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El Neocolonialismo
El Neocolonialismo
¿Qué es el caudillismo?
El caudillismo es un fenómeno político y social surgido durante el siglo
XIX en Latinoamérica. Consiste en la llegada de líderes carismáticos a cada país cuya
forma de acceder al poder y llegar al gobierno estaba basada en mecanismos informales y
difusos de reconocimiento del liderazgo por parte de las multitudes , que depositaban en
«el caudillo» la expresión de los intereses del conjunto y la capacidad para resolver los
problemas comunes. El caudillismo fue clave para la dictadura y para las luchas entre los
partidos políticos decimonónicos.
El poder de los caudillos se basaba en el apoyo de fracciones importantes de las masas
populares. Este apoyo popular se tornaba en su contra cuando las esperanzas puestas en
el poder entregado al caudillo se veían frustradas, y se decidía seguir a otro caudillo que
lograra convencer de su capacidad de mejorar el país o la provincia.
Este fenómeno se dio en América Latina durante prolongados períodos de su
historia republicana; en algunos casos desembocó en fuertes dictaduras, represiones a la
oposición y estancamiento económico y político, pero en otros canalizó las primeras
modalidades democráticas y federales en las repúblicas latinoamericanas, así como
proyectos de desarrollo autónomo, frente a las expresiones políticas en la
república neocoloniales.
¿Qué es un caudillo?
Caudillo es un término empleado para referirse a un cabecilla o líder, ya sea político, militar
o ideológico. Aunque en un sentido amplio este término se utiliza para cualquier persona
que haga de guía de otras en cualquier terreno, el uso le ha dado a la palabra caudillo una
cierta connotación política.
Definir las doctrinas colonialistas:
El destino manifiesto
La doctrina del Destino manifiesto (en inglés, Manifest Destiny) es una frase e idea que
expresa la creencia en que los Estados Unidos de América es una nación elegida y
destinada a expandirse desde las costas del Atlántico hasta el Pacífico; forma parte del
llamado mito de la frontera. Esta idea es también usada por los partidarios para justificar
otras adquisiciones territoriales. Los partidarios de esta ideología creen que la expansión
no solo es buena, sino también obvia (manifiesta) y certera. Esta ideología podría
resumirse en la frase: «Por la Autoridad Divina o de Dios».
La doctrina de Monroe
La Doctrina Monroe, sintetizada en la frase «América para los americanos», fue elaborada
en 1823 en Estados Unidos por John Quincy Adams y atribuida al presidente James
Monroe. Establecía que cualquier intervención de los europeos en América sería vista
como un acto de agresión que requeriría la intervención de los Estados Unidos de
América.1
La doctrina fue presentada por el presidente Monroe durante su sexto discurso al
Congreso sobre el Estado de la Unión. Recibida inicialmente con dudas, y luego con
entusiasmo, constituyó un momento decisivo en la política exterior de los Estados Unidos.
La doctrina fue concebida por sus autores, en especial John Quincy Adams, como una
proclamación por parte de los Estados Unidos de su oposición al colonialismo en
respuesta a la amenaza que suponía la restauración monárquica en Europa y la Santa
Alianza tras las guerras napoleónicas.
El Gran Garrote
La expresión se origina en una frase escrita por el presidente de Estados
Unidos, Theodore Roosevelt, en el año 1901, donde manifestaba su agrado porque el
comité del Partido Republicano de Nueva York había expulsado a un consejero corrupto.
La frase, tomada de un proverbio del África occidental era: "habla suavemente y lleva un
gran garrote, así llegarás lejos" (speak softly and carry a big stick, you will go far).
Dos semanas antes de ser nombrado presidente —tras el asesinato de William
McKinley por parte de un anarquista—, el entonces vicepresidente Roosevelt pronunció su
famoso discurso en la Feria del estado de Minnessota, el 2 de septiembre de 1901,
incluyendo la frase en cuestión. Roosevelt ya había empleado este proverbio en una carta
dirigida a Henry W. Sprague en enero del año 1900. El famoso “gran garrote” de Roosevelt
terminó por determinar numerosas actuaciones políticas, al igual que sirvió para identificar
la doctrina internacional que aplicó como presidente.