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LA IMAGEN DEL MUNDO EN EL LENGUAJE CHINO

Por Gustavo Cazachkoff

(En: http://www.temakel.com/lenguajechino.htm)
 

El lenguaje chino se construye mediante pictogramas. El signo linguístico como


imagen donde los significados opuestos son complementarios. Un lenguaje donde,
como nos señala Gustavo Cazachkoff, "no hay un afuera, sólo hay un adentro, que
es el mundo entero". Mediante este aporte, en este momento de Literatura y
trascendencia de Temakel, nos acercaremos a otra Weltanschauung o cosmovisión
cultural tejida mediante el efecto de las palabras. También, sobre el final, se
sugieren bibliografía especializada y sitios relacionados con esta temática.

La traducción es imposible. Se tra-duce (así como se se-duce, o se pro-duce), es


decir, se lleva a través, se interpreta. De igual modo, la interpretación definitiva
tampoco es posible, no se puede definir un sentido único al discurso (deberíamos
primeramente decidir cuál es el sentido único del sentido) como lo que conocemos
como definición, acepción, sino que a lo sumo, lo que sí es posible, es otorgar al
discurso un sentido posible, pero sujeto al encuadre de su receptor, sabiendo que el
mensaje es re-interpretado. Fundamentalmente, en el diálogo, establecemos una
serie de convenciones (tácitas o explícitas, pero convenciones) que determinarían
una afinidad previa, una orientación común de la mirada hacia donde éste apunta.
Es por todo esto que, al tratarse de un idioma como el chino desde la perspectiva
de un hispanoparlante argentino, sólo se puede hablar de ficciones, al intentar
armarse un posible Weltanschauung de quien habla chino. De todos modos, hay
aspectos sumamente interesantes que aparecen al bucear en las raíces de los
pictogramas y su composición, y esto permite comprender de un modo bastante
claro posibles posturas, perfiles de Weltanschauungen.

A diferencia de los lenguajes occidentales, arábigos o hebreos, el chino se basa en


pictogramas. Originalmente intentando representar icónicamente el objeto
mencionado. Los dos filósofos fundamentales, Confucio y Lao Tse, desde posturas
opuestas, prefiguraron el pensamiento filosófico chino; Confucio en lo que hace al
hombre y su ordenamiento (social, familiar, político), Lao Tse al hombre y la
naturaleza. Aun así, en el pensamiento de ambos hay conceptos sumamente
interesantes, por ejemplo el que todo tiene su negación. Se proponía que el ser era
lo distinto (el Phaenomenon en términos kantianos), y el no ser lo indistinto
(Noumenon, según Kant).

No existió una epistemología en la filosofía china, para la cual los objetos tengan o
no existencia real. No existía la noción de distancia entre el sujeto y el objeto, ya
que el mundo, lo que rodeaba en general al hombre, era vivido como un todo
único.

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Lo que regía la vida cotidiana en aquel entonces era la familia, la tierra y el cultivo,
el mar, el cielo, los animales y la organización social. Esto se ve en gran cantidad
de radicales (esto es la mínima parte que compone las letras en idioma chino), que
son: agua, fuego, tierra, árbol, corazón, etc.

Es mi idea recorrer algunas de esas letras/palabras (pictogramas) y desgranarlas


llegando hasta los radicales para mostrar su influencia en aquella cosmovisión.

En este caso veremos el verbo xiang y la palabra yisi. Recordemos que las palabras
en chino no son muy precisas, por ejemplo xiang manifiesta, fundamentalmente
pensar, pero también opinar, meditar, suponer, desear. La palabra yisi se entiende
como idea, opinión, significado o sentido. Pero, al combinarse con otras palabras,
su expresión se modifica, como en el caso de you yisi (you es el verbo tener, ser)
que significa interesante, en mayor grado que tener sentido desde un punto de
vista lógico. Las combinaciones y las superposiciones van tiñiendo en sentido doble
las palabras, esto es you toma valores de yisi tanto como yisi lo hace de you. Las
palabras en general se encuentran en relación sintética, esto es, la resignificación
es bipolar.

Es crucial tener en cuenta el valor de la lengua escrita por encima de la lengua


hablada. Todas las letras chinas son monosilábicas, y hay varios sonidos que no se
utilizan (el diptongo ui, las combinaciones de consonantes pr, mb, etc) por lo que la
variedad de sonidos es limitada. No hay acentos, pero sí tonos. Hay cuatro tonos,
que diferencian en parte las palabras homofónicas entre sí, pero no totalmente, ya
que hay palabras completamente idénticas en cuanto a sonido y tono. Esto obliga a
remitirse a lo escrito para evitar malentendidos. Esto implicaría que la
representación icónica de las letras está muy presente en todo momento, que no se
pierde tan fácilmente la etimología de las palabras. El origen de las palabras no
tendría una distancia temporal evidente, es casi contemporáneo a su uso cotidiano
a través de la historia de manera inalterable, agregando sentido sin perder la
esencia.

Está claro que las letras de uso actualmente más común en China no son iguales en
aspecto a las de hace 2000 o 3000 años atrás. El nivel de iconicidad ha caído un
poco producto de la modernización de los trazos y de la necesidad de un lenguaje
ágil y fácil de enseñar y utilizar. Pero, aún así, a la hora del aprendizaje de las
letras, uno de los métodos más utilizados hoy en día es el reconocimiento de los
radicales que las componen. De ese modo emerge una vez más, el sentido de
apariencia y semejanza que antiguamente se mostraba en la calidad gráfica de las
letras.

Pensar y dar sentido


El verbo xiang es

y está, en principio compuesto de dos partes

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xiang, investigar y

xin, corazón. Xiang, investigar a su vez se compone de

mu o árbol, madera y

mu, ojo.
   
Entonces, xiang como investigar supone una mirada hecha desde un punto de
observación distante, oculto de lo analizado, como buscando no interferirlo con la
mirada, buscando no formar parte de aquello que es estudiado (recordemos que
para los chinos no existía la dualidad sujeto-objeto) sino ponerse fuera de él.

Xiang como pensar, opinar, es aquella mirada de xiang como investigar, pero
realizada introspectivamente, hacia el corazón. Esto ayuda a comprender aquello de
la falta de una dualidad sujeto-objeto en la medida que todo pensamiento no es
sino un evento circular, un ciclo que se inicia y culmina en el interior, en el corazón
(como co-razón).

Para ayudar a esta postura, veamos la palabra yisi, que como ya dijimos expresa
significado, sentido.

La palabra yisi es

      
y está compuesto en principio de dos partes, yi, idea, intención

y si, contemplar, meditar

La palabra yi se divide a su vez en dos partes

ting o sonido y

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xin, corazón.

Comenzamos por oír el sonido del corazón, del interior, del mismo ciclo que el del
pensar. No hay un afuera, sólo hay un adentro, que es el mundo entero.

La palabra si se divide en dos partes

xin, cráneo cubierto por la cabeza y

nuevamente xin, corazón.

El sentido está dado por dos instancias que se nutren del interior, del corazón. Una
vez más, no hay sujeto-objeto sino, tan solo un continuum estético.

Esto aplicado a en nuestro lenguaje es opuesto; tomemos como ejemplo la


etimología del verbo sentir; proviene del latín – sentire – y en sí, no es íconico de
nada que tenga que ver con lo que su significado implica; supone una abstracción,
un remitirse a una instancia que medie entre los eventos (significantes) y sus
correlativos lingüísticos (significados), lo que nos llevaría a construir una
epistemología, y un planteo acerca del mundo real y el aparente, realismo-
idealismo, etc. Esto sin tener en cuenta el que el idioma latín no es ni corriente ni
totalmente cercano al nuestro, con lo cual el sentido etimológico puede ser incluso
modificado de acuerdo con interpretaciones o malas traducciones.

Bibliografía
Feng Youlin (trad W Hongxun y F Moxian), Breve historia de la filosofía china,
Ediciones en lenguas extranjeras, Beijing, 1989.
GD Wilder & J H Ingram, Analysis of chinese characters, Dover publications, New
York, 1999
Harbaugh Rick, Chinese characters, a genealogy and dictionnary, Zhongwen press,
1998
Li Leyi, Tracing the roots of chinese characters: 500 cases, Beijing language and
culture university press, Beijing, 1993.

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