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Universidad pedagógica Francisco Morazán

Alumna: María José Castillo Mejía ( 615-2000-00370)

Licenciado: Julio Izaguerre

Asignatura : filosofía

Sección : D

Tarea: paradigma científico de Thomas Kuhn

Fecha:5 de abril 2021


1) interprete cual es el mensaje de las historias "la casa de Tebas "y"
Gilgamesh en busca de la inmortalidad"
Casa de Tebas

Esta historia trata de lo que los griegos entendían como la maldición familiar:  
una ofensa contra un dios que se castiga a lo largo de generaciones
sucesivas.

En términos de psicología moderna, podemos entender esto como la


transmisión de conflictos familiares no resueltos, lo que nuestros padres no
han acometido, puede que nos lo encontremos nosotros de frente; y estos
«pecados de los padres» pasaran a su vez a nuestros hijos si no tratamos de
resolverlos.

Los miembros de esta familia ofenden constantemente a los dioses debido a la


falta de juicio, arrogancia, insensibilidad y por una clara y ciega estupidez. La
maldición termina solamente cuando acaba la existencia misma de la familia y
la ciudad que sufre bajo su gobierno queda liberada. Si no se produce la
redención es, casi siempre, porque nadie aprende la lección del pasado ni se
aproxima a los dioses con espíritu de humildad.

Gilgamesh en busca de la inmortalidad

Dependiendo de cómo la quieras entender, la historia de Gilgamesh se puede


considerar como una biografía basada en el mito de un rey legendario, una
historia de amor, una comedia, una tragedia, una aventura emocionante o
incluso una antología de historias sobre el origen de la civilización.

Todos estos elementos están presentes en la narración y la diversidad textual


solamente se ve superada por su refinamiento literario. Si tenemos en cuenta
la antigüedad de la obra, sorprende ver cómo este poema épico consigue
mezclar de forma magistral complejas dudas existenciales, imágenes vivas y
personajes dinámicos.

La historia comienza con Gilgamesh reinando en la ciudad de Uruk como un


tirano. Para mantenerlo ocupado, los dioses mesopotámicos le crean un
compañero: Enkidu, un hombre salvaje y peludo.

 
 

2) los mitos poseen los siguientes elementos


a. presencia de seres sobrenaturales o dioses
Durante este curso se analizarán las ideas y el pensamiento que los antiguos
habitantes de México y, en parte, de Guatemala tenían respecto del mundo, del
hombre y de los seres sobrenaturales y divinos y, cuando es el caso, cuanto de
estas ideas permean todavía hoy el pensamiento actual. Se analizará la
compleja y muy estructurada cosmovisión mesoamericana considerándola
como un fenómeno cultural. Esto nos llevará a ocuparnos de los símbolos,
deidades, ritos y ceremonias asociados a las manifestaciones de lo sagrado y,
en general, del ámbito sobrenatural que rodeaba el universo de los conceptos y
pensamiento precolombinos.
b) antropomorfización (atribución de forma y características humanas
a lo que no es humano. El gusano se levantó llorando ante Samash
derando lágrimas ante Es)
 En la historia de la religión, el antropomorfismo se refiere a la representación
de Dios en una imagen humana, con forma humana corporal y las emociones,
tales como los celos, la ira o el amor. Considerando que la mitología se refiere
exclusivamente a los dioses antropomórficos, el pensamiento religioso sostiene
que no es apropiado considerar un omnipotente, omnipresente a Dios como
humano. Para hablar de Dios, sin embargo, el lenguaje metafórico debe ser
empleado. En la filosofía y la teología, conceptos aparentemente
antropomorfos y el idioma se utiliza porque es imposible pensar en Dios sin
atribuir a él algunos rasgos humanos. En la Biblia, por ejemplo, Dios está
dotado de características físicas y las emociones humanas, pero al mismo
tiempo, se entiende que es trascendente. En el arte y la literatura, el
antropomorfismo es la representación de los objetos naturales, tales como
animales o plantas, como hablar, razonar, los seres sintientes, parecidos a los
humanos.

c) El origen todo mito nos habla del origen de Algo


están relacionados a la creación del mundo o al creador de los humanos, ya
que es un hecho que nunca pudo esclarecerse bajo ninguna cultura por falta de
conocimiento, sin embargo, se tomaron siempre los mitos y las mitologías
como ciertas armando un mundo de respuestas que pudo ser capaz de
satisfacer el ansia de saber de muchos, incluso también la necesidad de
entender que tiene el humano.
En el caso del origen que tiene todo mito, debemos pensar que los mismos
parten de algo que se dice y luego cambia su significado, lo que ocurre por lo
general hablando de los mitos es que nacen en civilizaciones que recién se
están desarrollando, en donde el lenguaje es muy primitivo y las palabras
significan muchas cosas al mismo tiempo, entonces la interpretación de cada
uno es lo que marca el futuro del mito, para dar una idea de cómo nace
podemos hablar de «El día es hijo de la noche» explicando una situación clara
que sucede todos los días donde cuando termina el día comienza la noche,
entonces claramente hemos con esto empezado el mito del día siendo un hijo
de la noche, es cuestión de que pase mucha gente contando lo mismo a sus
nietos y tátara-nietos, así como los miles de años de por medio y tendremos un
claro mensaje que realmente no existe y nunca existió, pero nos puede explicar
algo que no conocemos de la naturaleza.

d) " destino" todas las cosas que ocurren es por la voluntad de los
dioses y no puede ser cambiado

Siempre que se menciona el destino lo tratáis con especial seriedad; todos


vosotros sois particularmente sensibles con respecto a este asunto. Algunas
personas no pueden esperar doblegarse ante Dios con el fin de conseguir un
buen destino. Puedo identificarme con vuestra ansiedad, que no necesita
expresarse en palabras. No queréis, en absoluto, que vuestra carne caiga en el
desastre y, más aún, no queréis descender al castigo prolongado en el futuro.
Sólo esperáis vivir de un modo más libre y fácil. Así que os sentís angustiados,
en particular, cuando se menciona el destino; y teméis profundamente que, si
no estáis bastante atentos, podéis ofender a Dios y estar sujetos a la merecida
retribución. No habéis dudado en transigir en cosas por el bien de
vuestro destino, y muchos de vosotros que una vez fuisteis taimados y frívolos
os habéis vuelto de repente especialmente amables y sinceros; vuestra
sinceridad es escalofriante. Independientemente de esto, todos vosotros tenéis
corazones sinceros y, de principio a fin, os habéis abierto a Mí sin esconder
ninguno de los secretos de vuestro corazón, ya fuera la culpa, el engaño o la
devoción. 

3. Busque tres historias e identifique todos estos elementos en


historias (de preferencia busque historias de América prehispánica)

1. Metodología de estudios de las culturas americanas. Áreas


nucleares y áreas periféricas.

En este tema vamos a intentar tratar los rasgos culturales propios de las


culturas de la América Prehispánica, así como las zonas más importantes en
las que nos centraremos y delimitaremos los diferentes periodos en los que se
divide la franja histórica que vamos a estudiar.

La “revolución neolítica” de América llegará a partir de la deglaciación total a la


que hemos hecho referencia en el tema anterior (9.000-8.500 a.C.).
Geológicamente, significó la retirada definitiva de los hielos, un aumento de las
temperaturas y de la sequedad ambiental, aumento que continuará hasta el
año 2.000 a.C. A partir de dicha fecha y hasta el año 1.000 a.C., se producirá
un pequeño avance glacial que dará lugar a un clima más húmedo y frío hasta
alcanzar las condiciones actuales. Estos cambios climáticos provocaran entre
otras cosas la extinción de numerosas especies animales. Esta extinción,
causada también en cierta medida por la labor de los cazadores, provocó que
las sociedades empezaron a evolucionar hacia
el sedentarismo desarrollándose así la agricultura e incluso, la ganadería, para
suplir las carencias proteínicas provocadas por la ausencia de animales de
caza.

Generalizando de un modo peligroso señalaremos tres carencias de las


culturas neolíticas de la América prehispánica con respecto a Europa.

Ya hemos señalado anteriormente la ausencia del animal de tiro así que no nos


extenderemos más en este apartado. Si bien destacaremos aquí una anécdota
en referencia a dos animales. Las llamas tuvieron una gran importancia en el
desarrollo de la historia de América Prehispánica e Hispánica. Este animal fue
aprovechado por los españoles para el transporte de mercancías de forma
excesiva hasta el punto de que Carlos I tuvo que prohibir a través de un real
decreto la carga de más de 25 kilos en cada animal. Otro de los grandes
animales domésticos del indígena americano es el perro. Sin embargo, el perro
americano era mudo, no ladraba y por eso se entiende la sorpresa de los
indígenas ante los perros españoles y el miedo que les causaba el aullido de
este.

También es destacable la ausencia de la rueda. Las poblaciones americanas la


conocían como prueba el hallazgo de pequeños juguetes de barro con ruedas,
pero no la utilizaban. De aquí se deduce que el transporte, así como las
grandes construcciones arquitectónicas se hicieron a base de esfuerzo
humano.

Señalaremos así mismo la ausencia del hierro. O, mejor dicho, hierro había y
era conocido, pero no supieron trabajarlo, es decir, no supieron alcanzar la
temperatura adecuada para su fundición. Los metales más usados eran los
metales preciosos como el oro y la plata. El oro tampoco sabían fundirlo por lo
que se buscaba la aleación con otro metal, especialmente el cobre, aleación
que daba lugar a la tumbaga, material con el que trabajaban la piedra y que
servía además como recipiente resistente al fuego. Señalaremos también que
los primeros recipientes que se usaron eran calabazas vaciadas y secadas al
sol y más tarde cerámica.

Debemos apuntar también que, en general, eran pueblos ágrafos, es decir, sin


escritura, aunque esta afirmación puede conducir a error puesto que han
aparecido códices tardíos, próximos a la época colonial, con escritura
jeroglífica, aunque ésta ha sido difícil y en ocasiones incluso imposible de
descifrar. Los códices prehispánicos, hechos con caracteres criptogámicos,
eran piezas de ocho a diez metros que se doblaban en forma de biombo y
estaban fabricados con un tipo de estopa vegetal llamada mucílago recubierto
de carbonato cálcico y secado todo ello al sol. Sobre esta superficie se
realizaban representaciones pictóricas simbólicas y religiosas, de vivos colores
con arcillas, sustancias vegetales o cochinillas (insecto díptero de origen
americano que vive en zonas secas de Centroamérica como Guatemala,
Honduras, México). La escritura es en bustaferón, es decir, se lee en zigzag.
Sin embargo, las principales obras indígenas, también realizadas sobre
códices, fueron realizadas tras la llegada de los españoles al continente y en
caracteres latinos por los indios ladinos (indios cultos), destacando entre estas
obras el gran libro maya conocido con el nombre de Popol Vuh. Es destacable
también la presencia de los quipus, una gran secuencia de cordones de
algodón que podían llegar a medir 20 metro de largo y que estaban a su vez
salpicados por nudos. Se trataba de un sistema mnemotécnico que les permitía
llevar la contabilidad de toda una sociedad. Se cree también que los quipus
pudieran tener un valor literario para recordar letras.

Es reseñable también el hecho de que el Estado en el que se organizan de


forma general las sociedades precolombinas es comunitario, es decir, no existe
la propiedad privada, todo es de todos, la carne y las cosechas se reparten
desde la elite social, la casta sacerdotal.

Otro rasgo cultural digno de ser nombrado es la gran diversidad de lenguas


indígenas que conviven en tan ancha extensión de tierra. En el Nuevo Mundo
se han podido aislar aproximadamente 2.000 idiomas y dialectos que se
pueden agrupar en 17 grandes familias y 38 pequeñas familias, además de
varios cientos de lenguajes sin clasificar. Las lenguas indígenas se caracterizan
por ser lenguas polisintéticas con muchas series de verbos y desinencias. En
relación con este problema debe decirse que la expansión de algunos pueblos
en época precolombina, así como la misión evangelizadora de los españoles,
hicieron que determinadas lenguas como el náhuatl, el quechua y el guaraní,
se transformasen en “lenguas generales”, que acabarían con un gran número
de lenguajes menores de los que apenas tenemos noticias históricas. Algunos
de los más importantes grupos lingüísticos en América son: el anden, en
Norteamérica; el uto-azteca, en el oeste de EE. UU. y en México; el macro
maya, en la región sur de Mesoamérica; y por último en Sudamérica, el macro-
chibcha, el macro-arawak, el macro-quechua y el tupí-guaraní.

En cuanto a las características fisionómicas propias de los pueblos americanos


debemos destacar que eran pueblos hirsutos, es decir, el varón no tenía pelo
en la cara y sus cabellos eran lisos. Además, tienen muchos rasgos asiáticos
como la mancha mongólica, mancha rosada del tamaño de una moneda que
todos los niños tienen al nacer al final de la espina dorsal y que desaparece a
medida que se llega a la pubertad. Comparten además con los asiáticos
la forma sesgada de los ojos y el tono canela de la piel.
2. Área Mesoamericana I. Características generales. Desarrollos
culturales anteriores a los Mayas y a los Aztecas.

Antes hemos señalado los diferentes periodos en los que se divide la historia
de los pueblos prehispánicos. En este apartado nos centraremos en los
pueblos más representativos del periodo Formativo, que se divide en Formativo
temprano y Preclásico y en la etapa epiclásica dentro del periodo del Clásico
en el área mesoamericana y especialmente de las dos culturas más
importantes que caracterizan a este momento de la historia: la Olmeca y la
Teotihuacana.

Antes de avanzar vamos a señalar algunos rasgos generales del periodo


Formativo. El periodo Formativo es considerado por los estudiosos de la
América Prehispánica el eslabón fundamental entre la Prehistoria y las grandes
civilizaciones americanas. Sin este periodo hubiese sido imposible que se
desarrollasen culturas de tal envergadura como la Maya o la Azteca. Se
produce entonces un importante avance de la agricultura, actividad que llega a
equipararse a la de la caza y la pesca. Como sabemos, la actividad agrícola es
uno de los primeros pasos de todo pueblo para alcanzar el estado de
civilización, puesto que es a partir de la producción de un excedente cuando
una cultura puede empezar a dedicarse a otro tipo de labores de carácter
superior como el comercio o la vida contemplativa a la vez que hace falta una
organización social más compleja para repartir ese excedente. Hay que
destacar la importancia del maíz en América, un producto básico de la
alimentación al que además se hace referencia de modo singular en el Popol
Vuh como sustancia a partir de la cual se creó al hombre. También son
destacables los frijoles (judías), calabazas (usadas además como vasijas) y
la patata (producto de gran importancia no sólo en América y entre cuyos éxitos
encontramos el de haber librado a numerosas sociedades de terribles
hambrunas). Igualmente es importante el cultivo del algodón que lleva consigo
cambios en la vestimenta y en la decoración. Este periodo no se caracteriza
por un gran desarrollo tecnológico, pero si por un gran desarrollo del
comercio como demuestran los diferentes objetos suntuarios que se han
encontrado a muchos kilómetros de donde se desarrollaron las grandes
culturas. Las aldeas son pequeñas y están formadas por un número reducido
de chozas de barro prensado. Empieza a aparecer además el adobón (adobe
recubierto de paja de modo que ésta absorbe toda la humedad) como material
de construcción. Además, podemos a empezar ya a hablar de monumentalidad
arquitectónica con la aparición de algunas plazas en las aldeas y ciudades. Así
mismo comienza a adquirir importancia la casta sacerdotal, indicio de que ya
empieza a haber cierta organización social. Sin embargo, esta casta empezará
a desarrollarse más rápidamente en el área andina que en Mesoamérica. Aun
así debemos señalar como una de las principales características del periodo
Formativo la aparición de las primeras sociedades religiosas (como sabemos el
papel de la religión en el desarrollo de todos los pueblos del mundo ha sido
fundamental). Con la aparición de una casta sacerdotal se nos está haciendo
referencia, por un lado, a una organización social jerarquizada y por otro, a que
existía ya un grupo de hombres que se dedicaban al estudio del mundo, de la
naturaleza y sobre todo del tiempo (la aparición del calendario es uno de los
acontecimientos más significativos en toda cultura; aquel que pudiese adivinar
el tiempo y medirlo, era un hombre privilegiado que se elevaba sobre el resto
de sus congéneres, que controlaba la agricultura y que por tanto tenía poder).
Además, el estudio de las divinidades de un pueblo proporciona interesantes
datos sobre su idiosincrasia, puesto que nos da ideas, por ejemplo, de que
factores son importantes para un pueblo, a que animales o entes adoran, que
les provoca respeto, que les causa miedo, etc.

En Mesoamérica, en el periodo Formativo temprano, el área más importante


culturalmente es sin duda el Valle de México, debido a sus muy favorables
condiciones ecológicas. Las aldeas de esta época se localizaban a orillas de
los ríos y lagos y no debieron sobrepasar los 200 habitantes. Destacaban
también algunos centros urbanos o semiurbanos en Tlapacoya o Tlatilco como
la llamada capital de Niederberger. Se han encontrado aquí
numerosas figurillas que aluden a festivales de tipo religioso, indicio de una
organización social más avanzada y de un cierto desarrollo comercial. Son
además destacables los hallazgos de máscaras, enterradas junto al cuerpo de
su dueño, de las que puede pensarse que fuesen de uso exclusivo de
hermandades, grupos de mimo o sociedades de danza, o incluso bufones y
oradores, todo ello indicativo de una cierta estratificación social. Aparecen
además en el arte mesoamericano de este periodo multitud de símbolos y
emblemas con un gran contenido religioso, que han sido interpretados de
maneras diferentes por diversos autores y entre los que pueden distinguirse de
forma clara hasta diez divinidades perfectamente formalizadas: el dragón
polimorfo (reptil con atributos felinos y de ave), el pájaro mítico, el enano
antropomorfo, el dios-hombre jaguar, etc. Estos símbolos contienen un alto
volumen metafórico, todo ello prueba de la inmensa complejidad de estas
primeras sociedades.

En la segunda etapa del periodo Formativo, la Preclásica (400 a.C.-200 d.C.)


destaca sobre cualquiera otra cultura la Olmeca a la que vamos a dedicarle una
atención especial.

Con el inicio del Preclásico, llegan hasta nosotros restos significativos de un


importante desarrollo cultural en el área central de Mesoamérica. Podemos
empezar a hablar ya de la existencia de verdaderas obras arquitectónicas
como por ejemplo la Pirámide de Cuicuilco que refleja un importante esfuerzo
comunitario de un gran número de aldeas además de ser la primera
representación simbólica de la morada de la divinidad. También es destacable
el hallazgo en el centro de México de un conjunto de miles de “figurillas” entre
las que sobresale el tipo de la mujer desnuda, a través de las cuales se nos
relaciona de forma peculiar el concepto de mujer, de fertilidad, de tierra y de
agricultura (este tipo de figuras han aparecido en casi todas las culturas
“primitivas” del mundo, también en las europeas). Se empiezan a configurar
pues en esta época algunos de los conceptos básicos que caracterizan a las
poblaciones del Valle de México que se desarrollarán de una forma mucho más
sistemática en culturas posteriores, como por ejemplo el concepto
de dualidad como demuestran los descubrimientos de una serie de figurillas del
Preclásico temprano o medio en el que aparecen representados individuos,
generalmente mujeres, con dos cabezas, o una cabeza y tres ojos, o un rostro
dividido en dos partes, simbolizando una parte la muerte y otra la vida. Sin
embargo, estos conceptos prosperarán de forma singular en las áreas de
Veracruz, Tabasco y Chiapas, con la cultura Olmeca.

Aunque son abundantes los estudios que se han realizado sobre la civilización
Olmeca, aún son muchos los enigmas que no se han resuelto. Por ejemplo, el
hogar de origen de esta cultura aún es dudoso.

Las características generales de la cultura Olmeca son: la presencia de


una escultura monumental; el trabajo con jade; aparece la arquitectura
cívica y ceremonial o religiosa; estratificación social ; es el primer pueblo que
conocen el calendario; aparecen por primera vez fechas en monumentos y por
último y debido al contacto constante de este pueblo con el agua (existe un alto
índice de pluviosidad, las tierras son bajas y húmedas, etc.) que tienen que
aprender a controlar, existe un desarrollo de la arquitectura hidráulica y de
las matemáticas además de poseer importantes vías de comunicación a través
de los ríos.

Una de las mayores aportaciones de la cultura Olmeca es el calendario. Las


primeras evidencias de este las tenemos en la fase Sacatepéquez de
Guatemala (hacia el 800 a.C.). En él se representaban los numerales con
puntos y barras y probablemente, hacia el siglo I a.C., en fases tardías de la
cultura Olmeca, ya tenían un símbolo para el 0. El calendario era
el Tonalpohualli de 260 días, el mismo que utilizarían en épocas posteriores a
los mayas.

Es destacable también el importante desarrollo del urbanismo. Por primera vez


se construyen verdaderos centros ceremoniales, núcleo de las ciudades
olmecas, en torno a los cuales se distribuía la población. Esto implica además
la especialización artesanal (hacen falta ceramistas, lapidarios, tejedores, etc.)
y la división en clases sociales: la clase dominante, que corresponde
evidentemente a la casta sacerdotal creadora del calendario y del complejo
religioso que justifica la existencia de centros ceremoniales, y la dominada,
dividida a su vez, siguiendo la pirámide social, en especialistas (artesanos)
y campesinado (la gran mayoría del pueblo). La casta sacerdotal representa
una elite tanto social como cultural puesto que como sabemos, el conocimiento
trae consigo poder. Esta casta sacerdotal se identifica con las divinidades
básicas como las de la caza, la lluvia, la agricultura, etc. Es destacable en este
contexto mencionar la importancia que tuvo el excedente para que fuese
posible que se desarrollase este tipo de elite. La base de la economía de esta
sociedad es la tierra, la actividad agrícola.

La religión Olmeca es politeísta y está íntimamente relacionada con


la agricultura puesto que, como hemos dicho, es la base de la economía. En la
iconografía aparece reflejada de forma muy interesante esta relación entre la
religión, la agricultura y la fertilidad, por ejemplo, en las figurillas de mujer que
mencionábamos anteriormente.

Vamos a extendernos algo más en el arte Olmeca, puesto que además de ser
muy destacado dentro de las culturas precolombinas, las más importantes
deducciones que podemos hacer de los olmecas se lo debemos a los hallazgos
arqueológicos de representaciones artísticas.

Las esculturas olmecas más importantes son las cabezas olmecas,


representaciones de colosal tamaño de las que se han recuperado catorce
ejemplares. Se encuentran talladas en piedra y se caracterizan por
poseer rasgos negroides con ancha nariz, gruesos labios y ojos abotagados
que se cubren con un casquete ajustado que cae por los lados. Poseen
cierto realismo y se cree que son un culto a los antepasados. Eran esculpidas
mientras el modelo aún vivía y cuando éste moría se decapitaba la escultura,
separándose cabeza de cuerpo. Por eso se han encontrado un número tan
elevado de cabezas sueltas.

Son destacables también las esculturas de figuras sedentes, que toman la


actitud de un escriba a la manera egipcia o que tienen en el regazo el cuerpo
de un niño divinizado (enano eunucoide), un cetro o un cilindro, o una caja
sagrada, destacando como obra maestra de las representaciones sedentes
encontradas la denominada El luchador procedente de Santa María Uxpanapa
(Veracruz, México) que representa un hombre barbado con las piernas y los
brazos doblados y que da la impresión de estar realizando un gran esfuerzo
físico.

En contraposición con el estilo eminentemente realista que se refleja en las


cabezas olmecas y en las figuras sedentes, existen también representaciones
de estilo abstracto con un gran contenido simbólico y metafórico. Este estilo se
desarrolla especialmente en los relieves, por ejemplo, en las representaciones
sobre diferentes tipos de “hachas” ceremoniales de seres mitológicos que
presentan como característica propia la “boca olmeca” y la “muesca olmeca”
(hendidura en forma de V que aparece en los cráneos de estos personajes) o
en los altares. Las representaciones sobre los altares se prolongarán a través
del tiempo especialmente en las culturas mayas. Los altares son grandes
bloques de piedra de forma prismática en cuyos laterales hay escenas
realizadas en alto y bajorrelieve. En muchos de estos altares se representa una
figura sedente que emerge de una cueva u hornacina que se interpreta como la
boca de un dragón y que podía representar al dios del Inframundo. En
ocasiones esa figura lleva en su regazo un niño divinizado. Muchos de estos
altares representan en las paredes laterales figuras de sacerdotes que llevan
en sus brazos un niño divinizado. Algunos autores han interpretado estos
altares como verdaderos tronos. Así mismo son destacables las
representaciones sobre estelas que también serán utilizadas por los mayas. En
ellas aparecen escenas posiblemente míticas de difícil interpretación, con
personajes con vestidos y adornos sumamente complicados.

Muchas de estas representaciones de carácter mitológico se desarrollarán de


una forma mucho más metódica en culturas posteriores.

La civilización Olmeca es la última gran cultura mesoamericana del periodo


Formativo o más concretamente del periodo Preclásico. Nos metemos por tanto
de llenos en el periodo Clásico (200-900 d.C.) de la historia precolombina del
que irremediablemente tenemos que señalar una serie de características
principales.

El periodo Clásico se considera como el que consigue consolidar y afianzar


definitivamente los rasgos que caracterizan a las civilizaciones. Entre estos
rasgos destaca sobre cualquier otro el desarrollo del urbanismo. La evolución
de este urbanismo se inicia en el formativo tardío con las aldeas, continúa en el
Preclásico medio con las villas, sigue en el Preclásico final o tardío con los
primeros “centros ceremoniales” planificados (primera aparición considerada ya
urbana) y culmina con las verdaderas ciudades del periodo Clásico. También
la metalurgia sufre un importante progreso. La rueda aparece en ciertos
juguetes y el rodillo comienza a utilizarse para transportar monolitos u otros
materiales pesados. Aparecen además evidencias de producción en masa,
como, por ejemplo, el uso de moldes en la producción cerámica que
aumentaría el número de trabajadores no cualificados en este sector y dirigidos
por los especialistas artesanos que podrían dedicar su tiempo a la fabricación
de estos moldes y a trabajos más finos. Así mismo es destacable el auge de
las vías comerciales que llegan hasta lugares cada vez más alejados como El
Salvador, Honduras y Guatemala. Se impulsa el concepto de ciudad
como ciudad-estado, es decir, con un gobierno teocrático que ejerce el poder
sobre toda la ciudad. El sacerdocio es el responsable del desarrollo de la
religión y del ceremonial que esta lleva consigo además del autor de una
incipiente ciencia basada en la observación astronómica y en el cómputo del
tiempo y que deriva en el desarrollo de una escritura, una matemática y una
serie de saberes más o menos empíricos. Esta clase social que controla la vida
religiosa y el régimen agrícola se convierte en un grupo de presión que controla
todo el gobierno. Es destacable también la aparición con toda probabilidad de
una nueva clase social formada por comerciantes.

En este punto vamos a profundizar en el estudio de una de las culturas más


importantes del periodo Clásico en Mesoamérica: la Cultura teotihuacana.

Las raíces de la civilización teotihuacana se hunden en el Preclásico final y es


sin duda la consecuencia inmediata de la cultura olmeca y viene a constituir el
fundamento de una tradición que no terminará hasta la llegada de los
españoles. Algunos autores consideran que la cultura teotihuacana comienza
en los albores de nuestra era y por eso el urbanismo teotihuacano debería
considerarse dentro del Preclásico. Sin embargo, la cultura teotihuacana como
tal comienza a desarrollarse a partir del 300 d.C.

El centro de esta civilización se halla localizado en el Valle de Teotihuacán una


fracción limitada del valle de México de unos 600 kilómetros cuadrados de
extensión atravesados por el río San Juan y donde el núcleo urbano primero y
más importante es la ciudad de Teotihuacán. En el centro de la ciudad se
concentra del 80 al 90% de la población, repartiéndose el resto por los
alrededores y por otras concentraciones aldeanas en el valle.

La principal característica de la cultura teotihuacana es por tanto el desarrollo


del urbanismo. Así como con los olmecas el estudio de su arte era fundamental
para entender su cultura, en Teotihuacán será fundamental el estudio del
urbanismo, que es el que nos dará las claves de su vida política, social,
cultural, económica, religiosa, administrativa...

En la fase Tzacualli o Teotihuacán I este centro pasa de ser un gran pueblo con


alrededor de 10.000 habitantes y una estructura sociopolítica de carácter tribal,
a convertirse en una verdadera ciudad con alrededor de 50.000 habitantes,
realizándose entonces el trazado definitivo de la urbe que se mantendrá a lo
largo de los siglos siguientes. Este trazado consiste en dos avenidas que se
cruzan perpendicularmente (el cruce no corresponde al centro de la ciudad)
dejando cuatro cuadrantes. El eje norte-sur, la avenida principal, corresponde
al llamado Camino de los Muertos. En el centro de la ciudad se encuentra
la Pirámide del Sol, donde se ha hallado una cueva cuatrilobulada que
representa de forma simbólica al mundo. A lo largo del Camino de los Muertos
se sitúan los monumentos más importantes de la ciudad: las pirámides de la
Luna (planta cuadrangular, muros concéntricos y con un cuadrado central
mucho más pequeño que el de la base) y del Sol (de mayor tamaño que la
anterior, cosa que refleja la importancia del culto al sol, además de por su
posición central en la ciudad), el templo de la Agricultura, el grupo de Viking, la
Ciudadela... Los demás conjuntos de la ciudad forman un apiñado y denso
tejido de calles y callejuelas entre los que pueden distinguirse palacios,
diferentes barrios gremiales en los que varias viviendas se agrupan dentro de
una muralla y donde es común el desarrollo de pasadizos subterráneos, etc.

3. Área Mesoamericana II. Mayas. Organización social, económica y


política. Conocimiento y Pensamiento.

El Clásico temprano ha finalizado en Mesoamérica con una herencia de la


cultura teotihuacana en toda esta área. También y como ya hemos dicho, el
área del clasicismo maya sufrirá una fuerte influencia teotihuacana.

El área maya comprende la península del Yucatán, las cuencas de los ríos


Usumacinta y Motagua, el Petén, las tierras altas de Chiapas y Guatemala y
la costa de Soconusco hasta la actual república de El Salvador. En esta región
se desarrolla el periodo Clásico que alcanzó un más alto grado de brillantez y
complejidad y que los especialistas dividen en Clásico temprano (300-600) y
Clásico tardío (600-900). La historia de este pueblo ha podido estudiarse a la
manera tradicional gracias a las representaciones sobre cerámica que han sido
halladas y a los llamados glifos-emblemas. Se puede así tratar con cierto
detalle la historia de este pueblo a través de sus dinastías entre las que
destacan las de Tikal, Palenque (siendo el rey más importante Pacul el Grande
que reina en el siglo VII), Yaxchilán, Copán.

La base económica de la sociedad es la agricultura. El sistema agrícola más


extendido es el de roza, pero también se utilizó el barbecho, tanto de ciclo largo
como de ciclo corto. Desarrollaron además un avanzado sistema de
irrigación con canales, sistemas de camellones, terrazas, etc., que les permite
llevar a cabo una agricultura intensiva. Las plantas más importantes son el
cacao, el aguacate y el ramón, junto con el maíz y la calabaza.
La forma de organización política era la propia de las ciudades estado. La
ciudad era la capital de un territorio bastante amplio que comprendía una serie
de ciudades menores, aldeas y lugares de ocupación organizados y
sistematizados. La capital varió a lo largo de la civilización maya (Tikal,
Palenque). En ella vivía el rey, el panteón real y el gobierno.
El urbanismo también es un factor destacable en la cultura maya. En el centro
de las ciudades y pueblos se situaban el “centro ceremonial” (los templos y
demás edificios de tipo religioso) en torno al cual se disponía la zona
residencial de la elite, es decir, las viviendas de los señores, sacerdotes y la
gente pudiente. Así se iban situando los más ricos y estimados en las zonas
más centrales y la gente más baja en la periferia de la ciudad.

En cuanto a la organización social que era de tipo jerárquica, hay que destacar


que los poderes que se concentran en la elite y la clase dirigente son mucho
más amplios y variados que los de culturas anteriores debido a la complejidad
social, política y económica alcanzada por el estado maya. Desde el soberano,
de carácter político y religioso, hasta los parientes y nobles de su propio linaje
(vemos aquí la importancia del panteón real) controlan el poder político,
religioso, administrativo y militar, produciéndose así una profunda
estratificación social en la que destacan dos clases principales, la elite y el
pueblo, aunque con muchas variedades por su especialización. En la cúspide
de la pirámide social se hallaba el rey, jefe ejecutivo que guarda en su persona
el poder político y religioso; siguiendo al rey se sitúa la alta burocracia que es la
encargada de transmitir las órdenes reales y hacer que se cumplan; después
encontramos la burocracia inferior responsables de la ejecución efectiva de
esas órdenes; después se encuentran los intelectuales o trabajadores
especializados, es decir, los arquitectos, escribas, médicos, sacerdotes;
seguidamente los trabajadores especializados (más técnicos, no tan teóricos
como los anteriores); los trabajadores no especializados; los campesinos y por
último los esclavos. Es importante destacar en este punto a los comerciantes,
grupo social que llegó a consolidar en el área maya una impresionante red que
servía de vínculo de interconexión cultural y de homogeneización de toda la
región.

Un punto interesante para tratar es la visión maya del universo, es decir


la cosmovisión. Los pueblos mayas tenían un desarrollado conocimiento de la
astronomía, además de matemáticas, etc., cosa que convertía casi en dioses a
la casta sacerdotal. El Universo para los mayas estaba formado por
una estructura geométrica consistente en dos pirámides unidas por la base,
cuya parte superior con trece escalones representaría el cielo, mientras la
inferior con nueve escalones representaría el Inframundo. Los cuatro rumbos
del Universo estarían simbolizados por cuatro ceibas o cuatro chaces que
sostendrían el cielo quienes sostendrían el cielo, mientras una gran ceiba
atravesaría todos los cielos en su parte central. El centro es el lugar por el que
se comunica el cielo con el Inframundo, lugar, por tanto, del nacimiento y de la
muerte. El mundo celeste y el Inframundo constituyen a su vez lo diurno y lo
nocturno. Dentro de esta cosmovisión los dioses desempeñan sus respectivos
papeles. Así, Itzamná domina el mundo celeste mientras Ix Chebel Yax es su
compañera femenina; Chac es el tradicional de la lluvia, patrono de los
agricultores y Ah Puch sería el dios del Inframundo.
La religión maya es sumamente compleja. Lo primero que hay que señalar es
que a los mandatarios se les diviniza, se les convierte en dioses. La religión
gobierna el tiempo, la productividad, el quehacer diario. Hay dos tipos de
religiones, la religión oficial que es seguida por el pueblo, pero no comprendida
y la popular, la básica la que conocen todos, la de cada día, que está insertada
en los ciclos agrícolas.

Hay que destacar también la importancia del calendario y de la escritura,


ciencia que fueron los primeros en desarrollar.

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