Está en la página 1de 23

LA MATERIA COMERCIAL A PARTIR DEL NUEVO CODIGO CIVIL Y

COMERCIAL- LEY 26.994/15

Fuente: Eduardo M. FAVIER DUBOIS (h)

INTRODUCCION

En apariencia el nuevo Código Civil y Comercial, contrariando la directiva constitucional que


exige una legislación diferenciada entre la materia civil y la comercial, sea en textos separados o
unificados, no mantendría al derecho comercial como categoría diferenciada del derecho civil, con
sus propias normas delimitativas y normas preceptivas, sino que prevería una misma regulación en
materia de obligaciones y contratos para todas las personas humanas y para todas las personas
jurídicas sin atender la índole de sus actividades u operaciones.

Sin embargo a nuestro juicio la realidad es totalmente distinta.-

El derecho comercial subsiste en el nuevo código con soluciones similares a las anteriores pero
bajo otro presupuesto, a saber:

El comerciante fue remplazado por el empresario

El acto de comercio fue desplazado por la actividad económica organizada.

El nuevo eje del derecho comercial es la empresa, sin la cual no hay sociedad y cuya continuación
se procura mediante los mecanismos de tolerancia de la unipersonallidad sobreviniente, efecto no
liquidatorio de las nulidades y posibilidad de reactivación societaria si existe viabilidad económica
y social de la subsistencia de la actividad

1.-La derogación del Código de Comercio y la eliminación del “comerciante”.


El Código de Comercio argentino (2) ha sido expresamente derogado por la ley 26.994, que
sanciona al nuevo Código Civil y Comercial de la Nación y reforma a la Ley de Sociedades (art.
4º). El nuevo Código Civil y Comercial de la Nación, no obstante su denominación, ningún
capítulo destina a la materia “comercial”, ni hace referencia alguna al “acto de comercio”, ni al
“comerciante”, ni a las “obligaciones de los comerciantes”, ni a los “agentes auxiliares de
comercio”, ni tampoco a la “jurisdicción mercantil”. El código civil y comercial considera a las
“personas” en forma unificada y las clasifica como “personas humanas” o como “personas
jurídicas” sin diferenciar entre sujetos “comerciales” y “civiles”. También en el nuevo código
desaparece la diferencia entre contratos “civiles” y contratos “comerciales”. Asimismo, en materia
de sociedades, no existe más la sociedad “civil” ni tampoco la sociedad “comercial” ya que
conformidad con las reformas de la ley 26.994 a la ley 19.550, la que se denomina ahora “Ley
general de sociedades”, hay un tratamiento único y no existe más el “objeto comercial” para
diferenciar entre sí a las sociedades “de hecho”(3). Tampoco subsiste un registro público “de
comercio”, sino solamente un “registro público” a secas, y nada se regula específicamente sobre
actos inscribibles, procedimientos y efectos de las registraciones.
En tales condiciones, una primera lectura del nuevo Código llevaría a pensar que ha desaparecido
la materia comercial y que, bajo la denominación de Código Civil “y Comercial”, quizás solo
vinculada al cumplimiento formal de la manda constitucional de mantener las materias separadas
(4), se ha abrogado al Derecho Comercial y hoy solo subsiste un único derecho privado: el Derecho
Civil. 
2.-El Derecho Comercial hasta el presente.

1
Recordemos aquí que el Derecho Comercial es una “categoría histórica”, aparecida en Occidente a
fines de la Edad Media, que implica la aplicación de una ley especial, diferente a la ley ordinaria o
civil, a ciertas personas y/o bajo ciertas situaciones, con la finalidad de dar celeridad y seguridad de
los negocios, facilitar la captación de ahorros, la circulación del crédito y la reducción
de riesgos. Para ello el Derecho Comercial está integrado por dos clases de
normas: las “delimitativas” y las “prescriptivas”. Las normas “delimitativas” son las que disponen
en qué casos se aplica la ley comercial. Son ejemplos de ellas las calificaciones como “actos de
comercio” (art.8 cod.com.), “comerciante” (art.1º cod.com.), “sociedad comercial” (art.1º ley
19.550) y los presupuestos descriptos por el código de comercio derogado para aplicar la ley
comercial a ciertos contratos civiles.  Por su lado, las normas “prescriptivas” son las que disponen
cuáles son las consecuencias de aplicar la ley comercial, las que fundamentalmente consisten en:

1.  La imposición de un estatuto especial a los comerciantes (art.33 cod.com.) consistente


en exigencias en materia de “registro mercantil” (identificación, capacidad y
publicidad), “contabilidad legal” (información general sobre sus negocios) y “rendición de
cuentas (información específica), como así para someterlos a un régimen de presupuestos
especiales para el concurso preventivo (exigencias contables) y responsabilidades agravadas;
2.  La aplicación de “soluciones distintas” (comerciales) a ciertas obligaciones
y contratos (arts. 207 en adelante del cod.com.);
3.  El sometimiento a la jurisdicción mercantil (art.6º cod.com.), o
sea a tribunales diferenciados (que busca la especialización).

3.-Apariencia y realidad de la materia comercial en el nuevo Codigo.


La apuntada desaparición de toda referencia al “acto de comercio”, al “comerciante” y a
lo “comercial” en el nuevo Código y en la ley 26.994, constituye a nuestro juicio un “pecado
nominalista” ya que no obstante ello, con otras denominaciones y con un método impreciso, lo
cierto es que el Derecho Comercial tal como lo hemos conceptualizado, y más allá de la apariencia,
en la realidad subsiste y se expande en el nuevo Código, conforme resulta de los siguientes
desarrollos:

 3.1.-Mantenimiento de “normas delimitativas” para la aplicación del derecho comercial, con


algunas variaciones:

Al respecto, la norma fundamental del análisis está dada por el art. 320 que dice:  “Están obligadas
a llevar contabilidad todas las personas jurídicas privadas y quienes realizan una actividad
económica organizada o son titulares de una empresa o establecimiento comercial, industrial o de
servicios. Cualquier otra persona puede llevar contabilidad si solicita su inscripción y la
habilitación de sus registros o la rubricación de sus libros, como es establece en esta misma
Sección…”. De dicha norma, y de las disposiciones concordantes, resulta lo siguiente:

 -El “comerciante” fue reemplazado por el “empresario” (o el cuasi empresario).


 -El “acto de comercio” fue desplazado por la “actividad económica organizada”.
 -El nuevo eje del derecho comercial es “la empresa”, sin la cuál no hay sociedad (art.1º
Ley general de sociedades), y cuya continuación se procura mediante los mecanismos de
tolerancia de la unipersonalidad sobreviniente (art. 94bis LGS), efecto no liquidatorio de las
nulidades (art. 17 LGS) y posibilidad de reactivación societaria en todos los casos si existe
viabilidad económica y social de la subsistencia de la actividad (art.100 LGS).
 

3.2.-Mantenimiento de “normas prescriptivas”: un “estatuto especial mercantil” (ahora del


empresario) y subsistencia de los “agentes auxiliares de comercio”:

El estatuto del “comerciante” se reemplaza por el estatuto del “empresario” (o cuasi empresario),
que sigue sometido a un régimen de “contabilidad obligatoria” y a un régimen de “publicidad
2
registral”. Y si bien las reglas contables son antiguas (5) y la publicidad registral está mencionada
pero no reglamentada, tales exigencias se mantienen también para los empresarios colectivos (arts.
7 y 62 de la ley general de sociedades) y fueron extendidas a sujetos sin fines de lucro, como es el
caso de las asociaciones civiles (art. 169). Asimismo, la desaparición de la sociedad civil (art.1648
cod.civil) al unificar a todas las sociedades bajo la exigencia de ser titulares de una empresa (art.1º
Ley general de sociedades), implica opción legislativa por la solución comercial
preexistente. Igualmente, la obligación de rendir cuentas, propia de los comerciantes (arts. 33 inc.4º
y 70 cod.com.) se expande a sujetos no mercantiles (art. 860). Por otra parte, también se mantienen
los estatutos de los “agentes auxiliares de comercio” contenidos en leyes especiales como son las
del “martillero” y del “corredor” (ley 20.266, modificada por ley 25.028), destacándose que en
materia de corretaje el art. 1355 del nuevo Código establece que las reglas del contrato “no obstan a
la aplicación de las disposiciones de leyes y reglamentos especiales”.

3.3.-Mantenimiento de las “soluciones comerciales” en los contratos duplicados, que pasan a


ser la regla.

En los contratos antes duplicados y ahora unificados, corresponde afirmar que se dio, en general, 


preferencia a la solución comercial por sobre la solución civil, la que aparece regulada como regla,
mientras que la solución civil queda, en algunos casos, como excepción conforme con las
circunstancia.  Ejemplo de ello son, en materia de compraventas, la venta de cosa ajena (art.1132),
la seña confirmatoria (art. 1059), y la obligación de entregar factura que se presume cuenta
liquidada (art.1145), todas las que consagran soluciones comerciales. Además, se expanden a las
relaciones no comerciales las posibilidades del “arbitraje” (art. 1649) y la
representación negocial (art.367), que son instituciones mercantiles típicas.

 3.4.-El mantenimiento de la vigencia como legislación mercantil de todas las leyes que no


estaban incorporadas al Código de Comercio derogado.

Conforme establece el art. 5º de la ley 26.994, las leyes de contenido mercantil que actualmente
integran, complementan o se encuentran incorporadas al Código de Comercio (excepto las
expresamente derogadas por el art. 3º), mantienen su vigencia como leyes que complementan al
nuevo Código Civil y Comercial de la Nación.

En consecuencia mantienen su vigencia, entre otras, las siguientes leyes y normas mercantiles:
leyes 928 y 9463 (Warrants), 9644 (Prenda agraria), 11.867 (Transferencia de Fondos de
Comercio), 17.418 (Seguros), 20.091 (Entidades de Seguros), 20.094 (Navegación, habiéndosele
incorporado algunos artículos del libro Tercero del Código de Comercio derogado), Dec.ley
5965/63 (Letra de cambio y pagaré); 20.266 y 25.028 (Martilleros y Corredores, parcialmente),
20.337 (cooperativas), 20.705 (Sociedades del Estado), 21.526 (Entidades financieras), 21.768
(Registros Públicos), 22.315 (IGJ), 22.316 (Registro Público de Comercio de la Capital Federal),
22.362 (Marcas), 23.576 (Obligaciones negociables), 24.240 y modificaciones (Consumidor),
24.441 (Financiamiento, parcialmente), 24.481 (Patentes), 24.452 (Cheques), 24.522 (Concursos y
Quiebras), 24.587 (Nominatividad), 24.766 (Confidencialidad), 25.065 (Tarjetas de crédito),
25.156 (Defensa de la competencia) y 26.831 (Mercado de capitales); Dec. 897/95 (Prenda con
registro) y Dec. 142.277/1943 (Sociedades de Capitalización y Ahorro).

 3.5.-La posibilidad de mantener la jurisdicción mercantil a nivel nacional y/o local.

Si bien se derogó el art. 6º del Código de Comercio, cabe recordar que en el órden nacional, el art.
43 bis del Dec. Ley 1285/58, dispone que “ Los jueces nacionales de primera instancia en lo
comercial de la Capital Federal, conocerán en todas las cuestiones regidas por las leyes mercantiles
cuyo conocimiento no haya sido expresamente atribuido a los jueces de otro fuero.Conocerán,
además, en los siguientes asuntos: a) Concursos civiles; b) Acciones civiles y comerciales
emergentes de la aplicación del Decreto N°15.348/46, ratificado por la Ley N°12.962; c) Juicios
derivados de contratos de locación de obra y de servicios, y los contratos atípicos a los que resulten
3
aplicables las normas relativas a aquéllos, cuando el locador sea un comerciante matriculado o una
sociedad mercantil…”Entendemos que dicha norma continuará vigente después de que comience la
plena aplicación del nuevo Código por las siguientes razones:

 -Las “leyes mercantiles” referidas por la norma no han desaparecido ya que son todas las
que estaban incorporadas o complementando al Código Comercial derogado y que subsisten
como complemento del nuevo Código Civil y Comercial de la Nación (art. 5º de la ley 26.994).
 -Los “concursos civiles” ya habían sido unificados con los comerciales por la ley de
quiebras vigente (24.522).
 -Los contratos de locación de obra y de servicios se mantienen en los arts.302 y siguientes
del Código.
 -La única referencia que hoy carecería de sentido es la de “comerciante matriculado” que,
eventualmente, debería ser cambiada o interpretada como “persona humana con actividad
económica organizada” o por persona humana titular de una “empresa” o de un “establecimiento
comercial, industrial o de servicios” (art. 320 ya citado) que se encuentre inscripta.

4.-Conclusiones: subsistencia y expansión del Derecho Comercial.


De todo ello resulta que, a pesar de la supresión “nominal” de lo mercantil en el nuevo Código, que
crea una apariencia derogatoria, la realidad sustantiva es que su “materia” ha permanecido y, en
muchos campos, se ha extendido. Por todo ello cabe concluir que, a partir de la vigencia del nuevo
Código, la “autonomía legislativa” del Derecho Comercial se desplaza del Código hacia las leyes
comerciales no codificadas que no fueron derogadas, la “autonomía científica” resulta del
mantenimiento de sujetos diferenciados, sometidos a un estatuto especial
y de soluciones legales diferentes para algunos casos, la “autonomía docente” es la
necesaria consecuencia de tales autonomías y, por último, no existen óbices legales para
la “autonomía jurisdiccional” nacional y/o local del referido “Derecho Comercial”. No
obstante ello, el “pecado nominalista” exigirá al intérprete, en algunos casos, investigar sobre el
régimen (civil o comercial) aplicable y sus consecuencias.

Por su parte, deben anotarse como deudas del legislador con la materia mercantil la reformulación
del régimen de “contabilidad y estados contables” (sistema de registros contables), que deberá
adecuarse a su carácter publicista, y la definición por ley de fondo del “registro
público” (registro mercantil), estableciendo su competencia, presupuestos sustanciales y efectos de
las inscripciones, debiendo regir interín las normas locales.

LOS FIDEICOMISOS “ATÍPICOS”: CASOS, RIESGOS LEGALES Y


PREVENCIÓN

Fuente: Eduardo Favier Dubois ( h)


 Frente a la gran proliferación de “negocios de fideicomiso”, principalmente en materia de
construcción de inmuebles, financiamientos bancarios e inversiones agrícolas, cabe preguntar qué
hace falta para que desde el punto de vista legal exista un “fideicomiso” y, por ende, se configure
un patrimonio separado, inmune a los riesgos ajenos al negocio en sí -como son el arrepentimiento,
quiebra o muerte de las partes y/o la acción de sus acreedores individuales- y, sobre todo, exento
del riesgo de quiebra.

¿Es suficiente dar a un contrato el nombre de “fideicomiso”, calificar a la parte que entrega una


cosa como “fiduciante” y a la parte que la recibe como “fiduciario”, o es necesario algo más?
A nuestro juicio, para que se configure un “fideicomiso” no alcanza con un mero nominalismo y es
necesario que se cumplan ciertos requisitos o presupuestos legales, formales y materiales, exigidos
tanto por el régimen actual de la ley 24.441 (arts. 1 a 26) como por el futuro régimen del Código

4
Civil y Comercial de la Nación (arts. 1666 a 1707), que son los que determinan en cada caso la
“tipicidad” del contrato de que se trate, o sea, su adecuación a la ley.

Entre tales requisitos de “tipicidad” del fideicomiso, como ya hemos tenido oportunidad de


señalar2, se encuentran los siguientes: que además del “contrato” de fideicomiso haya
una “transferencia” fiduciaria de los bienes (“bifrontalidad”); que haya dos sujetos (fiduciante y
fiduciario) reales e independientes (“alteridad”); que el verdadero “fiduciario” sea el designado y
no otro (“transparencia”); que cumpla su rol de administrar y disponer sobre el
patrimonio fideicomitido (“especificidad de roles”); que siendo el fideicomiso un mero instrumento
el negocio subyacente sea claro y sea lícito (“vehicularidad” y “legalidad”); que el fideicomiso no
reemplace a otro negocio típico de órden público (“infungibilidad”); y que sus clásulas respeten las
reglas de tutela del deudor contenidas en normas indisponibles del sistema jurídico (“respeto de
tutelas”).

Como derivación de ello, cuando tales requisitos de tipicidad no se encuentren presentes, se estará
ante los que hemos denominado “fideicomisos atípicos”, entre los que señalamos, a título de
ejemplo, los siguientes casos:

1.-Fideicomisos sin transferencia de bienes: Se presenta cuando el contrato se firma pero nunca se


cumplen los requisitos legales y materiales para la transferencia de los bienes a favor del fiduciario
y a título de fideicomiso (tradición, notificaciones, escrituras, inscripciones registrales,
etc.). Se suele preentar en los “fideicomisos de caja”3 cuando los fondos no están en las cuentas del
fiduciario y en los “fideicomisos financieros” cuando la cesión de la cartera de créditos no se
notificó a los deudores4 (“bifrontalidad”).

2.-Fideicomisos sin “fiduciante” al momento de instrumentarse. Ocurre en algunos


fideicomisos cuando un fiduciario profesional estructura el fideicomiso, dicta todas sus cláusulas, y
luego sale a buscar fiduciantes-beneficiarios que adhieran y realicen aportes (“alteridad”)5.

3.-Fideicomisos con identidad sustancial entre fiduciante y fiduciario. Se presenta, entre otros


casos, cuando el fiduciante y el fiduciario integran un mismo grupo económico y responden a una
única voluntad y control (“alteridad”).

4.-Fideicomisos con fiduciario “aparente” que encubre al “desarrollador” como fiduciario


“oculto”. En algunos casos, el “dueño del negocio” es el desarrollador, que es quien arma el
negocio, fija las reglas, asigna los roles, elige a los fiduciantes originales, designa al fiduciario,
designa a la empresa constructora, administra e invierte los fondos recibidos, pero actúa sin asumir
ningún rol formal en el contrato y sin asumir responsabilidad alguna frente a las otras partes y a los
terceros, cuando en realidad es quien tiene el poder de ejercicio sobre la propiedad
fiduciaria (“transparencia”).

5.-Fideicomisos donde el fiduciario delega sus deberes al fiduciante o a otros sujetos. A veces el


fiduciario no administra sino que delega la administración al propio fiduciante
(casos Bonessi donde quien cobraba las cuotas fideicomitidas era el propio deudor6, y de algunos
fideicomisos inmobiliarios de garantía7), o delega a un tercero (cuando en los fideicomisos
agrícolas se traslada la explotación a una sociedad anónima, o en los de construcción se contrata
una empresa que se hace cargo de todo8) (“especificidad de roles”).

6.-Fideicomisos que se instrumentan para violar una prohibición o incompatiblidad legal del


fiduciante. Lo que el fiduciario no puede hacer por sí tampoco lo puede hacer mediante un
fideicomiso. Se presenta en los fideicomisos societarios cuando los directores accionistas
transfieren sus acciones para que el fiduciario vote y apruebe su gestión, lo que ellos no pueden
hacer (art.241 ley 19.550) (“vehicularidad” y “legalidad”).

5
7.-Fideicomisos para titularidad de una “empresa comercial” en reemplazo de una sociedad
típica. Si dos o mas personas entregan fondos a un tercero por treinta años para que éste ponga en
marcha un negocio relativo a una explotación empresaria, lo administre, les rinda cuentas,
les entregue las utilidades periódicas y, al final del plazo, lo liquide y entregue el remanente
¿pueden optar libremente por instrumentar un “fideicomiso” o deben necesariamente constituír una
“sociedad” y someterse al “orden público societario” (formalidad, capacidad, inscripción registral,
contralor estatal, régimen de capital y dividendos, contabilidad, fiscalización, responsabilidad de
socios y administradores y eventual declaración de quiebra)? Si bien se trata de un tema
controvertido9, entendemos que debe acudirse necesariamente al régimen
societario (“infungibilidad”)

8.-Fideicomisos de garantía con adjudicación directa de bienes al acreedor en caso de


incumplimiento. Las normas de tutela del deudor contenidas en las normativas de la hipoteca y de
la prenda, por las cuáles el acreedor no puede adjudicarse directamente el bien sino que debe
venderlo en subasta pública (vgr. art. 3222 del código civil), ¿pueden soslayarse en un fideicomiso
de garantía adjudicando el bien directamente al acreedor?. Entendemos que no (“respeto de
tutelas”).

Ahora bién, estas “atipicidades”, muchas de ellas opinables, carecen de mayor interés mientras las
partes del fideicomiso y los terceros involucrados cumplan debidamente sus obligaciones.

El problema se plantea cuando aparecen los incumplimientos y, sobre todo, al momento de la


“insuficiencia” del fideicomiso10, lo que está comenzando a manifestarse desde hace ya un tiempo
con fundamentos “internos” de cada fideicomiso (abusos de los
organizadores, indebidos apalancamientos, desvíos de fondos recibidos, mala administración,
etc.) y fundamentos “externos” (crisis económica general donde conviven depresión, inflación,
presión tributaria y restricciones cambiarias).

En tales supuestos, a los riesgos propios de cada negocio y a los riesgos de la mala
administración, se suman a nuestro juicio, en los casos de “fideicomisos atípicos”, determinados
riesgos legales.

Es así que la ausencia de los elementos tipificantes antes referidos podrá determinar que los


bienes aportados puedan seguir siendo agredidos por los acreedores del fiduciante-deudor para
quienes el fideicomiso no es oponible, que se trate de un fideicomiso “nulo” con obligaciones de
restitución de lo entregado, que el “fiduciario” y/o el “desarrollador” deban hacer frente
a responsabilidades no previstas, que se impute lo actuado por el fiduciario al fiduciante, que se
considere configurada una “sociedad atípica” y, por ende, que el fideicomiso pueda ser declarado
en quiebra, y/o que se anulen las adjudicaciones de bienes, según sea el caso.

Sobre tales bases, entendemos conveniente que los operadores jurídicos en materia de fideicomisos
(abogados, escribanos, contadores, corredores, etc.) tengan en cuenta dichas contingencias al
momento de asesorar a sus clientes y de estructurar los respectivos instrumentos, de modo
de eliminar o reducir los casos de “atipicidad” permitiendo consolidar un instituto jurídico
excepcional para facilitar los negocios en el mundo moderno como es el “fideicomiso”.

APUNTES APORTADOS POR EL DR. CLEMENT SOBRE DOCUMENTOS


COMERCIALES:

A.- CHEQUE
Un cheque es una orden de pago pura y simple librada contra el banco en el cual el librador
tiene fondos depositados a su orden en cuenta corriente bancaria, o está autorizado para
girar en descubierto. En tanto "orden" dada al banco, el cuentacorrentista a través del
6
cheque hace uso de la disponibilidad de crédito con que cuenta
Existen tres clases de cheques: los cheques comunes, los de pago diferido y los
cancelatorios. Los cheques comunes son pagaderos el día de su presentación (que no puede
exceder de 30 días contados desde su emisión). Los cheques de pago diferido constituyen 
una  orden  de  pago librada por un plazo de entre 1 y 360 días a partir de
su emisión (en este caso también hay un plazo máximo de 30 días para presentar el cheque
desde la fecha de vencimiento fijada por el librador para el pago)
El cheque común es una orden de pago pura y simple librada contra un banco, en el cual el
librador tiene fondos depositados a su orden en una cuenta corriente o autorización para
girar en descubierto.
El cheque de pago diferido es una orden de pago librada a días vista, a contar desde su
presentación para registro en una entidad autorizada, contra esta u otra entidad en la cual el
librador, a la fecha de vencimiento, debe tener fondos suficientes depositados a su orden en
cuenta corriente o autorización para girar en descubierto, dentro de los límites de registro
que autorice el banco girado.
El cheque cancelatorio es un medio para la cancelación de obligaciones de dar sumas de
dinero. A diferencia de los demás tipos de cheques, los cheques cancelatorios son emitidos
por el BCRA (quien los entrega a los bancos en consignación a medida que las entidades
registran pedidos del público). Tienen una validez de 30 días corridos desde la fecha que
figura en el documento, y pueden tener hasta dos endosos. Además, tienen la particularidad
de ser un instrumento bimonetario, ya que pueden ser reclamados al banco en pesos o en
dólares según lo prefiera su legítimo tenedor, y son emitidos con sólo tres denominaciones:
$5.000, $10.000 y $50.000.

Los elementos que debe contener un cheque son:

-La denominación "cheque" inserta en su texto.


-Un número de orden impreso en el cuerpo del cheque.
-La indicación del lugar y de la fecha de creación.
-El nombre de la entidad financiera girada y el domicilio de pago.
-La orden pura y simple de pagar una suma determinada de dinero, expresada en
letras y números, especificando la clase de moneda. Si la cantidad escrita en letras
difiriere de la expresada en números, prevalece lo escrito.
-La firma del librador.

Los cheques pueden ser emitidos por cualquier titular de una cuenta corriente o apoderado
autorizado, mientras no hayan sido notificados del cierre o suspensión del servicio de pago
de cheques.

Los cheques pueden depositarse en una cuenta bancaria o cobrarse por ventanilla mediante
la presentación de un documento que identifique al beneficiario.

Los cheques con cruzamiento general o especial pueden ser pagados directamente a los
clientes (titulares de cuentas corrientes y/o de cajas de ahorros de la entidad girada),
mientras que los cheques librados con la cláusula “Para acreditar en cuenta” solo pueden
efectivizarse mediante el deposito en una cuenta bancaria

Aquellos cheques por montos superiores a $50.000 no pueden cobrarse por ventanilla,
salvo que se trate de cheques librados a favor de los titulares de las cuentas sobre las que se
giren, o de valores a favor de terceros destinados al pago de sueldos y otras retribuciones de
carácter habitual por importes que comprendan la nómina salarial en forma global.

Entre las causas por las que un cheque puede ser rechazado se encuentran:
7
-Insuficiencia de fondos

-Defectos formales: aquellos defectos verificados en la creación del cheque no


advertidos por el beneficiario por su mera apariencia;
-Otros motivos: aquellos que generan la imposibilidad de proceder al pago de un
cheque o que no existían o eran desconocidos por el librador al momento de su emisión
(taxativamente definidos por la reglamentación).

Aquellos cheques extendidos a favor de una persona pueden transmitirse por endoso,
siempre que no hayan sido librados con cláusula “no a la orden” seguida del beneficiario
designado por el librador. El límite de endosos es de un endoso para los cheques comunes y
de dos endosos para los cheques de pago diferido. En el caso de que la cantidad de endosos
exceda la permitida, los cheques presentados al cobro serán rechazados por la causal “otros
motivos”.

B.- PAGARE

El pagaré es un título de crédito, con determinadas formalidades, que contiene la promesa pura y
simple de pagar una cantidad de dinero a una persona determinada.

Según el artículo 94 de la Ley Cambiaria y del Cheque, para que un documento  sea considerado
pagaré, ha de cumplir los siguientes requisitos:

 a).- Ha de contener la palabra pagaré literalmente escrita en el documento, sin que sean válidas
otras palabras o expresiones similares como pagará, páguese, etc..

Además, algunos juristas no aceptan la validez del efecto si la denominación “pagaré” aparece
puesta en el margen o en una esquina del documento, manteniendo que debe figurar en la frase
central del documento que contiene la promesa de pago.

La palabra pagaré puede escribirse en español o en cualquier idioma autonómico, pero todo el
pagaré ha de estar íntegramente redactado en el mismo idioma, ya que, en caso contrario, el
documento no se considerará pagaré.

b).- Debe contener la promesa de pago de una cantidad de dinero en euros o en moneda extranjera,
expresada en números o en letras, sin que sea válido pagar con otros bienes que no sean dinero.

c).- Debe señalar un vencimiento, que es el momento en que será abonado el pagaré.
Aunque existen distintos tipos de vencimiento (a la vista, a un plazo desde la vista, a un plazo
desde la fecha…), en la práctica, casi siempre se señalará el vencimiento del pagaré a una fecha
fija, escrita en el documento con números o letras.

La fecha de vencimiento no puede ser alterada o manipulada y siempre ha de tratarse de una fecha
concreta, posible y cierta. Cualquier incumplimiento de los anteriores requisitos, conlleva la
nulidad del pagaré.

d).- Debe designar un lugar de pago, exigiéndose únicamente indicar la población, sin necesidad de
especificar la calle y el número del lugar de pago o la cuenta bancaria donde se cargará el importe
del pagaré el día de su vencimiento, aunque habitualmente estos datos figurarán en el documento
porque, en la práctica, siempre se domicilia su pago en una cuenta bancaria del firmante.

Si faltase el lugar del pago, se entenderá suplido por el lugar de emisión.


8
e).- Debe designar un tomador, es decir, debe indicar el nombre de la persona o sociedad concreta a
cuyo favor se emite el pagaré, legalmente denominada beneficiario, siendo nulos los pagarés
emitidos al portador.

f).- Debe figurar el lugar y fecha emisión del pagaré. Si falta la fecha o el lugar de emisión, el
pagaré es nulo, aunque la ausencia del lugar de emisión puede subsanarse teniendo por tal lugar el
que figure junto al nombre del firmante o emisor del pagaré

g).- Debe constar la firma del emisor del pagaré, que es la persona o entidad obligada a pagarlo a su
vencimiento. Por el momento, la tendencia de los Juzgados es exigir que la firma sea manuscrita y
original, pese a los avances técnicos y a la necesidad de grandes empresas de emitir, en ocasiones,
un gran volumen de pagarés.

Cuando el emisor del pagaré es una sociedad, la persona que lo firme en su nombre debe consignar
la denominación de la entidad que representa, ya escribiéndola, ya estampando el sello o antefirma
de la sociedad junto a su firma, con la finalidad de que la que quede obligada al pago sea la
mercantil, ya que, de no hacerlo así, será la persona que firme quien quede obligado a pagarlo a su
vencimiento con cargo a su patrimonio particular.

A diferencia de lo que ocurre con la letra, no existe un modelo oficial de pagare en papel timbrado,
por lo que ha de considerarse que cualquier documento que reúna los requisitos enumerados
anteriormente tendrá la consideración de pagaré.

Los anteriores son los requisitos mínimos que debe contener un documento para que pueda ser
considerado “pagaré”. Si falta alguno de ellos, el documento tendrá mayor o menor valor jurídico
según el caso, pero no será un “pagaré” y no gozará de las ventajas que conlleva serlo a la hora de
reclamarlo por impago, transmitirlo a terceros, etc.

IMPACTOS SOBRE LA ACTIVIDAD EMPRESARIA DEL NUEVO CODIGO


CIVIL- FUENTE DR. EDUARDO FAVIER DUBOIS
El nuevo Código Civil y Comercial de la Nación, aprobado recientemente por ley 26.994, ha
despertado cuestionamientos vinculados a su trámite parlamentario, y a sus soluciones en materia
de los derechos de “igualación” y de bioética, entre otros.

Más allá de eso, en lo que se refiere a las actividades empresariales, su impacto es marcadamente
positivo, tal como resulta de la siguiente enumeración:

-Favorece la radicación y actuación de las empresas extranjeras y multinacionales al permitirles


contar en el país con una subsidiaria totalmente integrada mediante la nueva figura de la “Sociedad
Anónima Unipersonal”, lo que elimina el “riesgo de agencia” (deslealtad del otro socio).

-Permite la descentralización operativa y patrimonial de empresas locales de cierta magnitud al


posibilitarles constituir una o más “sociedades anónimas unipersonales” a condición de cumplir
ciertos requisitos (pluralidad de directores, de síndicos y fiscalización estatal permanente).
-Facilita los acuerdos entre empresas independientes, los “joint ventures”, los consorcios y las
alianzas estratégicas, mediante un régimen abierto de “contratos asociativos” que pueden no
inscribirse y que no tienen configuración societaria ni riesgo de quiebra.

-Facilita la formación y actuación de “holdings” y de grupos empresarios al permitir que las


sociedades anónimas sean socias de las SRL y de contratos asociativos.

9
-Facilita las sociedades y emprendimientos entre cónyuges al darles plena capacidad para celebrar
contratos entre sí.

-Limita la responsabilidad de los empresarios en materia societaria y concursal al establecer la


responsabilidad “mancomunada” en las sociedades informales, sin extensión de quiebra al socio en
caso de insolvencia social.

-Limita la responsabilidad de los empresarios en materia laboral al disponer que en el contrato de


franquicia el franquiciante no responde por las obligaciones laborales del franquiciado, salvo el
caso de fraude.

-Fija límites temporales a la responsabilidad fiscal al reducir el plazo general de prescripción de


deudas de diez a cinco años, el que debe prevalecer sobre los mayores plazos de las normas fiscales
locales.

-Refuerza el valor obligatorio de los contratos asociativos y de sociedad, y de la autonomía de la


voluntad, al disponer el carácter vinculante de sus cláusulas para las partes y para los terceros que
las conocieron al contratar, aunque no estuvieren inscriptas.

-Favorece a las empresas familiares con soluciones legales que les permiten evitar conflictos y
lograr una mejor programación patriomonial y sucesoria, como son el “pacto de herencia futura”, la
reducción de la “legítima hereditaria”, que pasa de 4/5 a 2/3 en el caso de los hijos, el valor del
“protocolo familiar” como contrato y la opción por matrimonios con separación de bienes, entre
otras medidas.

-Favorece a las sociedades de profesionales al permitirles optar por constituir una “agrupación de
colaboración” o un “consorcio de cooperación”, con libertad de formas y sin personalidad jurídica
ni fiscal.

-Impone reglas imperativas en Clubes de Campo y Barrios Cerrados, aunque sean sociedades
anónimas, tales como la no exención de pagar expensas por el desarrollador, la remoción por
mayoría del administrador designado por éste y la prohibición de la bolilla negra en las
transferencias de propiedades, donde sí admite un derecho de preferencia.

-Respeta a los depósitos hechos en dólares, donde debe devolverse la misma moneda, pero dispone
el pago de las obligaciones en moneda extranjera por su “equivalente”, lo que puede dar lugar a la
aplicación del cambio oficial y exige pactar cláusulas especiales de equivalencia.

En definitiva, si bien el nuevo régimen legal comenzará a tener vigencia a partir del 1º de enero de
2016, parece conveniente que los empresarios y sus asesores comiencen a tomar nota de las
posibilidades que les brinda, de modo de prepararse adecuadamente para aprovechar sus ventajas.

LA SOCIEDAD DEVENIDA UNIPERSONAL: CONFIGURACION,


RESPONSABILIDADES INTERNAS Y SU MODO DE SUBSANACION. POR
EDUARDO M. FAVIER DUBOIS (PATER) Y EDUARDO M. FAVIER DUBOIS
(H).

El trabajo señala una corriente doctrinaria y jurisprudencial que, con la ley vigente, es proclive a
aceptar la unipersonalidad societaria sobreviniente sin disolución. Considera que los
administradores no son responsables por no disolver la sociedad si la causal no fue declarada por la
sociedad o por el juez, salvo que sean cómplices. Y postula que en todos los casos la sociedad

10
puede “reactivarse” incorporando otro socio después de vencido el plazo legal de tres meses, sin
efecto retroactivo y mientras no se haya concluido con la liquidación de su patrimonio)

1.-LA SOCIEDAD UNIPERSONAL. 1.1. La sociedad unipersonal en el derecho comparado. La


necesidad de otorgar al comerciante una estructura jurídica de organización empresaria que le
permita limitar el riesgo empresario al capital invertido, ha llevado a muchos países a admitir las
denominadas sociedades unipersonales. El Principado de Liechtenstein en el año 1926 reconoce un
importante antecedente de sociedad unipersonal en su Código Civil (art. 637 y sigs.). El maestro
Anaya1 , destaca como antecedente el proyecto redactado en el año 1934 por Vivante, De
Gregorio, Biamonti, y Fre, que finalmente no fuera contemplado por el Código italiano de 1942. Se
destaca también la consagración legislativa de la sociedad unipersonal, con la sanción en
Dinamarca de la ley del 13 de junio de 1973. Otro antecedente es la ley brasileña de Sociedades por
Acciones de 1976, la que admite la sociedad unipersonal en el presupuesto de la subsidiaria
integral, limitando tal posibilidad al hecho de que sea el único accionista una sociedad brasileña
(arts. 241 a 253). Tanto en Alemania, Bélgica y Francia se admiten sociedades unipersonales bajo
la forma de responsabilidad limitada. La Einmann GmbH alemana, a partir del 4 de julio de 1980,
la Société priveé à Responsabilité Limitée belga, a partir del 26 de junio del año 1986, y la Societe
à Responsabileté Limiteé francesa, a partir de la ley 85-697 del 11 de jullio de 1985. Más
recientemente, al Duodécima Directiva de la Comunidad Económica Europea se manifestó a favor
de la sociedad unipersonal, sancionando la sociedad de un “solo socio” . Entre aquéllos que
permiten a las sociedades originalmente unipersonales, o la empresa individual de responsabilidad
limitada, pueden mencionarse: Costa Rica, Panamá, El Salvador, Dinamarca, Perú, Francia,
Bélgica, Holanda, Japón, Alemania, Luxemburgo, España, Inglaterra, Italia, Paraguay, Portugal,
Chile, la Unión Europea y los Estados Unidos . 1.2. La recepción de las modernas tendencias en
Argentina. La tendencia internacional a favor de la admisión y legislación de la sociedad
unipersonal se ha visto reflejada en el país en numerosos proyectos de reforma que propusieron
aceptar la constitución de sociedades anónimas o de responsabilidad limitada por una sola persona.
En ese sentido, cabe mencionar: el proyecto de Aramouni y Ball Mina de 1989, el Proyecto de
Unificación de la Legislación Civil y Comercial (sancionado por ley 23042, vetada por el decreto
2719/91); el proyecto de las comisiones creadas por el decreto 468/92 y 685/95; y el proyecto de
reformas a la Ley de Sociedades del año 2005, elaborado por los doctores Anaya, Etcheverry y
Bergel4 . En efecto, el Anteproyecto de Reforma a la Ley de Sociedades Comerciales, presentado
por la comisión designada por la resol. MJDH 112/02, admite la unipersonalidad. Así agrega en su
artículo primero el siguiente párrafo: Las sociedades de responsabilidad limitada y las sociedades
anónimas pueden ser constituidas por una sola persona” , pero establece una serie de pautas que
fueron oportunamente objeto de críticas por falta de contrapesos suficientes. Finalmente, en el
Proyecto de Código Civil y Comercial de la Nación, con trámite parlamentario hoy vencido, la ley
de sociedades comerciales 19.550 cambia de nombre por el de “ley general de sociedades” y, entre
otras modificaciones, se introduce la figura de la “sociedad anónima unipersonal”. Los requisitos
de esta nueva categoría son relativamente simples: solo se admite que sean unipersonales las
sociedades anónimas (art.1º), se trata de un acto jurídico unilateral, no puede ser único socio otra
sociedad anónima unipersonal (art.1º), la denominación debe ser “sociedad anónima unipersonal,
su abreviatura o la sigla “S.A.U.” (art. 164); la integración del aporte debe ser un 100% al
momento de la constitución (art.187), están sujetas a fiscalización estatal permanente (art. 299
inc.7º), lo que implica que deban tener sindicatura plural (art.284, segundo párrafo, ley 19.550) y
directorio plural en forma obligatoria (art.255, segundo párrafo, ley 19.550), en una regulación que
también ha sido criticada7 sobre un tema oportunamente controvertido en la doctrina nacional.

.La exigencia de la pluralidad de socios en la constitución de la sociedad en el derecho vigente. No


obstante las tendencias internacionales y proyectos locales, la ley argentina actualmente vigente
mantiene el criterio tradicional y la exigencia de la pluralidad de socios está contemplada en el art.
1° de la Ley de Sociedades Comerciales Nº 19.550 (en adelante LSC), en cuanto establece que
“habrá sociedad comercial cuando dos o más personas en forma organizada, conforme a uno de los
tipos previstos en esta Ley, se obliguen a realizar aportes para aplicarlos a la producción o
intercambio de bienes o servicios participando de los beneficios y soportando las pérdidas”. Al

11
respecto, no existen dudas que tal pluralidad de accionistas debe existir al momento de la
constitución de la sociedad. De lo contrario, la sociedad es nula como tal. La doctrina de la
unipersonalidad “sustancial”. Esta doctrina sostiene que la pluralidad de socios es un requisito
sustancial y no meramente formal, o sea que no se admite que para formar la pluralidad se acuda a
prestanombres o meros testaferros. Se trata de una cuestión indiscutible atento el claro contenido
del art. 1º de la ley de sociedades comerciales 19.550: el mínimo son dos socios, encontrándose
entonces excluidas de nuestro derecho las sociedades sustancialmente unipersonales, denominadas
también “sociedades de cómodo”. Nuestro ordenamiento jurídico no admite, como regla general, la
unipersonalidad originaria. Esta pluralidad de socios debe ser real, ya que de existir socios
prestanombre en detrimento de la pluralidad de partes, se trataría de una sociedad inexistente
constituida en fraude a la ley. Sin embargo, el principio reconoce excepciones cuando se trata de
situaciones derivadas y razonablemente justificadas, o sea situaciones que excluyen la utilización
de un prestanombre o socio aparente. Una de las excepciones a la unipersonalidad sustancial, está
expresamente contemplada en el art. 55, último párrafo, RG (IGJ) 07/05, que establece que la
doctrina de la unipersonalidad sustancial “no se aplica si la sociedad que se constituye debe
someterse a normas especiales que imponen o permiten participaciones cuasiintegrales”. Por su
parte, el Art. 99 de la RG (IGJ) N° 7/05, establece que “la afectación de la pluralidad sustancial de
socios preexistente a la asamblea que resolvió el aumento de capital, no obsta a la inscripción del
mismo si dicha afectación se produjo como consecuencia de las conductas seguidas por los
accionistas en orden al ejercicio de sus derechos de suscripción preferente y de acrecer o como
consecuencia de la división por vía sucesoria de la participación accionaria del causante” Vale
decir que la unipersonalidad sustancial no se aplica si se explica que la mínima tenencia accionaria
tiene una causa legítima de existencia. Los límites cuantitativos para la unipersonalidad
“sustancial”.

¿Hasta que punto una participación mayoritaria se considera configurando una unipersonalidad
sustancial?. La doctrina y jurisprudencia han considerado que hay unipersonalidad sustancial en
casos donde la tenencia del mayoritario superaba al 99% del capital y de los votos, pero sin fijar
una pauta general de apreciación. Al respecto, cabe señalar que ningún artículo de la ley 19.550
establece un porcentual mínimo necesario de tenencia accionaria por parte del accionista
minoritario, sino únicamente se establecen participaciones accionarias mínimas para el ejercicio de
ciertos derechos. En tal sentido, se concede a los accionistas “que representen por lo menos el 5%
del capital social” el derecho a solicitar la convocatoria a asambleas (art. 236 LSC) y la
responsabilidad de los directores se extingue por aprobación de la asamblea “si no media oposición
del cinco por ciento del capital social, por lo menos” (art. 275, LSC). Por otra parte, es obligación
de los síndicos “investigar las denuncias que le formulen por escrito accionistas que representen no
menos del dos por ciento del capital social” (art. 294, inc. 11, LSC). Vale decir que la propia ley
legitima tenencias de solo el 2% por lo que mal podría considerarse esa participación cuantitativa
como contraria a la propia ley.

2.-EL REGIMEN DE LA UNIPERSONALIDAD SOBREVINIENTE. Normativa legal. El art. 94,


inc. 8º, de la LSC establece que “la sociedad se disuelve: [...] 8) Por reducción a uno del número de
socios, siempre que no se incorporen nuevos socios en el término de tres (3) meses. En este lapso el
socio único será responsable ilimitada y solidariamente por las obligaciones sociales contraídas”.
Vale decir que las consecuencias legales para el caso de que la sociedad pase a ser unipersonal son:
a) responsabilidad ilimitada del único socio; b) disolución de la sociedad si a los tres meses no se
reconstituye la pluralidad. c) mantenimiento diferenciado de la personalidad de la sociedad
respecto de la personalidad del socio. Sin embargo, la aplicación de tales efectos no es pacífica ya
que hay casos donde la ley o calificada doctrina admiten la legalidad de la unipersonalidad
sobreviniente, conforme se analiza a continuación.

El “cramdown” o salvataje en el concurso preventivo. La unipersonalidad ha sido admitida por la


jurisprudencia en el instituto del cramdown a través del art. 48 de la ley de concursos, así en los
autos “Ferroviaria S.A. s/conc. prev. (hoy cramdown)” se resolvió que la norma del art. 1° LSC no
constituye impedimento para una nueva forma social como la que surge por aplicación del art. 48

12
de la ley 24.522, que implica la posibilidad de que una persona física se constituya en titular del
100% del paquete accionario de una sociedad sometida al procedimiento del cramdown, sea que se
tratare de una sociedad de responsabilidad limitada o de una sociedad anónima, pues de otro modo
se estaría en presencia de una trampa legal, considerando que la finalidad del art. 48 LCQ justifica
la excepción a la norma del art. 1° LSC12 .

El régimen de transparencia en la oferta pública y la adquisición total de las acciones por el socio
mayoritario. También la unipersonalidad ha sido expresamente admitida por el Dto. 677/01 que
regula la transparencia en la oferta pública. En efecto, según el art. 29 del decreto 677/01 la causal
de disolución prevista por el art. 94, inc. 8., de la LSC no rige cuando una sociedad bajo control
casi total (que uno de sus accionistas detente por lo menos el 95% del capital suscripto) realice una
oferta de adquisición de las acción de las acciones de los socios minoritarios13, en norma
reproducida por la actual Ley de Mercado de Capitales 26.831, art. 95, ante último párrafo. 2.4. La
doctrina sobre el negocio indirecto o simulación lícita. Importante doctrina sostiene que la
existencia de una sociedad con la participación cuasi integral de un solo socio no importa un
negocio simulado sino un negocio indirecto o fiduciario. Así, en la opinión de Otaegui, la sociedad
de un solo socio es admisible por la vía de la simulación lícita.15 El autor citado sostiene: “La
simulación relativa del carácter jurídico, o sea de la causa- fin de un acto, no implica de por sí la
invalidez del mismo. Así, el Cód. Civ., art. 958, dice: “Cuando en la simulación relativa se
descubriese un acto serio, oculto bajo falsas apariencias, no podrá ser éste anulado desde que no
haya en él la violación de una ley, ni perjuicio a tercero”, en lo que concuerda con el Cód. Civ., art.
957:”La simulación no es reprobada por la ley cuando a nadie perjudica ni tiene un fin ilícito”

El fallo “Great Brands Inc.” y la legitimación de la unipersonalidad sobreviniente. Finalmente, que


la sanción por unipersonalidad está en retirada lo comprueba el fallo del 25/09/2002, de la Cámara
Nacional de Apelaciones en lo Comercial, Sala C, en los autos “Great Brands Inc. s/conc. Prev.”,
en el que el Tribunal admitió la apertura del concurso preventivo de una sociedad extranjera
unipersonal a la que debía aplicarse la ley argentina. Así, se admitió la existencia legal de una
sociedad nacional unipersonal y su legitimación para ser sujeto de concurso preventivo (arts. 2, 5 y
68 LCQ), con invocación de las situaciones referidas en los puntos precedentes, sin que
corresponda generalizar el desconocimiento de la imputación diferenciada.

3.-LA OPERATIVIDAD DE LA DISOLUCION SOCIAL EN EL CASO DE


UNIPERSONALIDAD.¿Cuándo se configura la reducción a uno del número de socios?. La causal
se configura en el momento de la declaración de ser unipersonal hecha por la propia sociedad o
cuando el juez la declare. Por la propia sociedad: “…el momento en que se produce la reducción a
uno del número de socios a los efectos del art. 94, inc. 8°, coincide con el momento en que el
órgano constata y declara su acaecimiento”. O sea que la causal de disolución por reducción a uno
del número de socios no opera de pleno derecho, dada la alternativa que tiene el socio único de
decidir la disolución de la sociedad o la continuación de ella mediante la recomposición de la
pluralidad incorporando un nuevo socio18. Esto es, la disolución requiere la declaración por la
sociedad.

Casos en que es necesaria la declaración judicial de unipersonalidad. Cuando hay dos socios con
personalidad jurídica diferenciada entre sí, no existe un hecho generador de la disolución, la que
solo podría operar previa declaración judicial. Es que si no se produce la declaración por la
sociedad, la unipersonalidad requiere la existencia de un trámite judicial: “...la causal no opera de
pleno derecho porque la eventual reducción a uno del número de socios y el mantenimiento de esta
situación durante el plazo legal son circunstancias de hecho que deben ser constatadas ya sea por la
sociedad –a través del socio único- o por el juez a solicitud de parte interesada” . Y solo opera
cuando la declare el juez: “…lo que el juez debe declarar como causa generadora de la disolución
(art. 97) es, en este caso, el acaecimiento de la reducción a uno del número de socios y el
mantenimiento de esta situación durante el lapso de tres meses sin que se haya reconstituido la
pluralidad”

13
3.3. La demanda de desestimación de personalidad por unipersonalidad y sus límites. La acción
judicial debería incluir, como presupuesto para la procedencia de la disolución por unipersonalidad
sobreviniente, la “desestimación de la personalidad jurídica” diferenciada, prevista por el art. 54,
3er. párrafo, de la LSC, respecto de las personalidades del socio y de su controlante. Para Serik, el
gran exponente en Europa de la teoría de la desestimación de la personalidad jurídica de las
sociedades comerciales, se deben dar dos supuestos: a) el abuso en la utilización de la persona
jurídica cuando se utiliza para burlar la ley, quebrantar obligaciones contractuales o perjudicar
fraudulentamente a terceros; b) que se trate de una regla del derecho de sociedades de valor tan
fundamental que no deba encontrar obstáculos ni de manera indirecta, pero teniendo en cuenta los
motivos de orden legislativo y las necesidades económicas. En nuestra doctrina la desestimación se
considera, en general, con carácter restrictivo y aplicable en casos de interés público, v.gr.,
derechos fiscal y económicos . Además en materia de unipersonalidad sobreviniente, la doctrina ha
fijado cuatro casos de inoponibilidad y actividad ilícita vinculados a la sociedad aparente o
constituida en fraude a los acreedores o que opera en insolvencia: a) Bi/plurilateralidad genética
simulada ilícitamente; b) sociedad de cómodo, unipersonalidad encubierta; c) infracapitalización
material constitutiva; d) sociedad con actividad ilícita inicial. Ellos, unidos a la finalidad de la
norma y las necesidades económicas, también resultan de utilidad en cuanto a la titularidad de la
acción de desestimación. Es claro que la ley sanciona la unipersonalidad no en su aspecto formal,
por ello el legislador la acepta en determinados casos (v.gr. sociedades del Estado), sino la
situación de perjuicio o abuso que existe detrás de ella. O sea que la unipersonalidad supone un
sujeto particular que indebidamente limita su responsabilidad, lo que no puede predicarse del
Estado cuando es el único socio de una sociedad.

4.-LA RESPONSABILIDAD DE LOS ADMINISTRADORES POR LIQUIDACIÓN


DESATENDIDA

La normativa legal. Señala el art. 99 de la ley 19.550 que los administradores con posterioridad a la
declaración de haberse comprobado alguna de las causales de disolución (comprobación de la
unipersonalidad), sólo pueden atender los asuntos urgentes y deben adoptar las medidas necesarias
para iniciar la liquidación. Cualquier operación ajena a esos fines los hace responsables ilimitada y
solidariamente respecto a los terceros y los socios, sin perjuicio de la responsabilidad de éstos.

Momento en el que opera. La responsabilidad de los administradores opera transcurridos los tres
meses de la declaración de la disolución. Así lo sostiene con claridad la doctrina:”toda obligación
social contraída después de transcurrir tres meses desde que la sociedad se redujo a un solo socio y
que no se haya originado en operaciones vinculadas estrictamente a los fines liquidatorios,
impondrá la responsabilidad solidaria e ilimitada del socio y los eventuales administradores no
socios que coexisten con él”.

4.3. Operatividad de la responsabilidad cuando la disolución debe ser resuelta judicialmente.

Si la unipersonalidad no es formal y la misma debe ser resuelta judicialmente, la responsabilidad de


los administradores por no atender la disolución recién opera a partir de la sentencia en la que el
juez declara como causa generadora de la disolución (art. 97, LSC), el acaecimiento de la reducción
a uno del número de socios y el mantenimiento de esta situación durante el lapso de tres meses sin
que se haya reconstituido la pluralidad. Por ello es esencial a los considerandos de la eventual
sentencia la determinación del momento preciso en que aconteció el supuesto fáctico. Mientras no
exista la configuración formal de una causal disolutoria ni su declaración por la asamblea o por
sentencia judicial, no se configura la responsabilidad de los administradores prevista por el art.99
de la ley 19.550 para el caso de liquidación desatendida, a menos que los mismos sean cómplices
de una maniobra de ocultamiento.

5.-LA REVERSION DE LA DISOLUCION POR VIA DE LA REACTIVACION SOCIETARIA.


La doctrina de la reactivación o reconducción societaria. Aun en la hipótesis de que se declarase la
disolución por unipersonalidad sobreviniente, la sociedad dispondría de la posibilidad jurídica de
14
revertirla, evitando la liquidación, por vía de la “reactivación”, cuya doctrina se puede sintetizar
así: - La disolución de una sociedad producida con motivo de la reducción a uno del número de
socios no obsta a su reactivación por la reincorporación de nuevos socios, aún luego de producido
el vencimiento del plazo de 3 meses que la citada norma contempla. - La reactivación de una
sociedad cuya disolución ha operado por la causal contemplada en el art.94, inc.8, de la LSC,
puede ser ordenada cuando se reconstruye la pluralidad de socios con anterioridad al final de la
liquidación. - La inscripción en el Registro Público de Comercio del instrumento mediante el cual
se reactiva la sociedad disuelta por reducción a uno del número de socios, producida luego de
vencido el plazo de 3 meses establecido en el art. 94, inc.8 de la LSC produce efectos a partir de la
efectiva registración, mas ello no afecta retroactivamente las responsabilidades establecidas en la
parte 2a. de la norma antes referida. - Si bien el instrumento de la reactivación de sociedades ha
sido parcialmente receptado en el art. 95, LSC, bajo el nombre de reconducción para aquellos
supuestos que originan la liquidación, tal circunstancia no impide su aplicación a otras causales
legales de disolución, como es el caso de la unipersonalidad sobreviniente vencidos los tres meses
conferidos por la ley.

6.-CONCLUSIONES

Siempre a título de meras propuestas provisorias, sujetas a la dialéctica del pensamiento,


proponemos a los lectores las siguientes conclusiones a modo de síntesis:

1.-La unipersonalidad sobreviniente es causal de disolución de la sociedad en el derecho argentino


vigente si no se reconstituye la pluralidad en tres meses dando lugar a la responsabilidad ilimitada
del único socio; la disolución de la sociedad si a los tres meses no se reconstituye la pluralidad y al
mantenimiento diferenciado de la personalidad de la sociedad respecto de la personalidad del socio.

2.-Sin embargo, a partir de la aceptación generalizada en el derecho comparado de la sociedad de


un solo socio, de los proyectos nacionales, y con fundamento en las reformas legales introducidas
por los arts. 48 de la ley 24.522 y 29 del Dec.677/01 (hoy 95 de la ley 26.831), existe una creciente
línea doctrinaria y jurisprudencial en el país que acepta la unipersonalidad sobreviviente en la
sociedad anónima sin que se configure una causal de disolución.

3.-No existe unipersonalidad sobreviniente cuando se presentan formalmente dos accionistas, con
personalidad jurídica diferenciada y, además, la participación del minoritario en un 2% cumple
plenamente la exigencia de la “pluralidad sustancial” de socios.

4.-Existiendo formalmente dos socios con personalidad jurídica diferenciada, no puede predicarse
la unipersonalidad de la sociedad mientras no exista una sentencia judicial que declare la
desestimación de la personalidad jurídica y la disolución por unipersonalidad sobreviniente, lo que
exige un juicio de conocimiento donde la sociedad sea parte y pueda ejercer sus derechos. 5.-
Mientras no exista la configuración formal de una causal disolutoria ni su declaración por la
asamblea o por sentencia judicial, no se configura la responsabilidad de los administradores
prevista por el art.99 de la ley 19.550 para el caso de liquidación desatendida. En consecuencia, la
normal prosecución del giro social no acarrea responsabilidad alguna a los directores de la sociedad
en los términos del art. 99 de la ley 19.550, salvo que se trate de cómplices de la maniobra de
encubrimiento de la unipersonalidad.

6.-La disolución de una sociedad por unipersonalidad sobreviniente, aún en el caso de declararse
judicialmente, podría ser subsanada antes del final de la liquidación por aplicación de la doctrina de
la “reactivación societaria” por vía de la de incorporación de otro socio.

APORTE PARA LECTURA

MODIFICACIONES A LA LEY Nº 19.550, T.O. 1984:


15
2.1.- Sustitúyese la denominación de la Ley Nº 19.550, T.O. 1984, por la siguiente: “LEY
GENERAL DE SOCIEDADES Nº 19.550, T.O. 1984” y sustitúyense las denominaciones de la
SECCION I del CAPITULO I de la Ley Nº 19.550, T.O. 1984, y de la SECCION IV del
CAPITULO I de la Ley Nº 19.550, T.O. 1984, por las siguientes:

“SECCION I De la existencia de sociedad”; “SECCION IV De las sociedades no constituidas


según los tipos del Capítulo II y otros supuestos.”

2.2.- Sustitúyese el artículo 1° de la Ley Nº 19.550, T.O. 1984, por el siguiente:

“Concepto.
Artículo 1°.- Habrá sociedad si una o más personas en forma organizada conforme a uno de los
tipos previstos en esta ley, se obligan a realizar aportes para aplicarlos a la producción o
intercambio de bienes o servicios, participando de los beneficios y soportando las pérdidas.
La sociedad unipersonal sólo se podrá constituir como sociedad anónima. La sociedad unipersonal
no puede constituirse por una sociedad unipersonal.”

2.3.- Sustitúyese el artículo 5° de la Ley Nº 19.550, T.O. 1984, por el siguiente:

“Inscripción en el Registro Público.

Artículo 5°.- El acto constitutivo, su modificación y el reglamento, si lo hubiese, se inscribirán en


el Registro Público del domicilio social y en el Registro que corresponda al asiento de cada
sucursal, incluyendo la dirección donde se instalan a los fines del artículo 11, inciso 2.
La inscripción se dispondrá previa ratificación de los otorgantes, excepto cuando se extienda por
instrumento público o las firmas sean autenticadas por escribano público u otro funcionario
competente.

Publicidad en la documentación.

Las sociedades harán constar en la documentación que de ellas emane, la dirección de su sede y los
datos que identifiquen su inscripción en el Registro.”

2.4.- Sustitúyese el artículo 6° de la Ley Nº 19.550, T.O. 1984, por el siguiente:

“Plazos para la inscripción. Toma de razón.

Artículo 6°.- Dentro de los VEINTE (20) días del acto constitutivo, éste se presentará al Registro
Público para su inscripción o, en su caso, a la autoridad de contralor. El plazo para completar el
trámite será de TREINTA (30) días adicionales, quedando prorrogado cuando resulte excedido por
el normal cumplimiento de los procedimientos.

Inscripción tardía. La inscripción solicitada tardíamente o vencido el plazo complementario, sólo se


dispone si no media oposición de parte interesada. Autorizados para la inscripción. Si no hubiera
mandatarios especiales para realizar los trámites de constitución, se entiende que los representantes
de la sociedad designados en el acto constitutivo se encuentran autorizados para realizarlos. En su
defecto, cualquier socio puede instarla a expensas de la sociedad.”

2.5.- Sustitúyese el artículo 11 de la Ley Nº 19.550, T.O. 1984, por el siguiente:

“Contenido del instrumento constitutivo.

16
Artículo 11.- El instrumento de constitución debe contener, sin perjuicio de lo establecido para
ciertos tipos de sociedad:

1) El nombre, edad, estado civil, nacionalidad, profesión, domicilio y número de documento de


identidad de los socios;

2) La razón social o la denominación, y el domicilio de la sociedad. Si en el contrato constare


solamente el domicilio, la dirección de su sede deberá inscribirse mediante petición por separado
suscripta por el órgano de administración. Se tendrán por válidas y vinculantes para la sociedad
todas las notificaciones efectuadas en la sede inscripta;

3) La designación de su objeto, que debe ser preciso y determinado;

4) El capital social, que deberá ser expresado en moneda argentina, y la mención del aporte de cada
socio. En el caso de las sociedades unipersonales, el capital deberá ser integrado totalmente en el
acto constitutivo;

5) El plazo de duración, que debe ser determinado;

6) La organización de la administración, de su fiscalización y de las reuniones de socios;

7) Las reglas para distribuir las utilidades y soportar las pérdidas. En caso de silencio, será en
proporción de los aportes. Si se prevé sólo la forma de distribución de utilidades, se aplicará para
soportar las pérdidas y viceversa;

8) Las cláusulas necesarias para que puedan establecerse con precisión los derechos y obligaciones
de los socios entre sí y respecto de terceros;

9) Las cláusulas atinentes al funcionamiento, disolución y liquidación de la sociedad.”

2.6.- Sustitúyese el artículo 16 de la Ley Nº 19.550, T.O. 1984, por el siguiente:

“Principio general.

Artículo 16.- La nulidad o anulación que afecte el vínculo de alguno de los socios no producirá la
nulidad, anulación o resolución del contrato, excepto que la participación o la prestación de ese
socio deba considerarse esencial, habida cuenta de las circunstancias o que se trate de socio único.

Si se trata de sociedad en comandita simple o por acciones, o de sociedad de capital e industria, el


vicio de la voluntad del único socio de una de las categorías de socios hace anulable el contrato.”

2.7.- Sustitúyese el artículo 17 de la Ley Nº 19.550, T.O. 1984, por el siguiente:

“Atipicidad. Omisión de requisitos esenciales.

Artículo 17.- Las sociedades previstas en el Capítulo II de esta ley no pueden omitir requisitos
esenciales tipificantes ni comprender elementos incompatibles con el tipo legal.

En caso de infracción a estas reglas, la sociedad constituida no produce los efectos propios de su
tipo y queda regida por lo dispuesto en la Sección IV de este Capítulo.”

2.8.- Sustitúyese el artículo 21 de la Ley Nº 19.550, T.O. 1984, por el siguiente:

“Sociedades incluidas.
17
Artículo 21.- La sociedad que no se constituya con sujeción a los tipos del Capítulo II, que omita
requisitos esenciales o que incumpla con las formalidades exigidas por esta ley, se rige por lo
dispuesto por esta Sección.”

2.9.- Sustitúyese el artículo 22 de la Ley Nº 19.550, T.O. 1984, por el siguiente:

“Régimen aplicable.

Artículo 22.- El contrato social puede ser invocado entre los socios. Es oponible a los terceros sólo
si se prueba que lo conocieron efectivamente al tiempo de la contratación o del nacimiento de la
relación obligatoria y también puede ser invocado por los terceros contra la sociedad, los socios y
los administradores.”

2.10.- Sustitúyese el artículo 23 de la Ley Nº 19.550, T.O. 1984, por el siguiente:

“Representación: administración y gobierno.

Artículo 23.- Las cláusulas relativas a la representación, la administración y las demás que
disponen sobre la organización y gobierno de la sociedad pueden ser invocadas entre los socios.

En las relaciones con terceros cualquiera de los socios representa a la sociedad exhibiendo el
contrato, pero la disposición del contrato social le puede ser opuesta si se prueba que los terceros la
conocieron efectivamente al tiempo del nacimiento de la relación jurídica.

Bienes registrables.

Para adquirir bienes registrables la sociedad debe acreditar ante el Registro su existencia y las
facultades de su representante por un acto de reconocimiento de todos quienes afirman ser sus
socios. Este acto debe ser instrumentado en escritura pública o instrumento privado con firma
autenticada por escribano. El bien se inscribirá a nombre de la sociedad, debiéndose indicar la
proporción en que participan los socios en tal sociedad.

Prueba.
La existencia de la sociedad puede acreditarse por cualquier medio de prueba.”

2.11.- Sustitúyese el artículo 24 de la Ley Nº 19.550, T.O. 1984, por el siguiente:

“Responsabilidad de los socios.

Artículo 24.- Los socios responden frente a los terceros como obligados simplemente
mancomunados y por partes iguales, salvo que la solidaridad con la sociedad o entre ellos, o una
distinta proporción, resulten:

1) de una estipulación expresa respecto de una relación o un conjunto de relaciones;

2) de una estipulación del contrato social, en los términos del artículo 22;

3) de las reglas comunes del tipo que manifestaron adoptar y respecto del cual se dejaron de
cumplir requisitos sustanciales o formales.”

2.12.- Sustitúyese el artículo 25 de la Ley Nº 19.550, T.O. 1984, por el siguiente:

“Subsanación.

18
Artículo 25.- En el caso de sociedades incluidas en esta Sección, la omisión de requisitos
esenciales, tipificantes o no tipificantes, la existencia de elementos incompatibles con el tipo
elegido o la omisión de cumplimiento de requisitos formales, pueden subsanarse a iniciativa de la
sociedad o de los socios en cualquier tiempo durante el plazo de la duración previsto en el contrato.
A falta de acuerdo unánime de los socios, la subsanación puede ser ordenada judicialmente en
procedimiento sumarísimo. En caso necesario, el juez puede suplir la falta de acuerdo, sin imponer
mayor responsabilidad a los socios que no lo consientan.

El socio disconforme podrá ejercer el derecho de receso dentro de los DIEZ (10) días de quedar
firme la decisión judicial, en los términos del artículo 92.

Disolución. Liquidación.

Cualquiera de los socios puede provocar la disolución de la sociedad cuando no media estipulación
escrita del pacto de duración, notificando fehacientemente tal decisión a todos los socios. Sus
efectos se producirán de pleno derecho entre los socios a los NOVENTA (90) días de la última
notificación.

Los socios que deseen permanecer en la sociedad, deben pagar a los salientes su parte social.

La liquidación se rige por las normas del contrato y de esta ley.”

2.13.- Sustitúyese el artículo 26 de la Ley Nº 19.550, T.O. 1984, por el siguiente:

“Relaciones entre los acreedores sociales y los particulares de los socios.

Artículo 26.- Las relaciones entre los acreedores sociales y los acreedores particulares de los
socios, aun en caso de quiebra, se juzgarán como si se tratara de una sociedad de los tipos previstos
en el Capítulo II, incluso con respecto a los bienes registrables.”

2.14.- Sustitúyese el artículo 27 de la Ley Nº 19.550, T.O. 1984, por el siguiente:

“Sociedad entre cónyuges.

Artículo 27.- Los cónyuges pueden integrar entre sí sociedades de cualquier tipo y las reguladas en
la Sección IV.”

2.15.- Sustitúyese el artículo 28 de la Ley Nº 19.550, T.O. 1984, por el siguiente:

“Socios herederos menores, incapaces o con capacidad restringida

Artículo 28.- En la sociedad constituida con bienes sometidos a indivisión forzosa hereditaria, los
herederos menores de edad, incapaces, o con capacidad restringida sólo pueden ser socios con
responsabilidad limitada. El contrato constitutivo debe ser aprobado por el juez de la sucesión. Si
existiere posibilidad de colisión de intereses entre el representante legal, el curador o el apoyo y la
persona menor de edad, incapaz o con capacidad restringida, se debe designar un representante ad
hoc para la celebración del contrato y para el contralor de la administración de la sociedad si fuere
ejercida por aquél.”

2.16.- Sustitúyese el artículo 29 de la Ley Nº 19.550, T.O. 1984, por el siguiente:

“Sanción.

19
Artículo 29. Sin perjuicio de la transformación de la sociedad en una de tipo autorizado, la
infracción al artículo 28 hace solidaria e ilimitadamente responsables al representante, al curador y
al apoyo de la persona menor de edad, incapaz o con capacidad restringida y a los consocios
plenamente capaces, por los daños y perjuicios causados a la persona menor de edad, incapaz o con
capacidad restringida.”

2.17.- Sustitúyese el artículo 30 de la Ley Nº 19.550, T.O. 1984, por el siguiente:

“Sociedad socia.

Artículo 30.- Las sociedades anónimas y en comandita por acciones solo pueden formar parte de
sociedades por acciones y de responsabilidad limitada. Podrán ser parte de cualquier contrato
asociativo.”

2.18.- Sustitúyese el artículo 93 de la Ley Nº 19.550, T.O. 1984, por el siguiente:

“Exclusión en sociedad de dos socios.

Artículo 93.- En las sociedades de dos socios procede la exclusión de uno de ellos cuando hubiere
justa causa, con los efectos del artículo 92; el socio inocente asume el activo y pasivo sociales, sin
perjuicio de la aplicación del artículo 94 bis.”

2.19.- Sustitúyese el artículo 94 de la Ley Nº 19.550, T.O. 1984, por el siguiente:

“Disolución: causas.

Artículo 94.- La sociedad se disuelve:

1) por decisión de los socios;

2) por expiración del término por el cual se constituyó;

3) por cumplimiento de la condición a la que se subordinó su existencia;

4) por consecución del objeto por el cual se formó, o por la imposibilidad sobreviniente de lograrlo;

5) por la pérdida del capital social;

6) por declaración en quiebra; la disolución quedará sin efecto si se celebrare avenimiento o se


dispone la conversión;

7) por su fusión, en los términos del artículo 82;

8) por sanción firme de cancelación de oferta pública o de la cotización de sus acciones; la


disolución podrá quedar sin efecto por resolución de asamblea extraordinaria reunida dentro de los
SESENTA (60) días, de acuerdo al artículo 244, cuarto párrafo;

9) por resolución firme de retiro de la autorización para funcionar si leyes especiales la impusieran
en razón del objeto.”

2.20.- Incorpórase como artículo 94 bis de la Ley Nº 19.550, T.O. 1984, el siguiente:

“Reducción a uno del número de socios.

20
Artículo 94 bis. La reducción a uno del número de socios no es causal de disolución, imponiendo la
transformación de pleno derecho de las sociedades en comandita, simple o por acciones, y de
capital e industria, en sociedad anónima unipersonal, si no se decidiera otra solución en el término
de TRES (3) meses.”

2.21.- Sustitúyese el artículo 100 de la Ley Nº 19.550, T.O. 1984, por el siguiente:

“Remoción de causales de disolución.

Artículo 100.- Las causales de disolución podrán ser removidas mediando decisión del órgano de
gobierno y eliminación de la causa que le dio origen, si existe viabilidad económica y social de la
subsistencia de la actividad de la sociedad. La resolución deberá adoptarse antes de cancelarse la
inscripción, sin perjuicio de terceros y de las responsabilidades asumidas.

Norma de interpretación.

En caso de duda sobre la existencia de una causal de disolución, se estará a favor de la subsistencia
de la sociedad.”

2.22.- Sustitúyese el artículo 164 de la Ley Nº 19.550, T.O. 1984, por el siguiente:

“Denominación.

Artículo 164.- La denominación social puede incluir el nombre de una o más personas de existencia
visible y debe contener la expresión ‘sociedad anónima’, su abreviatura o la sigla S.A. En caso de
sociedad anónima unipersonal deberá contener la expresión ‘sociedad anónima unipersonal’, su
abreviatura o la sigla S.A.U.”

2.23.- Sustitúyese el inciso 3) del artículo 186 de la Ley Nº 19.550, T.O. 1984, por el siguiente:

“3) El precio de cada acción y del total suscripto; la forma y las condiciones de pago. En las
Sociedades Anónimas Unipersonales el capital debe integrarse totalmente;”

2.24.- Sustitúyese el artículo 187 de la Ley Nº 19.550, T.O. 1984, por el siguiente:

“Integración mínima en efectivo.

Artículo 187.- La integración en dinero efectivo no podrá ser menor al VEINTICINCO POR
CIENTO (25%) de la suscripción: su cumplimiento se justificará al tiempo de ordenarse la
inscripción con el comprobante de su depósito en un banco oficial, cumplida la cual, quedará
liberado. En la Sociedad Anónima Unipersonal el capital social deberá estar totalmente integrado.

Aportes no dinerarios.

Los aportes no dinerarios deben integrarse totalmente. Solo pueden consistir en obligaciones de dar
y su cumplimiento se justificará al tiempo de solicitar la conformidad del artículo 167.”

2.25.- Sustitúyese el artículo 285 de la Ley Nº 19.550, T.O. 1984, por el siguiente:

“Requisitos.

Artículo 285.- Para ser síndico se requiere:

21
1) Ser abogado o contador público, con título habilitante, o sociedad con responsabilidad solidaria
constituida exclusivamente por estos profesionales;

2) Tener domicilio real en el país.”

2.26.- Incorpórase al artículo 299 de la Ley Nº 19.550, T.O. 1984, el siguiente inciso:
7) Se trate de Sociedades Anónimas Unipersonales.”

3.- MODIFICACIONES A LA LEY Nº 24.240, MODIFICADA POR LA LEY Nº 26.361: 3.1.-


Sustitúyese el artículo 1° de la Ley Nº 24.240, modificada por la Ley Nº 26.361, por el siguiente:

“Artículo 1°.- Objeto. Consumidor. Equiparación. La presente ley tiene por objeto la defensa del
consumidor o usuario. Se considera consumidor a la persona física o jurídica que adquiere o utiliza,
en forma gratuita u onerosa, bienes o servicios como destinatario final, en beneficio propio o de su
grupo familiar o social.

Queda equiparado al consumidor quien, sin ser parte de una relación de consumo como
consecuencia o en ocasión de ella, adquiere o utiliza bienes o servicios, en forma gratuita u
onerosa, como destinatario final, en beneficio propio o de su grupo familiar o social.”

3.2.- Sustitúyese el artículo 8° de la Ley Nº 24.240, modificada por la Ley Nº 26.361, por el
siguiente:

“Artículo 8°.- Efectos de la publicidad. Las precisiones formuladas en la publicidad o en anuncios,


prospectos, circulares u otros medios de difusión se tienen por incluidas en el contrato con el
consumidor y obligan al oferente.

En los casos en que las ofertas de bienes y servicios se realicen mediante el sistema de compras
telefónicas, por catálogos o por correos, publicados por cualquier medio de comunicación, deberá
figurar el nombre, domicilio y número de CUIT del oferente.”

3.3.- Sustitúyese el artículo 40 bis de la Ley Nº 24.240, modificada por la Ley Nº 26.361, por el
siguiente:

“Artículo 40 bis.- Daño directo. El daño directo es todo perjuicio o menoscabo al derecho del
usuario o consumidor, susceptible de apreciación pecuniaria, ocasionado de manera inmediata
sobre sus bienes o sobre su persona, como consecuencia de la acción u omisión del proveedor de
bienes o del prestador de servicios.

Los organismos de aplicación, mediante actos administrativos, fijarán las indemnizaciones para
reparar los daños materiales sufridos por el consumidor en los bienes objeto de la relación de
consumo.

Esta facultad sólo puede ser ejercida por organismos de la administración que reúnan los siguientes
requisitos:

a) la norma de creación les haya concedido facultades para resolver conflictos entre particulares y
la razonabilidad del objetivo económico tenido en cuenta para otorgarles esa facultad es manifiesta;

b) estén dotados de especialización técnica, independencia e imparcialidad indubitadas;

c) sus decisiones estén sujetas a control judicial amplio y suficiente.

22
Este artículo no se aplica a las consecuencias de la violación de los derechos personalísimos del
consumidor, su integridad personal, su salud psicofísica, sus afecciones espirituales legítimas, las
que resultan de la interferencia en su proyecto de vida ni, en general, a las consecuencias no
patrimoniales.”

3.4.- Sustitúyese el artículo 50 de la Ley Nº 24.240, modificada por la Ley Nº 26.361, por el
siguiente:

“Artículo 50.- Prescripción. Las sanciones emergentes de la presente ley prescriben en el término
de TRES (3) años. La prescripción se interrumpe por la comisión de nuevas infracciones o por el
inicio de las actuaciones administrativas.”

23

También podría gustarte