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INVESTIGACIÓN DE

HOSPITALES
PSQUIATRICOS

CARMONA MARTINEZ SEBASTIAN 1FM1


CARMONA MARTINEZ SEBASTIAN 1FM1

Violaciones y tortura: el infierno del "peor hospital


psiquiátrico de América"

Un hospital en Guatemala ha sido denominado por activistas de la salud como uno


de los más brutales y peligrosos centros de salud mental en el mundo.

Algunos expacientes dicen que en este lugar los violaban después de sedarlos.

De hecho, el mismo director admitió –mientras era grabado por una cámara oculta
de la BBC- que los pacientes continúan siendo abusados sexualmente.

Lo cierto es que donde quiera que miro veo cuerpos estáticos acostados sobre el
suelo de concreto del patio.

Los pacientes tienen la apariencia de haber sido fuertemente sedados. Están


totalmente rapados, vestidos con túnicas y descalzos.

Otros van desnudos, exponiendo su piel sucia con su propia orina y excremento.
Ellos parecen más prisioneros de un campo de concentración que pacientes.

El hospital Federico Mora es la casa de 340 pacientes, incluyendo 50 criminales


violentos con problemas mentales.

Pero de acuerdo con el director del hospital, Romeo Minera, solo una pequeña
minoría tiene un problema mental serio: un impactante 74% de las personas ha
llegado a este lugar para recibir un poco de atención y cuidado, y deberían
haberse quedado en la comunidad.

Adentrarse hacia una de las salas es como entrar en un infierno en la Tierra. Allí
se ven más pacientes vestidos con harapos sentados en el suelo o en sillas de
plástico, meciéndose ellos mismos para reconfortarse un poco.

En este espacio oscuro y reducido, no parece existir otra forma de estímulo.

Apenas nos ven, los pacientes intentan alcanzarnos, desesperados por contacto
humano. Un hombre me abraza y me ruega que lo saque de allí.

Un enfermero me dice que tres miembros del personal tienen que estar pendientes
de entre 60 y 70 pacientes, otros explican que la única manera que tienen para
controlarlos es sedarlos.

Mientras mi traductor distrae al director, yo logro escabullirme hacia los dormitorios


por un largo y oscuro pasillo.
CARMONA MARTINEZ SEBASTIAN 1FM1

Allí me encuentro con más pacientes, que yacen sobre unas camas de metal
oxidadas y rotas.

Los enfermos parecen estar muy sedados para ir al baño por sus propios medios.

Se pueden apreciar manchas de orina en los colchones y la ropa de algunos


pacientes está cubierta con sus propias heces.

El hedor de la suciedad humana me sobrecoge y trato desesperadamente de no


vomitar.

En respuesta a nuestra investigación, el gobierno de Guatemala señaló que el


hospital "usa la dosis mínima de sedantes recomendado por la Organización
Mundial de la Salud" y defendió las condiciones en las que se encuentra el
hospital.

"Se cuenta con enfermeros cualificados para atender las necesidades de los
pacientes, incluido mantenerlos limpios y vestidos. Y un equipo que se encarga de
mantener las salas limpias", declaró.

El hospital, dijo, es un lugar "donde cualquier cosa puede pasar".

Dos expacientes me dijeron que fueron violados en el hospital Federico Mora. Y


que los perpetradores incluyeron tanto a personal médico como de seguridad.

Una mujer nos dijo que fue abusada sexualmente por un enfermero mientras
estaba durmiendo. En ese entonces solo tenía 17 años, y era virgen.

"Como estaba sedada, no estaba consciente de lo que pasaba. Solo me di cuenta


a la mañana siguiente que había perdido mi inocencia. Estaba sangrando entre las
piernas y comprendí lo que había pasado esa noche: que un enfermero había
entrado y me había violado", explicó.

Era su tercer día en el hospital. Dos semanas después ella pidió a su familia de
forma desesperada que la sacaran de ese lugar.

"Uno nunca puede olvidar una experiencia así", dijo mientras se secaba las
lágrimas. "Eso se queda en tu mente. Todavía pienso mucho en los pacientes que
están allí".

Ricardo, otro expaciente, dijo que fue violado repetidamente durante los tres años
que estuvo en el Federico Mora.

Logró salir de allí después de una feroz batalla legal en la que alegó que había
sido mal diagnosticado por esquizofrenia.
CARMONA MARTINEZ SEBASTIAN 1FM1

"Se aprovecharon de las pacientes cuando estaban sedadas y no estaban en su


sano juicio", anotó Ricardo.

Y añadió: "Los oficiales de policía, los pacientes y los enfermeros –además de


algunos doctores- ellos separan a las pacientes más bonitas durante la noche

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