Acidos Grasos Trans

¿QUE SON LOS ACIDOS GRASOS TRANS?

Hace ya varios años se ideó un método para transformar en sólido algunos
aceites vegetales originalmente líquidos. Este método recibe el nombre de
“hidrogenación”. Este proceso cambia estructuras químicas de algunos ácidos
grasos de los aceites y los transforma dando como resultado un nuevo tipo de
grasa con características físicas similares a la de la manteca. Los especialistas
en el tema hablan de grasas con estructura química “cis” que luego de la
hidrogenación pasan a grasas con estructura química “trans”. Este es el método
utilizado para transformar un aceite vegetal en productos mundialmente
conocidos como MARGARIN O SHORTENING

LOS ACIDOS GRASOS TRANS Y NUESTRA SALUD

Hasta el año 1990 los ácidos grasos trans no estaban identificados como
nocivos para el organismo humano. En los últimos 14 años numerosos estudios
han demostrado que estas grasas predisponen a la aparición de trastornos
metabólicos determinantes de obesidad, enfermedades cardiovasculares,
diabetes y cáncer. LAS GRASAS TRANS APARECEN EN CANTIDADES
IMPORTANTES EN INFINIDAD DE ALIMENTOS DE CONSUMO HABITUAL.

¿DONDE ESTAN LOS ACIDOS GRASOS TRANS?

Este tipo de grasas está presente en alto porcentaje en margarinas y
shortening. Tras la aparición de las margarinas, la población mundial se inclinó
a consumirlas en sustitución de la manteca ya que aparentemente no era
perjudicial por tratarse de una grasa vegetal.

De un tiempo a esta parte el mayor porcentaje de grasas trans se consume a

través de la enorme cantidad de alimentos que contienen margarina o
shortening en su composición.

La variedad es cada vez mayor y las ofertas cada vez más tentadoras:
productos de panadería (bizcochos, medialunas, pan de sandwich,masitas etc.)
helados alfajores chocolates, turrones y golosinas todo producto de panificación
y galletería (galletitas dulces, saladas, panes feteados envasados etc.) snacks
(papitas, chisitos, confites saborizados para copetín etc.) cereales para
desayuno masas envasadas (para tartas, tortas y empanadas) comidas
preparadas, pre-pizzas aceites sometidos al calor (frituras)

DESARROLLO DE LA INDUSTRIA ALIMENTARIA, ¿AVANCE O

RETROCESO?
Es evidente que el avance de la industria alimentaria ha volcado a la población
del mundo una variedad de alimentos cada vez más ricos e irresistibles. Sin
embargo junto con estos nuevos productos se ha multiplicado el porcentaje de
consumo de grasas “trans” con innumerables consecuencias negativas sobre
nuestra salud.

SALUD Y PLACER, ¿SON INCOMPATIBLES?

Observando el listado de los productos ricos en grasas “trans” podemos deducir
que en general se trata de alimentos intensos en sabor. Las grasas “trans” al
igual que la grasa “saturada” (grasa de origen animal perjudicial para la salud)
generan adicción a ser consumidas. Todo indica que estas grasas resultan
especialmente tentadoras para el ser humano.

ENTONCES SE PODRÍA CONCLUIR:

LOS ALIMENTOS BENEFICIOSOS PARA NUESTRA SALUD SON “SALUDABLES” Y
HASTA APETITOSOS EN MUCHISIMOS CASOS, PERO LOS ALIMENTOS CON
ALTA CONCENTRACION DE GRASAS SATURADAS Y “TRANS” SON
ESPECIALMENTE ¡IRRESISTIBLES!

La industria alimentaria ya se ha dado cuenta de esto, y los alimentos de

consumo masivo apuntan esencialmente al placer.

DEBEMOS APRENDER A ELEGIR Y ENCONTRAR UN PUNTO MEDIO ENTRE LO

PLACENTERO Y LO SALUDABLE

Nuestra filosofía es: ¡ELEGIR ALIMENTOS SALUDABLES Y APRENDER EL ARTE

DE COMBINARLOS TAMBIEN PUEDE SER UN PLACER!

¡¡¡UNA BUENA ELECCIÓN!!!

Comenzar a sustituir los alimentos ricos en grasas “trans” sería una excelente
medida para apuntar a la prevención de una de las principales causas de muerte
en nuestro país, LAS ENFERMEDADES CARDIOVASCULARES. Con éste cometido
es fundamental aprender a leer el etiquetado de los alimentos que consumimos
e identificar aquellos que contienen grasas “trans” para empezar a consumirlos
con menor frecuencia.

En los etiquetados puede aparecen como:

- grasas hidrogenadas
- aceite hidrogenado
- shortening
- margarina
- grasa vegetal

Nutricionistas de la “Clínica Dr. Pisabarro” Anastasia Calatroni y Daniel Prendez