Los humedales se definen a partir del convenio RAMSAR, como “…extensiones de
marismas, pantanos y turberas o superficies cubiertas de agua, sean éstas de régimen
natural o artificial, permanentes o temporales, estancadas o corrientes, dulces, salobres o saladas, incluidas las extensiones de agua marina cuya profundidad en marea baja no exceda de seis metros” (Barbier et al., 1997). En éstos se desarrollan una serie de funciones ecosistemas que es necesario valorar con fines de conservación y uso sostenible, dado los servicios que proporcionan. Los servicios ambientales asociados a la conservación y uso de los humedales se relacionan con la conservación de la biodiversidad, la estabilidad climática, la conservación de ciclos biológicos, el valor derivado de su belleza paisajística y, en muchos casos, el significado cultural, entre otros. Este artículo nace como una respuesta a la necesidad de contar con