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ISSN 0123-0425

• educación •
Ble i u d a d
Los conceptos y opiniones de los artículos firmados son
de exclusiva responsabilidad de sus autores y no c o m -
Revista del Instituto para la Investigación y
prometen la política institucional del IDEP.
el Desarrollo Pedagógico, IDEP
El C o m i t é Editorial a g r a d e c e los artículos e n v i a d o s
Santa Fe de Bogotá, D.C., Colombia, No. 4,
voluntariamente y se reserva la decisión de su publica-
Diciembre 1997 - Enero 1998
ción en la revista. El Comité no se hace responsable de
la devolución de éstos. Se autoriza la reproducción de
Director:
los artículos citando la fuente y los créditos de los
Alejandro Alvarez Gallego autores. Se agradece el envío de la publicación en la
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Hernán Suárez
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Villa, Alberto Martínez Boom, Alvaro Pantoja
Velásquez, Jesús Hernando Duarte, Alejandro Santa Fe de Bogotá, D.C., Colombia
Alvarez G.
Colaboran en este número:
Jaime Niño D i e z , J e s ú s A l b e r t o E c h e v e r r i S., O l g a
Lucía Z u l u a g a G., G a b r i e l R e s t r e p o , B e a t r i z G a r c í a
Moreno, M a r í a Teresa H e r r á n , Luis F e r n a n d o Marín
Ardila, L i b a r d o S a r m i e n t o A n z o l a , C é s a r C o l l ,
Octavio H e n a o Alvarez, G e r m á n Vargas G u i l l e n ,
Javier S a e n z , C e c i l i a R i n c ó n B.

Diseño carátula y d i a g r a m a c i ó n :
Futuro Moneada Forero

Ilustraciones:
Futuro Moneada Forero
y Mauricio Suárez Acosta

Preparación Editorial e Impresión:


Servigraphic Ltda.
12
Campo ¡ntectual y Campo Pedagógico de la
Educación
Alberto Echeverrí y Olga Lucía Zuluaga
El mayor mérito de la noción de Campo es poner límite a
la dispersión, al crear una noción que permite a la
intelectualidad vinculada a la investigación pedagógica y
educativa pensarse como sujeto de la cultura diferencial
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contemporánea. En el Campo se puede profundizar sobre El ingreso de niños y niñas en la ciudad:
el proceso de diferenciación entre Campo Pedagógico y El papel del maestro en la escuela
Campo intelectual de la educación en la dirección de reco- Beatriz García
nocerle al Campo Pedagógico la potencia de reconcep- ¿Por qué no pensamos en construir una ciudad donde el
tualizar al lado de la recontextualización. El Campo inte- deseo tenga cabida, donde sea posible el envolvimiento
lectual de la educación no le reconoce a la pedagogía exis- corporal para su aprehensión, donde el maestro transmita
tencia más allá del aula y del aparato escolar, y por tanto se su propia experiencia, sus entusiasmos y temores, donde
le condena a vivir eternamente en el mundo de la repro- ambos, maestro y niño, se lancen a recorrerla, a descubrir-
ducción, sin posibilidad de acceder al mundo del saber la, aprendiendo uno de otro? Esto exigirá una manera dife-
productivamente. rente de abordar su diseño y construcción, pues tendrá que
hacer las veces de aula y de patio de recreo, tendría que
tener espacios para permitir el desplazamiento cómodo de
24 estos pequeños habitantes.

Cuerpo de elefante, cabeza de ratón


Educación, sociología y sociedad
Gabriel Restrepo
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La educación cumple a cabalidad con la metáfora que titu- La escuela y los medios masivos de comunicación
la el presente artículo: gigante y vital desde su base, gracias María Teresa Herrán
a la autonomía que se ha concedido a la escuela y al muni- Nuestro tiempo es el de la comunicación y la imagen, y la
cipio, carece aún de un cerebro correspondiente a su cuer- televisión el medio más poderoso y extendido de esta reali-
po, de directrices estratégicas y de instrumentos de dad cultural. La escuela y la educación enfrentan el reto de
realimentación desde el centro, que siempre serán necesa- producir nuevos modos de relación social que tengan en
rios para un balance exitoso entre la iniciativa local y coor- cuenta la presencia de la cultura audiovisual. Ello no es
dinación nacional. La inveterada y secular inoperancia del fácil. En el caso de la televisión, ello implica enfocarla no
Ministerio no es asunto que pueda resolverse en un día o sólo como medio sino también como un fin en sí misma,
en un año. Ni la investigación, asunto que se improvise. conocer sus lenguajes, sus formas, sus discursos, en fin, la
Desafortunadamente su solución excede el ámbito propio lógica del medio. Se impone una búsqueda y diálogo siste-
de la sociología de la educación o el espacio propio de los mático entre comunicadores y pedagogos que contribuya a
educadores. Corresponde al campo de la voluntad política. darle sentido social a todas las nuevas tecnologías, descu-
Simple cuestión de democracia, maestro. brir su dimensión y potencial educativo.
54
Interacción entre filosofía y educación
Luis Fernando Marín Ardila
Para el autor, es absurda, por decir lo menos, la enseñanza
de la filosofía en la secundaria. Ha sido relegada y vitupe-
rada como una enunciación de un listado de filósofos, obras,
y el rótulo o escuela a la cual pertenecen. La filosofía y la
educación filosófica que reivindicamos en este artículo es
86
Educación, ciudad y escuela
un instrumento invaluable en la vida de curricula integrales
y flexibles. Esto requiere, obviamente, una cualificación Cesar Coll
de los sujetos protagonistas de la educación básica secun-
daria. En primer lugar, de los profesores de filosofía, de
ciencias del lenguaje, ciencias sociales y políticas, ética y
estética. Este poder reinterpretativo y este poder inventivo
98
de la filosofía es el que nos convoca para asumir una edu- Pedagogía y didáctica
cación filosófica que alrededor de algunos conceptos ma- en el contexto de las nuevas tecnologías
trices vigorice una perspectiva seductora, imaginativa y Octavio Henao Alvarez
crítica de la educación.

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Apocalípticos e integrados
Economía y desarrollismo educativo
Germán Vargas Guillen
Libardo Sarmiento Anzola
La educación, en la última década del siglo XX, se ha con-
vertido en la versión moderna de la piedra filosofal. Desde
la socialización del individuo y la felicidad personal, pasan-
do por la paz, el civismo, los derechos humanos, la forma-
120
De lo biológico a lo social
ción en la sexualidad, la lucha contra el sida, hasta el desa-
Javier Sáenz Obreqón
rrollo económico, el aumento de la productividad y la con-
quista del progreso y el bienestar son considerados respon-
sabilidad de la educación. La clave para todos estos trans-
formadores es la educación. El discurso neoliberal asocia
desarrollo económico con desarrollo educativo.Una críti-
126
ca a tal discurso desarrollista es el núcleo central de este La enseñanza de la lectura y la escritura
artículo. Cecilia Rincón B,
Javier Sáenz Obregón*

El período comprendido entre 1903 y 1946 se cons- de una raza degenerada; la legitimidad de las insti-
tituye en uno de los de mayor actividad reformista, tuciones, los sujetos y los saberes médicos; las pro-
tanto en los reordenamientos globales de la educa- fundas divisiones entre élite y pueblo; la historia de
ción pública como en las transformaciones del sa- violencia política; las pugnas entre los poderes loca-
er
•J20 t> pedagógico. Se pueden señalar como hitos de les y nacionales; la ineficiencia y debilidad del Esta-
este proceso: la reforma general de la instrucción do; la importancia de la escuela como espacio
pública de 1903-1904 o Ley Uribe; las reformas de priviegiado de encuentro del Estado con la pobla-
las instituciones de formación del maestro entre ción, junto con las características particulares de la
1925 y 1946; y las transformaciones de la escuela práctica pedagógica heredadas del siglo XIX.
primaria entre 1933 y 1946. El proceso de refor-
El estudio de las transformacionesen la práctica pe-
mas se fundamentó en la apropiación selectiva y
dagógica en Colombia durante este período se con-
gradual de los discursos y conceptos de la pedago-
vierte forzosamente en el análisis de una serie de
gía activa, tanto en su vertiente experiencial como
apropiaciones selectivas y estratégicas de elemen-
experimental.
tos de la pedagogía activa y los saberes modernos.
En este período se formularon y desarrollaron una La pobreza en la producción científica nacional en
serie de tendencias pedagógicas y de reforma de la estos años no posibilita un análisis de las condicio-
instrucción y la educación pública, las cuales articu- nes de surgimiento de los conceptos, pero sí de lo
laron los discursos, saberes y técnicas apropiadas en que hemos denominado las rejillas de apropiación y
formas particulares y características. Esta particula- la forma de circulación de los conceptos, más como
ridad fue resultado de la especificidad histórica del discursos estratégicos que científicos.
contexto nacional: la vigencia de la autoridad ecle-
siástica junto con la cultura católica de su población;
" Jefe de la División de Educación y Cultura del Departamento
el predominio de la vida rural con sus prácticas y Nacional de Planeación, miembro de la Corporación Tercer Milenio.
conocimientos tradicionales; el poder de la imagen
ma mucho más clara y explícita a los debates de la
educación pública. Aparece entonces, con mayor cla-
ridad, una nueva rejilla de apropiación: la de la con-
veniencia política y la coherencia de la pedagogía
con los fines globales —económicos, culturales, so-
Entre 1903 y mediados de los años treintas, las tres
ciales y políticos— del partido de gobierno.
rejillas de apropiación más visibles son, en primer
lugar, la desconfianza en el pueblo: se trataría de Entre 1900 y 1934, en el cuerpo documental estu-
una raza enferma, pasional, primitiva y violenta. Las diado se presenta con regularidad sistemática la
apropiaciones lícitas en este sentido, son de concep- noción de lo moderno para legitimar como válidos,
tos y prácticas que ayuden a explicar esta situación científicos y objetivos un conjunto de saberes y prác-
del pueblo y a regenerarlo. En segunda instancia, ticas pedagógicas, psicológicas, paidológicas, higié-
una rejilla que se configura a partir de la descon- 2
nicas, biológicas, fisiológicas, eugenésicas y médi-
fianza en el individuo: la exclusión de discursos y cas. Lo moderno era la ciencia y su método, los
nociones referidas a la formación de un individuo saberes modernos aplicados y prácticos, los méto-
sujeto de deseos y de imaginarios individuales; la dos inductivos y experimentales en la ciencia y la
preocupación durante este período fue la de formar enseñanza, la actividad, la conducta, lo medible, lo
individualidades autónomas y con iniciativa, pero material, lo visible, lo útil, lo actual, lo individual, lo
para la producción de riqueza y progreso material, natural, y la unidad entre lo físico, lo moral y lo in-
sin llegar a destapar la caja de Pandora de las emo- telectual. Este discurso, el cual privilegió la apro-
ciones y la fantasía, que harían peligrar el orden so- piación de la pedagogía del médico belga Ovidio
cial, económico y político. Por último la rejilla de la Decroly, predominó en las propuestas de reforma
censura eclesiástica o autocensura ante la autoridad de la pedagogía y la educación pública, así como en
de ésta: la exclusión de teorías y prácticas que con- las nuevas prácticas de formación del magisterio
trariaran los dogmas defendidos por la iglesia cató- hasta mediados de los años treinta, momento a
lica, rejilla que determinaba simplemente las condi- partir del cual la apropiación progresiva de nue-
ciones de posibilidad de las reformas educativas y vos saberes sociales —la antropología y la socio-
pedagógicas. logía— y de la pedagogía activa de John Dewey
le contrapuso nuevos métodos de enseñanza, pero
Hasta 1 9 3 4 las relaciones de fuerza provenientes
particularmente nuevas estrategias de formación de
de la práctica política son menos visibles ya que en
la infancia y nuevas finalidades para la educación pú-
el campo de las opciones pedagógicas y de la educa-
blica.
ción pública las polémicas partidistas tendieron a
permanecer ocultas; el ánimo de las discusiones edu- La crítica a lo viejo, englobado bajo el término es-
cativas y pedagógicas era claramente conciliatorio. tratégico de lo tradicional, se convierte en artículo
Predominaba la noción en que la pedagogía y la edu- de fé y rito de iniciación a este nuevo mundo: la
cación pública debían permanecer por fuera de las gramática, el pensamiento especulativo, los mode-
rencillas y las discusiones de carácter partidista. A los lógicos del conocimiento, las preocupaciones por
partir del primer gobierno de López Pumarejo en la interioridad y la esencia del ser humano, las facul-
1934, lo partidista y lo político se articulan de for- tades del alma y la teología serían asuntos del pasa-
do, o por lo menos, temas vedados a
los saberes modernos. Los ladrillos de
este edificio modernista fueron prin-
cipalmente los de la biología y las teo-
rías evolucionistas. Así, la vida debe- Estos saberes operaron en dos espa-
ría ser lucha, adaptación, equilibrio, se- cios sociales privilegiados para el es-
lección y progreso, entendido como tudio y las intervenciones sobre el
evolución individual y de la raza. La niño: la familia y la escuela. Pero se
%i

mente fue concebida como órgano bio- reconocían los límites de las interven-
lógico, la inteligencia como actividad ciones hacia el niño que pasaban por
adaptativa. El organismo se convirtió la familia, al considerar que el medio
en metáfora de lo social; así como en familiar del pueblo estaba contagia-
el cuerpo humano y en la vida natural do de las enfermedades físicas, inte-
cada órgano y cada elemento tendrían lectuales y morales de la raza; las fa-
una tarea específica, de manera simi- milias pobres estarían sufriendo un
lar se consideraba que la evolución y proceso de desintegración y los pa-
la selección natural habrían previsto dres ya no serían educadores idóneos ni modelos
las necesidades de la sociedad moderna y una fun- dignos de emular. Esta desconfianza en las caracte-
ción específica para cada individuo. Se trataba, por rísticas raciales de las familias del pueblo privilegió
- 122 1° tanto, de detectar por medio del examen médico, a la escuela para los esfuerzos de higienización y
los tests psicológicos y la observación del alumno, sus moralización de la raza a través del niño.
inclinaciones y aptitudes, y a partir de las diferencias
«naturales» colocar a cada individuo en el lugar que le Entre 1903 y 1946 los discursos de reforma educa-
correspondía para el funcionamiento ordenado, armó- tiva enfatizaron la reforma y masificación de la en-
nico y saludable del organismo social. señanza primaria. Las esperanzas fincadas sobre la
escuela para la regeneración moral y social de la raza
Los saberes modernos experimentales —biología, tuvieron como consecuencia un llamado constante a
fisiología, medicina, psicología, psiquiatría— privi- privilegiar en la escuela la formación del niño sobre
legiaron la infancia como objeto de investigación la instrucción. Se construyó una imagen de la escue-
científica y de intervención social, y tuvieron como la como espacio relativamente autónomo de esta
efecto una ampliación y complejización de la mira- situación de la raza. El niño en la escuela: observa-
da sobre ella, convirtiéndola en la etapa de mayor do, medido, examinado, clasificado, seleccionado,
importancia en la vida del ser humano. El interés vigorizado, medicalizado, moralizado y protegido
por la infancia y la importancia que se le atribuyó se por métodos «naturales» de enseñanza y por am-
vio reforzada por los diagnósticos pesimistas sobre bientes formativos propicios para revertir las taras
la degeneración de la raza: en la situación de la in- hereditarias, se convierte así en semilla, en esperan-
fancia se veía reflejada y sintetizada la enfermedad za de una nación moderna y saludable.
de la raza, y era principalmente a ella hacia donde
debían dirigirse las iniciativas de protección y de re-
dención racial.
Como resultado de las apropiacio-
nes selectivas de los saberes moder-
nos en el país, de la práctica peda-
gógica de algunas instituciones en
los años veintes y posteriormente en que en Europa dieron origen a una
la educación pública, se pueden di- pedagogía experimental, en la que se
ferenciar tres miradas sobre el niño, puede inscribir la pedagogía de
las cuales fueron ampliando y Decroly. Esta vertiente de la peda-
complejizando la imagen de la in- gogía activa, la cual se diferencia de
fancia. La primera, que a partir del la pedagogía activa humanista o
discurso biológico dirigía su mira- experiencial —a la que estaba más
da a la posición del niño en las dife- cercano John Dewey— predominó
rentes etapas del proceso evolutivo en los discursos de los reformadores
y que definía el interés del niño como educativos nacionales, así como en
instinto biológico. Una segunda mi- las reformas de las instituciones
rada, resultado de la introducción formadoras de docentes hasta 1934.
del examen de los tests psicomé- Mientras que la tendencia experi-
tricos —el niño de la psicología ex- mental buscaba hacer de la escuela
perimental—, para la cual el individuo, además de un laboratorio de experimentación médica, psicoló-
ocupar un lugar en las distintas etapas evolutivas, se gica y pedagogógica, la experiencial adoptó una nue-
diferenciaba de los demás niños en su misma etapa va filosofía de la educación a partir de concepciones
por medio de la cuantificación de sus aptitudes y su pragmatistas, las teorías evolucionistas y las nuevas
inteligencia. Finalmente, la mirada de la pedagogía nociones sobre la infancia y el conocimiento. La pri-
activa «experiencial» y social —el niño que se veía mera era un experimento científico regido por los
en el Gimnasio Moderno— que además de etapa de métodos de la ciencia; la segunda formuló nuevos
evolución biológica y diferenciación por medida fines y métodos a partir de la apropiación de los
psicométrica, veía al niño como sujeto único, con descubrimientos de los saberes modernos y la ob-
una personalidad autónoma y unos intereses socia- servación empática, más que científica, del alumno.
_Jes--e-4r^iviáuafcs--tt«trltatto~d'e su exp'eFiencia vital. La "vertiente experiencial concibió la pedagogía
Examen del escolar, economía del esfuerzo, reduc- como arte más que como ciencia.
ción de la fatiga y aumento del rendimiento del
alumno, control y predictibilidad del rendimiento
escolar, clasificación y selección de los escolares, y
eficiencia social: se trata de un conjunto de temas
que surgen de la práctica del examen médico y psi-
cológico, y de la utilización de métodos de observa-
ción, experimentación y la estadística para el cono-
cimiento del alumno y el análisis del trabajo escolar
Hasta 1934 se presentan una serie de al-
ternativas a las estrategias de formación
del individuo de la pedagogía clásica y
católica. Pero todas las opciones moder-
nas de formación comparten un sustrato
Hasta mediados de los años trein- común: encauzar la infancia hacia los fi-
tas, se evidencia una tensión en la nes católicos de formación de un indivi-
práctica pedagógica activa entre duo virtuoso, así tuviesen diferentes con-
instrucción y educación o forma- cepciones de lo que significaba ser católi-
ción. De una parte, todos los co. La primera alternativa la constituyó
reformadores acogen los nuevos la denominada moral biológica, la cual, al
métodos de instrucción y en el de- relacionar moralidad con salud, convir-
sarrollo del conocimiento del niño tió el proyecto moralizador de la escuela
en la escuela buscaban prolongar en una estrategia de medicalización de la
y respetar la función biológica de infancia: el desarrollo de las prácticas del
una etapa infantil primitiva. Pero examen médico y psicológico y la higie-
de otra, aunque en la dimensión nización de la escuela y la población. La
educativa de la escuela —la formación moral, segunda alternativa, la moral social —la cual se
afectiva y social—, se cuestionan los antiguos méto- institucionalizaría en la educación pública a partir
•124 dos disciplinarios, se evidencia también un afán por de 1935—, hace parte del discurso de reforma pe-
civilizar y moralizar al niño lo antes posible, por dagógica de Nieto Caballero, el cual a partir de la
acelerar su proceso evolutivo, fortaleciendo su vo- experiencia del Gimnasio Moderno iniciada en 1914,
luntad y promoviendo en la escuela primaria el de- articuló la formación moral a un proyecto de educa-
sarrollo de inclinaciones superiores para reempla- ción social y política para la democracia basándose
zar las inclinaciones primitivas o instintivas que se en nuevas prácticas disciplinarias, de participación
le atribuían a la infancia; habría que proteger y de- de los alumnos en la vida de la escuela, y de forma-
fender al niño de sí mismo, como representación de ción de hábitos de convivencia y responsabilidad ciu-
la etapa primitiva de la raza nacional. dadana.

Fue esta escisión entre instrucción y educación, pro- Estas nuevas estrategias de formación moral de la
piciada tanto por la definición de la pedagogía expe- pedagogía activa fueron recibidas con mayor des-
rimental como medio —y por lo tanto imposibilita- confianza que los nuevos métodos de instrucción.
da para definir los fines de la educación— como por Las estrategias de formación de la pedagogía clási-
la defensa de los estamentos eclesiásticos y los pe- ca y la católica lograron una mayor permanencia en
dagogos católicos de la hegemonía del catolicismo los discursos de reforma, en la escuela pública y en
sobre la formación moral y los fines de la educa- las instituciones formadoras de docentes. Se pre-
ción, la que propició la formulación de distintas op- sentó así, una tensión entre las características mo-
ciones de reforma pedagógica, diferenciadas entre rales atribuidas a la infancia y los fines católicos de
sí por sus divergencias en relación con el proyecto la educación: entre desenvolvimiento natural y su-
formativo y las finalidades de la educación.
blemas económicos, sociales y políticos del pueblo,
trasladaron su eje de los saberes experimentales a
los saberes sociales y encontraron un nuevo refe-
rente al interior de la pedagogía activa: John Dewey.
La pedagogía activa de Decroly, de fundamento bio-
presión o superación de la instintividad, entre la sen- lógico, individualizante y con fines sociales de orde-
sualidad e inmediatez del funcionamiento mental del namiento jerárquico a partir de las aptitudes «natu-
niño y los principios morales católicos, entre el inte- rales» de los individuos y de la imagen de la socie-
rés y el esfuerzo, entre la libertad y la disciplina, dad como organismo biológico, pierde su utilidad
entre el instinto y la voluntad. para los nuevos fines políticos del Estado. En cam-
Entre 1935 y 1946, el saber pedagógico y la educa- bio las nociones de Dewey sobre los fines sociales y
ción pública entran en un nuevo campo de relacio- políticos de la educación y especialmente sobre el
nes de saber y de poder. En primer lugar, la disper- papel de la escuela en la democratización de la so-
sión de las distintas esferas de la educación pública ciedad y la cultura, se convierten en el nuevo refe-
que caracterizó el período 1930-1935 da paso a una rente conceptual de las instituciones formadoras de
mayor articulación entre ellas. El proyecto de go- docentes, de los programas de la escuela primaria y
bierno y de partido de López Pumarejo logra los discursos estatales sobre la educación popular.
alinderar estos elementos a partir de una política El fin primordial de la escuela deja de ser el desa-
social y educativa de «habilitación de las masas para rrollo de conocimientos o el desenvolvimiento na-
3
la actividad económica y social» ( ) con un horizon- tural de los instintos del niño, ahora el énfasis está 1 2 5
te inequívoco de vinculación de población al merca- en el desarrollo de nuevos hábitos: de ahorro, de •
do, la producción, la política y la cultura moderna, y trabajo, de cooperación social, de participación polí-
de gobierno de los pobres por medio de la asisten- tica, tanto en la infancia como en los adultos pobres
cia social y la democratización de la vida nacional. de las zonas rurales.

Un segundo elemento de esta trasformación lo cons- 1. Este escrito sintetiza algunos de los resultados de la investigación
tituye la pérdida de importancia de los debates teó- «Saber pedagógico y educación pública en Colombia 1900-
ricos o dogmáticos sobre la pedagogía. El período 1946», realizada con la asesoría de Olga Lucía Zuluaga, por un
equipo conformado por Osear Saldarriaga, Armando Ospina y el
1903-1935 fue rico en reflexiones y polémicas así autor. La investigación fue auspiciada por Foro Nacional por
como en la divulgación de nuevos idearios pedagó- Colombia y Colciencias. Los resultados de la investigación fueron
gicos, pero a partir de 1935 el debate conceptual en recientemente publicados en el libro «Mirar la infancia: pedagogía,
moral y modernidad en Colombia 1903-1946», 2 Tomos, editado
torno a la pedagogía se ve relegado por la por la Universidad de Antioquia, Foro Nacional por Colombia,
politización de la polémica sobre los fines de la edu- Colciencias y la Universidad de los Andes.
cación pública. 2. Eugenesia: Aplicación de las leyes biológicas de la herencia al
perfeccionamiento de la raza y de la especie humana.
Finalmente, un tercer elemento de ruptura, estre- 3. López, Alfonso (1935): «La educación pública primaria».
chamente ligado con los anteriores, fue el cambio Mensaje al Congreso, en Revista Educación, Año 3, Nos. 24-25,
1935, p. 415.
de fundamentación pedagógica del discurso estatal.
Las políticas de educación pública de los gobiernos
liberales entre 1935 y 1946, centradas en los pro-

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