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TAREA: COMUNICACIÓN

MATERIA: TALLER DE LIDERAZGO

GRUPO: 2542B HORARIO: 13:00-14:00

PROFESORA: NORINEY SAYURI ELIZONDO ONG

ALIMNO: PIÑA GARCIA CRISTIAN GUADALUPE

NO CONTROL: 20070154

INGENIERIA INDUSTRIAL

2DO SEMESTRE
CONCEPTO DE COMUNICACIÓN Y SUS ELEMENTOS

La comunicación es un proceso que consiste en la transmisión e


intercambio de mensajes entre un emisor y un receptor.

En este proceso, además del emisor y receptor, participan diferentes


elementos:

 el código, que es el lenguaje empleado,


 el canal de comunicación, que es el medio usado,
 el contexto, que son las circunstancias donde se desarrolla la
comunicación,
 el ruido o perturbaciones en la recepción del mensaje original, y
 la retroalimentación o feedback, que supone la respuesta hacia
el primer mensaje.

El proceso comunicativo es esencial para la vida en sociedad: permite


que los seres humanos se expresen y compartan información entre sí,
establezcan relaciones, lleguen a acuerdos y sean capaces de
organizarse.

La comunicación, además, puede llevarse a cabo de diferentes


maneras: verbal, utilizando un lenguaje o idioma, o no verbal,
valiéndose de gestos, lenguaje corporal o signos no lingüísticos.

La palabra comunicación deriva del latín communicatĭo que significa


compartir, participar en algo o poner en común.

Por eso, el término comunicación también se utiliza en el sentido de


conexión entre dos puntos. Por ejemplo, el medio de transporte que
realiza la comunicación entre dos ciudades o los medios técnicos de
comunicación (las telecomunicaciones).

Los elementos que componen el proceso de la comunicación son:

 Emisor: es quien transmite el mensaje


 Receptor: es el que recibe el mensaje.
 Código: es el conjunto de signos que serán utilizados para crear
el mensaje (palabras, gestos, símbolos).
 Mensaje: es la información o conjunto de datos que se
transmiten.
 Canal de comunicación: es el medio físico que se utilizará para
enviar el mensaje, como carta, teléfono, televisión, internet, el
propio aire, etc.
 Ruido: son todas las distorsiones que pueden influir en la
recepción del mensaje original, y pueden ser tanto del emisor,
como del canal o del receptor.
 Retroalimentación o feedback: en una primera instancia, es la
respuesta del receptor hacia el mensaje recibido. Si
posteriormente el emisor responde a lo enviado por el receptor,
también se considera retroalimentación.
 Contexto: son las circunstancias en las que se desarrolla el
proceso de comunicación. Tienen influencia directa en la
interpretación del mensaje (espacio físico, marco de referencia
cultural del emisor y el receptor, contexto social, etc.)
TECNICAS O ESTRATEGIAS PARA UNA COMUNICACIÓN

EFECTIVA

1. Define el propósito del mensaje

Una vez más, aquí tenemos al que para mí es el padre de la


Productividad Personal. Antes de entablar cualquier comunicación,
sea cual sea el canal (presencial, teléfono, email, chat,…) dedica un
tiempo a identificar el para qué de la misma.

Una vez lo definas, marca una estrategia de comunicación. Esto no


significa que busques una manera de camelar a la otra persona, ni que
la tengas que engañar de algún modo, pero sí buscar el orden
adecuado de las palabras para facilitar la comprensión del mensaje y
conseguir el objetivo que te has propuesto.

Con esto evitarás divagar con palabras o frases que hagan que tu
mensaje sea mucho más difícil de descifrar, pudiendo desviar la
atención del equipo.

2. Realiza una escucha activa

En ocasiones, una vez escuchamos cierta parte (la que creemos


esencial) del mensaje de otra persona pasamos directamente a
elaborar mentalmente nuestra respuesta antes de que la otra persona
haya terminado de expresarse. Incluso a veces tenemos tanta prisa en
contestar que interrumpimos el mensaje para dar nuestra respuesta
sin haber captado la esencia del mismo.

En algunos casos, esto puede llevarte a obviar datos relevantes que


luego podrías necesitar para la resolución de algún problema o
conflicto que el equipo esté experimentando en una fase determinada
del proyecto.

Tendemos a pensar que, si demoramos en dar una respuesta ante la


exposición de otra persona, significa que tenemos poco conocimiento
de la materia que estamos tratando o perdemos la razón ante una
discusión.

La realidad es bien distinta y es que, si tomamos nuestro tiempo para


escuchar a nuestro interlocutor, respondemos con serenidad y, sobre
todo, con todos los datos en nuestro poder, tendremos mayor control
sobre la situación y nuestro interlocutor tomará conciencia de ello.

En muchas ocasiones, si haces una pausa al finalizar la exposición de


la otra persona, esta continuará su explicación aportando datos que
podrían ser relevantes para el resto de la reunión.

3. Ponte en el lugar del otro

Identifica por qué piensa de esa manera. ¿Cuál es su situación


particular? ¿Qué hace que tenga esa definición tan diferente de la
situación de la que tú tienes?

Las situaciones no son de una manera u otra, nada es blanco o negro.


Todo depende de la perspectiva desde la que la mires, del paradigma
de cada persona, de sus aprendizajes previos o experiencias.

Cada uno de nosotros podemos estar ante una misma situación y


experimentarla de formas muy distintas, dependiendo de nuestras
experiencias y aprendizajes anteriores. Piensa en la típica ilusión
óptica, ¿por qué a veces no todos vemos lo mismo?
Dime, ¿qué ves en esta imagen?

¿Es una chica joven o una anciana? Ambas


respuestas son ciertas.

Piensa que, si no entiendes el punto de


vista de otra persona, difícilmente harás que esta entienda el tuyo. La
razón es muy simple y es que tu explicación partirá de una situación
equivocada, desde un punto que ya la otra persona no comprende.
Esto lo explica de maravilla Stephen R. Covey en su libro «Los 7
hábitos de la gente altamente efectiva».

4. Desarrolla una comunicación asertiva

“La asertividad es la conducta que permite a una persona actuar con


base a sus intereses más importantes, defender sin ansiedad,
expresar cómodamente sentimientos honestos o ejercer los derechos
personales sin negar los derechos a los otros.” – E. Alberty

Es decir, es la habilidad de decir lo que pensamos desde el respeto a


los demás. La opción más equilibrada y aceptada de comunicación y
aquella que llevará a nuestro equipo a centrarse en los objetivos
dejando de lado temas personales.

Para practicar una comunicación asertiva debes:


 Realizar una escucha activa
 Recordarte a ti mismo que eres tan importante como los demás,
expresando tus sentimientos y opiniones sin coartarte
 Hablar desde el respeto
 Respetar y no coartar la opinión de los demás
 Aceptar las críticas reflexionando de manera serena sobre el
punto de vista de los demás

5. Expresa con tu tono de voz y tu cuerpo lo que dicen tus palabras

La forma en que transmites un mensaje es incluso más importante que


las palabras que utilizas (se estima que entre un 70% y 90%). Si
utilizas un tono de voz negativo y tus gestos tampoco acompañan, ya
puedes haber maquinado la mejor frase del mundo que nadie creerá
en lo que dices.

Lo mejor que puedes hacer para que tus gestos y tu tono de voz
transmitan las palabras que quieres expresar es identificarte con el
mensaje. Si no te crees lo que vas a decir, difícilmente conseguirás
que los demás hagan lo mismo.

Mi consejo personal es que tu mensaje siempre vaya acorde con tus


principios y valores. Entonces siempre tendrás el gesto y tono
adecuado a lo que estás expresando.

“Sean cuales sean las palabras que usamos, deberían ser usadas con
cuidado porque la gente que las escucha será influenciada para bien o
para mal.” Buddha
6. Sé breve y claro en tu exposición

Si extiendes tus mensajes con adornos, y divagaciones la esencia del


mismo se perderá por el camino y el impacto que quieras provocar en
la otra persona se diluirá a medida que añadas palabras vacías.
Incluso puedes llegar a irritar a la otra persona.

Ve al grano, pero tampoco envíes un telegrama, recuerda que quien


está frente a ti debe entender claramente el mensaje.

7. Olvida los prejuicios

Una de las claves para evitar los prejuicios es preguntar, siempre que
te quede una duda sobre cualquier mensaje. Pregunta, hasta la
cuestión más tonta, pero no te quedes con la duda de lo que quiso
decir la otra persona, porque cuando necesites esa información harás
conjeturas que con gran probabilidad serán erráticas.

Truco: Te aconsejo que, si quieres obtener más datos sobre algún


tema, evites las preguntas con respuestas del tipo SI/NO. Una buena
forma de hacerlo es utilizar la frase, “háblame de…” o la pregunta ¿y
qué más?

8. Da y pide feedback

Sin duda una de las claves del networking. Es una de las estrategias
que mejor resultado dan, pues utiliza la visión y experiencia del resto
del equipo para mejorar el trabajo de cada individuo, multiplicando el
conocimiento del conjunto y ayudando a conseguir los objetivos con
mayor facilidad.
Es conveniente que el feedback se reciba de parte de más de una
persona para confirmar el nivel de acierto del mismo.

A la hora de dar feedback es importante resaltar aquello que se ha


hecho bien (sin llegar al peloteo) además de lo que se debe mejorar o
cambiar. Además, te recomiendo que expliques qué es exactamente lo
que crees que está mal, por qué crees que es así y, además aportes,
al menos, una solución.

Con esto enviarás el mensaje a tu equipo de que, no solo te ocupas de


ver los errores, sino que trabajas en aportar soluciones para la mejora
del funcionamiento del grupo.

9. Confirma que se ha recibido tu mensaje y viceversa

Este es otro tipo de feedback, y es que, si no nos preocupamos de que


el mensaje haya llegado correctamente a la otra persona existen
muchas posibilidades de que partes del mismo se hayan perdido por el
camino.

Si crees que alguna parte de tu mensaje es importante, resáltala.


Nunca des por sentado que la otra persona se ha hecho el mismo
mapa mental que tienes tu en la cabeza antes de explicarlo. Recuerda
que tu le has dado mil vueltas al tema antes de explicarlo, así que, ten
paciencia y confirma que tu mensaje ha llegado correctamente al
equipo.

Por otro lado, cuando tu eres el receptor, ocúpate de que quien te


transmite el mensaje te proporcione todos los datos necesarios y que
el mensaje que has recibido es el que te pretendían transmitir.
10. Utiliza el feedback a tu favor

Cuando recibas una crítica a tu forma de hacer alguna tarea, tómalo


como una oportunidad de mejora y no como un ataque personal. Lo
primero te hará mejorar tu forma de ejecución de la tarea la próxima
vez y lo segundo solo te llevará a conflictos que de ninguna manera te
aportará un beneficio.

11. Comunica los avances en tiempo

Establece con tu equipo etapas de comunicación de avances o


checkpoints para verificar se cumplen los plazos y evitar distracciones
por llamadas, emails o contactos innecesarios del estilo de reuniones
de pasillo o chateo por mensajería instantánea.

12. Define el canal y entorno de comunicación

Deja claro qué comunicaciones se deben hacer por chats (tipo Work
Chat de Evernote), email, llamadas, video llamadas (tipo Skype) y
cuales pueden esperar hasta la siguiente reunión de revisión de
progresos.

A veces lo que crees que necesita una visita al despacho lo puedes


resolver con una video llamada o un simple vídeo explicativo del
funcionamiento de una herramienta. Una herramienta que utilizo
mucho para estos casos es Loom.

13. Comunica los cambios importantes en tiempo

Si se da un cambio importante en el proyecto, debes comunicarlo a la


mayor brevedad al resto del equipo. No hay nada de fastidie más que
darte cuenta de que has estado trabajando en vano.
CONSEJOS O TIPS PARA INICIAR UNA CONVERSACION

CON PERSONAS QUE NO CONOCES

Aprende a dejar el miedo o la timidez de lado

El miedo o la timidez no son buenos aliados. Por eso, hay que intentar
deshacerse de ello cuanto antes. De lo que más debes preocuparte es
de tener una buena conversación y no ser aburrido. Hay que intentar
no ser invasivo y mucho menos molesto en caso de que nos digan que
no quieren hablar con nosotros o nosotras.

Antes de comenzar una conversación lo mejor es relajarse y tomarse


las cosas con calma. Procura que todo salga muy natural y ten en
cuenta que es normal que tengas dudas y miedo a un rechazo, sobre
todo si no conoces a la otra persona. Muéstrate tranquilo, cortés y lo
más seguro en ti que puedas.

Si no conoces a la persona, lo mejor es presentarse

Para ese momento en el que vas a entablar una conversación con una
persona que no conoces, lo mejor es presentarse. Es una forma
estupenda para romper el hielo y además te muestra extrovertido y
amigable. Puedes darle la mano y sonreírle. Si esa persona se anima
a darte uno o dos besos, muéstrate receptivo o receptiva.

Procura que durante los primeros instantes, la conversación esté


activa y que no haya silencios, pueden resultar molestos. Lo normal es
hablar de cosas sin importancia. Lo demás irá fluyendo poco a poco.
Lo importante es ir conociendo a la persona sin prisa y saber si tiene
los mismos gustos y aficiones que tú, ya que así resultará más sencillo
buscar temas de los que hablar.

Evita temas complicados y usar clichés

En este caso, es importante no entrar en temas como política o


religión, puede resultar incómodo para la otra persona. Tampoco hay
que hablar sobre clichés como el tiempo, es algo demasiado usado y
puede notarse que se está forzando la conversación y deja ver que no
eres demasiado original.

Puedes tener uno o varios temas de conversación preparados para


estas ocasiones, busca algo sobre lo que tengas mucho conocimiento,
que pueda resultar interesante, también puedes hablar de una película
que hayas visto, algún evento al que te gustaría ir, etc.

Ten un buen lenguaje corporal y estate atento a la conversación

En una conversación el lenguaje verbal es muy importante, pero


también el corporal. No hay que hacer aspavientos cuando se habla,
nuestra compañía va a resultar más agradable si nos mostramos
tranquilos. Hay que estar receptivos a la conversación, mirando a los
ojos a la otra persona, pero sin hacerlo fijamente porque puede
intimidar.

Si no se conoce a la persona, hay que respetar su espacio vital. Nunca


hay que acercarse demasiado, ya que a las personas no nos suele
gustar que se nos acerquen mucho los desconocidos. Guarda una
distancia de seguridad, la otra persona lo agradecerá.
Por otro lado, nunca debes olvidar estar atento a lo que la otra
persona está diciendo. Si no muestras atención, seguramente la
persona no querrá volver a hablar contigo.

Se tú mismo/a

No intentes aparentar lo que no eres, tarde o temprano se acabará


descubriendo y será peor. Lo mejor es ser natural, ser uno mismo y
hablar con naturalidad, sin intentar ser quien no se es. Tampoco hay
que intentar forzar situaciones divertidas, si han de salir saldrán solas.
Nunca hay que forzar la risa, siempre será mejor sonreír.

No todo el mundo es tan tranquilo, tan impulsivo o tan normal como tú


en una conversación. Si eres muy efusivo, procura controlarte si tu
interlocutor se muestra con tranquilidad, debe haber un equilibrio para
que todo salga bien.

A veces, nos gusta tanto un tema que hablamos demasiado sobre él.
También puede ser que seamos demasiado curiosos y preguntemos
mucho. Cuando una persona responde dando evasivas o cambia de
conversación, hay que darse cuenta. No es bueno insistir porque lo
que se conseguirá es incomodar a la otra persona y no querrá volver a
quedar.

Fíjate en su lenguaje corporal

Hay veces en los que se detecta cuando una persona no está cómoda
con una conversación. Si responde monosilábicamente, mira siempre
para cualquier lado, no deja de mirar el reloj o el móvil... En estos
casos no hay que ser insistente, nos está comunicando que o no se
siente cómodo/a. Se le puede preguntar directamente si está a gusto o
si se quiere ir.

Algo que suele ser bastante común en estos casos es que ante el
desconocimiento, se produzcan pausas. No pasa nada, es normal,
además podemos aprovecharnos de ellas. Podemos utilizarlas para
cambiar de tema, animar la conversación o incluso para aprovechar
para pensar otro tema de conversación.

Si la pausa se hace demasiado larga, puede que la otra persona no


tenga tema de conversación, tenga mucha timidez o es que no está a
gusto. Hay que procurar continuar la conversación o incluso dejarlo
para otro momento. Lo importante es que la otra persona quiera volver
a quedar. Si se lo has hecho pasar bien, ha estado cómodamente y la
conversación ha sido agradable, posiblemente quiera quedar de
nuevo.

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