0 calificaciones0% encontró este documento útil (0 votos)
26 vistas1 página
El documento analiza el versículo bíblico "El Señor es el lote de mi heredad", en el que el salmista expresa que Dios es todo lo que posee y desea poseer. El autor argumenta que debemos preguntarnos qué es Dios para nosotros y pedir que Él sea lo único e insustituible en nuestras vidas, a pesar de que los ídolos vanos como el celular, el placer y el dinero nos consumen sin darnos cuenta y no dejan que Dios sea nuestro único bien.
El documento analiza el versículo bíblico "El Señor es el lote de mi heredad", en el que el salmista expresa que Dios es todo lo que posee y desea poseer. El autor argumenta que debemos preguntarnos qué es Dios para nosotros y pedir que Él sea lo único e insustituible en nuestras vidas, a pesar de que los ídolos vanos como el celular, el placer y el dinero nos consumen sin darnos cuenta y no dejan que Dios sea nuestro único bien.
El documento analiza el versículo bíblico "El Señor es el lote de mi heredad", en el que el salmista expresa que Dios es todo lo que posee y desea poseer. El autor argumenta que debemos preguntarnos qué es Dios para nosotros y pedir que Él sea lo único e insustituible en nuestras vidas, a pesar de que los ídolos vanos como el celular, el placer y el dinero nos consumen sin darnos cuenta y no dejan que Dios sea nuestro único bien.
fácil para algunos difícil para otros. El salmista lo tiene muy claro cuando dice: “El Señor es el lote de mi heredad y mi copa; mi suerte está en tu mano: me ha tocado un lote hermoso, me encanta mi heredad” Sal 15, 5-6. Pare él Dios es todo cuanto puede y quiere poseer. Cuando dice “lote” grupo de cosas y “heredad” palabra que se usaba para describir el don de la tierra prometida al pueblo de Israel , es decir la promesa. El salmista nos dice que Dios es todo lo que tiene y desea tener. Cuando rezamos este salmo entonces debemos hacernos la pregunta sobre lo que es Dios para nosotros, y pedir insistentemente que en realidad Dios sea todo, lo único e insustituible en la vida. Tarea difícil cuando al examinarnos vemos como cada día los ídolos vanos nos van consumiendo lentamente sin darnos cuenta: El celular, la individualidad, la falta de servicio, el dinero, el placer por el placer. Estos bienes terrenales y aparentes nos consumen y no dejan que en realidad el Señor se convierta en el “lote de nuestra heredad”. Por eso es importante reconocernos necesitados de Dios y su misericordia, necesitados de que en verdad Dios sea nuestro único bien, nuestro dueño y señor. Recordemos que lo que es imposible para los hombres es posible para Dios, así que animo en la tarea de buscar que el Señor se convierta en el “lote de mi heredad”.