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Rev EspSalud Pública 2ooO; 74;327-339 N.

” 4 - Julio-Agosto 2000

POPPER Y EL PROBLEMA DE LA INDUCCIÓN EN EPIDEMIOLOGÍA

José R. Banegas,Fernando Rodríguez Artalejo y Juan del Rey Calero


Departamento de Medicina Preventiva y Salud Pública. Facultad de Medicina. Universidad Autónoma de Madrid.

RESUMEN ABSTRACT
Popper and the Problem of Induction in
En este artículo discutimos algunas aportaciones del filósofo
austro-británico Karl R. Popper, uno de los más influyentes pensa- Epidemiology
dores contemporáneos, cuyas teorías epistemolópicas y sociopolíti-
cas han llegado también al ámbito de la epidemiología. Nos centra- In this article we are discussing a few of the contributions by
mos principalmente en el llamado problema de la inducción. the Austro-British philosopher Karl R. Popper, one of our most
influential contemporary thinkers, whose epistemological and
Sostenemos, siguiendo a Popper que ei método científico no socio-political theories have also penetrated the sphere of
us; un razonamiento inductivo, sino hipotético-deductivo. Aunque el epidemiology. We are focusing mainly on the so-called problem of
paso desdelos datos que evah’u;muna hipótesis a una conclusión sobre induction.
ésta va de lo particular a lo general, e.d., en dirección inductiva, no
existe la inducción como mzonamiento o inferencia. Es decir, no exis- We sustain. in line with Popper, that the scientific method
te un método que permita inducir o verificar las hipótesis o teorías (no does not use inductive reasoning. but rather hypothetical-deductive
es posible explorar todas las situaciones posibles para ver si la teoría reasoning. Although the movement from the data evaluating a
se mantiene), ni siquiera hacerlas muy probables. Además, los cientí- hypothesis to a conclusion on the latter goes from the specific to
ficos buscan teorías altamente informativas, no altamente probables. the general, that is, in an inductive direction, the induction does not
Lo que se hace realmente es proponer una hipótesis como solu- exist as a reasoning process or inference. That is, there is no
ción tentativa de un problema, confrontar la predicción deducida de la method that enables us to infer or to verify hypotheses or theories
hipótesis con la experiencia, y evaluar si la hipótesis queda rechazada (we cannot explore all of the possible situations to see whether the
o no por los hechos. Al no poder verificarse las teorías sólo podemos theory stands up), or even to render them very probable. Besides.
aceptarlassi resisten el intento de rechazarlas.Por tanto, la contrasta- scientists look for highly informative theories, not highly probable
ción consiste en la crítica o intento serio def%(lción, es decir, la eli- ones.
minación de error dentro de una teoría para rechazarla si es falsa. El What we actually do is to propose a hypothesis as a tentative
objetivo es, pues, la búsqueda de teorías verdaderas. solution to a problem, to confront the prediction deduced from the
Para ello, el método científico utiliza un conjunto sistemático hypothesis with actual experience, and evaluate whether the
de reglas metodolbgicas (no lógicas), es decir, decisiones. Estas hypothesis is rejected or not by the facts. As theories cannot be
reglas o principios metodológicos se resumen en dos: isea inventivo veritied, we cm only accept them if they withstand an attempt to
y crítico!, e.d., proponga hipótesis audaces y sométalas a tests rigu- reject them. Consequently, the test of a theory consists of criticism
rosos de la experiencia. La lógica juega principalmente su papel al or a serious attempt at fir/.sifì~~rt~~n,that is. the elimìnation of error
permitir deducir de la hipótesis las predicciones que se confrontaran within a thcoty, in order to reject it if it is false. The objective is,
con los hechos o evidencias. Esto es aplicable tanto a la inferencia thus, the search for true theories.
estadística como a la inferencia causal. For this purpose, the scientific method uses a systematic set
Argumentdmos que los criterios de causalidad usadosen epide- of methodological (not logical) rules, that is, decisions. These
miología no son sino reglas del método destinadasa lo mismo: tratan methodological rules or principies can be summed up in two: ibe
de eliminar o reducir el error (azar, sesgos...)al contrastar una hipóte- inventive and critical!, that is. propose bold hypotheses and subject
sis causal. Por tanto, la llamada inferencia causal, el paso de la evi- them to severe tests of experience. Logic plays its role mainly by
dencia a la teoría causal, no es un proceso lógico inductivo o proba- allowing us to deduce from a hypothesis the predictions to be
bilístico sino decisión basadaen la evaluación de una hipótesis causal confronted with the facts or evidente. ‘Ibis is applicable both to
gracias a reglas metodológicas como los criterios de causalidad. statistical inference as well as to causal inference.
Pensamos que el interés del debate entre los epidemiólogos We argue that the criteria of causality used in epidemiology are
yo,~,r~eriar~o~y los inductivistas no es meramente verbal, pues si none other than rules of the method designed for the same purpose:
somos conscientes de que no operamos inductivamente, que no they are concemed with eliminating or reducing errors (chance, bias
podemos establecer firmemente una hipótesis, ni siquiera afirmarla . . .) on testing a causal hypothesis. Consequendy. the so-called
probabilísticamente, seremos presuntamente más humildes en nues- ausal inference, the step from evidente to causal theory, is not a
tra actitud y buscaremos mas los errores en las teorías que sus fáci- logical inductive or probabilistic process but rather a decision based
les ejemplos confirmadores. on the evaluation of a causal hypothesis thanks to methodological
rules such as the criteria of causality.
We believe that the interest of the debate between the
Correspondencia: Poyperinn and the inductivist epidemiologists is not merely a matter
of words, as, if we are aware that we do not operate inductively, that
José R. Banegas we cannot establish tirmly hypotheses, not even affrm them
Arzobispo Morcillo sln. 28029 Madrid. Tel.: 397.5425. probabilistically, we will presumably adopt a humbler attitude and
Fax: 397.5353. look more for the errors in our theories than for their facile examples
Correo electrónico: joseramon.banegas@uam.es. of confirmation.
José R. Banegas et al

Awzque na podumos justificar el tratamiento de la causalidad en epidemio-


racionalnzerzte nuestras teorhs, y ni siquiera logía?
probar que son probables, podemos criticarlas
de forma racional y objetiva, buscando y
elirnirzalzdo errores al servicio de la verdad, EL PROBLEMA DE LA INDUCCIÓN.
distinguiendo así emre teorías mejows y peor-es INDUCCIÓN Y LÓGICA
Karl Raimund Popper
La tensión dialéctica entre los detracto-
res8,9,11-13
y partidarios de Popper”~“‘8 gravita
Lo cierto será siempre penúltimo y lo sobre la aceptación o rechazo, respectivamente,
último siempre serú incierto de que es posible aprender inductivamente de
la experiencia, es decir de la idea intuitiva de
Pedro Laín Entralgo que a medida que se van acumulando los datos
que confirman una teoría, aumenta la probabi-
lidad de que ésta sea verdadera. Punto que
En este artículo vamos a recordar la excur- rechaza Popper al argüir que no existe funda-
sión que algunos sanitarios han hecho al poppe- mento lógico ni psicológico para la probabili-
riarzo mundo de las conjeturas y refutaciones, el dad inductiva; Sir Karl aboga por la imposibi-
viaje de algunos inquietos epidemiólogos al lidad de alcanzar inductivamente conocimiento
país de la epistemología -la moderna filosofía cierto o incluso probable (en sentido matemá-
de la ciencia- en busca de las basescientíficas tico) a partir de los siempre finitos datos de la
de su disciplina de estudio y, por qué no?, para- experiencia; pues siempre podría haber una
fraseando al propio Popper, en busca de un nueva observación que refutara la proposición
mundo mejor’. y no existe tal cosa como la probabilidad induc-
tiva (en el sentido del cAlcu10 de probabili-
Influyente en el pensamiento de ilustres dades).
científicos, economistas y políticos2-5, forma-
dos en los seminarios o en las lecturas del En lugar de la induc&n, Popper se
Popper de la Lorzdolr School of Ecor?omics en decantó para la aproximación a la verdad
los años 50 y 60, el pensamiento del filósofo de una hipótesis por el método hipotético-
trascendió en sus quehaceres. Si bien se hizo deductivo’“,” , sólo la lógica deductiva es el
esperar algo más, la influencia popperiana en órgano crítico. De una hipótesis a contrastar,
el terreno de la salud pública, y especialmente en conjunción con las condiciones iniciales del
en el de la epidemiología, se introdujo formal- estudio, se deducen lógicamente una o varias
mente a mediados de los aiios 70. Un artículo predicciones; luego éstas se confrontan con la
de Caro1 Buck en el Intermtional Joumal of experiencia de los estudios emprendidos para
Epidemiology en 1975’ avivó el interés y contrastar rigurosamente la hipótesis. Si las
desató la polémica sobre los variados puntos predicciones concuerdan con los resultados del
de vista de la filosofía de la inferencia causal estudio, se decide que quedan verificadas y la
en Epidemiología. Y decimos que lo avivó, y hipótesis queda provisionalmente corroborada;
no que lo inició, pues el debate era previo aun- pero si la decisión es negativa, la teoría de la
que no estaba tan preeminentemente centrado que se han deducido queda deductivamente
en la figura de Popper’T*;y esta discusión no es falsada (rechazada), aunque también provisio-
exclusiva de la epidemiología sino de todas las nalmente. En este proceso no aparece la lógica
ciencias, al menos las fácticas’. inductiva (razonamiento o inferencia de las
observaciones a la hipótesis) por ninguna
El objetivo de este ensayo es analizar la parte.
influencia de Popper en la epidemiología con-
temporánea, centrándonos principalmente en Mas, aunque ambasson provisionales, fal-
el llamado problema de la inducción, uno de sación y corroboración no son lógicamente
los problemas fundamentales de la epistemo- equivalentes, la primera es más fuerte que la
logía y que ha sido invocado con frecuencia en segunda. Es decir, hay una asimetría del razo-

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POPPER Y EL PROBLEMA DE LA INDUCCIÓN EN EPIDEMIOLOGíA

namiento lógico (deductivo): un conjunto fini- como alternativas a la probabilidad inductiva,


to de observaciones, sí son verdaderas (no ses- ha sido desafiada”,2J.
gadas), puede falsar una hipótesis universal;
pero bajo ninguna condición (incluso si obser- El interés del debate
vaciones repetidamente verdaderas) podría
verificarla (no podemos escudriííar todos los Muchos científicos siguen creyendo en la
lugares y tiempos para ver si aparece un con- inducción porque consideran que la ciencia
traejemplo). Así, si una teoría concuerda con natural se caracteriza por el método inductivo,
los hechos la teoría puede todavía ser falsa (sus es decir por un método que parte de largas
predicciones puede ser explicadas por otras series de observaciones y experimentos y se
hipótesis alternativas), lo más que podemos basa en ellos25. Creen que sólo el método
esperar es su plausibilidad provisional - inductivo puede suministrar un criterio de
corroboración en términos popperianos-; si, demarcación entre ciencia y especulación
por el contrario, no hay acuerdo, la teoría es metafísica o seudociencia, y que este método
necesariamente falsa (salvo que lo falso sean permite establecer o verificar como seguras, o
las condiciones iniciales, e.d, las observacio- casi seguraso muy probables, las teorías. Mas
nes estén sesgadas). Por ello, las hipótesis si lo analizamos cuidadosamente los casos
científicas, de una manera válida, sólo pue- aparentesde inducción no son sino el método
den ser refutadas, falsadas, nunca se con- de ensayo y error, de conjeturas y refutaciones,
firman; con lo que únicamente quedan provi- es decir el método hipotético-deductivo. En
sionalmente preferidas aquellas que resisten primer lugar, una hipótesis no es generada por
repetidamente fuertes intentos de refutación los datos sino inventada por los científicos
(pruebas empíricas). para dar cuenta de las observaciones que for-
Pero si se trata de una hipótesis probabilis- man parte del problema que la hipótesis trata
ta (no determinista), desde un punto de vista 5. Una vez obtenida evidencia
de resolver9g22,2
lógico no es verificable (por ser universal) ni pertinente y supongamos que a favor de la hi-
tampoco estrictamente falsable (pues por pótesis, no se induce su probabilidad, sino que
improbables que seanlas desviaciones conside- se evalúa o juzga la hipótesis a la luz de la evi-
rables de los datos respecto a lo predicho por la dencia y de argumentos críticos que ayudan a
hipótesis en una muestra grande, una hipótesis decidir sobre su aceptabilidad. Eso simula la
no excluye lógicamente dichas desviacio- inducción, pues se salta de las observaciones
nes)9’19-“1.
Pero sí son falsables con arreglo a (particulares) a la hipótesis (general), como si
reglas metodológicas (p.e. las desviaciones dijéramos en dirección inductiva, pero no hay
grandes o los niveles de significación estadísti- razonamiento 0 inferencia sino estimación y
ca). Y la asimetría lógica anterior se mantiene. decisión en dicho paso.
Por lo tanto, el método científico es un con-
Que una hipótesis no puede ser deducida junto sistemático de reglas metodológicas, e.d.
con fuerza lógica de los datos a su favor es de decisiones dirigidas a asegurar la contrasta-
algo que nadie cuestiona: ningún conjunto ción empírica de una hipótesis, e.d., la crítica,
finito de datos puede confirmar una hipótesis falsaciórz o eliminación de error dentro de la
(una hipótesis universal afirma una relación misma. Las reglas o principios metodológicos
válida, en principio, en todo espacio y tiem- se resumen en dos: isea inventivo y crítico!,
9,19-Il,22
po) - Pero el aserto popperiafzo de que es decir, proponga hipótesis audacesy sométa-
las hipótesis científicas no puedan ser justifi- las a tests severos de la experiencia. No son
cadas ni siquiera como probables por induc- reglas lógicas sino metodológicas. El objetivo
ción ha sido contestado”, sobre todo en el es la búsquedade teorías verdaderas’“‘“.
marco filosófico del bayesianismo*1,23.Tam-
bién su solución positiva para el apoyo de una Pero, jes el problema de la inducción un
hipótesis (no meramente la negativa de ausen- tema importante o mera palabrería? ;Es trans-
cia de falsación) por medio de medidas de cendente este debate en la práctica? ¿Por qué
corroboración que no son probabilidades, el interés suscitado entre algunos distinguidos

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José R. Elanegas et al

epidemiólogos desde 1975? Aparte del interés blecer firmemente una hipótesis, ni siquiera
intelectual por conocer mejor las basesepiste- afirmarla probabilísticamente, seremos pre-
mológicas de una disciplina científica como la suntamente más humildes en nuestra actitud
epidemiología, pensamos que el problema de y buscaremos más los errores en las teorías
la inducción tiene importancia práctica. que sus fáciles ejemplos confirmadores. Ello
no impide que afirmemos, provisionalmente,
En primer lugar, la inducción predispone que algunas hipótesis están mejor contrastadas
a estatuir las teorías lo más posible’9-21.Pues y corroboradas que otras; ni que empleemos la
-dicen los inductivistas-, aunque una teoría probabilidad (en el sentido matemático) en ese
bien probada podría tener que ser modificada juicio, pero probabilidad de los datos, no de la
ante nuevos experimentos, nunca ha ocurrido hipótesis.
que una teoría establecida haya tenido que ser
derrocada, en todo caso queda restringida a un Desde luego, los frecuentes debates sobre
campo de aplicación más concreto. Sin embar- los límites de la epidemiología27,como si no los
go, la posibilidad de falsar una teoría bien hubiera, y en grado similar, en otras ciencias
corroborada hace que nadie deba dar por sen- empíricas, hace pensar que algunos epidemiólo-
tado que ha descubierto una ley o teoría verda- gos buscan una seguridad (inductivismo) en las
deramente universal (p-e. la que relaciona el conclusiones de los estudios epidemiológicos
colesterol serico con la cardiopatía isquémica), que éstos no parecen proporcionar por la inse-
pues no podemos estar seguros de que su vali- gura base metodológica subyacente (datos no
dez se extienda más allá de los periodos y experimentales, posibilidad de sesgos y múlti-
sitios en que se observó (p.e. en Framingham ples factores de confusi&r, etc.). Es razonable
-EE.UU.-, Reino Unido y unos pocos luga- ser prudente y consciente de los límites de la
res más). Considerar que la teoría está corro- ciencia epidemiológica, pero no hay razones
borada, que es provisionalmente verosímil, para serlo mucho más que en otras ciencias
sirve sólo como hipótesis de trabajo, de cara a empíricas observacionales (p.e. gran parte de la
la acción en otros lugares o circunstancias de física o la biología molecular, paradigmas de
aquéllos en los que se testó. A pesar de ello, no ciencia dura, con gran capacidad demostrativa).
añadimos en nuestra formulación de la teoría
una condición de que sólo es válida donde y
cuando se estudió, porque es un importante INDUCCIÓN E INFEWNCIA
postulado del método científico que debemos ESTADÍSTICA
buscar leyes con un campo de validez ilimita-
do. Este postulado exige que todo cambio, o El problema de la inducción ha penetrado
modificación de efecto, de una relación sea también, desdehace muchos años, en el terreno
explicado, porque sin ese postulado bastaría de la llamada inferencia estadística o estadísti-
con dar por sentado que las leyes cambian con ca inductiva. Ésta se refiere al contraste de una
las diferentes regiones o con el tiempo. Esto hip6tesis o a la estimación de parámetros en la
vale tanto para las ciencias sociales como para población a partir de observaciones en mues-
las naturales26. En definitiva, como dice tras extraídas aleatoriamente de la población.
Popperi”, la adoración del ídolo de la certi- En ambaspruebas estadísticasse procede de la
dumbre (verificabilidad) de las teorías (que evidencia en la muestra a la hipótesis en la
incluye los grados de certidumbre imperfecta o población, de lo particular a lo general, esto es
probabilidad) reprime la audacia de nuestras en dirección inductiva; pero el razonamiento o
preguntas y pone en peligro el rigor y la inte- inferencia implicados son deductivos.
gridad de nuestras contrastaciones.
En los tests de hipótesis, los posibles resul-
En segundo lugar, tras este debate puede tados de un experimento aleatorio y, por tanto,
subyacer también el problema de los límites de los errores alfa y beta, y los valores p (probabi-
la ciencia empírica, no solo de la epidemio- lidad de los datos observados o más extremos,
logía. Si somos conscientes de que no opera- bajo la asunción de verdad de la hipótesis nula),
mos inductivamente, que no podemos esta- se infieren 0 calculan por razonamiento lógico

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POPPERYELPROBLEMADELAINDUCCI6NENEPIDEMIOLOGíA

deductivo a partir del supuesto de verdad de la ticas, lo que se calcula en la estadística fre-
hipótesis nula y de la hipótesis alternativa. A cuentista es la probabilidad de los datos bajo
continuación es solo cuestión de decisión (que ciertas hipótesis y no la probabilidad de las
es un acto de voluntad), no de inferencia (razo- hipótesis dados los datos31. iCómo apostar,
namiento o argumento) deductiva ni inductiva, pues, en favor o en contra de una hipótesis?
rechazar o no la hipótesis testada (la hipótesis
nula) ante los resultados observados,según una La preferencia por una determinada hipó-
regla metodológica (nivel de significación pre- tesis basada en su probabilidad (en el sentido
fijado), es decir, tras decidir qué constituye un del cálculo de probabilidades) no es admitida
resultado estadísticamentesignificativo. 0 sea, en la epistemología popperiana; no ocurre así
se decide comportarsecomo si la hipótesis nula en otras escuelas que aceptan basar la credibi-
fuera falsa y la alternativa verdadera,o vicever- lidad de una teoría a partir de un juicio de pro-
sa18,28,29.
Aunque Ronald Fisher abogó por un babilidad inductiva (principalmente bayesia-
papel inferencia1 inductivo para los tests de sig- na), es decir de la probabilidad de la hipótesis
nificación30*31,hoy día parece más aceptadala ante una masa de datos a su favor’*“.
visión anteriormente citada”3*31.
Los argumentosde Popper contra el uso de
En las pruebas de estimación, los límites la probabilidad de las hipótesis científicas al
de confianza se deducen de ciertas premisas evaluar las mismas son, en nuestra opinión,
estadísticas (teorema central del límite, distri- ciertamente dignos de consideración19-21.Uno
bución normal de la variable aleatoria, o gran- de estos argumentos es que el cálculo de pro-
des números, etc). A partir de ahí, de nuevo, es babilidades es incompatible con la conjetu-
cuestión de decisión comportarse como si el ra de que la probabilidad es ampliativa y,
valor verdadero del parámetro estuviese situa- por tanto, inductiva’0,35. Esto se puede exa-
do, en la proporción calculada, dentro de tales minar desdela perspectiva del bayesianimo, o
límites calculados de las observaciones”9y32. mejor del teorema de Bayes aplicado a la pro-
babilidad de hipótesis como paradigma moder-
Todo ello concuerdacon la visión de Popper no de inductivismo.
de que los tests estadísticos son hipotético-
deductivos, que incluyen reglas de decisión, Si se dispone de dos (o más) hipótesis en
y de que no hay lugar para la inducción’9-21.No competencia y hay evidencia favorable a
obstante, todo esto se desarrolla en el seno de ambas, el teorema de Bayes no permite discri-
la llamada estadística frecuentista u objetivis- minar entre ambas. Por ejemplo, la evidencia
ta, la que solemos utilizar en nuestra práctica de la relación entre colesterolemia alta y car-
investigadora; otra cuestión, que luego comen- diopatía isquémica comprobada en algunos
tamos, es la estadística subjetivista o bayesia- pocos paíseses compatible tanto con una hipó-
na, en la que algunos defienden que hay lugar tesis generalizadora o inductiva (la relación se
para el razonamiento inductivo”,23,33*34. mantiene en todos los lugares y tiempos) como
con una hipótesis contraria a la primera, con-
Precisamente, que sean decisiones y no trainductiva (la relación se mantiene en esos
conclusiones (deductivas) lo que en último tér- paísespero es de signo contrario en otros paí-
mino decide el destino de una hipótesis ses o grupos de edad, sexo, etc. en los que
estadística, habla de que la evaluación de la todavía no se ha estudiado, o ante otras carac-
hipótesis es tentativa, provisional, no conclu- terísticas biológicas o ambientales no conside-
yente o definitiva, tal como decía Popper19-*‘. radas). El teorema de Bayes no arregla esto: la
relación entre las probabilidades de ambas
hipótesis a posteriori (es decir, tras considerar
INDUCCIÓN Y PROBABILIDAD la evidencia) es igual a la relación de las pro-
babilidades a priori, dado que las probabilida-
Aunque empleemos enunciados de proba- des de la evidencia ante ambas hipótesis es la
bilidad frecuentista (valores p, intervalos de misma. Por tanto, la evidencia no apoya a la
confianza) para contrastar hipótesis probabilís- primera más que a la segunda hipótesis.

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La evidencia no presta apoyo (proba- yen en el juicio sobre una hipótesis, sino tam-
bilístico) inductivo a la hipótesis, no apoya bién los argumentos no estrictamente probabi-
nada dentro de la hipótesis salvo la parte del lísticos o cuantitativos (ver criterios de causa-
contenido de la hipótesis que incluye la evi- lidad). Tampoco se prohibe el uso del teorema
dencia36. No obstante, si una teoría ha sido de Bayes, sino que, como se ha mostrado, su
bien corroborada, es sumamente probable que aplicación a la evaluación de las hipótesis no
se parezca a la verdad, es decir que concuerde parece fértil.
bien con algunos de los hechos; dicho de otro
modo es muy improbable que el éxito sea un Otro argumento contra el uso de la proba-
mero accidente (azar). Pero no hace probable a bilidad de las hipótesis al evaluarlas es que los
la hipótesis, es decir, que sea más probable- científicos buscan teorías altamente infor-
mente verdadera que falsa, pues esto requeriría mativas, no altamente probablesz5. Una
que fuera más probable que concordase con teoría audaz, cuyo contenido informativo va
todos los hechos, en todos los lugares, tiempos mucho más allá de toda la evidencia observa-
y circunstancias, que lo contrario, que no hay da (p.e. al postular un nuevo factor de riesgo)
contraejemplo que la contradiga, mas ninguna es improbable o inesperada a la luz de lo que
evidencia finita puede decirnos nunca tal cosa. se sabe en la actualidad, pero fructífera para el
avance del conocimiento de resultar cierta.
Y, sin embargo, de cara a la acción, deci-
dimos que una de las dos hipótesis es preferi-
ble de momento: en principio aceptamosla pri- INDUCCIÓN Y CAUSALIDAD
mera (como hipótesis de trabajo, para poder
usar la información del colesterol como factor Por lo que se refiere a la explicación cau-
de riesgo coronario) porque la segunda, al ser sal, Popper define el objetivo de la ciencia
novedosa, atrevida, tendría que ser explicada como la búsqueda de explicaciones (causales)
y, además, entraría en conflicto con otras de los fenómenos del cosmos (incluyendo la
teorías bien corroboradas (p.e. los mecanismos biología humana), es decir, de las leyes verda-
de oxidación de las lipoproteínas). Pero hemos deras que regulan nuestro universo*‘. Es ésta
de continuar contrastándola. una cuestión de obvio inter6s en Epidemio-
logía, cuyo propósito más importante es adqui-
Popper introdujo la idea de corroboración rir conocimiento de las causas de las enferme-
para mostrar el carácter absurdo de toda teoría dades que no son prevenibles actualmente’“.
probabilística de la preferencia de hipótesis y,
por tanto, de toda teoría probabilística de la También en el campo de la causalidad apa-
inducción37. Por grado de corroboración en- rece con fuerza el problema de la inducci6n.
tiende un informe conciso que evalúe el esta- Desde Sexto Empírico (200 d.C.) a Hume en
do, en un cierto momento t, de la discusión crí- 1740, muchos filósofos han reducido la cues-
tica de una teoría respecto al modo en que tión de la causalidad a la de regularidad o lega-
resuelve sus problemas, su grado de contrasta- lidad; observamos que a un acontecimiento
bilidad, el rigor de las contrastaciones a que ha específico suele seguir regularmente otro, pero
sido sometida y cómo ha salido de ellas. Hay no observamos un nexo necesario entre ambos.
que recordar que ni Popper ni la estadística fre- En su búsqueda subjetivista de la idea de nece-
cuentista de Von Mises, Neyman, Pearson y sidad al analizar la causalidad, dice Popper37,
otros28,32,38prohiben el uso de la probabilidad Hume introdujo el problema de la inducción:
en la evaluación de las hipótesis. Las medidas si la relación entre A y B fuese necesaria (o
de corroboración o aceptabilidad o preferencia incluso solo probable) debería darse (o darse
de una hipótesis se basan en la probabilidad, con mal’or probabilidad) no solo en los casos
pero probabilidad de los datos bajo la hipóte- pasados, ya observados, sino también en los
sis, no de la hipótesis bajo los datos (recuérde- futuros, no observados; y como no hay funda-
se el concepto de valor p o de intervalo de con- mento lógico para poder afirmar esto, no es la
fianza). También hay que recordar que no solo razón, sino solo la costumbre o hábito lo que
las evidencias (bajo las probabilidades) influ- nos lleva a esperarque sigan cumpliéndose las

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POPPERYELPROBLEMADELAINDUCCIóNENEPIDEMIOLOGíA

regularidades; no hay nexo causal, la causali- nuestro parecer, el problema se desvanece si


dad es solo regularidad. consideramos que dichos criterios no son
inductivos (ni deductivos como pretenden
La contestación de Popper es ciertamente otros). Los criterios causales no son reglas
interesante: no podemos decir que empujar una lógicas sino metodológicas, que ayudan en el
mesadeterminada (suceso A) es la causa de su proceso de decisión sobre la inferencia cau-
movimiento (suceso B) si no suponemos que sal en epidemiología. El papel de la lógica,
generalmenteel efecto sigue a la causapostula- sea ésta deductiva o inductiva (esta última
da, es decir si no hipotetizamos una ley general. existe solo para los neobayesianos), se ubica
Popper cambia el foco de A y B a su relación; esencialmente en momentos diferentes al de la
y dice que sí hay vínculo causal (necesario o inferencia de los datos a la hipótesis19~20*2”.
probable) entre A y B: éste es la hipótesis Veámoslo.
general que postula que la relación debe darse
(o darse con mayor probabilidad) en toda cir- Tras disponer de una hipótesis (universal o
cunstancia, lugar y tiempo19~“1~37. Lo postula la espaciotemporalmente independiente)‘9-2173*~42
hipótesis, pero no se dice que la realidad deba causal como explicación de un problema de sa-
ser así; por eso hay que investigar desafiando lud (p.e., la hipercolesterolemia es causa,proba-
la hipótesis, aunque con la esperanzade que se bilística, de la enfermedad coronaria -EC-)
confirme. Así, en términos epidemiológicos, la hay que deducir de la misma, conjuntamente
hipótesis de que el colesterol alto (A) es causa con el auxilio de condiciones iniciales (las
de cardiopatía isquémica (B) no podemosjus- característicasespecíficas del estudio disecado
tificarla racionalmente (ni lógica ni empírica- al efecto: p.e., el estudio de Framingham en los
mente) pues no podemos observar todos los aíios 1940s sobre sujetos blancos, de edad
sujetos, poblaciones o circunstancias en que media y nivel social medio), una predicción en
podrían aparecer contraejemplos. A pesar de un marco geotemporal concreto, que solemos
ello, formulamos la hipótesis (general) de rela- llamar hipótesis operativa (en los sujetos, sitio y
ción entre A y B; que es tanto más aceptable, tiempo estudiados, la frecuencia de la EC es
satisfactoria, y verosímil, cuanto más y mejor mayor en aquellos con colesterol alto, 0 el ries-
se vea corroborada en sucesivos y variados go relativo es mayor que 1). La predicción se
estudios (consistencia), y cuanto más profunda realiza gracias a la lógica genuina, la lógica
(plausible) sea la relación (a lo que ayudan los deductiva: se trata de una inferencia (directa)
llamados criterios de causalidad, como luego deductiva. Luego, se confronta la predicción
veremos). con los datos del estudio. En el proceso de con-
trastación de dicha predicción con la experien-
Este preámbulo de aclaración conceptual cia procedente del estudio contrastador, ya
nos permite plantear más nítidamente el deba- vimos que la obtención del valor p, y del inter-
te sobre si la inferencia causal, o los criterios valo de confianza se realizan, en el seno de la
de causalidad, son o no un proceso inductivo. estadística frecuentista, deductivamente. Ade-
Recordamos que entendemos por inducción la más, hay que decidir si la evidencia (los hechos
pretensión de ir, con seguridad (o probabili- o datos) es aceptadao no como verdadera, asu-
dad), desde lo observado hasta más allá de lo miendo los consiguientes riesgos de error. Pero
observado, de saltar de la evidencia observada este proceso no es lógico sino metodológico,
para contrastar una hipótesis a la generalidad o guiado por reglas metodológicas (estadísticasy
validez universal de ésta (en todos los lugares, no estadísticas -p.e., consideración de ses-
tiempos y circunstancias). gos-): es una decisión. Una decisión no es un
elemento lógico, masno por eso es arbitrario, se
El interés de considerar la inducción en su toma sopesando motivos razonadamente con
relación con la causalidad en epidemiología se arreglo a reglas; tampoco es, como aseveran
suscita, en parte, porque algunos epidemiólo- algunos autores*“‘, subjetivo. Hay búsqueda de
gos se oponen al uso de los criterios de causa- verdad objetiva, pues la evidencia (y su valora-
lidad (como los de Hill”), por tacharlos de ción) es contrastable, discutible intersubjetiva-
inductivos y, por tanto, no fructíferos. Pero, a mente por cualquiera que conozca las técnicas

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especificadas por los investigadores, o sea, re- Tanto en la contrastación como en la infe-
producible (aproximadamente) con la ayuda de rencia causal son útiles, pues, ciertas reglas
criterios o reglas metodológicas. metodológicas: obtención de un efecto repro-
ducible, evidencia independiente a favor de las
Por último viene el proceso de inferencia condiciones iniciales (e.d., en contra de los
(inversa) desde la evidencia a la hipótesis sus- sesgos), a favor de la propia hipótesis (exclu-
tantiva (causal). Es este el paso mks controver- sión de explicaciones alternativas, plausibili-
tido filosóficamente, pues para algunos impli- dad), etc. A ello van dirigidos los criterios de
ca confirmación inductiva y para otros fracaso causalidad (ver más adelante).
en el intento de refutación deductiva. Parece
claro que el paso de la evidencia a la hipótesis Dos advertencias. Una, que la decisión o
ocurre en dirección inductiva, de lo singular a juicio sobre una hipótesis (causal o no) sea
lo general (en términos estadísticos, de la un proceso metodológico, no significa que la
muestra a la población). Para los inductivistas lógica no juegue ningún papel. Cuando habla-
(digamos los neobayesianos) es posible esti- mos de que una hipótesis está corroborada por
mar la probabilidad de que una hipótesis (cau- la evidencia, sólo la parte observada de la
sal) sea verdadera. Esto es lógica inductiva: se misma (la relación observada en los sujetos
espera que los casos no observados seguirán estudiados, en el lugar y tiempo de estudio/
confirmando, probabilísticamente, la hipóte- estudios) queda deductivamente confirma-
sis. Pero en el seno de la estadística frecuentis- da”‘,36,aunque sujeta a revisión por la falibili-
ta, y de la inferencia científica que la asume, dad de las observaciones o existencia de mejo-
que son las que empleamos en la práctica, la res hipótesis alternativas. El componente
inferencia no es lógica. No es lógica auténtica, inductivo de la hipótesis (los casosno observa-
deductiva, pues, de datos a favor finitos no se dos) y, con él, la hipótesis entera, solo quedan
puede deducir con certeza hipótesis que van corroborados prácticamente, de cara a la
más allá de esa experiencia (puede surgir con- acci6n; pero, teoréticamente, la hipótesis ha de
traejemplos en los casos no observados). La seguir comprobándose,especialmente si surgen
lógica inductiva, ampliativa, no sería posible: nuevas e interesantes oportunidades: nuevos
aparte de por las razones ya vistas, la probabi- contextos o campos de aplicación, técnicas más
lidad asume que los datos no observados son precisas de medición, etc. Por tanto, no hay que
similares a los observados (ley de los grandes confundir corroboración Ugica, que tiene una
números o estabilidad de las frecuencias relati- parte concluyente desde un punto de vista lógi-
vas a largo plazo) y, por tanto, no puede probar co, con la empirica, que es problemática y
dicha asunción19-21338V43’44.Además, la lógica siempre inacabada.Cuando una predicción está
inductiva, aunque existiera, no sería necesaria. en contradicción con la evidencia, alguna de las
Bastan las reglas metodológicas para decidir premisas de las que se deriva (la hipótesis o las
(o inferir) sobre la hipotesis. En realidad se condiciones iniciales del estudio) es lógica-
decide sobre la evidencia (estadística y sustan- mente (deductivamente) falsa; es cuestih de
tiva) y esto ayuda a estimar o valorar la hipó- decisión cuál de ellas se considera falsada: si
tesis. Por ello, la inferencia, el salto de la evi- las condiciones del estudio se aceptan como
dencia a la hipótesis, es materia de juicio y verdaderas(estudio no sesgado),es la hipótesis
decisión. Si la hipótesis no quedara rechazada, la que queda refutada. En todo caso, aun cuan-
sino sustentada por evidencia positiva, queda do una teoría bien corroborada hasta la
provisionalmente corroborada, aceptada. Y si fecha quede falsada, nunca se debe abando-
la hipótesis queda rechazada por evidencia nar si no hay una mejor teoría de repuesto,
negativa, al ser estadísticas las hipótesis epide- que sea más informativa’9-21,37.
miológicas, no puede quedar falsada lógica-
mente, concluyentemente, aunque sí meto- Y segunda,de cara a la acción siempre hay
dológicamente en la práctica, con ayuda de que tomar una decisión (sího); p.e. un consejo
reglas. En caso de duda hay que renunciar a preventivo se da o no se da. Pero la evaluación
tomar un acuerdo y proseguir la contrastación de la hipótesis a la luz de la evidencia puede
y discusión. admitir varios valores (p.e. muy, bastante,

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POPPER Y EL PROBLEMA DE LA INDUCCIÓN EN EPJDEMIOLOGíA

aceptable, poco o nada corroborada), es poli- Para Greenland34el concepto de inducción


cotómica o gradual. de Popper es extraño y, por tanto, está fuera de
la auténtica discusión. Pero Popper (y otros
Inducción y criterios de causalidad autores) no pudo ser más claro acerca de que la
probabilidad inductiva, úseseo no en la expli-
Ahora podemos ya afrontar más directa- cación causal, se refiere a lo que la inducción
mente la pregunta: ~10scriterios de causalidada siempre ha querido significar: pretender saber
son inductivos o deductivos?, subyacente en el más de lo que se sabe, siquiera sea de una
debatemás general de la inferencia causal]‘. manera probable, o sea, pretender ir con las
evidencias actuales sobre una hipótesis más
Parece, tal como lo ven algunos autores”, allá de lo que dicha evidencia dice9*14,22*35,36,43.
Susser entre e110s12,45,que la filosofía poppe- Y, como ya vimos, la probabilidad lógica
riana es incompatible, al menos en parte, con (inductiva) dice que si el contenido de la hipó-
los criterios de causalidad, pretendidamente tesis va más allá de la evidencia, entonces sólo
inductivos42, propugnados en epidemiología40, la parte de la hipótesis que se sigue de la evi-
ya que Popper y sus seguidores14y18-21, niegan dencia se hace cierta y el resto sigue tan proba-
la posibilidad de la inducción. Pero la llamada ble o tan improbable como era sin la evidencia.
metodología popperiana o hipotético-deducti- Nos remitimos a los apartados anteriores que
va19-21,37*46,
no solo no es inconsistente con los elaboran más esta cuestión, aunque admitimos
criterios de causalidad (de Hill y otros)40,47 que sigue abierto a la discusión. No obstante,
sino que subsume los principales criterios pensamos que es Greenland, y algunos de los
como reglas del método científico útiles para ex-popperianos persuadidos por él, quien tiene
progresar en la contrastación y evaluación de el extraño concepto de que la inducción proba-
una hipótesis causa119-21V37346 (epidemiológica bilística es un proceso deductivo de actualizar
en nuestro caso). probabilidades a posteriori usando el teorema
A nuestro entender, la raíz de esta falsa de Bayes y sus consecuencias34-49. Aunque ni el
incompatibilidad radica en no haber reconoci- mismísimo Popper’9-21v50 discute que el teorema
do (o no haberlo hecho suficientemente), el rol de Bayes es deductivo (se deduce de los axio-
decisional, como reglas metodológicas, de los mas de las probabilidades), parece claro en la
criterios de causalidad, y su ubicación en el literatura que su aplicación al cálculo de la pro-
marco metodológico de contrastación científi- babilidad de una hipótesis (universal) dados los
ca. Esta solución rompería, adicionalmente, el datos no solo va en dirección inductiva sino
que de haber razonamiento implicado (cosa
pseudodebateinductivo o deductivo en la infe-
rencia causal en epidemiología. La mala com- que no admiten los popperianos) éste es induc-
prensión también puede venir de la pretensión tivo 11,23,31*33.
Pensamosque Greenland puede no
de que la inferencia causal, como tal inferencia haber distinguido entre el teorema de Bayes,
de las observaciones a la hipótesis causal, es que es deductivo, y sus aplicaciones.
inductiva, cuestión que ya discutimos. Otros autores hablan de que los criterios
en general tienen una orientación inductiva o,
La lógica y el método en los criterios de lo que es lo mismo, los criterios no se acomo-
causalidad dan a la visión de la ciencia de Popper (y
otros)WJ-21. Rothman y Greenland42hablan de
Así pues, algunos autores18148 están en con- que, a pesar de las críticas filosóficas a la infe-
tra del uso de criterios causales, y dicen que la rencia inductiva, se usan con frecuencia crite-
inferencia causal no es sino proponer hipótesis rios causales orientados inductivamente. Para
causales y someterlas a severos tests críticos, Sussery otros10,12,45la consistencia es un ejem-
es decir, la aplicación del método hipotético- plo notorio de criterio inductivo, en tanto la
deductivo a la contrastación de hipótesis cau- repetición de evidencias a favor de la hipótesis
sales. Para algunos de ellos17,no creyentes en (causal) aumenta la verificación o probabili-
la inducción, los criterios causalesno deberían dad de ésta. Realmente, Susser es ecléctico y
usarse iprecisamente por ser inductivos! hace una aproximación inductivo/deductiva a

Rev Esp Salud Pública 2000, Val. 74, N.” 4 335


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la inferencia cau~al’*+~~.Finalmente, para Es cierto que algunos criterios, como los


otros15,16,51 , como refutacionistas, los criterios de consistencia y plausibilidad, a pesar de ser
deberían ser vistos como tests deductivos de reglas metodológicas, permiten tests deducti-
hipótesis causales, que ayudan a descartar ex- vos”. Permiten que se deduzcan nuevas conse-
plicaciones alternativas a la causal. cuencias contrastables de la hipótesis, sean
epidemiológicas (en la consistencia) o biolegi-
Para nosotros, los criterios de causalidad, cas (en la plausibilidad). Pero los criterios en sí
como otras muchas reglas de la ciencia, no no son deductivos, son reglas del método, que
fueron concebidos como reglas de inferencia facilitan la contrastación y evaluación de las
lógica, ni inductiva ni deductiva, sino como teorías; dan nuevas oportunidades para que la
reglas metodológicas, reglas de discusión críti- hipótesis sucumba o se siga manteniendo, es
ca, es decir criterios que ayudan, no imponen decir facilitan y se subordinan a la regla meto-
con fuerza lógica (o probable), a decidir si la dológica suprema del método científico”“‘, la
evidencia apoya o rechaza, o no permite con- contrastación de la hipótesis, y permiten avan-
cluir, siempre tentativamente, sobre la hipóte- zar en su profundización.
sis causal. Como ya vimos, el momento en que
actúa la ligica (reglas lógicas 0 inferenciales) Es decir, los principales criterios de causa-
es en el de la deducción de predicciones de una lidad no son sino reglas del método destinadas
hipótesis o en la falsación deductiva de una hi- a lo mismo: tratan de eliminar el error (falta de
pótesis universal ante una evidencia negativa. concordancia con los hechos, sesgos...)al con-
trastar una hipótesis causal propuesta para
Precisamente que los criterios sean reglas resolver un problema. Consideremos algunos
metodológicas, decisionales, explica que pue- de ellos.
dan tener, como hemos dicho, excepciones.
Las decisiones se incluyen en el mktodo críti- Las repeticiones no son confirmaciones
co de la ciencia, pero siempre como decisiones inductivas, sino intentos críticos de compro-
tentativas y sujetas a la crítica. Nuestras deci- bación de posible erre?. La repetición o con-
siones no tienen por qué ser decisiones últi- sistencia in& fértil ser-6 aquella conseguible
mas”. Realmente, si se acepta que tienen esta con diferentes investigadores, en distintos luga-
naturaleza, sobraría tener que justificar que no res y tiempos de observación (criterio de gene-
son necesarios ni suficientes para la causali- ralización), con diferentes diseños de estudios
dad. Por eso ésta es una cuestión de juicio, gra- (criterio de calidad de la evidencia), en circuns-
dual, aunque dicotómica en la acción. En todo tancias variadas (ambientes, conductas, tipos
caso, sería preferible evitar el término criterios de sujetos observados), al tener en cuenta otros
por su connotación de necesarios y concluyen- factores de riesgo (criterio de independencia) o
tes (criterio = método definitivo o seguro de al descartarposibles sesgos(criterio de evalua-
decisión) 52. Se trata más bien de reglas o nor- ción de la evidencia)“~10,‘9-21.‘7~‘0.Todos ellos
mas flexibles, orientadoras, y provisionales. son variantes del criterio o regla metodológica
de repetición y consistencia. Es en estas situa-
Y si no son criterios inductivos, no se ciones cuando resultados consistentes cuentan
debería hablar con propiedad de inferencia como auténtica corroboración de una hipótesis
causal sino de valoración, estimación, eva- causal, pues entonces la hipótesis se somete a
luación o juicio causal. El matiz no es mera- mayor riesgo de ser refutada, ha sufrido exá-
mente lingüístico, pues la segunda concepción menes más duros21,32. Se reduce la posibilidad
reconocería la imposibilidad de saltar de los de que el azar o los sesgossean la causa de la
datos a la causalidad por inferencia lógica asociación ante múltiples estudios y circuns-
(salvo para negarla), segura, ni siquiera proba- tancias.
ble (en el sentido del cálculo de probabilida-
des), sino por el más modesto, y no formaliza- El criterio causal de plausibilidad biológi-
ble con números o fórmulas, acto, decisión, de ca tiene interés porque una teoría que especifi-
aceptar (o no) la hipótesis causal, tentativa y que el mecanismo de acción es lógicamente
provisionalmente, de cara a la posible acción. más fuerte, más rica (mayor contenido), meto-

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POPPERYELPROBLEMADELAINDUCCIóNENEPtDEMIOLOGíA

dológicamente más exigente (da más numero- utilitarista y rosearzas8 sobre amplios grupos de
sasy precisas oportunidades de contrastación), la población, en que los profesionales deciden
y suministra una explicación más profunda la acción en la que algunos pueden quedar per-
(detalla un nivel de la realidad distinto, más judicados para beneficiar a los más.
básico)8.‘~,37S4. La fuerza de la asociación es
otro criterio causa14’.Su regla de interpreta- Aunque algunas de las tesis centrales de
ción es que cuanto mayor es la fuerza (riesgo Popper hayan sido ya esbozadaspor pretéritos
relativo) más verosímil es la hipótesis causal. autores59.60(el pensadoraustrobritánico siempre
Los confusores rara vez dan cuenta de riesgos reclamó independencia, no originalidad de pen-
muy altos. El criterio de relación dosis-res- samiento, para algunas de sus ideas), es precisa-
puesta puede ser considerado como variante mente la didáctica y clara insistencia en que
del criterio de magnitud”. En cuanto al criterio podemosaprenderde nuestros errores lo que las
de relación temporal, como dice Susser”, es hace atractivas y eficaces. Por lo que, como
una propiedad esencial de la hipótesis, es parte diría Italo Calvino hay que leer, si no releer, a
de su definición. los que como Popper son ya unos clásicos61.

Muchos criterios de causalidad están inte-


rrelacionados. Por ejemplo, la repetición de un BIBLIOGRAFÍA
estudio en diversas circunstancias es el mejor
test de generalizabilidad; y la consistencia, de 1. Popper KR. En busca de un mundo mejor.
generalización. Todos apuntan a la regla supre- Barcelona: Paidós; 1994.
ma de la falsabilidad’9‘21. Por eso se puede
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hablar de una teoría del método’9*2’~50~54. thought. Philadelphia: Ameritan Philosophical
Society; 1980.
Recopilando 3. Magee BM. Popper. Londres: Fontana; 1973.
En definitiva, la idea principal, imperece- 4. Albendea M, Boyer M, Martín Santos L,
dera de Popper se centra en la aproximación Muguerza J, Rojo LA, Sánchez de Zavala V,
paulatina, mas siempre inalcanzable en forma Schwartz P, Barraclough N, Hernán F.
definitiva, a la verdad, que pasa por nuestra Rodríguez J. Simposio de Burgos. Ensayos de
liberación del error gracias a la crítica propia y filosofía de la ciencia. En torno a la obra de Sir
ajena, lo que sólo es posible en una sociedad Karl Popper. Madrid: Tecnos; 1970.
(científica y general) pluralista, abierta que 5. Schwartz P, Rodríguez Braun C, Méndez
tolera y critica los erl;ores de todos. Es la idea Ibisate F (editores). Encuentro con Karl
básica de la Ilustración, recalcada tantas veces Popper. Madrid: Alianza; 1993,
por Popper’~““~5 6, de la autoemancipación por 6. Buck C. Popper’s philosophy for epidemiolo-
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conocimiento, y cuyo trasunto epidemiológico 1. Platt JR. Strong inference. Science 1964;
es fácil de ver. Esperemos que, tal como se 146:347-353.
autodefinía, Popper haya sido sólo el penúlti-
mo ilustrado de la razón crítica’. 8. Susser M. Causal thinking in the health scien-
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El pensamiento de Popper, con los antece- Nueva York: Oxford University Press; 1973.
dentes históricos de Sócrates y Kant?6*57 tam- 9. Hempel C. Filosofía de la ciencia natural
bién tiene de nuevo su correlato en el campo (1966). Madrid: Alianza; 1973.
de los valores y la ética en salud pública. El
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liberalismo popperiarzo encajaría bien con las
Hill, MA: E.R.1; 1988.
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vención negociada con y sobre el sujeto indi- Il. Howson C, Urbach P. Bayesian reasoning in
vidualmente considerado, en que la relación science. Nature 1991;350:37l-374.
beneficio-riesgo y respeto a la dignidad perso- 12. SusserM. Falsification, verification and causal
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