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1La concepción de Derechos Humanos desde la perspectiva de John

Finnis.

Angélica María Rodríguez Toro.

Noviembre 2020.
Universidad del Tolima.
Tolima.
Derechos Humanos y Derecho Internacional Humanitario
Programa de Derecho
1La concepción de Derechos Humanos desde la perspectiva de John
Finnis.

1. ¿Cuál es la concepción, idea y contenido de derechos humanos desde la


perspectiva de JOHN FINNIS?

En primer lugar, John Finnis habla sobre la necesidad de un esclarecimiento en


cuanto el discurso y el lenguaje acerca de los derechos llega a gran cantidad de
publico y a la hora de difundirse se denota un abuso del leguaje. Para ello, John
Finnis propone intentar esclarecer ese lenguaje logrando alcanzar una precisión de
sus términos y enunciados de manera que se haga imposible la manipulación o
mediatización de causas parcialistas en nombre de los derechos. Finnis propone
también referirse a un debate después de corregir parcialmente el análisis de los
derechos efectuado por W.N Hohfeld en su libro “Fundamental Legal Conceptions”,
este debate consiste en la adecuada explicación de los derechos donde se provocan
dos problemas distintos, uno técnico y uno filosófico. El técnico consiste respecto a
cuando se presencia un derecho-exigencia correlativo del deber de actuar de una
determinada manera; Finnis sostiene que este debate se soluciona simplemente
estipulando en que sentido en concreto se usará en un determinado contexto la
expresión “Derecho-Exigencia”. El problema filosófico en cambio consiste acerca de
una incógnita: ¿Hay alguna explicación general sobre lo que es tener un derecho?
Finnis habla de tres respuestas principales las cuales son, “la teoría del beneficio” o del
“interés”, también se habla de una “teoría de la elección”, sin embargo, finalmente, la
tercer respuesta la cual es proporcionada por Finnis, ya que el no considera que las
anteriores sean la verdadera respuesta, el plantea una teoría basa en “los bienes”, donde
la noción central de derechos hace referencia a la ordenación de los derechos a un
conjunto de bienes humanos básicos que constituyen los aspectos centrales de la plena
realización humana, por la cual un sujeto resulta titular de un derecho cada vez que una
exigencia básica de razonabilidad practica otorga a ese sujeto la facultad de exigir de
otro sujeto una actividad de acción, dación y omisión que resulte necesaria.

Finnis procede a hablar sobre la especificación de los derechos. Finnis considera que
uno necesita una concepción del bien humano, de la realización individual, según una
forma (o conjunto de formas) de vida en común que promueva, en lugar de obstaculizar,
tal realización de dicha especificación, de manera que, dicha especificación se puede
llevar a cabo mediante la elección y determinación de aquellos derechos-reclamo o
derechos-libertades dependiendo de la circunstancia donde sean estrictamente
necesarios para el respeto, concreción o realización de los bienes humanos básicos que
constituyan la perfección humana, bienes que solo pueden alcanzarse mediante la
colaboración social, por ello aparecen necesarios “El Derecho” y “Los Derechos”.
Luego de determinar esto Finnis considera que debe de existir un derecho absoluto, ya
que, así como hay deberes sin excepciones también así mismo debe de haber derechos-
exigencias sin excepciones y absolutos. Estos derechos absolutos son la contracara de
los deberes absolutos establecidos por los denominados absolutos morales, o sea,
aquellas normas negativas o prohibitivas que dictan aquellas conductas que atentan
directa e intencionadamente contra un bien humano básico, además de esto, dichos
derechos no son afectados por la idea de que el único criterio moral válido radica en las
consecuencias más útiles para el mayor número de los miembros de la comunidad, sino
que, en cambio, la contradicen. Luego se relacionan los derechos y los deberes y la
prioridad lógica de los derechos respecto a los deberes o viceversa, en este punto existen
dos posiciones, la primera acerca de las llamadas “Morales basadas en derechos”
expuesta por John Mackie. La segunda posición expuesta principalmente por Hans
Kelsen es aquella en donde la realidad central en las relaciones jurídicas y ético-sociales
son los deberes haciendo de esta forma que los derechos solo sean una realidad
secundaria y derivada de los deberes. Finnis respecto a esto decide abordarlo desde una
perspectiva histórica evaluando el vocablo “Ius” o sea “Derecho” y toda su pluralidad
en cuanto a significado donde queda en evidencia que adquiría escasamente el
significado de la facultad jurídica de apropiación de parte de un sujeto al contrario del
significado de carga o conjunto de normas como un deber donde se denota mayoría en
los significados. De esta forma, Finnis decide seguir con s recorrido histórico
estudiando la concepción de Tomas de Aquino, en donde se denota que Finnis sigue la
definición de Tomas de Aquino respecto a “Ius”: “Ese acto, abstención u otra cosa que
es justa. Porque lo que es justo es lo que la virtud de Justicia requiere a la persona
relevante entregar a, o hacer para, o abstenerse de, en relación con algún otro”. De
esta forma se evidencia cierta indecisión por parte de Finnis, algunas veces se remite a
la acción, dación u omisión debida en justicia, y otras veces se refiere a la facultad del
otro sujeto de reclamar la realización de esas prestaciones. Finnis decide marcar una
ruptura entre Tomas de Aquino y Francisco Suarez donde precisa que la alternativa
acerca de la prioridad del derecho-facultad o del derecho-deber es propia del
pensamiento jurídico y moral moderno, es decir, posterior a la “línea divisoria” que
corre entre Aquino y Francisco Suárez y por lo tanto resulta extraña al pensamiento
clásico, al menos en la versión de Tomás de Aquino.

Finnis nota que en que en declaraciones como la Declaración Universal de los Derechos
Humanos de las Naciones Unidas se hace mención a ciertas limitaciones que afectan el
ejercicio de los derechos, en esta se pueden evidenciar que por una parte los individuos
humanos serían titulares de Derechos Humanos “fundamentales” e “inalienables”
pero, por otro lado, también existían ciertos límites externos a la hora del ejercicio de
estos derechos, límites que serían exigencias del “bien común” o del “bienestar
general”, por ello, considera Finnis que estas declaraciones simplemente son una forma
de usar los contornos del bien común y los distintos aspectos del bienestar individual en
la comunidad, ya que la efectividad de los derechos humanos es un elemental elemento
fundamental del bien común. Para Finnis el bien humano es definitivamente un bien
común que se procura y se alcanza en el marco de una comunidad completa política. De
esta forma, Finnis habla de que fuera de las comunidades de vida humana no existen
derechos ni humanos ni meramente positivos y que con referencia el fundamento de la
dignidad humana se puede recalcar que esta le corresponde a cada individuo desde su
nacimiento y que está dignidad humana connota superioridad.

Después de tener todo esto en cuenta, se habla de una valoración de las contribuciones
de Finnis hacia la filosofía en dónde el autor no promueve prioridad alguna entre
derechos y deberes sino una simple ordenación de las realidades práctico-jurídicas a la
realización de alguna de las dimensiones del perfeccionamiento humano teniendo en
cuenta que este perfeccionamiento sólo se puede alcanzar en el marco de la convivencia
apareciendo como necesaria la existencia de deberes y derechos que hagan posible una
realización social de los bienes que integran la perfección humana generándose así la
posición entre derechos y deberes. Otro de las contribuciones que hace Finnis es su
concepción en cuanto a autonomía teniendo en cuenta que la mera autonomía no es
suficiente para fundamentar los deberes y las normas morales individuales, ya que, no
existe una razón ética conclusiva para respetar una autonomía que no tiene un sentido
finalista, teniendo en cuenta esto, la propuesta por John Finnis de la fundamentación de
los derechos basados en las necesidades y bienes humanos básicos si proporciona una
justificación racional adecuada y suficiente de la exigibilidad de los derechos. Además
de esto Finnis también defiende la existencia de ciertos principios éticos secundarios
derivados del primer principio práctico, además de esto, Finnis expresa que se deben
respetar y promover las posibilidades de realizar instancias o concreciones de los bienes
básicos en el contexto de la convivencia social, es decir, respetar los derechos humanos
morales o naturales de los demás seres humanos. Por último, se habla de la noción de
dignidad humana en la cual se justifica la titularidad humana y la empleabilidad de los
derechos humanos al mismo tiempo que se inhabilita cualquier concepción basada
meramente en objetivos. La concepción Finnisiana estructurada sobre la noción de
dignidad humana justifica por su ordenación a los bienes humanos y supera todas las
demás propuestas además de proveer una explicación de los derechos que aparece como
realista, coherente y completa.

Respecto a la gramática el profesor chileno Cristóbal Orrego se centra en el


pensamiento de John Finnis donde la tradición iusnaturalista se ha dividido entre
quienes adoptan el lenguaje de los “derechos subjetivos” y de los “derechos
humanos” y quienes lo rechazan por considerarlo un elemento moderno incompatible
con las afirmaciones centrales de la tradición iusnaturalista,, para el profesor chileno,
Finnis en su lenguaje habla de los derechos subjetivos como un instrumento útil para
expresar las exigencias de razonabilidad práctica de un modo más flexible específico
y diferenciado. Orrego hace referencia a que distintos autores impugnan el uso del
término “derechos humanos” debido a que esta expresión solo puede usarse en una
ideología ilustrada e individualista, sin embargo, Finnis acepta el uso de esta
terminología, ya que forma parte del lenguaje ordinario consolidado y ofrece además
un instrumento más flexible para referirse a lo que es justo desde la perspectiva de
“él otro”, referente al concepto de derechos humanos según Orrego, Finnis defiende
que la explicación del ius como objeto de la justicia en Tomas de Aquino ha de
incluir implícita el concepto derecho subjetivo, sin embargo, Finnis considera
legítimo llamar “derechos humanos” a los “derechos naturales”, incluyendo a la
tesis centrales del iusnaturalismo clásico lo correspondiente a las nociones de derecho
subjetivo y derechos humanos.

A manera de conclusión, podríamos decir que la explicación de los derechos a partir


de la teoría de los bienes hecha por John Finnis proporciona una justificación racional
y práctica de la existencia y exigencia de los derechos humanos, poniendo límites
conceptuales respecto al uso del lenguaje a la hora de referirse al término de los
derechos humanos. Por otro lado, vincula los derechos humanos entendidos como
derechos naturales con los principios primarios y secundarios de la ley natural
efectuada por Finnis, debilitando e invalidando las explicaciones positivistas de los
derechos humanos teniendo un rigor, una sistematicidad y una fuerza explicativa que
coloca esta teoría como una de las alternativas más relevantes en el ámbito de la
filosofía contemporánea de los derechos humanos. John Finnis retoma la teoría
iusnaturalista clásica y se centra en explicar cómo los derechos humanos tienen una
relación con los bienes básicos humanos y como estos hace que por naturaleza sean
inherentemente del ser humano y así mismo inalienables de tal forma, que deban ser
respetados y valorados mediante normas que impongan deberes a los otros para así
generar un bien común basado en una buena convivencia social.
2. ¿Cuál es su posición sobre la concepción, idea y contenido de derechos humanos
desarrollado desde la óptica de FINNIS?

Consideró estar de acuerdo con algunos puntos que se establecen como, la necesidad de
un esclarecimiento para qué no haya un abuso del lenguaje, ni haya manipulación y
mediatización a la hora de referirse a los derechos humanos, también considero estar de
acuerdo con el tema de que los derechos humanos son derechos absolutos inherentes al
ser humano e inalienables. También considero adecuada su idea de la relación que se
tiene entre derechos y deberes en cuanto a que los deberes son necesarios para así
mismo respetar los derechos. Con respecto a su “Teoría de los bienes básicos”
considero que, de las 3 teorías presentadas, la teoría de Finnis es la más adecuada, en el
sentido de que es la más racional y exacta a la hora de presentar y justificar los derechos
humanos. También, aunque estoy de acuerdo en que los seres humanos desde el
momento de su nacimiento adquieren esta facultad de ser titulares derechos
fundamentales inalienables y que estos no se pueden sobrepasar, ya sea por el bien
común o el bienestar general, asimismo también consideró que no sólo los seres
humanos deben de tener derechos inalienables y positivos, para mí hay otros seres que
deben de tener ciertos derechos inalienables, se ha evidenciado como en el
ordenamiento jurídico se han venido presentado los derechos colectivos, sociales
económicos, políticos y culturales que han venido surgiendo de diferentes problemáticas
a nivel mundial, donde se protegen tanto otras especies animales como a la mismísima
naturaleza. Finalmente, considero que John Finnis presenta una teoría bastante
sustanciosa y muy válida, sin embargo, hay algunos puntos que no comparto como
anteriormente mencione, no obstante, en cuanto a la construcción de su teoría me parece
muy razonable la mayoría de las cosas que propone y expone en cuanto a contenido e
ideología.

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