de grandes luces, cuando no está condicionada la
altura ocupada por la estructura.
• En los entrepisos, la altura necesaria para separar estructuralmente los cordones traccionado y
comprimido implica un importante condicionamiento, por el espacio que tomará de la altura total.
En algunos casos este espacio puede ser aprovechado para el paso de las canalizaciones y
conductos de fluidos y servicios del propio edificio.
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Los entramados de vigas y de reticulados están constituidos por elementos lineales (perfiles, tubos, vigas,
tirantes, etc.) de acero o de madera conformados de esa manera con fines estructurales. La utilización de
elementos planos, como paneles, placas, tablas y chapas, está destinada a completar el plano de soporte,
el cierre de la envolvente, y éstos últimos son soportados por aquellos.
La lógica del diseño de estos entramados es bastante sencilla si se entiende que ocurre cuando se trata de
cubrir la luz de un espacio con elementos lineales cual tablas o tirantes de madera:
1. Cuando la luz a cubrir es pequeña, el
plano soporte puede configurarse
mediante la colocación de elementos
lineales, relativamente delgados y anchos,
como tablas, uno al lado del otro,
conformando un entablonado, o con
elementos planos tales como paneles o
placas, rígidos por su espesor o chapas,
rígidos por el plegado o conformado.
2. A medida que aumenta la luz estos
elementos simples deberán aumentar su espesor significativamente, lo que daría como resultado una
estructura ineficiente por espesor y peso.
Para evitar este efecto, se constituye un plano soporte
mediante una secuencia de pocos elementos lineales, vigas
principales, capaces de salvar la luz principal y de soportar
la carga, dejándose entre estos elementos principales una
secuencia de luces menores.
Las luces entre estos elementos, significativamente menores
que la luz principal, serán tales que se puedan cubrir con un
entablonado o con elementos planos yuxtapuestos, como en
(1).
3. Si sigue aumentando la luz, llegará el punto
en que las vigas principales resultarán antieconómicas, porque su trabajo a flexión implica un
aprovechamiento ineficiente de la capacidad del material, que sólo en los bordes trabaja a su máxima
capacidad resistente.
Entonces se sustituyen las vigas principales por una
correas cumbrera
secuencia de unos pocos reticulados planos, cabriadas o
armaduras planas, capaces que salvar la luz principal cabios entre
apoyos y de soportar la carga total.
La separación entre las cabriadas o armaduras será tal que
las luces entre estos elementos principales pueda ser
salvada por una nueva secuencia de elementos lineales,
correas o cabios, trabajando a flexión.
Estas correas o cabios estarán distanciadas entre sí como
para poder cubrir los espacios con elementos planos (tal como
en 1).
(Llamamos correas en un techo inclinado a las piezas
horizontales que salvan la luz menor, y cabios a las piezas que salvan la luz en el sentido de la pendiente.)
De esta manera la estructura del cerramiento ha evolucionado hasta configurar un entramado con tres
capas superpuestas: El plano de cierre, entablonado, paneles, placas o chapas rígidos (1), las vigas o
correas (2), y las cabriadas o armaduras planas principales(3)..
La modulación.
Por razones de eficiencia estructural y racionalidad constructiva conviene que, en esta yuxtaposición de
elementos lineales, elementos iguales presenten espacios o luces iguales entre sí. De esta manera los
elementos que deberán salvarlas tendrán razonablemente la misma sección y rigidez. Esto conduce a una
modulación de la estructura, con módulos o dimensiones iguales en cada una de las secuencias del
entramado.
La existencia de esta modulación condiciona formalmente el espacio que delimita, tanto más cuanto mayor
es la luz, o sea, cuanto mas importantes sean las piezas principales que la salvan.
Los vínculos.
Las piezas principales deberán vincularse solidariamente a los elementos encargados de transmitir las
cargas al terreno, dado que el plano superior debe servir de vinculación entre los planos verticales
resistentes a los empujes horizontales, debiendo tomar y trasmitir fuerzas ante la acción sísmica.
Por otra parte, por ser los techos relativamente livianos, sus vínculos deberán servir de “anclajes” ante la
acción del viento, que puede, por succión, actuar en sentido contrario al de la gravedad.
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El diseño y la construcción de entrepisos.


La particularidad ineludible de los entrepisos es la horizontalidad, por su carácter de transitables implícito en
la designación. Pero muy frecuentemente éste no es el único requisito, sino que también se deben
conseguir otros objetivos, que pueden estar previamente planteados como premisas de diseño, o surgir de
las propias características de la construcción.
Las decisiones respecto a la resolución de los entrepisos exigen la consideración de aspectos importantes,
que vamos a enumerar a continuación, sin que este listado sea excluyente.

Estructurales: • Vínculo entre planos verticales: En zonas sísmicas, los entrepisos pueden
asumir una importante función de vínculo entre los planos verticales, por lo
que deberán presentar rigidez y ser capaces de tomar y transmitir cargas en
su plano.
• El espesor o altura de los elementos estructurales: En relación directa con
luces a cubrir y condiciones de apoyo. ( Ver guía material de apoyo anexo
s/predimensionado de losas de H° A°)

• La carga total de los entrepisos: Suma de las cargas útiles y las del peso
propio, actuará sobre los elementos destinados a soportarlos: Muros, vigas,
columnas y fundaciones.

Constructivos: • Las instalaciones: Previsiones de paso y alojamiento de cañerías, cámaras,


conductos, etc. Las cañerías bajo piso, como las cloacales, deberán contar
con los espesores suficientes para su alojamiento, ya sea sobre o debajo de
la estructura del entrepiso.
• Los niveles: Si bien los elementos estructurales pueden tener alturas o
espesores diferentes, los pisos (y los cielorrasos, cuando son de un espacio
único,) deben presentar un único nivel de terminación.

Funcionales y • La altura de piso a piso: Suma de la altura del local inferior y el espesor del
de confort: entrepiso, incide en el desarrollo de las escaleras. Desarrollo que significa
superficie ocupada por la misma, y trabajo físico de movilidad.
• Insonorización acústica: Considerar el requerimiento de insonorización,
diferenciando entre los ruidos aéreos y los de impactos o golpes.
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La resolución constructiva de entrepisos por vía húmeda


Estructura: Losa de Hormigón Armado.
Losas macizas o alivianadas, de bloques y viguetas. Cuando se trate de losas que, por sus distintas
dimensiones, requieran espesores diferentes, puede optarse por rellenar esta diferencia con hormigones
pobres, o bien realizar todas las losas con el espesor de la mayor.
Si bien el volumen de hormigón empleado será mayor, se reducirá, por el mayor espesor, la armadura de
las losas menores engrosadas.

Baldosas cerámicas Terminación superficial superior: Piso, adhesivo y carpeta


Adhesivo de nivelación.
La colocación de baldosas cerámicas, de espesor constante y
reducido, se realiza mediante la utilización de adhesivos
específicos, que requieren de una superficie de aplicación
Carpeta de nivelación perfectamente nivelada y alisada, generalmente realizada con en
extendido de mortero 1:3 de cemento Pórtland y arena gruesa,
Losa Hº Aº
de un espesor mínimo de 3 cm. Este extendido sirve para igualar
las irregularidades de la superficie del H°, por lo que recibe el
Cielorraso aplicado nombre de carpeta de nivelación.
La colocación de baldosas o mosaicos, calcáreos o graníticos,
de espesor mayor e irregular (aprox. 2,5cm.) se realiza con
Mosaico calcáreo mortero de asiento, y es el espesor de éste el que sirve para
absorber los desniveles de la superficie del H°.
Mortero de asiento
Terminación inferior: Cielorraso aplicado.
La losa de H° A° puede quedar aparente en su cara inferior, o
realizarse un cielorraso aplicado, mediante la aplicación de
Losa de Hº Aº revoque grueso o jaharro y revoque fino o enlucido.
También este cielorraso aplicado puede realizarse mediante
Cielorraso aplicado
extendidos de morteros de yeso.
Previamente a la aplicación del revoque se realiza un azotado
con mortero cementicio para asegurar la adherencia o
mordiente del revoque.

En caso de requerirse aislación acústica, deben diferenciarse


Zócalo
Baldosa los sonidos aéreos de los de impacto.
Adhesivo
Las losas de H° A°, por su considerable masa, se comportan
aceptablemente como aislantes del sonido aéreo, pero
Carpeta flotante resultan altamente transmisoras de las vibraciones por
impacto.
Para reducir estas últimas es conveniente la interposición de
una capa de material resiliente, que absorba la energía
Losa Hº Aº vibratoria del impacto.
Una técnica habitual es la construcción de una denominada
“carpeta flotante”, colocando una placa de poliestireno
Poliestireno expandido
expandido de aprox. 2 cm. debajo de la carpeta de nivelación.
Deberá garantizarse la continuidad de esta placa de
poliestireno, de manera que no existan puentes acústicos entre
la carpeta y la losa, muros o tabiques, principalmente en el
perímetro de los locales.
La aislación del ruido de impactos ( taconeo, movimiento de
muebles, etc.) también puede lograrse mediante la colocación
de pisos de materiales resilientes o con alta capacidad de
absorción de la energía, como pueden ser las alfombras, pisos
vinílicos, de caucho sintético y otros.
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La resolución constructiva de los entrepisos por vía seca.


Las alternativas para realizar por vía seca los entrepisos son innumerables, pero en mas frecuentemente
realizado, por su simplicidad constructiva y su economía es el entrepiso de un plano simple de entablonado
o machihembrado de madera.
En éste entrepiso las terminaciones superficiales superior e inferior, el piso y el cielorraso, están
constituidos por un solo elemento, un plano de tablas de madera aparente, o a la vista, por sus dos caras.
Esta tablas están generalmente apoyadas sobre tirantería de madera o sobre perfiles metálicos.
El espesor de estas tablas estará dado por el requerimiento estructural de salvar las luces que separan las
vigas, y éstas a su vez tendrán una sección transversal adecuadas a las luces a cubrir y a las cargas a
soportar. El conjunto deberá tener la rigidez suficiente como para no provocar la molesta sensación de
movimiento y vibración producido por el tránsito sobre él.
Es importante considerar las vinculaciones de estos planos horizontales con los planos verticales de la
estructura, porque la necesidad de reacción ante fuerzas horizontales hace imprescindible la fijación de los
vínculos.
Dadas las diferencias de material y comportamiento entre muros y entrepiso, deberán disponerse insertos
metálicos de fijación en los encadenados u otros elementos de H° A° de la estructura portante. Éstos
permitirán fijar las vigas de madera, que tomarán esfuerzos de tracción o compresión para mantener
constante la distancia entre los muros.
Una opción es colocar los insertos de modo que queden
ocultos en el interior de la mampostería. Presenta la Zócalo de madera
ventaja de su simplicidad constructiva, pero obligará a
proteger cuidadosamente el extremo de la madera que Piso machihembrado
quedará embutido en la mampostería. Por la Viga de madera
higroscopicidad de la misma la madera estará expuesta a
Inserto planchuela
cambios del tenor de humedad que pueden degradarla.
Encadenado horizontal HºAº
Otra opción es colocar los insertos de modo que
sobresalgan del muro y tomen la madera fuera del
paramento. Exige una cuidadosa ejecución y colocación de
los insertos, ya que quedarán expuestos a la vista, pero
elimina los inconvenientes relacionados con la
conservación de la madera, porque permite su ventilación.
Inserto metálico
Las ventajas de estos entrepisos, por su escaso peso y
espesor, se traducen en inconvenientes cuando se Encadenado horizontal HºAº
requiere aislación acústica entre locales yuxtapuestos. Los
ruidos de impacto, al igual que en los entrepisos de H° A°,
pueden amortiguarse mediante la colocación de pisos vinílicos o de caucho sintético, o de alfombras con el
agregado de una manta o tejido llamado comúnmente “bajo alfombra”, que aumenta algunos milímetros el
espesor, proporcionando mayor resiliencia al entrepiso. Estos agregados modifican la apariencia, ya que
ocultan la madera del entrepiso.

Carpeta flotante
Ante el requerimiento de una mayor insonorización, una
Poliestireno expandido
opción consiste en ejecutar una “carpeta flotante” de
mortero cementicio de 3 a 5 cm. de espesor sobre
planchas de poliestireno expandido, similar a la
carpeta flotante sobre losas de Hº Aº. Será
conveniente incorporar a la carpeta una armadura, Entablonado para
reducir el riesgo de fisuración, por la menor rigidez de la
estructura de madera.
Vigas
Esta carpeta flotante modifica el peso del entrepiso, por lo
que deberá considerarse esta carga adicional al
calcular la estructura. A pesar de éste incremento de peso, éste se mantiene aún muy por debajo de los
valores totales de carga de un entrepiso con estructura de hormigón armado.
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Los entrepisos de locales sanitarios


Una consideración especial merecen los entrepisos cuando deben recibir locales sanitarios. La presencia
del agua puede comprometer seriamente la durabilidad y la apariencia de los materiales, ya sea que se
trate de estructuras de hormigón, madera o metálicas. Nunca serán pocas las precauciones que se
adopten, desde el diseño, para evitar la acción del agua sobre la estructura. Son absolutamente
imprescindibles un diseño y ejecución cuidadosos de las instalaciones y de los pisos y paramentos
verticales de los locales húmedos.
Los locales sanitarios tienen un sistema de evacuación de líquidos cloacales y aguas servidas cuyas
cañerías funcionan por gravedad, razón por la cual las conexiones horizontales se realizan por debajo del
nivel de piso y deberá disponerse de un espacio técnico en el entrepiso para ellas.
Dado que la vida útil de las instalaciones es previsiblemente menor que la de la estructura, resulta
altamente probable que en algún momento deban realizarse trabajos de reparación o mantenimiento de las
mismas. La ubicación de dicho espacio tendrá una relación directa con la accesibilidad del sistema,
característica que puede potenciarse desde el diseño para control, y/o reparación de las cañerías.
La decisión a tomar sobre si las cañerías se instalarán por debajo o por arriba de la estructura del entrepiso,
sea ésa losa de Hº Aº o envigado de madera o metálico, tiene implicancias:
1. con el nivel del piso superior,
2. con la altura del cielorraso inferior
3. con la continuidad del plano de soporte.
La instalación de las cañerías de conexión horizontal por arriba de la estructura de soporte requerirá de un espacio de
una altura del orden de los 20 cm., que puede resolverse mediante distintas opciones:
• Levantando el nivel, mediante relleno, de toda la planta
superior, con el consiguiente incremento de cargas y de
costos en el entrepiso;
Espacio • Levantando el nivel de piso por sobre la estructura sólo
p/cañerías en el local sanitario, lo que generará un escalón o
Baño
desnivel, con los inconvenientes de orden funcional que
N. P. ...escalón? el escalón puede conllevar;
N. P.
• Bajando el nivel de la losa o la estructura del entrepiso
del o los locales sanitarios. Esto puede significar la
Cielorraso y estructura pérdida de continuidad de la estructura y/o del plano de
a nivel ? cielorrasos de la planta inferior.
Si se instalan las cañerías de conexión horizontal suspendidas
debajo de la estructura del entrepiso, con perforaciones sólo
para las descargas, se obtiene la continuidad de la estructura
y del nivel del piso superior.
• Esto permite prever el acceso para mantenimiento o
reparaciones de la instalación desde el cielorraso,
generalmente menos traumático que el acceso desde el
piso de la planta superior.
Las reparaciones con pisos y revestimientos
ejecutados por vía húmeda sobre losas de Hº Aº
requieren de trabajos de demolición y refacciones
parciales. Estos trabajos pueden reducirse y Espacio
simplificarse mediante la ejecución, parcial o total, del p/cañerías
Baño suspendidas
espacio para cañerías por vía seca.
Piso a nivel
De todos modos resulta evidente que la ubicación de N. P. N. P.
los locales sanitarios y sus artefactos tiene una
fundamental importancia en el diseño y resolución de
los entrepisos, sean éstos losas de Hº Aº o envigados Estructura a nivel
por vía seca. ...Cielorraso
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El diseño y la construcción de los techos.


Como el resto de la envolvente, los requerimientos fundamentales se refieren a sus aptitudes para brindar,
básicamente:
• soporte estructural,
• estanqueidad,
• protección térmica.
Constituyen la cara mas expuesta y exigida de la envolvente y, quizás por esa razón, el componente que
generalmente tiene mayor valor simbólico o significativo de la obra.
La resolución de los techos exige la consideración de algunos aspectos importantes

Aspectos estructurales: • Vínculo entre planos verticales: En zonas sísmicas, el techo puede
asumir una importante función de vínculo entre los planos verticales,
por lo que deberá presentar rigidez y ser capaz de tomar y transmitir
cargas en su plano.
• La carga total del techo: Suma de su peso propio y de las cargas
eventuales o útiles, actuará sobre las piezas destinadas a soportarlo:
Muros, vigas, columnas y fundaciones.
• La geometría del techo, si no está condicionada por alguna función
en su cara superior (transitabilidad, p.ej.) permite resolver los
elementos estructurales con una mayor libertad formal: la relaciones
entre la forma, la luz y el material ofrecen mas alternativas de
selección que en la estructura de los entrepisos, condicionados por
la horizontalidad.
Aspectos constructivos: • La estanqueidad, o la resistencia total del techo a la penetración del
agua, es absolutamente imprescindible, y debe lograrse muchas
veces con materiales no impermeables a la misma.
• Las perforaciones o paso de conductos son incidentes o puntos
críticos en el techo, que ponen en riesgo su estanqueidad, requisito
básico y fundamental.
• La resolución de las uniones o vínculos entre planos o partes de
características distintas por su geometría o material, del propio techo
o de elementos adyacentes, también constituyen puntos críticos. La
libertad formal que le confiere el hecho de no ser transitable, puede
inducir la falsa ilusión de un descompromiso con el rigor de diseño y
constructivo.
Aspectos relacionados • El comportamiento térmico del techo es un aspecto de considerable
con el uso y el confort: importancia, por ser la cara mas expuesta a las ganancias extremas
de calor, en verano, y a las pérdidas, en invierno.
• Los usos particulares y específicos de los techos, como los de
terrazas útiles para el tránsito, el desarrollo de alguna actividad, o las
terrazas ajardinadas, deberán resolverse siempre sin dejar de
considerar sus funciones básicas: soporte estructural, estanqueidad
y confort térmico.
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Elementos que constituyen los techos: Cubierta, estructura y cielorraso


Cubierta: Es la designación genérica que recibe el conjunto de elementos, diferentes de los meramente
estructurales, que satisfacen por sí o complementándose con los estructurales, aquellos requerimientos
básicos del techo en tanto filtro ambiental interior - exterior.
• Estanqueidad o protección hídrica (que no se llueva)
• Protección de la radiación solar (que dé sombra)
• Control térmico, (que retarde ganancias o pérdidas de calor)
• Funcionamiento higrotérmico adecuado (que no se produzcan condensaciones)
Además de éstos, deberán satisfacerse eventuales requerimientos funcionales, tales como el tránsito y
permanencia sobre ellos, en determinadas condiciones de uso, y requerimientos formales o expresivos
que tienen relación con la imagen interior y exterior del edificio.
Estructura: Es el elemento o plano soporte del techo. Presenta características comunes con la estructura
de entrepisos, con algunas particularidades que se han analizado.
Cielorraso: Es el cerramiento superficial del espacio inmediatamente inferior al techo, y su cara visible
desde el interior. En algunos casos este plano inferior asume solamente una función de acabado o
terminación interior. En otros asume parte de las funciones de filtro ambiental, actuando
complementariamente con la cubierta y/o con la propia estructura del techo.

La estanqueidad o protección hídrica del techo puede obtenerse por dos vías distintas:
1. Por la continuidad de un material impermeable que garantice la impenetrabilidad del agua de lluvia;
La resolución por esta vía cuenta en el mercado actual de la construcción con membranas absolutamente
impermeables al agua, que pueden además soldarse entre sí, en obra o en fábrica, de manera que las
uniones entre paños sean también impermeables.
Mediante la utilización de tales membranas es posible la construcción de planos de techo con pendientes ♣
prácticamente imperceptibles, del orden del 1% al 1,5 %, necesarias para evitar la acumulación del agua
sobre el techo. En nuestro medio las membranas mas corrientemente utilizadas, multicapas de asfalto y
polietileno con o sin protección de aluminio, se sueldan en obra mediante la aplicación de calor.
Las juntas de los paños de membrana entre sí y de éstos con los bordes y otros elementos salientes del
techo, son puntos críticos vulnerables a la penetración del agua. El estudio pormenorizado y control de
ejecución de estas uniones deberá hacerse considerando la acción de los agentes atmosféricos sobre las
soldaduras, fundamentalmente la radiación solar, protegiendo estas adecuadamente para evitar el
despegado de los bordes por oxidación del asfalto.

2. Mediante la disposición de piezas que, sin continuidad e incluso, en algunos casos, sin ser ellas mismas
impermeables, aseguran el rápido escurrimiento del agua en función de la geometría de las juntas y del
techado.
Es a la pendiente ♣ del plano de la cubierta y a la geometría de las juntas de las piezas que la componen a
las que se confía la estanqueidad del techo. La pendiente puede ser variable desde 0° a 90º respecto de la
horizontal.
Se deberá establecer, entonces, alguna regla o norma de orientación acerca de la pendiente adecuada a
cada caso, ante la posibilidad de diseñar contando con la muy extensa variedad de piezas y de materiales
que se producen para cubrir esta función.

♣ - Se denomina pendiente de un plano a la relación entre la diferencia de altura entre dos puntos de una
línea de máxima pendiente del plano y la distancia entre las proyecciones horizontales de ambos
puntos. O sea que es la tangente del ángulo formado por la línea de máxima pendiente y su proyección
horizontal. Se expresa por la relación altura/distancia, o como un porcentaje de la diferencia de altura con
respecto a la distancia de las proyecciones horizontales.
Así, una pendiente = 5/100 significa que entre dos puntos de la misma línea de máxima pendiente del
plano, cuya distancia en proyección horizontal es de 100 cm., existe una diferencia de altura de 5 cm.
Puede expresarse como pendiente de 5%.
Líneas de máxima pendiente son aquellas rectas pertenecientes al plano, paralelas entre sí, que son
perpendiculares a las horizontales del plano.
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Si se reconoce que:
• La velocidad de evacuación o escurrimiento del agua de lluvia tiene relación directa con la magnitud de
la pendiente (a mayor pendiente mayor velocidad de escurrimiento).
• La probabilidad de penetración del agua en el techo tiene una relación directa con el tiempo de
permanencia de la misma sobre la cubierta.
El incremento de la pendiente disminuye las probabilidades de penetración del agua.
• La impermeabilidad del material de cubierta representa su resistencia a la absorción y penetración del
agua.
El incremento de la impermeabilidad del material disminuye la probabilidad de filtraciones.
• Las juntas transversales a la pendiente interceptan el recorrido del agua en su evacuación, y cada junta
significa una probabilidad de filtración.
El incremento de la cantidad de juntas transversales aumenta las probabilidades de filtraciones.
• Las juntas, sean transversales o paralelas a la pendiente, dificultarán en mayor medida la penetración
del agua por acción del viento cuanto mas ajustadas y/o geométricamente elaboradas sean.
El mayor ajuste y/o encastre de las juntas disminuye la probabilidad de filtraciones.
En función de lo expresado se podrán enunciar algunas reglas de carácter general respecto a la pendiente
de las cubiertas de techo:
• Deberá ser mayor cuanto mayor sea el número de juntas transversales al sentido de
escurrimiento del agua.
• Deberá incrementarse cuando se trabaje con materiales permeables, y podrá disminuirse
cuando aumente su impermeabilidad.
• Deberá aumentar cuando las juntas transversales sean mas llanas y abiertas, y podrá
disminuirse cuando sean más laberínticas y ajustadas.
• Deberá aumentarse conforme al grado de exposición de los planos de techo a la acción del
viento. A mayor exposición, mayor pendiente.
Las juntas entre las piezas son resultantes de su proceso de producción: el prensado o estampado de las
piezas posibilita juntas transversales laberínticas, el laminado o extrusión produce juntas llanas.
Por otra parte, el perfecto ajuste entre piezas depende también de las características del material. Hay
materiales como la cerámica, por ejemplo, que sufren importantes modificaciones dimensionales durante el
secado y la cocción. Otros, como las chapas de acero laminadas, mantienen una gran constancia
dimensional y producen juntas muy ajustadas.
Cada fabricante o proveedor de productos para la aislación hídrica de las cubiertas proporciona, o debería
proporcionar, las especificaciones acerca de cuál es la pendiente mas adecuada y la mínima admisible
para el eficiente y correcto funcionamiento del producto que ofrece.

Haremos una somera clasificación de estos productos considerando el tamaño de las piezas, el material y
su forma tal como se los suministra en obra.
• Las chapas metálicas son uno de los productos mas utilizados. Están producidas con un diseño
del perfil que les confiere rigidez longitudinal y que permite la superposición y encastre de los
bordes de las chapas para dificultar la penetración del agua por las juntas paralelas a la
pendiente.
Estas chapas metálicas son producidas en tren de laminación continua, y su longitud está sólo limitada por
las posibilidades del transporte, por lo que pueden utilizarse disponiendo una nula o mínima cantidad de
juntas transversales en un plano de techo. En estas juntas transversales la estanqueidad se obtiene por
simple superposición de una chapa sobre otra, y requiere de una pendiente mínima de escurrimiento del
orden del 7 al 10 %, según la longitud de la superposición entre una chapa y otra. Cuando es posible, por su
longitud, construir el plano de techado sin juntas transversales esta pendiente puede aún reducirse.
Dado que tienen rigidez sólo en el sentido longitudinal, la fijación de las chapas metálicas se realiza
mediante atornillado o clavado sobre clavaderas o correas horizontales, transversales a la pendiente. La
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separación entre estas clavaderas o correas, dependerá de las cargas y de la rigidez que el perfil
transversal confiera a la chapa, y cada fabricante especifica la distancia aconsejada.
En las juntas longitudinales, continuas, se obtiene la estanqueidad mediante la geometría o diseño del
borde de las chapas, que varía según cada fabricante.
• Las chapas de fibrocemento, o de asbesto cemento, históricas competidoras de las chapas
metálicas, presentan frente a éstas una desventaja considerable: su fragilidad ante los impactos
de granizo, razón que, agregada al descubrimiento de que el material sería cancerígeno, ha
reducido enormemente su utilización.
• Las chapas de materiales sintéticos, como las de P.R.F.V. (Plástico reforzado con fibra de
vidrio) tienen una vida útil limitada en razón de su vulnerabilidad ante agresión de la radiación
ultravioleta, y su utilización está casi exclusivamente destinada a obtener luz cenital,
reemplazando parcialmente en los techados a las chapas metálicas. Con esa finalidad, para
hacerlas compatibles, se fabrican con los formatos que aquellas.
• Las tejas constituyen otro medio de conseguir estanqueidad por la adición de piezas de
pequeña dimensión. Designadas genéricamente como tales, son producidas con materiales
resistentes a la intemperie, como las cerámicas, el mortero cementicio, y algunos materiales
sintéticos y, en algunas regiones, la madera.
La fijación de las tejas puede ser por clavado o atornillado, en la mayoría de los casos sobre clavaderas
horizontales, perpendiculares a la línea de máxima pendiente. Cuando las tejas tienen un peso
considerable, como las cerámicas o cementicias, en situaciones de escasa exposición a vientos fuertes
pueden estar simplemente apoyadas y mantenidas en posición por su sistema apoyo y de encastre entre
piezas.
• Las membranas impermeables preconformadas son productos específicos para la
impermeabilización de techos que tienen una incorporación reciente a la industria de la
construcción.
Desde antiguo se ha tratado de conformar sobre los techos “planos” o de escasa pendiente, membranas
impermeables. A esa finalidad ha apuntado la realización, en obra, de capas múltiples de distintos
productos impermeables, extendidos sobre la superficie. Las membranas realizadas en obra necesitan una
enorme elasticidad y resistencia para resistir la tracción localizada en las grietas o fisuras que se producen
en el sustrato al que están adheridas, por contracciones térmicas o por retracción.
Este problema ha sido superado con la utilización de membranas preconformadas que pueden extenderse
sobre la superficie a impermeabilizar sin estar totalmente adheridas a ésta. Se producen con materiales
termoplásticos y elastómeros elásticos, o bituminosos, como el asfalto, y pueden soldarse entre sí, en obra,
mediante calor y presión o, en fábrica, por el mismo procedimiento o con solventes. Las juntas así selladas
permiten la impermeabilización frente al agua, con o sin presión. Resulta obvio que el proceso de soldado
de las juntas en obra requiere de mano de obra especializada y un estricto control para garantizar la
estanqueidad absoluta de las juntas.
Las membranas mas corrientemente empleadas se suministran en rollos de 1,00 m. de ancho y están
conformadas por capas múltiples de polietileno y asfalto, contando en algunos casos con una capa
protectora de aluminio en la cara expuesta.
Cada tipo de techado, conforme al material y tipo de juntas, tiene requerimientos de pendiente distintos.
Sólo a título de orientación se enuncian las pendientes mínimas aconsejables de algunos de los materiales
de cubierta existentes en el mercado.

Designación comercial Material Pendiente mínima aconsejada


Membranas asfálticas multicapa Asfalto y film de polietileno 1,0 % a 1,5 %
Onduladas Chapas metálicas 5% a 7% sin juntas transversales
Sección trapezoidal Chapas metálicas 3% a 5%, sin juntas transversales
Teja Marsella o francesa Cerámica 27% a 30%
Teja Colonial o española Cerámica 25 % a 40%, según superposición
Tejas Planas Cerámica, pizarra, madera 100 % o más, según superposición
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El control térmico: Deberá adecuarse a los requerimientos ambientales internos y a las condiciones
climáticas regionales.
Los elementos que brindan estanqueidad, por su espesor y material, generalmente no tienen suficiente
capacidad de retardo del paso del calor como para evitar las ganancias o pérdidas térmicas no deseadas.
Para suplir esta falta se recurre a aislantes térmicos cuyas propiedades y características técnicas sean
compatibles con las de los demás elementos de la cubierta.
Para la selección del material aislante deberán considerarse sus propiedades
• mecánicas: rigidez, resistencia a la compresión,
• higroscópicas: capacidad de absorción de agua.
• químicas: resistencia o vulnerabilidad ante solventes, agua, u otros agentes.
• técnicas: trabajabilidad, facilidad de corte, de colocación, formas comerciales, etc.
El espesor de la aislación térmica deberá ser proporcional a la conductancia del material empleado, y
adecuada al salto térmico interior - exterior.
• Aislantes de uso por vía seca: Paneles de poliestireno o de poliuretano expandido, mantas de
lana de vidrio o de lana mineral,
• Aislantes de utilización por vía húmeda: Morteros y hormigones livianos, de vermiculita, de lava
volcánica, de arcillas expandidas u otros.

Densidades y espesores mínimos para aislación térmica de poliestireno expandido,


Según Norma IRAM 1739

Densidad mínima Espesores recomendados según el clima


Aplicación recomendada Templado a muy cálido Templado a muy frío
S /Norma IRAM 1737 Sin aire acondic . Con aire acondic.
Paredes dobles de mampostería 15 Kg. m3 2 a 3 cm. 3 a 7,5 cm. 3 a 10 cm.
Techos de tejas o chapas 15 / 20 Kg.m3 5 a 10 cm. 5 a 15 cm. 5 a 15 cm.
Azoteas (bajo contrapiso) 20 / 25 Kg.m3 3 a 7,5 cm. 5 a 10 cm. 5 a 10 cm.
Techos planos (bajo membrana) 20 /25 Kg.m3 4 a 10 cm. 5 a 12,5 cm. 5 a 12,5 cm.
Cielorrasos suspendidos 15 Kg.m3 2 a7,5 cm. 5 a 10 cm. 5 a 10 cm.
Aislaciones Paredes y techo 20 Kg. m3 0,5 cm. cada 1 °C de diferencia entre temperatura interior y
frigoríficas exterior
Bajo pisos 35 / 30 Kg. m3
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Aspectos higrotérmicos: La condensación.


Como sabemos, lo que llamamos aire es una mezcla de gases que, variando con la altura, al nivel del mar
presenta aproximadamente la siguiente composición:
Oxígeno: 20,99 %
Nitrógeno: 78,03 %
Argón: 0,94 %
Anhídrido carbónico: 0,03 %
Hidrógeno: 0,01 %
Y el aire normal es una mezcla de aire seco y vapor de agua. La relación, en peso, entre la cantidad de
vapor de agua y la de aire seco que componen un ambiente dado se denomina “humedad específica“ del
aire en ése ambiente.
Humedad específica = Peso del vapor de agua
Peso del aire
Humedad específica o humedad absoluta: cantidad de vapor de
agua que contiene una determinada cantidad de aire. Se mide en
gr./Kg. ó gr./m3. (Gramos de vapor por kilogramo de aire seco o por
metro cúbico de aire).
El aire incrementa su capacidad de contener vapor de agua cuando aumenta
su temperatura. Una determinada cantidad de aire seco, a una cierta
temperatura no admite mas que un peso máximo de vapor de agua para
formar una mezcla homogénea de aire.
El límite de la cantidad de vapor que puede contener, a la temperatura
considerada, se denomina “punto de saturación”. Dicha cantidad máxima
admisible de vapor de agua es la que “satura” el aire. Una cantidad mayor de
vapor de agua hace que el exceso se condense, precipitándose.
La humedad específica que, a una temperatura dada, corresponde a la
cantidad de vapor que satura el aire, se llama “humedad de saturación” a
dicha temperatura. La humedad de saturación varía con la temperatura.
Cuando mayor es la temperatura, mayor es la humedad de saturación.
Humedad relativa: Porcentaje de vapor de agua que tiene el aire en
relación al máximo que puede contener, a esa temperatura, sin
saturarse. Se mide en %.
En las situaciones en que existen diferencias de temperatura del aire entre el interior de los locales y el
exterior, el aire a mayor temperatura, el más caliente, tendrá capacidad para contener mayor cantidad de
vapor por unidad de volumen que el aire que está a menor temperatura, el más frío.
El fenómeno de la condensación se presenta cuando el aire caliente se enfría, perdiendo parte de su
capacidad para contener vapor de agua. Entonces se satura y se produce la condensación del vapor.
Ejemplo: en invierno, cuando viajamos en un automóvil cerrado a una temperatura ambiente mayor que la
exterior, se empañan los vidrios... por que?
El aire interior, a una determinada temperatura puede contener una cierta cantidad de vapor de agua. Al
aproximarse al vidrio frío, el aire se enfría. Al enfriarse el aire, se reduce su capacidad de contener vapor de
agua en suspensión. Si el excedente de vapor se ve impedido de difundirse libremente hacia el exterior, se
condensa.
Si abrimos las ventanillas no se produce la condensación, pues el excedente de vapor se difunde en la
atmósfera exterior, con menor humedad relativa.
Las fuentes de vapor de agua constituidas por las personas y sus actividades, aumentan la cantidad de
vapor de agua en el aire interior.
En locales ventilados al exterior la condensación no se produce porque el vapor se difunde en la atmósfera
exterior, con menor temperatura pero con humedad relativa por debajo del punto de saturación.
El aire interior de locales cerrados puede enfriarse hasta el punto de saturación por el contacto con
paramentos que están a una temperatura inferior a él, como por ejemplo vidrios o paramentos no
suficientemente aislados térmicamente.
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Este fenómeno puede presentarse en los planos que conforman el techo, sean del soporte estructural, de
las barreras hídrica o térmica, o de cualquier otro que conforme el cerramiento, para impedir la
condensación se deberá optar por:
1. Permitir la libre difusión al exterior del vapor de agua, mediante la ventilación o la permeabilidad del
cerramiento.
2. Impedir que el aire interior, con mayor humedad absoluta, entre en contacto con un plano que esté
a una temperatura por debajo de su punto de saturación, pues este plano pasará a convertirse en
un plano de condensación.
Las barreras hídricas impermeables al vapor de agua, si están colocadas del lado externo de la
protección térmica pueden, con bajas temperaturas exteriores, generar planos de condensación porque
estarán a una temperatura muy próxima a la exterior.
Si tal barrera existe, el vapor de agua no deberá llegar a ella y deberá ser detenido por un plano que se
mantenga a una temperatura de un rango próximo a la del interior. A este plano se lo denomina barrera
corta vapor o barrera de vapor, y deberá estar ubicado del lado de mayor temperatura de la aislación
térmica.
Algunos aislantes térmicos, como la espuma de poliuretano, poseen una estructura de poros cerrados que
actúa como barrera de vapor, impidiendo que el vapor llegue a contactar con planos fríos.
Otros, como las mantas de lana de vidrio, se proveen con una barrera de vapor incorporada a modo de una
capa impermeable del lado interior.

La estructura: Ya nos hemos referido a la estructura de techos y entrepisos, y a las ventajas y


debilidades comparativas de las tipologías estructurales usuales en el medio.
Al respecto vamos a insistir sobre la importancia de establecer adecuadamente las relaciones entre los tres
factores fundamentales que conforman una tipología estructural: luces a cubrir, materiales y
configuración geométrica, desde el inicio del proceso de diseño.

LUCES A CUBRIR • El condicionante que influye más fuertemente en las solicitaciones estructurales
y, por los tanto, en la economía del techo. Se procura la eficiencia mediante una
disposición estructural que permita reducirlas de manera compatible con los
requerimientos funcionales y los demás aspectos constructivos de la obra.
• Otro aspecto importante es la disposición y magnitud de las cargas que actúan
sobre los elementos que salvan luces. Es conveniente encontrar mecanismos
para transmitir directamente al terreno las cargas concentradas (muros
portantes, tanques de reserva, por ejemplo), para que no actúen sobre los
elementos destinados a cubrir luces.

RECURSOS • Los recursos de que se dispone pueden ser, simultáneamente, condicionantes y


MATERIALES generadores de la configuración de la estructura. Involucran a los materiales,
técnicas, equipos y mano de obra que configuran el sistema constructivo.

FORMA • El diseño o configuración del techo es una variable de fundamental importancia


en relación a la eficiencia de la estructura.
• Además, es una síntesis que da respuesta a las múltiples variables que
confluyen en el problema arquitectónico. Por ello configura los espacios
interiores y la imagen exterior del edificio con una importancia relevante.

Las características técnicas más importantes del techo están generalmente condicionadas por su estructura
o soporte. Las tipologías estructurales más usuales son:
• Entramados o envigados, por vía seca.
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• Losas de Hº Aº, por vía húmeda,

Materiales y componentes usuales de las CUBIERTAS POR VÍA SECA


Protección o acabado Chapas de acero, galvanizadas o prepintadas,
superior, y aislación hidrófuga: de fibrocemento,
de aluminio,
de resinas sintéticas
Tejas cerámicas, coloniales, Marsella, planas, etc.
Aislaciones hidrófugas Membranas asfálticas multicapa,
específicas: Membrana permeable al vapor (tipo Tyvek)
Aislación térmica Placas de poliestireno expandido,
Placas de poliuretano expandido
Mantas de lana de vidrio, de lana mineral
Espuma de poliuretano proyectada
Barrera cortavapor Film de polietileno,
Membranas asfálticas multicapa
Estructura o soporte Entramados o envigados de madera y metálicos
Cielorraso Estructura aparente,
Cielorrasos suspendidos.

Materiales y componentes usuales de las CUBIERTAS POR VÍA HÚMEDA


Protecciones o acabado Baldosas, bovedillas, losetas, granza,
superior
Aislación hidrófuga Membranas asfálticas multicapas y otras
Aislación térmica Placas de poliestireno expandido,
Placas de poliuretano expandido
Morteros livianos de vermiculita,
de poliestireno,
de lava volcánica, etc.
Barrera cortavapor Lechada cementicia + emulsiones asfálticas,
membranas,
film de polietileno,
Estructura o soporte Losas de H° A°
Cielorraso Hormigón a la vista,
Cielorrasos aplicados
Cielorrasos suspendidos
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TECHOS POR VÍA SECA TECHOS POR VÍA HÚMEDA


• Sostenerse (problema estructural)
• Del agua de lluvia (aislación hídrica)
• Del agua de condensación (Barrera de Vapor p/ locales cerrados, según clima)
• De intercambios de calor (Aislación y/o inercia térmicas)
La estructura:
Entramados de madera o metálicos (eventualmente, Losas de H°A° (eventualmente, bóvedas de
paneles autoportantes). mampostería).
Los elementos planos (paneles, placas, entablonados, Macizas (en una dirección o cruzadas);
chapas, tejas) son utilizados para el cierre de la Alivianadas en una sola dirección ( de viguetas y bloques
envolvente, soportados por elementos lineales. o nervuradas) o en dos direcciones (casetonadas).
El plano soporte
Se constituye por yuxtaposición de elementos lineales Es la cara superior de la propia losa de H° A° (o de la
que salvan la luz a cubrir. bóveda).

Los apoyos
En zonas sísmicas la estructura de techo debe vincular los planos verticales resistentes a la acción sísmica,
tomando y transmitiendo fuerzas horizontales en su plano.

Lineales (sobre muros y/o vigas) o puntuales, sobre Siempre lineales (sobre muros y/o vigas), nunca
columnas o pórticos. directamente sobre columnas.
Los elementos que salvan la luz deberán vincular a Siendo estructuras “pesadas”, deberán vincularse los
los elementos de apoyo, y sus vinculaciones servir de planos verticales resistentes a la acción sísmica, los que
“anclajes” ante la acción del viento. deberán ser considerados muy especialmente.

La cuestión constructiva
Sucesión modulada de elementos lineales. Encofrados y moldes o elementos prefabricados como
Esta modulación, conveniente constructivamente, viguetas y bloques.
caracteriza los espacios a cubrir, con tanta mayor El plano monolítico de H°. A°. puede recibir el mismo
fuerza cuanto mas importantes sean las luces y los revoque superficial que muros y tabiques.
elementos que la salvan. Características especiales para nervurados y
casetonados.
La aislación hídrica
Escurrimiento por pendiente, según geometría. Escurrimiento c/ pendiente mínima (1,5%) c/ relleno
Impermeabilidad proporcionada por el material de sobre losas horizontales.
protección superior (chapas, tejas), o por membranas Impermeabilidad c/ membranas asfálticas o sintéticas
impermeables. (preconformadas o realizadas “in situ”).
Las uniones entre piezas son puntos vulnerables a la vulnerables a efectos del sol, exigen protección (cubierta
penetración del agua. Pendiente en relación a de bovedillas, baldosas, sombrillas, etc.).
cantidad de juntas, forma y material.

Aislación térmica
Con paneles de material aislante, adecuados a Con material aislante en paneles o por vía húmeda
técnicas de vía seca (poliestireno o poliuretano (morteros de vermiculita). Considerar el peso de los
expandidos, lana de vidrio o lana mineral). elementos superiores.

La barrera de vapor
Exige un análisis particular, para determinar características y posición relativa.
Membranas impermeables al paso del vapor Lechadas de cemento sobre losa, emulsiones asfálticas.
(preconformadas, asfálticas, de polietileno o mixtas).

Los puntos críticos


Los bordes del techo, intersecciones de distintos planos, o juntas con otros componentes, deben resolverse
cuidadosamente, por razones formales y por eficiencia del techo. Analizar geometría de juntas y bordes.
Las perforaciones para el paso de cañerías o conductos, o el apoyo del tanque de reserva, pueden arruinar el
comportamiento todo un plano de techo, por filtraciones o por puentes térmicos.
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La resolución constructiva de los techos.


Los bordes de los planos de techo constituyen los puntos
constructivamente conflictivos, ya sea por acumulación de agua,
concentración de tensiones, movimientos diferenciales,
debilidades constructivas, cambios en las características de los
materiales (diferencias de resistencia, de rigidez, de dilatación,
etc.), fallas de la adherencia y otras.
Las intersecciones de planos, del propio techo, de éste con
elementos adyacentes o con los apoyos del tanque, deben ser
resueltos cuidadosamente, analizando y considerando, desde las
ideas preliminares de proyecto, la ubicación y resolución de tales
elementos considerando sus implicancias en la estanqueidad.
Las perforaciones para el paso de cañerías o conductos
pueden arruinar el comportamiento higrotérmico de todo un plano de
techo, por filtraciones de agua o por puentes térmicos.
Significan la presencia de elementos de distintos materiales y
comportamiento, por lo que la posibilidad de movimientos de
origen térmico o mecánico pueden provocar fisuras o
discontinuidades de la aislación hídrica, y puentes térmicos que
produzcan condensaciones interiores.
Las canalizaciones, como las de escurrimiento y evacuación del
agua de lluvia, pueden ser diseñadas considerando no sólo su
función utilitaria, sino también el hecho de que su presencia
aparente puede formar parte del vocabulario formal de la obra.
Todos los casos exigen consideraciones constructivas especiales,
tales como la circunstancia de prever la colocación de la canaleta
de recogida pluvial con posterioridad a la ejecución de la cubierta
de tejas completa, como se grafica en el detalle adjunto.

Bibliografía: TECTONICA nº 6 – Cubiertas planas Setiembre / diciembre 1997


TECTONICA nº 8 – Cubiertas inclinadas Mayo / agosto 1998
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Junta de sellador elástico


Babeta de chapa
galvanizada

Granza ( lastre y protección solar)


Membrana geotextil ( permeable, protección mecánica )
Poliuretano expandido ( aislación térmica )
Membrana impermeable ( protección hídrica)
Carpeta de pendiente
Losa de Hº Aº ( soporte)

Canto rodado ( lastre y protección solar)


Membrana geotextil ( permeable, protección mecánica )
Poliuretano o poliestireno expandido ( aislación térmica )
Membrana impermeable ( protección hídrica)
Carpeta de pendiente

Detalles típicos de cubierta invertida

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