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Saludo y presentación conductora/a.

Buenas noches, amigos y amigas radioescuchas, les saludamos

fraternalmente en esta noche en la cual nos reunimos para vivir la

experiencia de aprender y de compartir en este programa de radio. Para mí

es gusto poder compartir de nuevo con ustedes este segmento, como todos

los jueves me llena de al egregia poder llegar hasta el hogar de cada uno

de los radioescuchas que nos sintonizan.

Nosotros y nosotras somos parte de la Universidad de San Carlos de

Guatemala, conformamos el Centro Nohemí Alfaro de la Escuela de

Ciencias Psicológicas, agradecemos el espacio brindado por Radio Mixco,

este espacio llamado “Psicología en casa” nuestro objetivo primordial es

brindar apoyo y estrategias en el cuidado de la Salud mental, debido a la

actual pandemia que vivimos nos afecta grandemente.


Contamos con una página en Facebook llamada “Centro de Atención

Psicosocial Nohemí Alfaro USAC Guatemala” donde pueden hacernos

llegar sus dudas, preguntas y sugerencias de temas a tratar, en nuestra

página oficial subimos contenido diario con información relacionada a salud

mental. También contamos con el correo oficial del centro, llamado,

centropracticasanlucas@gmail.com, donde pueden escribirnos, con gusto les

estemos leyendo.

Tema del día (Presentación, preguntas generadoras)

El día hoy vamos a hablar sobre un tema que causa mucha controversia y

que hemos escuchado mas de alguna ves y que inclusive nosotros mismos

hemos mencionado a algún amigo o familiar o para nombrarnos a nosotros

mismo, es una palabra conformado por tan solo ocho letras, pero que

pueden causar un gran daño si no se trata adecuadamente.

El tema del día es la “ansiedad”, cuantos de nosotros no la hemos

mencionado la típica frase de; “estoy muy ansioso o ansiosa”; bueno hoy

vamos a platicarles sobre que en realidad es la ansiedad, que efectos

negativos tiene, pero también sobre los efectos positivos, porque no todo es

malo, la ansiedad modera puede ayudarnos en ciertas tareas a realizar.

Todos hemos sentido ansiedad o preocupación de vez en cuando,

especialmente cuando una persona tiene que enfrentar situaciones que

pueden resultar estresantes como hablar en público o ir a una entrevista de

trabajo. Esto ocurre porque la ansiedad es una emoción común y normal de


las personas frente a situaciones estresantes y de incertidumbre y la

emoción cumple una función útil que permite adaptarnos a la vida.  

Este tipo de ansiedad puede hacerte estar alerta, ayudándote a ser más

productivo y a realizar el trabajo de manera más eficiente.  Hay momentos

en los que la ansiedad más que resultarnos útil se convierte en un

obstáculo para llevar una vida normal. Esto ocurre cuando aparecen

síntomas de ansiedad sin motivos aparentes, o bien, que el nivel de

ansiedad ante un acontecimiento es totalmente desproporcionado respecto

al peligro real que supone.

Para empezar con la descripción general del tema quiero compartirles esta

frase:

“La ansiedad no es necesariamente mala, porque también puede llevar a la

persona al conocimiento de su propio ser”

Muy bien empezamos:

Descripción general

La ansiedad es una experiencia emocional que todos estamos

familiarizados con ella, pero no por eso fácil de definir. La ansiedad es un

fenómeno normal que lleva al conocimiento del propio ser, que moviliza las

operaciones defensivas del organismo, es base para el aprendizaje,

estimula el desarrollo de la personalidad, motiva el logro de metas y


contribuye a mantener un elevado nivel de trabajo y conducta. En exceso,

la ansiedad es nociva, mal adaptativa, compromete la eficacia y conduce a

las enfermedades. En su uso cotidiano el término ansiedad puede significar

un ánimo transitorio de tensión (sentimiento), un reflejo de la toma de

conciencia de un peligro (miedo), un deseo intenso (anhelo), una respuesta

fisiológica ante una demanda (estrés) y un estado de sufrimiento mórbido

(trastorno de ansiedad).

Sentir ansiedad de modo ocasional es una parte normal de la vida. Sin

embargo, las personas con trastornos de ansiedad con frecuencia tienen

preocupaciones y miedos intensos, excesivos y persistentes sobre

situaciones diarias. Con frecuencia, en los trastornos de ansiedad se dan

episodios repetidos de sentimientos repentinos de ansiedad intensa y

miedo o terror que alcanzan un máximo en una cuestión de minutos que

serían los famosos “ataques de pánico” que son de igual forma muy

comunes que nombremos.

La ansiedad es la más común y universal de las emociones. Es sinónimo de

congoja, preocupación, desasosiego ante acontecimientos futuros o

situaciones de incertidumbre. Es la anticipación temerosa de peligro

inminente acompañada de un sentimiento intenso y displacentero o de

síntomas físicos ubicados en cualquier región de la geografía corporal.

Implica el presentimiento de que algo grave le va a ocurrir.


Se afirma a menudo que el tipo de vida de la sociedad actual tecnológica,

urbanizada y competitiva genera mucha ansiedad. Sin embargo, la

ansiedad ha habido siempre en toda época. Es impensable la vida sin ella.

Cierto grado de ansiedad está presente en nuestras vidas cotidianas. Existe

una ansiedad normal, ligada a las situaciones que vivimos, que cumple una

función adaptativa y prepara al individuo para la ejecución de tareas o alerta

frente a posibles amenazas. Sin embargo, la ansiedad puede ser patológica

cuando no se presenta como respuesta proporcionada frente a un estímulo

o si su intensidad y duración exceden de los límites aceptables. En tales

condiciones pierde su función de adaptación y se convierte en un problema

para el individuo.

Estos sentimientos de ansiedad y pánico interfieren con las actividades

diarias, son difíciles de controlar, son desproporcionados en comparación

con el peligro real y pueden durar un largo tiempo. Con el propósito de

prevenir estos sentimientos, puede suceder que evites ciertos lugares o

situaciones. Los síntomas pueden empezar en la infancia o la adolescencia

y continuar hasta la edad adulta.

Algunos ejemplos del trastorno de ansiedad son: trastorno de ansiedad

generalizada, trastorno de ansiedad social que viene siendo nuestras

llamadas “fobias sociales”, “fobias específicas” y trastorno de ansiedad por

separación, de las cuales les estaremos ampliando más información más

adelante. Puedes tener más de un trastorno de ansiedad. A veces, la

ansiedad surge de una enfermedad que requiere tratamiento.


La ansiedad es una reacción humana natural que afecta a la mente y al

cuerpo. Tiene una importante función básica de supervivencia: la ansiedad

es un sistema de alarma que se activa cuando una persona percibe un

peligro o una amenaza.

Cuando el cuerpo y la mente reaccionan al peligro o la amenaza, una

persona siente sensaciones físicas de ansiedad: cosas como la aceleración

del ritmo cardíaco y respiratorio, tensión muscular, las palmas de las manos

que sudan, un malestar en el estómago y temblor en las manos y las

piernas. Estas sensaciones son parte de la respuesta del cuerpo de "huir o

luchar". Están provocadas por un aumento de la producción de adrenalina y

otras sustancias químicas que preparan al cuerpo para escapar

rápidamente del peligro. Pueden presentarse como síntomas leves o

extremos.

La respuesta de lucha o huida ocurre instantáneamente cuando una

persona siente una amenaza. Pocos segundos después, la parte del

cerebro encargada de pensar (la corteza) empieza a procesar la situación y

a evaluar si la amenaza es real, y en tal caso, cómo manejarla. Si la corteza

envía la señal de no hay peligro, la respuesta de lucha o huida se desactiva

y el sistema nervioso puede relajarse.

Si la mente razona que una amenaza puede durar, los sentimientos de

ansiedad se prolongan, manteniendo alerta a la persona. Las sensaciones


físicas, como la respiración rápida u superficial, las palpitaciones, la tensión

muscular y el sudor en las palmas pueden continuar también.

Ansiedad normal

Todo el mundo experimenta sentimientos de ansiedad de vez en cuando.

La ansiedad puede describirse como un sentimiento de inquietud,

nerviosismo, preocupación, temor o pánico por lo que está a punto de

ocurrir o puede ocurrir. Mientras que el miedo es la emoción que sentimos

en presencia de una amenaza, la ansiedad es una sensación de un peligro,

problema o amenaza que está por suceder.

Los sentimientos de ansiedad pueden ser leves o intensos (o intermedios

entre ambos extremos), dependiendo de la persona y de la situación. La

ansiedad leve puede sentirse como inquietud o nerviosismo. La ansiedad

más intensa puede sentirse como miedo, terror o pánico. La preocupación y

los sentimientos de tensión y estrés son formas de ansiedad. También lo

son el miedo escénico o la timidez ante la posibilidad de conocer a gente

nueva. Es natural que, ante situaciones nuevas, desconocidas o que

suponen un desafío se produzcan sentimientos de ansiedad y nerviosismo.

Tener que enfrentar un examen, una fecha especial o una presentación

importante para la escuela puede desencadenar una ansiedad normal.

Aunque estas situaciones no representan una verdadera amenaza para la

seguridad de la persona, pueden hacer que alguien se sienta "amenazado"

por la posible vergüenza, preocupado por cometer un error, por adaptarse a


la situación, por atrancarse con las palabras, por ser aceptado o rechazado

o por perder su orgullo. Las sensaciones físicas como las palpitaciones, las

manos sudorosas o las molestias en el estómago pueden también estar

presentes en la ansiedad normal.

Como la ansiedad hace que una persona se ponga en alerta, se concentre

y se prepare para enfrentar posibles problemas, la ansiedad puede

ayudarnos a hacerlo lo mejor posible en situaciones que requieren nuestra

actuación. Pero la ansiedad que es demasiado fuerte puede impedir que

demos lo mejor de nosotros. Demasiada ansiedad puede hacer que una

persona se sienta abrumada, cohibida e incapaz de hacer lo que necesita

hacer.

En términos generales, la ansiedad normal es menos acentuada, más ligera

y no implica una reducción de la libertad personal. Por el contrario, la

ansiedad patológica, elemento nuclear de los trastornos de ansiedad, es

desproporcionada con las situaciones o se presenta en ausencia de

cualquier peligro ostensible. Es más corporal. Compromete el

funcionamiento del individuo provocando un déficit funcional y un malestar

que impulsa frecuentemente al sujeto a pedir ayuda médica.

Síntomas

Los signos y síntomas de la ansiedad más comunes incluyen los siguientes:

 Sensación de nerviosismo, agitación o tensión


 Sensación de peligro inminente, pánico o catástrofe

 Aumento del ritmo cardíaco

 Respiración acelerada (hiperventilación)

 Sudoración

 Temblores

 Sensación de debilidad o cansancio

 Problemas para concentrarse o para pensar en otra cosa que no sea


la preocupación actual

 Tener problemas para conciliar el sueño

 Padecer problemas gastrointestinales (GI)

 Tener dificultades para controlar las preocupaciones

 Tener la necesidad de evitar las situaciones que generan ansiedad

SINDROME GENERAL DE ANSIEDAD

SINTOMAS MOTORES

 Temblor, contracciones o sensación de agitación.

 Tensión o dolorimiento de los músculos.

 Inquietud.

 Fatigabilidad fácil.

SINTOMAS DE HIPERACTIVIDAD VEGETATIVA

 Dificultad para respirar o sensación de ahogo.

 Palpitaciones o taquicardia.

 Sudoración o manos frías y húmedas.

 Boca seca.
 Mareos o sensación de inestabilidad.

 Nauseas, diarrea u otras molestias abdominales.

 Sofocos o escalofríos.

 Micción (orinado) frecuente.

 Dificultad para deglutir o sensación de "nudo en la garganta".

SINTOMAS DE HIPERVIGILANCIA

 Sensación de que va a suceder algo.

 Respuesta de alarma exagerada.

 Dificultad para concentrarse o "mente en blanco".

 Dificultad para conciliar el sueño.

 Irritabilidad.

Trastornos de ansiedad
Los trastornos de ansiedad son problemas de salud mental que se relacionan con
experimentar en exceso ansiedad, miedo, nerviosismo, preocupación o terror. La
ansiedad demasiado constante o intensa puede hacer que una persona se sienta
preocupada, distraída, tensa y siempre alerta.

Los trastornos de ansiedad se encuentran entre los problemas de salud mental


más comunes. Afectan a personas de todas las edades, incluidos los adultos,
niños y adolescentes. Hay muchos diferentes tipos de trastornos de ansiedad, con
síntomas diferentes. Sin embargo, todos tienen una cosa en común: la ansiedad
se presenta con demasiada frecuencia, es demasiado intensa, es
desproporcionada respecto a la situación del momento e interfiere en la vida diaria
de la persona y en su felicidad.

Los síntomas del trastorno de ansiedad pueden presentarse de repente o


aumentar poco a poco y persistir hasta que la persona empieza a darse cuenta de
que no está bien. A veces la ansiedad crea una sensación de fatalidad y aprensión
que parece producirse sin ninguna razón. Es habitual en los que sufren de
trastorno de ansiedad no saber qué está causando las emociones,
preocupaciones y sensaciones que tienen.

Los diferentes trastornos de ansiedad se denominan con nombres que reflejan sus
síntomas específicos.

 Ansiedad generalizada. Este común trastorno de ansiedad hace que una


persona se preocupe excesivamente de muchas cosas. Alguien con
ansiedad generalizada se preocupa excesivamente de la escuela, la salud,
la seguridad de sus familiares y el futuro. Puede que siempre piense en lo
peor que puede ocurrir.

Además de la preocupación y el terror, las personas con ansiedad


generalizada tienen síntomas físicos, como dolor en el pecho, dolor de
cabeza, cansancio, tensión muscular, dolor de estómago y vómitos. La
ansiedad generalizada puede llevar a que una persona falte a la escuela o
evite actividades sociales. En la ansiedad generalizada, las preocupaciones
se sienten como una carga, haciendo que la vida se viva como algo
agobiante o con una sensación de no tener control.
 Trastorno obsesivo compulsivo (TOC). Para una persona con TOC, la
ansiedad toma la forma de obsesiones (pensamientos negativos) y
compulsiones (acciones para intentar aliviar la ansiedad).
 Fobias. Son temores intensos a situaciones específicas o a cosas que no
son realmente peligrosas, como las alturas, los perros o caerse en un avión.
Las fobias normalmente hacen que las personas eviten las cosas que le
provocan miedo.
 Fobia social (ansiedad social). Esta intensa ansiedad se desencadena
por situaciones sociales o por hablar delante de otros. Una forma extrema
llamada mutismo selectivo provoca que los niños y los adolescentes
tengan demasiado miedo como para hablar en ciertas situaciones.
 Crisis de angustia. Estos episodios de ansiedad pueden ocurrir sin una
razón aparente. Una persona que sufre una crisis de angustia tiene
síntomas físicos repentinos e intensos que pueden incluir palpitaciones,
sensación de ahogo o falta de aliento, mareo, entumecimiento o sensación
de hormigueo causados por una hiperactividad de las respuestas normales
del organismo ante el miedo. La agorafobia es un intenso miedo a los
ataques de pánico que hace que la persona evite ir a cualquier lugar donde
sea posible que sufra un ataque de pánico.
 Trastorno de estrés postraumático (TEPT). Este tipo de trastorno de
ansiedad es consecuencia de una experiencia del pasado traumática o
aterradora. Los síntomas incluyen recurrencia de recuerdos de la
experiencia, pesadillas y temor constante después del acontecimiento.

Cómo afectan los trastornos de ansiedad a las personas


Para las personas que sufren trastornos de ansiedad, los síntomas pueden
sentirse extraños y provocarles confusión al principio. Para algunos, las
sensaciones físicas pueden ser fuertes e inquietantes. Para otros los sentimientos
de miedo y fatalidad pueden presentarse sin ninguna razón aparente que pueda
hacerles sentirse asustados, desprotegidos o en guardia. Las preocupaciones
constantes pueden hacer que una persona se sienta abrumada por cualquier
pequeña cosa. Todo esto puede afectar a la concentración, la confianza, el sueño,
el hambre y el aspecto.

Las personas con trastornos de ansiedad pueden evitar hablar de sus


preocupaciones, creyendo que los demás podrían no entenderlos. Quizá teman
ser juzgados injustamente, o que se les considere débiles o temerosos. Aunque
los trastornos de ansiedad son comunes, las personas que los sufren pueden
sentirse incomprendidas o solas.

Algunas personas con trastornos de ansiedad pueden culpabilizarse. Tal vez se


sientan incómodas o avergonzadas, o piensen erróneamente que la ansiedad es
una debilidad o un defecto personal. La ansiedad puede hacer que la gente evite ir
a lugares o realizar actividades que les gustan.

La buena noticia es que en la actualidad los médicos entienden los trastornos de


ansiedad mejor que antes y, con tratamiento, una persona puede sentirse mejor.

¿Qué causa los trastornos de ansiedad?

Los expertos no saben exactamente qué causa los trastornos de ansiedad. Parece
que hay varios aspectos que intervienen, como la genética, la bioquímica del
cerebro, una respuesta hiperactiva de lucha o huida, circunstancias estresantes de
la vida y comportamiento aprendido.
Alguien que tenga una familia con un trastorno de ansiedad tiene una probabilidad
mayor de desarrollarlo también. Esto puede estar relacionado con los genes que
afectan la química del cerebro y la regulación de unas sustancias químicas que se
denominan neurotransmisores. Pero no todo el mundo que tiene familiares con un
trastorno de ansiedad desarrollará problemas de ansiedad.

Las cosas que le ocurren a una persona en la vida pueden favorecer la aparición
de los trastornos de ansiedad. Los terribles acontecimientos traumáticos que
causan el trastorno obsesivo compulsivo son un buen ejemplo.

Criarse en una familia donde otros tienen miedo o están ansiosos puede "enseñar"
a un niño a ver el mundo como un lugar peligroso. Del mismo modo, si una
persona crece en un ambiente que es realmente peligroso (si hay violencia en la
familia del niño o en la comunidad, por ejemplo), aprenderá a tener miedo o a
esperar lo peor.

Aunque todo el mundo experimenta una ansiedad normal en ciertas situaciones, la


mayoría de las personas incluso las que experimentan situaciones traumáticas no
desarrollan trastornos de ansiedad. Y las personas que desarrollan trastornos de
ansiedad pueden encontrar alivio con un tratamiento y cuidados adecuados.
Pueden aprender maneras de manejar la ansiedad y sentirse más relajados y en
paz.

Antes de continuar con el tema de hoy, te queremos recordar que estamos


pendientes de tus dudas y comentarios que te surjan al momento de
escuchar nuestro programa, estaremos dispuestos a darles respuesta a cada
una de ellas, para esto nos puedes buscar en Facebook como “Centro de
Atención Psicosocial Nohemí Alfaro USAC Guatemala”, déjanos un mensaje
con tu duda, comentario o pregunta y te estaremos contestando a la
brevedad posible, también puedes apoyarnos con un Me gusta. 

Dentro de la página podrás encontrar distintos temas que pueden ser de tu


interés. ¡APOYANOS Y RECOMIENDANOS!
¿Cómo se tratan los trastornos de ansiedad?

Para el tratamiento de los trastornos de ansiedad se debe acudir a profesionales


de salud mental o a terapeutas. Un terapeuta puede estudiar los síntomas que
presenta una persona, diagnosticar el trastorno de ansiedad específico e idear un
plan para ayudar a que la persona encuentre alivio.

A menudo se utiliza un tipo concreto de psicoterapia. En la terapia una persona


aprende nuevas maneras de pensar y actuar en situaciones que pueden causar
ansiedad y cómo manejar y enfrentarse al estrés. El terapeuta proporciona apoyo
y orientación y enseña nuevas habilidades de afrontamiento, como técnicas de
relajación o ejercicios de respiración. A veces, pero no siempre, se utiliza
medicación como parte del tratamiento para la ansiedad.

TRATAMIENTO

CONSIDERACIONES GENERALES

El trastorno por ansiedad generalizada puede ser un trastorno de larga duración.


El objetivo del tratamiento consiste en reducir los síntomas hasta un nivel
manejable, ya que quizás no sea posible eliminarlos por completo. Cuando el
paciente presenta sus síntomas en relación con estresores psicosociales, el
tratamiento no farmacológico puede ser satisfactorio y debe ensayarse primero. Si
existen síntomas persistentes o severos considerar la combinación de medidas
farmacológicas y no farmacológicas.

TRATAMIENTO FARMACOLOGICO

El tratamiento farmacológico está indicado para pacientes que tienen síntomas


ansiosos persistentes o severos. Deben instituirse ensayos fármaco terapéuticos
de corto plazo 54 (semanas) y mediano plazo (3 a 6 meses) en combinación con
las intervenciones no farmacológicas, con intentos periódicos de disminuir y
suspender la medicación. Esta estrategia es consistente con el curso natural
fluctuante del trastorno de ansiedad generalizada.

Factores de riesgo
Los siguientes factores pueden incrementar el riesgo de padecer un trastorno de
ansiedad:

 Trauma. Los niños que soportaron maltratos o traumas o que


presenciaron eventos traumáticos tienen mayor riesgo de manifestar
un trastorno de ansiedad en algún momento de sus vidas. Los adultos
que atraviesan un evento traumático también pueden manifestar
trastornos de ansiedad.

 Estrés debido a una enfermedad. Tener un problema de salud o una


enfermedad grave puede causar gran preocupación acerca de
cuestiones como el tratamiento y el futuro.

 Acumulación de estrés. Un evento importante o una acumulación de


situaciones estresantes más pequeñas de la vida pueden provocar
ansiedad excesiva, por ejemplo, la muerte de algún familiar, estrés en
el trabajo o preocupaciones continuas por la situación financiera.

 Otros trastornos mentales. Las personas que padecen otros


trastornos mentales, como depresión, a menudo también padecen un
trastorno de ansiedad.

 Tener familiares consanguíneos que padecen un trastorno de


ansiedad. Los trastornos de ansiedad pueden ser hereditarios.

 Drogas o alcohol. El consumo o el uso indebido o la abstinencia de


drogas o alcohol pueden provocar o empeorar la ansiedad.

Cuando consultar con un especialista de la salud


Consulta con un especialista de la salud en los siguientes casos:

 Sientes que te estás preocupando demasiado y que esto interfiere en


tu trabajo, tus relaciones y otros aspectos de tu vida

 Tu miedo, tu preocupación o tu ansiedad te causan malestar y te


resulta difícil controlarlos

 Te sientes deprimido, tienes problemas con el consumo de alcohol o


drogas, o tienes otros problemas de salud mental junto con ansiedad
 Piensas que tu ansiedad podría estar vinculada a un problema de
salud física

 Tienes pensamientos o conductas suicidas (de ser así, procura


tratamiento de urgencia inmediatamente)

Es posible que tus preocupaciones no se vayan por sí solas y que empeoren con
el paso del tiempo si no procuras ayuda. Visita a tu médico o a un profesional de
salud mental antes de que tu ansiedad empeore. Es más fácil tratarla si obtienes
ayuda pronto.

¿Qué hacer?

Tratar el problema puede ayudar a que la persona se sienta que es otra vez ella
misma, que se encuentra relajada y preparada para las cosas buenas de la vida.
Alguien que esté experimentando un trastorno de ansiedad debería:

 Hablar con alguno de sus padres o con otro adulto sobre sus
sensaciones físicas, preocupaciones y temores. Como los trastornos de
ansiedad no desaparecen a menos que se traten, es importante decírselo a
alguien que pueda ayudar. Si tus padres no te entienden, habla con un
consejero escolar, con un religioso o con otro adulto en quien confíes.
 Acude a hacerte una revisión. Ve a ver a un psicólogo que te asegure que
no hay ningún problema físico que pueda estar causando los síntomas.
 Trabaja con un profesional de salud mental.  Averiguar qué está
causando los síntomas puede ser un gran alivio, …aquí aprovecho para
incentivarlos a que puedan escribirnos, a nuestro correo o pagina
oficial de Facebook con mucho gusto les estaremos atendiendo,
contamos con atención psicológica gratuita.
 Haz ejercicio de manera regular y come y duerme bien. Esto
proporcionará a tu cuerpo y tu cerebro el combustible y el tiempo necesario
para recargarse.
 Pide ayuda enseguida. La ansiedad, como muchos otros trastornos
mentales, puede ser más difícil de tratar si te demoras.
 Mantente activo. Participa en actividades que disfrutes y que te hagan
sentir bien contigo mismo. Disfruta la interacción social y tus afectos, que
pueden aliviar tus preocupaciones.

 Evita el consumo de alcohol o drogas. El consumo de alcohol y drogas


puede provocar ansiedad o empeorarla. Si eres adicto a cualquiera de
estas sustancias, la idea de dejar de consumir puede hacerte sentir
ansioso. Si no puedes dejar de consumir por tu cuenta, consulta con tu
médico o busca un grupo de apoyo para que te ayuden.

Intenta ser paciente y mantenerte positivo. Puede que tardes un tiempo en sentirte
mejor y en encontrar el valor para enfrentar tus miedos. Pero abandonar la
preocupación dejará más espacio para que experimentes mayor felicidad y
diversión.

Complicaciones

El trastorno de ansiedad no implica solamente estar preocupado. También puede


ocasionar, o empeorar, otros trastornos mentales y físicos, como los siguientes:

 Depresión (que a menudo se produce junto con un trastorno de


ansiedad) u otros trastornos de salud mental

 Abuso de sustancias

 Problemas para dormir (insomnio)

 Problemas digestivos o intestinales

 Dolor de cabeza y dolor crónico

 Aislamiento social

 Problemas en la escuela o el trabajo

 Mala calidad de vida

 Suicidio

Agradecemos tu sintonización y queremos que sean parte de nuestro espacio


¿Sabías qué?
 Sabias que, los trastornos de ansiedad son tan frecuentes en atención
primaria que se calcula que uno de cada diez pacientes que se atienden
diariamente lo presentan. De hecho, son más comunes que la diabetes.

 Sabias que, las personas que padecen sintomatología ansiosa, aun cuando
les provoca sufrimiento y discapacidad están temerosas de hablarlo con el
profesional de salud por que suele considerarle como producto de una
debilidad de carácter. Sin embargo, todo médico puede diagnosticar y tratar
estos trastornos sin recurrir a técnicas sofisticadas; solo se requiere de una
buena relación psicólogo-paciente, escuchar con atención, preguntar
diligentemente e indicar medidas educativas, farmacológicas y
psicosociales sencillas.

 Sabias que, las mujeres tienen el doble de probabilidades de padecer


ansiedad que los hombres. Las mujeres tienen más probabilidades que los
hombres de sufrir un trastorno de ansiedad. Estas diferencias se mantienen
a lo largo de los años, tanto en países desarrollados como en vías de
desarrollo.

 Sabias que, los jóvenes tienen más probabilidades de padecer


ansiedad. Independientemente de la cultura, las personas menores de 35
años tienen más probabilidades de sufrir trastornos de ansiedad que las
personas mayores. Esta conclusión se cumple para todos los países
excepto Pakistán, donde las personas de mediana edad son las que tienen
las tasas de ansiedad más altas.

 Sabias que, las personas adictas al juego o a internet tienen más


probabilidades de sufrir ansiedad. Además del abuso de drogas, la adicción
al juego o a internet son otras dos conductas de riesgo que parecen estar
asociadas al diagnóstico del trastorno de ansiedad. En todo el mundo, un
37% de los adictos al juego padecen trastornos de ansiedad, mientras que
los estudios realizados sobre la adicción a internet (sobre todo en los
países asiáticos) muestran que la propensión a la ansiedad es más del
doble en personas adictas a internet que en otros grupos de control.

 Sabias que, a menudo, la ansiedad aparece con otras enfermedades


mentales o neurológicas. Las personas que padecen trastorno bipolar,
esquizofrenia y esclerosis múltiple corren un mayor riesgo de sufrir un
trastorno de ansiedad.

 Sabias que, ciertas enfermedades están asociadas a unos índices de


ansiedad altos. Las personas que padecen enfermedades cardiovasculares,
cáncer, enfermedades respiratorias, diabetes u otro tipo de enfermedad
crónica tienen más probabilidades de sufrir ansiedad. Por ejemplo, entre el
2 y el 49% de las personas con insuficiencia cardíaca congestiva presentan
síntomas de ansiedad. Entre el 10 y el 50% de los enfermos de cardiopatía
isquémica padecen trastorno de pánico. Los enfermos de cáncer, por otro
lado, presentan un índice de ansiedad de entre el 15 y el 23%. Este
porcentaje también puede aplicarse a supervivientes del cáncer y a las
parejas de las personas que lo padecen. A nivel mundial, las personas a las
que se les diagnosticó cáncer dos años atrás presentan unos índices de
ansiedad más elevados que los sujetos de control sanos (un 18% frente a
un 14%), y el 40% de las parejas de supervivientes del cáncer desarrollan
ansiedad.

 Sabias que, la ansiedad puede aparecer en personas con enfermedades


crónicas que no impliquen riesgo de muerte. Las personas diabéticas tienen
más probabilidades de presentar trastornos o síntomas de ansiedad en
comparación con otros grupos de control sanos, y este efecto es aún mayor
en mujeres que en hombres. Por ejemplo, las mujeres diabéticas son casi el
doble de propensas a la ansiedad que los hombres diabéticos (con una
probabilidad del 55% frente a un 33%).

 Sabias que un pasado traumático puede ser causa de un elevado índice de


ansiedad. Las personas que han experimentado algún tipo de situación
traumática también suelen presentar índices de ansiedad inusualmente
elevados. Según estudios que se han realizado con veteranos de guerra de
Reino Unido y de Estados Unidos, la ansiedad afectaba entre un 25 y un
50% más a aquellos que tenían miembros amputados. A nivel global, entre
un 2 y un 22% de las personas que han sufrido abusos sexuales sufren
ansiedad.

 Sabias que, hay que vigilar los niveles de ansiedad durante


el embarazo. En todo el mundo, las mujeres embarazadas y las que acaban
de dar a luz presentan índices más elevados de trastorno obsesivo
compulsivo que la población general (un 2 y 2,4% respectivamente frente a
un 1%). Unas investigaciones llevadas a cabo demuestran que la ansiedad
es mayor durante el embarazo y en el posparto (15 y 14%
respectivamente), especialmente en mujeres más jóvenes.

ANSIEDAD EN LA VIDA COTIDIANA

ANSIEDAD ANTE EL TRÁFICO


Situaciones cotidianas como los problemas de tránsito pueden suponer para
muchas personas una gran fuente de estrés por el hecho de ser un estímulo
repetido y continuado, que pueden acabar con problemas de ansiedad y de
depresión.

La gente se pone nerviosa principalmente por 3 motivos:


1- porque no quieren llegar tarde a su lugar de trabajo o a clase y ver como el reloj
avanza pero ellos no han recorrido más que 100 metros los va alterando cada vez
más.
2- Por la frustración de pensar que un trayecto que en condiciones normales
harían en 20 minutos, tardan cada mañana más de una hora a hacer.
3- Por la sensación de estar perdiendo las horas a la carretera en lugar de poder
hacer otras cosas genera gran frustración y angustia.

¿Qué se puede hacer?


Intentar solucionar el problema de raíz: proponer a la cabeza un cambio de horario
para evitar entrar a la ciudad en horas punta o bien acceder a través de transporte
público.
Cambio de actitud y de pensamientos negativos: En lugar de ver el tiempo que se
pasa al coche como una pérdida de tiempo, mentalizarse que este tiempo es
inevitable y aprovechar para ponerse al día escuchando las noticias, hablar por
teléfono con aquellos con quien no tenemos tiempo por el día a día, escuchar
música, preparar mentalmente la reunión que tenemos al trabajo, etc. Se trata de
ver positivo el hecho en sí y verlo de una forma menos negativa.

ANSIEDAD ANTE LOS EXÁMENES


La ansiedad ante los exámenes aparece porque la persona desea sacar un buen
resultado. Es positivo tener niveles bajos de ansiedad, puesto que esto nos
activará lo suficiente como para rendir el máximo las horas previas de estudio y a
la propia situación de examen, pero hay personas que se preocupan en exceso,
ya sea porque no han estudiado bastante o porque confían poco en ellos mismos
y la ansiedad es excesiva, dando lugar a bloqueos, donde la mente se queda en
blanco y no son capaces de reflejar al examen todo el que han aprendido.

¿Qué se puede hacer?


Ejercicios de respiración diafragmática utilizando la técnica mindfulness, que
consiste a centrarse en la respiración y en nada más. Hay que parar atención a
cómo entra el aire por la nariz y sale por la boca a un ritmo muy lento y utilizando
por eso el diafragma. Tomarse el tiempo que sea necesario hasta relajarse y poco
a poco la persona volverá a conectar con el contenido que té almacenado a su
memoria.

Utilizar palabras positivas que debemos tener preparadas antes del examen donde
nos podamos recordar frases como: “va, estés tranquilo, es sólo un examen,
tampoco te juegas la vida y has estudiado bastante, confía en tú y todo irá bien, y
si no sale bien, pues ya lo recuperarás”

Si uno se queda en blanco, coger una hoja en blanco aparte del examen, leer de
nuevo la pregunta y apuntar cualquier cosa que te venga a la cabeza, en forma de
ideas sueltes. El importante es empezar a escribir, porque después ya vendrá sola
la asociación de ideas que tenemos almacenadas a la memoria. Después utilizar
esto para responder la pregunta del examen.

ANSIEDAD CUANDO NOS DEJAMOS EL CELULAR


Mucha gente siendo malestar cuando se da cuenta que se ha olvidado el móvil en
casa, es cómo si se quedara desconectado del mundo durante unas horas y esto
en algunas personas puede provocar altos niveles de ansiedad, irritabilidad,
desaliento y la sensación que los falta algo. Cada día más personas enganchan al
teléfono móvil, en las redes sociales, al WhatsApp, etc., y no poder utilizar les
causa gran malestar.

DIFERENCIA ENTRE CONDUCTA NORMAL Y ADICCIÓN


1- Pérdida de control
2- Dependencia psicológico
3- Pérdida de interés de cualquier otra actividad
4- Se mantiene la conducta todo y las consecuencias negativas

¿Qué se puede hacer?


Si alguien cree que puede estar enganchado al móvil, hace falta que ponga freno,
porque el único que puede pasar es que la cosa cada vez vaya, además.
Convendría que de vez en cuando la persona se dejara intencionadamente el
teléfono en casa para demostrarse que «quedar desconectado» no es nada tan
grave ni tan incómodo. Así mismo hay que tener la costumbre de coger el teléfono
sólo si se tiene que utilizar, no por norma llevarlo todo el tiempo encima porque
esto hará que lo consultamos a todas horas y constantemente veremos qué nos
ha dicho quién, qué foto han subido al Facebook, qué comentarios han hecho
nuestros amigos, etc., cosas que nos distraerán completamente del que estemos
haciendo en aquel momento, ya sea trabajar o estudiar.
En casos de adicción puede ser necesario la consulta a un psicólogo especialista
que ayude a la deshabituación.

ANSIEDAD ANTE ENTREVISTA DE TRABAJO


La gran mayoría de la gente (más del 90%) experimenta ansiedad cuando se tiene
que afrontar a una entrevista de trabajo, especialmente cuando el trabajo es muy
deseado.
El deseo de gustar al entrevistador, de mostrar nuestra mejor cara y de «vender»
que uno es el mejor candidato por el trabajo provoca miedo y tensión. Miedo de no
hacerlo bastante bien y miedo de no ser el candidato escogido.
Si no conseguimos controlar el nerviosismo, esto puede afectar nuestra
presentación pues el entrevistador puede interpretar que no somos capaces de
gestionar adecuadamente el estrés.

¿Qué se puede hacer?


Estar preparado por la entrevista de trabajo ayuda mucho a estar más tranquilo:
buscar información general de la empresa y del lugar de trabajo mostrará que
tienes interés y «has hecho los deberes». Prepararse con tiempo los puntos
fuertes y débiles personales para estar preparado a las preguntas que puede
hacer el entrevistador. Preparar la entrevista y practicarla con algún amigo o
familiar también puede dar mucha confianza.

Hacer algún ejercicio de relajación (visualización de escena agradable, relajación


muscular progresiva de Jacobson, técnica del abrazo de la mariposa, etc.) antes
de la entrevista de trabajo.

Mantener una actitud buena y relajada durante la entrevista, no ver la situación


como si fuera un examen sino como una conversación entre dos adultos donde
uno está interesado en el otro y tú el único que tienes que hacer es hablar de tú
mismo, del que sabes hacer y de los lugares donde has trabajado previamente.
puede haber algo más fácil que hablar de un mismo? relajar la situación y verla
como una situación no amenazante hará que la ansiedad disminuya hasta niveles
adaptativos.

ANSIEDAD CUANDO TENEMOS QUE HACER COLA Al /AL


SUPERMERCADO, CINE, etc.
Hay personas que son muy impacientes y viven cualquier obstáculo en el que
querrían hacer como una ofensa.

Por ejemplo, cuando estamos haciendo cola a un lugar donde hay más de una
caja para pagar la persona observa las filas y decide ponerse en aquella donde
cree que lo atenderán más rápido, pero ver como las otras filas avanzan más
rápido que la nuestra, o todavía peor, abren alguna otra caja y nos avanzan
personas que acaban de llegar a la fila puede despertar unos sentimientos de
rabia como si fuera lo peor que pudiera pasar a la vida.

La impaciencia está relacionada con la frustración, la irritación y la ira e incita a la


violencia física y verbal. Estas emociones negativas aumentan el estrés y en
consecuencia deterioran la salud física y mental.
¿Qué se puede hacer?
Coger aire, respirar profundamente y preguntarnos qué nos trae a sentirnos tan
irritados.

Cuando analizamos a fondo las situaciones que nos perturban, descubrimos a


menudo no es para tanto. ¿Y que si la cola del lado es infinitamente más rápida
que la propia? ¿Esto supondrá estar 3 minutos más del esperado, realmente no es
para tanto? ¿Me estoy perdiendo cosas tan importantes como para alterarme de
este modo?

Se viven más años y de forma más feliz cuando no dejamos que estas pequeñas
cosas del día a día no nos afecten. Hay que ver la vida en términos más positivos
y hacer pequeñas las cosas que a veces erróneamente vemos demasiado
grandes.

A continuación, les dejo un relato escrito por un paciente en relación con el


problema que tuvo de ansiedad y como pudo superarlo.
 
"Voy a intentar transmitir a quien lea esto mi experiencia con la ansiedad”.
A mediados de septiembre de 2019, una noche, en la cama, me empecé a sentir
mal...no era un mal conocido, era como si de repente tuviera algo metido en la
garganta, algo que en un poco rato empezó a impedirme respirar, o eso pensaba
yo...en cualquier caso el proceso se fue agudizando de tal manera que el pánico
empezó a apoderarse de mí. No le tengo especial miedo a la muerte, pero en
aquel momento mi mente dejo de actuar con normalidad y solo experimentaba un
miedo intenso. Fui a urgencias donde no me detectaron nada, lógicamente, y volví
a mi casa, ya más calmado. El día siguiente o mejor dicho, la noche siguiente
se repitió la escena, con la única diferencia de que ya no fui al hospital. El pánico
era idéntico. Después de esas dos noches sin apenas dormir empecé a indagar
en internet que era lo que me estaba pasando y allí me enteré de lo que realmente
padecía. Eran crisis de ansiedad, sin ninguna duda, los mismos síntomas
(dificultad para respirar, sudor frío, hormigueo en las manos, taquicardia...), las
mismas alteraciones, hasta los mismos pensamientos, en fin, encontré mi
diagnóstico, aunque eso no hizo que me calmara.
Los días se sucedían, los ataques continuaban, por las mañanas me encontraba
mejor, incluso a veces bien, pero la caída de la tarde, la llegada de la noche y
especialmente el momento de irme a dormir, hacían que se desencadenara el
infierno. Y cuando digo infierno lo digo con propiedad, al menos yo nunca en mi
vida había pasado por una experiencia tan espantosa, de hecho, no creo que
exista algo igual. Así lo que pensé que sería pasajero se convertía en algo
crónico, hasta que un día, por indicación de mi mujer busqué ayuda psicológica.
En la primera consulta ya me dejó claro algo. Mis crisis de ansiedad tenían un
origen, de hecho, un origen físico y real donde durante unos terribles segundos,
no podía respirar vi de cerca la muerte.
Y empezamos a trabajar sobre ello, sobre aquel episodio concreto. Casi sin darme
cuenta entre consulta y consulta pasaban los días y lentamente, pero sin pausa,
las crisis remitían. Empecé muy poco a poco a poder dominar el pánico. Sin duda
mejoraba y aunque seguía sin fiarme y siempre temía nuevas recaídas, empecé a
tener un cierto optimismo que contrarrestaba aquellos momentos anteriores en
que llegué a pensar en el suicidio. Pasé de pensar que me volvería loco sin
remedio a pensar que, a lo mejor, con ayuda, podía escapar de esa situación.
Para Navidad, la mayor parte de los días ni siquiera experimentaba una verdadera
crisis sino más bien un estado de nervios, como le llamo yo y aunque en
ocasiones la ansiedad volvía, la sensación que experimentaba era de ir superando
la enfermedad. Empezamos entonces un tratamiento que al menos yo considero
revolucionario. Como no soy psicólogo no puedo explicarlo bien, pero si puedo
decir algo: Funciona. ¿Saben lo que se siente al volver a vivir como “antes”? es
decir a estar normal, a no sentir miedo? Es maravilloso, sencillamente maravilloso.
Solo el que ha pasado por lo que yo puedo apreciarlo, pero es así. 
Bueno, aquí termina mi experiencia. Mucho ánimo a quienes escuchen esto
porque se encuentre en la misma situación en la que estaba yo y que piense que,
aunque al principio cueste creerlo, de esto, se sale."

Cortina musical

●        Presentación Segmento “Un libro para todos y todas”

●        Desarrollo (en relación al tema, investigar bien este libro, ver si está en
digital y ojearlo para ver si es viable mencionarlo).

Radioescuchas el día de hoy les traigo unas propuestas de unos libros


relacionados con el tema que explicamos, que a mi punto de vista me parecen
súper interesantes y se los recomiendo mucho, si tiene la posibilidad de leer, esto
les ayudará de gran manera para fortalecer más el conocimiento proporcionado el
día de hoy. 

Siempre recordándoles que podemos compartirles el link de estos libros, pueden


escribirnos a través de nuestra página de Facebook llamada “Centro de Atención
Psicosocial Nohemí Alfaro USAC Guatemala” puedes escribirnos a través del
chat solicitando el link de los libros escuchados durante el segmento de la radio y
con todo gusto se los estaría proporcionando, aprovecho a decirles que también
puede seguir la página del centro de prácticas ya que todos los días subimos
material interesante que les puede ser de mucha ayuda.

 La primera propuesta se titula: Aunque tenga miedo, hágalo igual De la


autora: Susan Jeffers

Este libro habla sobre que la ansiedad nos produce un gran malestar, y es por eso
por lo que dejamos de hacer muchas cosas cuando esa sensación nos invade; no
solo molesta, sino que además evita que aprovechemos el tiempo y hace que
tengamos menos oportunidades. Este libro de Susan Jeffers tiene como finalidad
dotar al lector de las herramientas necesarias para que esto no ocurra. Es una
fenomenal obra que puede facilitarte la vida a la hora de tomar decisiones, dejar
una relación tóxica o encarar el futuro sin miedo a la incertidumbre.

 La segunda propuesta tiene como título: Sentirse bien del autor: David D.
Burns

Este libro habla sobre que, mucha gente deja que sus emociones negativas
dominen su vida y lleguen a dominarla por completo. Esta obra, escrita por el
psiquiatra Dr. David Burns, describe muchas maneras de lidiar con todas las
emociones negativas. Además, el autor discute muchos otros temas relacionados
no solo con la ansiedad, sino con otras problemáticas que afectan al bienestar de
las personas. Por ejemplo, cómo lidiar con la culpa, superar la necesidad de
aprobación excesiva de otros o cómo gestionar técnicas para construir la
autoestima.

 La tercera propuesta tiene como título: Ansiedad y fobias del autor: Edmund
Bourne
El autor hablar sobre que existen muchos trastornos de ansiedad y uno de los más
frecuentes son las fobias, es decir, los miedos irracionales que pueden afectar a la
vida cotidiana de las personas que las sufren. Este libro es todo un clásico de la
literatura sobre este tipo de problemas psicológicos, y ha sido recomendado por
muchos profesionales de la salud mental. Entre sus contenidos destacan: el
control de las autoinstrucciones, técnicas de relajación y respiración, comprensión
de las creencias erróneas, etc.

 La última propuesta es una de mis favoritas y se titula: Dominar las crisis de


ansiedad; de los autores: Pedro Moreno y Julio César Martín.

Ambos autores están totalmente familiarizados con los tratamientos más actuales


que existen para las crisis de ansiedad, y su experiencia con pacientes durante
muchos años los ha llevado a crear este excelente texto. Se trata de un libro con
la información muy clara y concisa, para que el lector que sufre crisis de ansiedad
pueda comprenderla y dominarla. Útil tanto para pacientes como para
psicoterapeutas.

Final

●       Despedida (de qué hablamos hoy, quienes somos, quien fue el locutor o

locutora, invitación a seguirnos y enviar sus dudas

Con esto concluimos el programa de hoy. Esperamos que haya sido de tu

agrado y nos sigas sintonizando cada semana, los jueves de 8 a 9 de la

noche. Es un gusto haber compartido este espacio de “PSICOLOGÍA EN

CASA”, que tengas una agradable noche y sepas continuar e identificar de

aquí en adelante para tu propio bien. Nos despedimos con la siguiente frase.
“El estado de tu vida no es más que un reflejo del estado de tu mente”.

(Albert Schweitzer)

Como broche final quiero dejarte una pregunta para que reflexiones: ¿Qué

estarías dispuesto a hacer para que esté bien la persona más importante de tu

vida? Pues

recuerda que esa persona eres tú.

ADIÓS y ¡GRACIAS POR TU SINTONIA!

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