Parte 1- Dinos que no saben:

Planeta Juno, donde la tierra es verde, el cielo es azul, y los dos se juntan en las rocas grises. Con
la luz del sol se ve como un gigantesco y brillante océano, traspasado con rayos. La noche tiene
luna y estrellas de distinos colores. Los árboles son verdes.

Personajes:

Marco: Tiranosaurio rex

Daría: Pterodáctila.

Amanecer en Perelandra

Un hombre dinosaurio duerme, despatarrado y con los ojos cerrados por el sueño. Se ve tranquilo
y vulnerable. Pero en Perelandra amanece y el sol amarillo verdoso le informa a Marcos que su día
de hambre acaba de empezar.
Marco mide dos metros de musculatura bien desarrollada, acompañada de una gran quijada de
dientes enormes. Su piel tiene algo de humana, pero la mayor parte está cubierta por piel gruesa,
adulto joven. Ya pasó su adolescencia, creyó y dejó de creer en los discursos pacíficos, fue
vegetariano, e intentó reprimir su carácter iracundo. Había aprendido unas cuantas verdades, y
ahora se aceptaba con su personalidad hambrienta y destructora, despreciando a aquellos que
engañan o son demasiado débiles para conseguir objetivos. Su mente guarda escalas enteras de
niveles de desprecio hacia aquellos que no escogen su camino frontal.
Es el director de una escuela de tiranosaurios. Allí impone metas altas, castigos ejemplares y
castigos preventivos, bajo la premisa de que las mentes jóvenes alcanzarán el valor de una
educación de alto nivel si son templados por el fuego del dolor y la virtud educativa de la
desgracia. Es consciente de que al interior de su calculada premisa está situado, como núcleo, su
corazón pidiendo sangre.