Caracterización: Se debe aportar información cualitativa y cuantitativa
que permita, en primera instancia, conocer las características actuales del medio ambiente en el área de influencia del proyecto, y posteriormente, en el seguimiento, realizar una adecuada comparación de las variaciones de dichas características durante el desarrollo de las diferentes actividades que hacen parte de las fases del proyecto. Medio abiótico: La información debe permitir conocer las condiciones físicas existentes en el área de influencia como un referente del estado inicial antes de la ejecución del proyecto. Para ello se deben tener en cuenta los siguientes aspectos: Geología Geología regional: Se debe presentar la descripción de las unidades geológicas aflorantes a nivel regional junto con la geología estructural del área (orientación de estratos, fallas, pliegues, etc), con base en estudios existentes en la zona y ajustada con el respectivo control de campo. El responsable del EIA debe complementar la información anterior con planos en planta, secciones transversales y elementos geológicos de carácter regional, el cual será a su vez el insumo fundamental de los modelos geotécnicos, hidrogeológicos y sismotectónicos. Esta información debe ser ajustada a partir de la información existente utilizando las técnicas disponibles y debe ser consistente con la nomenclatura geológica nacional, establecida por el Servicio Geológico Colombiano. La información debe generarse en escala 1:25.000 o más detallada, donde se requiera de acuerdo con las condiciones particulares del área; se debe contar con una escala de trabajo de detalle y una escala de presentación que permita realizar la correspondiente lectura. Geología del yacimiento: Estratigrafía. Descripción litológica, referencia de edad, origen, espesor, distribución y posición en la secuencia de las distintas unidades litológicas en el área de estudio. Teniendo en cuenta el nivel de detalle, la geología se debe realizar en unidad de roca, preferiblemente asociándola a la formación a la cual pertenece. Esta información debe venir acompañada de la respectiva columna estratigráfica, obtenida como resultado de los trabajos de exploración adelantados. Incluir la caracterización geoquímica de cada uno de los niveles litológicos a intervenir con el desarrollo del proyecto, de manera que en la evaluación de impactos se pueda establecer la potencialidad de formación de drenajes ácidos y lixiviación de metales en el tiempo, así como de neutralización y si es del caso proponer las medidas de manejo ambiental correspondientes. Estructural. Posición estructural de los estratos, identificación de fallas, pliegues, clasificación y estado del macizo rocoso, estructuras sinclinales, anticlinales, etc. En la información cartográfica (planta y perfiles - por lo menos una sección geológica debe contener todas las unidades geológicas cartografiadas, de manera que refleje las condiciones estratigráficas y estructurales del área) se deben definir claramente tanto las unidades objeto de explotación y rocas encajantes, como las unidades cuaternarias (tales como depósitos aluviales, coluviales, terrazas y otros), que puedan verse afectadas por el desarrollo del proyecto minero; asimismo debe contar con suficiente información litológica y estructural, de manera que se pueda realizar una lectura rápida y adecuada de la geología de la zona. La información cartográfica debe ser ajustada a partir de la información existente utilizando las técnicas disponibles y debe ser consistente con la nomenclatura geológica nacional, así como con la establecida en los dominios de la GDB. La información debe generarse en escala 1:10.000 o más detallada, acorde con el área del proyecto.