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ORACIÓN DE OFRECIMIENTO
PEDIMOS POR*******
Por todas las personas que rezan esta oración, por sus necesidades
personales y espirituales.
ORACIÓN
ACTO DE CONTRICIÓN
V. Señor mío Jesucristo, Dios y Hombre verdadero, Creador, Padre y
Redentor mío; por ser vos quien sois, bondad infinita, y porque os
amo sobre todas las cosas, me pesa de todo corazón haberos
ofendido; también me pesa porque podéis castigarme con las penas
del infierno. Ayudado de vuestra divina gracia, propongo firmemente
nunca más pecar, confesarme y cumplir la penitencia que me fuere
impuesta. Amén
PRIMER MISTERIO.- Oración de Jesús en el huerto Lc. 22,40-44.
Llegados al lugar, les dijo:
Después se alejó de ellos como a la distancia de un tiro de piedra, y
doblando las rodillas oraba con estas palabras;
Entonces se le apareció un ángel del cielo para animarlo. Entró en
agonía y oraba con mayor insistencia. Su sudor se convirtió en gotas
de sangre que caían hasta el suelo.
SEGUNDO MISTERIO
La flagelación del Señor. Lc. 23, 20-24
Pilato, que quería librar a Jesús, les dirigió de nuevo la palabra, pero
seguían gritando: Por tercera vez les dijo: Pero ellos insistían a
grandes voces pidiendo que fuera crucificado, y el griterío iba en
aumento. Entonces Pilato pronunció la sentencia que ellos
reclamaban.
Reflexión:
Jesús, perseguido y azotado injustamente por una multitud, que
contradicción entre tanta gente, no tiene a nadie que le ayude.
Reflexión:
Jesús, una vez más experimenta la soledad y el abandono, pues está
solo, los que lo habían seguido primero se durmieron, después
corrieron y ahora son espectadores del dolor y humillación, que son
de los más crueles sufrimientos.
Se reza Padre Nuestro, 10 Ave Marías y el Gloria.
Reflexión:
Maestro hasta el final, Él que es el camino, Jesús camina solo con la
cruz del dolor y sufrimiento, siempre tomando la iniciativa para
enseñarnos como se debe llevar. Él, para nosotros es como el Simón
de Cirene para llevar nuestra cruz, signo de vida donde se vence el
mal con la plenitud del bien.
Reflexión:
Jesús, hasta el final se sintió solo por los del mundo, pero siempre
estuvo cerca de su Padre, por eso sus últimas palabras son para el
Padre Dios. En un grito que resuena en toda la humanidad, grito de
amor, que hizo se reconociera al verdadero hijo de Dios y se
arrepintieran de lo que habían hecho.
ORACIÓN FINAL
OREMOS
Señor Jesús, que curaste al ciego de Betsaida (Mt 8,22). Ten piedad
de nosotros.
Señor Jesús que curaste a dos ciegos en Cafarnaúm (Mt 9,27). Ten
piedad de nosotros.
Señor Jesús, que curaste a dos ciegos en Jericó (Mt 20,29). Ten
piedad de nosotros.
Señor Jesús, que curaste a un ciego y mudo (Mt 12,22). Ten piedad
de nosotros.
Señor Jesús, que curaste al sordomudo en Decápolis (Mt 7,34). Ten
piedad de nosotros.
Señor Jesús, que curaste a un leproso en Galilea (Mt 1,41). Ten
piedad de nosotros.
Señor Jesús, que curaste a diez leprosos en Galilea (Lc 17,11). Ten
piedad de nosotros.
Señor Jesús, que curaste al paralítico de Cafarnaúm (Mt 9,1). Ten
piedad de nosotros.
Señor Jesús, que curaste al paralítico de la piscina (Jn 5,1). Ten
piedad de nosotros.
Señor Jesús, que curaste al hombre de la mano atrofiada (Mt 12,9).
Ten piedad de nosotros.