La humedad constituye una parte integral del ciclo hidrológico, puesto que el vapor se genera de
manera continua como resultado de la evaporación y se elimina tras la condensación. Cuando la
temperatura sube, el aire adquiere la capacidad de contener más vapor de agua, lo cual quiere decir que, cuanto más cálido sea el clima, mayores pueden llegar a ser los niveles de humedad.