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17 de Abril ¿POR QUÉ YO?

Lectura: Lucas 17:11-19


“¿No son diez los que fueron limpia-
dos? Y los nueve, ¿dónde están?” v.17

S
omos muchos los que cuando “nos aprieta el zapa-
to”, como decimos en España cuando algo nos duele,
tendemos a preguntar: ¿por qué yo? En el relato de
la curación de los diez leprosos he encontrado una
lección que me había pasado desapercibida. Dice que eran
diez los leprosos que fueron sanados, pero solo uno, preci-
samente el Samaritano, fue el que volvió glorificando a Dios
y buscando a Jesús para darle gracias.
Probablemente cada uno, a lo largo de su enfermedad, se
habría hecho la pregunta del “por qué yo”. Mientras estu-
vieron enfermos y apartados de los demás, como marcaba
la ley, se quejarían de su situación, pero viene Jesús y los
sana. Y sólo uno de ellos, en medio de la alegría, es capaz
de glorificar a Dios y darle gracias. Solo el Samaritano se
hizo la pregunta correcta: “¿por qué yo he sido sanado?”
Quedaban, seguro, muchos más leprosos en Israel, pero él
había sido sanado. Y se sentía tan bien que glorificaba a
Dios. ¡Es hermoso!
Me he dado cuenta de que yo también soy muy privilegiada.
Dios me ha sanado, me ha limpiado de mi pecado con Su
sangre derramada en medio de horrible dolor, y además me
ha prometido estar con Él por la eternidad. Y yo me pre-
gunto: ¿por qué yo? Con los millones de millones de seres
humanos, ¿por qué me escogió a mí? ¿Estoy glorificando a
Dios y mostrando mi agradecimiento adecuadamente? Se-
mejante obra de salvación nunca será debidamente aprecia-
da por nuestras mentes finitas, pero hasta donde soy cons-
ciente, ¿estoy siendo debidamente agradecida a Jesús?
Marta Arenzana, España

Arrodillémonos y adoremos

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