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Antecedentes Históricos
De
Las Sucesiones.
Profesor:
Abg. Cordero, Cruz
Bachiller:
Indriago Angelvis
C.I:16.615.913
INTRODUCCION……………………………………………. 3
La Sucesión…………………………………………………... 4
EVOLUCION HISTORICA
1. Primitiva………………………………………………… 6
2. Imperio Romano…………………………………………. 8
3. Conclusión ………………………………………………. 14
INTRODUCCION
Por medio del presente, se analizará estudiará y se informará todo lo
referente a la evolución histórica de las herencias y sucesiones tipos,
características. Ya que la herencia en una sola y forma un todo.
“Una sucesión” es la rama del derecho, que se le llama hereditario,
sucesorio o simplemente sucesiones la cual se encarga de regular las
consecuencias que se producen con la muerte; también se ve la designación
de herederos, la transmisión del patrimonio y la manera en que ésta puede
hacerse.
Esto es porque los derechos y deberes de las personas no terminan con la
muerte, sólo por unas excepciones como:
No se transmiten los derechos políticos.
Ni aquellos derivados del derecho de familia, como los que provienen del
matrimonio, la patria potestad o la tutela, todos los patrimoniales son
transmisibles por la herencia.
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“Evolución Histórica”
LA SUCESIÓN
El Derecho de sucesiones o Derecho sucesorio es aquella parte del Derecho privado que
regula la sucesión mortis causa y determina el destino de las titularidades y relaciones
jurídicas tanto activas como pasivas de una persona después de su muerte.
En la regulación de las sucesiones, se contemplan importantes aspectos, tales como:
Destino que se le van a dar a los bienes del difunto o causante. Se determina el
ámbito de actuación de la autonomía de la voluntad, las normas imperativas que
sean necesarias y las normas dispositivas que suplirán la voluntad del causante,
en caso de no existir testamento.
Requisitos de validez del testamento, con la finalidad de asegurar que lo que
aparezca en él sea realmente la voluntad del testador.
Los trámites necesarios para el reparto del caudal relicto (bienes hereditarios).
Pero hay que diferenciar entre la sucesión inter vivos y la sucesión mortis causa. La
sucesión inter vivos se genera por un acto o negocio jurídico, mientras que la sucesión
mortis causa se origina por hecho jurídico. La fuente de la sucesión inter vivos es la ley y
el contrato, mientras que la fuente de la sucesión mortis causa es la ley y la voluntad de
la causante expresada en un testamento. Los efectos de la sucesión inter vivos se
presenta en vida de las partes, mientras que los efectos de la sucesión mortis causa se
presenta después de la muerte de una persona. Finalmente, en la sucesión inter vivos no
importan las relaciones familiares de las partes, mientras que en la sucesión mortis
causa si predominan las relaciones familiares sin perjuicio de los asignatarios
testamentarios.
En conclusión, la sucesión mortis causa es un modo de adquirir el dominio mediante el
cual el patrimonio íntegro de una persona denominada causante se transmite a otra
persona denominada causahabiente con ocasión de la muerte de la primera.
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De este concepto se derivan dos figuras las cuales son las (Here) que es la recolección de
lo antiguo, es decir los bienes muebles dejados por un difunto y la (Heredium) eran las
tierras o los bienes inmuebles que trabajaba el difunto. Derivado de estas figuras que se
mencionaron antes surge la figura de la propietas o la propiedad, la cual ya no se
extingue con la muerte porque es una forma de continuidad de la persona que fallece.
Paralelo a la propietas surge la hereditas, que de manera desglosada “Her” es ayer,
“Res” es cosa y “Redita” es algo que enriquece. El titular de la propietas era únicamente
el pater familias, pero si éste fallecía sus hijos pasaban a ser pater familias, sin embargo,
el hermano mayor pasa a ocupar el lugar de su padre porque tenía que encargarse de su
madre y de sus hermanos solteros a pesar de que todos eran “Here Sui”, es decir
heredaban parte de la propiedad, pero no la podían administrar. Finalmente, si bien la
familia se dividía conservaba el gentilicio o el apellido.
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IMPERIO ROMANO
En el transcurso de su historia, que abarca tres milenios, llegó a extender sus dominios
sobre toda la cuenca del Mediterráneo y gran parte de Europa. Como capital del Imperio
romano, se constituyó en una de las primeras grandes metrópolis de la humanidad,
centro de una de las civilizaciones antiguas más importantes. Influenció la sociedad, la
cultura, la lengua, la literatura, el arte, la arquitectura, la filosofía, la religión, el
derecho y la moral de los siglos sucesivos.
En el derecho romano, los vivos suceden en la situación Jurídica de los difuntos.
Teóricamente, sería posible un sistema jurídico en el cual con la muerte se acabarán
todos los derechos del difunto; y efectivamente esta situación la encontramos
parcialmente realizada: los derechos que tenía el difunto en calidad de marido, de padre
o de tutor, así como sus derechos políticos, se extinguen definitivamente, sin transmitirse
a otra persona.
También sus calidades de usufructuario, de mandatario, de socio de obrero o de titular
de un contrato de hospedaje, al igual que sus rentas vitalicias.
Sin embargo, muchos otros derechos –tales como el de la propiedad y los derechos de
crédito-sobreviven a sus titulares originales y se traspasan a otros, a sus “sucesores”.
Precisamente, el hecho de que determinados derechos tienen esta capacidad de
sobrevivirles da su especial valor para el individuo.
El derecho hereditario romano, tiene a la herencia como objeto de la sucesión debido a
que el heredero recibe la totalidad del patrimonio y no objetos específicos; es así como se
da apertura al concepto de mortis causa que significa la sucesión universal.
La anterior, se entiende por la transmisión de uno o varios herederos un patrimonio
perteneciente a un difunto, autor o causante de la herencia conocido como de cuis.
La sucesión Romana, no solo comprendía el patrimonio del difunto, si no que incluía
también los ideales, las simpatías y las antipatías del difunto, el heredero continuo la
personalidad entera del difunto y no solo su personalidad patrimonial.
El tema de las sucesiones tiene un especial interés en el derecho romano, por las
siguientes consideraciones:
a) Desde el punto de vista de la sociología Jurídica: Influencia q en el derecho tuvo
la metafísica popular.
b) Desde el punto de vista jurídico, se observa como el pretor interviene en el (Ius
Civile) “ayudando, completando y corrigiendo”
En Roma, se negaba la desaparición del fallecido como entidad de derecho y establecía
su prolongación mediante la continuidad de su persona por el heredero. Este y aquél son
una misma persona, de modo que la vacante dejada por el muerto es ocupada
instantáneamente por el sucesor.
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FORMAS DE ADQUIRIR LA HERENCIA
Adquisición en bloque o en la totalidad de un patrimonio.
Sucesión en el lugar y en el derecho del difunto. (sucessio in locum o in ius
defuncti): Ocupar la situación y la titularidad de los derechos del difunto. En la
concepción clásica, la sucesión se refiere siempre a la totalidad de un patrimonio,
es decir, per universitatem, o sucesión universal.
La sucesión universal, o el traspaso de todo su patrimonio en bloque de una persona a
otra que comprende además de los créditos y las deudas, todos los bienes y derechos que
lo componen, se produce de dos formas:
Sucesión inter vivos: cuando una persona ocupa el lugar y la titularidad de los
derechos de otra; según las reglas del ius civile, esta sucesión entre vivos se
produce cuando el paterfamilias adquiere la potestad sobre una persona sui iuris
y como consecuencia se transmiten en bloque sus bienes al padre: esto sucede en
los casos de la arrogación (adrogatio), por la que una cabeza de familia se somete
en adopción a la potestad de otro paterfamilias. Las deudas de los que pasan a la
potestad del padre no se transmiten en virtud de la sucesión.
Sucesión Mortis causa: a la muerte de una persona el heredero entra en la misma
posición que aquella tenía y se sitúa en su lugar considerándose que lo hace sin
interrupción alguna. La consecuencia a más importante es que la sucesión se
produce tanto sobre los créditos como sobre las deudas.
El régimen hereditario del antiguo derecho civil Romano estaba fundado sobre la
familia agnaticia y los vínculos de potestad. Se adaptaba a una estructura patriarcal y a
una economía agraria primitiva. Suponía un sistema cerrado de normas y formalismos
que pronto debieron considerarse insuficientes o injustos. Según el precepto de las XII
Tablas, en caso de que el causante muriera intestado heredaban los hijos en potestad
(sui) y en defectos de estos, el agnado próximo y los gentiles. La ley parte de la
posibilidad de existencia de un testamento; sólo en su defecto hace los llamamientos
legítimos.
CLASES DE POSESIÓN DE BIENES HEREDITARIOS:
BONORUM POSSESSIO EDICTALIS: cuando está comprendida en los
supuestos contemplados en el edicto del pretor.
BONORUM POSSESSIO DECRETALIS: cuando sin estar comprendida en el
edicto la concede el pretor, después de haber examinado la petición y las causas
que concurren (causa cognita, pro tribunali).
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Como la herencia, también la bonorum possessio se clasifica atendiendo a sus causas de
atribución:
BONORUM POSSESSIO SECUMDUM TABULAS: conforme al testamento.
BONORUM POSSESSIO SINE TABULIS O AB INTESTATO: en los supuestos
en que no existe testamento el pretor tiene en cuenta el parentesco de sangre o
cognaticio que prevalece sobre el agnaticio.
BONORUM POSSESSIO CONTRA TABULAS: o contra el testamento. Se daba
en favor de los hijos emancipados que no hubiesen sido contemplados, si
desheredados en el testamento.
En terminología escolástica propia de Gayo se distinguen dentro de la bonorum
possessio:
VALIDEZ DEL TESTAMENTO EN LA ANTIGUA ROMA
Para la validez de éste se exige el concurso de las condiciones siguientes:
1. La capacidad del testador; factio.
2. La observación de las formas prescritas testamenti factio;
3. La institución de heredero. En ocasiones es, además, necesario que el testador
tenga en consideración a ciertas personas entre sus parientes próximos.
PERSONAS QUE NO TIENEN EL EJERCICIO DEL DERECHO DE
TESTAR:
*Los impúberos sui juris, porque carecen del juicio necesario para el acto tan
importante. Pero sólo es el ejercicio del derecho el que les falta, de manera que
pueden dejar una sucesión testamentaria, si el jefe de familia testó por ellos
cuando estaban bajo su autoridad.
*Los locos, Éstos sólo pueden testar válidamente en un intervalo lúcido.
*Los pródigos interdictos, porque ya no tienen el commercium, aunque queda
válido el testamento que hayan hecho antes de la interdicción.
*Los sordos y los mudos, es decir, aquellos que no entienden ni hablan de una
manera absoluta; pero si su enfermedad es accidental y han hecho el testamento
antes de estar acatados, éste produce todos sus efectos.
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FORMAS DE TESTAMENTOS ROMANOS
La forma de los testamentos en Roma varió según las épocas. Diferentes maneras
de testar fueron admitidas sucesivamente por el antiguo Derecho civil, por el
Derecho pretorio y por las constituciones imperiales.
Testamentum calatis comitiis.
El testador declaraba su voluntad ante el pueblo convocado en comicios dos veces
al año.
Testamentum in procinctu.
El testador declaraba su última voluntad frente al ejército formado en orden de
batalla, armado y pronto a entrar en combate; sin que esto suponga, como
algunos afirman, que el ejército equivaliera en este caso a los comicios, toda vez
que el orden táctico del ejército romano no permitía que todos oyesen la
declaración del testador, la cual en realidad solamente era dirigida a sus
conmilitones más próximos.
Testamentum per aes et libram.
La antigua familiae mancipatio era un negocio entre vivos, por el cual el
paterfamilias mancipaba mediante las formas acostumbradas, el patrimonio al
heredero (familiae emptor). No siendo esto un verdadero testamento, no se
prestaba a ordenar legados y solamente se podían ordenar fideicomisos, es decir,
disposiciones confiadas a la pura lealtad del heredero. Sólo más tarde fue
reconocido este modo de testar; en el negocio se permitieron las palabras de la
nuncupatio, ya en uso a lo que parece en el testamento comicial y el heredero se
distinguió de la persona del familiae emptor.
El Testamento oral
Las Constituciones imperiales simplificaron la legislación sobre los testamentos,
y de la fusión entre el Derecho civil y el Derecho pretorio nació una nueva forma
de testar.
También podía el testador, en vez de presentar las tablillas, declarar oralmente
ante los siete testigos su última voluntad, llamándose entonces testamento oral.
Testamento ológrafo: sin necesidad de testigos
Igualmente, Teodosio II y Valentiniano III, en la Novela 21, 2 del año 440,
admitieron que, si el testamento fuese ológrafo, esto es, descrito de puño y letra
del testador, no eran necesarios los testigos. Del testamento ológrafo se ocupan
los artículos 688 y siguientes del Código civil.
Testamento del ciego
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Debía hacer testamento oral pero no escrito, al igual que aquél que ha perdido
las manos (Paul. Sent. 3, 4a, 4). Además de los siete testigos hace falta la
presencia de un tabularius (notario) ante el que el testador manifiesta su
voluntad, que, redactada por escrito por el tabularius, debe ser por él leída y
confirmada por el testador ante los testigos.
Testamento del analfabeto.
En época clásica sólo podía hacer testamento oral. Si es escrito, Teodosio y
Valentiniano requieren que el testamento sea redactado en presencia de un
octavo testigo, que suscribía el testamento en lugar del testador.
Testamento pestis tempore.
En tiempo de epidemia, al objeto de evitar el contagio, Diocleciano (C. 6, 23, 8),
respetando todas las otras formalidades y el número de testigos, estableció la
remisión de la presencia simultánea de éstos.
Testamentos públicos
El testamento público puede hacerse por escrito o de palabra: por escrito,
entregándolo al príncipe para ser depositado en los archivos imperiales. De
palabra, haciendo una declaración delante del magistrado, quien la protocoliza.
Testamentos privados.
También los testamentos privados pueden ser escritos o verbales; unos y otros
han de reunir los requisitos siguientes:
1. Deben ser otorgados ante siete testigos idóneos expresamente invitados, o por
lo menos advertidos del acto a que van a asistir. No son idóneos cuantos
carecen de capacidad de testar y además las mujeres, los mudos y los sordos.
Claro está que no pueden ser contados entre los testigos el testador, ni el
heredero, ni, finalmente, los que forman parte de sus respectivas familias civiles.
Por el contrario, son testigos idóneos los tutores nombrados en el testamento, los
legatarios y los fideicomisarios, como también el que ha redactado por escrito el
testamento.
2. El testamento debe tener unidad de contexto, lo cual quiere decir que todo el
acto debe ser realizado sin interrupción grave en presencia de los siete
antedichos testigos, quienes deben asistir juntos y libremente a todo el acto y
de manera que puedan ver al testador. Estas dos condiciones son comunes a
los testamentos escritos y a los orales, pero hay otras propias de cada una de
tales formas, precisamente por la diferencia que existe entre un acto escrito y
otro simplemente oral.
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Así, tratándose de un testamento nuncupativo es necesario que el testador
manifieste su voluntad a los testigos de un modo claro e inteligible. En cuanto al
testamento escrito se exige que el testador, después de haberle escrito de su propio
puño (ológrafo), lo dé a conocer como suyo y le haga suscribir por los siete
testigos, poniendo cada uno de ellos un sello junto a su propia firma; o bien, si
está escrito por otra parte, el testador debe suscribirlo antes que los siete testigos,
quienes añaden también su firma (subscriptio) y sello (signatio). Si el testador no
puede o no sabe escribir y quiere dejar testamento escrito se añade en su lugar un
octavo testimonio que firme por él.
Conclusión
Es así como van surgiendo leyes sucesorias, respondiendo a estratos sociales y
económicos, intereses individualistas, que llevan al reconocimiento del derecho del
hombre a disponer de sus bienes en vida y después de su muerte.
Sin embargo, aún cuando nosotros dejemos de existir, la vida para los nuestros
continuará, y esta afirmación es probablemente una de las razones por las que se regula
el derecho a suceder.
Inicialmente sólo el padre puede causar herencia, los hijos ocupan el lugar del padre,
Una vez que se adquiere la cualidad de heredero, al tener un carácter personal, no se
pierde.
Los herederos pueden ser:
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