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El Señor es el lote de mi heredad.

¿Quién es Dios para ti? Es una pregunta


fácil para algunos difícil para otros. El
salmista lo tiene muy claro cuando dice: “El
Señor es el lote de mi heredad y mi copa;
mi suerte está en tu mano: me ha tocado un
lote hermoso, me encanta mi heredad” Sal
15, 5-6.
Pare él Dios es todo cuanto puede y quiere
poseer. Cuando dice “lote” grupo de cosas y
“heredad” palabra que se usaba para describir
el don de la tierra prometida al pueblo de Israel , es decir la promesa. El salmista nos
dice que Dios es todo lo que tiene y desea tener.
Cuando rezamos este salmo entonces debemos hacernos la pregunta sobre lo
que es Dios para nosotros, y pedir insistentemente que en realidad Dios sea todo,
lo único e insustituible en la vida. Tarea difícil cuando al examinarnos vemos como
cada día los ídolos vanos nos van consumiendo lentamente sin darnos cuenta: El
celular, la individualidad, la falta de servicio, el dinero, el placer por el placer.
Estos bienes terrenales y aparentes nos consumen y no dejan que en realidad el
Señor se convierta en el “lote de nuestra heredad”. Por eso es importante
reconocernos necesitados de Dios y su misericordia, necesitados de que en
verdad Dios sea nuestro único bien, nuestro dueño y señor. Recordemos que lo
que es imposible para los hombres es posible para Dios, así que animo en la tarea
de buscar que el Señor se convierta en el “lote de mi heredad”.

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