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¿Qué función tiene el profesor en la motivación del

alumnado?
Suscitar y mantener la motivación en el aula no es una tarea sencilla, el profesorado
debe fijar tres objetivos: crear un interés, dirigir y mantener el esfuerzo del alumnado y
alcanzar los objetivos de aprendizaje que se hayan fijado en el plan de estudios.
 
Lo primero que debe considerar el profesorado es que cada alumno es diferente y tiene
una serie de motivaciones distintas, esto supone que se pueden realizar acciones de
motivación colectivas, pero que también habrá que realizar acciones personalizadas para
cada alumno y alumna.
 
Algunas de las tareas que pueden hacer los profesores para lograr la motivación en el
aula, son las siguientes:
 

Razones de los alumnos y alumnas para aprender


 Elegir actividades que supongan un reto para los alumnos y alumnas.

 Variar el tipo de actividad de manera que se introduzcan novedades cada cierto


tiempo.

 Ayudar a los estudiantes a la hora de tomar decisiones

 Fomentar la responsabilidad del alumnado y su independencia.

 Ayudar para el desarrollo de la autoestima y del autocontrol personal.

 Reconocer los logros y explicar que los errores son una forma de aprender.
 Impulsar el trabajo en equipo.

 Elegir procedimientos de evaluación adecuados, que no fomenten la


competencia, que consideren todo el proceso de aprendizaje y no solo el
producto final y que tengan en cuenta las particularidades de cada alumno.
 Conocer las razones de los niños y niñas para aprender, es un elemento esencial
para lograr impulsar la motivación en el aula. Algunos de los motivos que
impulsan el aprendizaje son los siguientes:

-       Dominar nuevos conocimientos. Muchos alumnos se interesan por una


asignatura porque quieren adquirir nuevos conocimientos y completar los que ya
tienen.

-       Aprender algo útil. Cuando se aprende algo que no se ve claramente para


qué sirve, puede desmotivar. La labor del profesor va a consistir en desvelar la
utilidad de la materia que enseña.

-       Lograr recompensas. La recompensa puede no ser algo material, sino


simplemente un elogio por un trabajo que el alumno o alumna realice. Una
recompensa material puede llegar a ser perjudicial y producir el efecto de que
solo se trabaje cuando haya una recompensa.

-       Aumentar la autoestima. En ocasiones los alumnos y alumnas desean


aprender para sentirse integrados en el grupo, pero esto puede suponer el uso de
técnicas de estudio inadecuadas que fomentan solo el aprendizaje a través de la
memorización de datos, sin comprender lo que se está estudiando.

-       Autonomía. La autonomía personal es una de las motivaciones más


importantes de los alumnos y alumnas para aprender en la escuela. El reto de los
profesores es mostrar la materia que enseñan como algo no impuesto, sino como
algo que fomenta la libertad personal y la autonomía.

-       Salir de la pobreza. La falta de formación perpetua la pobreza y una de las


motivaciones que más impulsa a los niños y niñas es aprender para poder valerse
por sí mismos, acceder a puestos de trabajo mejores y más cualificados y
conseguir salir de la pobreza.
 

Etapas de la motivación en el aula


Crear motivación en el aula requiere seguir un proceso que tiene varias etapas
que pueden ser las siguientes:
 
o Capta la atención. Los niños y niña son curiosos y captar su atención
será una forma de motivarles para aprender. Puedes comenzar la
enseñanza de una asignatura contando una anécdota, dando datos
curiosos o haciendo preguntas. Generar una reflexión o un debate entre
los alumnos es una excelente forma de hacerles pensar y que se motiven
para aprender.

o Busca lo que les apasiona. Encontrar la chispa que genera la motivación


parte de buscar lo que apasiona a tus alumnos y alumnas. Pregúntales
qué les gustaría aprender, qué método les gustaría usar o en qué espacio
de trabajo les gustaría trabajar. No debes olvidar que cada uno tendrá
necesidades y gustos diferentes.

o Logra que el aprendizaje sea un descubrimiento. Descubrir algo


nuevo siempre es motivador. Para lograr que tus alumnos y alumnas se
motiven puedes implicarles en todo el proceso de aprendizaje, trabajar en
base a proyectos y hacer que se realicen trabajos en equipo de manera
que se motiven unos a otros.

o Aplica un aprendizaje muy práctico. Como decíamos antes, que los


alumnos y alumnas conozcan la utilidad de lo que aprenden es
fundamental para que se motiven. Para lograrlo es fundamental que
enfoques cada nuevo conocimiento que quieras enseñarles de una forma
totalmente práctica, de manera que vean como se aplica a la vida
cotidiana.

o Utiliza las nuevas tecnologías. Los alumnos y alumnas actuales son


nativos digitales por lo que el uso de nuevas tecnologías les motivará a
estudiar. Las TIC se pueden utilizar en la forma de exponer la materia y
en la manera en la que los estudiantes se documentan sobre un tema, por
ejemplo.

o Haz ver cómo progresan. Cuando los niños ven que con el tiempo
mejoran, su motivación aumenta, por lo que es importante que vean ese
progreso y que pueden aprender cada día cosas nuevas que sean útiles
para su vida.

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