Dimensión Eclesial del ministerio en la Patrística

Clementino García Rodríguez

La Didaché, Clemente, el Pastor de Hermas y Policarpo es un primer grupo de padres que
expresan la sucesión apostólica aunque sin determinar los tres grados ministeriales. Con Ignacio
de Antioquía se empieza a distinguir los tres grados ministeriales, y vinculan la sucesión
apostólica al obispo, sigue Tertuliano, Cipriano, Hipólito de Roma.
Concepción inicial del ministerio
a. La Didache: En cuanto al ministerio en el seno de la comunidad, hace referencia a los
ministros itinerantes y estables. Los misioneros eran denominados apóstoles, profetas y maestros.
La recepción por parte de la comunidad se basa en la tradición, en la fidelidad de la doctrina que
predica, insinúa la sucesión apostólica. Los ministros estables son los obispos y los diáconos
(elegidos por la comunidad), suplen al de los apóstoles y profetas en vista a la celebración de la
eucaristía. Al profeta le competía anunciar el evangelio y celebrar la eucaristía. Los obispos los
sustituyeron con idéntico cometido.
b. Clemente de Roma: Vislumbra la dimensión eclesial del ministerio. El ministerio eclesial se
fundamenta en Jesucristo, de él toma origen mediante la misión y de quien proviene a través de
los apóstoles que envían. Este ministerio lo integran los obispos presbíteros, ellos predican la
doctrina que han recibido de los Apóstoles, ellos son los instrumentos de la sucesión apostólica.
c. El Pastor de Hermas: En las visiones se dice que los presbíteros presiden la Iglesia, ocupan
las primeras sillas, se sientan los primeros. En otros pasajes se hacen referencia a los Apóstoles,
obispos, maestros y diáconos como piedras de la torre.
d. Policarpo (S. II): se reconoce la existencia de una jerarquía eclesiástica, que preside la
comunidad, y a la cual se denomina colegialmente presbíteros y junto a estos los diáconos.
Ministerio monárquico:
a. Ignacio de Antioquía: En sus cartas obispo, presbítero y diácono adquieren tal exactitud
conceptual que llegan a ser términos técnicos para designar los tres grados del ministerio. El
obispo, en la eclesiología trinitaria, es principio de unidad eclesial por cuanto representa al Padre.
Los presbíteros son entendidos alrededor del obispo. A los diáconos se les ubica en el ministerio
de servicio. La jerarquía tiene como competencia fundamental convocar a la Iglesia en torno al
altar único.
b. Tertuliano: Aporta términos nuevos como ordo, plebs, que han servido para ampliar la
comprensión del ministerio. Utiliza ordo sacerdotalis, designa el modo concreto de los ministros.
Habla con distinción de los ministerios. El obispo pasa a ser el sumo sacerdote, también rige la
doctrina y la disciplina, es un poder universal. A los presbíteros los ubica entre el obispo y los
diáconos, les da el término de sacerdote derivada del obispo.
c. Cipriano: El ordo clerus lo componen los obispos, los presbíteros y los diáconos. El obispo es
el eje en torno al cual gira la realidad de la Iglesia, que es siempre Iglesia particular, porque es
institución divina. Es el sacerdote por antonomasia. A los presbíteros les corresponde servir a la
Iglesia mediante la colaboración con el obispo.
d. Hipólito de Roma: La Traditio Apostolica es el ritual más antiguo en occidente. Los obispos
son elegidos por el pueblo. En el capítulo VI de la ordenación para los obispos describe el
ceremonial de la ordenación. La imposición de manos es el medio de ordenación ministerial, el
obispo invitado impone las manos y recita la oración consecratoria. El ministerio de que se le
encomienda al presbítero es un servicio de colaboración con el obispo en la guía y dirección de la
comunidad cristiana.