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Parálisis Cerebral

Es una enfermedad que afecta el habla, el movimiento, la postura y la coordinación.


En general, los síntomas se observan en el niño por primera vez, antes de que cumpla los
dos años de edad, y su gravedad varía ampliamente.

Es una discapacidad producida por una lesión en el cerebro que afecta a la


movilidad y la postura de la persona, limitando su actividad. Esta discapacidad puede ir
acompañada de una discapacidad sensorial o intelectual en mayor o menor grado, por eso
nos referimos a la parálisis cerebral como una pluridiscapacidad.

La definición científica de la parálisis cerebral describe esta discapacidad como "un


grupo de trastornos permanentes del desarrollo del movimiento y de la postura, que causan
limitaciones en la actividad y que se atribuyen a alteraciones no progresivas ocurridas en el
desarrollo cerebral del feto o de la primera infancia" (A report: the definition and
classification of cerebral palsy).

La parálisis cerebral es una condición del desarrollo neurológico que incluye un


grupo de trastornos en el movimiento y la postura, de carácter no progresivo, producida
generalmente durante el crecimiento intrauterino, en el momento del parto o durante los dos
primeros años de vida mientras el cerebro aún se está desarrollando. Las lesiones propias de
la parálisis cerebral se traducen en una dificultad para controlar las funciones del sistema
motor, observándose rigidez muscular, movimientos involuntarios, falta de coordinación,
etc. Además, también se presentan otros problemas como dificultad en el aprendizaje,
deficiencias visuales y auditivas, dificultad para deglutir, hablar, comunicarse, e incluso en
algunos casos discapacidad intelectual.

Causas

Es causada por lesiones o anomalías del cerebro. La mayoría de estos problemas


ocurre a medida que el bebé crece en el útero. Sin embargo, se pueden presentar en
cualquier momento durante los primeros 2 años de vida, mientras el cerebro del bebé aún se
está desarrollando.
En algunas personas con parálisis cerebral, partes del cerebro se lesionan debido a
un nivel bajo de oxígeno (hipoxia) en dichas zonas.

Los bebés prematuros tienen un riesgo ligeramente más alto de padecer parálisis
cerebral. Puede ocurrir también durante la infancia temprana como resultado de diversas
afecciones que incluyen:

 Sangrado en el cerebro: Un feto puede tener un accidente cerebrovascular, lo cual


es una causa común de sangrado en el cerebro. Los accidentes cerebrovasculares
ocurren cuando los vasos sanguíneos en el cerebro se obstruyen o se rompen, lo que
provoca daño cerebral.

 Infecciones cerebrales (encefalitis (inflamación del cerebro, causa signos y


síntomas parecidos a los de la gripe, como fiebre o dolor de cabeza, o bien no causa
ningún síntoma), meningitis,  (bacterias que ingresan en el torrente sanguíneo y
viajan hasta el cerebro y la médula espinal ) infecciones por herpes simple
(Enfermedad aguda de la piel, causada por un virus, que se caracteriza por la
formación de vesículas o ampollas agrupadas en cualquier lugar del cuerpo,
principalmente alrededor de la boca, de la nariz o en la zona genital.)

 Traumatismo craneal: Disfunción cerebral ocasionada por un impacto externo,


generalmente un golpe violento en la cabeza.

 Infecciones en la madre durante el embarazo (rubéola): Infección viral


contagiosa y es conocida por su característico sarpullido rojo.

 Ictericia no tratada: Piel amarillenta ocasionada por la acumulación de bilirrubina


en la sangre. (Bilirrubina es una sustancia amarilla que el cuerpo produce cuando
reemplaza los glóbulos rojos viejos)

 Lesiones al cerebro durante el proceso de parto: desprendimiento placentario,


anormalidad en el cordón umbilical…
Clasificación

Existen distintos tipos de parálisis cerebral, clasificados según el tipo de movimiento


que afectan, las partes del cuerpo afectadas y cuán graves son los síntomas. Algunos tipos
implican discapacidades intelectuales y del desarrollo (IDD por sus siglas en
inglés) además de problemas con el movimiento.2

 Parálisis cerebral espástica. Este tipo es la forma más común del trastorno. Las
personas con parálisis cerebral espástica tienen los músculos rígidos, lo que causa
movimientos abruptos o repetidos. Existen distintas formas de parálisis cerebral
espástica, dependiendo de las partes del cuerpo afectadas. Estas formas son:

 Hemiplejia espástica o hemiparesia. Este tipo afecta el brazo, la mano y a veces la


pierna de un solo lado del cuerpo. Los niños con esta forma pueden tener retraso en
el aprendizaje del habla, pero la inteligencia suele ser normal.
 Diplejía o diparesia espástica. Las personas con esta forma tienen principalmente
rigidez en los músculos de las piernas, mientras que los brazos y el rostro no se ven
tan afectados. La inteligencia y las habilidades del lenguaje suelen ser normales.
 Cuadriplejia o cuadriparesia espástica. Este es la forma más grave de parálisis
cerebral, e involucra rigidez severa en los brazos y las piernas, y un cuello blando o
débil. Las personas con cuadriplejia espástica por lo general no pueden caminar y
suelen tener problemas para hablar. Esta forma también puede involucrar una IDD
moderada a grave.

 Parálisis cerebral discinética. Este tipo implica movimientos lentos y abruptos


incontrolables de manos, pies, brazos o piernas. Los músculos del rostro y la lengua
pueden ser hiperactivos y hacer que algunos niños se babeen o hagan muecas. Las
personas con este tipo de parálisis suelen tener problemas para sentarse derechas o
caminar. Las personas con parálisis cerebral discinética no suelen tener problemas
intelectuales.

 Parálisis cerebral atáxica. Esta forma del trastorno afecta el equilibrio y la


percepción de la profundidad. Las personas con parálisis cerebral atáxica caminan
de manera inestable y tienen dificultad para realizar movimientos rápidos o precisos
como escribir, abotonarse una camisa o extender el brazo para tomar un libro.

 Tipos mixtos. Este tipo de parálisis cerebral incluye una mezcla de síntomas de los
otros tipos.

Tratamiento

La parálisis cerebral no tiene cura, pero con el apoyo adecuado, su hijo puede lograr
la mayor independencia posible.

Se trabaja con un equipo multidisciplinario como: pediatra, fisioterapeuta, terapeuta


ocupacional, trabajador social, terapeuta del habla y del lenguaje o Fonoaudiólogo,
neurólogo pediátrico, psicólogo educacional,

Un terapeuta del habla y del lenguaje o Fonoaudiólogo (un profesional de la salud


que se especializa en identificar y manejar los problemas del habla y la deglución) ayudará
a identificar y controlar cualquier problema de comunicación que tenga su hijo. Esto puede
incluir la enseñanza del lenguaje de señas o símbolos y otros tipos de ayuda para la
comunicación. Puede ayudar al niño a aprender a hablar más claramente, ayudar con los
problemas para tragar, y enseñar nuevas maneras de comunicarse, como el lenguaje de
señas, o a usar un dispositivo de comunicación especial

El nivel de incapacidad de la persona con parálisis cerebral está directamente


relacionado con la cantidad dañada de tejido del área motora del cerebro y de los órganos
de movimiento articulatorio y de deglución. Por esta razón, es necesario reeducar los
músculos: construir al máximo la función residual de los mismos y reemplazar o compensar
las debilidades motoras para fortalecer la función dañada. Se une terapia física con terapia
del lenguaje.

Algunas de las terapias que la alumna del Máster en Patologías del Lenguaje y el


Habla cita en su trabajo son de lo más innovadoras. Con el avance de las neurociencias,
nace la terapia PROMPT (Puntos para la Reestructuración de Objetivos Musculares Orales
y Fonéticos). Aborda las variables sensorias motoras y de movimiento que se necesita en el
acto de hablar, logrando resultados muy eficaces. Este método táctil y kinestésico facilita el
procesamiento de las sensaciones oro-muscular que se necesitan para la producción del
habla; el niño realiza los movimientos que le permiten articular las palabras, ya que logra
darse cuenta físicamente como hacer los movimientos al sentir cuando eleva la lengua,
estira los labios, mueve la mandíbula, etc.

También habla de la terapia LSVT-LOUD, que consigue mejorar el volumen de voz


estimulando los músculos de las cuerdas vocales en la laringe a través de ejercicios que
siguen un orden y que se hacen en voz alta. Este tratamiento también mejora las funciones
respiratorias, laríngeas y articulatorias para afianzar la claridad y entendimiento del habla.

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