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NARRATIVA HISTORIA DE VIDA

CAMILO ÁLVAREZ GÓMEZ

FACULTAD DE DERECHO

CBU: COLOMBIA, ESPACIO, TIEMPO Y DIFERENCIA

BOGOTÁ

2021
Para contar de forma ordenada la historia de vida de una persona es pertinente

ofrecer un contexto, es por esto que los hechos que se contarán a continuación se

conectarán posteriormente con la historia de vida de Oscar Antonio Álvarez Gómez, un

oriundo del Oriente antioqueño que no estuvo afectado directamente por el conflicto, pero

vivirlo de cerca fue suficiente para generar cambios en él.

El final del siglo XX fue un año mucho más beneficioso para los planes de acción

de los actores armados que para los del gobierno colombiano. En las elecciones de 1998

otra vez se escuchaban en Colombia promesas de paz, el candidato por la presidencia

Andrés Pastrana, perteneciente al Partido Conservador e hijo del expresidente Misael

Pastrana, gana la presidencia con sus promesas de un acuerdo con las FARC que termine de

una vez por todas con el conflicto (2013, Pavony, M. G., & Rosa, M. L. J).

El 7 de enero de 1999, la ceremonia de inauguración de los diálogos de paz estuvo

enmarcada por la imagen del presidente Pastrana junto a una silla vacía, esta se encontraba

reservada para Manuel Marulanda, máximo dirigente de las FARC (2016, Navarro, C. G.,

& Alzate, J. C).

Lo reacios que se encontraban los guerrilleros a ceder en la agenda de negociación,

y los gestos que habían dejado con anterioridad al gobierno nacional, llevaron a que en el

mismo año de inauguración de los diálogos Pastrana consolidara un plan de ayuda con Bill

Clinton, presidente de los Estados Unidos. Así nació el Plan Colombia, el cual constaba de

una ayuda de 1.300 millones de dólares que serían invertidos casi totalmente en servicios

militares. Este plan sería fundamental en la lucha contra el narcotráfico y la insurgencia.

(2013, Pavony, M. G., & Rosa, M. L. J).


El proceso de paz del Caguán trajo consigo muchas consecuencias, la zona de

distensión que se le proporcionó a la guerrilla fue usada de forma equívoca y en mala fe, lo

que se suponía que era un gesto de paz por parte del gobierno se transformó en un territorio

a merced de los insurgentes para fortalecerse tanto logística como militarmente, el proceso

de paz no llegó a buen puerto, y finalizó el 20 de febrero de 2002 con la orden del

presidente de retomar la zona antes destinada al diálogo (2013, Pavony, M. G., & Rosa, M.

L. J).

Los demás actores del conflicto no se quedaron quietos, tanto el ELN como los

paramilitares, estos últimos uniendo fuerzas entre sus distintas organizaciones para formar

las Autodefensas Unidas de Colombia (AUC) en el año 1997, siguieron sus operaciones y

se fortalecieron a costa del narcotráfico, actividad ilegal que ya llevaba un largo recorrido

en la historia de Colombia.

Todas las condiciones estaban dadas para que una nueva ola de violencia azotara el

país, y también para que un candidato no simpatizante de la izquierda y ajeno al

bipartidismo tradicional alcanzara el poder en el año 2002. Álvaro Uribe ganó en primera

vuelta con más del 50% de los votos, fascinando a toda Colombia con su slogan “mano

dura, corazón grande”. Tan profunda era su enemistad con las guerrillas que estas se

propusieron bombardear con morteros la posesión del presidente el 7 de septiembre en el

Palacio de Nariño, la guerra estaba puesta sobre la mesa (2013, Pavony, M. G., & Rosa, M.

L. J).

Uribe nunca logró darle un carácter político a ningún grupo insurgente, adoptando el

término predilecto desde los atentados del 11 de septiembre de 2001. Terroristas, esa era la

forma con la que se refería el expresidente a los actores armados, lo cual generó tensiones
entre la administración y los insurrectos, recrudeciendo el conflicto con simples palabras

(2013, Pavony, M. G., & Rosa, M. L. J).

El gobierno de Uribe (2002-2010) estuvo caracterizado por su faceta bélica, no

obstante, hubo intentos de paz. La operación Orión, llevada a cabo del 16 al 17 de octubre

en la comuna 13 de Medellín, consistió de una feroz lucha armada que terminó con el

despojo de los grupos insurrectos que merodeaban la zona, este lugar era de gran

importancia gracias a su posición geoestratégica. En el año 2005 se sancionó la ley 975,

más conocida como la Ley de Justicia y Paz. Esta ley introdujo por primera vez la justicia

restaurativa en lugar de usar la justicia ordinaria, esto con el fin de primar la reparación de

las víctimas en lugar de la sanción de los victimarios, esta ley permitía y facilitaba tanto el

indulto como la reinserción de los actores del conflicto armado. Lamentablemente esta ley

no terminó en un tratado de paz como tal, lo que derivó en posteriores enfrentamientos, con

bajas de importantes cabecillas como Raúl Reyes (1 de marzo de 2008) y el Mono Jojoy

(22 de septiembre de 2010) (2013, Pavony, M. G., & Rosa, M. L. J).

El gobierno de Uribe finaliza en el 2010 con una guerrilla golpeada y un país

ensangrentado por causa de distintos fenómenos, tales como la interferencia de los grupos

armados en la política y los falsos positivos, así mismo, su intento de una segunda

reelección y casos de corrupción dentro del gobierno ponen en tela de juicio la estructura

institucional del Estado.

Desde el año 2001 hasta el año 2010, el departamento antioqueño representaba el

21,9% del total de casos relacionados con el conflicto armado a nivel nacional, dentro de

los casos encontramos categorías como violencia sexual, desaparición forzada, acciones

bélicas, secuestros y daños a bienes civiles, con esta información es claro que Antioquia fue
el departamento más golpeado por el conflicto. Dentro de Antioquia la subregión más

afectada es el Valle de Aburra, en segundo lugar, encontramos el Oriente Antioqueño, que

contribuye con 9.460 casos a los 38.109 que se registran en Antioquia, esto es un aporte del

24,8%. En adición, en la subregión del oriente antioqueño encontramos una adjudicación de

casos de forma muy pareja, tanto guerrilleros (35,8%) como paramilitares (28,2%)

participan de forma activa en la zona (2021, Centro Nacional de Memoria Histórica).

La presencia de grupos armados como el ELN, los paramilitares y las FARC en el

Oriente Antioqueño, está determinada por su posición geoestratégica frente al resto del

país, ubicada en una zona cerca de la capital y una vía importante como la Bogotá-

Medellín. Por otro lado, estos grupos tenían una fijación con esta zona por ser una

importante locación generadora de energía, realizando atentados a la infraestructura como

acto de rebeldía.

Mi padre, Oscar Antonio Álvarez Gómez, un hombre originario del Oriente

Antioqueño, de la cual proviene toda su familia, con una convicción católica, y

perteneciente a la raza mestiza, asume en el año 2001 el papel de director de una entidad

regional autónoma llamada Cornare, cargo que ostentaría hasta el 2010, esta autoridad

ambiental tiene bajo su jurisdicción a 26 municipios del Oriente Antioqueño. A pesar de los

incidentes que se relatarán a continuación, la autoridad ambiental fue respetada durante la

mayor parte del tiempo por los actores del conflicto.

A la semana de haber asumido su cargo, un ingeniero y una secretaria que

trabajaban en la corporación fueron asesinados por grupos guerrilleros, las razones dadas

por los victimarios aludían a que tanto el ingeniero como la secretaria actuaban como
informantes de los paramilitares, no obstante, las personas cercanas a los difuntos

aseguraban que ellos no habían mantenido nunca ninguna comunicación con las AUC.

Muchas veces los actores del conflicto enviaban cadáveres dentro de los carros de la

corporación, esto debido a que eran los únicos carros que podían circular con relativa

libertad por el Oriente Antioqueño, ni siquiera los autos marcados con los símbolos de las

alcaldías podían transitar de forma libre y segura.

Por el año 2003, mi papá se encontraba en el municipio de San Luis, perteneciente

al Oriente Antioqueño, durante estos años no era extraño encontrar retenes controlados por

la guerrilla, estacionado en uno de estos famosos retenes mi papá no veía venir la presencia

del ejército, lo que terminó derivando en un tiroteo del cual casi sale herido.

Por el origen comunitario de la corporación mi padre siempre se interesó en

escuchar a todos los miembros de la sociedad, es por esto que hizo parte de la junta

directiva de Vida, justicia y paz, una organización del Oriente Antioqueño dirigida por el

obispo de la región. El objetivo de dicha organización era la conciliación entre la

comunidad y los grupos armados al margen de la ley.

Las diferentes historias que tuvo que vivir y escuchar mi padre hicieron mella en él,

por lo que sería mentira decir que el conflicto armado no lo transformó. Se convirtió en una

persona más creyente, debido al peligro constante y la angustia que sentían sus familiares,

todo esto potenciado por la incertidumbre que trae el conflicto armado, así mismo, a pesar

de que nunca renunció a sus pensamientos políticos estos tuvieron que ser mucho más

discretos, debido a que expresarlos de manera abierta podía llevarte a ser objetivo militar de

alguno de los actores armados. En el aspecto social, aprendió que las personas de altos
estratos viven en un país totalmente diferente al que se encuentra en las zonas rurales o de

bajos recursos. El conflicto armado reforzó su amor por la labor social, guía que lo impulsa

a llevar a cabo todas sus acciones hoy en día.

Referencias

Centro Nacional de Memoria Histórica, 2021, El Conflicto Armado en Cifras, mapa

histórico, recuperado de: El Conflicto Armado en Cifras - Observatorio de Memoria

y Conflicto (centrodememoriahistorica.gov.co)

Pavony, M. G., & Rosa, M. L. J. (2013). Historia concisa de Colombia (1810-2013): Una

guía para lectores desprevenidos (Spanish Edition). Editorial Pontificia

Universidad Javeriana.

Navarro, C. G., & Alzate, J. C. (2020, February 7). Cuando Marulanda dejó la “silla

vacía.” ELESPECTADOR.COM.

https://www.elespectador.com/colombia2020/pais/cuando-marulanda-dejo-la-silla-

vacia-articulo-854548/

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