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Anfibios culturales y divorcio entre ley, moral y cultura

La circulación de conocimiento sólo es posible si hay selección, jerarquización y


adaptación del conocimiento, tomándolo de un cierto contexto para llevarlo a otro,
reelaborándolo en función del contexto de destino. Los educadores participan usualmente
de manera inconsciente en este proceso, y logran ser “anfibios culturales” en tanto alcanzan
la movilidad deseable entre distintos eslabones del sistema educativo, aprendiendo y
enseñando en varios de ellos. En sentido más amplio, anfibio cultural es la persona que
se desenvuelve solventemente en varias tradiciones culturales y que facilita la
comunicación entre ellas. Como tal puede contribuir a tres procesos cruciales en las
sociedades contemporáneas caracterizables por altos niveles de diversidad cultural y
segmentación social: la reducción del divorcio excesivo entre ley, moral y cultura, la
construcción de democracia y la superación de la violencia.

En la “teoría de la recontextualización” de Basil Bemstein, se entiende la educación como


un proceso que toma conocimientos de manera selectiva y jerarquizada de un contexto para
llevarlos a otro. Cada educador es un “recontextualizador”

Más allá del ámbito educativo, el anfibio cultural es alguien capaz de obedecer a sistemas
de reglas parcialmente divergentes sin perder integridad intelectual y moral.

Desde Grecia —de una manera que luego sería retomada y ampliada por la Ilustración- la
moralidad no se identifica con las costumbres. La pluralidad de delimitaciones de las
buenas costumbres que han existido o que coexisten en nuestra misma época, induce una
separación conceptual entre moral y cultura. En el marco de la interculturalidad, a esa
separación conceptual puede añadirse un relativo divorcio entre lo moralmente válido y lo
culturalmente válido en uno u otro contexto.
El anfibio es al mismo tiempo camaleón y traductor. En efecto, sabe adaptarse a los códigos
culturales correspondientes a diversos medios y a diversas tradiciones, puede tomar
fragmentos de una tradición e introducirlos en
otra, después de haberlos transformado. A diferencia del anfibio, el simple camaleón no
favorece la interrel ación entre los mundos culturales a los cuales se adapta. A diferencia
del anfibio, el simple traductor suele traducir en una sola dirección, enriqueciendo
fundamentalmente únicamente uno de los mundos que conoce.

El anfibio ante el divorcio entre ley, moral y cultura

Podemos partir de la oposición entre dos tipos ideales de sociedad: aquellas donde lo
moralmente válido cabe dentro de lo culturalmente válido, lo cual a su vez cabe dentro de
lo legalmente permitido, y aquellas donde, como en la nuestra, abundan las
incongruencias entre esos tres sistemas de regulación de la acción y la interacción2. La
nuestra, en especial por su diversidad cultural y su grado de segmentación social,
estaría más cerca del segundo tipo3

2*Para nuestra argumentación lo decisivo es la posibilidad de la no coincidencia empírica


entre lo autorizado o lo prohibido por loe tres sistemas, la existencia de comportamientos
legalmente no válidos pero culturalmente aceptados o moralmente justificados (el soborno
o el uso de droga en ciertos contextos) o de comportamientos legalmente permitidos pero
cultural o moralmente rechazados (como el empleo juguetón del arte o de elementos
culturales tradicionales descontextualizados, por la publicidad o por los movimientos
contestatarios), etc

En las sociedades contemporáneas altamente diferenciadas, la triple regulación parece


necesaria y el anfibio cultural puede contribuir a reducir, a evitar o a mantener dentro de
ciertos límites el divorcio entre moral, cultura y ley5. En las sociedades existentes se puede
ver al anfibio cultural como un intensificador de la vida social que ayuda a explicitar las
tensiones que introduce la diversidad cultural en esa triple
regulación. De cualquier modo, en la medida en que el orden social depende
notablemente de la regulación cultural de la acción, y creemos que es así pues la
aprobación o el rechazo cultural son en general más eficaces para regular la acción
que la ley o la moral, el papel del anfibio es crucial.

1.Contexto:
PENSAMIENTO PEDAGOGICO Y POLITICO

Antanas Mockus en 1969 se trasladó a Francia para realizar sus estudios de


matemáticas en la Universidad de Dijon, donde se graduó en 1972. En 1975, tras su
regreso al país, Mockus se vinculó con la Universidad Nacional de Colombia, primero como
investigador, y despúes docente. En 1988 obtiene su maestría en filosofía en esta
universidad.
A comienzos de los años noventa en el escenario de lo público ejerce el cargo de
rector, entre 1991 y 1993, de la Universidad Nacional de Colombia, tras haber
sido vicerector académico de la universidad, y luego fue elegido, en dos
ocasiones, alcalde de Bogotá mediante voto popular; en la primera ocasión,
Mockus se presentó como candidato independiente a la alcaldía en las elecciones locales de
Bogotá de 1994, Con una campaña atípica y sin publicidad, fundada por el contrario en la
doctrina de la cultura ciudadana, derrotó a su principal opositor Enrique Peñalosa. En
1995 se posesionó como Alcalde de Bogotá

En 1994 cuando Antanas Mockus escribió anfibios culturales y el divorcio entre ley, moral
y cultura, dentro de sus proyectos cercanos se encontraba la postulación a la alcaldía de
bogota, considerando hacia donde se encaminaba, la clave del saber de este radicaba en
encontrar la manera para que el sujeto aprenda y se apropie de unos patrones de
comportamiento, con el fin de que entre en un juego racional con las reglas o
normas. Ya como alcalde de Bogotá, enfrenta el reto de armonizar los tres
sistemas reguladores (ley, moral y cultura), debido a que no tenían igual fuerza.
Desde su iniciativa académica lo que se buscó fue: Primero, suprimir o reducir a
la aprobación moral o cultural de acciones ilegales; en segundo lugar, aumentar
la aprobación moral y cultural hacia el cumplimiento de las obligaciones legales,
y en tercer lugar, lograr una complementariedad entre normas legales, morales y
culturales. Así, Mockus aborda la formación del sujeto en la escuela y fuera de
ella; y reflexiona desde nuestra particularidad cultural como colombianos.
Esto último se puede relacionar a la situación del país en ese momento; pues, a
partir de la década de los noventa Colombia entró en una profunda crisis, explicada por los
altos índices de pobreza, violencia, el fortalecimiento de los actores armados (movimientos
guerrilleros y grupos paramilitares), la violación de los derechos humanos, la corrupción, el
clientelismo al interior de las instituciones públicas, el narcotráfico, etcétera.
En Colombia, la democracia opera de tal forma que el Estado carece de la capacidad
fundamental para garantizar los derechos y libertades básicas, lo que es particularmente
evidente en las últimas décadas. Esto se explica por la pérdida de las libertades civiles, la
falta de espacios de participación en la toma de decisiones y la fragmentación de la
sociedad. A este panorama desolador se le agregan otras variables que no permiten el
ejercicio de la democracia. La violencia por parte de los grupos armados ha incidido sobre
la democracia y los procesos electorales en algunas partes del territorio, particularmente a
nivel local y regional.

En este orden de ideas, este articulo está dirigido a aquellas personas con intereses

En la segunda mitad de los años noventa, la clave del saber de Antanas Mockus
consiste en encontrar la manera para que el sujeto aprenda y se apropie de unos
patrones de comportamiento, con el fin de que entre en un juego racional con las
reglas o normas. A partir del uso indicado de las palabras y las acciones,
mediante su propuesta pedagógica, se busca lograr en las personas resultados de
empoderamiento en cuanto a cultura ciudadana y responsabilidad social, tomando
así a su favor ciertas relaciones de poder sobre los ciudadanos. A lo largo de los
años noventa, aborda la formación del sujeto en la escuela y fuera de ella; y
reflexiona desde nuestra particularidad cultural como colombianos. Una gran
parte de sus análisis se ubican en un escenario de tensión entre la moral de las
costumbres y la moral racional. En la formación del sujeto colombiano, desde su
perspectiva, se debía evidenciar un divorcio acentuado entre >ley, cultura y
moral. En su iniciativa de formar al sujeto colombiano como un anfibio cultural,
busca reducir la brecha en esta tríada, con el fin de aportar a la construcción de la
democracia y a la reducción de la violencia en Colombia.

Antanas Mockus, ya como alcalde de Bogotá (1995-1998), enfrenta el reto de


armonizar los tres sistemas reguladores, debido a que no tenían igual fuerza.
Desde su iniciativa académica lo que se buscó fue:

En primer lugar, suprimir o reducir a la aprobación moral o cultural de acciones


ilegales; en segundo lugar, aumentar la aprobación moral y cultural hacia el
cumplimiento de las obligaciones legales, y en tercer lugar, lograr una
complementariedad entre normas legales, morales y culturales: por ejemplo,
fuerte respeto a las obligaciones contractuales (lo escrito), complementado con
cumplir la palabra (Sáenz, 2007, p. 68).

Para Antanas Mockus, ya como intelectual y político contemporáneo, la


interculturalidad colombiana y latinoamericana se constituye en fuente y
oportunidad para la creatividad moral, la ampliación de sentido y el
mejoramiento de la productividad de la acción. El sujeto colombiano
como sujeto ético debe constituirse como anfibio cultural dotado de un sentido
simultáneo que le permite actuar en múltiples contextos mediados por un alto
grado de conflictividad y violencia de manera fértil. Para este profesor, uno de
los logros de la modernidad ha sido el respeto del otro; sin embargo, ese respeto
hacia el otro está mediado por relaciones culturales, reglas de carácter moral y la
autodeterminación de sí mismo para tomar decisiones. Lo que equivale a
conquistar la mayoría de edad kantiana. Para Antanas Mockus, el anfibio cultual
es quien:

[...] se desenvuelve solventemente en diversos contextos y al mismo tiempo


posibilita una comunicación fértil entre ellos, es decir, transporta fragmentos de
verdad (o de moralidad) de un contexto a otro. El anfibio cultural tiene que
entender, traducir y comunicar, aunque sea fragmentariamente saberes y pautas
morales. Es decir, debe ser un intérprete (1994, p. 127).

Para ser anfibio cultural no basta con adaptarse sucesivamente a exigencias


distintas. Se trata literalmente de hacer compatibles diversos sistemas de reglas.
La interculturalidad asumida plenamente debería llevar a una generalización de la
actitud y modo de ser del anfibio cultural. Las reglas del anfibio permiten hacer
habitable un mundo donde proliferan los sistemas de reglas, tanto culturales
como morales. En este sentido, esta postura nos aclara que mientras la moral me
obliga a tener un sistema de regla único, la diversidad cultural me permite
obedecer a sistemas de reglas diversos.

El anfibio cultural, como re-contextualizador, busca respetar desde


adentro distintos sistemas de reglas culturales y al tener una alta capacidad de
comunicación selectiva y adaptadora, contribuye a construir un mundo donde
coexistan fértilmente diversos sistemas de reglas, tanto culturales como morales.
Mediante la propuesta del anfibio cultural, se pretende formar personas capaces
de desenvolverse bien en varios eslabones del sistema educativo, como también
formar personas capaces de enseñar y aprender a tomar decisiones en contextos
ajenos a la escuela. Este tipo de sujeto se mueve en un escenario de tensión y
de dilemas entre lo moral y lo cultural, que se constituyen en la base para la toma
de una decisión correcta.
Lo legalmente permitido se define en relación con un conjunto de normas
jurídicas; lo culturalmente valido corresponde a comportamientos aceptables o
deseables relativos a un contexto social. Lo moralmente valido se delimita
mediante juicios y argumentos que la persona formula ante sí o ante otros en uso
de su autonomía (Mockus, 2010, p. 3).

Para reducir este divorcio en la tríada: ley, moral y cultura, se hacía necesario


además de intensificar la comunicación personal, ampliar la interacción entre los
sujetos, buscando la armonía y la civilidad en la resolución de los conflictos. La
autonomía del sujeto en estos tres sistemas reguladores se expresa en la
posibilidad de distinguir en el plano de la argumentación, lo moralmente valido,
lo legalmente permitido y lo culturalmente aceptable. La formación de este tipo
de sujeto, de este anfibio cultural en uso de su autonomía moral, se constituye en
la cara complementaria de la amplitud de las libertades jurídicamente
garantizadas y del respeto a la diversidad cultural.

La cultura ciudadana en la administración de Mockus concibió la ley desde una


perspectiva cualitativa, no como algo estático sino transformable por medio de
procesos democráticos, lo cual permitiría que esta se ajustara a principios
morales y culturales. La comunicación se constituyó en el proyecto de cultura
ciudadana, en un elemento central de la práctica estatal, al igual que lo había sido
bajo su concepto de práctica pedagógica. En el proyecto de cultura ciudadana
hubo mayor énfasis en la necesidad de desarrollar prácticas formativas, basadas
en lo que Mockus denominó la eficacia pedagógica de la ley. Es decir, un
conjunto de prácticas dirigidas a la comprensión por parte de la población de los
objetivos de las normas legales, al reconocimiento del carácter democrático de su
construcción y al conocimiento y ejercicio para transformarlas.

 Antanas Mockus, como pedagogo e intelectual de la educación


contemporánea, ha buscado tensionar la relación existente entre educación,
cultura y política a través de sus estudios y análisis acadé- micos que
anteceden a la década de 1980, acompañado luego de una serie
actuaciones que han afectado de manera positiva la moral, la ética, la
cultura ciudadana y la sociedad en general. En la vida académica de
Antanas Mockus podemos ubicar tres momentos:
-Como administrador y político, primero de la Universidad Nacional de
Colombia y, luego de la capital del país, Bogotá, cuando pone en juego sus
apuestas académicas como la de anfibio cultural, por medio de la cual busca
resolver las tensiones entre ley, cultura y moral, cuyo objetivo es mejorar la
democracia y la cultura ciudadana, acompañada de una serie de iniciativas
pedagógicas en la ciudad.
-ra Antanas Mockus, la categoría de anfibio cultural estableció como base el
reconocimiento del otro y la importancia de la comunicación como principal
herramienta, para reducir la brecha en la tríada: ley, cultura y moral, cuyo
objetivo fue mejorar la democracia y la reducción de la violencia en Colombia.
En la segunda mitad de los años 1990, la clave estaba en encontrar la manera
para que el sujeto aprendiera y se apropiara de unos patrones de comportamiento,
con el fin de que entrara en un juego racional con las reglas o normas. A partir
del uso indicado de las palabras y las acciones, mediante su propuesta
pedagógica, se busca en las personas resultados de empoderamiento en lo que se
refiere a la cultura ciudadana y responsabilidad social, tomando así a su favor
ciertas relaciones de poder sobre los ciudadanos.

Para Antanas Mockus, la categoría de anfibio cultural estableció como base


el reconocimiento del otro y la importancia de la comunicación como
principal herramienta, para reducir la brecha en la tríada: ley, cultura y
moral, cuyo objetivo fue mejorar la democracia y la reducción de la
violencia en Colombia. En la segunda mitad de los años 1990, la clave estaba
en encontrar la manera para que el sujeto aprendiera y se apropiara de unos
patrones de comportamiento, con el fin de que entrara en un juego racional
con las reglas o normas. A partir del uso indicado de las palabras y las
acciones, mediante su propuesta pedagógica, se busca en las personas
resultados de empoderamiento en lo que se refiere a la cultura ciudadana y
responsabilidad social, tomando así a su favor ciertas relaciones de poder
sobre los ciudadanos.

2. Tesis:
Como tesis del texto

“El anfibio cultural” puede contribuir a tres procesos cruciales en las sociedades
contemporáneas caracterizables por altos niveles de diversidad cultural y segmentación
social: la reducción del divorcio excesivo entre ley, moral y cultura, la construcción de
democracia y la superación de la violencia.

3.Argumentos:

1 argumento:
En las sociedades contemporáneas altamente diferenciadas, la triple regulación parece
necesaria, pues abundan las incongruencias entre ley, moral y cultura. En especial la
nuestra, se caracteriza pro su diversidad cultural y su grado de segmentación social.
En este sentido, el anfibio cultural puede contribuir a reducir, a evitar o a mantener dentro
de ciertos límites el divorcio entre moral, cultura y ley. En las sociedades existentes se
puede ver al anfibio cultural como un intensificador de la vida social que ayuda a explicitar
las tensiones que introduce la diversidad cultural en esa triple regulación. De cualquier
modo, en la medida en que el orden social depende notablemente de la regulación cultural
de la acción, y creemos que es así pues la aprobación o el rechazo cultural son en general
más eficaces para regular la acción que la ley o la moral, el papel del anfibio es crucial.

2 argumento: Ante una democracia en construcción en un contexto de alta diversidad


cultural, procesos educativos formales e informales impulsados por anfibios culturales
pueden ayudar a percibir razones y estructuras similares detrás de diversas expresiones
sociales y culturales. Pueden llevar a reconocer y construir diversidad cultural y diversidad
moral mostrando que la condición para que ello sea viable es un acuerdo mínimo pero
sólido sobre las reglas más fundamentales. Pueden también llevamos a comprender que
tener una ley en común es compatible con la existencia de muchas culturas y subculturas y
con la proliferación de muchos caminos en materia de desarrollo moral.

3 argumento:
La violencia endémica es una de las expresiones más radicales del divorcio entre ley, moral
y cultura, y al mismo tiempo es una de las deficiencias graves en el proceso de construcción
de una democracia.
En el contexto colombiano, donde la violencia y clandestinidades diversas configuran parte
de la realidad más cotidiana, la noción de “anfibio cultural” puede ayudar a comprender
algunos aspectos de su realidad social.
A diferencia del que se adapta simplemente porque le interesa o porque se ve obligado a
hacerlo, el anfibio cultural pone en comunicación diversas tradiciones culturales,
transportando elementos de verdad y de moralidad entre ellas. E idealmente lo hace sin
imponer la prevalencia de una de ellas sobre las otras. Es posible entender entonces por qué
la situación colombiana requiere de anfibios culturales y por qué, en algún grado, los
genera. El anfibio cultural es un intérprete y un facilitador del entendimiento recíproco
entre distintas tradiciones culturales. Por ello, en un contexto de alta diversidad social y
cultural, puede ser un factor de paz.

4.Recursos retóricos:
Apelación a las emociones:
Específicamente recurre al Pensamiento ilusorio:
Ampliar interfases y flujos de comunicación y de interacción para reconstruir tejido social
implica riesgos; pero resulta necesario si se quiere lograr un mínimo de armonía social, el
mínimo necesario para asegurar la fertilidad y civilidad de los conflictos.

-en el contexto colombiano, donde la violencia y clandestinidades diversas configuran parte


de la realidad más cotidiana, la noción de “anfibio cultural” puede ayudar a comprender
algunos aspectos de su realidad social, en este argumento el autor apela al contexto social
de violencia para convencer al lector de la conveniencia de anfibio cultural.
-apelación a las consecuencias:
Argumenta porque se debería dar la adopción de los anfibios culturales en procesos
educativos formales e informales en un contexto de alta diversidad cultural y democracia en
construcción, en base a las posibles consecuencias positivas que esto traería como:
1. ayudar a percibir razones y estructuras similares detrás de diversas expresiones sociales y
culturales.
2. llevar a reconocer y construir diversidad cultural y diversidad moral mostrando que la
condición para que ello sea viable es un acuerdo mínimo pero sólido sobre las reglas más
fundamentales.
3. ayudar a comprender que tener una ley en común es compatible con la existencia de
muchas culturas y subculturas y con la proliferación de muchos caminos en materia de
desarrollo moral.

5. Función del texto:


Explicar como la adopción del anfibio cultural
Persuadir al lector de que el papel del anfibio cultural
Es relevante la adopción de este en la sociedad,

6.Reflexión:
A modo de reflexión personal,

Para los fines del presente trabajo es importante reconocer que la diferenciación propuesta
no es simplemente conceptual, no se expresa únicamente en la independencia relativa de
unos campos de argumentación. Opera en la práctica y es independiente de la diversidad de
concep- tualizaciones existentes sobre ley, moral y cultura. En otras palabras, la distinción
entre los tres sistemas reguladores tiende a hacer parte de la vida corriente de las sociedades
contemporáneas y de algún modo su comprensión está al alcance de todos los actores.

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