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El documento discute las desigualdades en la vivienda y cómo la financiarización ha exacerbado la alienación y opresión residencial. Los autores argumentan que la vivienda es un medio político y que los movimientos de inquilinos han luchado contra la precariedad a través de protestas y alternativas como cooperativas. Sin embargo, el Estado a menudo solo ofrece la propiedad como solución, ignorando las experiencias diferenciadas de inquilinos y propietarios.
El documento discute las desigualdades en la vivienda y cómo la financiarización ha exacerbado la alienación y opresión residencial. Los autores argumentan que la vivienda es un medio político y que los movimientos de inquilinos han luchado contra la precariedad a través de protestas y alternativas como cooperativas. Sin embargo, el Estado a menudo solo ofrece la propiedad como solución, ignorando las experiencias diferenciadas de inquilinos y propietarios.
El documento discute las desigualdades en la vivienda y cómo la financiarización ha exacerbado la alienación y opresión residencial. Los autores argumentan que la vivienda es un medio político y que los movimientos de inquilinos han luchado contra la precariedad a través de protestas y alternativas como cooperativas. Sin embargo, el Estado a menudo solo ofrece la propiedad como solución, ignorando las experiencias diferenciadas de inquilinos y propietarios.
desigualdades: distancia entre la experiencia de la
vivienda como hogar, o su hogar, y la vivienda su valor de cambio, los bienes raíces. Ha pasado más de una década Ante este hallazgo, los autores orien- desde que estalló la crisis subprime tan sus análisis de acuerdo con dos de 2008. Sin embargo, sus efectos conceptos desarrollados por Marcuse se siguen sintiendo en varios contex- anteriormente en su carrera: la aliena- tos, particularmente en los Estados ción residencial y la opresión residen- Unidos y España. Golpeando con cial. dureza a los precarios propietarios, La alienación residencial es la pero también a los inquilinos, esta condición por la cual se crea una crisis, sin embargo, habrá permitido distancia entre la persona y su vivienda poner la cuestión de la vivienda en (Marcuse, 1975), lo que impide que el centro de los debates públicos. creen una casa en un espacio determi- Para los autores de En defensa de la nado. Según Madden y Marcuse, este vivienda, esta agitación es sólo otra concepto ilustra los vínculos entre manifestación de una crisis genera- la crisis de la vivienda y las crisis lizada de la vivienda en las econo- personales a menudo traumáticas mías capitalistas de las sociedades que engendra: «la experiencia de la del norte (Marcuse 1975, 1987), que alienación residencial […] se carac- se remonta al siglo xix. Madden y teriza por la precariedad, la insegu- Marcuse, por otro lado, argumen- ridad y la pérdida de poder. Esto es tan que la creciente financiariza- producido por la mercantilización, el ción de la vivienda, en la raíz de la desplazamiento y la desposesión, y crisis de 2008, profundiza y agrava exacerbado por la desigualdad» (59) . 1
la desigualdad de la vivienda de una En este sentido, la movilidad restrin-
manera nueva. Las entidades que gida es una de las formas más impor- invierten en bienes raíces hoy en día se han vuelto extremadamente complejas y participan activamente 1. Las citas fueron traducidas por los auto- res del informe de la versión en español y en la mercantilización (es decir, tanto original (en inglés) del libro. Las páginas a las que se hace referencia son las de la la mercantilización como la objetiva- edición original. ISSN: 2386-5458 - VOL. 5, Nº10 2018 BIBLOS 261
tantes de enajenación residencial. de opresión residencial, definida
Generada por la creciente participa- como una estrategia para «garantizar ción del desarrollo inmobiliario en la la estabilidad política, intensificar la economía y/o por los programas de explotación, contener la resisten- revitalización y gentrificación urbana, cia, imponer uniformidad cultural y, fortalece el poder de los propietarios en algunos casos, para reafirmar la en sus relaciones con los inquilinos legitimidad del sistema vigente» (p. y sus inseguridades, impidiéndoles 88). Por supuesto, como nos recuer- proyectarse en el futuro. dan Madden y Marcuse, la vivienda Para Madden y Marcuse, estos es fundamentalmente interseccional: análisis reafirman la dimensión pertenecer a una minoría aumentaría política intrínseca de la vivienda, así el riesgo de opresión e inseguridad como las relaciones de poder que la residencial. rodean. En los medios de comunica- Ante la opresión, los residentes ción y en las discusiones políticas, el resisten, especialmente los inqui- tema de la vivienda, especialmente linos. La naturaleza opresiva de la si está relacionado con el tema de vivienda está contrarrestada por su la desigualdad, es poco debatido. potencial emancipador. Cuando se discuten, los problemas de Varios movimientos, y esto vivienda generalmente se abordan de durante mucho tiempo, implementan dos maneras, la primera se enfoca en acciones colectivas para politizar la situaciones de vivienda deficiente y vivienda a través de diversas formas la segunda busca tratar estos proble- de movilización, tales como huelgas mas sólo a través de herramientas de de alquileres, sentadas de protesta, mercado. En este sentido, los autores manifestaciones en barrios y edifi- proponen que para afirmar «que la cios. También proponen alternativas vivienda es un medio político, las a la mercantilización de la vivienda a luchas por el espacio de la vivienda través del establecimiento de coope- son inseparables de los conflictos rativas de vivienda y el derecho a la sobre cuestiones de poder, recur- vivienda, como lo demuestran los sos, autonomía y oportunidades de autores al basarse en el caso de Nueva acción» (Madden y Marcuse, 2016: York. Sin embargo, al leer el libro, 87). Para analizar estas relaciones de existe una contradicción entre el poder, los autores utilizan el concepto RESSENYA 262 BIBLOS
poder que Madden y Marcuse atribu- tarios (no a los terratenientes) en
yen a los movimientos que luchan por una lucha contra la vivienda preca- el derecho a la vivienda y el alcance ria causada por la mercantilización de las políticas sociales implemen- y la financiarización. De hecho, la tadas por el Estado para garantizar crisis de 2008 golpeó duramente a este derecho. Los autores son críticos los propietarios, como nos muestra con las verdaderas intenciones del el caso español. En algunos vecinda- Estado sobre el tema de la vivienda rios de Montreal, el aumento de los y buscan demostrar la importancia impuestos a la propiedad, relacio- de crear alternativas concretas. De nado con el valor de mercado de hecho, recuerdan su participación en los edificios, es tan sustancial que los procesos de alienación y opresión obliga a los propietarios de vivien- residencial, ya que los actores de das con ingresos modestos, especial- la economía de la vivienda han mente a los más viejos, a abandonar recurrido, en todo momento y en la sus hogares y vecindarios. En los mayoría de los contextos urbanos, a Estados Unidos, como en España, la la ayuda. Para apoyar sus proyectos. movilidad forzada y el desalojo ya no Además, frente a la lucha contra son responsabilidad exclusiva de los la opresión y la alienación residencial inquilinos. implementada por los movimientos Sin embargo, y esto es una limita- sociales, las autoridades públicas a ción de esta propuesta solidaria, menudo ofrecen sólo un remedio: la ignorar el carácter diferenciado de la propiedad de la vivienda. Conside- experiencia de enajenación residen- rada como una solución permanente cial entre inquilinos y propietarios frente a la inestabilidad y la insegu- minimiza la fuerza de la opresión ridad, esta norma social también experimentada por los primeros. actúa sobre el empoderamiento de las De hecho, como algunas personas personas en su situación y permite han señalado (Been y Glashausseur, convertir los ahorros/inversiones en 2009) en el contexto de los EE. UU., gastos de vivienda. La realidad es los inquilinos han sufrido un mayor menos idílica. El interés de este libro número de víctimas en los años radica precisamente en la propuesta posteriores a la crisis. Al reubicarse de Madden y Marcuse para asegurar en el mercado de alquileres privados, a los inquilinos y pequeños propie- los propietarios que han perdido sus ISSN: 2386-5458 - VOL. 5, Nº10 2018 BIBLOS 263
hogares han reducido las tasas de a las injusticias y las desigualdades
ocupación y han ejercido una presión en la vivienda requiere la interven- al alza sobre los precios de los alqui- ción estatal y la movilización popular leres. Pero más allá de las conse- generalizada encaminada a transfor- cuencias de la crisis de 2008, esta mar las relaciones colectivas en torno propuesta de Madden y Marcuse se a la vivienda. arriesga a descuidar las desigualda- des sociales presentes en las relacio- nes de alquiler, particularmente para el caso de Montreal que estudiamos (Goyer, 2017, Simard, 2017). Es por esta razón que los autores Renaud Goyer no proponen simplemente una reafir- Becario postdoctoral, Colectivo mación del derecho a la vivienda para de Investigación y Acción Hábitat todos como un derecho universal. Las Universidad de Quebec en Montreal disposiciones legales del derecho a la vivienda deben ir acompañadas de Julien Simard propuestas políticas para democra- tizarlo y desmercantilizarlo. Ningún Estudiante de doctorado, derecho a la vivienda puede preten- estudios urbanos der tener efectos duraderos si no INRS-UCS, Montreal pone en tela de juicio las estructuras sociales y económicas responsables de las crisis. Además, estos esfuer- zos no pueden limitarse al espacio de la vivienda: «Las personas no viven solo en su vivienda. Viven en barrios y comunidades. Ocupan edificios pero también están en el tejido social. Un derecho radical a la vivienda debe afirmar y proteger este conjunto de relaciones» (p. 198). Para hacer esto, y ésta es la esencia del atractivo de lo que proponen los autores, poner fin RESSENYA 264 BIBLOS
Referencias
Been, V. et glashausser, a. (2009). Te-
nants: innocent victims of the nation’s foreclosure crisis. Al- bany government law review, 2(1), 2-28. goyer, r. (2017). « Déménager ou res- ter là » : rapports sociaux iné- galitaires dans l’expérience des locataires. Thèse de doc- torat inédite. Département de sociologie, Université de Montréal. marCuse, P. (1987). The Other Side of Housing: Oppression and Li- beration. Scandinavian Hou- sing and Planning Research, 4(1), 232-270. marCuse, P. (1975). Residential Alie- nation, Home Ownership and the Limits of Shelter Policy. Journal of Sociology and So- cial Welfare, 3(2), 181-203. simard, J. (2017). La participation de personnes vieillissantes dans les comités logement à Mon- tréal : composer avec l’exclu- sion territoriale1. Lien social et Politiques, (79), 175–192.