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El Índice de Precios al Consumidor, IPC , es el producto resultante de una investigación estadística de carácter
estratégico, que permite medir la variación porcentual promedio de los precios al por menor de un conjunto de
El IPC resulta importante para todos los que ganan y gastan dinero, porque cuando los precios aumentan, el poder
de compra del peso colombiano cae. Y, cuando los precios caen, el poder de compra del peso se incrementa.
Para entender mejor la naturaleza del IPC, se debe pensar en el índice como una medida del porcentaje de
cambio, a través del tiempo, del costo promedio de una gran canasta de bienes y servicios comprados por los
hogares de Colombia, manteniendo constante la calidad y la cantidad de los bienes.
Se debe tener presente, que el IPC presenta la tasa de crecimiento o la variación porcentual de los precios entre
dos períodos de tiempo y no mide o califica si una ciudad es más barata o cara que la otra.
Se debe tener claro que el IPC, no es un índice de costo de vida, puesto que para llevar a cabo
la construcción de un índice de costo de vida en un sistema estadístico, es un ejercicio que
desborda la capacidad logística, presupuestal y técnica de cualquier oficina de estadística del
mundo, toda vez que, los requerimientos de información, en recolección, captura, procesamiento
y difusión, resultan demasiado voluminosos y cambiantes para ofrecer la continuidad y la
comparabilidad que el ejercicio en cuestión necesita.
Frente a los anteriores obstáculos y restricciones, los sistemas estadísticos que producen
indicadores sobre precios del consumidor, establecen consideraciones y supuestos en la
definición del campo de aplicación del ejercicio que permiten eliminar esos inconvenientes y
desarrollar un ejercicio práctico, consistente y de costo razonable, desarrollando los
denominados índices de precios sobre canasta fija de consumo o índices de precios al
consumidor.
Por lo tanto, el IPC es un índice de canastas fijas, producido bajo la metodología Tipo Laspeyres,
es decir de ponderaciones fijas correspondientes a un período base en el tiempo.
Para entender cómo el IPC puede medir el promedio de cambio de los precios al por menor que
encuentran los consumidores del país –y este puede no coincidir en el caso particular de un
individuo o de un hogar; total se trata de eso, de un promedio proveniente necesariamente de
valores por encima y por debajo de él–, los consumidores deben tener certeza sobre el origen de
la información que soporta la investigación en cuestión.
En primera instancia, lo que se debe preguntar el consumidor es, ¿De donde sale la información
para constituir la canasta de bienes y servicios sobre los cuales el DANE realiza el ejercicio de
cotización cada mes? Además, ¿Cómo se puede ofrecer como inflación mensual un solo dato,
que comprende la variación de precios de bienes y servicios de naturaleza muy heterogénea?, y
posteriormente, preguntarse ¿Dónde realiza la cotización el DANE?.
Respecto de las dos primeras inquietudes, la canasta para seguimiento de precios, y la forma de
consolidar la información sobre precios en un solo dato, la respuesta se encuentra en otra
encuesta especializada que aplica con regularidad el DANE, denominada la Encuesta Nacional
de Ingresos y Gastos.
Esta encuesta, permite tener certeza sobre el patrón de gasto y consumo de muchas familias en
el país, específicamente en las áreas urbanas de la mayoría de las capitales de departamento, se
indaga sobre los gastos diarios de cada miembro del hogar, los gastos semanales, mensuales,
semestrales y anuales del hogar. A partir de ésta información, y de manera agregada, se puede
constituir un patrón de consumo general para los hogares del país.
En segundo lugar, porque, aunque la lista de bienes y servicios que demandan los
consumidores en su mayoría es la misma para todos los hogares, cada consumidor
compra una combinación diferente de los mismo en cantidad y frecuencia de tiempo.
Con esta información, se seleccionan las fuentes de información para el IPC, constituidas
entonces por todos aquellos establecimientos donde el consumidor manifestó que hace efectivo
su gasto de consumo final. Por lo tanto, la respuesta a la pregunta ¿dónde merca el DANE?
es: El DANE merca donde los consumidores le informaron que mercan.
2. Universo del estudio: Todos los establecimientos de comercio al por menor, ubicados en el área urbana que
distribuyen bienes y servicios de consumo final y que son demandados por los hogares del país, además se
incluyen colegios, viviendas en arriendo, hospitales.
4. Periodicidad: Mensual.
8. Cobertura geográfica: Trece ciudades: Bogotá, Cali, Medellín, Barranquilla, Bucaramanga, Manizales, Pereira,
Pasto, Cúcuta, Cartagena, Neiva, Montería y Villavicencio; y un agregado nacional.
9. Cobertura socioeconómica: Hogares ordenados por niveles de ingresos: Bajos (50%), Medios (45%) y altos
(5%).
10. Grupos de bienes y servicios: El IPC se clasifica en ocho grupos con diferentes número de artículos:
Alimentos (136), Vivienda (65), Vestuario (44), Salud (29), Educación (31), Cultura, diversión y esparcimiento
(28), Transporte y Comunicaciones (34) y Gastos Varios (38).
11. Fuentes de información: Alimentos (1.882), Vivienda (4.904), Vestuario (2.275), Salud (1.498), Educación
(1.434), Cultura, diversión y esparcimiento (1.465), Transporte y Comunicaciones (879) y Gastos Varios (1.071).
12. Desagregación: Total nacional, ciudades, niveles de ingresos, para la estructura fija a nivel de grupos (8),
subgrupos (34), clase de gasto (79) y gastos básicos (179). La estructura flexible está compuesta por artículos o
variedades (405).
13. Forma de cálculo: Variante a los índices tipo Laspeyres, que utiliza razones geométricas en el nivel básico y
promedios aritméticos ponderados en los niveles agregados.
14. Canasta de referencia: Encuesta de Ingresos y Gastos realizada en 1.994 – 1.995. Durante cincuenta y dos
semanas de recolección.
15. Canasta por seguimiento de precios: Conjunto de bienes y servicios (405), representativos del consumo
final de los hogares y cuya variación de precios alimenta el cálculo del índice.
16. Población de referencia para la construcción de la canasta: Hogares particulares (excluye hogares
colectivos y unipersonales).
Canasta Básica.
La comunidad en general y algunas veces el usuario especializado, al escuchar el término
“Canasta Básica”, realiza una asociación con la satisfacción de necesidades básicas o de
requerimientos mínimos del hogar.
El usuario general o especializado del IPC debe tener claro que la canasta de bienes y
servicios del IPC, no es una canasta para satisfacer requerimientos mínimos del hogar.
El término “básica”, se refiere al hecho que sobre esos bienes y servicios se toman los
precios que permiten calcular la variación promedio para actualizar el índice.
• Que el bien o servicio sea objeto de una transacción de mercado, es decir, se pague
y a cambio se obtenga directamente y como contrapartida del pago un bien o servicio.
De esta manera, se pueden excluir del IPC erogaciones de gasto que no representan
para el consumidor la obtención de un bien o servicio, y, por lo tanto, no podían ser
objeto de cotización, por ejemplo, los impuestos, los seguros de vida, etc.
• Que el bien o servicio haya sido adquirido por el consumidor ejerciendo plenamente
su soberanía. Al igual que el criterio anterior, permite filtrar erogaciones de gasto
que son impuestos exógenamente a la voluntad soberana del consumidor, por ejemplo,
los aportes a la seguridad social, también los impuestos, los seguros obligatorios, entre
otros.
• Que al bien o servicio se le puedan definir especificaciones para seguimiento de
precios, una unidad y un precio. Esto permite descartar erogaciones de gasto muy
generales que los hogares del país manifiestan en la encuesta de ingresos y gastos, por
ejemplo gasto en “fórmulas médicas”, sin más precisiones; el gasto en “regalos”, sin
identificar de que se trata.
En términos técnicos, con la información del IPC se pueden realizar los siguientes
procedimientos:
FORMULA
Esta fórmula es simple. La "parte de arriba" calcula la diferencia del IPC (tasa de inflación) y la
"parte de abajo" calcula la proporción que representa esa diferencia respecto de la inflación total.
Luego puedes multiplicar el resultado por 100 para transformarla en un porcentaje fácil de
interpretar:
IPC Actual – IPC Histórico * 100
IPC Actual